Ana de Tudela

Por Mª Dolores Barreda Pérez

 

LAS PRIMERAS ARTISTAS DE LA

ASOCIACION ESPAÑOLA DE PINTORES Y ESCULTORES

Desde su fundación en 1910, y después de haber tratado en anteriores números a las Socias Fundadoras de la entidad, y las participantes en el primer Salón de Otoño, vamos a ir recuperando de la memoria colectiva, el nombre de las primeras socias que vinieron a formar parte de la Asociación de Pintores y Escultores.

 

Ana de Tudela

 

TUDELA, Ana de    P    1950    CARTAGENA    MADRID

 

Ana Ortiz Pérez de Tudela, nació a principios del siglo XX en Cartagena, probablemente por estar allí destinado su padre, ya que era hija del Teniente Coronel José Ortiz.

Poco sabemos de su infancia y adolescencia, sólo que desde bien niña tuvo afición por el mundo de la pintura y que mientras su padre no aprobaba esos estudios, su madre la alentó en todo momento.

Fue discípula de José Pinazo Martínez, socio fundador de la Asociación de Pintores y Escultores, en la Academia de Dibujo que el pintor mantenía en Madrid.

La artista, que firmaba sus obras como Ana de Tudela, participó en el II Salón de Otoño de 1921, con un cuadro “que nos describe las flores de Mallorca con el castillo de Bellver… y un abanico magníficamente pintado”, como reseñaba el diario La Época.

En 1922 envió la obra “Interior de iglesia” a la Exposición Nacional de Bellas Artes, como recogieron El Heraldo de Madrid y La Libertad.

Según leemos en La Vanguardia, en junio de 1923, participó en la Exposición de Arte de Barcelona con tres obras, dos de figura y un interior, en las cuales se ven “las cualidades que posee para el cultivo de la figura. Uno de esos cuadros, sobre todo, señala un camino sano por el sincero estudio que revela, tanto en lo concerniente a la forma como al color”.

En 1924 participó en una muestra que organizó la Escuela de Cerámica de la Moncloa, bajo el nombre de Exposición Municipal de Artes Industriales, que dirigía el socio de la AEPE Francisco Alcántara, en los salones del Círculo de Bellas Artes, en la que se exhibieron más de 300 obras de cerámica, encajes, talla y pintura, como testimonió La Correspondencia de España.

En 1927 presentó obra al Certamen del Trabajo del Ateneo de Burgos, obteniendo el Premio de Cooperación de la sección artística por unos dibujos, tal y como consignaba el Diario de Burgos.

En febrero de 1931, una fotografía de la artista servía de portada a la revista bisemanal Mujeres españolas. Ya dentro del número, una pequeña reseña nos informa de que …”si bien la fotografía de la portada nunca dice de las primorosas pinceladas que prodigadas en sus cuadros, revelan una maravillosa e intuitiva técnica, en los retratos que reproducimos y que son copia exacta de las señoritas María Teresa y Emilia Barrera… y un interior de una iglesia de Burgos, una cabeza de estudio de un viejo y una gitana, los cuales han estado expuestos en una de las exposiciones de Barcelona, siendo muy felicitada por la prensa y críticos locales. En una visita a su estudio, hemos contemplado obras admirables, tomadas todas del natural en la sierra de Gredos, Burgos, Granada y Palma de Mallorca. Lo portentoso de esta gentil niña, ya que así puede llamársele, tanto por su juventud, como por la ingenuidad de su carita angelical, es que casi se ha formado sola, aunque reconoce que en el corto tiempo que la ha dirigido el genial don José Pinazo, es donde ha completado su técnica… La señorita Ana de Tudela, aunque contrariando algo a sus familiares por su decisiva vocación al arte, tiene el apoyo entusiasta de su inteligentísima madre, distinguida dama que ha sabido formar el espíritu abierto y comprensivo de su hija, para mayor gloria del arte pictórico español”.

Por la revista Ellas, de junio de 1932, sabemos que era la Tesorera de la Junta Nacional de la Juventud Católicofemenina Española, institución fundada en 1926.

Portada de la revista Ellas, 1931

 

En 1934 participó en el Salón de Otoño, obteniendo la “Propuesta de Socio” de la Asociación de Pintores y Escultores, que equivalía a un importante galardón. Así lo reflejan La Libertad, El Sol, El Debate, El Siglo futuro, La Voz,…

La Época recogió una amplia información sobre las mujeres participantes en el Salón de Otoño, en la que se distinguía que “En pintura se lleva en esta ocasión la preferencia «Malagueña» de Ana de Tudela, nota muy fina de color y bien entonada y sin nada que pedir respecto a calidades”.

Blanco y Negro también reseñó la obra que Ana de Tudela presentó al Salón de Otoño, así como el ABC, que recoge la “Propuesta de Socio” para ella.

1935 fue un año decisivo en la vida de la artista. El 14 de marzo inauguraba una exposición de sus obras en el Círculo de Bellas Artes, que tuvo eco en la prensa del momento, apareciendo en La Voz, El Heraldo de Madrid, El Sol, La Libertad, ABC, Blanco y Negro, La Vanguardia…

La inauguración de su exposición en el Círculo de Bellas Artes de Madrid apareció en distintos medios de la época

 

Fotografía original de la Exposición de Ana de Tudela en el Círculo de Bellas Artes. Junto a Rafael Salazar Alonso, Alcalde de Madrid. Fotografía, Archivo José Luis Temes

 

En La Nación y en La Libertad, se publicó una fotografía de la artista realizada por el fotógrafo Alfonso, en la que aparece junto a dos de sus obras, y en días sucesivos, en el mismo diario, otra fotografía que recoge la inauguración de la exposición de Ana de Tudela, en la que aparece la artista junto al Ministro de Marina y al Alcalde de Madrid.

La Libertad, marzo de 1935

 

La Época publicaría además una nota de arte, firmada por J.M., en la que destaca que “Ana de Tudela presenta óleos y dibujos. Tanto los unos como los otros, son manifestaciones de grato sabor, realizadas con la loable intención de conseguir un fin artístico. En el colorido, en la factura de sus retratos, amenas composiciones y atinados interiores, revela Ana de Tudela, una sana inclinación y cualidades de gran ventaja para el logro feliz de su carrera pictórica. El carácter de ciertos dibujos y la adecuada visualidad de algunas de sus obras acusan temperamento para triunfos próximos”.

Fotografías de dos de sus obras del Archivo Moreno y  Archivo Ruiz Vernaci

 

En Ahora, Gil Fillol firma una crítica bajo el título de “La nueva pintora Ana María de Tudela”, una página completa en la que se reproducen tres de sus obras, las tituladas “Elmadiallah” (Agua de Dios), “Refugio” y “Vidas humildes”. Por las palabras del crítico de arte sabemos que “…es una pintora joven y capacitada… su último maestro fue José Pinazo… en muchos cuadro de Ana de Tudela se advierte aún la influencia de Pinazo… una influencia de gusto… la predilección por las tonalidades claras de gran efecto luminoso, prendió en sus discípulos… Es indudable que Ana de Tudela conformó su sensibilidad de artista a las mismas predilecciones de Pinazo. Adelantemos que esta joven pintora, en vías de formación aún, muestra excelente disposición para ese género de pintura cuyo lenguaje plástico es el color, entonado en escalas de notas simples y armónicas de gran delicadeza. Domina especialmente las entonaciones en oro y plata…. Hoy, por ejemplo, puede hablarse de una pintura delicada, de tonos tiernos y claros, sin hacer pensar que se trata de una pintura intrascendente…. Esa sensación maravillosa de vigor constructivo, pintura fuerte, solidez clásica y, al mismo tiempo, sutilezas de color, entonaciones dulces, gamas delicadísimas… en la misma trayectoria se agita la inquietud estética de Ana de Tudela. La aparente confusión que ahora se nota en el estilo impreciso de la joven pintora es, o me figuro yo que es, un fenómeno pasajero, propio de la educación atropellada de todos los pintores impacientes. Ana de Tudela se está formando –repito que bajo un signo inmejorable- y todavía atormentan su espíritu las influencias de lo que vio y las incertidumbre de su propio temperamento… alterna el dibujo varonil con notas de luminosidad… modela, con dureza, a veces con rudeza, como si toda la fuerza de expresión quedara confiada a la resistencia de los lápices… se recrea buscando armonías, tonalidades y contrastes de fino sentido colorista, sin descuidar la plasticidad del dibujo… tal variedad no puede perjudicar a una pintora en formación… de la suma de vibraciones que ahora conmueven la sensibilidad estética de Ana de Tudela surgirá al fin, la pintura personal que ya auguran sus cuadros del Círculo de Bellas Artes”.

Dibujos de la artista aparecidos en Ahora, en marzo de 1935

 

Por su parte, El Debate publicaba una crítica de la exposición en la que destaca la … “obra múltiple y varia que comprueba en el artista un temperamento indudable, una personalidad en formación. Este “pintor”, que no hace arte femenil –intrascendencia, blandura, superficialidad- aunque aporte refinamientos de femenina sensibilidad a su arte, adopta una actitud ejemplar de iniciación de trayectoria artística: mirar abierto al mundo, a la embriaguez de la luz y del colorido; sensibilidad alerta al sentimiento del paisaje; espíritu en tensión para fijar el ritmo sutil y fugitivo de la expresión anímica sobre el espejo de las formas corpóreas. Y espíritu y mirar cerrados –en inflexible alejamiento- a la canción de sirenas de las estéticas de vanguardia… Ana de Tudela pinta de frente a la realidad, buscando la exaltación de su “sentido”, la captación de sus esquemas formales, sin interponer entre su sensibilidad y el mundo, entre su mirar y la realidad exterior, la pauta de criterios deformadores… preferimos a los paisajes e interiores, sus retratos. Y estimados los realizados al lápiz, superiores a los óleos… porque en ellos alía la fuerza de la expresión individual con el prestigio del carácter representativo… vemos a Ana de Tudela… un “pintor” que trabaja por interpretar la realidad, que lucha por captar los encantos pintorescos del mundo, y que nos trae como logro de su primera jornada: bella luz natural prisionera en monumentos y paisajes… que traslucen su espíritu en el esquema formal de la fisonomía”.

El Debate, marzo de 1935

 

En El Siglo futuro se podía leer que “Ana de Tudela presenta un conjunto de obras muy aceptables, en las que ha ahogado todo el preciosismo y detalle de la pintura de mujer, y en la que sin embargo influye su condición femenina en la limpieza de los asuntos y en el buen gusto y discreta combinación de luces y efectos. Desde luego la especialidad y el éxito de Ana Tudela son sus retratos a lápiz; todos los catalogados bajo el título de «Canción de mar», a base de cabezas vascas, a más de “Pescador» y “Jasé Luis» son inmejorables, correctos de dibujo, bien de colorido y sobre todo asomando un alma y una psicología a través de sus ojos expresivos. El retrato de la señorita Dolores Escosura, igualmente un acierto. En sus óleos sobresale «Malagueña», de elegantes tintas y bella colocación… el público que acude a la Exposición y tras la antesala de colorines ,de Ramón Muñiz, la contemplación de los cuadros de Ana Tudela son un descanso y un recreo para los sentidos y un remanso para el espíritu”.

Y también con motivo de su exposición, en el Diario de la Marina de La Habana apareció publicada otra fotografía de la artista ante uno de sus cuadros.

Diario de la Marina  periódico oficial del apostadero de La Habana 1935

 

Por su parte, en distintos días, el ABC también recogía la exposición, incluso en el ABC de Sevilla se leía …”la apertura de una Exposición de Pinturas Argentinas, que con la de las obras de Ana de Tudela constituye gran éxito para el Círculo de Bellas Artes”.

 

 

A mediados de marzo, ABC se hacía eco de la marcha de la muestra, con alentadoras palabras en las que expresa que …”son 55 cuadros de figura, paisaje y bodegones. Esta pintora se halla en momento de comenzar a soltarse y a construir la forma, anunciando la posibilidad de triunfo, si un trabajo intenso, perseverante, austero, preside su labor próxima”.

Y ya clausurando la muestra, publicó otra crítica en la que se decía que …”con todos los honores, una gran Exposición de Ana de Tudela… mucha labor. Acaso demasiada labor, que si dice tanto de la fecundidad creadora de esta artista sugiere también el recelo de que las evidentes dotes privilegiadas de la artista se diversifiquen demasiado, con mengua de la intensidad de la obra. Viajera, peregrina enfervorizada del arte que impresiona su maravillosa retira mediterránea… el talento de interpretación sabe salir airoso de la dura prueba de agilidad… en dibujo, Ana de Tudela es magistral. Y cuando a toda otra valoración antepone la del dibujo, éste la retribuye con esplendidez el homenaje… los retratos acusan ese mismo valor inestimable del dibujo, pero aquí sin insistir dañosamente en la línea, sino con una matización muy fina e insinuante, que con recorta gracia la forma”…

En el Blanco y Negro de marzo de 1935 firmaba Manuel Abril una crítica en la que decía que …”Ana de Tudela comenzó pintando el repertorio oficial del muestrario de temas artísticos para uso de los aspirantes a artista… a cada obra se advierte que ganan terreno, de manera paulatina, pero ya manifiesta y decidida, las dos características de la nueva modalidad… por un lado, el dibujo preciso; por otro, la sobriedad de la entonación colorística. Los dibujos que presenta esta muchacha denotan un dominio del oficio y una seria atención al modelo, que habla muy a favor de ella, sobre todo cuando, como aquí sucede, los aciertos mejores de expresión y carácter y dibujo se dan en aquellos casos en los que los modelos son más serios y más ajenos a otros atractivos de arte “efectista o bonito”. En el color igualmente, la tendencia a componer el cuadro entero, entonando en una calve de color, a base de una gama, y gama sobria, nos hace recibir con simpatía y con expectación atentísima la aparición de esta muchacha… los dibujos en negro y negro y siena, o negro y sepia, son tan varios, como acertados, predominando la fortaleza del carácter, la seriedad de su interpretación y la justeza del dibujo”.

También en 1935 presentó obra a la Exposición Nacional de Bellas Artes que se celebró en el mes de mayo en el Retiro.

Y parece ser que también en 1935, realizó una exposición individual en las Galerías Layetanas de Barcelona.

En febrero de 1936 La Época nos reseña “la exposición La memoria de Gargallo, una visión retrospectiva del palacio de la duquesa de Alba, por Ventura Rodríguez, con Ana Tudela, Virgilio Bernabéu, Valls, Muñiz y Vela-Puig”.

En noviembre de 1942, ABC recoge su participación en el Concurso Nacional de Acuarelas, esculturas y carteles organizado por la Dirección General de Bellas Artes, junto a artistas como Bonnin, Potau, Benjamín Palencia, Peris Aragó…

En diciembre de 1943, una de sus obras protagoniza la portada de Y, la Revista para la Mujer, una hermosa Virgen con el Niño en brazos de delicada factura y composición clásica.

Paisaje

 

Por la Hoja Oficial del lunes de octubre de 1943 sabemos que realizó una exposición en el Salón Cano de Madrid, donde presentó 18 obras, y mereció una crítica que firmaba A. de las H. en la que decía que sus “cuadros son el exponente de una vocación y un temperamento femenino en el arte de pintar y el principio de una técnica que en su día dará frutos madurados por el estudio y el trabajo… Ana de Tudela posee todos los componentes para llegar lejos en el camino emprendido, le falta el sello que la diferencie del resto de los demás pintores. Y así, por ejemplo, esos cuadros de carácter religioso que hoy nos recuerdan a estampas muy admiradas en nuestra niñez, irán tomando cuerpo y fuerza cuando un día, al verlas, nos pongan de golpe en primer plano el arte de Ana de Tudela.  Como ya nos ponen hoy de manera más decisiva en posesión de un estilo los pequeños cuadros de flores donde su autora emplea sus recursos con más dominio y soltura. En el corto número de cuadros reunidos para esta exhibición se completan éstos entre sí como tendencias y posibilidades y anuncian el porvenir firme que aguarda a esta joven pintora”.

ABC nos hace saber que “la inauguración tuvo un gran éxito y que estuvo presidida por el Director General de Bellas Artes, Marqués de Lozoya, asistiendo a la misma además el Infante Luis Alfonso de Baviera y Borbón, el escultor Mariano Benlliure y otras muchas personalidades del Arte y las Letras, recibiendo la pintora calurosas felicitaciones”.

Cecilio Barberán firma en el ABC del 6 de octubre de 1943 una crítica en la que se asegura que “Hay en la obra de Ana de Tudela un predominio de dibujo. El lápiz de color es en sus manos el mejor colaborador para hacer un género pictórico mixto entre la composición cromática y la arquitectura lineal, que por su solidez y fino concepto lo destaca con singular personalidad… Ana de Tudela, culminada su formación como dibujante, ensaya luego otra obra al óleo con la mejor fortuna. Va su predilección en este caso hacia composiciones de pintura religiosa… lienzos que revelan sus excelentes condiciones para la pintura mural; composición y colorido la ponen muy cerca del triunfo en lo decorativo… tampoco le es ajena a la artista el abordar otros temas pictóricos en donde prevalecen el estudio de calidades y las orquestaciones de color más finas… apenas comienza el camino del arte, ya muestra una obra de positivo interés. La misa está presidida por una sólida formación, que no es ajena en este caso a los conceptos del arte moderno”.

El ABC menciona también su participación en el XVIII Salón de Otoño de 1944.

Como queda reflejado en distintos medios como La Vanguardia o el Cartel de las artes, participa en el Salón de Otoño de 1945.

En marzo de 1946 participa en el I Salón Femenino de Bellas Artes organizado por la Sociedad Española de Amigos del Arte, en el Museo de Arte Moderno, por el semanario “Domingo” y patrocinado por la Dirección General de Bellas Artes.

Madrid, 27-5-1946.- Inauguración de una exposición de pintura en el Salón Cano, con un cuadro de Ana de Tudela. EFE Vidal

 

En 1946 fue distinguida como “Socio de Mérito del Salón de Otoño”, inaugurando una nueva exposición en mayo, en el Salón Cano de Madrid, que recogió el diario ABC.

En mayo de 1946, según refleja el ABC, inauguró una nueva exposición, sin que se especifique dónde.

En el Salón de Otoño de 1948 obtuvo la Tercera Medalla de Pintura y ese mismo año, participó en la Exposición Nacional de Bellas Artes con la obra “Pomona”.

En marzo de 1949 expuso en los Salones Macarrón de Madrid.

Y en abril de ese mismo año, el ABC publica que Ana de Tudela había logrado la Medalla de Oro de Pintura de la VI Exposición Nacional de Arte Sacro celebrada en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.

El ABC de noviembre de 1950 recoge la Segunda Medalla obtenida en el XXIV Salón de Otoño, en la sección de Pintura (figura).

En abril de 1951 el ABC informa del fallo de la VII Exposición Nacional de Estampas de la Pasión, en la que Ana de Tudela logró la Medalla de Oro de Dibujo por su obra “La Anunciación”.

En octubre de 1952 obtuvo Primera Medalla en la sección de Pintura (figura), del Salón de Otoño, por su obra “Princesa india”.

Participó también en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1954, según detalla ABC.

A partir de esta fecha, su rastro se pierde hasta que se tiene constancia de su fallecimiento el 5 de marzo de 1990, en Madrid.

Obras presentadas al Salón de Otoño de distintos años

 

Ana de Tudela y la AEPE

La artista participó en un total de trece convocatorias del Salón de Otoño con distintas obras, desde el año 1921 hasta 1962:

II Salón de Otoño de 1921. Apareció inscrita como Srta. Ana de Tudela, natural de Cartagena; vive en Madrid, Lope de Rueda, 19.

257.- Flores de Mallorca, óleo, 1,24 x 1,63

XIV Salón de Otoño de 1934, reside en Madrid, Diego de León, 24 moderno

133.- Motrico, óleo, 0,67 x 0,54

135.- Refugio, óleo, 0,71 x 0,59

XVIII Salón de Otoño de 1944

104.- Retrato, óleo

135.- Máter Purísima, óleo

XIX Salón de Otoño de1945

148.- Sibila, óleo

149.- Sibila, óleo

150.- Retrato, óleo

XX Salón de Otoño de 1946

14.- Salomé, óleo

XXII Salón de Otoño de 1948:

Pandora

Bacante

XXIII Salón de Otoño de 1949

223.- Voces

XXIV Salón de Otoño de 1950, aparece como Tercera Medalla 1948 y Premio Diputación de Madrid 1948. Socio de Mérito Salón de Otoño

42.- Muchacha de Palestina, dibujo

175.- Primavera, óleo

185.- Rosas, óleo

XXV Salón de Otoño de 1952

87.- Estampa isabelina, óleo

88.- Princesa India, óleo

XXVI Salón de Otoño de 1954

179.- Piedad, dibujo

XXVII Salón de Otoño de 1955

94.- Dríada, óleo sobre papel de oro

XXIX Salón de Otoño de 1957

100.- En el maizal, óleo

101.- Mater Divinae Gratiae, óleo

102.- Niña de la rosa, óleo

XXXIII Salón de Otoño de 1962

179.- El marinero vasco Joshu-Miren, óleo

 

 

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