El libro, editado por la Diputación Provincial de Cuenca, está dedicado a reconstruir la historia de Los Hinojosos desde la antigüedad hasta el año 1841, que fue cuando se formó la actual villa como resultado de la unión del Hinojoso del Marquesado de Villena y El Hinojoso de la Orden de Santiago.
En el acto estuvieron presentes José Gabriel Astudillo López, Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, el Bibliotecario, Fernando de Marta, la Tesorera, Ana Martínez y multitud de amigos e interesados, que no quisieron perderse la presentación.
El recorrido histórico de los dos Hinojosos lo desarrollo teniendo en cuenta siempre la organización política y social que hubo en el territorio español en cada periodo de su historia. Lo he planteado así porque entiendo que la historia particular siempre depende del marco en el que se desarrolla.
En la formación de España destaca de manera singular la Reconquista, y en ese marco es en el que se encuadrar el nacimiento de las órdenes militares, la conquista de Alarcón y el nacimiento de la mayoría de los pueblos que hoy conocemos. En ese escenario es cuando encontramos las primeras noticias del Finojoso en el siglo XII, un pequeño pueblo que en la centuria siguiente sería dividido por la mitad y pasando una parte a integrase en la villa de Alarcón y la otra en la de Uclés.
Derivado de la manera en que los reyes cristianos hicieron la Reconquista, nacieron como hijuelas los señoríos de Villena y de la Orden de Santiago en el siglo XIV, de los cuales expongo su formación y las estructuras organizativas de cada uno de ellos dentro de la formación de la España del Antiguo Régimen.
En el relato he incluido las actas de partición de la primitiva aldea en 1241, así como el desarrollo que tuvieron los dos Hinojosos entorno al pozo Viejo, cada uno de ellos dependiente a todos los efectos de los señoríos mencionados.
En la narración aparece el enfrentamiento que existió entre los señores de Villena y los maestres de la Orden de Santiago a lo largo de los siglos XIII, XIV y XV, cuyas disputas trasladaron a los vasallos de todos los pueblos de sus posesiones, manifestándose especialmente en los dos Hinojosos debido a la situación de frontera que ocupaban estos dos lugares entre ambos señoríos, pues solo estaban separados por una calle de cuarenta pies de ancha que marcaba el límite entre los dos territorios. En el texto muestro algún episodio fruto de aquella rivalidad entre vecinos, derivada de su pertenencia a señoríos diferentes, cuyos señores, como ya he dicho, vivieron enfrentados durante los siglos bajo medievales.
De igual manera se manifiestan las relaciones de buena vecindad que a partir del siglo XVI se fueron fraguando una vez que los Reyes Católicos alcanzaron el poder en Castilla y Aragón y pusieron fin a las banderías y enfrentamientos que hasta entonces habían existido entre la Orden de Santiago, por un lado, y los señores y marqueses de Villena por el otro.
Pacificados los señores, la calma llegó a sus señoríos y las buenas relaciones se fueron abriendo paso entre las gentes de los dos Hinojosos, dando lugar a la convivencia y a la creación de lazos de amistad y consanguinidad entre sus vecinos, tal como podremos comprobar en diversos acontecimientos.
Igualmente, he dedicado unos capítulos a contar la historia de las iglesias de San Bernabé y San Bartolomé y la vida religiosa en torno a ellas, así como a la organización de los concejos y la sociedad del Antiguo Régimen, con un capítulo especial para los hidalgos de ambos Hinojosos.
El texto concluye con la unificación de los dos Hinojosos en la primera mitad del siglo XIX, donde cuento además los acontecimientos que se produjeron en España que hicieron posible que la unión tuviese lugar.