Obras, artistas, socios, pequeñas historias…
Por Mª Dolores Barreda Pérez
Exoristo Salmerón García
SALMERON Y GARCIA, Exoristo (Tito) P 1910(F042) 10.nov.1877 PARIS MADRID/BERGA 31.may.1925
Socio Fundador
Socio de Mérito
Contador de la Junta Directiva
Autorretrato
Exoristo Salmeón García nació en París, el 10 de noviembre de 1877.
Era hijo de Nicolás Salmerón Alonso, quien fuera Presidente de la I República Española, además de Presidente del Congreso de los Diputados, Ministro de Gracia y Justicia y Diputado en Cortes, y de Catalina García Pérez.
Como decimos, nació en París durante el periodo de exilio de su padre, de ahí su extraño nombre, que provine del verbo griego éxozéo (echar fuera, desterrar), que traduciríamos como expulsado, desterrado; además, del diminutivo con el que le llamaban cuando era niño: Exoristito, de donde tomó el seudónimo de Tito.
El matrimonio tuvo siete hijos: Francisco, Nicolás, Pablo, José, Rosalía, Exoristo y Catalina, de los cuales sobrevivieron cinco:
Nicolás, diputado por el Partido Radical Socialista.
Pablo, presidente del Tribunal de Cuentas.
José, director general de Obras Públicas y dirigente de Izquierda Republicana.
Exoristo, dibujante y caricaturista.
Catalina, líder del movimiento feminista.
En París aprendió dibujo, recibiendo una esmerada educación que continuó a su regreso a Madrid en 1884, en el Colegio francés y en el Instituto de San Isidro.
No terminó la carrera de ingeniero industrial, que abandonó por la pintura, regresando a París a completar su formación junto a los españoles Luis Simarro y José Luis Pellicer.
Retrato de Exoristo Salmerón por Ochoa
Luis Simarro Lacabra, gran maestre del Gran Oriente Español desde 1917, hijo del pintor valenciano Ramón Simarro Oltra, fue el neurólogo, histólogo y psicólogo que retratara Joaquín Sorolla en varios lienzos, pionero de la psicología científica española y que trató al poeta Juan Ramón Jiménez en el Sanatorio del Rosario.
Por su parte, el dibujante y pintor José Luis Pellicer, que firmaba con el pseudónimo de “Nyapus”, era el yerno del pintor Ramón Martí Alsina y está considerado como uno de los ilustradores principales de su época, autor de las ilustraciones de Los Episodios Nacionales, de Benito Pérez Galdós, cronista gráfico y corresponsal de guerra, realizaba dibujos bélicos en primera línea de fuego.
Fotografías de Tito aparecidas en la prensa de la época
Hacia 1893 comenzó a publicar caricaturas y dibujos en el diario La Justicia, teniendo que dibujar al revés con tinta litográfica sobre las planchas de zinc.
En 1898 publicaba otras caricaturas en el semanario Germinal, fundado y dirigido por su hermano Nicolás.
A partir de entonces, Exoristo abandona el dibujo satírico para consagrarse a la pintura y al arte decorativo.
Ese mismo año, fallece su padre en Francia, en el transcurso de unas vacaciones y Tito Salmerón diseñará el mausoleo erigido en el cementerio civil de Madrid a su padre, al que se trasladarían sus restos años después, y en el cual figura el epitafio con las palabras: “Por la elevación de su pensamiento, por la rectitud inflexible de su espíritu, por la noble dignidad de su vida, Nicolás Salmerón “dio honor y gloria a su patria y a la humanidad” Clemenceau. Dejó el poder por no firmar una sentencia de muerte”.
En 1901, Exoristo Salmerón presentó un óleo a la Exposición Nacional de Bellas Artes, obteniendo la Tercera Medalla.
En 1910 realizó una exposición en la casa Ferro de la madrileña calle Alcalá, ofreciendo un notable conjunto de caricaturas referentes a la vida de Madrid ordenadas con tipos: isidros, curas, beatas…; la vida en Madrid: un día de campo, el regimiento…; corridas de toros picadores, recortes… y Madrid de noche, con escenas de la madrugada.
Con ocasión de la misma, Nuevo Mundo publicaba una fotografía del artista y destacaba que sus trabajos, “de rasgos geniales y de extraordinaria gracia e intención, obtienen unánimes elogios”.
Tito Salmerón se inició en la masonería en julio de 1913, en la madrileña logia Ibérica, adoptando el simbólico Epicuro.
La fiesta del día de San Eugenio. Cogiendo la bellota
En 1913 fundó con el escritor Andrés Rafael Cayetano Corpus García de la Barga y Gómez de la Serna, conocido por el seudónimo Corpus Barga, el semanario satírico Menipo, El Cínico. Corpus Barga fue un destacado corresponsal europeo de entreguerras que llegó a cruzar el Atlántico en dirigible y a entrevistar a personajes como Churchill, Hindenburg, Hitler, Lenin, Mussolini o el Papa Pío XI.
En 1914 participó en la exposición de Arte Español que organizó la Asociación de Pintores y Escultores en Brighton, junto a nombres como Sorolla, Moreno Carbonero, Garnelo, Beruete, Marinas, Benlliure, Pinazo…
En 1915 presentó una exposición individual en el Salón de Arte Moderno de Madrid, con 50 obras de distintas facetas, óleos, acuarelas y dibujos a pluma, predominando en ellos la sátira, de la que El Liberal destacaba que “son obras que bastan para dar una idea de la personalidad de su autor, caricaturista de los pocos que han conseguido desprenderse de influencias extrañas para buscar en su propio temperamento el medio de expresión artística. Este sello de originalidad, unido al progreso de la técnica, de la cual va consiguiendo adueñarse con el esfuerzo de un estudio incesante, son las características de la labor que ofrece ahora al público”…
Persecución de tullidos y El beso
Por su parte, Silvio Lago, pseudónimo de José Francés, quien fuera Presidente de la Asociación de Pintores y Escultores, dedicaba en La Esfera unas páginas al acontecimiento, con una fotografía del artista, en la que destacaba que sus caricaturas son “regocijadas, hilarantes, dotadas de un contagioso poder cómico. Pocos caricaturistas españoles merecen el título de maestro en el género. Dotado de una observación agudísima, de un ingenio inagotable avalora y realza más aún estas condiciones en el dominio de la técnica, y con una cultura vastísima… Tito es un romántico, un incurable sentimental, un enamorado del ensueño. Y, sobre todo, un hombre bueno”…
En 1916 obtuvo la Tercera Medalla en la Exposición Internacional de Panamá.
El 27 de mayo de 1917 participó en el gran mitin aliadófilo celebrado en la Plaza de toros de Madrid y unos meses después, como representante del Gran Oriente de España, en el Congreso Masónico de las Naciones Aliadas o Neutrales celebrado en París.
Participó en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1917.
En 1918 publicó un texto teórico: “La caricatura y su importancia social”, libro hoy rarísimo.
Campesinos
En 1918 obtuvo el “Premio Rafael Morató” del Salón de Humoristas celebrado en Barcelona, por su obra titulada “La marcha real”.
Participó en el V Salón de Humoristas de 1919, despertando comentarios muy positivos en la prensa del momento, como el que firma Francisco Alcántara, socio de la AEPE, en El Sol, en el que asegura que …”Tito es un caricaturista a lo Ortego, a lo Goya, tanto en la técnica castiza como en los asuntos y modelos que pertenecen a nuestras multitudes… Tito se pone como hizo Goya… y como hicieron tantos otros caricaturistas españoles, del lado de los explotados, de los escarnecidos, de los opresos. Tres de los cuatro trabajos que presenta en esta exposición son otras tantas acerbas sátiras…Famosa es su antigua caricatura contra las supersticiones religiosas, el caciquismo, el militarismo y la corrupción administrativa, y no existe vicio político o social que él no haya satirizado simbolizándolo en alguna figura castiza, y tan clara y audazmente como para que hasta el más lego perciba su intención y alcance. Y Tito es caricaturista a la española… Separa a Tito de los humoristas actuales, además de los mencionados caracteres, su abstención sistemática y de temperamento de la abigarrada policromía en que aquéllos incurren. No obstante su adaptación a la predominante tendencia decorativa actual es completa, por lo que se distingue entre los decoradores del libro y los estampistas”…
Los reyes de oriente
En 1919 inauguró una exposición de 42 caricaturas y dibujos de carácter político-social y alusivos a la guerra europea en el Ateneo de Madrid, que la prensa destacó asegurando que en estas obras se va revelando …”el creciente dominio que de la técnica va adquiriendo este joven artista”.
Un año después presentó la obra titulada “La romería”, un asunto galaico “tratado de un modo luminoso”, según publicaba La Ilustración Española y Americana, a la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1920.
Torero
Gitana
Al I Salón de Otoño de 1920 presentó la obra titulada “La plana mayor”, un cuadro al óleo al que en las páginas de La Ilustración Española y Americana, Ramón Rivas y Llanos le dedicaba encendidos elogios: “El mérito de una obra es que atraiga al mayor número de público, y esta circunstancia radica en aquellas obras en las que el artista no se propone más que hacer arte. Cuando el artista piensa en su público es hombre al agua; para el verdadero artista no hay más que un público, el formado por toda la masa social, y, si acierta, todo ese público le comprende, cada división de esa totalidad encuentra en la obra un aspecto que le interesa. De Rembrandt se ha dicho que los espíritus refinados reconstituyen la filosofía del artista estudiándola en sus cuadros, los pintores se ocupan de la manera cómo expresa la luz y el vulgo admira en sus personajes una cierta gravedad, un cierto recogimiento que no encentra más que en él. «La plana mayor» es un cuadro emocionante, basta sólo reflexionar que l6 millones de españoles no conocen más representación del poder, de la justicia y de la religión que a esos cuatro personajes que componen el cuadro de Salmerón. En las caras de esos cuatro personajes está estereotipado su espíritu y como consecuencia su conducta. ¿Qué se puede esperar de la acción social de hombres de tal catadura?”.
La plana mayor, obra presentada al I Salón de Otoño de 1920
En el XVII Salón de Humoristas de 1921 pronunció una conferencia en el ciclo “Los humoristas explicados por sí mismos”.
En 1921 además, fue uno de los 30 políticos terceristas firmantes del manifiesto de adhesión a la Comintern, que dio lugar a la formación del Partido Comunista Obrero Español.
Publicó sus dibujos en infinidad de periódicos de la época, como Blanco y Negro, La Libertad, Informaciones, España Nueva, El Socialista, La Campana de Gracia, ¡Ja, Ja!, El Gran Bufón, Acción Socialista, Renovación, La Antorcha, Flirt…
Ilustrador de la colección literaria Los Contemporáneos.
Partida de cartas
A principios del mes de mayo de 1925, Tito se encontraba ya muy enfermo. A finales de mes, un absceso pulmonar agravó su situación.
Falleció en Madrid el 30 de mayo de 1925, a las ocho y media de la noche, rodeado de su madre y de sus hermanos, en su vivienda de la calle de la Lealtad, 12, donde residía. Fue enterrado en el cementerio civil de la Almudena, en el mismo panteón que diseñó para su padre.
Se encontraba en plena actividad, ya que preparaba una gran exposición individual de sus obras. Contaba 47 años de edad y estaba soltero.
Los medios de la época recogían la noticia con expresiones y frases elogiosas “El artista liberal, bueno, culto y caballeroso En pocos artistas se han armonizado tan proporcionadamente las cualidades de bondad, liberalismo, cultura e hidalguía como en «Tito”… Exoristo Salmerón, a quien irritaba extraordinariamente que se despreciase la caricatura, hizo un precioso estudio acerca de ésta y de su importancia social, y en su admirable folleto, lleno de erudición fresca y espontánea, jamás enfadosa ni trabajada, demostraba que la caricatura era tan antigua como la más antigua de las manifestaciones artísticas, y que excelsos artistas como Leonardo de Vinel, Baccio del Bianco, Belloti, Ghezi, Holseln, Teniers, Durero, Hoggarlh, Goya, etc., la cultivaron ya de una manera clara y manifiesta o ya embozadamente en sus cuadros. Como Charles Philippon, “Tito» no retrocedió jamás ni ante la Justicia; al contrario de Gavarni, nunca claudicó ni puso su lápiz al servicio de causas que no sintiera. Siempre caballero, Exoristo Salmerón ha muerto sin haber atacado a nadie en su reputación personal o en su vida privada, sin Incurrir en la grosería o el mal gusto. Vivió por y para el Arte, y en su corazón, lleno de generosidad y de amor al prójimo, sólo so albergaron pensamientos puros, libres y humanitarios”… firmaba Antonio de Lezama en La Libertad.
Los emigrantes
Con ocasión de su muerte, en el diario El Sol firmaba una extensa nota Francisco Alcántara, socio de la AEPE, en la que le dedicaba las siguientes palabras: “Espíritu cultivado, de exquisita sensibilidad, al par que la bondad de su obra, destacaba de él, y esto para cuantos tuvieron la merced de tratarle, la bondad de su carácter, pronto a la amistad y al compañerismo…toda su obra de caricaturista refleja las ideas y los sentimientos del gran tribuno… casi todo el brío de nuestro desmedrado liberalismo y, sobre todo, el coraje heroico con que Salmerón se revolvía a cada instante contra las supersticiones y las injusticias, centellea en las caricaturas de Exoristo… es el único dibujante político revolucionario al estilo del 68 al 75, que pudo darnos fantasías en su clara idea del ambiente moral y político de la España moderna”…
Póstumamente, en 1932, se le rindió tributo en el Salón de Humoristas, dedicándole una sala y en cuyo catálogo analizó su arte José Francés, quien fuera Presidente de la AEPE, que incluye una consideración sobre el hecho de que algunos de sus dibujos «bordean los límites del Código Penal».
Con sus dibujos expresó sus ideas, republicanas (según Espasa, 1927), de tendencia anarquista (según Cuadrado, 1997). Es más correcta la valoración de López Ruiz (1995): “todos sus trabajos iban dirigidos a un solo fin: la defensa de los explotados y miserables”. También dibujó para publicaciones eróticas finos dibujos sin sal gorda, sino más bien ingenuos.
Su efigie en el mármol….
Centró su producción artística en el humor ilustrado, entroncando con la corriente de humor caricaturesco y de dibujos grotescos que tanto auge alcanzó en el último tercio del XIX. Su obra se encuadra en la generación de dibujantes de humor implacable y de crítica feroz contra el sistema establecido, siendo uno de los primeros caricaturistas políticos del siglo XX. La sátira de sus dibujos, de fuerte intencionalidad, centrada en la crítica social, inundó la prensa gráfica del primer tercio del pasado siglo. Desde muy joven, este artista puso su lápiz al servicio de los ideales republicanos, con el fin último de conmover las conciencias censurando la tiranía, el fanatismo y la ignorancia. En él destacaba un profundo sentimiento de la justicia, unido a unas convicciones político sociales que marcaron su pensamiento y su obra.
Pese a ser la caricatura y el dibujo de fuerte intencionalidad política y el eje central de la obra de Tito, cultivó diferentes técnicas pictóricas: el óleo, la acuarela, etc.
Su hermano Nicolás Salmerón García escribió de él: “En sus dibujos, en sus caricaturas, Exoristo agita hondos problemas sociales y humanos: el artista no es sino el órgano de un apostolado de ideas; su concepción de la vida repercute en su arte y vivifica su obra…”
Su obra “Mitin”, óleo sobre lienzo, en la que representa la imagen de su padre, Nicolás Salmerón, durante un acto político es, sin duda, un ejemplo del dominio con el que artista traslada al lienzo la psicología del personaje.
En noviembre de 2021 el Museo de Arte Doña Pakyta de Almería dedicó una exposición a la memoria de Exoristo Salmerón, con 29 obras entre pinturas, dibujos, caricaturas e ilustraciones que reflejan críticas a la guerra, autorretratos, publicaciones en las revistas o escenas de feria.
La relación entre Almería y los Salmerón es estrecha, puesto que de Alhama de Almería era su padre, y ambos mantuvieron siempre unas fuertes raíces con esa tierra.
Panteón de Nicolás Salmerón diseñado por Exoristo Salmérón
Exoristo Salmerón y la AEPE
Socio Fundador Nº 42, participó en actividades y exposiciones realizadas por la AEPE.
En 1917 fue elegido Contador de la Junta Directiva.
Un año más tarde, participó en el I Congreso de Bellas Artes que organizó la AEPE en 1918, figurando como congresista en las secciones de Pintura y en la de Arte Decorativo.
Fue nombrado Socio de Mérito en el Salón de Otoño de 1922.
Al I Salón de Otoño de 1920 presentó las obras
792.- El banco de los recuerdos, gouache, 0,51 x 0,61
677.- La plana mayor, óleo, 1,12 x 1,27
Al II Salón de Otoño de 1921 llevó la obra
239.- El baño, óleo, 1,12 x 1,27
Al III Salón de Otoño de 1922 acudió con
261.- Descanso dominical, gouache
Al VI Salón de Otoño de 1925 presentó la obra
480.- Una portada para Nuevo Mundo, acuarela, 49 x 40
Escena
Firma autógrafa del artista