Las Medallas de la AEPE: Eulogio Varela Sartorio

Por Mª Dolores Barreda Pérez

Después de ver cómo y cuándo nació la Medalla de la Asociación de Pintores y Escultores, vamos a seguir conociendo más acerca de los galardones en los que se otorga actualmente, con sus correspondientes denominaciones.

Medalla de Ilustración “Eulogio Varela”

del Salón de Dibujo, Grabado y la Ilustración

 

En el año 2016 la Asociación Española de Pintores y Escultores convocó por vez primera el Salón de Dibujo de la AEPE, que constituyó un rotundo éxito.

En 2017 y gracias a la propuesta que realizara el Presidente de la AEPE, José Gabriel Astudillo, bajo el título de “La plenitud de los nombres”, se acordaba la reorganización de los premios y galardones que otorgaba la institución en los distintos certámenes y concursos habituales. En el caso del Salón del Dibujo, Grabado e Ilustración, y como en el resto de las ocasiones con el ánimo de honrar la memoria de los fundadores de la AEPE, se instituyeron los siguientes premios: La Medalla de Dibujo Marceliano Santamaría Sedano, la Medalla de Grabado Francisco Esteve Botey y la Medalla de Ilustración Eulogio Varela Sartorio.

 

EULOGIO VARELA SARTORIO

VARELA SARTORIO, Eulogio     P   1910(F114)   20.feb.1868  Pto.Sta.MARIA   MADRID 25.dic.1955

Socio Fundador

Autorretrato

 

Nació el 20 de febrero de 1868 en El Puerto de Santa María, Cádiz. Hijo de Eulogio Varela Vieites y de Antonia Sartorio Uriarte, fue el segundo de seis hermanos.

Debido a la profesión del padre, contador de fondos, cuando Eulogio contaba con pocos años de vida la familia se trasladará en un principio a Madrid y posteriormente a Valladolid.

En Valladolid termina un sobresaliente bachiller y se matricula en la Facultad de Ciencias que deberá abandonar por caer enfermo de tifus.

Su afición al dibujo se manifestó muy tempranamente, lo que le llevó a la Escuela de Artes y Oficios, cuyo director, José Martí y Monsó, le distinguió de manera notoria.

Participó en Exposiciones y obtuvo éxitos que se interrumpieron cuando su familia tuvo que trasladarse a Madrid.

En la capital, rápidamente se hizo notar en el estudio del que también fuera socio de la AEPE, Alejandro Ferrant Fischermans, que encontró en él un excelente ayudante, a la vez que lograría matricularse en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando.

El artista en 1906

En 1887 la Diputación de Valladolid el concede una beca para ampliar estudios en Roma, que no podrá disfrutar a causa de la enfermedad; como contraprestación la corporación vallisoletana le concede una pequeña beca con la que se instala definitivamente en Madrid concretamente en la calle Claudio Coello, número 27.

Como la pintura no le proporcionaba ingresos suficientes con los que vivir, dio lecciones de dibujo y pintura en colegios y a particulares y colaboró en revistas nacionales e hispanoamericanas

Su vida cambió cuando conoció y llegó a una estrecha amistad, como Emilio Salas, que le tomó bajo su protección, guiándole, aconsejándole y animándole a vencer su timidez, porque desde el primer momento vio su gran valía.

A finales de 1892 realiza al fin un breve viaje a Roma para regresar a Madrid unos pocos meses después.

En 1893 pinta un conocido Autorretrato y obtiene Mención de Honor en la Exposición Nacional de Bellas Artes.

En 1894 logra un sonado triunfo en la VI Exposición Bienal del Círculo de Bellas Artes de Madrid con la obra Meditación, y con los lienzos Retrato de la señorita A.V, ¡No te apenes mujer!, Ensueño y La novela, que son considerados por la crítica como obras enmarcadas dentro de la “escuela moderna”.

En 1895 participa en la Exposición Nacional de Bellas Artes, sección pintura, con tres obras (una de ellas taurina En el tentadero), obteniendo de nuevo Mención de Honor.

En 1896 participa en la Exposición Internacional de Múnich y lleva a cabo la decoración del Salón de Bailes del Casino Venatorio de Valladolid, con un programa iconográfico mitológico relacionado con la caza, logrando ciertos comentarios laudatorios de la prensa local.

Además también presenta su óleo En mi estudio en el Círculo de Bellas Artes de Madrid que la misma crítica vallisoletana trata muy bien, obteniendo buenas críticas de la prensa como en El eco de Castilla.

El 20 de febrero contrae matrimonio con Genoveva Hervias Leiva, con la que tendrá cuatro hijos: Eulogio, Gloria, Carlos y Jacinto. La nueva situación económica le obliga a dar clases y alternarlo con su gran pasión: la ilustración gráfica gracias a la intervención de su amigo Emilio Sala.

El artista en 1926

 

En 1897 quedo tercero en el concurso para la elección del cartel de Anís el Mono.

En 1898 llegó a Blanco y Negro, donde realizó un trabajo esmerado, muy superior a cuanto se conocía en España por aquellos tiempos..

Colaboró también en publicaciones como Blanco y Negro y La Ilustración Española y Americana, ABC, El Liberal, Pan y toros, Madrid Cómico y Helios.

Cuando la actriz María Guerrero le pidió a Emilio Salas que le pintase el telón del teatro Español, Varela le ayudó en su trabajo, lo mismo que en la pintura del techo del Casino de Madrid.

Aumentando su prestigio cada vez más, Echegaray le distinguió con su amistad, lo mismo que otros hombres ilustres de la época.

En 1900 logra el Segundo Premio del concurso convocado por El Liberal y además, el Segundo Premio en el concurso de carteles del Círculo de Bellas Artes de Madrid.

Una imagen de Eulogio con su mujer y algunos hijos en 1929 aparecida en ABC

 

El año siguiente, el Ayuntamiento de Madrid le encarga el cartel del carnaval madrileño y recibe también el encargo de la Unión Española de Explosivos, con el motivo de Santa Bárbara (acuarela gouache sobre papel, 49×27), destinado a un calendario y almanaque, que finalmente no se publicaría en favor de otro cartel de Arturo Mélida Alinari.

Según Gaya Nuño, en esa época conoce a Picasso, al que aconsejará sobre el campo de la ilustración gráfica.

En 1901 presenta a la Exposición Nacional de Bellas Artes, sección artes decorativas, Dibujos y bocetos decorativos de claro tinte modernista logrando una Tercera Medalla de bronce.

En 1902 comienza a introducir acuarelas y pastel en sus obras para Blanco y Negro, y cuando trabaja sobre cartulina, usa grafito que de manera muy marcada va dejando un surco que se aprecia al pasar la tinta a posteriori.

Fotografías tomadas en 1929 y aparecidas en ABC

El artista en los  años 50 tomando apuntes del natural en Cercedilla

 

Los motivos iconográficos del norte de Europa son cada vez más frecuentes en sus dibujos así como sus homenajes a los salterios y códices medievales. La cantidad de letreros, rótulos, frontispicios, diseños de viñetas, portarretratos, letras capitales, orlas, portadas a color, diseño de tapas conmemorativas para encuadernación, rúbricas o monogramas y logotipos de Varela en la revistas son cada vez más profusos, quedando muchos de sus letreros para secciones como iconos que se mantendrán durante años más allá de su estancia en la publicación.

En 1904 logra el Primer Premio del concurso del baile de máscaras del Círculo de Bellas Artes de Madrid.

Viaja a menudo a París donde visita varios talleres de arte decorativo y emprende una concienzuda consulta de numerosas publicaciones europeas.

En la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1904, en la sección artes decorativas, logra la Segunda Medalla, presentando un cartel con la típica mujer art nouveau.

Inicia la factura de obras bajo el influjo wagneriano, posiblemente imbuido por el wagnerianismo de artistas como Darío o Egusquiza y los catalanes como su colega ex librista Adrià Gual.

Triunfante en la pintura decorativa y en el cartel, también cultivó la pintura de cabllete, en la que produjo obras muy interesantes y poco conocidas.

Concurrió con éxito a las Exposiciones de Artes Decorativas de Munich y Viena.

En 1905 ingresó por oposición en las Escuelas de Artes y Oficios.

Dama con lazo rosa

 

Abrió un taller de artes gráficas en la calle Hortaleza 130 de Madrid, junto a su amigo Joaquín Xaudaró, con el que emprende una múltiple labor de decoración tanto de exterior como de interior y de menús, programas, carteles, postales, impresos y demás, que pronto gozaría del favor de la clientela y que a la postre le llevaría a instalarlo en la calle Diego de León nº 7 y 9, donde al mismo tiempo tendría su propia casa.

Presenta a la Exposición Nacional de Bellas Artes sección artes decorativas varias obras como la pintura decorativa Fiesta veneciana, por la que obtiene de nuevo Medalla de Plata.

En 1908 logra la Primera Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes sección artes decorativas, con su Álbum de cien proyectos varios, “verdadera obra maestra del arte decorativo modernista” según Brasas Egido y del que aún su nieta Genoveva conserva piezas. Todo un compendio del Varela más diseñador, con todo tipo de diseños de útiles y ornatos en el más exquisito de los trazos.

Berruguete en su estudio

En 1910 obtiene la Primera Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes, sección artes decorativas, y en 1913 la Primera Medalla en la Exposición Nacional de Artes Decorativas e Industriales, logrando por oposición el cargo de ayudante de la Escuela de Artes y Oficios de Madrid, con  una proyección gráfica cada vez más vinculada al diseño.

Ese mismo año, junto a otros primeros nombres del panorama artístico español, colabora y participa en la fundación de la Asociación de Pintores y Escultores.

En 1922 ascendió por concurso a profesor de término.

Retrato de mujer

A partir de 1934 se dedica vocacionalmente a la pintura con muchos bocetos de retratos, paisaje, notas del natural y academias realizados con “exquisita composición” y “prodigiosa y atildada pulcritud”, en muchos casos desde su casa de Cercedilla y  también se centrará en la parte teórica de la docencia.

En 1939 se jubila como profesor de término después de haber obtenido por oposición plaza de profesor auxiliar de dibujo artístico y ser nombrado comisario director de una sección durante la guerra civil.

El 25 de diciembre de 1955, fallece en su casa de Diego de León número 9 de Madrid.

Poco después de su muerte se exhibió parte de su obra en la exposición Ilustradores de Blanco y Negro y ABC, montada por Prensa Española con motivo de las bodas de oro del diario, celebrada en los salones de la Sociedad Española de Amigos del Arte en la Biblioteca Nacional.

Paisajes

Con el título de “Temas de Composición Decorativa” dio a la imprenta un excelente tratado que editó Espasa.-Calpe, quedando a su muerte inéditos el “Tratado de Perspectiva” y la “Historia y Arquitectura de la Letra”, con más de 300 abecedarios clásicos, modernos y originales.

En la exposición El Modernismo en España celebrada en octubre-diciembre de 1969 en el Casón del Buen Retiro de Madrid se exhibieron varias obras suyas.

En 1974 en la galería Art-Press, del diario Pueblo de Madrid, se inaugura la primera exposición monográfica del artista, que mostrará casi un centenar de obras del artista.

En 1979 el Ayuntamiento de El Puerto de Santa María de Cádiz acuerda dar el nombre del artista a una plaza de la localidad gaditana.

Cartel Feria y Fiestas Santander. 1909

En 1980 se celebró el XXV aniversario de la muerte de Varela, inaugurándose una exposición homenaje en el Castillo de San Marcos de El Puerto de Santa María de Cádiz, con ochenta y cinco obras, cuarenta y cuatro donadas por la familia.

La exposición La España Ilustrada, celebrada en la sala del Banco Bilbao Vizcaya en Madrid en 1992, incluirá algunas piezas de Varela, así como en la exposición celebrada en 1993 Un siglo de ilustración española en las páginas de Blanco y Negro, en la sala Sant Jaume de la Fundación La Caixa de Barcelona y que a la postre se trasladaría a Zaragoza.

Músico Lector. 1947

En el año 2008, con motivo de la muestra Alphonse Mucha 1860-1939. Seducción, Modernidad, Utopía organizada por la Obra Social Fundación La Caixa en colaboración con la Mucha Foundation, aparecerá en ella el artista español liderando el influjo del Art Nouveau en Madrid.

Entre 2010 y 2013 la obra de Varela estuvo presente en las exposiciones realizadas por la Colección ABC El efecto iceberg. Dibujo e Ilustración españoles entre dos fines de siglo,  comisariada por Juan Manuel Bonet y Portadas. Dibujo de primera plana comisariada por Ramón Esparza.

De enero a junio de 2014 se celebró la exposición Eulogio Varela. Modernismo y modernidad en el Museo ABC de Madrid, que en 2015 se trasladó al Alcázar de Sevilla, Sala del Apeadero.

Cartel  realizado para la Unión de Explosivos

Estilo

La “modernidad” en las ilustraciones de Varela no radicaba tanto en su estilo modernista, internacional y cosmopolita tan del gusto de la burguesía madrileña de la época, sino más bien en la formulación de una “nueva forma artística” plasmada en un cartón o un papel y presta a ser disfrutada por un amplio segmento social, “democratizando” por fin el arte.

faceta artística- la ilustración gráfica-

Las principales características de Varela como ilustrador le hicieron un referente en las revistas ilustradas madrileñas del momento, equiparable a los casos de Alphonse Mucha o Eugene Grasset en París, un estilo muy influido por el Art Nouveau parisino, si bien en Varela se aprecia una riqueza de repertorios y estilos difícilmente localizable en otros artistas coetáneos.

Su estilo viraría lejos del mero ejercicio copista hacia una vertiente mucho más abierta a la innovación de volúmenes mediante el juego de trazos, líneas y áreas de cierta planitud con tintas negras y saturadas. Este último gusto por el “realismo sintético” provocado por el uso de los entramados lineales, le vino dado gracias a su contacto con un joven Juan Gris a partir de 1906.

En sus trabajos se aprecia el afán por estilizar las páginas que ilustraba, fruto de sus viajes a Múnich o a París y del estudio minucioso de las prácticas en los talleres de artes gráficas internacionales así como de los numerosos ejemplares de publicaciones extranjeras que almacenaba en su casa, donde era vecino y amigo Santiago Ramón y Cajal, admirable dibujante al margen de sus méritos médicos reconocidos.

Cartel para el Carnaval de Madrid. 1901

Dos son los principales motivos en la obra dibujística de Varela: la mujer, en sus diferentes acepciones simbolistas, modernistas o clásicas, y la naturaleza, como marco idealizado, trasunto de emociones, ornato y aliada de la mujer en su suma estilización.

Los dibujos wagnerianos efectuados por Várela en los primeros años del siglo, coinciden con las noticias sobre Wagner y su música aparecidas en las páginas de Blanco y Negro, hasta 1910, año en el que podemos situar uno de los mejores dibujos wagnerianos de todos los hallados hasta ahora en el panorama gráfico español.

 

Perfil humano

Eulogio Varela es un estudioso de su oficio, un elemento reivindicativo de las denominadas “artes menores”. Fue un artista polifacético y complejo, un decorador, pintor, ilustrador, teórico, diseñador, pedagogo y una suerte de artista “humanista” y esteta, afanado en el trabajo y la perseverancia, en el conocimiento de su oficio.

Recordado como un señor amigable, de gran bonhomía, enamorado de su esposa Genoveva, a quien solía utilizar como modelo.

Siempre abierto a dar y ayudar, sus grandes manos repartían caramelos entre los niños. Patriarca de una familia acomodada, sin vivir ni mucho menos en la opulencia sí supo salir de sus estrecheces de juventud gracias a un sentido del trabajo infatigable que le condujo a ser profesor, lo que sin duda le permitiría alcanzar esa estabilidad familiar y laboral tan anhelada.

De enorme cultura, un erudito de su oficio y en general poseedor de una ingente biblioteca de libros y revistas ilustradas en cuyas páginas a buen seguro descubriría muchos de los conocimientos de los que hacía gala a nivel internacional.

Eulogio tenía gran mano para el diseño y labor de muebles, marcos para sus propias obras, cajas decoradas, cajones, etc. Su hijo Carlos fue uno de los más relevantes fotógrafos de Cercedilla, lugar de vacaciones de la familia e hijo del maestro.

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