Inaugurado el 92 Salón de Otoño

En la gran gala de las Bellas Artes en España

La Asociación Española de Pintores y Escultores entregó el 30 de octubre de 2025 los premios correspondientes al 92 Salón de Otoño, organizado por esta entidad centenaria, en una gran gala del arte que tuvo lugar en la Casa de Vacas del Parque del Buen Retiro, en la exposición de obras que se podrá visitar hasta el próximo domingo 23 de noviembre, de lunes a viernes, entre las 10 y las 21 h.

Fotografía de familia del 92 Salón de Otoño de la AEPE

 

El acto de inauguración de la exposición contó con la presencia del Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, José Gabriel Astudillo, del Vicepresidente, Juan Manuel López Reina, de Mª Dolores Barreda Pérez, Secretaria General,  y la Vocal Paloma Casado, así como de Juan Pedro Jordá Espina, biznieto del creador del Salón de Otoño, Juan Espina y Capo, que acompañado de su mujer, asistieron orgullosos a la nonagésimo segunda edición de un certamen nacido en 1920 que se ha convertido en el más antiguo y prestigioso de los que se convocan en España.

La Comunidad de Madrid estuvo representada por Manuel Lagos Gismero, Director General de Cultura e Industrias Creativas de la CAM, mientras que por parte del Ayuntamiento de Madrid, contamos con la presencia del Concejal de la Junta de Moncloa, Borja Fanjul Fernández-Pita y otros representantes de la Junta Municipal de Centro.

Además, estuvieron presentes los representantes de las entidades colaboradoras del 92 Salón de Otoño: Daniel Martín Hernández, Concejal de Cultura, Desarrollo y Promoción Turística del Ayuntamiento de Móstoles, José Luis Manzanares, de Tritoma Gestión Cultural, Alan Hernández, de Inmobiliarias Encuentro, Mª Luisa Codina, de la Fundición Codina Escultura, Juan Luis Olleros, Presidente de la Agrupación Española de Acuarelistas, Begoña Alcalá-Galiano, en representación de la familia Alcalá-Galiano y por la Fundación Down Madrid, Ignacio Egea.

Contamos además con la presencia de la mayoría de los miembros del Jurado reunido para la ocasión como son Alejandro Aguilar Soria, Paula Varona, Ricardo Sanz, Soledad Fernández, Mª Dolores Chamero y Tomás Paredes, así como otros Socios de Honor de la centenaria entidad como Luis Javier Gayá…

La Junta Directiva de la AEPE y los miembros del Jurado que asistieron a la gala

 

Presentes estuvieron también numerosos socios, los artistas seleccionados venidos desde todos los rincones de la geografía nacional especialmente para el Salón de Otoño, así como un elevadísimo número de público que no pudo acceder al Salón de Actos de la Casa de Vacas, por tener un limitado aforo de 125 personas, y que esperaron pacientemente la salida de cuantos allí estaban, para departir y charlar sobre los trabajos premiados y seleccionados.

La presentación del acto corrió a cargo de la Secretaria General y Secretaria Perpetua de la AEPE, Mª Dolores Barreda Pérez, quien dio la bienvenida a los artistas.

La Secretaria General y Secretaria Perpetua de la AEPE, Mª Dolores Barreda Pérez, en un momento de su intervención

 

Seguidamente, tomó la palabra el Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, José Gabriel Astudillo López, quien se dirigió a los presentes agradeciendo su asistencia.

El Presidente de la AEPE, José Gabriel Astudillo López, en un momento de su intervención

 

Después, y como viene siendo tradicional, en el acto de inauguración se hizo entrega de los galardones honoríficos que otorga anualmente la Asociación Española de Pintores y Escultores.

La Secretaria General pidió la subida al escenario de Juliana Pérez de León, galardonada con el título de Socio de Mérito, que no pudo acudir por su avanzada edad, pero que estuvo representada por Manuel Abril, quien recogió el Diploma y la placa acreditativa, tras 50 años de permanencia en la entidad.

Manuel Abril, en representación de Juliana Pérez de León, recogió su galardón de manos del Presidente de la AEPE, José Gabriel Astudillo, y de Juan Manuel López Reina

 

Nuevamente, la Secretaria General requirió la presencia en el escenario de Ignacio Egea, en representación de la Fundación Down Madrid, galardonada con el título de Socio de Honor, procediendo a la lectura de la designación:

Ignacio Egea recogió el diploma y la placa acreditativos de su título de Socio de Honor

 

En la reunión de la Junta Directiva celebrada el 9 de septiembre de 2025, se acordó nombrar Socio de Honor a la Fundación Down Madrid, representada por su Presidente, Ignacio Egea,  en reconocimiento a la labor de difusión de las bellas artes entre un colectivo que posee tanta y tan especial sensibilidad en este campo.

Es este un sincero y profundo reconocimiento a todos los valores que defiende Down Madrid, y a cada uno de los profesionales que con entrega, sensibilidad y compromiso hacen posible una labor transformadora. Gracias a ellos, el arte y la creatividad se convierten en un puente hacia la integración social y emocional, una vía luminosa que despierta la voz, la emoción y el alma de personas extraordinarias. Seres que, con su talento, su ternura y su manera única de ver el mundo, nos enseñan a mirar con el corazón y a valorar lo esencial, enriqueciendo nuestra sociedad con una humanidad que nos conmueve y nos inspira cada día.

Con inmenso orgullo la Asociación Española de Pintores y Escultores tiene el honor de realizar este pequeño reconocimiento por tan grata colaboración e inmensa  aportación a esta casa común, en cuya familia ya son uno más. Y como tal, os recibimos con los brazos abiertos”.

Ignacio Egea, recogió el galardón de manos del Presidente de la AEPE, José Gabriel Astudillo López

 

Ignacio Egea agradeció con unas sencillas palabras el galardón, destacando la labor de inclusión que viene haciendo la Asociación Española de Pintores y Escultores desde hace ya ocho años, por el colectivo Down.

 

Después, la Secretaria General procedió a dar lectura al acta del Jurado:

“En Madrid, a 1 de octubre de 2025, reunido el Jurado de Selección y Calificación del 92 Salón de Otoño, organizado por la Asociación Española de Pintores y Escultores, compuesto por los siguientes miembros:

Presidente: José Gabriel Astudillo López, Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, Secretaria: Mª Dolores Barreda Pérez, Secretaria General de la Asociación Española de Pintores y Escultores, ambos con voz y sin voto, y los Vocales: Eduardo Naranjo, Alejandro Aguilar Soria, Paula Varona, Ricardo Sanz, Soledad Fernández, Tomás Paredes y Dolores Chamero, acuerdan otorgar los siguientes premios:

PREMIOS DE LIBRE ACCESO

 

PREMIO AGRUPACIÓN ESPAÑOLA  DE ACUARELISTAS

Jimena Aznar

Entrega el premio Juan Luis Olleros, Vicepresidente de la Agrupación Española de Acuarelistas

 

 

PREMIO EXTRAORDINARIO ÁLVARO ALCALÁ-GALIANO

Luis Javier Gayá

Entrega el premio Begoña Alcalá-Galiano y José Gabriel Astudillo López

 

 

PREMIO DE ESCULTURA SANTIAGO DE SANTIAGO

Javier Alemany

Entrega el premio José Gabriel Astudillo

 

 

PREMIO ENCUENTRO AL TALENTO JOVEN

Juan Luis Barud

Entrega el premio Alan Hernández, Director Gerente de Inmobiliarias Encuentro

 

 

PREMIO FUNDICION CODINA

Jorge Alvar

Entregan el premio Mª Luisa y Miguel Ángel Codina, de la Fundición Codina

 

 

PREMIO EXCMO. AYTO. DE MÓSTOLES

José María Pinto

Entrega el premio Daniel Martín Hernández, Concejal de Cultura de Móstoles

PREMIO CIUDAD DE GETAFE

Eloy Cordero

Entrega el premio José Gabriel Astudillo López

 

PREMIO TRITOMA GESTION CULTURAL

Ricardo Lamenca

Entrega el premio José Luis Manzanares, Gerente de Tritoma

 

Por octavo año consecutivo, la Asociación Española de Pintores y Escultores, en colaboración con la Fundación Down Madrid, ha decidido otorgar también la

MEDALLA DE PINTURA DOWN MADRID

reservada a artistas de este colectivo

Elena Muñoz Martín

Entregan el premio el Presidente del Patronato de la Fundación Down Madrid, Ignacio Egea y José Gabriel Astudillo López

 

 

PREMIOS HONORÍFICOS RESERVADOS A SOCIOS DE LA AEPE

(EXCEPTO A LOS MIEMBROS DE LA JUNTA DIRECTIVA)

 

MEDALLA DE GRABADO JUAN ESPINA Y CAPO

Federico Echevarría

Entregan el premio: Juan Pedro Jordá Espina y Juan Manuel López Reina

 

 

 

MEDALLA DE DIBUJO ROBERTO FERNANDEZ-BALBUENA

David Sánchez

Entrega el premio: Paloma Casado

 

 

MEDALLA DE ACUARELA JOSE PRADOS LÓPEZ

José Valladares

Entrega el premio: Ricardo Sanz

 

 

MEDALLA DE ESCULTURA CARMEN ALCOVERRO Y LOPEZ

Carmen Espinosa

Entrega el premio: Dolores Chamero

 

MEDALLA DE PINTURA MARCELINA PONCELA DE JARDIEL

Catalina Orart

Entrega el premio: Tomás Paredes

 

 

MEDALLA DE ESCULTURA MIGUEL BLAY Y FABREGAS

Paz Esteban

Entrega el premio: Soledad Fernández

 

 

MEDALLA DE PINTURA CECILIO PLA Y GALLARDO

Sophie Justet

Entrega el premio: Paula Varona

 

MEDALLA DE ESCULTURA MARIANO BENLLIURE Y GIL

Alberto Gómez Ascaso

Entregan el premio: Alejandro Aguilar Soria y José Gabriel Astudillo López

 

 

MEDALLA DE PINTURA JOAQUIN SOROLLA Y BASTIDA

José María Pinto

Entrega el premio: Manuel Lagos Gismero y José Gabriel Astudillo López

 

 

MEDALLA DE ESCULTURA MATEO INURRIA

Ana Hernando

Entrega el premio: José Gabriel Astudillo y Juan Manuel López Reina

MEDALLA DE PINTURA EDUARDO CHICHARRO

Jorge Cortés

Entregan el premio: Borja Fanjul y José Gabriel Astudillo López

 

 

Para finalizar, la Secretaria General declaró “Desde este mismo momento, queda convocado el 93 SALÓN DE OTOÑO DE LA ASOCIACION ESPAÑOLA DE PINTORES Y ESCULTORES”.

Muchas gracias a todos, felicidades a los premiados y seleccionados, y feliz 92 Salón de Otoño.

La gran gala finalizó con la fotografía de familia de las instituciones, colaboradores, Junta Directiva y premiados de esta inolvidable edición del 92 Salón de Otoño de la AEPE

Los artistas seleccionados en el 92 Salón de Otoño han sido:

Pablo Alcalá-Zamora (Pablo Alcalá-Zamora González), Myriam Alcaraz (Myriam Alcaraz Ludeña), Javier Alemany (Javier Alemany de la Peña), Jorge Alvar (Jorge Pablo Alvar Ezquerra), Alberto Artigas Azcoaga, Atarraya (Luis Manuel Díaz Díez), Jimena Aznar (Jimena Aznar Rodríguez-Pardo), Miguel Barbero (Miguel Barbero Llorente), Mª Ángeles Bret (Mª Ángeles Bret Franco), Carmela del Casar (Carmela del Casar Ximénez), Rui Chen (Rui Chen Chen), Eva Contreras (Eva Contreras Francisco), Eloy Cordero (Eloy Cordero Padrón), Jorge Cortés (Jorge Cortes González), Leovigildo Cristóbal Valverde, Fiona Olimpia (Laura Fiona Cunilles Mula), Dabrowska (Carmen Dabrowski Pernas), Carmen Durán (Carmen Durán Sanz), Federico Echevarría (Federico Echevarría Sainz), Magdalena España (Magdalena España Luque), Carmen Espinosa (Carmen Espinosa Soto), Paz Esteban (Mª Paz Esteban Vacas), Ramón Estévez Abeytua, Andrés Galián Vivancos, Angar Jiménez (Ángel García Jiménez), Luis Javier Gayá (Luis Javier Gayá Soler), Alberto Gómez Ascaso, José Manuel Gómez Lorenzo, Vicente Hernaiz (Vicente Hernaiz Pascual), Ana Hernando (Ana Mª Hernando Torres), Juan Luis (Juan Luis Barud Dabrowski), Joaquín Calvo (Miguel Joaquín Calvo), Sophie Justet, Andrii Kovalyk, Ricardo Lamenca (Ricardo Lamenca Espallargas), Luis F. Lancho (Luis Francisco Lancho Jiménez), Pablo Linares Amor, Juan Manuel López-Reina (Juan Manuel López-Reina Coso), Marchante Serra (Yolanda Marchante Serra), Martínez Porras (José Antonio Martínez Porras), Adolfo Manuel Merino Mareque, Carlos Montero (Carlos Montero Viso), Luz Mari Morales (Luz Mari Morales Abiega), Laura Moret (Laura Moret Escrig), Pedro Muñoz (Pedro Muñoz Mendoza), Elena Muñoz Martín, Catalina Orart (Catalina Orozco de la Torre), Javier Ortas (Javier Ortas González), Francisco Ortega Guzmán – FOG (Francisco Ortega Guzmán), Paisano (Juan Manuel Paisano Tena), José María Pinto Rey, Félix Quiroga (Félix Quiroga Cubas), Rafamarinas (Rafael Marinas Piña), Gracia Ramírez Juan, Ricky Reese (Ricardo Reese), Ricardo Renedo (Ricardo Renedo Herranz), Marcial Rincón (Marcial Pérez Gutiérrez), Ro. Rosado (Rosa Rosado Maqueda), Juan Rodríguez Rodríguez, David Sánchez (David Sánchez Sánchez), Charo Santamarina (Rosario García-Santamarina), José Antonio Urosa (José Antonio Urosa Moujadami), Chantal Valeriani, José Valladares (José Valladares Moreno), Ron Zohar

Puedes seguir toda la información del 92 Salón de Otoño en esta misma web, pestaña Certámenes y Premios, donde encontrarás una galería de obras, las premiadas, seleccionadas, fotografías de la exposición y del acto de entrega de premios.

92 Salón de Otoño

de la Asociación Española de Pintores y Escultores

30 de octubre – 23 de noviembre de 2025

Casa de Vacas

Parque del Buen Retiro de Madrid

Pº de Colombia, 1. 28009 Madrid

De lunes a domingo, de 10 a 21 h.

Metro: Retiro (Línea 2)

Bus: 2, 20, 28

BICIMAD: Estación 102 (C/ Alcalá, 95) y Estación 60 (Plza. Independencia, 6)

 

 

 

 

Terrorismo artístico: crimen de guerra

Mª Dolores Barreda Pérez

Secretaria General

Secretaria Perpetua de la AEPE

 

Los talibanes del arte lo han vuelto a hacer. Esta vez la víctima ha sido la obra titulada “Primer homenaje a Cristóbal Colón”, un cuadro original de uno de los Socios Fundadores de la Asociación Española de Pintores y Escultores: José Santiago Garnelo y Alda (https://apintoresyescultores.es/los-directores-de-la-gaceta-de-bellas-artes-de-la-aepe-jose-santiago-garnelo-y-alda/)

Socio Fundador Nº 96, Subdirector del Museo del Prado, Director de la Academia Española en Roma y Director de la Escuela de Pintura, Escultura y Grabado de Madrid, ahí es nada.

La pintura, que se realizó en 1892 y se presentó en la Exposición Internacional de Bellas Artes de Madrid, que conmemoraba el IV Centenario del Descubrimiento de América, no destacó especialmente en aquella convocatoria y sin embargo, y tras algunos retoques, obtuvo la Medalla de Oro en la Exposición Universal de Chicago de 1893.

La obra inmortaliza la llegada de Colón a la isla de San Salvador, en el archipiélago de los Lucayos, mostrando el instante en que los indígenas entregan obsequios al Almirante de la Mar Océana.

Su calidad y técnica y el delicado juego de contrastes y sombras, son claves en esta obra que rezuma el gusto por el detalle, la minuciosidad en la representación de las calidades, el estudio arqueológico de los objetos y la predilección por la escena al aire libre.

Inspirada en el diario del navegante, contiene todas las particularidades de la escena relatada por Colón, no en vano el artista pertenece a la segunda generación de pintores de historia que tan bien reflejaron artísticamente hechos concretos del pasado.

El cuadro no es sólo una “fotografía” de la época, sino una reflexión sobre el encuentro de dos mundos, el poder de la fe y la ambición humana.

En la mañana del día 12 de octubre de 2025, dos terroristas llamadas Luna Lagos y Victoria Domingo, pertenecientes al movimiento de desobediencia civil no violenta Futuro Vegetal (qué contradicción entre el nombre del movimiento y la violencia ejercida contra el cuadro), irrumpieron en el Museo Naval de Madrid, en protesta por la celebración de la Fiesta Nacional.

Una vez ante la obra, lanzaron pintura roja biodegradable y ecológica contra el cuadro, y pese a que en casi todos los medios de comunicación se dice que el cuadro ha sido ya restaurado, lo cierto es que ha resultado dañando seriamente y su restauración costará al Estado, a todos los españoles, mucho dinero, sin mencionar las reacciones alérgicas que algunos miembros del personal del museo han tenido al haber estado en contacto con esa pintura “biodegradable y ecológica”.

Y es que reparar las muchas filtraciones de la pintura roja, barnices dañados, arrastre de polución y pérdidas de antiguas restauraciones, costará miles de euros (soles, lechugas, chistorras…) que tendremos que pagar todos los españoles.

Lo grave de todo este asunto no es ya en sí el dinero que costará, que también, sino la justificación del delito que se hace a todos los niveles al no haber producido el daño que se buscaba. Lo justifica así la prensa, las autoridades y las opiniones de influencers y youtubers, del público en general, que no encuentran en el hecho gravedad “real” y que además señalan que ya está “restaurado”.

 

En el centro del debate vuelve a estar la vulnerabilidad del arte ante la protesta. Del arte y de los artistas, que ya sabemos por experiencia cuánto sufren y lo que están pasando y lo poco que eso importa a los poderes públicos y estamentos oficiales.

Pero en realidad estamos hablando de terrorismo, de un crimen de guerra perpetrado contra el patrimonio mundial al ser un acto deliberado de destrucción, motivado por una ideología extremista que pretende destruir una parte de la cultura, la identidad y la historia nacional. Y es que defender la diversidad cultural es una obligación fundamental para construir sociedades más pacíficas, justo lo contrario a la acción que estas dos criminales realizaron.

Y digo bien y lo considero un crimen de guerra puesto que tras la destrucción del patrimonio cultural en Tombuctú, en el año 2012, la comunidad internacional reconoció que la destrucción intencional del patrimonio cultural era un crimen de guerra.

Pero claro, las dos criminales dicen que la pintura es biodegrabable y con esto ya todos disculpan su acción, puesto que no se han cargado el cuadro. Revelador. Yo quería robar en una tienda, pero como me han pillado, pues estoy disculpada y quería matar a fulanito, pero como no se ha dejado, pues no pasa nada. No he causado daño y por tanto, no hay delito.

Como ciudadana reconozco que esta forma de terrorismo, a base de destrozar patrimonio, es eso mismo, terrorismo y crimen de guerra, y que entre matar gente un día y manchar un cuadro con pintura otro, hay un universo de posibilidades, todas ellas delictivas.

No hay justificación posible para su acto. No me vale el sufrimiento que las dos criminales dicen estar atravesando por los indígenas del siglo XVI y sobre todo, y más preocupante, por las condiciones de cautiverio que atraviesan. Y es que las dos veganas, han denunciado que no les sirven comida sin ingredientes de origen animal, y eso para ellas, es un auténtico crimen abominable y denunciable.

Lo más grave de este asunto es el silencio taimado del Ministro de Cultura, que no ha abierto la boca, el twiter, ni las redes sociales, ni a título personal ni como cabeza del ministerio, para condenar la acción. Ni una palabra, ni una línea, ni un gesto. La Ministra de Defensa visitó el Museo para agradecer a las restauradoras y personal la rápida intervención, insistiendo en la importancia de preservar y proteger el patrimonio histórico que custodian las Fuerzas Armadas. Pero ni un reproche, ni una condena, ni una crítica, ni una línea de reprobación a la acción vandálica sobre este asunto inaceptable que demuestra una falta de respeto absoluta hacia la memoria artística e histórica de España y sus gentes.

Y el mundo de la cultura, ¿qué dice al respecto? Pues más de lo mismo. Nada. Como  cantantes, cineastas, actores y demás progres han utilizado su arte para la propaganda, ven natural que el ataque a los bienes artísticos sea otro medio más de propaganda, y como además acciones como esta no terminan haciendo ningún daño, pues parece ser que todo queda justificado.

Vandalizar el arte en nombre de cualquier reivindicación no es aceptable y termina restando credibilidad a la exigencia, pero mientras las condenas no sean públicas, notorias, enérgicas y ejemplarizantes, seguirán dejando la puerta abierta para repetirlas.

Es un riego gravísimo para el patrimonio, ningunear estos ataques con los que fomentar que el arte siga convirtiéndose en un objetivo de reivindicaciones.

Vivimos décadas de corrupción intelectual en las que reina la ignorancia, eso ya lo he dicho en más de una ocasión, y mientras sigamos a vueltas con la lucha de la conciencia histórica, reescribiendo hechos en aras de la conciencia social dominante en la actualidad, nada bueno saldrá de arruinar obras de arte únicas, porque además de un crimen de guerra, es un atentado continuo al futuro de la humanidad.

Nuestra identidad representada en objetos artísticos e históricos debería ser intocable, innegociable y penalizado fuertemente, pero a estas alturas de la película, mucho me temo que Luna Lagos y Victoria Domingo estén tan felices y comiendo perdices, perdón, lechugas de las del huerto y también de las “otras” en su casa.

Recordando… Nicanor Piñole Rodríguez

Obras, artistas, socios, pequeñas historias…

Por Mª Dolores Barreda Pérez

 

Nicanor Piñole Rodríguez

PIÑOLE RODRIGUEZ, Nicanor           P       1911(F  )       6.ene.1878      GIJON     GIJON      18.ene.1978

Socio Fundador de la AEPE

Autorretrato. Nicanor Piñole

 

Nicanor Pedro Vicente Piñole Rodríguez nació el 6 de enero de 1878 en Gijón.

Ingresó a los cuatro años en el colegio de monjas del Santo Ángel de Gijón, ​ y con doce pasó al Colegio de la Inmaculada, que en aquel entonces dependía aún del Real Instituto Jovellanos para sus estudios de segunda enseñanza, y que acababa de ser inaugurado en 1890, bajo la dirección de los jesuitas.

Con 14 años, en 1892, se traslada con su tío a Madrid para comenzar su formación artística en la  Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde tuvo como profesores a los también socios de la AEPE, Carlos de Haes, Dióscoro de la Puebla, Antonio Muñoz Degrain, Alejandro Ferrant y Fischermans y Nemesio Lavilla.

Así obtendría un premio especial de paisaje en 1897, ingresando en el estudio de Alejandro Ferrant, donde entabló amistad con los socios hermanos Valentín y Ramón Zubiaurre y Cristóbal Ruiz.

Tras un breve período en su ciudad natal, en 1900 se trasladó a Roma, donde compartió un estudio con Gili y Roig en Villa Straufera y fue asiduo del Círculo Internacional de Bellas Artes. Las experiencias vividas en Roma y su paso previo por París ejercieron una influencia determinante en su obra. En esta época conoce también en Francia al que habría de ser su gran amigo Pablo Picasso, dándose la circunstancia de que el primer premio que obtuvo Piñole lo compartió con él. Sin embargo, no tenía demasiado interés en continuar en París.

Autorretratos del artista

 

En este período, su personalidad artística queda plenamente definida en Familia pobre que presentó a la Exposición de Arte Moderno celebrada en Roma en 1902, a la Nacional de 1904 y a la Internacional de Buenos Aires de 1910, donde obtuvo una Medalla de Bronce. El tema central es una maternidad recogida y melancólica en la que Piñole deja constancia de su opción estética, basada en la sobriedad cromática, con un dominio de tonos ocres delicadamente matizados, y una sabia aplicación de las manchas de color que estructuran sólidamente el conjunto de la composición.

En 1902 regresó a Gijón, donde estableció su residencia definitiva, alternándola con prolongadas visitas a Madrid, ciudad en la que frecuentó tanto el Círculo de Bellas Artes, como las tertulias madrileñas de renovación artística. En estos lugares, trabó amistad con figuras tan representativas como Santiago Rusiñol, Ricardo Baroja y Miguel Anselmo Nieto, entre otros.

Vinculado a los concejos de Gijón y Carreño, y muy especialmente a la Quinta de Chor, residencia estival del pintor, cultivó con asiduidad la pintura de paisaje al aire libre. Son obras de pequeño formato, pintadas al óleo sobre cartón, en las que el soporte adquiere protagonismo cuando la pincelada se alarga y aligera de materia, en contraste con otras zonas en las que el trazo es más rico en empaste, corto y dinámico. Son visiones vitales y hedonistas, con una clara delimitación entre la zona ajardinada y la naturaleza abierta del valle de Prendes, que le servirán para desarrollar obras de mayor envergadura, alguna de las cuales presentó a la Exposición Nacional de 1904.

Retrato de Manuel Prendes

Familia pobre

La calle de los Moros al caer la tarde

A partir de 1912, con motivo de sus excursiones al puerto de Tarna y Pajares, comenzó a pintar sus primeros paisajes de montaña, tema que será recurrente en su producción posterior y muy especialmente a partir de 1941, cuando inició su amistad con José Ramón Lueje y se integró en la Agrupación Montañera Astur Torrecerredo. En ellos parte de una observación rigurosa de la realidad, pero trasciende su descripción meticulosa, en favor de lo esencial de una naturaleza intensamente vivida.

El retrato es otro de los géneros que Piñole cultivó con mayor asiduidad. De primera época son una espléndida serie de retratos de su madre, Brígida Rodríguez Prendes, sus tíos, Manuel y Manuela Prendes, sus primos y amigos más íntimos, protagonistas absolutos de gran número de dibujos con los que el pintor perseguía la rápida comprensión de lo esencial del carácter. Estos trabajos harán posible la extraordinaria profundidad psicológica y perfección técnica de sus retratos al óleo. En este género, Piñole es un claro exponente de la tendencia velazqueña que dominaba la pintura de aquellos años, especialmente destacable en el retrato que pintó a su tío Manuel Prendes en 1914, con el que obtuvo una Segunda Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1917. A la influencia de Velázquez, incorporó la de Goya, cuyas obras copió en el Museo del Prado, y muy especialmente la de James McNeill Whistler, cuyos retratos pudo admirar a su paso por París. En ellos se inspiró para los retratos de Félix Fernández Balbuena y Felipe Mon Camarasa que presentó a la Nacional de 1912, y para el de sus primos Ramón y Pepita Prendes de 1904, uno de sus mejores retratos. La austeridad de la paleta, la ligereza de la capa pictórica, que deja entrevista la textura de la trama del soporte, y las composiciones meticulosamente estudiadas, son algunas de las características más destacadas. Además, dentro de este género cabe destacar los numerosos autorretratos que realizó a lo largo de toda su vida con técnicas diversas, como lápiz, pastel, acuarela, tinta y óleo.

Las romerías y otras escenas de carácter popular, rural o marinero, fueron abordadas por Piñole en obras de gran formato, en la mayor parte de los casos concebidas para ser presentadas a las Exposiciones Nacionales.

El tratamiento retratístico de los personajes y la fidelidad en la recreación paisajística, destaca en estas composiciones, sólidamente construidas, con las que el pintor perseguía una visión renovada de los temas regionalistas que se alejara definitivamente de la pintura realista costumbrista de finales de siglo. Marineros en el puerto de Gijón (1906), La barraca (1916), De promesa al Cristo de Candás (1920), Recogiendo la manzana (1922), La primavera (1924), La hija del patrón (1924) y Estibadores (1927), son algunas de las obras más significativas con las que Piñole participó no sólo en las Nacionales, sino también en los llamados frentes de vanguardia, como la exposición celebrada en Madrid, en 1925, por la Sociedad de Artistas Ibéricos y las promovidas por la Fundación Carnegie de Pittsburgh en Estados Unidos.

Paisaje desde la Quinta de Chor

Segando hierba

Subiendo la montaña

 

Frente a ellas, destacan sus obras más íntimas, aquellas que se inspiran en la realidad cotidiana, en la que Piñole buscaba captar la belleza del pequeño detalle, en un canto poético que no está exento de melancolía.

Son escenas de la vida cotidiana familiar, de mujeres charlando en la playa y de niños en rincones urbanos, en las que priman unos valores formales que dotan a la obra de un profundo lirismo. En algunas, como Bazar o vida gris (1929), los objetos adquieren un inquietante significado, una presencia que va desplazando al elemento humano hasta llegar a la serie de “naturalezas muertas” que pintó entre 1927 y 1935, con la ayuda de unos muñecos articulados. Son obras que se vinculan a las corrientes plástico-literarias en boga a finales de la década de 1920, con las que Piñole entró en contacto a través del poeta Gerardo Diego.

A partir de la Guerra Civil el pintor se retiró definitivamente a Gijón, donde vivió junto a su madre, de la que realizó un magnífico retrato en 1951. El final de la contienda marcó el inicio de un período tranquilo y de aislamiento, dedicado a la pintura, que se verá interrumpido en la década de 1950 por la llegada del reconocimiento oficial.

Recogiendo la manzana

La Rula

Bueyes en la Plaza de Cibeles

En el puerto de Gijón

 

Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes y Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio

En 1972 Nicanor Piñole se casó con la asturiana Enriqueta Ceñal Costales (1924-1994), teniendo ella 49 años y él 94, aunque su relación se originó en 1942. Ella donó al Ayuntamiento de Gijón más de 700 obras y objetos del autor, con los que se inauguraría en 1991 el Museo Nicanor Piñole, en el antiguo edificio del Asilo Pola.

Falleció el 18 de enero de 1978 en Gijón, siendo enterrado en el cementerio de Ceares.

Su obra se adscribe al postimpresionismo y junto a Evaristo Valle, se le considera el principal responsable de la renovación del panorama artístico regional asturiano, y se expone en el Museo Nicanor Piñole de Gijón.

 

La fuente

Corpus en Carrió

Retrato de doña Brígida Rodríguez

 

Nicanor Piñole y la AEPE                            

Participó en el XV Salón de Otoño de 1931 con la obra titulada Bazar

Desnudo

Catedral

Rafael y Pepita Prendes

La Gran Vía

Londres

De promesa al Cristo de Candás

La vuelta de la romería

Pepita en la playa

El refugio

El torito

Romería

El viejo autobús

Estibadores

Distintas fotografías del artista en su madurez

 

Museo Nicanor Piñole

 

Plaza de Europa, 28, Centro

33205 Gijón

Asturias

Martes a viernes: 9.30 a 14.00 y de 17.00 a 19.30 horas,
Sábados, domingos y festivos: de 10.00 a 14.00 y de 17.00 a 19.30 horas.
Cierre: Todos los lunes del año. 1 y 6 de enero, martes de carnaval, 15 de agosto, 24, 25 y 31 de diciembre.

Creado en 1991 para acoger la colección de pinturas y dibujos que la viuda de Nicanor Piñole, Enriqueta Ceñal Costales, donó a la ciudad de Gijón. Su misión principal  es el estudio, conservación y difusión de la obra de este artista, uno de los principales responsables de la renovación de la pintura asturiana en el primer tercio del siglo XX.

Ubicado en  el antiguo Asilo Pola, la exposición permanente presenta una  amplia selección de óleos, bocetos, apuntes y dibujos de Nicanor Piñole, siguiendo criterios cronológicos y temáticos. Junto a las obras más relevantes de su carrera artística, se exponen objetos personales y una amplia selección dibujos que ofrecen una visión intimista del artista y de su entorno familiar.

El fondo  del museo lo integran la colección donada por la viuda del pintor y los depósitos del Museo Casa Natal de Jovellanos, Museo de Bellas Artes de Asturias y Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.

Dentro de la colección se encuentran representados todos los géneros que Piñole cultivó a lo largo de su dilatada trayectoria artística, el retrato, fundamentalmente autorretratos y retratos familiares, el paisaje, las naturalezas muertas y las escenas de carácter costumbrista, temática en la que aborda de forma original y renovadora el paisaje y paisanaje asturianos.

Un aspecto destacado de la colección del museo son los más de cinco mil dibujos, bocetos, apuntes, diseños de cartel, ilustraciones, etc. que aportan las claves fundamentales para interpretar  el proceso creativo de este artista de marcada vocación realista.

La colección pone de manifiesto la maestría del artista en el retrato, género que cultivó a lo largo de toda su carrera artística. Los más de trescientos autorretratos, además de los retratos de su madre y otros miembros de su familia, destacan por la captación psicológica de los modelos y por la delicada mirada que proyecta sobre los mismos.

El museo cuenta a su vez con una serie de objetos personales del artista entre los que destacan sus útiles de pintura, las medallas y reconocimiento que recibe a lo largo de su carrera, el archivo fotográfico de la familia,  su biblioteca y el mobiliario de su casa.

 

Los Directores de la Gaceta de Bellas Artes de la AEPE: Emilio Pina Lupiáñez

Por Mª Dolores Barreda Pérez

 

Los Directores de la Gaceta de Bellas Artes

de la Asociación Española de Pintores y Escultores

Emilio Pina Lupiáñez

 

PINA LUPIAÑEZ, Emilio             P       1979        25.jun.1937     MADRID           MADRID

 

Vicepresidente de la AEPE

Secretario General de la AEPE

Socio de Honor de la AEPE

 

Emilio Pina recibiendo el título de Socio de Honor en el 84 Salón de Otoño de 2017

 

Emilio Pina Lupiáñez (Madrid, 25 de junio de 1937 – Madrid, 8 de agosto de 2020) fue un pintor español.

Nació el 25 de junio de 1937 en la calle de Galileo del distrito de Chamberí de Madrid, cerca de la finca donde se encontraba el pequeño negocio familiar.

Su padre, Emilio Pina de Andrés, disponía de una buena formación como dibujante y había montado un pequeño taller artesanal dedicado a la producción de muestras y carteles publicitarios para los comercios, sobre todo de Madrid.

Su madre, Carmen Lupiáñez Pérez, era hija del pintor paisajista malagueño y también socio de la AEPE, José Lupiáñez y Carrasco.

El artista crece así en un ambiente familiar relacionado con el arte en el que la afición por la pintura y la música siempre estará presente durante toda su infancia y adolescencia.

Realizó sus primeros estudios en el Grupo Escolar Ramiro de Maeztu de la calle Fernando el Católico, e inició el bachillerato en el Colegio de los Hermanos Maristas de la calle Fuencarral, terminándolo en el Colegio Veyllón de la calle García de Paredes y examinándose en el Instituto Cardenal Cisneros.

Ya desde muy pequeño muestra interés por el dibujo y la pintura, iniciando en 1954 los estudios de música, su otra pasión, en el Real Conservatorio de Madrid, donde estudia solfeo, armonía y cinco cursos de piano.

Allí conocerá a Áurea Barba Rodríguez, pianista y sobrina del pintor Juan Barba, con quien contraerá matrimonio en 1962 y fruto del cual nacerán dos hijos, Emilio y Áurea.

El cupón de la ONCE

Vecindario

 

Durante tres años asiste a clases de dibujo en la Escuela de Artes y Oficios Artísticos  de la calle de la Palma. A su formación ayudó sin duda su trabajo en el taller de muestras y carteles publicitarios de su padre. En ese taller ejercitó técnicas de dibujo y, sobre todo, de pintura. El empleo de útiles, pigmentos, barnices y disolventes le aportará un sólido conocimiento de la técnica pictórica que se manifiesta en toda su obra.

Durante algún tiempo colaboró con el decorador polaco Janutz Worsnawsky, realizando trabajos de diseño gráfico y muestras publicitarias. En los años 60, las visitas y las conversaciones en el estudio de Juan Barba, tío de su mujer, ejercerán una gran influencia en su trabajo posterior.

La primera exposición de su obra tuvo lugar en 1966, en la Galería de Arte Berriobeña, situada en la calle Zorrilla, en la que expondrá después otras cuatro veces más.

En 1968 ingresa como socio en la Asociación Española de Pintores y Escultores,  llegando a ser  un miembro activo, lo que le permite relacionarse con otros pintores y, sobre todo, estar al corriente de su obra.

Entre 1984 y 1987 es nombrado Vicepresidente y desde 1990 hasta 1995 es Secretario General de dicha Asociación.

En 1974, tras cerrar su padre el taller, es contratado por una empresa de ingeniería para realizar perspectivas de grandes infraestructuras.

Guiñol

Casas

Autobús

El tren

 

En 1986 decide dedicarse exclusivamente a la pintura. Desde entonces su producción aumenta considerablemente y también sus exposiciones, que se multiplican por diversas ciudades españolas.

Tras más de 40 años de actividad pictórica, la enfermedad de Áurea, su mujer, le obliga a ir abandonando paulatinamente la pintura, actividad que cesa definitivamente en torno al año 2010.

Emilio Pina Lupiáñez falleció en Madrid el 8 de agosto de 2020.

La pintura de Pina Lupiáñez puede integrarse en la tradición de cierto costumbrismo madrileño de autores como Goya, Alenza, Eugenio Lucas y Juan Barba, entre otros. Un costumbrismo poético y, a veces, nostálgico y evocador de un Madrid castizo anterior al desarrollo y al cosmopolitismo.

Un Madrid casi primigenio de corralas, portalones, pequeños comercios y talleres artesanos, fiestas populares, guiñoles y tiovivos, aunque exento de tintes folclóricos.

Un Madrid, cuyos personajes sencillos e inocentes marcan, en gran medida, sus intereses y su temática como pintor. También el paisaje es motivo de atención, pero siempre interpretado de un modo personal.

El tiovivo

La taberna

 

Especial relevancia tiene el paisaje urbano: estaciones de ferrocarril, antiguos comercios, arrabales, siempre evocadores de un pasado prácticamente extinguido. Pina Lupiáñez pinta sin modelo, la mayor parte de su obra es fruto de su imaginación, su paleta de colores es amplia pero muy elaborada, y apenas hace uso de los colores puros.

Su obra se caracteriza por la representación de atmósferas y ambientes en los que se desarrolla la vida cotidiana de los más humildes. En este sentido, la obra de Pina Lupiáñez posee también cierta carga social. Con el tiempo, la temática se hace más compleja, aunque dentro de la misma línea, al tiempo que hace un empleo más sofisticado del color.

Su trabajo como pintor se complementa con su labor como dibujante, dentro de la misma temática y con un trazo intenso y vigoroso.

Tiene obra expuesta en el Palacio de Manuel Godoy de Villaviciosa de Odón, Madrid, y en colecciones  privadas de Canadá, Estados Unidos, Francia, Japón, República Dominicana, Rusia y Venezuela.

Sobre su pintura han escrito, entre otros, Juan José Alonso Millán, Marcelino Cuevas, Elena Flórez, Sol García Conde, Amalia García Rubí, Victoria Gassané, Paloma Herrero Antón, ​ Conchita Kindelan, Edorta Kortadi, Antonio Morales, José Luis Morales y Marín, Tomás Paredes, José Pérez Guerra, José Prados López, Wifredo Rincón García, Guillermo Rodríguez Mingorance, Javier Rubio Nomblot, Felicidad Sánchez Pacheco, Camino Sayago, ​ Juan Antonio Tinte, Ana Ustáriz,​ y María Aurora Viloria.

La obra de Emilio Pina Lupiáñez ha sido comentada en las revistas de arte: Arteguía, Artesfera, Anticuaria, Biométrica, Correo del Arte, El Punto de las Artes, Espiral de las Artes, Gaceta de Bellas Artes. Así como en los diarios: ABC, Arriba, Cinco Días, El Alcázar, El Mundo, El País, Expansión, Madrid, Pueblo, YA, Diario de Burgos, Faro de Vigo, Atlántico.

Exposiciones Individuales: 1966-1974 Sala Berriobeña. Madrid 1979-1981 Galería Torres Begué. Madrid 1980 Ayuntamiento de Sigüenza (Guadalajara); 1981 Diputación Provincial de Córdoba; 1984-1988 Galería Mayte Muñoz. Madrid; 1991 Galería Echeberría. San Sebastián (Guipúzcoa); 1993-2006 Galería Castelló 120. Madrid

 

Colectivas: Ediciones entre 1974 y 1991 delSalón de Otoño de la Asociación Española de Pintores y Escultores;   1976 Palacio de la Virreina de Barcelona; 1981 Exposiciones de Invierno, Galería Griffé & Escoda. Barcelona; 1982 Círculo Catalán de Madrid; 1988 VI Bienal Iberoamericana de Arte, Palacio de Bellas Artes, México, DF; 1989 Exposición “Cinco Pintores Madrileños de Hoy en Homenaje a Cinco Pintores Madrileños de Ayer”. Caja de Madrid. Barcelona; 1990-1991 I y II Certamen de Carnaval Casa del Reloj. Ayuntamiento de Madrid; 1991-1994 XIX Certamen Nacional de Pintura Caja de Madrid; 1994-1996  “Nueve Expresiones”. Madrid, Valladolid, Valencia y Vigo.

Ha sido galardonado con los siguientes premios: Accésit en el Certamen La Vaguada 1990; Accésit en el Certamen Cajamadrid 1991; Segundo premio Circulo Catalán en 1992; Mención de Honor en el Certamen Villa de Parla 1992; Premio Nido Textil en Pequeño Formato 1988; Primer premio Certamen Tema Jardines 1990; Tercer premio Certamen Tema Carnaval 1990; Primer premio Minicuadros 1991; Premio Casa del Reloj en el Certamen tema Carnaval 1991; Tercera medalla de dibujo Salón de Otoño 1979. Segunda medalla en 1981. Premio Araceli Treceño 1981; Premio Excmo. Ayuntamiento de Madrid Certamen de San Isidro 1981. Medalla Antonio Casero en 1987. Premio El Corte Inglés en 1992; Tercera medalla de Pintura en el Salón de Otoño 1984. Premio Ruiz Vargas 1984. Segunda medalla Pintura 1985. Premio Galería Xaloc, Caballete de Oro en 1985. Premio Santiago de Santiago en 1989; Primera medalla de Pintura en el Salón de Otoño de 1986. Premio Excmo. Ayuntamiento de Madrid 1986. Premio Santiago de Santiago y Medalla Eduardo Chicharro en 1989; Premio Extraordinario Reina Sofía en el Salón de Otoño de 1993 y Premio Espiral de las Artes.

Guiñol

La Tienda

Taberna

Sorpresa

Emilio Pina y la AEPE

Vicepresidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores de 1984 a 1987.

Secretario de la Asociación Española de Pintores y Escultores desde 1989 a 1996.

Fur Printer publicó un libro sobre su obra en 1996, figurando en el titulado Nueve Expresiones, editado en 1994.

Nombrado Socio de Honor en el 84 Salón de Otoño de 20017.

Participó en las siguientes ediciones del Salón de Otoño:

47 Salón de Otoño de 1979: Marionetas

48 Salón de Otoño de 1980: El violinista, La venta, La loca de los gatos y La posesa

49 Salón de Otoño de 1981: Los gigantones, La doncella y las máscaras, El monumento y La lección

Salón de Bellas Artes de 1982: Paisaje, Casi libres, Grandes ideas y Sueños fantásticos

50 Salón de Otoño de 1983: Amor eterno, Loca con gatos y La sorpresa

51 Salón de Otoño de 1984: Noticias, Duelo a la luz de la luna,, Lo tendrá todo y Todo tiene precio

52 Salón de Otoño de 1985: Arrepentimiento, Cazatalentos, Vecindad y Árboles

53 Salón de Otoño de 1986: Dibujo I, Dibujo II y El tren

54 Salón de Otoño de 1987: Los curritos

55 Salón de Otoño de 1989: El baile

56 Salón de Otoño de 1989: Entrada al cine

57 Salón de Otoño de 1990: Carnavalada

58 Salón de Otoño de 1991: Enamorada

59 Salón de Otoño de 1992: Sin título

60 Salón de Otoño de 1993: Publicidad

62 Salón de Otoño de 1995: Charanga

Pídola

Portalón

Paisaje

Nevada

Globos

El baile

Payaso

Figuras en la playa

Playa

Esperanza Huertas Izquierdo

Por Mª Dolores Barreda Pérez

 

LAS PRIMERAS ARTISTAS DE LA

ASOCIACION ESPAÑOLA DE PINTORES Y ESCULTORES

Desde su fundación en 1910, y después de haber tratado en anteriores números a las Socias Fundadoras de la entidad, y las participantes en el primer Salón de Otoño, vamos a ir recuperando de la memoria colectiva, el nombre de las primeras socias que vinieron a formar parte de la Asociación de Pintores y Escultores.

Esperanza Huertas Izquierdo

HUERTAS IZQUIERDO, Esperanza    P       1977     24.oct.1925     Sta. CRUZ MUDELA      MADRID        set. 2014

 

Esperanza Huertas nació el 24 de octubre de 1925 en Santa Cruz de Mudela, Ciudad Real.

Era la sexta hija del matrimonio formado por Francisco Huertas, hijo de un maestro de escuela,  y Vicenta Izquierdo, hija del guardia civil Antonio Izquierdo, que tuvieron también otros hijos: Juan, Francisco, Daniel y María Paz.

El cabeza de familia trabajaba en Obras Públicas, estando destinado en Logroño, donde nacerían sus hermanos, y en Ciudad Real, donde nacería la artista.

La familia pasó la Guerra Civil en Santa Cruz de Mudela, donde su padre fue fusilado en 1936, en Carrión de Calatrava.

Tras la contienda, se instalaron en Madrid y Esperanza estudió en las Teresianas de la calle Goya, donde aprendería nociones básicas de pintura.

Pasó después por la Escuela de Artes Decorativas.

En 1943 se casó, a los 18 años, con el fiscal de tasas, Valeriano Rodríguez Olleros, que con el tiempo fue Decano de los Magistrados de Trabajo y miembro del Tribunal Central de Trabajo. Tuvieron tres hijas: Esperanza, Cristina y Ana. En 1971 falleció el marido.

Tras el fallecimiento de su marido, en 1971, retomó su vocación de pintora y recorrió numerosos pueblos de Madrid, La Mancha y Extremadura.

Bodegón del asombro

Bodegón del te

 

En 1977 expuso sus óleos en la Sala Macarrón de Madrid. Con este motivo, el diario Pueblo publicó una reseña que firmaba Conchita de Kindelán, en la que se leía: “Esperanza Huertas siente la pintura desde muy joven, y es una gran artista, pero sus deberes de familia, que los antepone, como mujer que es, a los de su carrera, no la dejan consagrarse a ella, hasta que, más libre ya, decide dedicarse a la pintura y atrapar con gran rapidez y tenacidad el tiempo perdido. Notándose las buenas enseñanzas, bien asimiladas, del gran profesor que tuvo en la Escuela de Artes Decorativas, las obras de Esperanza son sencillas, muy realistas, pero con una gran sensibilidad y su pintura, muy cuajada, es la de un pintor que no ha dejado de serlo, sentirlo y trabajarlo toda su vida, y por esto dan esta sensación de obras definitivas, estudiadas y logradas. Sus pueblos, sus pobres y viejas casas, sus desvencijadas puertas, sillas, lozas, patios, ambientes humildes y cotidianos, porque Esperanza es manchega, y su alma vibra con pasión ante estas realidades rurales que ama y esta fuerza la transmite a sus bodegones y paisajes con vigorosas y seguras pinceladas. Y con la espátula, a estas viejas maderas, ruinosas paredes, a la noble loza de Talavera y a las jugosas frutas. Pinta con gran valentía, sin concesiones femeninas o suaves cromáticas. Pintura auténtica, sin trampa, tal como ve las cosas, y las ve reales y bien, con el ojo y el trazo seguro de consumada artista, pero sin olvidar de poner esa gran pasión, alma y lirismo que le brota y hace adorable su obra, porque sabe frenarla y encauzarla como una veterana. Esperamos que siga su brillante carrera y consiga todo el éxito de público que merece, porque en las críticas ya lo tiene”.

En La Estafeta Literaria también se pudo leer: …”Plasma en sus lienzos escenas representativas de un costumbrismo rural: hombres y mujeres, interiores de viviendas, rincones de callejuelas y fachadas de esa rústica arquitectura que tanto encanto conservan es armonioso el dibujo  apasionado el color, aun cuando éste aparece embebido en tonalidades evanescentes que dan constancia de una luz intensa, amortiguada en delicadas gamas. Dada su honestidad en el bien hacer, en el plasmar e interpretar la realidad que contempla, se puede esperar mucho de esta pintora que, aun alejada de la actividad expositora por unos años, hace patente en su obra actual que no ha perdido fuerza su vocación pictórica”.

En 1981 se presentó al IX Certamen Nacional de Arte Caja de Ahorro de Guadalajara, Premio de Pintura 1981.

En 1982 presentó una exposición de óleos en la Galería Kreisler de Madrid. En las escuetas reseñas de la muestra, se dice que la autora ha sido seleccionada en varias bienales nacionales e internaciones y finalista de diferentes premios: “Esta artista pinta las cosas que ama para infundirles así un signo imperecedero”.

En 1983 consiguió la Medalla de Plata del XI Certamen Nacional de Arte de la Caja de Ahorros de Guadalajara, Premio de Pintura 1983 por su obra titulada “Cosas mías”.

Calor de primavera

Conviven en armonía

Cosas de mi taller

 

Seleccionada del I Premio de Pintura Durán de 1984.

En 1985 participó en la III Bienal de Pintura de la institución Gran Duque de Alba de la Diputación Provincial de Madrid.

En 1986 figuró como seleccionada en el VIII Certamen Nacional de Pintura Adaja, celebrada en la Sala de Arte Reyes Católicos de la Caja de Ahorros de Ávila.

En 1992 expuso sus cuadros figurativos en la Galería Espalter de Madrid.

En 1993 fue seleccionada en el II Premio de Pintura “López Villaseñor” de Ciudad Real.

En 1995 presentó sus obras en Caja Salamanca y Soria de Palencia. Con este motivo, El Diario Palentino publicaba: “Esperanza Huertas nos ofrece sus interiores y bodegones llenos de objetos familiares y amados. Son entornos desordenados por el uso… esta exposición forma parte de una itinerante, iniciada el 17 de febrero en Valladolid, que podrá verse en Palencia hasta el 29 de marzo y posteriormente visitará Salamanca y Zamora”.

También se decía que la muestra la componían veintiún óleos que …”nos introducen en un mundo personal, en un universo hecho de interiores y bodegones donde las flores “rabian” de color e intensidad y los objetos nos invitan a mirarlos desde su propia mirada… Hoy, cuando pocas cosas parecen sorprendernos, esta pintora lo hace con su amalgama de objetos amados, su color y la fuerza de sus composiciones… Es una sinfonía de objetos amados –repetidos incluso- llenos de vida por el contacto y el uso que sugieren, una sinfonía de colores y pinceles intensos, una particular oda a las cosas”…

En 1996 fue seleccionada en la exposición itinerante del X Premio de Pintura BMW, que recorrió distintas ciudades españolas.

En 1997 fue seleccionada para la exposición de obras del Premio Villa de Madrid de pintura, celebrada en el CC Conde Duque.

Falleció en Madrid, el 10 de septiembre de 2014.

Bodegón de invierno

Algo singular

 

Sus obras, en una gran mayoría bodegones, muy peculiares y singulares, aprovechan todos los objetos de su alrededor para composiciones personales alejadas de cualquier corriente pictórica que los críticos han llegado a llamar «antibodegones».

La pintura de esta artista transmite un concepto resuelto a base de elementos elegidos o cotidianos a su entorno. Humor e ironía se filtran en esta pintura que suele dialogar con el arte del pasado, en una suerte de citas u homenajes a los pintores y escritores que admira.
Una pintura en la que se refleja su visión del mundo a base de reflexiones sobre la condición humana, manifiestas a veces en los títulos expresivos de sus cuadros. Naturalezas muertas, bodegones de instrumentos musicales, objetos domésticos, muñecos o bibelots que cobran el papel de personajes antes sus referencias personales, culturales o literarias. Pensamientos sobre el paso del tiempo y la vanagloria del mundo y sus cosas, por lo que algunos de sus cuadros cobran el valor expresivo de las vanitas del Barroco.

 La pintora busca sus objetos en el campo de tiendas insólitas, antigüedades, almonedas, mercadillos o vejerías, donde encuentra los modelos adecuados para la historia que desea contar, para la composición que va a desplegar en sus cuadros. Un mundo propio que aflora con fuerza en una pintura, siempre al óleo, dibujada y colorista.

Ganó entre otros galardones, Premio Goya de Pintura del Ayuntamiento de Madrid en 1991; Premio Molino de Oro 1990, en Valdepeñas; Premio Extraordinario Reina Sofía en 1989; Premio Caja Madrid 1986; Medalla Eduardo Chicharro del 52 Salón de Otoño; Primera medalla del 50 Salón de Otoño en 1983; Premio Pámpana de Plata 1983, en Valdepeñas o V Certamen de Pintura 2010 Mutualidad General Judicial.

Baúles

Bodegón de la pajarita pinta

 

Realizó su primera exposición individual en la galería Madelca de Salamanca a la que siguieron otras en las galerías Macarrón, Kreisler, Alfama y Espalter de Madrid. Igualmente expuso en el palacio Casa de los Botines de León (1999); en el Centro Cultural Conde Duque (1997) o en la Sala de la Caja de Salamanca y Soria, Valladolid, Palencia, Salamanca y Zamora (1995); Fundación Gulbenkian, Lisboa, 1988. También lo hizo en el Museo de Bellas Artes de Ciudad Real (2002). En 2003 tuvo una exposición antológica itinerante por los museos de la Comunidad de Castilla-La Mancha como el Museo de Arte Contemporáneo de Albacete o Museo de Valdepeñas (Ciudad Real).

En 2002 el Ayuntamiento de Santa Cruz de Mudela la nombró hija predilecta y adquirió una de sus obras. Además, puso su nombre a una calle céntrica. Esperanza leyó un pregón de fiestas del pueblo en 2002.

Han escrito sobre su obra Antonio Bonet Correa, Antonio María Campoy, Victoriano Cremer, Juan Adrianssens, Juan Manuel Bonet, Carlos García-Osuna, Carmen Pallarés, Francisco Nieva, Francisco Prados de la Plaza, José Marín Medina y otros.

Sus cuadros se encuentran en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid; Museo Municipal Arte Contemporáneo de Madrid (Centro Cultural Conde Duque); Museo Municipal de Valdepeñas; Museo de la Guardia Civil, Madrid; Museo Calouste Gulbenkian, Lisboa, (Portugal)… También se encuentra su obra en colecciones privadas de España (colección Jesús Bárcena en Valdepeñas), Gran Bretaña, Francia, Alemania, Portugal, Suiza y Estados Unidos de América.

Interpretación de la madre de Edipo

 

Esperanza Huertas y la AEPE

Participó en la Exposición de Bellas Artes de 1976 con la obra titulada En la calle Mayor de Candelario

45 Salón de Otoño: La silla baja y Baúles

46 Salón de Otoño: Un rincón de mi taller

47 Salón de Otoño: Pájara pinta

48 Salón de Otoño: Macetas y Bodegón del tronco

49 Salón de Otoño: Bodegón de la mesa y Cosas mías

Salón de Bellas Artes de 1982: Uso y Abuso

50 Salón de Otoño de 1983: Bodegón del asombro

51 Salón de Otoño: Cosas de mi taller

52 Salón de Otoño: Tiempo sosegado

55 Salón de Otoño: Septiembre (trabajo de chinos)

62 Salón de Otoño: Septiembre (trabajo de chinos)

Bodegón del verano

Bodegón hípico

El Diario Palentino 1995

Pueblo, 1977

Otro gran Salón de Otoño

José Gabriel Astudillo López

Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores

Cuando vea la luz este nuevo número de la Gaceta de Bellas Artes, la AEPE habrá acabado de inaugurar el 92 Salón de Otoño. En esta difícil carrera de superación de obstáculos que vive el arte y las exposiciones hoy en día, ha sido todo un logro llegar a esta edición del certamen artístico más antiguo y prestigioso de los que se convocan en España.

Con premios específicos de pintura, escultura, dibujo, grabado y acuarela, la gran gala de las bellas artes que vivimos, vuelve a escribir una página gloriosa en la historia de nuestra institución, en la historia del arte de España.

Desde estas líneas, me gustaría agradecer la aportación que hacen quienes colaboran con la AEPE para que el Salón de Otoño sea una realidad: la Comunidad de Madrid, la Junta Municipal de Retiro, el CC Casa de Vacas, Tritoma, el Ayuntamiento de Getafe, el Ayuntamiento de Móstoles, la Fundición Codina, Inmobiliarias Encuentro, Santiago de Santiago, la Agrupación Española de Acuarelistas, la familia de Álvaro Alcalá Galiano y la Fundación Down Madrid. Y por supuesto, a los artistas, participantes, seleccionados y premiados, sin cuyo concurso nada de esto habría sido posible.

Es de ley agradecer también la labor de mi Junta Directiva, especialmente de la Secretaria General y Secretaria Perpetua de la AEPE, Mª Dolores Barreda Pérez, artífice real de todo nuestro trabajo, gestora cultural inmejorable y alma mater de nuestra entidad.

Pero aún no hemos acabado el año. Todavía nos queda por inaugurar el X Salón del Dibujo, Grabado e Ilustración con el que intentamos que estas disciplinas resurjan y cobren la importancia que creemos tienen y sean nuevamente consideradas en el panorama artístico actual.

Y ya sabéis que acabamos de convocar otros dos certámenes con los que inaugurar el año 2026: Solo Arte y el 61 Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura, que cuenta con la indispensable colaboración de GOOGLE.

Siempre os repito que todo nuestro trabajo no sería posible sin vuestra participación y concurrencia. Para ello trabajamos, creando oportunidades y abriendo camino para que tengáis ocasión de mostrar vuestro arte, ese del que bien podemos presumir en una institución como la nuestra, que cuenta con los más grandes artistas de España.

Un fuerte abrazo,

Llevamos 115 años haciendo arte

115 años de pasión por el arte

115 años haciendo cultura en España

AÑO SANTIAGO DE SANTIAGO: En el 100 aniversario de su nacimiento

Socio de Honor

Vicepresidente de la AEPE

La obra que se encuentra en la esquina izquierda del Teatro Campoamor de Oviedo con la calle Diecienueve de Julio, fue realizada en bronce pulido e inaugurada el 3 de mayo de 2011.

Con una altura de 2,35 metros y un peso de 165 kilogramos, fue donada por el escultor al Ayuntamiento ovetense (que se encargó de su fundición) y representa, apoyada en una peana, a una mujer ejecutando un paso de danza.

La obra transmite una sensación de ligereza que el escultor ha querido transmitir con la utilización del bronce pulido como material.

Bailarina, Oviedo

AÑO BOTÍ GAITÁN: En el 125 aniversario de su nacimiento

Socio de Honor

     Ya en las pinturas de la década de los 80, Botí se vuelve más austero y geométrico en los paisajes, tiende a desaparecer definitivamente la línea y queda el lienzo dividido en secciones y planos de color y breves trazos rápidos y repetitivos de mancha rayando en el expresionismo abstracto, con francas semejanzas, por ejemplo, con el pintor luso Hilario Teixeira Lopes; un expresionismo que conjuga a la vez con una vuelta a lo posimpresionista y a pinturas que recuerdan a la amplia galería de árboles y bodegones florales de Van Gogh, y paisajes al modo de Cezanne.

Nota vespertina

AÑO BENEDITO VIVES: En el 150 aniversario de su nacimiento

Socio Fundador

Vocal de la Junta Constituyente

Socio de Honor

Tesorero de la AEPE

 

La afamada bailarina fue también retratada por Boldini,  que pintó su gracilidad y la coquetería de su feminidad, pero que Benedito transformó en sutileza y delicadeza, que sugiere siempre algo más allá, una melancólica y hasta tímida desazón art nouveau.

 Ingrávida, entre suavizados fondos azulados, marrones y ocre, liviana por estar representada en torno a fondos neutros, vacíos, sobrios, sin figuración, al estilo de algunos retratos de Velázquez, el cual fue la referencia principal del artista.

Cleo de Merode

 

AÑO ÁLVAREZ DE SOTOMAYOR: En el 150 aniversario de su nacimiento

Presidente de la AEPE

Socio Fundador

Socio de Honor

Director del Museo del Prado

 

Es evidente el paralelismo del conjunto de este retrato de S.M. el Rey Alfonso XIII con el retrato de Felipe IV cazador, de Velázquez, pintor muy admirado por el gallego.
Fue encargado para el Ministerio de Instrucción Pública, donde presidió el despacho de la máxima autoridad ministerial hasta la proclamación de la Segunda República Española.

 

S.M. el Rey Alfonso XIII

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