Mademoiselle Pogany III, atribuida a Brancusi

Se trata de una ocasión única, inigualable, que no se debería dejar pasar bajo ningún concepto. En la histórica ciudad de Toledo, gracias a su Diputación Provincial, la Asociación Española de Pintores y Escultores, la Fundición Codina y la Fundación MAXAM, se está llevando a cabo una exposición en la que se pueden ver tres siglos de esculturas. 300 años de grandes artistas de la talla de Rodin, Picasso, Degas, Dalí, Brancusi… Genios inigualables que estas cuatro entidades, que llevan una ardua tarea en el mundo del arte, han logrado reunir.

Pero no solo han conseguido llevar a Toledo una muestra única y educativa, sino que han conseguido derribar uno de los clichés más extendidos sobre el mundo del arte y el coleccionismo, el de la idea de que el “coleccionismo es para ricos”, que no está al alcance de las personas de a pie.

A través de la muestra EScultura, se demuestra que la relación estrecha y exclusiva entre ricos y arte es falsa; el arte está al alcance de cualquier persona interesada en las bellas artes, y muestra de ello es la exposición que alberga el Centro Cultural San Clemente de Toledo.

Entre las excelentes obras que componen la exhibición, además de ser todas increíbles y de un nivel insuperable, me llamó especialmente la atención fue la titulada Mademoiselle Pogany III, atribuida a Constantin Brancusi, que se encontraba en la última sala, dentro de una vitrina.

Entre los siglos XIX y XX, en todos los países con un cierto desarrollo industrial, se vivió un deseo de romper con las riendas del pasado. Las vanguardias afectaron a todas las expresiones artísticas, tanto a la escultura como a la pintura, de la misma manera. Los movimientos de vanguardia, se definen más como una actitud ante el arte, más que a una estética en sí.

Pasan de imitar la naturaleza, a centrarse en el lenguaje de las formas y los colores. Los movimientos por excelencia dentro de las vanguardias son: Impresionismo, Expresionismo, Fauvismo, Cubismo, Futurismo, Dadaísmo, Ultraísmo, Surrealismo, Estriendentismo y Arieldenteismo.

Constantin Brancusi, una de las figuras más importantes de las vanguardias artísticas, nació el 19 de febrero de 1876 en Rumanía. Entre los años 1894 y 1898 estudió en la Escuela de Artes y Oficios de Cracovia, y en la Escuela de Bellas Artes de Bucarest desde 1898 hasta 1901, y en 1904 se traslada a París, la capital del arte por aquel entonces. Su obra se caracteriza por la eliminación de todos los atributos y accesorios, evolucionando así, hacia una mayor esencialidad formal, para crear formas puras y elementos. A la vez, Brancusi busca una belleza pura y espiritual en sus obras, a través de unas determinadas figuras, como son: el pájaro, el huevo, o las cabezas femeninas. Para resaltar esa belleza, recurre al pulido de los materiales que usa, que son el mármol, el bronce y en ocasiones la madera.

En la exposición EScultura se encuentra Mademoiselle Pogany III, atribuida a Constantin Brancusi, una de las obras más famosas del artista. En un principio, para algunos agentes artísticos que vieron esta escultura, no fue de su agrado, ya que la definieron como un huevo duro en un terrón de azúcar. Pero para otros, en cambio, vieron en ella una delicadeza y perfección técnica.

Además de la cabeza ovoide, llama la atención la pequeña nariz, los ojos saltones en forma de almendra, el delicado tratamiento de la oreja y el moño con forma serpentina. Es curioso saber, que la historia del motivo de esta obra se ha convertido en una leyenda. La persona retratada es una chica húngara que viajó a París para estudiar pintura, Margit Pogany, y es en un café de la capital francesa en donde conoce a Brancusi, allá por el año 1910.

Poco a poco, se fueron conociendo más, y las visitas al taller del pintor rumano cada vez se hicieron más frecuentes. En una de esas citas en su taller, ella le pidió a él un retrato, y Brancusi lo llevó a cabo durante los dos últimos meses que iba a estar la joven en París estudiando arte, de diciembre de 1910 a enero de 1911. Los estudios de arcilla que llevó a cabo para realizar la obra, fueron destruidos in situ, pero muchos de los dibujos que realizó, sí que sobrevivieron. Una vez que la joven regresara a Hungría, es cuando comenzó a esculpir el retrato de la cabeza de mármol de memoria.

A partir del retrato de Margit Pogany, el artista llevó a cabo 16 versiones diferentes en un intervalo de tiempo de 20 años.

Se trata de una obra magnífica, ya no solo por la ejecución, que sin duda fue una obra pionera para sus tiempos y es una de las obras insignes de las vanguardias artísticas, sino que también es interesantísima por la historia que tiene detrás.

Gracias a la Asociación Española de Pintores y Escultores, la Diputación de Toledo, la Fundición Codina y la Fundación MAXAM, se pueden apreciar tanto la historia como la ejecución de estas obras, y descubrir el sinfín de historias que las piezas tienen detrás, que también es un aspecto del arte muy interesante.

Mademoiselle Pogany III, atribuida a Constantin Brancusi

ESCUELA DE ARTE FRANCISCO ALCÁNTARA. [En línea] URL <   https://www.escueladeceramica.com/content/constantin-brancusi > (Última revisión: 15/2/2016)

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