Por Mª Dolores Barreda Pérez
LAS PRIMERAS ARTISTAS DE LA
ASOCIACION ESPAÑOLA DE PINTORES Y ESCULTORES
Desde su fundación en 1910, y después de haber tratado en anteriores números a las Socias Fundadoras de la entidad, y las participantes en el primer Salón de Otoño, vamos a ir recuperando de la memoria colectiva, el nombre de las primeras socias que vinieron a formar parte de la Asociación de Pintores y Escultores.
Mª Rosa Bendala Lucot
BENDALA, Mª Rosa P.D 1936 s ALGECIRAS MADRID
Civdad, 1935
María Rosa Bendala Lucot nació en Algeciras, en 1912.
Era hija del militar Manuel Bendala Palacios y de Luisa Lucot Bribes, de la localidad francesa de Burdeos.
Sus primeros estudios los realizó en Ceuta y Santa Cruz de Tenerife, acusando los continuos desplazamientos que con motivo del trabajo del cabeza de familia, sufría la familia.
En 1927 se establecen definitivamente en Madrid. Rosa recibe clases particulares de dibujo, demostrando una innata facilidad que esta formación particular potencia.
En 1931 presenta un óleo al Concurso Nacional del Círculo de Bellas Artes de Madrid.
Ingresa ese mismo año en la Unión de Dibujantes Españoles que organizan anualmente el Salón de los Humoristas, en donde al cabo de unos años, formó parte de su Junta Directiva.
En 1932 participa en el XV Salón de Humoristas y en el Salón Internacional de Humoristas de Viena.
Ahora, 1933
Tararí, 1933
Por su amistad con el empresario teatral Francisco Torres, recibe el encargo de realizar los figurines para la revista musical Las niñas de Peligros, con los que logra un gran éxito en las críticas del momento y que le valen formar parte de la Compañía del Teatro Martín de Madrid.
Realizará también los figurines de la zarzuela Katiuska, la mujer rusa, en el Teatro Rialto, y de las revistas musicales ¡Toma del frasco! Y ¡Manos arriba!, en el Martín y Las tentaciones, en el Teatro Pavón.
Las continuas referencias en la prensa del momento que de su trabajo se hacían, se resumirían en lo que publicaba el Heraldo de Madrid, …“sobre figurines de María Rosa Bendala, lo que equivale a decir lujo, riqueza, originalidad y buen gusto”… o Ahora, …”figurines de la señorita María Rosa Bendala, son un derroche de riqueza y de arte. La joven y ya consagrada figurinista puede estar legítimamente orgullosa de poseer el difícil arte de hacer tan lindos modelos con solo unas pinceladas de color que en nada o casi nada ocultan -¡y así lo haga siempre!- los cuerpos, dignos de ser exhibidos”…
En 1933 expone en el XVI Salón de Humoristas y participa en el Concurso de Carteles Electorales, además de continuar su trabajo en el teatro con las obras Ahí va la liebre, en el Teatro Maravillas, Piezas de recambio, en el Teatro Martín, la zarzuela Xuanon, en el Calderón, la opereta Las isla de las perlas, en el Coliseum y La flor de Hawai en el Victoria.
En el Concurso de Portadas de la revista Blanco y Negro, su dibujo titulado Nati, es elegido para la portada del 11 de noviembre de 1934.
Blanco y Negro, 1934
El reconocimiento por su buen trabajo artístico mereció el homenaje que en forma de banquete le rindieron sus compañeros de profesión.
La convocatoria se publicó en distintos periódicos y decía textualmente …“Son tantos los méritos que concurren en la señorita María Rosa Bendala, joven y ya ilustre figurinista de teatros, que consideramos obligado, en reconocimiento de aquellos méritos, rendirle un homenaje. Estimamos que María Rosa Bendala inicia con su arte magnífico y triunfador una era nueva en nuestros géneros de zarzuela y revista, merecedora de la estimación y homenaje de cuantos siguen con interés el desenvolvimiento del teatro español. A este efecto, nos reuniremos el lunes 6 de marzo, en el hotel Ritz, a la una y media de la tarde”…
La comida, aplazada en un principio, finalmente se celebró el 8 de marzo de 1933, y a la misma asistieron el caricaturista Manuel Tovar, la periodista Josefina Carabias, los dibujantes Federico Ribas, Gori, Pedraza Blanco, K-Hito, Antonio Robles, Salvador Barolozzi, Sidro, Tono… escritores como Mihura y Vegué y Goldoni…
En 1933 la revista ¡Tararí! publica una entrevista firmada por Antonio de Salazar, en la que se podía leer: …”Dibujaba desde mi más tierna infancia. En mis primeros momentos quise ser, nada menos, que pintora. Pero me molestaba mucho, no tenía afición y decidí dedicarme mejor al dibujo, para el que tenía unas condiciones si no sorprendentes, por lo menos más afortunadas… más tarde hice carteles y … cuando dibujé los trajes de Las chicas de Peligros, la prensa me puso por las nubes, y yo, más encariñada con mi nueva modalidad artística, trabajé con verdadero ardor… desgraciadamente loa artistas estamos muy mal avenidos. Nos tiramos los trastos a la cabeza y, en lugar de prestarnos mutua ayuda, procuramos hacernos polvo unos a otros… unos trabajos deben cobrarse a su verdadero valor; pero hay señores que por hacerlos y figurar los ofrecen completamente gratis, sin comprender que luego ellos, cuando están encumbrados, sufren las terribles consecuencias de estos regalos, que a nada conducen”…
Oposita a la Cátedra de Dibujo de Institutos de Enseñanza, para los que no se requería titulación alguna, sólo realizar los llamados “Cursillos del 33”, un proyecto republicano que dotaba de plazas a los colegios religiosos que habían pasado a ser institutos públicos.
Nuevo mundo, 1933
Mientras, se matricula en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, estableciendo amistad con Rafael Laínez Alcalá, Catedrático de Historia del Arte.
Consiguió la Cátedra de Dibujo en el Instituto Hispano-Marroquí de Ceuta, a donde se trasladará en 1934 para tomar posesión de su plaza.
A partir de ese momento, alternaba estancias entre Ceuta y Madrid, presentando obra a la Exposición Nacional de Bellas Artes y al Salón de Otoño, además del diseño de figurines de otras obras como Luna de mayo, del Teatro de la Zarzuela.
Colaboradora de la revista Civdad, donde publica dibujos de moda que acompaña con pequeños textos.
Presenta trabajos a la Exposición del Arte de Vestir, celebrada en Barcelona, donde recibe el Premio de Honor.
Realiza un viaje de estudios por Italia.
Participa en el XVII Salón de Humoristas y descubre el cine, para el que comienza a preparar diseños de vestuario. Lo hará para la película La señorita de Trévelez, de Edgar Neville y para Una mujer en peligro, de José Santugini, además de figurines para la revista ¡Alló Hollywood!, estrenada en el Teatro Coliseum.
Rosa Bendala pasó la guerra civil en Madrid. Para subsistir, tuvo la idea de confeccionar botones realizados con discos de madera y fichas de pasta que luego pintaba y barnizaba y con los que inundó las mercerías de un Madrid que en esa época, carecía de esta mercancía.
Afiliada a la Federación de los Trabajadores de la Enseñanza de U.G.T. trabajó como enfermera en el Hospital de Sangre del Socorro Rojo Internacional.
En 1939, una vez pasada la contienda, publicó en la revista Y, pero la tuberculosis la mantuvo ingresada en un hospital de la sierra madrileña y apartada de cualquier trabajo.
Recuperada la salud, creó una colección de tarjetas postales de trajes regionales que la Editorial Brújula publicó, pero que fue un fracaso económico, si bien realizó trabajos esporádicos para decoradores y artesanos textiles, volviendo al mundo del teatro, pero sin la asiduidad que antes tenía.
En 1944 diseñó los figurines de la revista Vértigo número 2, de la opereta Pañamariana de Guridi, Valses de Viena, en el Apolo de Barcelona y con un largo paréntesis, en 1952 regresa al cine, con la película Doña Francisquita, de Ladislao Vajda.
En 1951 participa en la Exposición de figurines de teatro que organizó la Asociación de Dibujantes.
En 1953 realizó el cartel mural que anunciaba la Exposición del Traje Regional en la Feria Internacional del Campo de Madrid.
En 1955 participa en la Exposición y concurso de abanicos que organizó Galerías Preciados.
En los cursos entre 1953 y 1956 se matriculó en Restauración de Obras de Arte de la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, acometiendo así los encargos de restauración que llevaba a cabo en la tienda de muebles y antigüedades donde trabajaba.
Los últimos años de su vida los dedicó a la restauración de cuadros que realizaba desde el taller de su domicilio en Madrid.
Falleció en Madrid, el 13 de noviembre de 1997, cuando contaba con 85 años, soltera y sin hijos.
En 2019 en la exposición de Dibujantas, pioneras de la Ilustración, realizada en el Museo ABC, se exhibió su obra Nati, que fuera portada de ese diario en 1934.
Rosa Bendala y la AEPE
Participó en el XV Salón de Otoño de 1935, en la sección de dibujo, figurando inscrita como residente en Madrid, en la calle Ramón de la Cruz, 64, con tres obras de igual título:
256.- Avance para una moda española, dibujo
257.- Avance para una moda española, dibujo
258.- Avance para una moda española, dibujo