Recordando… Cipriano Folgueras Doiztúa

Obras, artistas, socios, pequeñas historias…

Por Mª Dolores Barreda Pérez

 

Cipriano Folgueras Doiztúa

FOLGUERAS DOIZTUA, Cipriano            E    1910(F)     10.set.1863      OVIEDO        MADRID     17.ene.1911

Socio Fundador

 

El escultor Cipriano Folgueras Doiztúa nació el 10 de septiembre de 1863 en Oviedo, en el seno de una familia modesta.

Hijo de Bernardo Folgueras y de Nemesia Doiztúa, mientras que los niños de su edad se dedicaban a los juegos propios de su clase, Cipriano se entretenía con puñados de barro que modelaba o tallando figuras con una navaja.

Después de estudiada la instrucción elemental se matriculó en el Instituto de segunda enseñanza y a la vez, llevado de su gran vocación al arte.

Cipriano Folgueras

 

Al realizar su primer bajorrelieve, copia de un grabado que representaba a Colón, consiguió un reconocimiento por parte de la Diputación provincial de Oviedo y que le sirvió para conseguir ser pensionado y completar su formación como escultor.

Realizó sus estudios en la Academia de Bellas Artes de San Salvador de la ciudad ovetense y teniendo en cuenta sus excepcionales habilidades, pronto contó con becas de estudio que le permitieron ampliar su formación.

Trasladado a Madrid, en la Academia de Bellas Artes de San Fernando fue uno de los discípulos más aventajados de su tiempo, obteniendo las mejores calificaciones y premios extraordinarios.

Distinguido por su talento y bellas obras de carácter entre los profesores, gozó de la especial estima de su paisano Grajera y de Jerónimo Suñol.

Después de ejecutar diversas obras que merecieron aplausos de los amigos, decidió darse a conocer públicamente y concurrió a la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1884 con la escultura Orestes perseguido por las furias, con la que logró una Tercera Medalla.

El sacamuelas

 

Pensionado en la Academia Española de Bellas Artes de Roma, donde trabó una importante amistad con el socio de la AEPE, Francisco Pradilla, concurrió a la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1887, con la escultura Jesús discutiendo con los doctores, que mereció grandes alabanzas de la crítica.

Su estancia en Italia se prolongó durante cuatro años durante los cuales, viajó por Francia y entró en contacto con artistas de vanguardia como Rodin.

De regreso a España y fijando su residencia en Asturias, ejecutando a partir de ese momento diversas obras que le valieron el reconocimiento y nombre para hacerse con una clientela.

Consiguió la Segunda Medalla con la obra “Los primeros pendientes”, en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1890.

A la Exposición Mundial Colombina de Chicago presentó también obra, obteniendo una Segunda Medalla.

  

Las cosquillas

 

La llegada de importantes encargos coincidió con la Primera Medalla que logró en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1895, por su obra “El sacamuelas”, un triunfo que le valió ser considerado como “el más destacado de los escultores asturianos de su tiempo”.

En 1900 obtuvo la Segunda Medalla en la Exposición Universal de París.

Concurrió también a las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes de 1901, con Jarrón en barro cocido; a la de 1906, con el grupo en yeso Las cosquillas, y a la de 1910, con el Retrato del poeta Campoamor, también en escayola.

Enterramiento de la Marquesa de San Juan de Nieva

 

En 1903  ingreso como profesor auxiliar en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, en la sección de Pintura, Escultura y Grabado, participando ya como miembro de Jurados calificadores en exposiciones y Concursos. Posteriormente ocuparía allí mismo la cátedra de modelado.

En 1908, y para conmemorar el tercer centenario de la Universidad de Oviedo, realizó la estatua sedente de su fundador, Fernando de Valdés Salas.

Además, dirigió los trabajos para realizar la Columna del Centenario de la Independencia de Guayaquil, que se llevaron a cabo en Barcelona, y que le fueron a él encargados tras la muerte de su amigo Agustín Querol.

Cipriano Folgueras falleció prematuramente el 17 de enero de 1911 en Madrid.

Fernando de Valdés y Salas. Universidad de Oviedo

 

La mala suerte acompañó a este artista, siempre bien valorado y que recibió numerosos encargos públicos y privados, pero del que apenas se conservan unas pocas obras, muchas de ellas desparecidas en la Guerra Civil.

Muy demandado en la realización de panteones de las principales familias del momento, como los de la familia Masaveu Longoria de los marqueses de San Juan de Nieva de Avilés, o el Panteón de fray Ceferino González, de la iglesia de los dominicos de Ocaña, hoy desaparecido.

Algunas de sus obras más conocidas son: Estatuas alegóricas de la Tragedia y Comedia en el Teatro Campoamor, Estatua y alegorías del monumento a Fernando Villaamil, en Castropol, Monumento dedicado en Santander a las víctimas del «Cabo Machichaco», la estatua “Celta o astur” que representa la figura del primitivo habitante de Oviedo, y que acabó siendo adquirido para el Salón de Actos de la Diputación de esa ciudad, el grupo Jesús discutiendo con los doctores, Medallón de homenaje a Teodoro Cuesta, Busto de la Marquesa Vega de Anzo, Estatua de Manuel Pedregal, en Grado, Estatua de Don Pelayo en Gijón, Estatua que decora el monumento conmemorativo de la catástrofe de Machichaco en Santander y la Sepultura del Cardenal Ceferino González para el convento dominicano de Ocaña.

Panteón de la familia Masaveu ,cementerio de Oviedo

 

En el monumento a Alfonso XII del madrileño Parque del Retiro, se encuentra en el frente que mira al Paseo de Chile, un águila, que corona el acceso a la cripta o museo, flanqueada por estípites con bustos de mujer, en lugar del proyectado inicialmente grupo dedicado a La Patria, que no pudo ser llevado a cabo por el fallecimiento de Cipriano Folgueras.

Está considerado uno de los escultores más destacados del naturalismo español del siglo XIX.

La trayectoria artística de Folgueras fue alternando diversas tipologías en sus tra­bajos, pero desde sus inicios realizó grupos escultóricos en los que mostraba obras naturalistas, con asuntos anecdóticos de la vida diaria.

Esta temática se enmarcaba dentro de una tendencia artística costumbrista tardorromántica, narrativa y ama­ble, desarrollada desde finales del siglo XIX, de gran éxito entre la burguesía, en la que la gestualidad y lo psicológico de tipos populares se veían como una ex­presión, también, de una cierta modernidad.

Genio de la navegación, de la Estatua de Fernando Villaamil de Castropol, Asturias

 

Cipriano Folgueras y la AEPE

Socio Fundador de la Asociación Española de Pintores y Escultores, su prematura muerte en enero de 1911 no permitió que pudiera convivir con los socios ni presentarse a las convocatorias de la entidad.

Estatua de Fernando Villaamil de Castropol, Asturias

Tumba del Marqués de San Juan de Nieva, Don Javier de Maqua. Cementerio de La Carriona de Oviedo

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver Política de cookies
Privacidad