Obras, artistas, socios, pequeñas historias…
Por Mª Dolores Barreda Pérez
José Maumejean y Lalane
MAUMEJEAN Y LALANE, José P.A. 1910(F008) POU (F) MADRID
Socio Fundador
La familia Mauméjean eran artesanos franceses que durante tres generaciones fueron extendiendo sus obras y fábricas desde Pau, ciudad del sudoeste de Francia, hasta medio mundo, formando una empresa artística digna de estudio y admiración.
El creador de esta dinastía de vidrieros fue Jules Pierre Mauméjean, hijo y nieto de artistas pintores de loza, que con sólo 23 años, en 1860, abrió en Pau, un taller dedicado a fabricar vidrieras para iglesias y pinturas murales, entre otras ocupaciones.
Jules Pierre Maumejean
Completó su formación en Escuelas de Bellas Artes y talleres de Burdeos y París. Sus primeros encargos fueron trabajos realizados en iglesias y otros edificios del suroeste francés.
El aumento de peticiones trajo consigo que la familia fuera ampliando el negocio y abriendo nuevos talleres.
En 1868 Jules Mauméjean contrajo matrimonio con Marie Honorine Lalanne, con quien tuvo cinco hijos, todos nacidos en Pau: Joseph, Henri, León, Marie y Carl. Todos los hijos varones heredaron el oficio de su padre. Mientras Joseph, Henri y León trabajaron juntos, Carl trabajó en París, donde falleció en 1921.
El matrimonio Jules Mauméjean y Marie Honorine Lalanne, con retratados con cuatro de sus cinco hijos,: Joseph, Henri, León, Marie y Carl
Joseph y Henri Mauméjean fueron los dos hijos que se establecieron en Madrid, y que con el tiempo castellanizaron sus nombres, siendo conocidos como José y Enrique Mauméjean, nombres que mantuvieron incluso en la esquela publicada tras su fallecimiento.
José (Joseph Jules) Mauméjean nació el 12 de abril de 1869, y su hermano Enrique (Jean Siméon Henri) Mauméjean el 10 de junio de 1871. Ambos se formaron con su padre, y estudiaron en la Escuela de Bellas Artes de París, así como en talleres de Nancy y Tours. Fueron discípulos de Jean-Baptiste Anglade, famoso vidriero, que en España realizó obras tales como parte de las vidrieras de San Jerónimo el Real entre 1881 y 1883.
Sobre la formación de los maestros vidrieros, conviene señalar que se denominaban pintores sobre vidrio, y que su aprendizaje en las escuelas de Bellas Artes era el mismo que recibían los pintores: dibujo, perspectiva, color, etc. Y es que los maestros vidrieros, además de saber pintar, debían ser buenos artesanos y dominar el manejo del vidrio.
Charles Maumejean
En 1893, Jules Pierre Mauméjean abrió un taller en Biarritz, donde realizó, entre otras obras, las vidrieras de la catedral y el ayuntamiento. Debido a su proximidad, pronto comenzó a recibir encargos del País Vasco y de Madrid.
La situación de los talleres de vidrio en España, exceptuando Cataluña, era muy precaria. Había muy pocos artesanos, e incluso el vidrio tenía que importarse. A finales del siglo XIX, se produce en España un resurgimiento de la utilización del vidrio, debido a restauraciones y obras nuevas de arquitectos que lo utilizan como elemento decorativo, y como nuevo elemento arquitectónico junto al hierro.
Se trata del art nouveau o modernismo, que junto con el art déco posterior, ofreció nuevas posibilidades artísticas a la utilización del vidrio, que adaptó y evolucionó su técnica y su diseño a las nuevas corrientes artísticas.
La llegada de la familia Mauméjean a Madrid se produce a fines del siglo XIX, al igual que otros talleres extranjeros que realizaron las primeras vidrieras modernas en Madrid: La casa Mayer de Munich, realizó los primeros vidrios del Banco de España en 1890, o la casa Dragant de Burdeos, en la Real Academia Española de la Lengua en 1893.
Jules Mauméjean apreció las grandes posibilidades que tenía la capital como promoción y futuro de sus actividades. Así, primero participó en la exposición Nacional de Bellas Artes de 1897, a la que presentó vidrieras, paneles cerámicos y objetos decorativos por los que recibió una Medalla de Tercera clase.
A diferencia de otras firmas extranjeras, los Mauméjean deciden instalarse en Madrid, aproximadamente desde 1897, primero en un taller provisional, hasta la apertura, en 1901, del taller del Paseo de la Castellana, cerca del Museo de Ciencias Naturales. Taller que ya codirigían José y Enrique Mauméjean, debido a la avanzada edad de su padre, que falleció en San Sebastián el 3 de mayo de 1909.
El tamaño y las diversas salas que tenía el taller, así como la especialización que tenían sus trabajadores nos indican la relevancia de esta fábrica. Más de 19 salas en las que aparecían diversos estudios para hacer los bocetos y cartones de las obras que luego se realizarían, los hornos para el vidrio, y otras salas que delatan un trabajo minucioso, como una biblioteca, archivo, laboratorio fotográfico o varios espacios para dibujantes.
Así, una misma vidriera podía pintarse por varios pintores, los había especializados en paisajes, motivos vegetales, vestidos… Generalmente los rostros y manos se reservaban a los mejores artistas. En 1905 José Mauméjean, creó «The Decorativ Art» una sociedad artística a semejanza de las existentes en Europa, que intentó unificar las novedades sobre diseño. Se trataba, según artículo publicado en “La Construcción Moderna” de dar un impulso renovador al taller y ofrecer un servicio multidisciplinar, con la participación de artistas españoles y extranjeros, en los que se ofrecerían de manera integradora, servicios de escultura, pintura decorativa, marmolistería, cerámica, esmalte, vidriería, bronces, tallas, cueros repujados o papeles pintados.
José Maumejean
La sociedad no prosperó y los Mauméjean se centraron en el vidrio y el mosaico. Posteriormente se abrieron otros talleres en San Sebastián, éste especialmente dedicado al mosaico, y en Barcelona. José trasladó su residencia a San Sebastián, viajando con regularidad a Madrid. Su hermano Enrique se mantuvo en la dirección del taller de Madrid hasta su fallecimiento en 1932, aunque desde 1930 residió junto a la fábrica de San Sebastián, en la calle Pedro Ogaña. A su vez, mantenían una fábrica en Hendaya con más de cien trabajadores, que tuvo que cerrar tras dos incendios en 1927 y 1936. Por su parte, su hermano Carl mantuvo el taller de París hasta su fallecimiento en 1952.
Tras la Guerra Civil, el taller madrileño del Paseo de la Castellana cambió de ubicación a la calle Zabaleta hasta hace pocos años, en que se hizo cargo de la firma el artesano Francisco Hernando Pascual, que trasladó el taller a Alcalá de Henares y realizó una gran donación de bocetos, cartones y obras de pequeño formato a la Fundación Centro Nacional del Vidrio. Una parte de estas obras se pueden contemplar en la sala dedicada a las vidrieras Mauméjean, en el Museo del Vidrio, en La Granja de San Ildefonso de Segovia.
La familia Mauméjean formó un gran multinacional del vidrio y el mosaico con un innumerable número de obras en España, Francia, Gran Bretaña, Grecia, Italia, Méjico, EEUU, Argentina, Guinea, Marruecos, Holanda, Suecia, Colombia, Chile, Venezuela, Cuba o Costa Rica.
Maumejean de San Sebastián
Maumejean en su establecimiento en Madrid
La casa Mauméjean fue el taller más importante que ha existido en España durante el siglo XX; era requerido para realizar nuevas vidrieras o restaurar las de una catedral gótica, para un edificio de viviendas o un edificio público racionalista, decó o historicista, con elementos neorrenacentistas o neobarrocos, que daba como consecuencia diversos tipos de artesanos según estilo y diferentes procesos de ejecución.
Si nos centramos en España, el mayor volumen de su obra se encuentra en Madrid. Sobre edificios religiosos destacan sus actuaciones en catedrales como las Burgos, Murcia, Sevilla, Vitoria o el palacio episcopal de Astorga, obra de Gaudí.
Las vidrieras de Mauméjean que se pueden ver en Madrid abarcan espacios emblemáticos como el Seminario Conciliar, Antigua sede de la Real Compañía Asturiana de Minas, Círculo de Bellas Artes, Palacio del Tribunal Supremo, la cripta de la Catedral de la Almudena, las iglesias de la Concepción, de Nuestra Señora de los Ángeles, la capilla del Colegio del Pilar, el Casino de Madrid, el Hotel Palace, capilla del Hospital de Jornaleros, iglesia de la Buena Dicha, capilla de la Necrópolis del Este, ampliación del Banco de España, el patio de cristales de la Casa de la Villa, el Casino Militar, la sede de la revista Blanco y Negro…
Pero también en capitales como la Diputación de Oviedo, el ayuntamiento de San Sebastián, el Palacio episcopal de Astorga, la casa Pérez Samanillo de Barcelona, la Caja de Ahorros de Sabadell, la Caja de Ahorros de Cataluña en Barcelona, y las vidrieras de grandes catedrales como las de Ávila, Burgos, Cádiz, Granada, Jaén, Murcia, Palencia, Pamplona, Salamanca, Segovia, Sevilla, Sigüenza, Vitoria…
Y otros grandes trabajos como los mosaicos con los que se decoró el Panteón de Hombres Ilustres de Madrid, la cúpula de San Manuel y San Benito, la reconstrucción de parte de los mosaicos del siglo X de la Mezquita de Córdoba,…
Los hermanos Mauméjean, que obtuvo el título de proveedor oficial de la Casa Real, siempre intentaron producir sus encargos utilizando técnicas tradicionales como el emplomado, pero sin olvidar nuevos avances, como demostró utilizando técnicas como el Cloisonné.
Su producción fue muy amplia y heterogénea debido al número de años que trabajaron, abarcando desde lo clásico, pasando por el modernismo y art déco; y por los variados encargos que les hacían los arquitectos para edificios muy distintos, ya que ellos no elegían el estilo.
Las vidrieras historicistas solían situarse en edificios religiosos, las modernas en edificios civiles, y los motivos heráldicos para familias o edificios públicos.
Ofrecían a sus clientes bocetos de variada tipología: claraboyas, escudos y emblemas (heráldicos de segunda clase, comerciales y civiles), Santos, Cenefas, Grisallas, Faroles, Animales, Peces mar, paisajes color, flores y frutas. Mosaicos en vidrio. Escenas y figuras profanas y alegorías. Bocetos Luis XIV, adornos, simetrías, enladrillado y temas varios en gris.
La empresa tuvo varias denominaciones como La vidriera Artística, Mauméjean Frères, J. H. Mauméjean hermanos, hasta 1923 en que quedó constituida definitivamente en Madrid como Sociedad Mauméjean Hermanos de Vidriería Artística o simplemente Mauméjean Hnos. S.A.
El consejo de administración estaba constituido por los hermanos Mauméjean, Gabriel Benito de Larrea y el Socio Fundador de la AEPE, Mariano Benlliure. La sociedad estaba presidida por el arquitecto, José Yarnoz.
En sus primeros viajes a Madrid, José Mauméjean conoció a Augustine Jeanne Pastora Vic Ballartas-Rodríguez, hija de un empresario francés representante de los vidrios de Saint-Gobain y una aristócrata madrileña, con quien contrajo matrimonio el 20 de abril de 1898, y con quien tuvo tres hijos, José, fallecido a los nueve meses de nacer, Marie Augustine y Georges Henri que heredó el oficio de su padre, tíos y abuelos, convirtiéndose en un excelente pintor sobre vidrio en la fábrica de Hendaya. José vivió en San Sebastián, para estar más cerca de las fábricas francesas, muy afectadas por la primera Guerra Mundial. Años después, regresó a Pau, donde se casó en segundas nupcias con Paule Gabrielle de Chluda, sin tener descendencia.
Durante la segunda Guerra Mundial, José viajó a Marruecos, donde residía su hija Marie, quizás con la intención de abrir un nuevo taller. Algo que impidió la ya su avanzada edad.
José falleció el 16 de abril de 1952, en su domicilio de la calle Nueva de San Sebastián, a los 83 años, y todavía dirigiendo la fábrica de Madrid.
El declive de las vidrieras artísticas había comenzado en los años 50, cuando las nuevas tendencias racionalistas y funcionales, desdeñaban cualquier tipo de ornamentación en los edificios, buscando la máxima sencillez.
A lo largo de sus años de existencia, la Casa Mauméjean fue premiada en numerosas ocasiones, como reconocimiento a su labor en el campo del arte.
El fundador Jules Mauméjean recibió medallas del emperador Napoleón III en 1866 y 1869, además de ser nombrado proveedor oficial de la Casa Real española. Recibió primeras, segundas y terceras medallas en las exposiciones nacionales de Bellas Artes, en la sección de arte decorativo entre 1897 y 1907. Otros premios dignos de mención fueron en la Exposición internacional de Barcelona de 1929, y la Ibero-Americana de Sevilla de 1930. Fuera de España, obtuvieron premios en la Exposición de Artes Decorativas de París de 1925 y en la Exposición Colonial de la misma ciudad en 1931.
En el ámbito personal, José Mauméjean fue nombrado Caballero de la Legión de Honor de Francia, su máxima condecoración.
Enrique falleció 9 de noviembre de 1932.
Diversos anuncios aparecidos en la prensa de la época
José Maumejean y la AEPE
Como Socio Fundador de la AEPE, José Mauméjean ingresó en 1910, figurando como pintor y acuarelista.
Inscritos como Maumejean Hermanos, D.J.H., residen en Madrid, Castellana, 64, presentaron siete muestras diferentes de mosaicos al IV Salón de Otoño de 1923: Theodora, mosaico veneciano; Virgen bizantina; Ángeles bizantinos; Cabeza bizantina; Ángel de justicia, mosaico veneciano; Valenciana, mosaico veneciano y Cabeza bizantina, mosaico veneciano.
Cúpula de cristal Maumejean en el Patio de Cristales de la Casa de la Villa de Madrid
Vidrieras de la Colección Maumejean. (Real Fábrica de Cristales)
Cúpula Casino Gran Vía
Puerta de los Hierros de la Catedral de Valencia
Cúpula de cristal del Hotel Palace de Madrid
Sala de Operaciones del Banco de España
Adoración de los pastores. Vitral de la Catedral de Sevilla
Cafetería California de Donostia–San Sebastián
Centro Cultural de los Ejércitos
Vidrieras del Banco de España