Álvaro Alcalá Galiano volvió a la AEPE

El viernes 15 de diciembre de 2023, dos de las nietas del que fuera Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, Álvaro Alcalá Galiano y Vildósola, acudieron a la sede social en una visita preparatoria del 150 aniversario del nacimiento del artista.

Se trata de Begoña Alcalá Galiano y de Carmen, que estuvieron encantadas del recibimiento que por parte de esta casa recibieron, y del orgullo que supone para la AEPE contar con socios tan ilustres. José Gabriel Astudillo López y Mª Dolores Barreda Pérez recibieron a las descendientes del artista y prometieron trabajar conjuntamente en futuros proyectos encaminados a divulgar la figura del artista.

Begoña Alcalá Galiano acaba de publicar un libro titulado «Álvaro Alcalá-Galiano Vildósola. 1873-1936», en el que rinde un sincero y documentado homenaje a su abuelo, de cuya obra se ha convertido ya en una gran experta, y que promete, presentará en nuestra sede social el próximo año 2024.

Begoña Alcalá Galiano Ferrer, licenciada y DEA en Historia Moderna y Contemporánea por la Universidad de Deusto. Cuenta la nieta del pintor que cuando iba a acabar la carrera pensó en hacer la tesis sobre su abuelo: “La idea se frustró pero siempre me quedé con ganas de seguir adelante con esa investigación», que ahora se ha fructificado en un libro a modo de catálogo razonado de la obra del artista. “Al haber muerto tan joven, nadie le conocía en mi familia así que esta publicación era una manera de acercarnos a él y a sus obras”, asegura esta historiadora.

La obra censa un catálogo completo de 341 obras del pintor, la figura menos conocida con respecto a la generación de artistas vascos, que tuvo un movimiento audaz a principios del siglo XX solo equiparable al que había hecho de manera interna Zuloaga a finales de la década de 1890 de acercarse a los pueblos, pero en su caso a los de Europa.

La juventud del artista transcurrió en Bilbao, donde recibió clases de su primer maestro, Adolfo Guiard, el introductor del impresionismo en el País Vasco, que tras pasar por Barcelona y París se estableció en Bilbao, abriendo un taller en la calle Correo. El progreso en sus estudios artísticos hace que su familia decida que los amplíe en Madrid, comenzando su formación como discípulo de Jiménez Aranda primero, cuando el artista contaba con 18 años de edad, aprendiendo el vigor y la escrupulosidad del dibujo, y posteriormente bajo la tutela de Joaquín Sorolla ,con el que descubrió el color impetuoso y se enamoró del arte al aire libre.

El pintor bilbaíno conjuga en su obra la rigidez de una educación clásica con la libertad de una mirada propia y sensitiva. Se inspira en el mar, a donde acude una y otra vez. Primero en la Ría de Bilbao y en los pueblos del litoral vasco. Después, en el amanecer del nuevo siglo, se traslada a lugares como Holanda o Bretaña, en busca de emociones diferentes y profundas, de nuevas formas de expresarse a través de sus cuadros. Las marinas, los barcos de vela y los pescadores pueblan sus obras y adquieren en su paleta nuevas formas y colores únicos e identificables.

Tras la publicación de este libro, la meta de las nietas ahora sería realizar una exposición con las principales obras del pintor y sobre todo, difundir su legado y su figura para que ocupe el lugar que le corresponde en el panorama artístico español.

 

 

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