Marina Olalla: Silos. Tricomía

El grabado consiste en usar diferentes técnicas de impresión, pero todas ellas tienen en común un aspecto muy importante, sin el que nunca se podrían llegar a hacer las planchas o matrices, y esa característica es el dibujo. Antes de empezar a hacer esa superficie rígida en la que se alojará la tinta hasta ser estampada sobre papel, es esencial el dibujo, porque sin él no se podría tallar la matriz.  Pero realmente, el dibujo es un paso fundamental en otras técnicas, se podría decir que son los pilares del arte, es un paso que el artista debe dominar a la perfección antes de pasar a la siguiente fase.

Marina Olalla es una artista madrileña que se formó en la Universidad Complutense de Madrid y que fue integrante, a lo largo de 11 años, de la Junta Directiva de la AEPE. Ha participado en un sinfín de exposiciones individuales, colectivas y ferias de arte, y a través de esta constante presencia en el mundo del arte, y obviamente, por su trabajo, ha conseguido un gran número de premios y reconocimientos a lo largo de su trayectoria profesional.

En su obra, muestra un gran interés por esas construcciones diseñadas para almacenar el grano y otros materiales a granel llamados silos. Esta atracción por los elementos que son parte del ciclo de acopio de la agricultura se ha transformado en una investigación que combina imágenes sacadas de fotografías, apuntes o de la propia imaginación de la artista.

Se puede decir que Marina intenta actualizar estos solitarios rascacielos de antaño, testimonio de un pasado agrícola, buscándoles salidas, reconstruyéndolos o adaptándolos al presente. Pero su investigación va más allá, de la mera forma y estética de las construcciones, también se centra en la función y el habitar de los silos. Estos gigantes no solo son unos almacenes de grano, un depósito de comida y una solución para la hambruna, sino que se pueden transformar y convertir en viviendas, o centros de cultura, entre otras muchas funciones que le llevan a reflexionar sobre el uso que se les puede dar a estas construcciones que, a día de hoy, muchas de ellas se encuentran abandonadas. Para ello, busca embellecer, modernizar tanto el exterior como el interior de los silos, destacando por encima de toda la luz, que ayuda a la percepción de los volúmenes y las formas de las construcciones.

La artista, trabaja cuatro técnicas en concreto, el dibujo, la fotografía, el collage y el grabado. En este caso, nos centraremos en el grabado, ya que la obra titulada “Silos, Tricromía” (490 x 685) está hecha con esta técnica. En ella se aprecia el vínculo de conexión entre la matriz y el papel, que se unen para grabar una obra que perdure a lo largo del tiempo.

Refleja claramente el tema principal de su producción artística, y los objetivos que se ha propuesto. Es más que evidente el predominio de la línea sobre la mancha. De hecho, en ocasiones, usa la línea como sustituto de los borrones de color, por ejemplo, a la hora de hacer los claroscuros. Además de mostrar un gran dominio del dibujo y la perspectiva, que le ha ayudado enormemente a dar profundidad al grabado.

Las dos protagonistas, los silos, representados de una manera totémica, imponente (en el margen derecho del papel), junto a las vías del tren, que se encuentran a mano izquierda, muestran al espectador la situación en la que se encuentran éstas antiguas construcciones agrícolas, además, las vías del tren, vacías, ningún tren pasa por ellas, ayudan a resaltar lo descuidados que se encuentran los silos.

Por otro lado, el uso del contraluz, resalta la forma de los silos, y, de hecho, refuerzan el aspecto imponente que les ha dado Marina en este caso, como si se tratara de dos construcciones góticas, enormes, con el único objetivo de imponer al visitante y recordarle que se encuentra en una construcción importante merecedora de respeto.

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