Por Mª Dolores Barreda Pérez
LAS PRIMERAS ARTISTAS DE LA
ASOCIACION ESPAÑOLA DE PINTORES Y ESCULTORES
Desde su fundación en 1910, y después de haber tratado en anteriores números a las Socias Fundadoras de la entidad, y las participantes en el primer Salón de Otoño, vamos a ir recuperando de la memoria colectiva, el nombre de las primeras socias que vinieron a formar parte de la Asociación de Pintores y Escultores.
Mercedes Val Trouillet
VAL TROUILLET, Mercedes del P <1952 6.ene.1927 VALLADOLID VALLADOLID
La paisajista Mercedes Val Trouillhet nació en 1926 en Valladolid.
Su afición por el dibujo empezó siendo aún muy pequeña, y a los siete años comenzó sus primeras lecciones, dirigidas desde Madrid por su profesor, el miembro de la Asociación de Pintores y Escultores Timoteo Pérez Rubio.
Compaginó sus estudios de colegiata, piano y francés con la carrera artística que había elegido. La primera vez que hizo un apunte de paisaje, a lápiz, fue en Las Moreras. Aquel Rincón del Cubo lo llegó a realizar a plumilla y lo presentó a un concurso infantil de dibujo organizado por El Norte de Castilla, en donde se lo publicaron.
Al estallar la guerra civil quedó incomunicada con Madrid, perdiendo todo contacto con su profesor de dibujo, y su carrera artística se suspende momentáneamente.
Finalizada la contienda tomó contacto con el gran dibujante y cartelista José Picó Mitjans, que se convirtió en su profesor.
Con especial atención sobre la perspectiva y el paisaje, solía pintar al natural en parajes y pueblos castellanos, así como algún que otro cartel publicitario en el que influía su maestro.
La organización “Educación y Descanso” preparaba exposiciones y, a la organizada por la Obra Sindical, presentó un bodegón que colgaron junto a obras de artistas tan prestigiosos como Maffei, Mucientes o Capuletti.
A la III Exposición Nacional de Arte, organizada en Madrid por la Obra Sindical, envió un cuadro, seleccionado entre cerca de mil, titulado Caserío, con el que obtuvo Medalla de Bronce.
También confeccionó un cartel para la IV Feria provincial de Muestras de Palencia que consiguió el 2º Premio.
En el I Salón Femenino de Madrid colgó en 1946 un “paisaje prototipo de la Castilla húmeda; jugoso cuadro de invierno incipiente”.
Así, continuó estudiando a fondo el paisaje castellano y sus tierras, sintiéndose cada vez más atraída y empeñada en dominar y plasmar su belleza.
Estudió también sus cielos rasos y azules o cubiertos de nubes viajeras que dan movimiento y vida al paisaje.
Trabajó intensamente en la preparación de su primera exposición individual en Valladolid, que se inauguró el 14 de mayo de 1947 en el Colegio de Santa Cruz.
La crítica elogió sus cuadros y coincidió en que pintaba una Castilla luminosa con primeros términos decididos y vigorosos, destacando que conseguía unas perfectas lejanías: La triga, La siega, Eras de Zaratán; así como dos cuadros de temas invernales, Nieve y niebla e Invierno.
En octubre de aquel año llevó su obra a Madrid, a la Sala Gumiel de la calle Mayor. Los críticos Mariano Tomás del diario Madrid; José Camón Aznar, del ABC; y Federico Galindo del semanario Dígame, hablaron muy bien de sus cuadros. El crítico Manuel Sánchez Camargo la llevó a Radio Nacional de España para hacerle una entrevista. La prensa de Valladolid, a su vuelta, recogió la noticia.
Libertad, 1952
Libertad, 1953
Libertad, 1954
Libertad, 1960
Libertad, 1977
Gaceta de Bellas Artes, 1955
La artista pintando al aire libre
En 1948 expuso de nuevo en el Colegio de Santa Cruz temas castellanos y también vizcaínos, pero el público elogió preferentemente los primeros, tal vez por sentirse atraídos por su luminosidad.
El crítico Carlos Rodríguez Díaz escribió: “Desde su primera exposición a la actual, es decir, en el plazo de un año, la labor de Mercedes del Val demuestra mayor dominio en el difícil arte de la pintura. Ha ganado notablemente en luminosidad y en perspectiva pudiendo asegurarse que lo que entonces era una promesa segura es hoy una realidad cierta”.
Por esas mismas fechas participó en Madrid en una exposición de paisajes españoles en la galería Pereantón de la calle de Hortaleza, organizada por la Asociación Nacional de Pintores y Escultores.
Martín Abril, por Radio Valladolid, consagró a Mercedes su Croniquilla elogiando su obra, no como crítico sino como poeta: “ya es un mérito singular el saber encontrar estas luces, en todo momento estremecidas por unos amarillos suavísimos, que constituyen, para Mercedes, una característica obsesiva de su personalidad, y su personalidad se nos muestra cada vez más madura, entregada fervorosamente a la emoción del paisaje castellano, que ella ha conseguido captar con inefable gracia y extraordinaria maestría. Temas, los de los cuadros de Mercedes del Val todos ellos amables, dulces, tranquilamente líricos. Soltura y vibración de pincelada, elegancia en la factura, frescura en el conjunto ¿es así Castilla? Así ve Castilla una joven pintura, inquieta y original. ¡Qué pintar, señores!, no es copiar con minuciosidad de artesano y trasladar al lienzo lo que vemos con vulgar fidelidad, sino interpretar, traducir, matizar, estilizar, exaltar, iluminar, vivificar, casi nos atreveríamos a decir que pintar es en cierto modo hacer poesía con metáforas de luz, sombra y colores. Y eso lo logra Mercedes del Val con un acierto exquisito y un encanto conmovedor”.
En 1948, en la III Exposición Nacional de Arte Taurino celebrada en Córdoba, presentó su cuadro El encierro de los Sanfermines al que el jurado concedió Mención de Honor.
En el otoño expuso por primera vez en Bilbao con catálogo presentado por Martín Abril. La Gaceta del Norte, Correo español y Hierro en sus secciones de arte le dedicaron elogiosas críticas, “destacando sus temas del campo castellano, radiantes de poesía a lo Gabriel y Galán y de luz goethiana, que es la sinfonía predilecta de la artista”. Animada por este éxito, volverá a exponer en Bilbao al año siguiente.
No dejó de recorrer la provincia de Valladolid encontrando siempre motivos que pintar.
En 1952 presentó obra a la Exposición Nacional de Bellas Artes del que Mariano Tomás, crítico del diario Madrid, dijo que …“presenta un lienzo –cargando paja– bien entonado de matices y valiente de dibujo”, mientras José Prados López, crítico de arte de Radio España y Secretario de la AEPE, comentaba …“personalísimo y acertado en la luminosidad el paisaje de Mercedes del Val, que va logrando superaciones inteligentes en su deseo. La obra de esta pintora ha alcanzado un puesto de respeto y admiración por su original manera de acertar ante la naturaleza”.
No quiso ausentarse nunca de Valladolid, si bien se desplazaba con alguna frecuencia a Madrid donde participaba en exhibiciones como el XXV Salón de Otoño, donde recibió una Tercera Medalla en la sección de pintura en paisaje.
Después de exponer en la Sala Artis de Salamanca, en 1953 presentó sus cuadros individualmente en Madrid, en la sala Los Madrazo, siendo recogido el hecho por distintos medios como los diarios Madrid, ABC, Pueblo, Radio España… y por críticos como Mariano Tomás, Camón Aznar, Córdoba, Prados López…
En verano se trasladó con sus cuadros a San Sebastián en la que fue su primera exposición en aquella ciudad, en “Galería de Arte”.
A orillas del Duero, del XXV Salón de Otoño
Abril en Castilla
Almendros
Burros arando
Camino amarillo
En abril de 1955 expuso de nuevo en Madrid, en la sala Los Madrazo y en mayo participó en la Exposición Homenaje a Goya, celebrada en el Círculo de Bellas Artes, viajando después a París, donde encontró motivos que expuso en Bilbao en 1956 y en Salamanca al año siguiente.
En el XXIX Salón de Otoño de Madrid de 1957, obtuvo Medalla de Plata.
En 1958 colgó sus obras en la misma sala madrileña de años anteriores. José Prados López dirá entonces que su obra está hecha …”con una técnica personal, íntima, jugosa, plena de concepción y sabiduría, de pensamiento que busca la continuación y el futuro. Porque los cuadros de Mercedes del Val quedarán con el tiempo… Es un regalo extraordinario esta exposición de esta pintora castellana, Mercedes del Val, que va escribiendo su propia historia con esos afanes juveniles que viven en la tierra, pero que tienen sus sueños más allá de las nubes”.
En agosto de 1958 viaja por los Países Bajos y se estableció en Lovaina para visitar diversas capitales y estudiar en sus museos a los pintores del renacimiento nórdico. Acompañada por el crítico de arte Adriaan de Roover, de Amberes, frecuentó varios estudios de pintores de vanguardia y en el del pintor Albert Van Cleemput, de San Nicolás, coge y maneja por primera vez la espátula. Al volver a Valladolid, después de una estancia en París, escribió un reportaje sobre su viaje a Bélgica para el Diario Regional, donde había colaborado como dibujante ilustrando, entre otras, la portada de un extraordinario dedicado a la mujer.
Hasta marzo de 1960 no volvió a exponer y lo hizo en Salamanca. Aquel mayo marchó a Madrid y los críticos Prados López, Galindo y Cobos descubrieron nuevas calidades en su obra.
Acudió en 1961 al XXXII Salón de Otoño, alcanzando la Primera Medalla con su cuadro Luces en el bosque, toda una sinfonía de colores otoñales.
En 1962, en la galería de la Caja de Ahorros de Asturias, en Oviedo, colgó 22 óleos de sus paisajes de Castilla.
Al año siguiente viajó a Roma y a su vuelta ultima los preparativos para exponer otra vez en Madrid por tener reservada la Sala Alcón, en la calle Infantas. La introducción del catálogo la hizo el crítico Prados López y en televisión el poeta conquense Federico Muelas le dedicó una bella presentación.
En 1964 se encontraba estudiando una nueva modalidad para sus paisajes de Castilla y decidió pintarla sólo buscando su color, su luz desvaída sin contrastes, sin dureza, sin claroscuros. Sería una Castilla auténtica por encima de todo. Apacible, sosegada como una madre tendida al tibio sol de un amanecer.
Castilla con palomar
Castilla, del XXV Salón de Otoño
Cementerio en la ladera
Cementerio
Cepas y almendros
Su nueva obra la inauguró en junio de 1966, en la vallisoletana sala de la Caja de Ahorros de Salamanca. Dos años después, en 1968, expuso en Valladolid, donde algunos echaron de menos sus anteriores obras luminosamente empastadas.
En 1969 expuso en Madrid 21 cuadros en la sala de la Editora Nacional. Aquel mes de mayo el “Grupo Velázquez”, formado exclusivamente por pintores, en su XIII exposición, dio paso a trece pintoras. La exposición se celebró en la galería madrileña Grife-Escoda, situada en la calle de los Madrazo, y Mercedes colgó un cuadro de “cepas”.
Se presentó de nuevo en Valladolid en 1970 con 21 cuadros de pinos, cepas, gavillas, almendros, surcos, barbechos, rastrojos… estos serán sus temas preferidos.
En julio de 1879 quedó finalista en el X Concurso de Pintura “Medalla María Vilaltella”, de Lérida.
En 1972 mostró en la sala de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Salamanca sus obras más recientes. Continuó trabajando en la misma línea, pero con tonalidades más fuertes, más vivas.
En marzo de 1974 colgó una nueva exposición en Madrid en la galería de arte Lázaro. Fue aquella su última individual.
A pesar de su gran aceptación y de los reconocimientos seguidos, le entró un sentimiento de cansancio tal que desde entonces únicamente participó con sus obras en exposiciones colectivas organizadas por la Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción, de la que en 1975 había sido elegida miembro de número.
Mercedes falleció el año 2012, sin descendencia.
Cepas
Paisaje
El Campo Grande nevado
Sus útiles de artista y algunas distinciones
Montealegre
Paisaje
Mercedes Val Trouillhet y la AEPE
Delegada de la AEPE en Valladolid a partir de 1955.
Participó en las siguientes ediciones del Salón de Otoño:
XXII Salón de Otoño de 1948: El acarreo y Almendros en flor
XXIII Salón de Otoño de 1949: Vendimia
XXIV Salón de Otoño de 1950: Niebla otoñal y Limpiando el grano
XXV Salón de Otoño de 1952: Castilla y A orillas del Duero
XXVI Salón de Otoño de 1954: El acarreo
XXVII Salón de Otoño de 1955: Escena de era
XXVIII Salón de Otoño de 1957: Zaratán, Valladolid
XXIX Salón de Otoño de 1957 Eras de Zaratán, Pinos
XXX Salón de Otoño de 1959: La siega
XXXI Salón de Otoño de 1960: Tordesillas
XXXII Salón de Otoño de 1961: Luces en el bosque
XXXIII Salón de Otoño de 1962: Pinnos
XXXIV Salón de Otoño de 1963: La siega y Escena de era
XXXV Salón de Otoño de 1964: Pastores en Castilla y En las eras
XXXVI Salón de Otoño de 1965: La trilla
XXXVII Salón de Otoño de 1966: La trilla y Gavillas
XXXVIII Salón de Otoño de 1967: Campo de Alaejos y Gavillas
XXXIX Salón de Otoño de 1968: Tierras de labor, Abril en Castilla, Tordesillas y Pinos
40 Salón de Otoño de 1969: Tierras de labor, Cepas y almendros y Gavilla
41 Salón de Otoño de 1971: Paisaje, Verano y Pinos
42 Salón de Otoño de 1972: Paisaje
43 Salón de Otoño de 1973: Cepas y Castilla
44 Salón de Otoño de 1976: Cepas en cigales y Girasoles en Castilla
45 Salón de Otoño de 1977: Surcos y Verano
46 Salón de Otoño de 1978: Cepas y Primavera en Castilla
47 Salón de Otoño de 1979: Castilla con palomas
Paisaje con caseta
Paisaje con cepas grandes
Paisaje con mulas
Paisaje con palomas
Pinos
Surco
Tierras
Tordesillas
Tordesillas
Trigales