«Mariano Benlliure: la grandeza de un genio»

El estudio de Mª Dolores Barreda Pérez

protagoniza la separata de la revista Crevillente: Semana Santa 2023

 

El pasado día 22 de marzo de 2023, tuvo lugar el acto de presentación de la revista «Crevillente. Semana Santa 2023», en el Museo de la Semana Santa de la localidad alicantina, una revista que llega a su número 86, siendo una de las más decanas de las que se publican en España y que vio la luz por primera vez en 1925.

Presentada por la Federación de Cofradías y Hermandades de la Semana Santa de Crevillente, la publicación recoge un año más los artículos enviados por todas las cofradías y hermandades que integran la Federación. La separata, es obra de Mª Dolores Barreda Pérez, Secretaria General de la Asociación Española de Pintores y Escultores, y  lleva por título “Mariano Benlliure: la grandeza de un genio”, dedicada al escultor, con motivo de la reciente celebración del 75 aniversario del fallecimiento del artista valenciano.

Durante su intervención, el Presidente de la Federación de Cofradías y Hermandades, José Antonio Maciá, destacó el trabajo de Mª Dolores Barreda Pérez, agradeciendo la implicación que en todo momento ha tenido la Asociación Española de Pintores y Escultores en la presentación del Año Benlliure, y la asistencia de su Presidente, José Gabriel Astudillo López, autor además de los dibujos que acompañan al trabajo de la separata, y otros miembros de la Junta Directiva.

Por su parte, Mª Dolores Barreda Pérez se dirigió al numeroso público asistente, entre los que se encontraba el Alcalde de Crevillente, José Manuel Penalva, así como distintos concejales de la corporación municipal, los representantes de la cofradías y hermandades que integran la federación, el director de la publicación, representantes eclesiásticos y cofrades y devotos que siguen una Semana Santa declarada «Fiesta de Interés Turístico Internacional».

En su intervención, la Secretaria General de la AEPE agradeció la confianza depositada en ella, a la hora de realizar la separata de la magnífica revista.

Declaró además que «Es para mí un motivo de orgullo haber colaborado de esta forma, con un pequeño granito de arena, en el homenaje y conmemoración del 75 aniversario del fallecimiento de Mariano Benlliure.

El genial escultor valenciano tiene la inmensa suerte de contar con los mejores garantes de su memoria en Crevillente, una ciudad que atesora su herencia, la custodia y la venera, y le imprime ese sol y esa luz que sólo los artistas valencianos han conseguido mostrar al mundo.

Para mí ha resultado un auténtico reto afrontar este trabajo, básicamente, porque de Mariano Benliure se ha dicho ya casi todo. Se ha escrito también de todo. Sobre todo, de su obra.

Por eso he centrado mi trabajo en abordar su vida desde un punto de vista distinto, presentándola como algo nuevo, de una manera atractiva e interesante.

Y así, he procurado incidir en datos más anecdóticos, en aquellos que a pesar de ser conocidos, no han sido tan divulgados y en otros muchos que pese a olvidarse, no han querido ser recordados.

Todo ello, antes que datos y cifras frías y distantes, me han permitido presentarles un perfil humano de la grandeza del gran genio del arte español.

Como Secretaria General de la Asociación Española de Pintores y Escultores, también he querido abordar la relación de nuestra centenaria entidad con Crevillente.

Pese a la distancia, pese a quien crea que en nada nos atañe, tanto la localidad como nuestra entidad, defienden el origen de todo lo que tiene que ver con Benlliure.

Crevillente custodia una rica colección de obras compuesta por modelos y bocetos en escayola, que luego se utilizaban para realizar las obras en materia definitiva como el mármol, el bronce o la madera. 

Es decir, modelos de suma fragilidad, pero de gran valor, porque representan la primera idea en el proceso creativo del escultor y son por tanto piezas originales de un valor artístico incalculable.

Por su parte, la Asociación Española de Pintores y Escultores guarda a su vez la idea original del artista, de la que nacimos hace ya 112 años.

Como veis, compartimos así ser el germen y el principio de las ideas y de las obras de Mariano Benlliure. Una coalición asombrosa y única que escasas veces se da en el mundo del arte.

De Mariano Benlliure se puede decir todo, lo cual nos llevaría días, semanas, meses… y se puede decir nada, sólo contemplando una de sus obras, que es como me ha dejado la visita al maravilloso Museo Benlliure de Crevillente. Completamente muda.

Quizás lo que más me ha impresionado de todo sea el orgullo de los ciudadanos de Crevillente por sus museos y por su patrimonio artístico, y eso me ha producido una inmensa satisfacción al comprobar que no sólo habéis tratado de custodiar el legado cultural recibido del pasado, que vivís en el presente y que transmitiréis en el futuro, sino que habéis logrado articular el modo de difundirlo para protegerlo.

En ese sentido, la celebración del Año Benlliure ha sido un completo éxito, por el que debemos felicitar y aplaudir a quienes han hecho posible llevarlo a buen término.

No quisiera despedirme de ustedes sin agradecer de forma especial el trabajo y dedicación de José Antonio Maciá. Sé que es muy valorado por cuantos le conocemos, pero también deberían conocer la inmensa labor que ha realizado y el espléndido trabajo que ha hecho en el Año Benlliure.

Por supuesto, agradecer al Ayuntamiento de Crevillente la sensibilidad demostrada en apoyo del arte y la cultura, a su Alcalde, José Manuel Penalva, su corporación, y al Museo Mariano Benlliure, a la Federación de Cofradías y Hermandades de Semana Santa de Crevillente, al Museo de Semana Santa de Crevillente, a los vecinos de esta ilustre villa y a los amantes del arte y la escultura.

Y por último y no menos importante, a José Gabriel Astudillo, mi Presidente, por haber ilustrado con sus dibujos esta separata.

A punto de celebrar una de las fiestas más grandes para Crevillente, solo puedo desearos una Semana Santa espectacular y que os guste mi trabajo.

Muchas gracias»

 

 

 

Recordando… Eduardo Barrón

Obras, artistas, socios, pequeñas historias…

Por Mª Dolores Barreda Pérez

 

Eduardo Barrón González

BARRON GONZALEZ, Eduardo          E    1910        02.abr.1858     MORALEDA VINO(Za)          MADRID        23.nov.1911

 

Autorretrato con medallas

 

Eduardo Barrón González nació en Moraleja del Vino, provincia de Zamora, el 2 de abril de 1858.

De una familia humilde, su padre era zapatero y veía cómo el muchacho tallaba con sus cuchillas sobre la madera que cogía de los olivos.

El cabeza de familia fallece cuando Eduardo cuenta con catorce años, pero su inclinación artística no pasó desapercibida por el maestro ni por el banquero y paisano Anastasio de la Cuesta, al corriente del talento del joven, que para ayudarle, le posibilitó con una ayuda de tres reales diarios que se formara en el taller del imaginero Ramón Álvarez, en Zamora.

Allí compaginó el aprendizaje con los estudios de dibujo y figura en el Instituto Provincial de Segunda Enseñanza y en la Sociedad Económica de Amigos del País. La formación en el estudio incluyó también la restauración de imágenes y muebles que tan útil le sería en el futuro.

El artista en 1877

 

El artista en su estudio

 

Con su esposa, María Casanova

 

El artista en 1910

 

Retrato de Eduardo Barrón por José Villegas

 

Eduardo Barrón en 1890

 

Pese a no estar matriculado oficialmente, su talento y disposición le valieron que fuera becado por la Diputación de Zamora con una pequeña ayuda, y en 1877 se traslada a Madrid a estudiar en la Escuela de Pintura, Escultura y Grabado, trabajando en los talleres de Elías Martín y de Francisco Bellver, donde podrá ganar algo de dinero con el que ayudar a la familia.

En 1881finaliza su carrera con un brillante expediente académico y obtiene por oposición el título de profesor de Dibujo.

La Diputación de Zamora vuelve a pensionarle para con una beca para la Academia de Roma, donde tendrá como compañeros a Vicente Palmaroli y a Francisco Pradilla.

Allí realizó la más famosa de sus obras, la estatua de Viriato, que hoy se puede contemplar en la plaza del mismo nombre de Zamora. Logró fundirla en bronce y la envió a España , presentándola a la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1884, logrando la Medalla de Plata de primera clase.

Regresa a España y gana por oposición una pensión para la Academia Española de Bellas Artes de Roma, donde permanecerá por espacio de cuatro años.

Son años de estudio y de trabajo, en los que realiza otra de sus grandes obras: Adán después del pecado o el Relieve de Santa Eulalia ante Daciano y Roncesvalles , logrando Mención de Honor con ellas.

Justo antes de finalizar su pensionado, y por expreso deseo del Papa León XIII, los padres Capuchinos le encargan la realización de la decoración de la capilla española de la Basílica de Loreto, donde Barrón realizó una colosal escultura sedente de San José con el Niño Dios en mármol de Carrara.

La Capilla Española en la Basílica de Loreto

Santa Teresa y San José y el Niño Dios de la Basílica de Loreto

 

A su vuelta, se instala en Madrid, primero en un estudio de la glorieta de Atocha para finalmente fijar su taller en la calle Ferraz, donde realiza la escultura y monumento a Hernán Cortés que luce Medellín , en Badajoz.

 

Ganador del concurso para la realización del monumento a Colón de Salamanca, en 1892 logra el cargo de conservador de la Sección de Escultura del actual Museo del Prado, ampliando su labor tres años más tarde, con la de conservador-restaurador, redactando en 1907 el primer catálogo de la colección de escultura del museo.

En 1898 contrae matrimonio con María Casanova, unión de la que nacerán dos hijos: María Concepción y Eduardo Vicente.

En 1904 presentó a la Exposición Nacional de Bellas Artes el grupo Nerón y Séneca, una de sus obras más grandes y conocidas, con el que ganó la Medalla de Oro y le valió encargos como el del Ayuntamiento de Cádiz, para realizar la estatua de Castelar.

Estatua de Castelar en Cádiz

 

En 1910 es nombrado académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, siendo además miembro de la Real Academia Hispano Americana de Ciencias y Artes de Cádiz y llegando también los honores y distinciones, entre las que destacan  Caballero de la Orden de Carlos III; comendador de número de Isabel la Católica y Caballero de la Orden de Santiago concedida por el rey de Portugal.

El 23 de noviembre de 1911, cuando salía de la Real Academia de San Fernando y se dirigía a sus labores en el Museo del Prado, cayó fulminado víctima de un derrame cerebral, muriendo en el acto cuando contaba con tan solo 53 años.

Una parte considerable de su producción se conserva en el Museo de Zamora,  gracias a la donación efectuada por su hijo en 1963, integrada por modelos en escayola de algunas de sus principales obras, y a la realizada por su nuera y sus nietos en 2004. En total ingresaron en el Museo once esculturas además de seis pinturas, entre ellas dos autorretratos y un retrato inacabado que le hizo el pintor José Villegas Cordero, también socio de la AEPE.

Alegoría de la Industria y la Minería que corona el Ministerio de Agricultura de Madrid

 

Entre sus principales obras encontramos: el Monumento a Viriato, 1884; Adán después del pecado, Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid, 1885; Santa Eulalia ante Daciano, Basílica de San Francisco el Grande de Madrid, 1885; Roncesvalles, 1887 obra destruida; San José con el Niño Dios de la Capilla de San José o Española del Santuario de Loreto, en Italia, 1888 — 1889; el Monumento a Hernán Cortés de Medellín, Badajoz, 1890; el Monumento a Cristóbal Colón de Salamanca, 1893; el Relieve de la Minería y la Industria de la Escuela de Ingenieros de Minas de Madrid, 1895; Nerón y Séneca o La educación de Séneca, del Museo del Prado que se encuentra en depósito en el Museo de Zamora, 1904 y fue Medalla de Oro en la Exposición Nacional de Bellas Artes de ese año; y el Monumento a Emilio Castelar de Cádiz, 1905.

La directiva del Museo del Prado. En primer término José Villegas y detrás Eduardo Barrón

Roncesvalles

Tentación

 

 

Viriato

 

Eduardo Barrón y la AEPE

En 1910 fue elegido Vicecontador de la primera Junta Directiva de la Asociación de Pintores y Escultores.

Su prematura muerte en 1911, truncó sus seguros deseos de colaborar con tan alta empresa.

En el año 2014, la Asociación Española de Pintores y Escultores presentó la exposición titulada “Tres siglos de escultura: Fundición Codina”, que pudo verse del 15 de octubre al 1 de diciembre en el Castillo de San José de Valderas de Alcorcón, y en marzo de 2015 pasó a la Sala Lorenzo Vaquero de la Fábrica de Harinas de Getafe, finalizando su periplo en el mes de mayo en la Sala José Saramago de Leganés.

Entre las obras que se exhibieron figuraba el bronce de Séneca y Nerón, una reducción de la escayola del original del Museo de Zamora, perteneciente a la Fundición Codina que se fundió en 1907 y fue un regalo del autor a la casa como muestra de amistad.

Nerón y Séneca

 

La escultura fue la única que se salvó de ser destruida en los hornos durante los años de la guerra civil, cuando la Fundición fue confiscada para fabricar bombas, al esconder la pieza en el fondo de un viejo bidón para las ceras, donde permaneció olvidada hasta los años 50, cuando al realizar el traslado del taller, de la calle Cartagena a la de Albarracín, apareció intacta en el fondo del bidón.

La escultura también participó en la exposición que bajo el título de EScultura, tuvo lugar en el Centro Cultural San Clemente de Toledo en mayo de 2018.

Adán o después del pecado

 

Los Directores de la Gaceta de Bellas Artes de la AEPE: Ángel Vegué Goldoni

Por Mª Dolores Barreda Pérez

 

Los Directores de la Gaceta de Bellas Artes

de la Asociación Española de Pintores y Escultores

 

La  Gaceta de Bellas Artes 1929: Ángel Vegué y Goldoni

Al dejar la presidencia José Francés, la revista siguió con el comité de redacción formado por Jesús María Perdigón, Angel Vegué, Ramón Pulido y Pedro Gª. Camio, como secretario, al que después se incorporó Antonio Ortíz de Echagüe como Presidente, pero no como director de la Gaceta.

 

Ángel Vegué y Goldoni

 

VEGUÉ GOLDONI, Ángel                                          Cr.    <1929                                                      Toledo                                  MADRID

 

Vocal de la AEPE

 

Ángel Vegué en 1926

 

Ángel Vegue y Goldoni  nació en 1877 en Toledo.

Era hijo del platero toledano Claudio Vegue y Muñoz, que según escribió su propio hijo, “tuvo una tienda en el número 84 de la calle del Comercio, donde se conserva aún una artística fachada de gusto del Renacimiento, ideada por él, con yeserías platerescas y azulejería auténtica muy artísticamente combinadas. El Sr. Vegue ha sido el último de los verdaderos orfebres toledanos; entendía con singular gusto el gótico local del XV, y conocía profundamente todos los secretos de su oficio. A más de distinguirse como repujador, unió al conocimiento de las piedras preciosas el ser un engastador hábil”.

Ángel fue alumno de la Universidad Central de Madrid, en la que estudió Filosofía y Letras, logrando el doctorado en 1911 con la tesis titulada: ‘Los sonetos ¿al itálico modo? de Don Iñigo López de Mendoza, marqués de Santillana’.

En 1906 ostentaba el cargo de secretario tercero de la sección de literatura, que presidía Emilia Pardo Bazán, del Ateneo de Madrid, al que siempre estuvo unido.

Profesor de Teoría e Historia de las Bellas Artes en la Escuela de Estudios superiores del Magisterio en 1913, pasó después como catedrático de Historia del Arte a la Universidad Central, estando bien relacionado con la élite cultural española de su tiempo.

Ángel Vegué, el cuarto por la drcha. de bigote comisión organizadora III centenario El Greco 1914

 

Aficionado a la música antigua, era gran amigo de Manuel de Falla.

1921

 

Desde esa fecha escribió críticas de arte y todo tipo de artículos en revistas como La Lectura, Revista de archivos, Bibliotecas y museos, Prometeo, Revista general de enseñanza y bellas artes, Nuestro tiempo, Arquitectura, El Imparcial, La Voz, El País, Toledo…

Conferenciante e implacable defensor de la ciudad de Toledo y todo lo que tuviera que ver con su patrimonio material e inmaterial, solicitó en numerosas ocasiones la declaración de Toledo entero como monumento nacional para evitar el saqueo que denunciaba estar sufriendo la ciudad.

Casado con Consuelo Avalos y afincado en Madrid, en la calle General Pardiñas, 12, fue también académico de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo.

 

ABC 1934

Brillante conferenciante, poseía en Toledo una magnífica mansión, …“según Félix Urabayen, quien afirma, además, que desde la torre de la catedral se divisa «la magnífica parra que cubre el patio de Angelito Vegue, «as» toledano del chismorreo erudito. Si el amigo se decidiese a enseñar su casa mediante dos reales a los turistas, no necesitaba volver a escribir una crítica de arte en su vida», en «Por los senderos del mundo creyente».

En 1923 el entonces duque de Alba, Jacobo Fitz-James Stuart y Falcó, contactó por primera vez con el arqueólogo Howard Carter en el Cairo y tramitó una invitación formal para que el inglés viniera a España a hablar de su descubrimiento.

El 24 de noviembre de 1924 llegó Howard Carter a Madrid. A las seis de la tarde de ese mismo día ofreció en la Residencia de Estudiantes la primera de las dos conferencias que tenían planificadas y que, debido al gran éxito de público, tuvo que trasladarse a un mayor aforo.

La primera jornada de la visita del arqueólogo se cerró con una cena que el duque de Alba dio en su honor en el Palacio de Liria.

El día 25 Carter visitó el Museo Arqueológico Nacional y, posteriormente, el Museo del Prado. Era hijo de pintor, tenía cualidades para el dibujo y siempre reconocía abiertamente que era una de sus pasiones.

El día 26 fue recibido por el rey Alfonso XIII en el Palacio Real y, posteriormente, ofreció su segunda conferencia, a la que asistieron los monarcas.

La jornada más curiosa de todas la protagonizó el 27 de noviembre de 1924. El duque de Alba ofreció por la mañana a Howard Carter la posibilidad de visitar la cercana ciudad de Toledo, a la que Jacobo Fitz-James Stuart estaba muy unido cultural y familiarmente.

Además, en Toledo se conservaban algunos de los mejores cuadros del Greco, lo que fue una oferta irrechazable para el pintor frustrado y arqueólogo brillante.

Las crónicas de la época destacan que Carter visitó «los edificios más emblemáticos de Toledo», pero sin especificar. Sin duda paseó por el Alcázar, la Catedral, la Casa del Greco, alguna de sus sinagogas y, la iglesia de Santo Tomé y su Entierro del Conde de Orgaz.

En esa visita, el duque de Alba y su amigo contaron con un cicerone de excepción. El catedrático de Arte Ángel Vegue y Goldoni, toledano de pura cepa, fue el guía de la jornada. Todo un lujo para Carter. «Persona muy culta», reseña a Vegue el periódico La Vanguardia.

No quedan testimonios exactos de lo que hizo Carter en Toledo, tampoco fotografías, pero lo cierto es que estuvo todo el día en la ciudad hasta que por la noche regresó a Madrid, en donde celebraron una nueva cena en su honor en el Hotel Ritz.

Al término de la misma, Carter pronunció unas palabras de agradecimiento que fueron registradas por el diario ABC. En ellas elogió, por encima de todo, «al Museo del Prado y a Toledo»; que causaron una grata impresión en el arqueólogo.

En estos años, Ángel Vegue centra su vida en la enseñanza, la crítica de arte ejercida en distintos medios y todo tipo de iniciativas artísticas en las que estaba involucrado.

El artista fotografiado en su estudio en 1929

 

Así, en 1934 figuraba como Patrono del Museo Nacional de Artes Decorativas de Madrid, cuando asistió a la Conferencia de Museografía de Madrid celebrada en ese año.

Falleció en 1939.​

El Fígaro, 1920, tras la conferencia que pronunció en el Ateneo

 

A su muerte, la viuda, que atravesaba difíciles momentos económicos, puso en venta la biblioteca que había logrado reunir su marido, con expreso deseo de que el destino de la misma fuera la Diputación Provincial de Toledo, para evitar desperdigar y dispersar una colección de valor toledanista.

Con fecha de 16 de septiembre de 1940, se incoó expediente de responsabilidad política  contra su persona, de manera póstuma.

1932 Tertulia literaria en el café de Lyon, el periodista Santiago de la Cruz y Ángel Vegué

 

Autor de innumerables artículos y críticas de arte, es también autor y traductor distintas obras:

La “Biblia Rica” de San Luis, Rey de Francia, 1931

La dotación de Pedro Fernández de Burgos en la Catedral de Toledo y Gerardo Starnina, 1930

El cardenal Quiroga, retratado por el Greco, 1928

En torno a la figura del Greco,  1927

Un San Pablo del Greco inédito hasta hoy, 1927

Lambert, E.: Tolède. – París, 1925,  1926

Un gran libro; la duquesa de Alba y Goya, 1928

La exposición franciscana, 1927

La sociedad española de excursiones visita el palacio de Cervellon, 1919

Las estatuas sepulcrales de Palacios de Benaver; contribución al estudio de la escultura funeraria medieval en Castilla, 1917

Gerardo Starnina en Toledo, 1930

Mengs, Bayeu y Maella en la Catedral de Toledo, 1930

Goya visto por Carlos Baudelaire, 1929

El centenario de Goya en el museo del Prado, 1929

Un lugar común en la Historia del Arte Español ; el cambio de estilo en Tiziano, Navarrete, el Greco y Velázquez, 1928

Una carta de Jacobo de Trezzo y dos de Pompeo Leoni, 1926

Kehrer, Hugo: Spanische Kunst von Graco bis Goya, 1928

Encina, Juan de la: Goya en zig-zag, 1928

Esculturas de Blay y de Inurria; breves notas de arte, 1925

La exposición del traje regional, 1925

Tres salas del Museo Romántico, 1921

Dieulafoy, Marcel,  El arte en España y Portugal , 1920

España y Portugal, 1929

España y Portugal: Manual del Viajero y del Turista, 1929

Ángel Vegue y Goldoni y la AEPE

Perteneció al comité consultivo para la Exposición de Arte Aplicado que organizó el Círculo de Bellas Artes en 1918.

Jurado del certamen de carteles sobre la Exportación Agrícola en 1928.

Jurado de la Exposición Nacional de 1930 por la Asociación de la Prensa.

Vocal del Patronato del Museo Nacional de Artes Decorativas en 1931.

Vocal de Círculo de Bellas Artes en 1932.

Nombrado Vicedirector del Museo del Traje y Artes Populares del Pueblo Español, en 1934.

Colaboró en la Gaceta de Bellas Artes con no menos de 26 artículos entre 1928 y 1936 con variados temas: El arte gótico en España, El encaje en España, Paisaje español…

Vocal de la Junta directiva de la Asociación de Pintores y Escultores de 1929 a 1931.

María Rosa Bendala Lucot

Por Mª Dolores Barreda Pérez

 

LAS PRIMERAS ARTISTAS DE LA

ASOCIACION ESPAÑOLA DE PINTORES Y ESCULTORES

Desde su fundación en 1910, y después de haber tratado en anteriores números a las Socias Fundadoras de la entidad, y las participantes en el primer Salón de Otoño, vamos a ir recuperando de la memoria colectiva, el nombre de las primeras socias que vinieron a formar parte de la Asociación de Pintores y Escultores.

 

Mª Rosa Bendala Lucot

BENDALA, Mª Rosa                  P.D       1936          s             ALGECIRAS                     MADRID

Civdad, 1935

 

María Rosa Bendala Lucot nació en Algeciras, en 1912.

Era hija del militar Manuel Bendala Palacios y de Luisa Lucot Bribes, de la localidad francesa de Burdeos.

Sus primeros estudios los realizó en Ceuta y Santa Cruz de Tenerife, acusando los continuos desplazamientos que con motivo del trabajo del cabeza de familia, sufría la familia.

En 1927 se establecen definitivamente en Madrid. Rosa recibe clases particulares de dibujo, demostrando una innata facilidad que esta formación particular potencia.

En 1931 presenta un óleo al Concurso Nacional del Círculo de Bellas Artes de Madrid.

Ingresa ese mismo año en la Unión de Dibujantes Españoles que organizan anualmente el Salón de los Humoristas, en donde al cabo de unos años, formó parte de su Junta Directiva.

En 1932 participa en el XV Salón de Humoristas y en el Salón Internacional de Humoristas de Viena.

Ahora, 1933

 

Tararí, 1933

 

Por su amistad con el empresario teatral Francisco Torres, recibe el encargo de realizar los figurines para la revista musical Las niñas de Peligros, con los que logra un gran éxito en las críticas del momento y que le valen formar parte de la Compañía del Teatro Martín de Madrid.

Realizará también los figurines de la zarzuela Katiuska, la mujer rusa, en el Teatro Rialto, y de las revistas musicales ¡Toma del frasco! Y ¡Manos arriba!, en el Martín y Las tentaciones, en el Teatro Pavón.

Las continuas referencias en la prensa del momento que de su trabajo se hacían, se resumirían en lo que publicaba el Heraldo de Madrid, …“sobre figurines de María Rosa Bendala, lo que equivale a decir lujo, riqueza, originalidad y buen gusto”… o Ahora, …”figurines de la señorita María Rosa Bendala, son un derroche de riqueza y de arte. La joven y ya consagrada figurinista puede estar legítimamente orgullosa de poseer el difícil arte de hacer tan lindos modelos con solo unas pinceladas de color que en nada o casi nada ocultan -¡y así lo haga siempre!- los cuerpos, dignos de ser exhibidos”

En 1933 expone en el XVI Salón de Humoristas y participa en el Concurso de Carteles Electorales, además de continuar su trabajo en el teatro con las obras Ahí va la liebre, en el Teatro Maravillas, Piezas de recambio, en el Teatro Martín, la zarzuela Xuanon, en el Calderón, la opereta Las isla de las perlas, en el Coliseum y La flor de Hawai en el Victoria.

En el Concurso de Portadas de la revista Blanco y Negro, su dibujo titulado Nati, es elegido para la portada del 11 de noviembre de 1934.

Blanco y Negro, 1934

 

El reconocimiento por su buen trabajo artístico mereció el homenaje que en forma de banquete le rindieron sus compañeros de profesión.

La convocatoria se publicó en distintos periódicos y decía textualmente …“Son tantos los méritos que concurren en la señorita María Rosa Bendala, joven y ya ilustre figurinista de teatros, que consideramos obligado, en reconocimiento de aquellos méritos, rendirle un homenaje. Estimamos que María Rosa Bendala inicia con su arte magnífico y triunfador una era nueva en nuestros géneros de zarzuela y revista, merecedora de la estimación y homenaje de cuantos siguen con interés el desenvolvimiento del teatro español. A este efecto, nos reuniremos el lunes 6 de marzo, en el hotel Ritz, a la una y media de la tarde”…

La comida, aplazada en un principio, finalmente se celebró el 8 de marzo de 1933, y a la misma asistieron el caricaturista Manuel Tovar, la periodista Josefina Carabias, los dibujantes Federico Ribas, Gori, Pedraza Blanco, K-Hito, Antonio Robles, Salvador Barolozzi, Sidro, Tono… escritores como Mihura y Vegué y Goldoni…

En 1933 la revista ¡Tararí! publica una entrevista firmada por Antonio de Salazar, en la que se podía leer: …”Dibujaba desde mi más tierna infancia. En mis primeros momentos quise ser, nada menos, que pintora. Pero me molestaba mucho, no tenía afición y decidí dedicarme mejor al dibujo, para el que tenía unas condiciones si no sorprendentes, por lo menos más afortunadas… más tarde hice carteles y … cuando dibujé los trajes de Las chicas de Peligros, la prensa me puso por las nubes, y yo, más encariñada con mi nueva modalidad artística, trabajé con verdadero ardor… desgraciadamente loa artistas estamos muy mal avenidos. Nos tiramos los trastos a la cabeza y, en lugar de prestarnos mutua ayuda, procuramos hacernos polvo unos a otros… unos trabajos deben cobrarse a su verdadero valor; pero hay señores que por hacerlos y figurar los ofrecen completamente gratis, sin comprender que luego ellos, cuando están encumbrados, sufren las terribles consecuencias de estos regalos, que a nada conducen”…

Oposita a la Cátedra de Dibujo de Institutos de Enseñanza, para los que no se requería titulación alguna, sólo realizar los llamados “Cursillos del 33”, un proyecto republicano que dotaba de plazas a los colegios religiosos que habían pasado a ser institutos públicos.

Nuevo mundo, 1933

 

Mientras, se matricula en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, estableciendo amistad con Rafael Laínez Alcalá, Catedrático de Historia del Arte.

Consiguió la Cátedra de Dibujo en el Instituto Hispano-Marroquí de Ceuta, a donde se trasladará en 1934 para tomar posesión de su plaza.

A partir de ese momento, alternaba estancias entre Ceuta y Madrid, presentando obra a la Exposición Nacional de Bellas Artes y al Salón de Otoño, además del diseño de figurines de otras obras como Luna de mayo, del Teatro de la Zarzuela.

 

 

Colaboradora de la revista Civdad, donde publica dibujos de moda que acompaña con pequeños textos.

Presenta trabajos a la Exposición del Arte de Vestir, celebrada en Barcelona, donde recibe el Premio de Honor.

Realiza un viaje de estudios por Italia.

Participa en el XVII Salón de Humoristas y descubre el cine, para el que comienza a preparar diseños de vestuario. Lo hará para la película La señorita de Trévelez, de Edgar Neville y para Una mujer en peligro, de José Santugini, además de figurines para la revista ¡Alló Hollywood!, estrenada en el Teatro Coliseum.

Rosa Bendala pasó la guerra civil en Madrid. Para subsistir, tuvo la idea de confeccionar botones realizados con discos de madera y fichas de pasta que luego pintaba y barnizaba y con los que inundó las mercerías de un Madrid que en esa época, carecía de esta mercancía.

Afiliada a la Federación de los Trabajadores de la Enseñanza de U.G.T. trabajó como enfermera en el Hospital de Sangre del Socorro Rojo Internacional.

En 1939, una vez pasada la contienda, publicó en la revista Y, pero la tuberculosis la mantuvo ingresada en un hospital de la sierra madrileña y apartada de cualquier trabajo.

Recuperada la salud, creó una colección de tarjetas postales de trajes regionales que la Editorial Brújula publicó, pero que fue un fracaso económico, si bien realizó trabajos esporádicos para decoradores y artesanos textiles, volviendo al mundo del teatro, pero sin la asiduidad que antes tenía.

En 1944 diseñó los figurines de la revista Vértigo número 2, de la opereta Pañamariana de Guridi, Valses de Viena, en el Apolo de Barcelona y con un largo paréntesis, en 1952 regresa al cine, con la película Doña Francisquita, de Ladislao Vajda.

En 1951 participa en la Exposición de figurines de teatro que organizó la Asociación de Dibujantes.

 

 

En 1953 realizó el cartel mural que anunciaba la Exposición del Traje Regional en la Feria Internacional del Campo de Madrid.

En 1955 participa en la Exposición y concurso de abanicos que organizó Galerías Preciados.

En los cursos entre 1953 y 1956 se matriculó en Restauración de Obras de Arte de la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, acometiendo así los encargos de restauración que llevaba a cabo en la tienda de muebles y antigüedades donde trabajaba.

Los últimos años de su vida los dedicó a la restauración de cuadros que realizaba desde el taller de su domicilio en Madrid.

Falleció en Madrid, el 13 de noviembre de 1997, cuando contaba con 85 años, soltera y sin hijos.

En 2019 en la exposición de Dibujantas, pioneras de la Ilustración, realizada en el Museo ABC, se exhibió su obra Nati, que fuera portada de ese diario en 1934.

Rosa Bendala y la AEPE                                               

Participó en el XV Salón de Otoño de 1935, en la sección de dibujo, figurando inscrita como residente en Madrid, en la calle Ramón de la Cruz, 64, con tres obras de igual título:

256.- Avance para una moda española, dibujo

257.- Avance para una moda española, dibujo

258.- Avance para una moda española, dibujo

 

El 5 de abril se inaugura el VIII Salón de Arte Abstracto

La Sala de Exposiciones “Eduardo Úrculo” de  Tetuán acogerá desde el día 4 y hasta el 27 de abril de 2023, la exposición de las obras seleccionadas en el VIII Salón de Arte Abstracto que organiza la Asociación Española de Pintores y Escultores, para el que se han seleccionado más de 60 obras, de entre más del centenar presentadas, y en la que participan reconocidos autores con diferentes estilos y con unas propuestas siempre renovadas.

El Jurado en esta ocasión ha estado formado por José Gabriel Astudillo López, Presidente, Mª Dolores Barreda Pérez, Secretaria del mismo, ambos con voz pero sin voto, y los vocales Alicia Sánchez Carmona, Antonio Téllez de Peralta, Paloma Casado, Ana Martínez Córdoba y Jesús Alcolea Ríos.

Además, y como se venía haciendo de forma habitual antes de la pandemia, formó parte del jurado un socio de la AEPE elegido al azar, que en esta ocasión fue Cristóbal Rodríguez Leiva.

En el acto de inauguración, que tendrá lugar el día 5 de abril de 2023, a las 19 h, está previsto que se lleve a cabo la entrega de los premios del salón: la Medalla de Pintura José María López Mezquita, la Medalla de Escultura Ángel Ferrant y Vázquez, así como las Menciones de Honor que el jurado haya determinado para la ocasión.

Al acto de inauguración asistirán el Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, José Gabriel Astudillo, el Vicepresidente de la entidad, Juan Manuel López-Reina, la Secretaria General, Mª Dolores Barreda Pérez,  el resto de miembros de la Junta Directiva, además de la Concejal del Distrito de Tetuán, acompañada de los servicios culturales de la Junta Municipal.

Los artistas seleccionados en esta ocasión para integrar la exposición del VIII Salón de Arte Abstracto de la AEPE, son:

Roberto Abajo (Roberto Abajo Brázquez)

Carmen Abascal

Boris Albarrán (Boris Reymar Albarrán Saavedra)

Margarita Algora (Margarita Algora Weber)

Jorge Alvar (Jorge Alvar Ezquerra)

Inmaculada Aranguren (Inmaculada Aranguren Pascual)

Asián (Fernando Asián del Barco)

C. Baco Covarrubias (Mª Carmen Blanco Covarrubias)

Carmen Bonilla (Carmen Bonilla Carrasco)

Pepe Ceacero (José Ceacero Haro)

Valeriano Cortázar (Valeriano Cortázar Pérez)

Leovigildo Cristóbal Valverde

Higinio Díaz-Marta – Gini (Higinio Díaz-Marta Garrón)

Federico Echevarría (Federico Echevarría Sainz)

Trini Energici (Mª Trinidad Energici)

Equipo Línea Viva (Rafael Alfonso y Montserrat Lucas)

Juan Escors (José Juan Escors Díaz)

Carmelo Esteban (Carmelo Esteban Gracia)

Soledad Flores (Soledad Flores García)

Fondevila (José Antonio Fondevila García)

María de Francisco Salces

Odín Manuel (Odín Manuel Fuentes Martínez)

D G Andersson (Daniel García Andersson)

M. García García (María García García)

Olga Gómez (Olga Gómez Hernández)

Mena (Rafael Gómez Mena)

Isabel Gómez Moreno

Juan Antonio González Sáiz – Juanchi (Juan Antonio González Sáiz)

Argentina G. Tamames (Argentina González Tamames)

Marien de Haro (Marien de Haro Moreno)

Manuel Hernández (Manuel Hernández Díaz)

Guillener (Rafael Herrera Guillén)

Társila Jiménez (Társila Jiménez Peñarrubia)

Rosa M. Lecumberri (Rosa M. Lecumberri Rodríguez)

Pablo Linares Amor

Llilli (Encarnación López Ortiz)

Esther López Valls

Nacho Mallagray (Ignacio Mallagray Izquierdo)

Emilio Martínez Sánchez

Ricardo Mas (Ricardo Mas Ortiz)

Angela Mengíbar (Angela Mengíbar García)

Isabel Momparler (Isabel Momparler Juan)

Cándido Monge (Cándido Monge Pérez)

Antonio Montañes (Antonio Montañes Ayesa)

Laura Moret (Laura Moret Escrig)

Antonio Moro   (Antonio Moro Galonce)

Cari Muñoz (Caridad Muñoz Muñoz)

Concha Navarro (Concepción Navarro Conde)

Ana I. Plaza (Ana Isabel Plaza Carcelén)

Carlos Pleguezuelos

Fannel  (Ana Carolina   Ramírez Caraballo)

Gracia Ramírez Juan (María Gracia Ramírez Juan)

Toni Strelero (Antonio Rodríguez Anaya)

María Félix (Mª Carmen Félix Rodríguez García

Ro. Rosado (Rosa Mª Rosado Maqueda)

Ángel Rueda (Ángel Rueda Rodríguez)

Nuria Ruiz de Alegría

Chus San (Mª Jesús Sánchez Gómez)

Susana Sánchez de la Sierra

Edmundo Sanz-Gadea (Edmundo Sanz-Gadea Goncer)

Carolina Sauca (Carolina Sauca Hernández)

Juan Bartolomé Soler (Juan Bartolomé Soler Gil)

Leticia Vázquez (Leticia Vázquez Carpioquez)

 

 

VIII Salón de Arte Abstracto

Del 4 al 27 de abril de 2023

Inauguración 5 de abril de 2023, 19 h.

Sala de Exposiciones “Eduardo Úrculo”

De lunes a sábado: De 9 a 21,30 h.

Junta Distrito de Tetuán

Plaza Donoso, 5. 28029 Madrid

Metro: Ventilla (línea 9)

Bus: 177, 42

Fallo del Jurado y entrega del 58 Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura

César Orrico

58 Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura

 

S.M. la Reina Doña Sofía es la

Presidenta de Honor de la centenaria entidad desde 1964

 

 

S.M. la Reina doña Sofía presidió el 6 de marzo en el Salón de Actos de la Casa de Vacas del madrileño Parque del Retiro, el acto en el que se dio a conocer el fallo del Jurado y la entrega del 58 Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura que organiza la Asociación Española de Pintores y Escultores, en colaboración con Google.

Desde un poco antes de las siete de la tarde, el Presidente de la AEPE, José Gabriel Astudillo López, el Director de Políticas Públicas y Relaciones Institucionales de Google España, Miguel Escassi, y la Secretaria General de la Asociación Española de Pintores y Escultores, Mª Dolores Barreda Pérez, esperaban la llegada de Isaac Sastre de Diego, Director General de Bellas Artes del Ministerio de Cultura y autoridad designada por el gobierno para acompañar a S.M. en el acto. Allí fue recibido junto al resto de invitados asistentes al acto.

 

José Gabriel Astudillo, Miguel Escassi e Isaac Sastre esperaron entonces la llegada puntual de Doña Sofía, que acudió después a saludar a la Junta Directiva de la Asociación Española de Pintores y Escultores, integrada por Juan Manuel López Reina, Mª Dolores Barreda Pérez, Alicia Sánchez Carmona, Antonio Téllez de Peralta, Paloma Casado, Carmen Bonilla Carrasco, Fernando de Marta,  Manuel Díaz Meré y Jesús Alcolea, con quienes posó para el recuerdo de una emotiva foto de familia.

 

Saludó después S.M. la Reina Doña Sofía a algunas de las autoridades invitadas, como el Concejal de Retiro, Santiago Saura, la Concejala de Moncloa-Aravaca, Loreto Sordo, el Concejal de Hortaleza, Alberto Serrano, y el Ex Alcalde de Madrid, José Mª Álvarez del Manzano.

 

Después, S.M. la Reina Doña Sofía, saludó a los miembros del Jurado presentes en el acto: Josetxo Soria Checa, Javier Sierra, Tomás Paredes, Eduardo Naranjo, Antonio López, Paula Varona, Ricardo Sanz, Dolores  Chamero, Wifredo Rincón, José Luis Fernández, Sebas Velasco, Juan Antonio Sánchez y Álvaro Hernández.

 

Tras los saludos iniciales, S.M. la Reina Doña Sofía presidió la mesa en el Salón de Actos habilitado para acoger el fallo del Premio que lleva su nombre, en la que estuvo acompañada por el Director de Políticas Públicas y Relaciones Institucionales de Google España, Miguel Escassi, el Presidente de la AEPE, José Gabriel Astudillo López, el Director General de Bellas Artes, Isaac Sastre de Diego,  y por Mª Dolores Barreda Pérez, Secretaria General de la Asociación Española de Pintores y Escultores y Secretaria del Jurado, quien presentó el acto.

Miguel Escassi se dirigió a los asistentes en un breve discurso en el que destacó el decidido apoyo de GOOGLE a la cultura y al arte:

La Asociación Española de Pintores y Escultores da cita a dos de las siete bellas ates anualmente para celebrar las expresiones más sinceras de los artistas que congrega. Gracias al Premio Reina Sofía, esas expresiones salen de sus talleres una vez al año para reconocerse entre ellas y apelar al alma de quienes las contemplan.

Para Google, el Premio Reina Sofía es más que un certamen, simboliza de la manera más pura nuestro apoyo y compromiso con el ate y la cultura españolas. Este año cumplimos 20 años de presencia en España y, casi desde el principio, hace ya tres lustros, iniciamos en España Google Ats & Culture, nuestra forma de que la información artística y cultural sea accesible para cualquier persona, esté donde esté.

En Google nos esforzamos por hacer, precisamente, lo que la AEPE domina desde hace 58 años: reconocer el trabajo y los sentimientos de todos los que comparten con nosotros su visión de la cultura. Así, a través de proyectos Google Ats & Culture, cientos de millones de personas en todo el mundo ya pueden explorar el Museo Guggenheim de Bilbao desde sus casas; descubrir el legado del padre de la gramática española, Antonio de Nebrija o descubrir la importancia y diversidad de los pequeños negocios del archipiélago canario.

El Premio Reina Sofía, gracias al gran José Gabriel Astudillo, está cargado de algo que nos hace soñar; en el ahondamiento del ser humano en su propia virtud. Por eso, año tras año, nos es tan grato recibir la llamada de José Gabriel para participar en este premio que resalta el lado más virtuoso de nuestra existencia.

Para nosotros, y soy consciente de que para el resto de miembros del jurado, ha sido un verdadero reto poder seleccionar solo unas pocas de las obras que han llegado a nuestros ojos. Ninguna de las que tenemos el honor de incluir en este catálogo nos ha dejado indiferentes.

Los artistas aquí representados nos han permitido perdernos en un sinfín de colores, estructuras y texturas imposibles de describir y evadirnos de nuestro frío día a día, invitándonos a adentrarnos en la expresión más sincera de su ser. Por ello, en nombre de Google, agradezco la valentía y el compromiso de todos los participantes.

Aprovecho, como no podría ser de otra forma, para reconocer el trabajo de la AEPE, el compromiso del jurado, la implicación de todos los artistas que participan en esta edición y de los que han participado en las 57 anteriores y el apoyo de S.M. la Reina Doña Sofía como embajadora del arte y cultura nacionales, por permitirnos celebrar juntos, un año más, estas obras que apelan al alma de todos nosotros”.

 

Tras él, tomó la palabra el Presidente de la AEPE, José Gabriel Astudillo López:

“El Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura es uno de los certámenes más prestigiosos de los que se celebran en España y es además, uno de los buques insignia de la actividad artística y cultural que lleva a cabo la Asociación Española de Pintores y Escultores.

El Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura acumula ya una larga y prestigiosa trayectoria en el panorama artístico español, al haber sabido ensalzar a artistas y creadores, al haberles ayudado en su trayectoria e impulsado su carrera y proyección internacional, alcanzando de esta forma el prestigio, el reconocimiento y el renombre que todo artista busca y ansía.

Esta edición del galardón, la número 58 ya, es una celebración radiante del arte, una manifestación especial y única, un agradecimiento a quienes con su arte, con su esfuerzo y su talento, contribuyen a hacer de España ese reducto emblemático del arte del que sólo seguimos su acreditada tradición. Un premio que viene a contribuir para que el arte español sea más y mejor conocido, y tengamos renovadas razones para enorgullecernos y deleitarnos en él.

Es ésta también una ocasión única para mostrar nuestro agradecimiento a todos los artistas, no solo por el servicio que están realizando a la sociedad, sino también por esa capacidad de aunar la excelencia en sus disciplinas diferentes, pero intrínsecamente ligadas por el denominador común del talento creativo.

Es precisamente ese talento el que descubrimos al contemplar las obras reunidas en esta increíble exposición, con la seguridad de que esos dones que exhiben en sus trabajos nunca han dejado de estar abonados por las virtudes del esfuerzo, la constancia, la innovación, y la inquietud creativa; todas con un denominador común: un profundo amor al arte.

Detrás de cada uno de los autores seleccionados, hay una gran obra común con la que los artistas están contribuyendo a hacer de España un lugar mejor para vivir.

Y todo esto tan grande en su conjunto, lo estamos haciendo desde la Asociación Española de Pintores y Escultores, una entidad a punto de cumplir 113 años de historia que es a su vez, historia viva del arte de España, y que con actuaciones como esta, demuestra que sigue vivo el espíritu con el que se fundó.

Una tarea en la que no estamos solos, ya que contamos con la inestimable ayuda de Google, que desde hace ya muchos años, viene apostando por nuestra entidad como referente y garante del arte de España, y que ha sabido ver en la identidad de este premio una apuesta decidida y firme por las artes plásticas, justificando así sobradamente su apoyo y cercanía.

Quisiera agradecer a todos los artistas participantes, hayan sido seleccionados o no, su concurrencia al mismo, porque de esta forma vienen a hacer grande este Premio. Una selección que ha sido dura, pero que ha venido determinada, además de por la calidad exigida, por el espacio expositivo disponible, lo que ha hecho aún más difícil su selección.

A los seleccionados, finalistas y ganador, nuestra felicitación y mejor deseo de que el 58 Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura les sirva de impulso para seguir desarrollando con pasión su contribución al arte español. Felicitación y recuerdo que hacemos extensible a los premiados que recibieron años atrás su galardón.

Mi particular reconocimiento, así mismo, a los miembros del Jurado, grandes maestros en sus respectivas disciplinas y quehaceres profesionales, que han sido escogidos para ser garantes del certamen, pero que también, a través de sus destacadas carreras artísticas, vienen a contribuir al desarrollo del arte en España y vienen a engrandecer la historia de la Asociación Española de Pintores y Escultores.

No es posible olvidar la comprensión y el cariño que nos brindan Miguel Escassi y Josetxo Soria, pareja a la que sus predecesores en Google nos demostraron, y cuyo apoyo firme y decidido nos impulsa a continuar trabajando con entusiasmo por el arte y los artistas.

A nuestro anfitrión, el Ayuntamiento de Madrid, nuestro agradecimiento sincero, pero para ser justos, la implicación personal de Santiago Saura en el proyecto de la Asociación Española de Pintores y Escultores no puede pasar inadvertida, puesto que ha sido inmensa y considerable, encontrando en él un firme apoyo que nuestra entidad no podrá olvidar.

Apoyo inestimable del equipo profesional que dirigido por Dolores Chamero, hace de la Casa de Vacas del Parque del Retiro, un punto estratégico en la vida artística de Madrid, en el que dignificar un Premio como este.

Igualmente, debo reconocer el mérito, la paciencia, la tenacidad, la indomable voluntad y lucha, la singular profundidad y profesionalismo de la Secretaria General de la AEPE y Secretaria Perpetua, Mª Dolores Barreda Pérez, artífice fundamental para llevar a buen puerto este Premio. Toda palabra queda corta para agradecer sus desvelos y algún día deberemos dedicar una especial mención a su dedicación y trabajo.

Deseo dejar plasmado también mi personal agradecimiento a los compañeros de la Junta Directiva de la AEPE por su entrega y dinamismo, por su fidelidad y contribución.

Es un honor poder agradecer el inestimable apoyo que siempre nos brinda la Presidenta de Honor de la Asociación Española de Pintores y Escultores, S.M. la Reina Doña Sofía, demostrando una vez más el compromiso continuado y entusiasta de la Corona con la cultura y el arte de España, pero sobre todo, su implicación personal para con esta casa y su cariño constante a los artistas, para los que siempre tiene unas palabras de aliento que reflejan su inmensa sensibilidad y nos enorgullecen especialmente”.

 

Fue entonces cuando Mª Dolores Barreda Pérez, actuando como Secretaria del Jurado, procedió a la lectura del acta en la que se recogía que el Jurado había decidido nombrar finalistas las obras de:

José María Pinto Rey

 


A la luz de Selene. Óleo / lienzo con metacrilato. 180 x 180

 

Mario Mankey

 

End. Óleo / lienzo. 162 x 130

 

David Montes Alonso

 

Nuestra peli. Carboncillo / papel. 100 x 150

María Oriza Pérez

 


Sísmica. Modelado con cerámica. 50 x 50 x 41

 

Y por último, que el 58 PREMIO REINA SOFIA DE PINTURA Y ESCULTURA se otorgaba a la escultura en bronce a la cera perdida de 100 x 32 x 45 cms, titulada “Noche”, original de César Orrico, un logroñés de 39 años cuyas esculturas ofrecen una mirada transversal desde el paradigma clásico hasta la modernidad. Una figuración contemporánea que fusiona la originalidad en la representación con los principios fundamentales de la escultura.

César Orrico

58 PREMIO REINA SOFIA DE PINTURA Y ESCULTURA

 

 

«Noche», bronce a la cera perdida de 100 x 32 x 45 cms

 

S.M. la Reina posó con el artista y los integrantes de la mesa presidencial, para hacerlo luego también con los miembros del Jurado presentes.

Tras la entrega del premio, los artistas seleccionados en el certamen  se situaron ante sus obras y esperaron la llegada de S.M. la Reina Doña Sofía y la comitiva, que visitó y saludó uno a uno a todos los artistas presentes en la Casa de Vacas, departiendo con ellos y disfrutando cada momento que hicieron del acto un momento único y un nuevo hito en la historia de la Asociación Española de Pintores y Escultores.

Recordamos que los artistas seleccionados para la exposición han sido: Héctor Acevedo (Héctor Adolfo Acevedo Rojas), H. Aguiar (Herminia Aguiar Muñiz), Lorena Aguirre (Lorena Aguirre Ramírez), Carolina Aranda (Carolina Aranda Orcera), Miguel Barbero (Miguel Barbero Llorente), Baró Martínez(Frank R.Baró Martínez), Luis Bascuñana (Luis Bascuñana Ramírez), Lorna Benavides Romero, María Ángeles Bret (María Ángeles Bret Franco), Alfonso de la Calle (Alfonso de la Calle García), Marcel Camps (Marcel Camps Solé), Francisco Carmena (Francisco Carmena Sánchez), Paloma Casado (Paloma Casado López), Lola Catalá (Mª Dolores Catalá Sanz), Ramón Córdoba (Ramón Córdoba Calderón), Leovigildo Cristóbal Valverde, Dabrowska (Carmen Dabrowski), Mario Mankey (Mario Fernández López), Sergio García (Sergio García Díez), Vicente García Fuentes, Federico García Zamarbide, Merche Gaspar (Merche Gaspar Caro) J. Pedro Gómez (J. Pedro Gómez Gómez), Tximo Gracia (Joaquín Gracia Coldeforns), Guzpeña (Enrique Rodríguez García), Cristina Jobs (Cristina Iglesias Mauri), Alfonso Leal Muñoz, Francisca Lita Saéz, Joel Llopis García, L.L. Parra (Laura López Parra), Pilar López Duque, Daniel Lorenzo Goñi, Carlos Losa (Carlos Losa Revuelta), Pepe Lozano (José Lozano Bravo), Juanjo Lozano Rosado (Juan José Lozano Rosado), Nacho Mallagray (Ignacio Mallagray Martínez), Delia Martín (Delia Martín López), Lola Martínez Lora (Mª Dolores Martínez Lora), Javier de Mendoza (Javier de Mendoza Soler), José Molares (José Molares Fernández), David Montes Alonso, Luz Mari Morales Abiega, Laura Moret Escrig, Pilar Navamuel (Pilar Navamuel Rojo), Cristóbal Olmedo Aranda, Catalina Orart (Catalina Orozco de la Torre), María Oriza Pérez, César Orrico (César Orrico Méndez), Javier Ortas (Javier Ortas González), Francisco Ortega Guzmán–FOG-(Francisco Ortega Guzmán), Juan Manuel Paisano Tena, Jorge Palomo (Jorge Palomo Carmona), Pantin Gil Art. (Alejandro R. Pantin Gil), David Pasamontes Díaz, Alejandro Pedrajas (Alejandro Pedrajas del Molino), Juan Francisco Pérez-Rosas (Juan Francisco Pérez-Rosas Hidalgo),Diego Peribáñez (Diego Peribáñez Villalba), Mikel Pinto Muñoz, José María Pinto Rey, Félix Quiroga (Félix Quiroga Cubas), Gracia Ramírez Juan (María Gracia Ramírez Juan), Ricardo Renedo(Ricardo Renedo Herranz), Docha Riobóo (Mª Dolores López-Riobóo Latorre), Teresa Romero (María Teresa Pérez Romero) Rodrigo Romero Pérez, Guillem Salas (Guillermo Salas García), Rafael San Martín (Rafael San Martín Sánchez), Lidia Sancho (Lidia Sancho Heras), José Valladares (José Valladares Moreno), Sandra Valls Traver y Ron Zohar.

A la convocatoria del 58 PREMIO REINA SOFÍA DE PINTURA Y ESCULTURA se han presentado casi 400 obras de artistas de España y de otros muchos países como China, Colombia, México, Italia o Alemania, habiendo realizado el Jurado una selección de 72 obras que conforman la exposición, 45 pinturas y 27 esculturas, todas ellas de gran calidad, que reúnen conceptos y estilos muy diferentes.

Tras más de dos horas, finalizó la visita real y quedó convocado el 59 PREMIO REINA SOFIA DE PINTURA Y ESCULTURA.

Más información, todas las fotografías del acto, así como la versión digital de todas las obras seleccionadas recogidas en el catálogo en esta misma web, pestaña «Certámenes y Premios», subpestaña «Premio Reina Sofía».

Inaugurada la exposición del 58 Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura

En la Casa de Vacas del Parque del Buen Retiro de Madrid

Podrá visitarse hasta el día 26 de marzo de 2023

Con la presencia de distintas autoridades municipales, como el Concejal Presidente del Distrito de Hortaleza, Alberto Serrano, el Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, José Gabriel Astudillo, acompañado de todos los miembros de la Junta Directiva de la centenaria entidad Juan Manuel López-Reina, Mª Dolores Barreda Pérez, Alicia Sánchez Carmona, Antonio Téllez de Peralta, Paloma Casado, Carmen Bonilla Carrasco, Fernando de Marta, Ana Martínez Córdoba, Manuel Díaz Maré y Jesús Alcolea, y algunos miembros del Jurado, el día 1 de marzo de 2023 tuvo lugar la apertura de la exposición de obras seleccionadas y premiada en el 58 Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura, que organiza la AEPE y cuenta con la colaboración de Google.

Pese al intenso frío, fue numerosísimo el público visitante y en apenas dos horas de apertura de la exposición se llegó a registrar más de 600 visitas, un gran número de artistas que no quisieron perderse la apertura de una muestra tan esperada, en la que la tónica general fue el cometario del elevado nivel de calidad de esta nueva edición.

De izquierda a derecha: Ana Martínez, Carmen Bonilla Carrasco, Alicia Sánchez Carmona, Paloma Casado, Antonio Téllez de Peralta, José Gabriel Astudillo López, Alberto Serrano, Mª Dolores Barreda Pérez, Juan Manuel López Reina, Tomás Paredes, Dolores Chamero, Fernando de Marta, Jesús Alcolea y Manuel Díaz Meré

 

El acto fue conducido por Mª Dolores Barreda Pérez,  Secretaria General de la Asociación Española de Pintores y Escultores, que presentó a los miembros de la Junta Directiva y autoridades, así como a algunos miembros del Jurado que se encontraban en el acto.

Dio la palabra entonces a Dolores Chamero, Directora de Casa de Vacas, que agradeció en nombre del Ayuntamiento de Madrid y de la Junta Municipal del Distrito de Retiro, la celebración de un evento tan importante en el mundo del arte en la histórica Casa de Vacas del Parque del Buen Retiro, agradeciendo el trabajo que en este sentido realiza la AEPE por el arte y los artistas.

Dolores Chamero, Directora de la Casa de Vacas

 

Después fue Tomás Paredes, en representación del Jurado, quien destacó la labor que está realizando la AEPE en los últimos tiempos, y quiso subrayar el trabajo tan difícil que tuvo el jurado para seleccionar las obras que forman la exposición, sobre todo teniendo en cuenta que fueron más de 7 horas de reunión muy discutida, en la que se examinaron casi 400 obras presentadas. Corroboró la importancia del Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura, que junto al Salón de Otoño conforman dos de las muestras más representativas del panorama artístico español.

Tomás Paredes, Vocal del Jurado del 58 Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura

 

Antes de dar paso al Presidente de la AEPE, Mª Dolores Barreda Pérez quiso destacar que su labor como Secretaria del Jurado fue la de asegurarse que absolutamente todas las obras presentadas fueran vistas una por una por el Jurado, que no sabía a quién pertenecían, puesto que la selección se hace sin conocerse el nombre de los participantes, ya que se trata de seleccionar una obra por su calidad, no por su identidad o género, y que en este trabajo bien puede decirse que la imparcialidad y transparencia del Jurado es la máxima del certamen, que de esta manera se diferencia de otros al no conocerse de antemano su autor.

 

Mª Dolores Barreda Pérez, Secretaria General de la AEPE y Secretaria del Jurado del 58 Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura

 

Por su parte, el Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, José Gabriel Astudillo dio la bienvenida a los artistas venidos de todos los rincones de España, ofreciéndoles la casa común, como le gusta denominar a la entidad, destacando los esfuerzos que la AEPE viene haciendo y que la hacen ser un referente artístico en la vida cultural de España.

Quiso expresar a los artistas participantes que no están incluidos en la exposición, que sus obras tenían también una gran calidad, pero que las especiales dimensiones de la sala obligan a realizar una selección muy exhaustiva en la que el Jurado no lo ha tenido nada fácil, y les animó a seguir trabajando y creando arte, haciendo historia.

Recordó a los artistas seleccionados que la cita para el acto del fallo del premio tendrá lugar el próximo lunes 6 de marzo, bajo la presidencia de S.M la Reina Doña Sofía, Presidenta de Honor de la Asociación Española de Pintores y Escultores.

También expuso a los asistentes que “Mi orgullo como Presidente de la AEPE es haber podido reunir a un Jurado de excepción, en una fusión artística irrepetible, en el que se mezclan perfectamente tradición y modernidad, en una equilibrada combinación entre artistas clásicos y vanguardistas, intentando crear una conexión entre pintura y escultura, clásica y urbana, cuya selección hace de esta edición un acontecimiento artístico de excepción e irrepetible. En definitiva, un nuevo triunfo para la AEPE, una entidad de referencia imprescindible en el mundo artístico español, a punto de cumplir 113 años de historia”.

José Gabriel Astudillo López, Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores

 

Cabe destacar que el Jurado del 58 Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura ha estado presidido por José Gabriel Astudillo López, Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, actuando como Secretaria del mismo Mª Dolores Barreda Pérez, Secretaria General de la Asociación Española de Pintores y Escultores, ambos con voz y sin voto, y ha contado como Vocales con Josetxo Soria Checa, Analista de Google de Políticas Públicas de España y Portugal, Javier Sierra, Periodista y escritor, Tomás Paredes,  Crítico de Arte y Comité de Premios de AICA, Eduardo Naranjo, Pintor, escultor, grabador y Académico de la Real Academia de las Artes y las Letras de Extremadura, Antonio López, Pintor, escultor y Académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Paula Varona, Pintora, Ricardo Sanz, Pintor, Mª Dolores  Chamero Moyano, Directora del Centro Cultural Casa de Vacas, Wifredo Rincón, Instituto de Historia, CSIC y Ex Presidente de la AEPE, José Luis Fernández, Escultor, Sebas Velasco, Pintor, Juan Antonio Sánchez, PichiAvo, Pintor y Juan Manuel López Reina, Vicepresidente de la AEPE.

La incansable labor de fomento de la libertad de creación, la especial dedicación a la protección del patrimonio cultural y el progreso espiritual e intelectual que aporta nuestra institución a la sociedad española a través del arte universal de la creación plástica y la capacidad de generar encuentros artísticos y espacios para el arte en un proyecto absolutamente necesario en la sociedad actual, son la definición del Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura que llega a su edición número 56.

De la selección de obras realizada saldrá la obra premiada y una serie de finalistas, que han merecido la especial atención del Jurado, cuyo fallo tendrá lugar el lunes 6 de marzo de 2023, cuando S.M. la Reina Doña Sofía, Presidenta de Honor de la Asociación Española de Pintores y Escultores, haga entrega del premio que lleva su nombre, y se desvele así al ganador de la edición número 58 del premio, cuyas obras podrán visitarse hasta el día 26 de marzo de 2023.

El PREMIO REINA SOFIA DE PINTURA Y ESCULTURA está dotado con 10.000 euros a una única obra, que ha sido elegida de entre las casi 400 presentadas a la edición número 58, habiendo sido seleccionadas para la ocasión un total de 72 obras, 45 pinturas y 27 esculturas, todas ellas de gran calidad, que reúnen conceptos y estilos muy diferentes.

Puedes seguir toda la información del Premio en esta misma web, pestaña «Certámenes y Premios», subpestaña PREMIO REINA SOFIA DE PINTURA Y ESCULTURA, donde encontrar todas las fotografías del momento.

 

58 PREMIO REINA SOFIA DE PINTURA Y ESCULTURA:

Del 1 al 26 de marzo de 2023

Casa de Vacas del Parque del Retiro

Paseo de Colombia, s/n

28009 Madrid

De lunes a domingo de 10 a 21 horas

Metro: Retiro (línea 2)

Bus: 2, 20, 28

BICIMAD: Estación 102 (calle Alcalá, 95), estación 60 (Plaza Independencia, 6)

 

 

 

Recordando… José Bueno Gimeno

Obras, artistas, socios, pequeñas historias…

Por Mª Dolores Barreda Pérez

 

José Bueno Gimeno

BUENO GIMENO, José            E    1910(N)    29.set.1884  ZARAGOZA     ROMA/ZARAGOZA/MADRID  1957

 

José Bueno en 1931

 

José Julio Bueno Gimeno nació en Zaragoza, el 26 de septiembre de 1884.

La familia contaba con nueve hermanos y según las crónicas familiares, estaba muy unida por el calor de los padres.

Como cualquier otro niño de su tiempo, acudió a la escuela en su localidad natal, donde una monja, superiora de La Caridad, descubrió las figuras que hacía ya cuando contaba apenas con diez años, y le introdujo en el estudio de Francisco Borja, quien tenía un taller de escultura religiosa.

Con trece años compaginó su asistencia al taller con los estudios en la Escuela de Artes y Oficios de Zaragoza, teniendo por profesores a Ricardo Magdalena y Carlos Palao y ya, a sus diecinueve años recibió de manos del Rey Alfonso XIII,  un premio del Ayuntamiento de Zaragoza, posiblemente por un “Busto del Tío Jorge”, en las fiestas del Pilar.

Un momento que supo aprovechar para solicitar al monarca una beca con la que acudir a la Academia Española de Bellas Artes de Roma, recibiendo al poco tiempo contestación de la Casa Real, en la que le comunicaban que no era posible debido al elevado número de plazas ya asignadas.

Pero con un futuro prometedor, en 1905, se traslada a Madrid y asiste a la Escuela de Bellas Artes de San Fernando y al estudio del también socio de la AEPE Aniceto Marinas. Afrontando severas penurias económicas, aprovechó bien esta etapa como sólida formación que sería la base de su futuro.

Monumento al rey Alfonso el batallador, inspirado en el famoso cuadro que Francisco Pradilla

Alfonso el Batallador de Francisco Pradilla

 

Años de estudio en los que compartía experiencias con otros escultores de su generación mientras aprendía a trabajar la piedra y el bronce.

En 1906 logra el Tercer Premio de la Exposición Nacional de Bellas Artes, Sección de Arte Decorativo e Industrial y una Mención de Honor en la Sección de Escultura.

En 1908 realiza algunos trabajos en la Colegiata de Santa María, de Calatayud, Zaragoza,  y en 1913 logra una pensión que le lleva a estudiar becado a Roma, donde permanecería durante cuatro años.

Allí vive intensas experiencias, viaja a París, Grecia y conoce en profundidad Italia, pero el estallido de la primera Guerra Mundial le hace regresar a España.

En 1918 se instala en Zaragoza, donde después de una exposición en el Centro Mercantil, presentada por el también socio de la AEPE Ignacio Zuloaga, se convierte en uno de los escultores más conocidos de la época, realizando un gran número de encargos oficiales y privados.

En 1918 se cumplía el octavo centenario de la conquista de Zaragoza a los musulmanes por Alfonso I, por lo que la ciudad decidió conmemorar tal efeméride levantando un gran monumento.

Salió un concurso público y fue un joven José Bueno casi recién regresado de Roma quien acabó ganándolo. Presentó dos proyectos, uno que comprendía una gran escultura en bronce del rey aragonés montado a caballo, que sería rechazado, una  obra de influencia italiana que podía haber supuesto la cima de su carrera. Y otro hecho en piedra, que sería el que finalmente se hizo, e inspirado en el famoso cuadro que Francisco Pradilla había pintado unos años antes en pleno apogeo del Romanticismo español.

Dos fotografías de José Bueno con su esposa, Hildegard Heimerle

 

La escultura que modeló José Bueno tenía seis metros y medio de altura, pero fue otro escultor quien haría el vaciado en escayola, y otro más quien lo esculpió en mármol de Carrara. El resultado es un gran monumento que es uno de los símbolos más famosos de la capital del Ebro.

Muy solicitado a partir de entonces para la realización de monumentos públicos, llevó a cabo una abundante producción escultórica en Zaragoza, donde destacan también el monumento a los hermanos Argensola, La mujer dormida, el busto al periodista Mariano de Cavia, el monumento en homenaje al rey Alfonso I el Batallador…

En 1922 logra la Segunda Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes por su obra Humanidad, que actualmente se encuentra en la Fosa Común del Cementerio de Torrero de Zaragoza.

En 1924, obtiene la Primera Medalla de la Exposición Nacional de Bellas Artes por su obra “Exterminio”, uno de sus trabajos más importantes.

Monumento a los hermanos Argensola

Medalla de la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1932, trabajo realizado junto al también socio de la AEPE,  José Ortells

 

En 1926 regresa a Madrid, e inicia un viaje que le lleva a distintas capitales europeas como París, Bruselas y Ámsterdam.

A principios de 1927 conocerá a la que será su esposa, Hildegard Heimerle, una estudiante de nacionalidad alemana que completaba sus estudios en Salamanca, hija del rector de la Universidad de Bonn y relacionada con la Bauhaus, aspecto muy interesante a la hora de precisar algunas influencias importantes en su escultura.

La Bauhaus fue fundada en Weimar en 1919, cuando Walter Gropius unió la Escuela Superior de Artes Plásticas con la de Artes y Oficios del gran ducado de Sajonia, Weimar-Eisenach. Esta institución antiacadémica, centro pedagógico y experimental de las artes, puede ser considerada como la primera escuela de diseño del mundo, aquella que funda las bases para el diseño moderno.

Luis Bueno Gimeno en la posguerra

 

Con encuentros esporádicos, coincidirán en París, conociendo especialmente la obra de Rodin, hasta que en 1931, contraen matrimonio en Madrid. Él contaba con 46 años, ella con 32.

Tras un viaje por Alemania, oposita a profesor de la Escuela de Artes y Oficios, consiguiendo una plaza en Madrid.

En 1934 nacerá su hijo Mario y dos años más tarde, su hija Margarita, pero a consecuencia del parto, fallece su esposa justo cuando ha estallado la guerra civil, quedando José viudo y al cargo de dos criaturas en unos momentos dramáticos para la familia.

Su hermana Adelaida le ayudará en esos difíciles años.

Tras la guerra civil, el trabajo más solicitado es la escultura religiosa, con la que consigue salir adelante, además de con su sueldo de profesor.

Proyecto de monumento del rey aragonés montado a caballo, que sería rechazado

 

Vinculado de nuevo a Zaragoza, en la que pasa los veranos en una torre que adquiere en el barrio de Casa-blanca, donde instalará su estudio, al mismo tiempo que atiende un pequeño huerto. Vuelve a recibir encargos, predominando la temática religiosa.

En 1949 termina una de sus obras más icónicas, El Jesús atado a la columna, que se convirtió también en todo un clásico de la Semana Santa zaragozana.

La obsesiva entrega a la docencia y al trabajo escultórico, no impide que mantenga amistad con un reducido grupo de artistas y críticos.

Durante la década de los 50 hasta su muerte, el escultor desarrolla una gran actividad.

Mujer dormida

 

Sus mayores esfuerzos se centraron en la realización de tres obras de carácter religioso y tamaño notable para la Semana Santa de Alcañiz.

En 1953 termina el “Cristo yacente”. Al año siguiente inicia un Cristo de gran tamaño y fuerte expresividad, “Nuestro Padre Jesús Crucificado”, terminado en 1955. El último encargo, “Nuestra Señora de la Lágrimas”, data de 1956 y es considerada una de sus últimas obras.

Jesús atado a la columna de la Iglesia de Santiago Mayor de Zaragoza

 

En 1954, al cumplir 70 años, se jubila como profesor. Ahora trabaja más relajado. No le faltan encargos, pero sus fuerzas están mermadas.

El 18 de mayo de 1958, tras unos días convaleciente, muere en su domicilio madrileño.

Ricardo Magdalena Tabuenca

Cabeza de mujer

 

En un principio, la obra de José Bueno se regiría por un academicismo siguiendo las tendencias neoclásicas de la época. Su estancia en Roma le descubriría el arte italiano que quedaría reflejado en las influencias del clasicismo en cuanto a técnica, y en la admiración de Miguel Ángel o Donatello, en la concepción expresiva de la obra.

A partir de 1927 descubre las vanguardias y sus obras son más libres, personales y antiacademicistas, derivando a un neocubismo y a una escultura más preocupada por el volumen y la geometría. Sus viajes a Europa le hicieron tomar conciencia de la libertad que el artista debe tener a la hora de expresarse.

A partir de 1940, su obra se centra en los encargos religiosos y oficiales que había de cumplir siguiendo los cánones establecidos, lo que no le impide conseguir una fuerza expresiva y tomarse algunas libertades que quedarían bien reflejadas en algunos monumentos, pasos procesionales, etc.

 

 

Esta última etapa y el recuerdo de la denegación oficial de su boceto para el “Batallador” obligándole a inspirarse en otras obras de Pradilla, le hicieron sentir un cierto resentimiento hacia el ambiente cultural y oficial de su tierra.

Entre sus obras, destacan las siguientes: “Norteña” (1934), fondo del Museo Contemporáneo de Arte Español; “Jesús atado a la columna” (1949), paso de la cofradía del mismo nombre; “La tarde” (1914); El busto de “La mujer dormida” (1918) colocada al principio del Paseo de la Constitución (antes Marina Moreno) conocida también en catálogos como “La Tarde”; el monumento a los “Hermanos Argensola”, en la plaza de San Pedro Nolasco; bustos a “Cavia” y a “Mefisto” (1921 y 1934) en la Plaza de Aragón; “Monumento a Costa” (1929) en Graus (Huesca), etc. Exceptuando la última, todas ellas en Zaragoza capital.

Monumento a Joaquín Costa

 

Su obra cumbre: Humanidad

La escultura no fue concebida como un monumento funerario, sino como una obra en la que el protagonismo está en el desnudo y en su excepcional tratamiento formal. El desnudo como pretexto, como modelo de proporción, como deseo de perfección.

En este Santo Entierro, el cuerpo de Cristo está a punto de ser introducido en un sarcófago, trasportado por José de Arimatea, que sujeta el cuerpo inerte por los brazos, mientras Nicodemo lo sostiene por las piernas.

José Bueno realizó esta obra en Italia en su último año de pensionado por el gobierno español en la Academia Española de Bellas Artes de Roma. El reglamento obligaba a realizar en el último año de estancia, un grupo original de dos o más figuras desnudas y de tamaño natural. El escultor resolvió este grupo en el mismo tamaño que tiene el monumento funerario que el autor tituló «Humanidad».

Transportado a España, participó en la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid de 1917, sin embargo el reglamento le impedía obtener premio alguno. José Francés, escribió un vehemente artículo en favor de la obra y de su autor con el rotundo título «La obra que debió ser primera medalla».

La idea de convertir la obra en un monumento funerario fue de Eugenio López Tudela, quién propuso fuera realizado por suscripción popular en la páginas de «Heraldo de Aragón» (23-5-1918), siendo apoyado por este diario. La prensa publicó en los días siguientes el listado de personas que contribuyeron y las cantidades donadas por cada uno. En el tiempo record de un mes se recaudaron 10.910,10 pesetas. La inauguración del monumento estaba prevista para el día 14 de junio de 1919, pero tuvo que aplazarse al día siguiente debido al mal tiempo. El acto fue grabado por las cámaras del realizador Antonio de P. Tramullas, en un valioso documento cinematográfico.

La influencia de los desnudos de Miguel Ángel no ofrece duda. La disposición de las cabezas invita a que el espectador rodee el conjunto, inabarcable desde un sola posición. La contraposición de las caras de los hombres de pie, sugiere un extraño dialogo interior con la muerte; no contemplan al hombre que van a inhumar, ni se miran entre sí. La escena irradia un hondo dramatismo, los personajes aparentan una tranquilidad cargada de tensión.

José Bueno dispuso el monumento sin pedestal alguno, siguiendo el modelo revolucionario propuesto por Rodin en 1895. En Zaragoza fue el primer monumento sin pedestal, lo que permite acercar la escultura y sus logros al espectador.

La obra es una de las esculturas españolas más notables de su tiempo dentro de un realismo renovado, y marca un hito en la producción del escultor aragonés.

 

José Bueno Gimeno y la AEPE

Socio de número, fue uno de los primeros miembros de la Asociación de Pintores y Escultores, apareciendo con domicilio en Madrid, en la calle Limón, 32, si bien no consta su participación en los Salones de Otoño.

Edith Aguiar Thiel

Por Mª Dolores Barreda Pérez

 

LAS PRIMERAS ARTISTAS DE LA

ASOCIACION ESPAÑOLA DE PINTORES Y ESCULTORES

Desde su fundación en 1910, y después de haber tratado en anteriores números a las Socias Fundadoras de la entidad, y las participantes en el primer Salón de Otoño, vamos a ir recuperando de la memoria colectiva, el nombre de las primeras socias que vinieron a formar parte de la Asociación de Pintores y Escultores.

Edith Aguiar Thiel

AGUIAR THIEL, Edith de  P     <1931    RIO DE JANEIRO  MADRID

 

Mujeres españolas, 1930

 

Edith Aguiar Thiel nació alrededor del año 1900 de forma circunstancial en Berlín, donde su padre Joao Fausto de Aguiar, estaba destinado como primer secretario de la embajada de Brasil en la capital alemana.

Aunque su familia era natural de Río de Janeiro, el trabajo de su padre llevó a la familia a viajar por todos aquellos destinos en los que fue reclamado como Guatemala, Berlín, San Petersburgo, Venecia y Londres.

Recibió su primera educación en Francia e Italia, visitando los más importantes museos europeos.

En 1912 la familia recaló en España, siendo su padre el Encargado de negocios del Brasil.

Tras una estancia de dos años, regresaron a Brasil, donde comenzó a estudiar pintura en  la Escuela Nacional de Bellas Artes de Río de Janeiro, siendo discípula del maestro Baptista da Costa y de los profesores Bernardelli, Chambelland y Amoedo.

Hablaba a la perfección cinco idiomas.

Se la conoce como Edith Aguiar Thiel, Edit María Pinheiro de Aguiar Thiel, Edite María Pinheiro de Aguiar y Edith de Aguiar Thiel.

En 1922 participó en la 23ª Exposición General de Bellas Artes de Rio de Janeiro.

En 1923 obtuvo la Medalla de Bronce del XXX Salón de Bellas Artes de Brasil, y al año siguiente, logró la Medalla de Plata de la 31 Exposición General de Bellas Artes de Brasil.

En 1925 concurrió a la 32ª Exposición General de Bellas Artes de Río de Janeiro, y a las ediciones número 33 y 34 de 1926 y 1927.

En el Salón de Bellas Artes de 1927 obtuvo un premio metálico y animada por sus resultados, continuó sus estudios en Roma y París, en la Academia Julián.  Después, se trasladó a Madrid, ampliando sus estudios con el pintor Gabriel Palencia, que fue luego conservador de los Reales Palacios de España, con Zuloaga, Moreno Carbonero, Ortiz Echagüe y Chicharro, todos ellos socios de la AEPE.

El Imparcial, 1929

 

Mientras vivió en Madrid, residía en la calle Abascal, 32 primero, en Fortuny, 45 y más tarde en la calle Rafael Calvo, 20.

Intérprete de música y admiradora de las danzas clásicas de dinamismo latino de España, tocaba el piano, cantaba con bella voz y bailaba como una verdadera profesional.

En octubre de 1929 inauguró una Exposición de Pintura Brasileña en los salones de la Sociedad Española de Amigos del Arte, situados en el Palacio de la Biblioteca Nacional. Una muestra de 40 obras, de ambiente brasileño en su mayor parte, “de una gama fresquísima y brillante. También figuran en la exhibición algunos cuadros de asunto español y aún madrileño”.

ABC 1929

 

En La Esfera, E. Estévez Ortega escribía lo siguiente: …”Edith de Aguiar nos ofrece también una amplia visión de su país natal, Brasil, y algunos retratos y bodegones. La artista ha recorrido Francia e Italia. Ha sentido la atención pedagógica de Baschet, La Rigal, Pugheon y Bautista da Costa sobre todo, que en su tierra vernácula la enseñó a comprender y a expresar bien los verdes jugosos y opulentos de aquella tierra feracísima.

Un impresionismo moderado, sin audacias, pero amplio de colorido, resplandece en toda su obra. Frente al paisaje, aquel paisaje que tiene siempre una umbría agresiva y lujuriante, la artista siente como un regusto espiritual del color, como una sensual euforia dilatada, y pinta aquellos panoramas, ásperos y encendidos, con la técnica que mejor puede expresarlos. Por eso cuando se reintegra al estudio y se encuentra frente al modelo, para el retrato muestra un clasicismo frío: su dicción es opaca generalmente, y se advierten algunos titubeos.

Le gusta el aire libre y los panoramas de atmósferas limpias, que diría Camile Mauclair. Es entonces cuando se reintegra la artista a su sensibilidad, se recoge en su temperamento, y es cuando sus pupilas, que se extasían ante una naturaleza privilegiada, de rudeza insospechada, de verdes ásperos, de azules violentos, de rojos y cadmios vibrantes, saben ver mejor, y es también cuando su paleta muestra la gozosa explosión de su espíritu, traducido en lienzos luminosos, alegres y de viva entonación.

Su figura es justo comentario en el paisaje, puesto oportunamente para determinar y valorizar la extensión que abarca la visión de la pintora. Rara vez es motivo principal en el cuadro. Pero cuando lo es, como en el lienzo A bonitinha otilde, muestra una firmeza constructivista muy plausible. Está bien entonada la figura de mujer, de color, de rostro y actitud expresivas; el fondo muestra un barroquismo muy decorativo, y está recortado con habilidad. La ciudad, a través de una umbría brillante, aparece en la lejanía envuelta en una sutil bruma, que recorta bien la figura de mujer con unas frutas jugosas; compuesto con un gran sentido decorativo, es uno de sus más acertados lienzos, y es que tiene algunos muy estimables, que la acreditan de experta pintora. Sus bodegones, bien compuestos, tienen las justas calidades, estudiadas con esmero, de los modelos, y finura de matices; requieren mejor la atención de la generalidad, y es donde la artista consigue sus mejores logros”.

En otro medio se leía: …”En Edith de Aguiar hemos de ver, pues, a la par que la artista excelente de sólido prestigio, la representación genuina de la pintura brasileña… Estudios, apuntes, paisaje, figura, composiciones de todos géneros y diversos procedimientos, con predominio del óleo, revelan una sensibilidad nada corriente, muy a propósito para recoger y sugerir los matices característicos de la gran tierra brasileña”…

 

El Imparcial, 1929

 

En el Imparcial, Gil Fillol escribía: …”Femenino, al fin, el temperamento de la pintora brasileña, Edith de Aguiar se manifiesta más sensible que el de los hombres en la percepción de los matices delicados. Sus cuadros… acusan energía y genio hombrunos. Son valientes de trazo y de concepción amplia y fogosa. Un pintor varonil no hubiese interpretado las composiciones con mayor robustez ni hubiera fijado la vehemencia del paisaje con más certeros tonos. Nadie diría qué la pintura de la señorita Edith de Aguiar es obra de mujer, en el sentido en que vulgarmente aceptamos la feminidad pictórica bajo un aspecto tímido y premioso. Y, no obstante, es femenina en cuanto a los matices, en lo que se refiere a la emoción colorista, a la fineza de contrastes, a la gracia expresiva y, sobre todo, a esa sutilidad de ingenio quo sólo el Arte femenino sabe descubrir en los mohines y gestos de la Naturaleza. Los pintores brasileños que conocemos no aventajan a Edith de Aguiar en la briosa comprensión de los temas locales. Y, en cambio, desmerecen a su lado por falta de ponderada compenetración con el ambiente. El pintor viene a ser instrumento musical de escala precaria junto a la sensibilidad de las pintoras, riquísima en gamas, tonalidades y armonías. Aquel imprime a su arte un ritmo desconcertado y tumultuoso. Estas sométenlo a un compás lento que registra todas las notas intermedias. La obra del pintor es, por eso, más sintética. La de la pintora es analítica; pero no en cuanto a la minucia de detalles, sino en cuanto al proceso informativo. El pintor—claro que el pintor capacitado—da a sus sentimientos una expresión radical como si le corriese prisa de descargar su cerebro de ideas. La mujer, por el contrario, elabora más despacio y expresa con más calma. Y esa calma, que es en arte examen, serenidad, equilibrio, meditación, mesura, transmite a la obra artística femenina una variedad de acentos y latidos que no se hallan con frecuencia en la obra artística del hombre. Los paisajes y los tipos brasileños de Edith de Aguiar, sin revelar la menor premiosidad técnica, denunciando más bien franca soltura en el manejo de los pinceles, ratifican este concepto. No hay perfil peculiar ni vibración característica que hayan pasado inadvertidos a la ilustre pintora. La luz, sobre lodo, que es lo que más debe impresionar a un artista sensible al color, está fielmente interpretada. La estructura del paisaje, sus accidentes geográficos, las circunstancias del clima, el carácter distintivo, en resumen, no son cosas que puedan omitir los pintores. Pero la luz, la atmósfera, el ambiente que no se afianza en formas materiales, suele escapar a la observación repentista. Sólo cuando se pone en ella cariño cordial y entusiasmo sincero acertamos a reflejarlas con toda exactitud. De buscar algún reparo a la pintura de Edith de Aguiar, podríamos decir que los temas brasileños aparecen tratados con excesiva efusión sentimental.

Tal vez, por ello, al enfrentarse con los panoramas castellanos, su espíritu recurre a las emociones del Brasil, y la artista vuelve a evocarlas sin precisar las justas diferencias entre unos y otros paisajes… bajo el sol del Brasil, las perspectivas se dibujan con solidez estática que no tienen sino contados paisajes de Castilla. Precisamente los más geológicos, los de menos pompa vegetal. Nuestro sol, más vibrátil, destruye un poco los contornos. Los objetos parecen emerger de esta nebulosa solar, mientras que allí los fija como claras siluetas, destacadas sobre los horizontes dilatados y altos.

Pero no es sólo en la impresión del paisaje donde esta pintora demuestra su brasileñismo. Figuras, soberbias de carácter, identifican a Edith de Aguiar entre los más señeros y calificados artistas representativos del Brasil”.

Estampa, 1930

 

En La Época también se reseñaba: …”Temperamento brioso de artista, de toque seguro y valiente, que no excluye en ocasiones la nota de acento delicado. Edith de Aguiar pinta con decisión, y tino, su dibujo es firme y constructivo, maneja el color con sensibilidad y finura. Sus paisajes brasileños son modelo de interpretación y buen concepto. Entre los cuadros que expone, cabe señalar algunos dignos de un pintor de primera categoría”…

Guillot Carratalá escribía en el Diario de Córdoba que …”Es fuerte, emotiva su pintura, pero le falta tecnicismo, escuela, práctica. Es una pintora que atesora cualidades, pero le faltan principios pictóricos. Abundan en sus obras las medias tintas y la dureza en el claroscuro de los vestidos de sus figuras… el cuadro “El patio de los Evangelistas”, visto y reproducido con más atención y estilo, lleno de perfecciones y frescas jugosidades, que aunque un poco extravagantes y abstractas, tienen expresión bella y atrayente”…

1930

 

En la Revista hispanoamericana de ciencias, letras y artes también se pudo leer …”cuarenta obras de temas o asuntos brasileños, interesantes en su mayor parte no ya sólo por el exotismo del bien captado ambiente, sino por la personal técnica, característica de la notable pintora. Esta nos habla con sus obras de un temperamento, de una sensibilidad y de un concepto equilibrado, juicioso y discreto, contenido en una bien entendida orientación, como asimismo confirma con su arte el lugar sobresaliente que ocupa en la contemporánea actividad estética de la bella e interesante República brasileña”.

Por el diario La Época, sabemos que la Infanta Isabel visitó la exposición, haciendo grandes elogios de los cuadros, especialmente del titulado «El Patio del Evangelista», que fue adquirido por el Estado español con destino al Museo de Arte Moderno.

En 1929 participó también en la Exposición de pintura brasileña celebrada en la galería Müller de Argentina, organizada por Paul Biró.

Concurrió a la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1930 con el óleo “Española castiza”.

Mujeres españolas, 1929

 

En 1931 se presenta al XI Salón de Otoño, y la prensa del momento escribe de ella que …”La conocida artista brasileña Edith de Aguiar, con tres obras en las que muestra su gran entusiasmo por la profesión, y logradas con singular feliz resultado; luminosas y ricas de cromatismo, manifiesta un considerable avance con relación a su pasado estético”…

Logra la recompensa de Socia de Mérito del XI Salón de Otoño.

En 1931 participa en el Salón de Dibujantas del Lyceum Club Femenino.

Concurre a la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1932, hecho que recoge la prensa diciendo …”La conocida pintora brasileña Edith de Aguiar, también repetidamente citada con elogio aquí, expone un óleo, cuyo asunto de la Colegiata y Lonja de Alcañiz se halla resuelto con gran luminosidad colorista, aunque un tanto seco de factura y entonación”…

La última vez que participó en una muestra española, fue cuando concurrió a la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1934, con la obra “San Andrés”.

La contienda española hizo que la artista regresara a Río de Janeiro, teniéndose noticias de que en 1938 realizó una exposición individual de pinturas en el Museo Nacional de Bellas Artes de Río de Janeiro.

Correio da Manha, 1955

 

Un año más tarde, concurrió al 6º Salón Paulista de Bellas Artes de Sao Paulo, logrando Medalla de Plata de pintura.

En el 12 Salón Paulista de Bellas Artes de Sao Paulo de 1946, obtuvo también la Medalla de Plata de pintura.

Presentó obra al 14 Salón Paulista de 1948 y al 15 de 1949.

Una noticia más de 1952, cuando participa en el Salón de Bellas Artes de Brasil, obteniendo Medalla de Plata.

La artista falleció en 1994 en Sao Paulo, Brasil.

La Esfera, 1929

 

Edith de Aguiar y la AEPE

Fue una de las primeras socias que vinieron a formar parte de la Asociación de Pintores y Escultores, AEPE, creada a principios del siglo XX con el fin de apoyar, proteger y desarrollar el arte español. Y es que reunidos más de 180 artistas de primer orden del panorama artístico español, en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando,  fundaron dicha entidad bajo una idea original de Mariano Benlliure, que llevaron a la práctica Eduardo Chicharro, Miguel Blay y Cecilio Pla, con los principales objetivos de organizar certámenes colectivos orientados primordialmente al mejor conocimiento de los jóvenes valores, celebrar concursos, actos culturales, etc., y de modo importante, crear y fomentar entre todos los artistas asociados un beneficioso espíritu de compañerismo y profesionalidad.

Socia de Mérito

X Salón de Otoño de 1930

5.- Plaza del Ángel, Madrid, óleo, 0,86 x 0,66

6.- Madrileño, óleo, 1,24 x 1,00

XI Salón de Otoño de 1931

88.- Lonja y Colegiata de Alcañiz, óleo, 1,14 x 0,89

474.- Aragonesa, óleo, 1,10 x 1,10

68.- Las Calatravas, óleo, 0,90 x 0,74

XII Salón de Otoño de 1932

53.- Retrato de la señora M.N.S. óleo, 1,36 x 1,07

55.- Retrato del señor Revesz

XIII Salón de Otoño de 1933

287.- Catedral de Santiago, Plaza de la Platería, óleo

288.- Bodegón, óleo

Mujeres españolas, 1930

Los Directores de la Gaceta de Bellas Artes de la AEPE: Jesús María Perdigón

Por Mª Dolores Barreda Pérez

 

Los Directores de la Gaceta de Bellas Artes

de la Asociación Española de Pintores y Escultores

cabecera 1

 

La  Gaceta de Bellas Artes 1929: Jesús María Perdigón

Al dejar la presidencia José Francés, la revista siguió con el comité de redacción formado por Jesús María Perdigón, Angel Vegué, Ramón Pulido y Pedro Gª. Camio, como secretario, al que después se incorporó Antonio Ortíz de Echagüe como Presidente, pero no como director de la Gaceta.

En la Junta General de 17 de febrero, tras las elecciones reglamentarias, resultó elegido Presidente Antonio  Ortiz de Echagüe y Julio Moisés como Vicepresidente, siguiendo Pedro García Camio como Secretario General.

Meses más tarde, Ortiz de Echagüe dimitió por residir más tiempo fuera de Madrid que en la capital, siendo sustituido en el cargo de Presidente por Julio Moisés.

El Secretario General, Pedro García Camio, dimitió meses después, ocupando ese cargo Jesús María Perdigón, quien terminaría también dimitiendo. Se nombró provisionalmente a Roberto Fernández Balbuena, si bien la Asamblea General celebrada el 31 de mayo, eligió definitivamente a Emilio Romero Barrero, pintor y desde febrero médico oficial de la Asociación.

 

Jesús María Perdigón Hernández

 

PERDIGON HERNANDEZ, Jesús Mª      E     1919     17.ene.1888        LA OROTAVA       MADRID      1979

 

Socio de Mérito

 

 

Jesús María Perdigón Hernández nació en la villa de La Orotava, de la isla de Tenerife, el 17 de enero de 1888.

Hijo de Nicolás Perdigón Oramas y Jorgina Hernández y González.

Nicolás Perdigón era un buen escultor, heredero no sólo del arte y el estilo de su precursor, el gran imaginero orotavense Fernando Estévez, sino incluso de algunas esculturas del tallista de la Virgen de la Candelaria. La mayoría de la producción escultórica de Nicolás Perdigón se centró en imágenes procesionales. Buen estofador y pintor dorador, de su actividad como restaurador de imágenes ha quedado también huella en todas las islas.

Jesús María se sintió desde muy joven atraído por la escultura, motivo por el que su formación inicial, junto al influjo paterno, la acrecentara su tío Francisco Perdigón Oramas, también natural de La Orotava y muerto en Argentina, adonde había emigrado, y de cuyo talento escultórico ha dejado alguna buena muestra que se conserva en el museo de la Casa de los Balcones.

En 1906 es nombrado bibliotecario del Liceo de Taoro.

En esta época, alternó las aficiones escultóricas con la labor de pintor, especialmente como retratista y, en efecto, la prensa se hace eco de la realización de algunos de ellos hacia 1908.

Ese año, el Ayuntamiento de La Orotava aprueba una subvención que permitirá a Jesús María perfeccionar sus conocimientos de pintura en la capital.

El Sol, 1922

 

Gracias al apoyo municipal se veían colmadas sus aspiraciones a poder estudiar en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid: …”Es el joven Perdigón un verdadero artista, de excepcionales actitudes, que hace tiempo merecía el premio que hoy se le otorga. Sus facultades artísticas, harto conocidas por todos cuantos le han tratado y han visto sus ya numerosas obras, necesitaban un amplio desarrollo, y una elevada educación que en nuestra tierra no puede lograrse por los escasísimos medios de que aquí se dispone para ello. Y constituye una falta de lesa patria que, cuando un joven como Perdigón descuella en el divino arte, y dispone de un caudal de méritos como los que él posee, no se le proteja y muevan esas facultades relevantes en medio de la indiferencia de quienes están llamados a velar por lo que honra a su pueblo o región”.

El constante esfuerzo de Perdigón se vio con prontitud recompensado. En 1911 obtuvo el segundo premio en un concurso abierto por el Círculo de Bellas Artes de Madrid con el fin de elegir un proyecto de monumento a Alberto Aguilera, y el primero en otro celebrado por la misma sociedad en el que participaron los socios asistentes a la clase de Dibujo del Natural.

Pero no fue eso todo pues en mayo volvió a lograr un primer premio en reñida oposición de la Academia Oficial de Bellas Artes y, en julio, recibió de su profesor, el célebre escultor Miguel Blay Fábregas, igual distinción, de entre sus alumnos de Modelado en la Escuela de Pintura, Dibujo y Grabado.

Al año siguiente modeló el busto de un canario ilustre residente en Madrid, el escritor Luis Maffiotte La Roche, cuyo exacto parecido, lo notable de la ejecución, el conocimiento perfecto de los secretos del arte, hacen de esta obra una escultura digna del éxito que ha alcanzado.

El escultor trabajando en su estudio

 

En mayo envió a su padre el retrato del abogado y político Eduardo Domínguez Alfonso con el fin de que éste lo entregara al alcalde, Tomás Pérez Acosta, para que se colgara en los salones del Ayuntamiento de La Orotava.

Durante su permanencia en Madrid el prestigio alcanzado por el joven escultor se consolida y constituye un motivo de orgullo para sus comprovincianos: …”El hecho de ser en este año uno de los pocos pensionados por el Círculo de Bellas Artes de Madrid para seguir sus estudios en Roma, revela a todas luces que el señor Perdigón no corresponde a ese montón anónimo de artistas que a Madrid van y de Madrid vuelven, sin otros conocimientos que los que la práctica les ha enseñado. El joven señor Perdigón lleva consigo lo que es imprescindible en todo artista; lo que hace al artista: la inspiración, ese don inapreciable del alma. Nos congratulamos, pues, de este nuevo triunfo logrado por el señor Perdigón, y de todas veras deseamos que el éxito definitivo corone los esfuerzos de este esclarecido paisano que no necesita estar adornado de la grave distinción inglesa para llegar adonde sólo llegan los privilegiados”.

Pensionado nuevamente por la Diputación Provincial de Canarias para proseguir sus estudios en Madrid, comienza a realizar el busto del culto pedagogo Viera y Clavijo que, diez años más tarde, se instalaría en un elegante pedestal en el recinto ajardinado por el que se accede al Instituto de Canarias en San Cristóbal de La Laguna.

Será en este año de 1915 cuando Jesús María Perdigón obtenga sus primeras críticas, en extremo favorables y alentadoras, escritas por conocidos comentaristas de arte establecidos en la Villa y Corte, que inmediatamente generaron otras debidas a plumas no menos conspicuas, habituales en la prensa del archipiélago.

Busto de Viera. Los Realejos. Tenerife

 

A finales del curso expuso en el salón de que disponía el Círculo de Bellas Artes en la calle del Prado junto con otros tres artistas.

José Francés publicó en La Esfera un artículo profusamente ilustrado con numerosas fotografías entre las que figuraban un retrato del artista y dos reproducciones de obras suyas. De Jesús María Perdigón podía leerse: …”pensionado del Círculo de Bellas Artes, ha celebrado, con otro compañero suyo y los dos paisajistas Robledano y García Lesmes, una exposición de varias obras suyas, en el saloncito que posee el Círculo en la calle del Príncipe. Dos retratos, una cabeza de estudio y un desnudo, constituían el envío de Perdigón. Las cuatro obras responden al credo estético de la serenidad, de un reposo tranquilo, verdaderamente estatuario. Modela con mano firme, con una gran sobriedad de planos que hacen presentir el futuro artista enamorado de la simplificación, de la estilización. El desnudo titulado Ofrenda, revela, además, sensibilidad y buen gusto. Causa en el espectador la sensación plácida, aquietadora, que sigue siendo, y seguirá por los siglos de los siglos, la cualidad primordial de la escultura. En las otras tres obras se manifiesta más clara esta buena orientación estética del joven artista canario. Lo mismo en la Cabeza de muchacho que en el Retrato de mi padre, hay una limpia y pura sobriedad, que luego, en la Cabeza de mujer, se acusa y afirma, estilizando hasta un extremo que sólo pueden alcanzar los que dominan la técnica de su arte”…

El periodista canario Mariano Daranas, colaborador del diario madrileño La Acción, envió a la Gaceta de Tenerife, un extenso comentario en el que trazaba un detallado retrato del artista: …”El físico y la indumentaria de Perdigón son, en cierto modo, absurdos. Me explicaré, ante el probable casi seguro signo de extrañeza que hará el lector. Perdigón no tiene melenas, ni lleva chalina, ni usa sombrero rembrandt. Todo ello, y algún otro detalle suyo que conozco, nos dice, bien elocuentemente que Perdigón no es un extravagante ni un rebelde, ni un inquieto. Su arte es franco, diáfano y trasparente como un rostro sonrosado de niña. Su porte, su conversación y su gesto dentro están siempre de los límites de la corrección y la sencillez. Ni exagera las maneras ni extrema el aliño y acicalamiento de su persona como Néstor ni está reñido con el peluquero y con algunas otras cosas más, como un núcleo, más o menos numeroso de pintores, escultores, músicos, poetas y caricaturistas, ferviente admirador de Carrere, el príncipe-cantor de la Bohemia. Y ello habla bien de nuestro amigo. Ello quiere decir que abriga el sano criterio de que para triunfar y asirse a la Gloria no es preciso salirse violentamente —grotescamente, nos atreveríamos a decir— del plano del trato social, común a todos los hombres… Perdigón es un enamorado de la Belleza plácida, serena, tranquila, como la comba azul de nuestro cielo y el pomposo y tierno paisaje de su lugar natal. Florece en sus esculturas un semiquietismo que da al espíritu una impresión de bienestar y pureza. No son sus obras de las que subvierten e inquietan el ánimo de quien las contempla ni de las que aguijonean la carne y la encienden su ansias impuras, no. La sensación que producen es de reposo, de mansedumbre y de sosiego, en una palabra: la emoción estética, elemento indispensable, esencial, capital de toda obra artística. El modelado de Perdigón es firme y seguro, sin languideces ni brusquedades. Los trazos del retrato de su padre están virilmente acusados, y revelan una técnica exquisita y depurada. El desnudo que titula Aroma es realmente cautivador. Consiste en una joven que aspira con deleite el perfume de unas flores, prisioneras de sus manos. La línea en esta figura es un soberbio alarde de sobriedad y buen gusto. La expresión es de una castidad y limpidez, verdaderamente inefables. El triunfo de Perdigón ha sido resonante, definitivo. Todos los diarios de esta corte, las revistas ilustradas y los críticos más eminentes proclaman a Perdigón de los primeros escultores jóvenes de España, augurándole cercanos días de gloria. El nombre de este artista canario, representa, ya, pues un positivo y sólido valor”…

Adolfo Cabrera-Pinto y Pérez

 

Aspirante a la plaza de profesor de modelado en 1917, prosigue su formación en Madrid y, ya en abril de 1918 vuelve a exponer, en esta ocasión en las salas del Ateneo de Santa Cruz de Tenerife, un busto del abogado y político Emilio Calzadilla Dugour que acaba de dar por terminado.

El Círculo de Bellas Artes de Madrid le encomendó, en noviembre de 1918, la ejecución de una lápida conmemorativa para que fuera colocada en la casa en la que había fallecido el músico Manuel Fernández Caballero y al año siguiente, se recibieron en La Habana los bustos de Viera y Clavijo y Galdós que le había encargado la Asociación Canaria establecida en dicha ciudad.

La esculturas de Perdigón fueron transportadas de Madrid a La Habana sin gastos de ningún género, pues tanto los ferrocarriles españoles con la Compañía Trasatlántica se negaron a cobrar los gastos de envío de las mismas. Estos monumentos no fueron inaugurados hasta 1930.

En 1921 contrajo matrimonio Jesús María Perdigón con Virginia González-Pola, hija del escultor Julio González-Pola y García, vicepresidente del Círculo de Bellas Artes de Madrid, y al año siguiente se le premia con una segunda medalla en la Exposición Nacional de este año.

Francisco Fajardo

 

Sus preocupaciones artísticas le llevaron a divulgar desde La Gaceta de Bellas Artes y desde la prensa madrileña algunos de los valores artísticos de la imaginería y pintura de su isla natal con especial interés en la obra de Roldán, Luján Pérez, Fernando Estévez o Luis de la Cruz, aportando en alguno de ellos datos de particular interés para la historiografía artística.

En 1922 presentó obra a la Exposición Nacional de Bellas Artes, logrando la Segunda Medalla con la obra “Niña ciega”.

En 1923 es profesor de modelado del Instituto Nacional de Sordomudos, con un sueldo de 3.000 pesetas, plaza que ganó por oposición.

Un año más tarde, gana el concurso organizado por el Círculo de Bellas Artes para dedicar una placa a Bretón.

En 1925 el Museo de Arte Moderno adquiere su “Cabeza de ciego” por 1.500 pesetas.

A la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1926 presentó la obra “Madonna”. En La Correspondencia Militar se leía acerca de la misma: …”se traía de un bello grupo admirablemente concebido en el que el gran artista quiere dar una delicada idea del sentimiento maternal, logrando, sin recurrir a efectivismos teatrales, emocionarnos y convencernos plenamente. Con amplitud de técnica están modeladlas las figuras; pero, en nuestra opinión, hay más acierto en la de la madre, que nos recuerda en su serenidad las hermosas Tanagrinas helénicas.

En 1927 Jesús María Perdigón realizó un busto en bronce del historiador de Canarias José de Viera y Clavijo, natural del Realejo Alto. El escultor viajó a la isla en compañía de su esposa y su pequeña hija.

Un amplio grupo de artistas e intelectuales de Tenerife, vinculados al Círculo de Bellas Artes, organizó antes de su marcha un banquete en su homenaje que tuvo lugar, en el Hotel Aguere de La Laguna, al que asistieron también varios representantes de otras instituciones políticas y culturales de la Isla.

Agustín de Bethencourt y Molina, Puerto de la Cruz, Tenerife

 

En 1927 Perdigón participó en la Exposición Internacional de Arte Moderno de Barcelona, a la que había enviado varias piezas, entre ellas una titulada Maternidad y el busto de su padre, que merecieron elogios de la crítica, muestra en la que actuaría de jurado dos años más tarde.

En la Exposición Internacional de Barcelona de 1929, actuó como Jurado en representación de la Asociación de Pintores y Escultores.

Quizá la obra popularmente más conocida de Perdigón sea el busto de Mariano José de Larra, Fígaro, que por iniciativa del Circulo de Bellas Artes de Madrid se levanta en la actualidad sobre un pedestal de granito en los jardines de la calle de Bailén, frente a la catedral de La Almudena, que fue inaugurado en 1930.

El busto del arcediano Viera, vaciado en bronce por encargo de la Asociación Canaria de La Habana en 1918, fue finalmente instalado en una plazoleta de los jardines del sanatorio Nuestra Señora de la Candelaria, frente a la iglesia, en la quinta edificada por dicha sociedad e inaugurado el 9 de diciembre de 1930.

Emilio Calzadilla, Parque García Sanabria, Santa Cruz Tenerife

 

Poco antes había tenido lugar un acto semejante con el otro busto encargado a Perdigón, retrato de Benito Pérez Galdós, que se ubicó en la Casa de Salud de la repetida institución.

Jesús María Perdigón era ya profesor de Modelado y Vaciado en la Escuela Central de Artes y Oficios Artísticos de la que fue, durante años, secretario.

En 1932, el director de la Escuela de Artes y Oficios regaló al Ayuntamiento de Madrid un busto en piedra del gran artista madrileño Leonardo Alenza Nieto, ejecutado por los alumnos de la clase de modelado de dicho centro, bajo la dirección de Jesús María Perdigón. Fue situado en el parque del Retiro y dos años después se le nombró vocal del Consejo Nacional de Cultura, con cuyo motivo le fue ofrecido un banquete-homenaje por sus compañeros.

Directivo de la Asociación de Pintores y Escultores, participó en el consejo de redacción de la revista Gaceta de Bellas Artes, en la que publicó, aparte de otros trabajos, diferentes artículos sobre los escultores canarios Luján Pérez y Fernando Estévez, el pintor de cámara Luis de la Cruz y Ríos, etc., que contribuyeron a divulgar entre los lectores madrileños algunos de nuestros valores artísticos insulares.

En un importante artículo que publicó en Abc en 1943, dio a conocer como obra de Pedro Roldán, con la colaboración de su hija Luisa la Roldana, el magnífico Cristo de la Columna de la iglesia de San Juan de La Orotava, traído de Sevilla en 1689 por el canónigo de Canarias Francisco Leonardo Guerra.

 

Firma del artista

Monumento a Viera, Quinta Canaria de La Habana

 

Jubilado desde 1958, falleció Jesús María Perdigón, en Madrid, el día 30 de septiembre de 1970.

De su necrológica, firmada por el doctor Hernández Perera, reproducimos los últimos párrafos:

…”De su producción escultórica obrada en Madrid proceden bastantes bronces que pueden verse en las plazas de Tenerife, como el de Viera y Clavijo en la del Realejo Alto, el de don Enrique Fajardo [sic por Francisco] en el parque de Lorenzo-Cáceres en Icod, el busto de don Emilio Calzadilla que hace poco se colocó en el parque municipal de Santa Cruz de Tenerife, o el excelente monumento a don Agustín de Béthencourt y Molina, acaso su última obra, que le encargó el Ayuntamiento del Puerto de la Cruz y se alza frente a la casa natal del gran inventor e ingeniero. De bronce es también la Niña ciega y Cabeza de anciana que se guardan en el Museo Municipal de Santa Cruz de Tenerife. Una Virgen de Candelaria suya fue donada por la colonia canaria de Madrid al obispo Pérez Cáceres, con ocasión de su consagración episcopal.

Otras obras, imágenes religiosas, han quedado en Madrid, tales la Virgen del Carmen de la capilla del Ministerio de Marina, Iglesia del Caballero de Gracia, o la Piedad que proyectó para el Valle de los Caídos [réplica, policromada en madera, en la Colección Muguruza] y no llegó a tallarse en granito, sustituida por la de Juan de Ávalos que corona la portada de la basílica de Cuelgamuros. Centro de una tertulia a la que acudían artistas y críticos y en la que tanto él como su entrañable amigo el catedrático Rafael Láinez Alcalá mantenían vivo el recuerdo y la estimación del arte canario. Perdigón sorprendía e ilustraba a todos con su memoria prodigiosa y unos conocimientos históricos poco comunes. A la Universidad de Tenerife donó libros y revistas de arte y una colección de fotografías de escultura española, singularmente granadina, que han engrosado el fichero del Departamento de Arte. Desde su hogar madrileño de la calle Alcalá 155, mantuvo hasta el fin un insobornable cariño a su tierra, de cuyas riquezas artísticas y naturales fue propagandista apasionado”…

En Madrid vivía en la calle Jordán, 9

Busto de Mariano José de Larra situado en los jardines de la calle de Bailén, frente a la catedral de La Almudena de Madrid

Galdós. Busto de la Asociación Canaria de Cuba

 

 

Jesús María Perdigón y la AEPE

Ejerció de crítico de arte con el seudónimo de Perdreau, en varias publicaciones, como Arte Español y la Gaceta de Bellas Artes, de la que formaba parte del comité de redacción.

Nombrado Socio de Mérito en el Salón de Otoño de 1925.

Fu además Vocal de la Junta directiva de la Asociación de Pintores y Escultores del 25 de febrero de 1927 a 1929, siendo secretario interino en 1927.

Presentó obra al V Salón de Otoño de 1924:

444.- Cristino, busto en mármol.

Al VI Salón de Otoño de 1925 presentó:

436.- Estudio de torso, yeso.

437.- Retrato, yeso.

 

Luis Francisco Benítez de Lugo, marqués de la Florida

Maternidad

Algunas de sus obras fueron publicadas en La Esfera

 

Más información en https://lopedeclavijo.blogspot.com/2015/03/jesus-maria-perdigon-1888-1970-algunas.html

 

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