Por Mª Dolores Barreda Pérez
Los Directores de la Gaceta de Bellas Artes
de la Asociación Española de Pintores y Escultores
César Fernández Ardavín
FERNANDEZ ARDAVIN, César P 1910(N) 3.jul.1883 MADRID MADRID 19.jun.1974
Socio de Honor
Pueblo, 1959
César Fernández Ardavín nació el 3 de julio de 1883, en el seno de una familia muy ligada al cine.
Su hermano Luis fue un escritor, cuyas obras se convertirían en películas, mientras que su hermano Eusebio, tocó casi todas las disciplinas cinematográficas, siendo conocido sobre todo por su faceta de director.
Además, su hijo César Fernández-Ardavín Ruiz, es también director y guionista de cine con varios e importantes premios a sus espaldas.
La familia veraneaba en Santander.
Los hermanos Fernández Ardavín se sintieron atraídos desde pequeños por el arte escénico y representaban obras de teatro en el estudio familiar, una litografía que había fundado su padre, Eusebio Fernández Mingo, a finales del siglo XIX, bajo el nombre de Litografía E. Fernández, y que con el tiempo, pasaría a ser conocida como Litografía Fernández o Vinfer Carteles Artísticos.
Fue precisamente César el que más atención dedicará a la empresa.
César Fernández Ardavín cursó estudios para ser profesor mercantil, simultaneando esta carrera con los estudios en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid, teniendo como profesores a los pintores y Socios Fundadores de la AEPE, Luis Menéndez Pidal y Cecilio Plá.
Desde muy joven comenzó a colaborar con su padre en el estudio litográfico familiar, pintando carteles de cine, circo, toros y variedades, muy en boga por aquella época.
El Sol, 1922
En su primera etapa de pintor, sus temas preferidos fueron los ambientes y tipos extraídos de la España del momento, destacando en sus cuadros los tonos oscuros, que evolucionarán después hacia los paisajes.
Además de óleos, realizará más de mil dibujos.
Como pintor, firmaba sus obras con su nombre, mientras que como cartelista lo hacía casi siempre como Vinfer, al considerarlo un arte menor.
En 1906 presentó tres cuadros a la Exposición Nacional de Bellas Artes, Su Ilustrísima, Una familia y Para la verbena, logrando la Tercera Medalla de Pintura.
En 1914 ilustró el libro de su hermano Luis, titulado “Espinas”, logrando buenas críticas por sus dibujos.
A la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1915 presentó la obra La copla española.
En 1916 participó en la Exposición de Panamá, junto con otros socios de la AEPE, en la que obtuvo la Medalla de Plata por la obra titulada “Sagrario”.
En marzo de 1917 realizó una exposición de obras en el Salón del Palace Hotel, junto al pintor Florensa y al grabador argentino Franco.
La prensa de la época publicó varias críticas acerca de la muestra en las que se podía leer …”hemos de felicitar al joven pintor, que une a su laboriosidad e inteligencia un gran acierto en la elección de modelos, pues todos los que presenta son dignos de las preferencias de un artista”.
Mozuela andaluza
Nubes
Retrato del Doctor Martín Calderín
Misticismo
Moza de Talavera
La copla española
Por esta época, sus dibujos y pinturas ilustraban con asiduidad las páginas de La Esfera, incluso sus portadas, además de otras publicaciones del momento.
En 1918 formó parte como Congresista de la Mesa de la Sección de Pintura del Congreso de Bellas Artes que organizó la Asociación de Pintores y Escultores.
En 1919 participó en la IV Exposición de Pintura, Escultura y Grabado que organizó la APE en Bilbao con las obras Ventolina y Cercedilla.
Envió los óleos Estrella y Retrato, a la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1920, logrando la Tercera Medalla.
En 1926 la Academia de Bellas Artes de Toledo le nombró académico correspondiente.
En julio de 1933, en la Gaceta de Bellas Artes, José Prados López escribía de él: …..”Fernández Ardavín tiene en su obra esa nota simpática de lo inédito y del trabajo silencioso. Nadie conoce su última fatiga ante el caballete. Se reserva, quizá, para mayores empresas en un futuro no lejano. Nosotros, que hemos visto parte de los cuadros, hemos aplaudido ese sello de mocedad que tienen sus telas, de alegre juventud que se despierta cada día con una duda. Sus cuadros trashuman fragancias y sutilezas; su manera, de hombre un poco desengañado por haber mirado mucho a la vida en silencio, se traduce en su obra casi siempre con un punto de amarga ironía que enseña alguna cosa. Tienen algo de parábolas estas telas hechas con la honradez y el deseo de querer decir algo importante. En algunas, la interrogación se agranda y se nos confunde. “La madre, el hijo y el mono” es de esos cuadros que nos hacen meditar y terminan poniéndonos tristes”…
Participó en la Exposición de Venecia de 1936.
El viejo filósofo
Calle de Calatayud
La madre, el hijo y el mono
En 1943 realizó una exposición de obras en los Salones Macarrón de Madrid, después de más de veinte años sin exponer, aunque sin dejar de pintar.
José Prados López escribía en el diario Pueblo: …“ha pintado por amor, por placer de alma, como un regalo que hacía a su espíritu, de alegría y divertimento… César ha convertido sus cuadros con afanes de íntimo regocijo, casi por egoísmo, por deseo de soledad y de aislamiento. Hombre solitario… sincero consigo mismo, buscó los temas de su agrado; los concibió sin prisas y sin alardes exhibitorios; los maduró; fue acostumbrándose a ellos en el silencio; los amó con sibaritismo; los creó, dándoles forma y llegando a los finales exhausto, con dolor y gozo de cuerpo y de alma, satisfaciendo el anhelo de sus ojos y de su corazón… En todos los cuadros de Ardavín hay un punto esencial de regusto sensualista que roza el espíritu… hasta tal punto que parece que en sus pinceladas se advierte la caricia de sus manos, que, con los pinceles, quedó en las telas como una huella luminosa… En esta exposición tiene figuras y paisajes… con el sello inconfundible de su amor a la naturaleza traducido también de modo sensual en verdes y grises, en rojos y azules, condicionados a su afán ampuloso de crear con originalidades y personalidad. Delicado de color, correcto de dibujo, buscando dificultades y resolviéndolas, Ardavín lucha por sujetar su voluntad al dominio español… acaso incomprendido, viviendo una vida interior de ansias infinitas… Pintor de concepciones, llenas por lo menos de intensidad de deseos, de humanidad caliente y vibrante es, sobre todo, el artista de la honradez y de la sinceridad, que busca el cumplimiento de su deber estético con disciplina de hierro y con exigencias, de tal fuerza que contrastan notablemente con las mentiras y trucos de muchos que se llaman maestros, aunque nadie lo crea”.
En 1944 llevó la exposición a Barcelona
En 1945 participó en la Exposición de Bellas Artes del Palacio de la Lonja de Palma de Mallorca, organizada por la AEPE.
Vivió en la calle Fuencarral, 157 de Madrid y en la calle Gonzalo de Córdoba.
En 1950 aparece en la prensa su deseo de debutar como realizados cinematográfico, llevando al plató la adaptación de “Del brazo y por la calle”, una comedia de Armando Mook, manteniendo el dúo protagonista formado por Ana Mariscal y Gerad Tichy, el gran tipo de “Neutralidad”. Sin embargo, al poco se anunciaba que no lo haría “por causas ajenas a la voluntad de la empresa”.
Falleció en Madrid, el 19 de junio de 1974.
Desnudo
Sor Clara
Tocas albas
Reinosa
Composición poética clásica
Andrea, la de Castilla
En 2020 la sala de exposiciones de la Biblioteca Regional de Madrid “Complejo el Águila”, realizó una exposición de carteles publicitarios del mundo del espectáculo, artistas del cine y del teatro y de las representaciones de variedades, de la Colección Fernández Ardavín, Vinfer, recientemente restaurada y digitalizada, disponibles en la Biblioteca Digital de Madrid.
En la misma, se contempla la obra de Fernández Ardavín como fundamental para entender la pintura social y costumbrista del cambio de siglo. Su arte, un realismo castizo que recuerda a Romero de Torres, refleja los ambientes y tipos de la España del momento sin grandes barroquismos ni dramatizaciones.
A raíz de esta muestra, César Fernández Ardavín es considerado como uno de los padres del cartelismo moderno en España, facturando desde sus inicios numerosos trabajos en la empresa familiar.
Retrato de mi hermana
En su primera etapa de pintor, sus temas preferidos son los ambientes y tipos extraídos de la España del momento.
Sus carteles dan testimonio de las primeras películas estrenadas en España y recogen eventos, fiestas, toros y temáticas sociales. Son testigos de una época y dan cuenta del excelente dibujante que hay tras el pintor madrileño.
En 2021 la Galería de arte contemporáneo José Lorenzo, de Santiago de Compostela, realizó una exposición de treinta y cinco obras inéditas a través de las que se recorre de forma antológica la producción más reseñable del artista a lo largo de la primera mitad del siglo XX. Obra variada en cuanto a soportes y procedimientos, con óleos sobre lienzo, dibujos, cartulinas y preparatorios para carteles.
César Fernández Ardavín y la AEPE
Diseñó el cartel de la exposición que sustituyó al Salón de Otoño de 1941.
Premio Jesús Aramburu del Salón de Otoño de 1959
Bibliotecario de la AEPE entre 1939 y 1942.
Contador de 1943 a 1969, cumpliendo 30 años como miembro de la Junta Directiva de la AEPE.
Primera Medalla del XXX Salón de Otoño de 1959.
Socio de Honor de la AEPE
Participó en las siguientes ediciones del Salón de Otoño:
XVI Salón de Otoño de 1942: Sol de otoño (Cercedilla), Majas de la risa y Devota de San Antonio
XVII Salón de Otoño de 1943: Gitanos del Albaicín, Casona de la Virgen y Viejo castillo castellano
XVIII Salón de Otoño de 1944: Viejo violinista y Abuelo y nieta
XXIV Salón de Otoño de 1950: Intimidad
XXX Salón de Otoño de 1959: En el día de San Antonio
XXXI Salón de Otoño de 1960: Orando
XXXIII Salón de Otoño de 1962: Calatayud y Madrileñas
XXXIV Salón de Otoño de 1963: Orgullo y Composición de poesía clásica
XXXV Salón de Otoño de 1964: Barrio de las eras, Plaza Mayor de Calatayud, Retrato y Dama antigua
Algunos carteles Vinfer