Fruto de una intensa y estrecha labor de colaboración entre la Asociación Española de Pintores y Escultores y la Fundición Codina, en el año 2014 se estableció la concesión del “Premio Fundición Codina”, dotado con una importante escultura artística salida de sus talleres o la fundición de una obra, para la edición número 87 del tradicional Salón de Otoño.
La historia de cinco generaciones de esta familia es la historia de nuestro patrimonio escultórico. Su origen se remonta a la actividad de Federico Masriera y Francesc Vidal en la Barcelona modernista del siglo XIX. En 1891 Federico abrió su propia fundición artística, junto a su sobrino, a la que llamarían Masriera y Campins, en la que recuperaron la técnica de la cera perdida. Al cabo de un tiempo Masriera abandonó la empresa y Campins se asoció con Benito de Codina. Poco después se trasladaron a Madrid y fueron el germen de la actual Fundición Codina Hermanos, cuyos hornos desde la calle Cartagena a la de Albarracín hasta llegar al emplazamiento actual en Paracuellos del Jarama han dado forma a las obras de más de 750 escultores utilizando 12.000 toneladas de bronce fundido.
Codina ha sido testigo y protagonista de la evolución de las corrientes artísticas del país, desde los albores del Modernismo, las nuevas corrientes del Noucentismo catalán, las Vanguardias y el resto de los movimientos sociales y artísticos hasta llegar a la escultura actual. Esta es una extraordinaria aventura que ha sobrevivido del siglo XIX al XXI.
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