El 3 de enero de 2025, en la Sala de Exposiciones «Eduardo Chicharro» de la Asociación Española de Pintores y Escultores, tendrá lugar el acto de inauguración de la exposición que bajo el título de «Ecos de un paisaje», nos presentará el socio Carlos Marino.
Muestra que es posible gracias a la inquietud que en todo momento ha demostrado por hacer esta exhibición, facilitando el material y aportando la ilusión propia de quien desea mostrar al mundo sus obras.
Con este motivo, aquí mismo puedes consultar el catálogo digital elaborado con tal motivo, así como una galería de obra del artista.
Todo ello puede seguirse además por el canal de la AEPE en Youtube y por las redes sociales en las que tiene presencia la Asociación Española de Pintores y Escultores.
Sin duda estamos ante una nueva y emocionante cita.
El artista nos presenta así su muestra:
«Con “Ecos de un paisaje”, pretendo explorar cómo interpretar el paisaje de una forma que desafíe lo convencional. Las imágenes se mueven entre lo visible y lo sugerido, como si se observaran a través de una ventana algo borrosa, donde los detalles se desvanecen y lo que queda es una impresión vaga, casi intangible.
En lugar de limitarme a retratar lo que veo en mis largos paseos por tierras de Cantabria trato de capturar las impresiones y sensaciones que ciertos lugares y momentos me dejan. Me interesa ese espacio donde los recuerdos se mezclan con emociones, donde lo que uno cree que es real empieza a desdibujarse. ¿Hasta qué punto la mente transforma lo que percibe? Esa es una duda que siempre me acompaña. ¿Y cuánta conexión existe entre lo que consideramos «la realidad» y nuestra propia versión de ella?
A veces me pregunto si esas sensaciones logran filtrarse en el proceso, si el espectador también puede sentir ese juego entre lo tangible y lo evanescente. En el fondo, sé que pretender que cada pintura invite a una conversación entre lo real y lo imaginado puede sonar ambicioso. Tal vez lo sea. Pero si en algún momento eso llega a suceder, si alguna obra provoca esa reflexión, me conformo con que su eco resuene, aunque sea por un instante«.