Pedro Frías Alejandro

Autor de la escultura “Paz”

Por Mª Dolores Barreda Pérez

 

FRIAS ALEJANDRO, Pedro      E      1921     1900        PALENCIA        MADRID

 

Pedro Frías Alejandro nació en Palencia, el 19 de diciembre de 1899, hijo de Juan y Catalina, con residencia en la calle Santa Marina, 10.

Con 14 años obtiene Diploma en Dibujo lineal en la Academia de Dibujo de Melilla, en donde seguramente viviría por aquel entonces motivado por los desplazamientos de su familia, de la que nada se puede determinar.

Sobrino de Alfonso Alejandro Prádanos, que ocupaba el cargo de delineante del Ayuntamiento de Valladolid, profesor en la Escuela Municipal de Dibujo en 1891 y en 1921 en la nueva Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Palencia, Por “Real Orden de 14 de noviembre de 1921 obtuvo la plaza de ayudante de profesor de entrada de Dibujo y Modelado, tomando posesión el 1 de diciembre como profesor auxiliar interino.

Poeta, 1928

En los escasos perfiles también se lee que “al poco de nacer, su familia  se  trasladó  a  Valladolid donde el padre fue profesor en la Escuela de Artes y Oficios. En ella el futuro artista iniciaría su formación académica que continuaría como discípulo del escultor González Sola”.

Nada hemos podido tampoco confirmar sobre esta afirmación, puesto que ni hay referencias respecto a la profesión de su padre y por tanto, a su docencia en dicha escuela, ni a la de escultor alguno que con los apellidos “González Sola”, coincida en la época y geografía con el escultor.

Busto de Julián Besteiro, 1935

 

Con toda seguridad, se trataría del escultor ovetense Julio González Pola, que fuera Socio Fundador (con el número 28) de la Asociación de Pintores y Escultores y Vicetesorero de su Junta Directiva de 1916 al 1918, además de Vocal en 1928.

Se afirma además que sentía gran atracción por la obra de su paisano Alonso Berruguete, lo que le llevó a estudiarla de los restantes escultores conservados en el entonces Museo provincial de Bellas Artes.

Esta afirmación estará sin duda fundamentada en la iniciativa que llevó a cabo Pedro Frías Alejandro, quien a través de una instancia dirigida al Ayuntamiento de Valladolid, proponía que se construyera un monumento en esa ciudad al genial imaginero Berruguete y de la que se hacía eco el Día de Palencia en 1925.

Dolorosa, 1931

 

En la información se detalla que el escultor ofreció su trabajo gratuitamente al Ayuntamiento y se recuerda también que la misma iniciativa la abordó el escultor Victorio Macho, sin que finalmente se llevara a cabo a pesar de conservar la ciudad el anteproyecto de la obra.

Ángel Lera de Isla, escritor y periodista vallisoletano, amigo del escultor Pedro Frías Alejandro, recordaba su juventud en las reuniones artísticas que se celebraban en el Campo Grande, un gran parque público situado en pleno dentro de la ciudad de Valladolid, y a las que asistían todos los personajes con inquietudes de todo tipo como la poesía, el periodismo, la pintura, escultura y música y por el que ya paseaba Miguel Delibes.

En su biografía “oficial” se afirma que “la primera oportunidad que tuvo para exponer una obra suya fue en el III Salón de Otoño, celebrado el 5 de octubre de 1922 en el Palacio de Exposiciones del Retiro, en Madrid y, en aquella ocasión su escultura titulada Invocación obtuvo un merecido premio”.

Sin embargo, al indagar en este dato, podemos afirmar que las fechas son erróneas, puesto que no concurrió al III Salón de Otoño de 1922, sino al II Salón de Otoño de 1921, al que presentó dos obras, y que la escultura titulada Invocación la presentó al IV Salón de Otoño de 1923.

En cualquier caso, nos consta que expuso una obra en el V Salón de Humoristas celebrado en marzo de 1919 en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.

Clausura de su exposición en la Casa de Palencia de Madrid

 

Hacia 1923 conoce a Francisco de Cossio, periodista y académico que con el tiempo fuera Director del Museo Nacional de Escultura, que visita el estudio del escultor y le anima y aconseja respecto a la profesión. Allí puede el escritor contemplar “un busto de hombre, labrado en piedra,  titulado Marino,  que  surge  de  la tosquedad de un bloque” y, además, ofrecía “fuerza,  inspiración  y técnica  segura”.

En  enero  de 1925 el  artista finaliza una cabeza de San Francisco de Asís, “primorosamente modelada,  de  gran  inspiración  y  plena de misticismo”, que exhibe en el escaparate de un comercio de la Calle de Santiago.

En febrero de ese mismo año exhibe otra escultura titulada El Norte  de  Castilla, que  representa  a “un vendedor de periódico dando el pregón”, de tamaño  académico y en  yeso  patinizado, en otro escaparate de un comercio de la Calle Santander, que la crítica avaló como “inspirada en Berruguete”.

Finalmente, en marzo de 1925 celebró una exposición de catorce obras en el Ateneo de Valladolid, citando la prensa de la época que la muestra fue “interesante y valiosa, visitadísima y muy elogiada por la crítica y los concurrentes” y, en definitiva, un nuevo éxito del joven escultor.

En su exposición en el Círculo de Bellas Artes de Madrid

 

La exposición permaneció abierta ocho días, reflejando la diversidad de los temas que lleva a cabo el artista: retrato,  religioso, literario y decorativo, así como la variedad de os distintos materiales en los que trabajaba, como son la madera, el barro y la piedra.

Trasladado a Madrid, aunque sin perder su vinculación con Valladolid, sus simpatías políticas le llevan a realizar un busto de Julián Besteiro, recién elegido Presidente de las Cortes y otro del periodista Antonio Lezama, vinculado a la izquierda radical y fundador del periódico La   Libertad, retratos que fueron calificados como “magníficas tallas en madera”.

En esa épica realizó además otro busto que le encargó el Ayuntamiento de Madrid del periodista y cronista de la Villa, Pedro de Répide, quien no dudó en considerarlo como un “notabilísimo escultor”, así como el de Antonio García Gutiérrez, el autor de “El Trovador”, a iniciativa del Sindicato de Viticultores de Chiclana, Cádiz, y que se ubica en la Plaza de Patiño de aquella ciudad.

En noviembre de 1934 realizó una exposición de catorce obras en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, en donde la prensa de la época admitió que el autor tenía un “gran dominio de la técnica”.

Invocación, presentada al Salón de Otoño de 1923

 

El  crítico Luis Gil  Fillol reconoció  que  sus tallas  en  madera  “acusan  un  dominio absoluto”, denotan     seguridad en su ejecución  y  admite conocer “pocos tallistas tan  diestros  como  Frías… En él oficio y sensibilidad corren parejas. Trata la forma con cariño, cuida  el  claroscuro  del modelado, estiliza inteligentemente y huye del amaneramiento”. Le califica como escultor  destacado, muy impersonal  pero sin encuadrarse  en  una modalidad  concreta que “daría a su tecnicismo estilo definido, con perjuicio, naturalmente, de la sinceridad y variedad de su obra”.

En el XV Salón de Otoño de 1935 se le otorgó la distinción de Socio de Mérito, realizando también una exposición de esculturas en la Casa de Palencia de Madrid, en la que mostró diez obras.

Estudio cabeza, 1935

 

Los estragos de la guerra, que vivió en el taller de la calle Zabaleta de Madrid, truncaron muchas de las obras que estaba preparando y cuyos trabajos reemprendió al finalizar la contienda. En las Asociación Española de Pintores y Escultores se conserva un busto datado en el año 1936 y titulado “Paz”, que será de los pocos que pudieron recuperarse de este periodo.

A la Exposición  Nacional de Bellas Artes de 1941 concurrió con dos obras que fueron calificadas de “muy recias, con seco estilo castellano”, presentando también trabajos a la Exposición  Nacional de Artes Decorativas de 1949 y a la Exposición Internacional  de  Artesanía de 1953, donde  consiguió un galardón.

En 1954 realizó una exposición en el salón de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles, situada en la madrileña Calle Rollo, en la que exhibió 26 obras trabajadas directamente en madera de nogal y caoba y otras en yeso y piedra.

Busto de García-Gutiérrez

 

Pedro Frías Alejandro fue el escultor que talló el famoso Crucifijo de la película “Marcelino, pan y vino” de Ladislao Vajda, con la cual conversa el protagonista (Pablito Calvo) y que se estrenó en 1954. En la actualidad, la talla se conserva en el Convento de carmelitas de Don Benito, como una donación de los Estudios Cinematográficos Chamartín, gracias a Miguel López Cabrera, quien fuera el ingeniero de sonido de la película y cuya hermana residía en este convento.

En 1957 la  Real Academia de la Purísima Concepción de Valladolid le nombró académico correspondiente.

Fernando Allué escribió sobre el artista cuyo “estilo no es sereno, sino apasionado, denso de dramatismo…. Las tallas gritan de dolor o se consumen por una intensa y callada pasión”…

Ángel Lera de Isla, uno de sus más entrañables amigos, recordaba que Pedro Frías Alejandro era un “ser entrañable, un hombre sencillo, callado… No daba importancia a  la meritísima obra   que día a día estaba realizando. Y, sin embargo, se  le  veía siempre  tan  gozosamente  entregado  a  su tarea, que no parecía sino que estaba entretenido, pasando el rato”.

En la exposición que bajo el título de EScultura, celebró la Asociación Española de Pintores y Escultores en Toledo en el año 2018, se exhibió la obra titulada La Paz, y en el dossier de la muestra se lee: “Pedro Frías Alejandro es otro imaginero palentino de estilo bastante característico que se encuentra a caballo entre el clasicismo, movimiento cultural, estético e intelectual, inspirado en los patrones estéticos y filosóficos de la antigüedad clásica, caracterizada por una incansable búsqueda de la perfección del hombre en sus aspectos físicos y la vanguardia, tendencia artística, cultural, política, filosófica y literaria que se refiere a las personas o las obras que son experimentales o innovadoras. Su especialidad es la creación de imágenes y cuerpos modelados y definidos de forma rígida y simétrica”.

Busto del cronista de la Villa de Madrid, Pedro de Répide

 

Pedro Frías Alejandro y la AEPE

II Salón de Otoño de 1921. Inscrito como Frías Alejandro, D. Pedro, natural de Palencia; vive en Madrid, Villalar, 3.

288.- La Santa Faz, mármol; 0,70 x 0,70

289.- Retrato, busto en yeso

IV Salón de Otoño de 1923. Inscrito como Frías Alejandro, D. Pedro, natural de Palencia; reside en Madrid, Brigada Topográfica de E.M.

322.- Invocación, escayola

VIII Salón de Otoño de 1928. Inscrito como Frías Alejandro, D. Pedro, natural de Palencia. Vive en Madrid, Zabaleta, 40.

311.- Poeta, yeso

312.- Hermana del autor, yeso

XIII Salón de Otoño de 1933. Frías Alejandro, D. Pedro, natural de Palencia. Vive en Madrid, Zabaleta, 13. Sala I números 3 y 7.

3.- D. Roberto Molina, talla en madera

7. Don Antonio de Lezama, talla en madera

XIV Salón de Otoño de 1934.

5.- Busto en madera de nogal

XV Salón de Otoño de 1935. Frías Alejandro, D. Pedro, natural de Palencia. Reside en Madrid, Zabaleta, 13.

361.- Cabeza de estudio, piedra.

382.- Consumatum est, talla en madera

421.- Un estuche para abanicos (sección de arte decorativo)

 

Fotograma de la película “Marcelino, pan y vino”, en la que aparece el Crucifijo obra de Pedro Frías y detalle de la cabeza

 

Bibliografía y Webgrafía

Jesús Urrea https://docplayer.es/110788999-Galeria-de-artistas-olvidados-pedro-frias-alejandro-palencia-h-1900-madrid-d-1963.html

Mª Dolores Barreda Pérez: https://apintoresyescultores.es/wp-content/uploads/2018/04/Dossier-de-la-exposici%C3%B3n-EScultura.pdf

Itziar Zabalza Murillo,  https://apintoresyescultores.es/criticas-de-arte/

http://manuelblasdos.blogspot.com/2018/09/madrid-vista-de-pajaro-1873.html

https://www.dechiclana.com/personajes/antonio-garcia-gutierrez/

Mª Carmen Trapote Sinovas, “La Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Palencia: etapa fundacional,  1921-1924”, PITTM,  1994,

BOE-10-XII-1925.

Diario Regional,  25-II-1954.

El Norte: 30-IV-1924, 2-I-1925, 26-II-1925, 12 y 13-III-1925, 19-III-1925, 1-IX-1925, 13-XI-1925, 14-I-1932, 17-II-1954, 30-XI-1958, 21-I-1962, 4-II-1986

La Voz, 21-IV-1928.

La Libertad, 19-VII-1931, 22-XI-1933, 15-VII-1934, 10-VIII-1934, 7-XI-1934

Diario de Cádiz, 16-X-2016.

ABC,  26-X-1934, 13-VI-1935, 8-XI-1935, 27-XI-1935, 5-XII-1941, 17-II-1954, 28-IV-1963

Ahora, 7-XI-1934,

El  siglo  futuro, 7-XI-1935,

El heraldo  de Madrid, 8-XI-1935

La Vanguardia: 19/8/1949

El Diario Palentino: 19/12/1899; 28/11/1935

El Telegrama del Rif: 3/9/1913

La Correspondencia de España: 10/3/1919

El Día de Palencia: 20/3/1925; 13/11/1925; 14/11/1925

Hoja Oficial del lunes: 15/2/1954

Archivo Histórico “Bernardino de Pantorba” de la Asociación Española de Pintores y Escultores

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Avelina Tomé Hidalgo

Por Mª Dolores Barreda Pérez

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LAS PRIMERAS ARTISTAS DE LA

ASOCIACION ESPAÑOLA DE PINTORES Y ESCULTORES

Desde su fundación en 1910, y después de haber tratado en anteriores números a las Socias Fundadoras de la entidad, y las participantes en el primer Salón de Otoño, vamos a ir recuperando de la memoria colectiva, el nombre de las primeras socias que vinieron a formar parte de la Asociación de Pintores y Escultores.

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TOME, Avelina   P   1950

 

Gracias a los constantes llamamientos que desde la Gaceta de Bellas Artes realizamos para que todos aquellos que tengan información acerca de nuestros socios, nos la hagan llegar y así entre todos, salvaguardar la memoria colectiva de los artistas en España, la familia de Avelina Tomé nos hizo llegar un ligero apunte acerca de esta pintora, que nos complace sobremanera poder ofrecer ampliado y recuperar de esta forma del olvido.

Avelina Tomé Hidalgo (1896 – 1974)

De familia humilde, Avelina Tomé Hidalgo nació en Toñanes (Alfoz de Lloredo, Cantabria) en 1896.

Era la hija menor de un carabinero destinado en dicha localidad, y fue única superviviente de seis hermanos.

La familia Tomé regresó a Argujillo (Zamora), de donde sus progenitores eran originarios.

Allí pasará parte de su infancia, pero la muerte prematura de su padre, obliga a la dispersión de la familia.

Avelina Tomé en su adolescencia

 

Avelina es enviada a Madrid, al Asilo de San Diego y San Nicolás [1] que era un colegio para niñas huérfanas y pobres, fundado en 1906 por los Marqueses de Vallejo y encomendado a las Hijas de la Caridad, labor educativa que sólo se interrumpió en los tiempos de la república y que continúa hasta la actualidad.

Asilo de San Diego y San Nicolás de Madrid

 

Desde muy joven se interesó por los estudios superiores de arte y 1913, contando con diez y siete años de edad, solicita permiso para presentarse a los exámenes de ingreso de la Escuela Especial de Pintura, Dibujo y Grabado [2].

La Escuela Especial tuvo varios nombres desde que se fundara como Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en 1752, hasta la actualidad, que es la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense [3].

Es de destacar que Avelina, además de carecer de medios económicos, provenía de un medio rural donde en aquellos tiempos la mayoría de la población era analfabeta, lo cual hacía más notable su decisión.

Avelina Tomé en los años 20

 

Por el Heraldo de Zamora del 15 de julio de 1914 sabemos que la Comisión Provincial “ha acordado pasar a informe del negociado respectivo, una instancia de Avelina Tomé Hidalgo de diecisiete años de edad, natural de Argujillo, exponiendo que dedicándose al arte de la pintura y no habiendo cursado en la Escuela de San Fernando de Madrid, presenta dos obras copias de otros cuadros del Museo de pinturas, para que juzgando por ellos vea si es posible que la Diputación zamorana, acuerde se proteja a la exponente, que por falta material de recursos no puede ampliar sus estudios”.

Los exámenes de ingreso a la Escuela Especial eran muy exigentes y los aspirantes solían prepararse en el estudio de algún pintor reconocido, pero no nos consta que Avelina tuviera esa oportunidad.

También por el Heraldo de Zamora del 1 de diciembre de 1916 conocemos que con fecha del día anterior, se hacen ejecutivos los acuerdos tomados por la Diputación provincial, “otorgando por una sola vez subvención de 1.000 pesetas respectivamente a los naturales de esta provincia don Jerónimo Seisdedos y doña Avelina Tomé, para que prosigan sus estudios de arte pictórico”.

En el Boletín Oficial de Zamora de esa misma fecha se añade que “los aspirantes tienen demostradas aptitudes para la pintura, según lo comprueban los cuadros que han presentado”.

Finalmente, en 1918 Avelina aprobó con el cuarto puesto las oposiciones de ingreso a la Escuela Especial, y como todavía sigue asilada en el Colegio de San Diego y San Nicolás se le concede matrícula gratuita [2].

En la Escuela estudiará Anatomía, Perspectiva, Paisaje, Ropaje y Teoría e Historia del Arte, obteniendo unas calificaciones extraordinarias que le valieron en 1919 una Matrícula de Honor en la asignatura de Dibujo del Antiguo [2].

Gracias a esta educación artística, pudo conseguir un medio de vida estable, abriendo su propio estudio donde impartir clases de pintura y realizar encargos particulares.

Avelina Tomé, primera por la derecha, impartiendo clases en su estudio

 

En 1926 se relaciona con los círculos artísticos de la capital, asistiendo a actos como la inauguración de la exposición de las obras del pintor argentino Enrique de Larrañaga, que tuvo lugar en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, quedando así recogido en medios como el diario El Sol del 4 de enero de 1926.

En 1929 aparece por primera vez en los registros de copistas del Museo del Prado copiando una “Dolorosa” (433) de Tiziano  [6].

Esta independencia económica también le permite continuar con su formación en la Escuela Especial y en el curso de 1931-32 se inscribe como alumna libre y cursa las últimas asignaturas del programa de Bellas Artes [2].

Los Alfareros de Coca(1950), retrato de Guillermo Murciego y su hijo Gabriel

 

Según observamos en La Nación del 14 de marzo de 1933, Avelina Tomé se presentó a la VI Exposición de Arte Estudiantil, organizada por la Federación de Estudiantes Católicos de Madrid, y resultó premiada en la sección de pintura (aunque no especifica cuál era el premio ni en qué consistía), otorgándole el mismo un jurado compuesto por Marisa Roesset, el arquitecto Sr. Anasagasti y el escultor Juan Adsuara.

En 1935 participa por primera vez en el XV Salón de Otoño [7] organizado por la Asociación Española de Pintores y Escultores (AEPE) con dos obras: Holandesita, y Cabeza de viejo (estudio).

“Bodegón del botijo”

 

Según averiguamos por el BOE Gaceta de Madrid del 11 de mayo de 1936, en el apartado de la Dirección General de Bellas Artes, Avelina Tomé Hidalgo quedó excluida de las oposiciones por no haber presentado a tiempo la certificación de penales o por haber prescrito el plazo de vigencia del presentado.

“Marina”

 

En 1936 Avelina da a luz en Madrid a su único hijo casi al tiempo en que estalla la guerra civil española. Este hecho interrumpirá su carrera artística, que retomará tras la contienda.

En 1947 expone en la Sala Marabini de Madrid, hecho que fue recogido de forma excepcional en el NODO (noticiero semanal que a partir de 1942 se proyectaba en los cines españoles antes de la proyección de la película) del 2 de junio de 1947: Exposición de Pinturas de Avelina Tomé en la Sala Marabini de Madrid. Edición sin audio, debido a que el audio original está deteriorado o se ha perdido.

“Anunciación” Tercera Medalla del Salón de Otoño de 1950

 

En febrero de 1952 inauguró una exposición de óleos en la Sala Vilches de Madrid, cuya nota recogió el diario ABC.

“Claveles”

 

Manteniendo su actividad docente y su producción artística, se presentó a distintos certámenes y exposiciones.

“Inmaculada”

 

Pintora de sólida formación técnica, las obras de Avelina Tomé tienen un estilo realista sobrio y giran en torno a temas costumbristas, paisajes y bodegones muy al gusto social de los clientes de la época.

«Caza”

 

Mujer independiente y ejemplo de superación personal, consiguió ganarse la vida a través de la pintura bajo unas circunstancias poco favorables al desarrollo profesional femenino.

“Bodegón con manzanas”

 

Pintó hasta los últimos días de su vida y falleció en Madrid en el año 1974.

“Cosiendo redes”

 

Avelina Tomé y la AEPE

Participó en los Salones de Otoño de los años 1935, 1949, 1950, 1952 y 1954, destacando la Tercera Medalla de Pintura que obtuvo en 1950 con la obra La Anunciación [7].

Al XV Salón de Otoño de 1935 presentó las obras “Holandesita” (óleo), 0,88 x 0,74, y “Cabeza de viejo” (estudio), 0,72 x 0,56

Al XXIII Salón de Otoño de 1949, y aunque figuraba erróneamente como “Hevelina Tomé Hidalgo”, presentó una única pieza: “Pescadores de Ondarroa”.

En el XXIV Salón de Otoño de 1950 exhibió dos obras: “Muchachas cosiendo” y “La Anunciación”, por la que consiguió la Tercera Medalla de pintura.

Al XXV Salón de Otoño de 1952 presentó las pinturas “Muchacha segoviana” y “Marina”.

Al XXVI Salón de Otoño de 1954 concurrió con una única obra titulada “Flores”.

Acerca de Avelina Tomé Hidalgo

Su nieta Maria del Mar Sánchez-Vega, residente en EEUU, nos hace llegar sus impresiones acerca de la artista, que no puedo dejar de aportar y transcribo literalmente:

“Me piden una nota personal sobre ella y me ponen en un aprieto porque apenas la conocí ya que murió cuando yo era muy pequeña. He crecido rodeada de cuadros y pensaba que en casa de los otros niños era lo mismo. Para mí el tener una abuela pintora era lo más normal del mundo. Mi padre cuenta que la abuela era muy reservada y hablaba poco sobre su vida probablemente porque pasó por etapas muy difíciles que pensó que no valía la pena compartir.

Quiero agradecer a todas las personas que llevan los archivos históricos de diferentes instituciones empezando por ustedes, la Asociación Española de Pintores y Escultores (AEPE), el Museo del Prado, la Biblioteca de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense y la Escuela de Arte de la Palma (antigua Artes y Oficios), que fueron siempre muy amables y contestaron de inmediato a nuestros requerimientos… Está claro que hay un gran interés en conocer a nuestras pintoras del siglo XX.

Ha sido muy emocionante obtener copias de las cartas que mi abuela escribió de su puño y letra a la Escuela Especial ya en 1913. Aprendimos que no cejó en su empeño de procurarse una educación superior desde muy joven, algo muy loable por las circunstancias de su vida, ya que estaba asilada en un colegio para huérfanas pobres. El hecho de que no sólo estudiara Bellas Artes sino que hiciera del arte su profesión en unos tiempos tan difíciles para las españolas, ha hecho que vea con gran admiración a mi abuela y me dé cuenta de la persona tan especial que debió ser. Qué lástima no tenerla con nosotros para que me pueda contar más cosas sobre su vida y sus inquietudes”.

AvelinaTomé Hidalgo con su nieta Mª del Mar Sánchez Vega

 

Distintas imágenes de NODO (noticiero semanal que a partir de 1942 se proyectaba en los cines españoles antes de la proyección de la película) del 2 de junio de 1947, que recoge la Exposición de Pinturas de AvelinaTomé en la Sala Marabinide Madrid

 

 

Referencias, Bibliografía y Webgrafía

[1] sandiegoysanvicente.com/historia/

[2] Archivo Histórico de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense, Madrid.

[3] https://www.ucm.es/historia_ucm_facultad_bellas_artes

[4] www.residencia.csic.es/expomujeres/en/cronologia.htm

[5] www.escueladeartelapalma.org/origen

[6]https://www.museodelprado.es/aprende/biblioteca/biblioteca-digital/buscador? efrbrer:p3009_has_form_of_manifestation=libros de copistas

[7] gacetadebellasartes.es/archivo-historico/

[8] http://artampl-dc.blogspot.com/2008/05/un-siglo-modelando-el-barro-esta.html

[9] https://www.descubrecoca.com/2011/05/acto-de-entrega-de-la-medalla-de-plata.html

BOE Gaceta de Madrid. Número 132. 11 de mayo de 1936 Dirección General de Bellas Artes.

El Sol, 4 enero 1926

La Nación, 14 marzo 1933

Heraldo de Zamora, 15 julio 1914

Heraldo de Zamora, 1 diciembre 1916

Boletín Oficial de Zamora, 1 diciembre 1916

NODO del 2 de junio de 1947. Exposición de Pinturas de Avelina Tomé en la Sala Marabini de Madrid. Edición sin audio: el audio original está deteriorado o se ha perdido. http://www.rtve.es/filmoteca/no-do/not-230/1467349/

ABC, 11 febrero 1952

Archivo Histórico “Bernardino de Pantorba” de la Asociación Española de Pintores y Escultores

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Las Medallas de la AEPE: José María López Mezquita

Por Mª Dolores Barreda Pérez

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Después de ver cómo y cuándo nació la Medalla de la Asociación de Pintores y Escultores, vamos a seguir conociendo más acerca de los galardones en los que se otorga actualmente, con sus correspondientes denominaciones.

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Medalla de Pintura “José Mª López Mezquita”

del Salón de Arte Abstracto

 

En el año 2015, la Junta Directiva de la Asociación Española de Pintores y Escultores creó el Salón de Arte Abstracto, que se ha convertido ya en una de las más esperadas convocatorias de la centenaria entidad, nacido para hacer de este arte una continua experiencia creadora que aporta todo tipo de conocimientos y la belleza de otra realidad, que sólo está en las manos de los artistas.

En 2017 y gracias a la propuesta que realizara el Presidente de la AEPE, José Gabriel Astudillo, bajo el título de “La plenitud de los nombres”, se acordaba la reorganización de los premios y galardones que otorgaba la institución en los distintos certámenes y concursos habituales. En el caso del Salón de Arte Abstracto, y como en el resto de las ocasiones con el ánimo de honrar la memoria de los fundadores de la AEPE, se instituyeron los premios: Medalla de Pintura José María López Mezquita y Medalla de Escultura Ángel Ferrant y Vázquez.

 

JOSE Mª LOPEZ MEZQUITA

 

LOPEZ MEZQUITA, José Mª    P    1910(F040)   25.abr.1883 GRANADA    GRANADA/MADRID 6.dic.1954

 

En el seno de una familia de comerciantes, José Mª López Mezquita nació un 25 de abril de 1883 en Granada.

Destacaron sus dotes artísticas desde muy niño, iniciando sus clases de arte con tan solo nueve años, en el taller de José Larrocha, pintor de escenas, paisajes y costumbres de su Granada natal.

Con once años, retrató a su abuelo en una obra que ya sorprendió por su calidad y presagiaba un brillante futuro.

Al cumplir los catorce años, la familia se traslada a Madrid, lo que facilita su ingreso en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, matriculándose en la sección de Pintura y Grabado.

Además, asiste como alumno al estudio de Cecilio Plá, de quien recoge la pincelada impresionista y las escenas cotidianas de la época, el ambiente, su gente y la nueva burguesía de principios de siglo.

Con sólo 18 años asombró al mundo del arte, presentando varios cuadros a la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1901, y obteniendo la deseada por cualquier artista, Medalla de Oro con la obra titulada “Cuerda de Presos”, en la que unió su Granada natal con una gran ciudad como la de Madrid, confrontando personajes dispares de distintas clases sociales con detalles que no podían escapar a la crítica de la época.

Fue esta una etapa en la que se descubría en su obra la influencia en su pintura de otros autores como Ramón Casas, Sorolla, McNeill Whistler y Singer Sargent.

Fotografiado en 1904

 

Aquella Exposición Nacional supuso el despegue del pintor, que fue reconocido además con una Mención Especial por otras dos obras debido a su gran calidad y llamó la atención de mecenas como la Infanta Isabel de Borbón, cuya ayuda le permitieron viajar por Europa (Inglaterra, Francia, Bélgica, Holanda…) durante cuatro años, hasta que fija su residencia en París.

Allí recogerá la influencia de la pintura impresionista del momento, que está en pleno esplendor gracias a Van Gogh y Gaugin, si bien utiliza en sus obras los claroscuros típicos de los grandes del Siglo de Oro español, sobre todo de Velázquez y Goya.

«Autorretrato»

En 1905 regresa a su Granada natal, consagrándose a la técnica del retrato, con la que triunfaría en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1910, consiguiendo otra Medalla de Oro por el “Retrato de los señores B. e hijos”, que presenta claros guiños hacia otros artistas del momento como Julio Romero de Torres.

En 1910 contrae matrimonio con Fernanda Morales Díaz, que retratará con mucha frecuencia y con la que tendrá a su único hijo Julio.

El 2 de noviembre de 1914, es nombrado Presidente de la Asociación de Pintores y Escultores de la que fuera miembro fundador, cargo que ocuparía hasta 1917.

Posando en su estudio

 

En 1916, con treinta y tres años, ingresó como académico de Bellas Artes de San Fernando y realizó además una exposición patrocinada por el propio Alfonso XIII, cuyo catálogo incluía textos de Unamuno, Pérez de Ayala y Blasco Ibáñez, que se celebró en Nueva York y que se exhibirá después en otras ciudades de Estados Unidos como Boston o Chicago.

Sus viajes por América le granjearon fama y renombre, llegando a retratar a intelectuales y políticos de la época y recibiendo multitud de encargos con los que logró una gran fortuna, sobre todo en Estados Unidos.

De regreso a España, se instaló en los magníficos estudios que se construyó en Elche y Ávila, siendo definitivamente reconocido, admirado y recibiendo honores, nombramientos y designaciones varias.

En 1926 es convocado por la Hispanic Society de Nueva York, para continuar la obra que iniciara en esa institución el fallecido Joaquín Sorolla y de la que será nombrado miembro en 1930.

Pintando al rey Alfonso XIII en 1926

 

En 1937 marchó a EEUU, donde tenía multitud de encargos y tras perder todo lo que poseía en Madrid, en 1944 marchó a La Habana, retratando a las principales familias cubanas y atendiendo después a las peticiones de la Hispanic Society, pasó a Portugal.

En 1946 fallece su esposa Fernanda, que jamás viajaba junto a él porque prefería quedarse en Granada, y al poco tiempo, el pintor contrajo nuevamente matrimonio con Elnora Gruber, alternando continuos viajes a Estados Unidos, México y Portugal hasta que en 1954 se instala en Madrid, donde fallece el 6 de diciembre de ese mismo año en un Hotel, hecho que propició que se trasladaran sus restos a la Biblioteca de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde le rindieron el homenaje que merecía.

«Autorretratos»

 

José Mª López Mezquita asombró al mundo de su tiempo: precoz, atrevido, fecundo, inspirado, uno de esos pocos artistas que fueron tan tempranamente cubierto de laureles, que con 11 años sorprendió a Cecilio Plá y con 18 ya tenía un Medalla de Oro en una Exposición Nacional. Logró una sólida y gloriosa reputación en el mundo del arte contemporáneo dentro y fuera de España y levantó pasiones y repulsas por igual. Retratista iluminado, sus obras están dotadas de nervio y de vida.

López Mezquita en el estudio con su esposa Fernanda, ante el cuadro en el que aparecen los dos retratados en 1915

El artista fotografiado y en el estudio en sus últimos años

 

José Francés escribió sobre él que era un autor “absolutamente moderno en punto a sensibilidad, en el modo como llena de luz y aire sus cuadros y ciñe de ambiente a sus figuras… cuyos detalles permiten reconocer en él a un descendiente de Velázquez y Goya”…

 

José Mª López Mezquita y la AEPE

* Fue uno de los socios fundadores de la Asociación Española de Pintores y Escultores

* Vivió en calle Ayala 28, en Goya 36 y en Cánovas 4

* Recibió el Gran Premio de Honor en la Exposición Internacional de Panamá en 1916, a la que viajó representando a la Asociación de Pintores y Escultores

* Para el festival que la Asociación de Pintores y Escultores realizó en 1915, donó una de sus obras

* Presidente de la Asociación de Pintores y Escultores desde el 2 de noviembre de 1914 hasta el 29 de enero de 1917

* Socio de Honor en el XI Salón de Otoño de 1931, en el que se inscribió como residente en Madrid, en la calle Goya, 36 y al que presentó dos obras:

  1. “Retrato”, (óleo) 0,87 x 0,75
  2.  “Retrato del guitarrista Segovia” (óleo) 1,54 x 1,20

* Al XV Salón de Otoño de 1935 presentó también las obras:

  1. Nocturno (Calle 59, New-York) (óleo) 0,82 x 0,71
  2. Nocturno (Central Park, New-York), 0,76 x 0,91
  3. “Nevada” (Central Park, New-York) (óleo), 0,82 x 0,71

* Al XXIV Salón de Otoño de 1950 concurrió con:

29 “Retrato del pintor Francisco Posada”

32 “Retrato de José Francés”

* En el 50 Salón de Otoño de 1983, y como homenaje a los artistas que hicieron posible el I Salón de Otoño de 1920, se exhibió en la Sala Homenaje su óleo “Pertiquero de la catedral”.

Entre sus discípulos, se puede citar al pintor granadino Francisco Soria Aedo, que también fuera miembro de la Asociación de Pintores y Escultores y cuyo nieto, Alejandro Aguilar Soria, es además Socio de Honor de la centenaria institución, además de multitud de artistas americanos como A. Schulte.

 

Bibliografía y webgrafía

Revilla, Miguel Ángel, en AA.VV. (2014) Museo Carmen Thyssen Málaga Colección, Málaga., p.376 ISBN 978-84-941565-0-2

http://www.culturandalucia.com/Jos%C3%A9%20Mar%C3%ADa%20L%C3%B3pez%20Mezquita.Biograf%C3%ADa.principal.htm

López Mezquita, su personalidad en la pintura española. Antonio Nogales y Marquez de Prado. 

López Mezquita. Francisco Javier Pérez Rojas, Catedrático de Historia Univesal de la Generalitat Valenciana.

http://www.jmlopezmezquita.es/bibliografia.htm

http://www.culturandalucia.com/Jos%C3%A9%20Mar%C3%ADa%20L%C3%B3pez%20Mezquita.Biograf%C3%ADa.principal.htm

https://dbe.rah.es/biografias/12334/jose-maria-lopez-mezquita

https://www.museodelprado.es/aprende/enciclopedia/voz/lopez-mezquita-jose-maria/483f2a01-a66f-40c8-9f05-5549f2eba9ca

http://www.arte.sbhac.net/Plasticos/Mezquita/Mezquita.htm

Necrológica de don José María López Mezquita por José Francés

Archivo Histórico “Bernardino de Pantorba” de la Asociación Española de Pintores y Escultores

www.gacetadebellasartes.es

www.salondeotoño.es

 

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