Soledad Fernández recibió la Medalla de Honor de la AEPE

Agradecida, emocionada y rodeada de artistas y amigos

 

El 14 de febrero de 2025, en la sede social de la AEPE, tuvo lugar el acto de imposición de la Medalla de Honor de la AEPE a la pintora y socia Soledad Fernández.

Presidió el acto José Gabriel Astudillo López, Presidente de la centenaria entidad, que hizo entrega del más alto reconocimiento que otorga la Asociación Española de Pintores y Escultores.

 

A su llegada, Soledad Fernández fue recibida por los miembros de la Junta Directiva que asistieron al acto, la Secretaria General y Secretaria Perpetua de la AEPE, Mª Dolores Barreda Pérez, Paloma Casado, Carmen Bonilla Carrasco, Fernando de Marta y Jesús Alcolea, estando también presentes Tomás Paredes, la Alcaldesa de Villalba, Mariola Vargas, su esposo, familiares y numerosos socios y amigos.

Abrió el acto con una reseña biográfica, la Secretaria General y Secretaria Perpetua de la AEPE, Mª Dolores Barreda Pérez, quien destacó el aspecto humano y personal de la medallada en una semblanza que reproducimos íntegra:

«SOLEDAD FERNÁNDEZ. EL ALMA DE LA PINTURA

Nace en Madrid… da igual en qué fecha porque en realidad estamos hablando de una adolescente…

Y aunque gata de nacimiento, pronto traslada su residencia a Collado Villalba, que es donde tienen la suerte de tenerla como vecina.

Su inquietud por el arte la lleva a estudiar en el taller del pintor de la escuela sevillana José Gutiérrez Valle.

Pero más allá del taller, acude con regularidad al Círculo de Bellas Artes de Madrid, donde me ha contado alguna vez José Gabriel, acudían los artistas a dibujar modelos en vivo, que es sin duda la parte que más ha debido de marcar su trayectoria artística, ya que se adquiere una mano, como decís los pintores, difícilmente posible de lograr sin esa experiencia.

Tímidamente, comienza a presentar obras a certámenes y concursos

En los años 80, en plena movida madrileña, viaja a París, Roma, Londres y Venecia, donde aprende de los clásicos que tanta importancia tienen en su obra.

Y a contracorriente, cuando estaba tan de moda el paisaje urbano hiperrealista, decide dedicarse al cuerpo humano, al desnudo.

Esa decisión, tan acertada ahora que revisamos su obra, fue la que le proporcionó su seña de identidad y el estilo propio por el que hoy en día es reconocida, la que ha hecho de ella una pintora única y excepcional del desnudo femenino.

Pero decíamos que viaja por las capitales artísticas europeas, y este aprendizaje queda plasmado en las primeras exposiciones que realiza, hasta que en 1987 logra exhibir su obra en la Sammer Gallery de Londres, una prestigiosa casa que abrió sus puertas en 1975 y estaba especializada en arte orientalista.

Tras la experiencia británica, llegaron pronto otras muestras en Madrid, Barcelona, Zaragoza, Palma de Mallorca o El Escorial, así como su participación en importantes ferias nacionales e internacionales, como las de Washington, Chicago, Miami, Santander o Valencia.

Ese mismo año, obtiene el Primer Premio de Pintura Extranjera del XXIX Certamen Internacional Grolla d’Oro de Treviso, Venecia.

Dos años más tarde, logra el Primer Premio del VI Certamen del Premio de Pintura Durán.

Soledad tiene obra en importantes museos de Francia, Malta, Cádiz, Huesca y en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, aquí en Madrid.

De ella han escrito importantes críticos de arte, de esos que en realidad hacen crítica y conocen la trayectoria de un artista y sus desvelos e inquietudes, aunque poco puedan decir en realidad de su alma.

Soledad ha pasado muchas, muchísimas horas en el Museo del Prado. Como ella misma confiesa, sus pies siempre la han llevado hacia la obra de Rogier Van der Weyden. Hablamos de El Descendimiento, una pintura que hizo famoso a su autor por el naturalismo de sus detalles y el patetismo expresivo de sus personajes, a quienes logró dar vida e infundir el sufrimiento que tanto nos conmueve hoy en día y que imagino, tanto impresionó también a Soledad.

Y entonces, tuvo una idea brillante y genial: trasladar a la actualidad a aquellos personajes y que esa compasión y dolor que el cuadro transmite, represente el contenido social que cinco siglos después vivimos.

Si presidiera este homenaje algún miembro del gobierno de España, invitado como estaba y de quien no tenemos respuesta, sin duda hablaría del nuevo término que han inventado hace apenas dos semanas, otro nuevo eufemismo que anotar: el dolor social.

Pero no se trata del dolor social al que se refería el gobierno el otro día, sino del dolor de los familiares ante una víctima de accidente de trabajo, algo que por desgracia, aún es común en España y a veces, inevitable y fortuito.

Sin embargo, si el modelo nos estremece, también lo hace la versión de Soledad, que ha sabido reexperimentar las verdades espirituales de Van der Weyden.

Como ella misma cuenta, prepara sus telas personalmente, puesto que sus tramas le permiten conseguir unas texturas y transparencias que también pintan, y partiendo de su herencia clásica, su admiración por el realismo de Velázquez y de los pintores del siglo de oro, ha elegido el cuerpo humano como tema principal, como fuente de inspiración y como lenguaje con el que transmitir tantas y tan intensas emociones.

Sin embargo, sus obras están cargadas a la vez de un fuerte romanticismo, y también de un simbolismo prerrafaelista en el que los personajes se desnudan y donde los ropajes se incorporan como algo ajeno a los mismos, pero a la vez intrínseco y complejo.

La utilización del romanticismo y simbolismo que demuestra, nos presenta siempre una luz increíble en la que hay un dominio total de las sombras, lo que da como resultado, volúmenes, pliegues y ondulaciones imposibles de contener, en estudiadas sesiones que demuestran además, que Soledad es una incansable trabajadora.

Uno de sus temas favoritos es el desnudo femenino, cuya carnalidad afronta con unos colores maravillosos y una frescura traslúcida que los hace únicos por su armonía y sensibilidad.

De estilo delicado, sus mujeres son como ella, rezuman amor y cariño, respiran belleza y reflejan a una mujer hermosa de buenos sentimientos y grandeza de espíritu.

El resultado son obras de tremenda fuerza expresiva y creativa, de gran belleza y de mensaje, que transforma la materia en espíritu, y en las que laten unas pinceladas preciosistas y apasionadas.

Sus mujeres son, como digo, como ella, por eso las desnuda, para que veamos en todo momento su alma, más allá de su cuerpo, repleta de voluptuosidad y de naturalidad a la vez, repleta de belleza y calma, de amor y sosiego.

Soledad es conocida por ser una de las mejores pintoras realistas.

Citando alguna de esas críticas, especialmente elegida puesto que quien la ha hecho es el reconocido crítico Tomás Paredes, también como ahora ella, Medalla de Honor de la Asociación Española de Pintores y Escultores, “¿Qué determina la obra de Soledad Fernández?: la técnica, el concepto, la decisión de ahormar un mundo personal, que respira en sus formas y cromías. Su realismo, antes que representar, presenta, muestra la presencia del misterio y la emoción, aunados por su solercia técnica, por la dimensión que brota en cada pincelada, por la sensación de su impacto”.

La evolución en los temas es algo que la ha llevado a plasmar el cuerpo humano acompañado esta vez de telas de exuberante y vivo colorismo: me refiero a los mantones de Manila, que representa junto a manos de fuerza contenida, en ejercicios de auténtica maestría, ya que estas telas plantean una laboriosidad y dificultad extremas, tanto en hacerlas como en pintarlas.

Y también refleja su calma y sosiego en bodegones, en frutas retorcidas y ajadas muy del gusto de pintores de la escuela madrileña. Membrillos que hasta parece que podemos oler y coger en cuanto se descuide Soledad.

Sus manos, estas que tengo junto a mí ahora, pero también esas que pinta, suponen un lenguaje no verbal que son capaces de expresar los diversos afectos del ánimo y evidencian la estrecha relación entre la mano y la mente, pues la mano expresa lo que la mente piensa y lo que la artista siente, siendo capaz de reflejar la interioridad psíquica.

Pintar una mano es algo muy difícil. Visto como fragmento, tal y como lo utiliza ella, adquiere muchísima importancia, ya que por ella misma y sola, representa un todo.

Es una huella, un signo de identidad humana que remite a la propia artista.

Y a pesar de que se dice que pintar manos es de lo más difícil anatómicamente, yo creo que pintar manos que reflejan una historia, es lo más sublime en el arte.

Citando nuevamente a Tomás Paredes, “pocos han pintado como ella, con pulcritud y ductilidad, papeles envolviendo cuerpos… telas acariciando la figura humana… sabiendo dar calidad y calidez a la carnación, intimidad a las personas, vida a los objetos”…

Soledad está siempre rodeada de cariño, de personas a las que ama y que utiliza como modelos en sus obras. Por eso, las trata también con mucha ternura, y eso, que parece que no cuenta, se refleja en sus pinceladas, amorosas, primorosas y sabias.

Soledad es artista, pero también hija, hermana, madre y abuela. Lo hace todo, y todo bien… bueno, ya sabéis que las mujeres podemos hacer un montón de cosas a la vez…

Soledad es una pintora de versos que difumina con su pintura líricos trazos de belleza. Por eso, quiero terminar esta introducción a su vida y obra, con algunos versos de Eloy Sánchez Rosillo, que dicen así:

Tu obra es patrimonio

de cuantos quieran que les pertenezca.

Pero, además de compartir tan fértil

y tan bella heredad con los que la hacen suya,

yo fui también testigo de tu vida,

y eso sólo unos pocos lo hemos sido.

Ineludible obligación gustosa

y legítimo orgullo

mueven y moverán mi ánimo y mi lengua

al testimonio fiel.

Querida Soledad: como le gusta decir al Presidente, ya eras parte de esta gran familia de socios que componemos los miembros de la Asociación Española de Pintores y Escultores, pero hoy escribes además, una nueva página de honor en nuestra historia, que recordaremos mientras queden artistas que busquen aprender de quienes cultivan la belleza.

Gracias por tu arte, por tu ternura y tu cariño, que es lo que celebramos quienes tenemos el honor de conocerte.

Muchas gracias»

El Presidente dio entonces la palabra a la hermana de Soledad Fernández, que leyó unas notas de la artista, así como algunos pasajes de su autoría.

Tras su intervención, el Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, José Gabriel Astudillo López, exaltó las cualidades de la artista en un discurso que también reproducimos íntegro:

«Soledad Fernández es una gran artista. Pero es además amiga, compañera y maestra, una gran persona que ha logrado superarse en la conquista de la excelencia, haciendo de su trabajo una búsqueda de la belleza, la innovación y la creatividad.

Es quien ha dado esos maravillosos brochazos de color al paisaje, a veces gris, del mundo en que vivimos, haciendo del virtuosismo y de la temática femenina, un espacio exclusivo y especial que nos ha hecho admirar, emocionarnos y sentir muchas y muy variadas emociones y que se resumen en una máxima que es la creación de la belleza.

Este reconocimiento al mérito que hoy otorga la Asociación Española de Pintores y Escultores es también una invitación a detenerse en su biografía ejemplar, en esa parte inmutable de la vida que es la inquietud artística.

No hay más que mirar su rostro para descubrir la suma de facultades, afán y trabajo que representa y que hoy se concentra en esta humilde Sala Eduardo Chicharro.

Con su obra, en definitiva, ha contribuido a hacer de la inmensa familia de artistas que es esta casa, un lugar mejor para vivir y conectar con otros buscadores de belleza y creadores geniales, unidos por el amor común a las bellas artes.

Como bien ha hecho la Secretaria General al perfilar su biografía, porque así lo merecía al hablar de ella y de su obra, asumo el riesgo de que mis palabras no alcancen a reflejar el conjunto de razones por las que hoy le rendimos homenaje con la entrega de esta Medalla de Honor de la AEPE.

Las Bellas Artes requieren el impulso generoso y apasionado de los mecenas y de quienes trabajan en beneficio de la cultura sin esperar nada a cambio. De los museos e instituciones, de la sociedad en su conjunto, pero sobre todas esas cosas, precisan de los creadores, de los artistas que se estudiarán en los siglos futuros y que son los artistas de hoy, a quienes hay que reconocer su genialidad y maestría.

Su creatividad y su inspiración son garantía de que sus obras perdurarán, marcarán tendencias y serán recordadas y admiradas. Por eso distinguimos hoy a Soledad Fernández.

Su pintura es sinónimo de elegancia, de belleza, de distinción y de arte, pero también de tesón y esfuerzo.

Hoy distinguimos con la Medalla de Honor de la AEPE, no solo por las emocionantes obras que ha regalado a los amantes de la pintura durante décadas, sino también por haber sabido sobreponerse a las dificultades de encarar la madurez en este arte ahondando en su talento y redescubriendo su propia personalidad como pintora.

Soledad ha depositado la mayor de sus energías y todo su talento en sus obras, pero también ha puesto su energía en hacer brillar las obras de los demás, en aportar su sensato juicio en desvelar a futuros talentos y en distinguir las buenas obras de arte y el placer de conocerlas.

El impacto sensorial y sentimental de la belleza de sus obras pone de relieve su inmenso amor por la pintura, y el hecho de hacer de la figura femenina su tema predilecto solo nos viene a reafirmar en la especial sensibilidad que tiene su obra, en la fuerza cohesionadora de la misma, en la irrepetible identificación de sus trazos y en la genialidad de sus escenas, ricas en detalles y que al fin y al cabo solo presentan, el alma de la propia artista.

Te llamas Soledad y como puedes ver, no estás sola. Llevas muchos años dejando por ahí tu esencia y tu buen hacer y hoy hemos reunido aquí algunos trocitos nada más, que son los que te dispensamos en estos aplausos, devolviéndote el cariño que a diario nos has dispensado y que hoy recoges como una antítesis a tu nombre en forma de compañerismo.

Te llamas Soledad, pero ya ves que no estás sola, que nunca lo has estado porque has creado tantas obras, tantas mujeres hablando con sus gestos y sus silencios, que en cada nueva creación entablas un fascinante diálogo contigo misma y con el alma que infundes a cada una de ellas, nacida de tu propia alma y de tu propia esencia…

No te voy a llamar bruja Soledad, pero das vida a rostros y a cuerpos y los haces vivir ya por siempre en nuestra retina y eso para mí tiene un nombre: magia. Así que prefiero llamarte encantadora, maga, poeta del pincel, señora de los colores… la bruja del oeste de este Madrid que hoy se rinde a tus pies.

La página que hoy escribimos en la Asociación Española de Pintores y Escultores con la entrega de esta Medalla de Honor a Soledad Fernández, no ocupará la primera plana de ningún diario, pero puedo aseguraros que para esta casa constituye uno de sus capítulos fundamentales.

Su esfuerzo y su talento no caen en saco roto, porque nuestras vidas, como la de ella, entregadas a las Bellas Artes, son una enorme fuente de riqueza y fecundidad, de belleza para toda la sociedad, y además un gran orgullo para todos los socios de esta casa, para los artistas y para los amantes del arte y la cultura de todo el mundo.

Recibe Soledad esta Medalla de Honor y permítenos regocijarnos contigo y compartir tu triunfo y tu arte.

Muchas gracias«.

Tras estas palabras, el Presidente hizo entrega de la Medalla de Honor de la AEPE a Soledad Fernández, así como del Diploma acreditativo de la misma, mientras la concurrencia aplaudía cariñosamente a la artista, visiblemente emocionada, que no pudo evitar que se le empañaran los ojos.

Soledad Fernández también quiso agradecer el honor con palabras sentidas en las que expresó que estaba realmente emocionada y agradecida y que en la AEPE había encontrado una verdadera casa de los artistas en donde la hermandad y el arte van de la mano en el estupendo trabajo que están realizando para toda la sociedad española.

Después, la artista firmó en el Libro de Honor de la AEPE y  una vez realizada la sesión de fotografías obligada, los asistentes pudieron felicitarla de forma personal y compartir una copa de vino español en otra velada inolvidable de la Asociación Española de Pintores y Escultores.

 

Publicadas las bases del X Salón del Dibujo, Grabado e Ilustración

Se celebra en noviembre en el CC Nicolás Salmerón

Con fecha de febrero de 2025, el Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, José Gabriel Astudillo, y la Secretaria General de la AEPE, Mª Dolores Barreda Pérez, firman las bases que habrán de regir en la convocatoria del X Salón del Dibujo, Grabado e Ilustración que convoca la AEPE y que se celebrará en la Sala de Exposiciones del CC Nicolás Salmerón, del madrileño distrito de Chamartín en el mes de noviembre de 2025.

El certamen incluye las secciones de dibujo, grabado e ilustración, siendo el tema y la técnica libres, y podrá concurrir al mismo cualquier artista.

El Salón del Dibujo, Grabado e Ilustración de la AEPE, constituye pues una cita grandiosa, una excelente oportunidad de presentar el talento y la calidad de todos los artistas y cuenta con dos premios instituidos especialmente para honrar a los fundadores de la centenaria entidad y para terminar de reconocer la importancia que esta cita tiene en el calendario expositivo de la entidad: la Medalla de Dibujo Marceliano Santamaría Sedano, la Medalla de Grabado Francisco Esteve Botey y la Medalla de Ilustración Eulogio Varela Sartorio.

Toda la información está disponible en esta misma web, pestaña Certámenes y premios, subpestaña X Salón del Dibujo.

 

Bases X Salón de Dibujo, Grabado e Ilustración 2025

 

 

X Salón del Dibujo, Grabado e Ilustración

Noviembre del 2025

Sala de Exposiciones del

Centro Cultural Nicolás Salmerón

Junta Municipal de Chamartín

Calle Mantuano, 51

28002 Madrid

De lunes a viernes: De 9 a 13’30 y de 16 a 19 h.

Metro: Concha Espina (línea 9), Prosperidad (línea 4), Cruz del Rayo (línea 9)

Bus: 16, 29, 52

Publicadas las bases del X Salón de Arte Realista

Se celebra en septiembre, en el CC La Vaguada

Con fecha de febrero de 2025, el Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, José Gabriel Astudillo López, y la Secretaria General de la AEPE, Mª Dolores Barreda Pérez, firman las bases que habrán de regir en la convocatoria del X Salón de Arte Realista que convoca la Asociación Española de Pintores y Escultores y que se celebrará en la Sala de Exposiciones del Centro Cultural La Vaguada, del 25 de septiembre al 27 de octubre de 2025.

Podrán concurrir artistas de toda la geografía española, pertenezcan o no a la AEPE, en las diferentes modalidades de pintura (dibujo, grabado y acuarela) y escultura, siendo el tema y la técnica libres.

El Salón de Arte Realista de la AEPE, constituye una cita grandiosa, una excelente oportunidad de presentar el talento y la calidad de todos los artistas y cuenta con dos premios instituidos especialmente para honrar a los fundadores de la centenaria entidad y para terminar de reconocer la importancia que esta cita tiene en el calendario expositivo de la entidad: la Medalla de Pintura José Villegas Cordero y la Medalla de Escultura Juan Cristóbal.

Toda la información y bases en esta misma web, pestaña Certámenes y premios, subpestaña Salón de Arte Realista

 

Bases X Salón de Arte Realista 2025

 

 

X Salón de Arte Realista

de la Asociación Española de Pintores y Escultores

25 de septiembre a 27 de octubre de  2025

Sala de Exposiciones del Centro Cultural La Vaguada

Fuencarral – El Pardo

Avenida de Monforte de Lemos, 40.

28029 Madrid

Horario: de lunes a sábados de 9 a 21’30 h.

 

Éxito en la proyección del documental “Eduardo Rosales y Murcia”

Organizado por la AEPE, contó con la asistencia de los descendientes del artista

 

El 7 de febrero de 2025 tuvo lugar en la Casa de Vacas del madrileño Parque del Buen Retiro, la proyección del documental  “Eduardo Rosales y Murcia”, un mediometraje documental realizado por José López Almagro, centrado en el efecto que tuvo el paisaje y el aire murciano sobre la inspiración del pintor madrileño en la fase postrera de su carrera, cuando acuciado por una tuberculosis pulmonar que terminaría por llevarle a la tumba con apenas 36 años, pasó dos largas temporadas en Murcia en 1872 y 1873, buscando en el clima mediterráneo, un estímulo para su salud y para creatividad, que no pasaban por su mejor momento.

Al acto acudieron muchos descendientes de la familia Rosales, encantados de asistir a un acto en el que poder dar visibilidad al gran artista, así como el Director General de Patrimonio Cultural de Murcia, Patricio Sánchez López, llegado expresamente para apoyar con su presencia a los murcianos, socios y amigos de la Asociación Española de Pintores y Escultores y numeroso público deseoso de descubrir una parte tan olvidada de la biografía del inmortal genio madrileño.

Tras la proyección de la cinta, tuvo lugar un coloquio en el que participaron José López Almagro, director y productor del documental, Juan Antonio López Delgado, Académico Correspondiente de las Reales Academias de la Historia y de Alfonso X El Sabio, el periodista y escritor Javier Sierra, José Gabriel Astudillo López, Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores y Mª Dolores Barreda Pérez, Secretaria Perpetua de la AEPE y miembro de AECA.

 

El primero en intervenir fue Juan Antonio López Delgado, quien resumió brevemente la biografía de Eduardo Rosales, con especial importancia de su estancia en Murcia.

El académico no pudo sino remarcar la “importante lucha que tanto su familia como los descendientes del pintor están llevando a cabo por conseguir el merecido reconocimiento de un artista clave en la historia de la pintura de España, que por desgracia no es todo lo conocido que debiera, y especialmente su vida en Murcia, una estancia que fue fructífera pese a la enfermedad, y de la que tan pocos pero inmejorables lienzos nos han quedado”.

Por su parte, Javier Sierra incidió en algunas obras poco conocidas del artista, como la escena histórica que refleja los últimos momentos de Leonardo Da Vinci y que puede verse en el Museo Ibáñez de Almería.

También destacó la imagen romántica de un artista en el que la presencia de la muerte era muy fuerte y presidía toda su vida, marcada por la enfermedad y cómo su obra fue el preludio de una auténtica revolución en el mundo de la pintura en España.

Mª Dolores Barreda Pérez quiso presentar una visión del artista desde el punto de vista de lo que técnicamente fue su pintura, preludio del impresionismo, influenciado quizás por su estancia en París, donde sin duda conocería los ambientes de los primeros autores del movimiento.

Quiso además remarcar el hecho de que más de treinta años después, fue Ramón Pulido, socio de la Asociación Española de Pintores y Escultores y Director de la Gaceta de Bellas Artes, quien propusiera a la comunidad artística que se levantara un monumento en honor de Eduardo Rosales, como así se verificó en 1922 y preside el Paseo del Pintor Eduardo Rosales en la capital.

José Gabriel Astudillo señaló “que la tarde de hoy, pese al mal tiempo que reina en el Parque del Retiro, es un regalo para todas las personas que estamos implicadas en la visibilidad de los grandes artistas que ha tenido España”.

El Presidente de la AEPE recordó lo que supuso que John Rand inventara el tubo de pintura que cambiará la historia del arte y el trabajo de los artistas, posibilitando la pintura al aire libre que en sus últimos años realizara Rosales y esa pincelada larga y suelta por la que se le nombra precursor del impresionismo en España.

Para finalizar, José López Almagro quiso agradecer el esfuerzo realizado por la Asociación Española de Pintores y Escultores para que pudiera proyectarse el documental en la Casa de Vacas del Parque del Retiro de Madrid. Sobre el documental destacó que “es la historia de la estancia de Eduardo Rosales en Murcia, pero es la historia de mi padre y de su propia vida, inmersa en la realización de una completa biografía sobre la vida del artista en la región murciana».

Rodado en plena pandemia, el productor y director del documental repasó algunos momentos del rodaje, así como las obras que tuvo la oportunidad de reflejar y pertenecen a colecciones privadas, motivo por el que esas obras son poco conocidas en el ambiente artístico.

El documental

Afectado por la muerte de su hija pequeña Eloísa, y por la respuesta crítica negativa que tuvo su gran cuadro “La muerte de Lucrecia”, una obra que, sin embargo, hoy está considerada como un maravilloso ejemplo de impresionismo temprano, y que fue el “gran incomprendido”  de la pintura española del siglo XIX, tal y como es definido en un momento del documental.

Juan Antonio López Delgado nos narra a través del guion de este documental, que aún existe un último Rosales, aquel que encontró en el paisaje y en la luz de Murcia una renovada inspiración. López Delgado (miembro de la Real Academia de la Historia y de la Real Academia  Alfonso X El Sabio) ejerce de anfitrión en el documental. De su mano, el espectador recorre la  impresión que dejó Murcia en el pintor, la integración de este en la vida política y social de la  región en unos momentos especialmente convulsos (reinado de Amadeo I, proclamación de la  I República) y, sobre todo, la recobrada pasión por su oficio que demostró Eduardo Rosales en  tierras murcianas, concreta en toda una serie de obras, muchas de las cuáles fueron pintadas  al aire libre, hecho insólito para quien hasta entonces había sido un pintor de estudio.

Ese período en la vida del artista, prácticamente ignorado y muy desconocido, será asimismo  abordado en el coloquio que el propio Juan Antonio López Delgado, José López Almagro,  director de “Eduardo Rosales en Murcia”, Javier Sierra, periodista y escritor versado sobre temas y enigmas de las obras de arte, José Gabriel Astudillo López, Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores y Mª Dolores Barreda Pérez, Secretaria Perpetua de la AEPE y miembro de AECA, mantendrán con el público asistente a la proyección del  documental en Madrid, el próximo 7 de febrero a las 19 horas.

SINOPSIS

El pintor Eduardo Rosales, pasó, durante los dos últimos años de su vida, dos largos períodos  de tiempo en Murcia. El documental “Eduardo Rosales y Murcia” recorre los lugares en los que vivió el artista durante ese período, la personalidad de aquellos con los que trabó amistad y la  recobrada sensación de libertad que le llevó a pintar óleos, acuarelas y dibujos que dan  testimonio del interés que el artista sintió por el paisaje murciano y por quienes lo habitaban.

Obras que rezuman simpatía por los tipos y costumbres populares, que se ven reflejada en los magníficos cuadros “El naranjero de Algezares” y “La venta de novillos”, o en el espléndido  retrato del “Panadero de Murcia” o el del “Hombre desconocido” entre otros.

José López Almagro

Es desde hace más de 10 años, director ejecutivo de la reconocida y prestigiosa agencia murciana de Publicidad y Marketing, Grupo Graphic y también es director ejecutivo de la productora audiovisual murciana Two Hands Films.

Tras realizar varios cursos y talleres de dirección cinematográfica en el Instituto del Cine de Madrid, ha dirigido numerosos spots publicitarios, piezas audiovisuales para campañas publicitarias en redes sociales, cortometrajes, mediometrajes, proyectos televisivos etc.

Tras ponerse manos a la obra, con un guion literario muy completo, realizado por su padre Juan Antonio López Delgado, académico correspondiente de la Real Academia de la Historia de Madrid, y de la Real Academia Alfonso X el Sabio de Murcia, autor de más de una treintena de libros, entre los cuales, dedica cinco de ellos a la vida y obra del gran pintor madrileño Eduardo Rosales, y propulsor a su vez de la realización en el Museo “Ramón Gaya” de Murcia, de tres exposiciones a Rosales, dos de ellas de la obra rosalesca murciana desconocida.

José Almagro, como es socialmente conocido el director del documental, trata de poner el acento en las dos estancias en Murcia, durante los años 1872 y 1873, correspondientes a los dos últimos de la vida del pintor madrileño Eduardo Rosales (1836-1873).

Es una filmación en que se refieran y comentan los lugares en los que vivió el gran Artista plástico entre nosotros, las personas con la que trabó amistad y la pintura al aire libre que al fin pudo aquí realizar, luego de desdichas y pesadumbres en la Villa y Corte.

Así pues, en el documental se habla y se “ven” personajes como el pintor Domingo Valdivieso, el escritor Fuentes y Ponte, el compositor Antonio López Almagro, los Marín-Baldo y un largo etcétera. Se aducirán asimismo muchos ejemplos gráficos de la obra que Rosales llevó a cabo en Murcia. Lo que se ignora o escasamente se reconoce es que Rosales, con resucitado ánimo y nuevas energías, pintó mucho y bien, con amorosa atención por la vida que descubría en las personas, los lugares y las cosas. Óleos, acuarelas y dibujos dan expresivo testimonio del interés que el Pintor sintió por el paisaje de su entorno y su humana simpatía por los tipos y costumbres populares.

Se hace evidente que quien tiene dedicada una sala entera privativa en el Museo del Prado (Sala 61-B), bien merecía la pena que en Murcia se conociera mejor a Eduardo Rosales, a quién muchas personas aquí confundían  todavía con Luis Rosales, el amigo granadino de Federico García Lorca.

El propio pintor Ramón Gaya tenía marcado interés en conocer la obra murciana de Rosales, ignorada por él y por muchos y hasta por los más conspicuos historiadores del Arte.

La razón es que esta obra murciana de Rosales ha estado siempre en colecciones particulares y es muy difícil su hallazgo y filmación.

Lo único que de Rosales resta en Murcia es el magnífico dibujo a lápiz que le hizo a la imagen de la Patrona de Murcia, Virgen de la Fuensanta, habiendo pasado por una mejoría en su salud. Tal dibujo hallase en el MUBAM.

La finalidad de este documental es subrayar fílmicamente la honda relación (afectiva y artística) entre Murcia y Eduardo Rosales, quizá el mejor Pintor que a España dio el siglo XIX.

José López Almagro

Director del documental “Eduardo Rosales y Murcia”

El mensaje fílmico es el más popular, hacedero y generalizante de todos los mensajes.

Acercar a las gentes todas de Murcia a este coloso de nuestra pintura que, además, recibió de Murcia el acicate estético, el impulso cordial y la vehemencia de unos pinceles que aquí se abrieron después de mucho tiempo y acaso por la primera vez en la centuria al aire libre.

Murcia entra con todo su derecho en las Artes del siglo XIX, y a lo grande, por haber pintado tanto aquí Rosales.

Mª Dolores Barreda Pérez, Secretaria del Jurado del 60 Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura

La del pasado día 23 de enero de 2025, tuvo lugar la reunión del Jurado del 60 Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura. Una tarde maravillosa en la que se dieron cita amigos de la Asociación Española de Pintores y Escultores, de artistas, de profesionales cuyo criterio se hizo oír en las más de seis horas que duró la sesión, convertida en una lección magistral de arte gracias a sus miembros, que aportaron alegría, experiencia, saber, arte… mucho arte.

Todas y cada una de las más de 300 obras presentadas al certamen tuvieron su momento de gloria, su presencia, su revisión, su debate, su comentario y detalle. Para todas hubo una palabra, un gesto, un reconocimiento al esfuerzo del artista como no podía ser de otra manera.

Y entre descanso y respiro, también hubo tiempo de comentar las impresiones de cada uno de los miembros del Jurado respecto a lo que estaban viendo y sintiendo.

Esto es lo que comentó

Mª Dolores Barreda Pérez

Secretaria del Jurado

del 60 Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura

Secretaria General de la Asociación Española de Pintores y Escultores

Secretaria Perpetua de la AEPE

Miembro de AECA

Es para mí siempre un honor ser quien presenta todas y cada una de las obras a un jurado de la categoría del que hemos logrado reunir. Grandes genios de las bellas artes de quienes tanto aprendo y cuya deliberación es apasionante y viva.

Aquí sólo se ha hablado de números, los de inscripción de cada obra, asegurando la transparencia y la imparcialidad en todo momento.

Algo muy a tener en cuenta, puesto que esa es la seña de identidad de este Premio, la calidad y la excelencia en todas sus formas y expresiones.

60 PREMIO REINA SOFIA DE PINTURA Y ESCULTURA

de la Asociación Española de Pintores y Escultores

con la colaboración de GOOGLE

Inauguración: 27 de febrero de 2025, 19 h. ENTRADA LIBRE

Fallo y entrega del Premio, presidido por S.M. la Reina Doña Sofía:

17 de marzo de 2025, 19 h. SOLO CON INVITACIÓN

27 de febrero a 23 de marzo de 2025

Casa de Vacas

Parque del Buen Retiro de Madrid

Pº de Colombia, 1. 28009 Madrid

De lunes a domingo, de 10 a 21 h.

Metro: Retiro (Línea 2)

Bus: 2, 20, 28

BICIMAD: Estación 102 (C/ Alcalá, 95) y Estación 60 (Plza. Independencia, 6)

Los seleccionados del 60 Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura

67 obras: 24 esculturas y 43 pinturas

La exposición se inaugurará el 27 de febrero de 2025 con entrada libre

Una vez que se ha terminado de comunicar a todos los artistas participantes en el 60 Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura, publicamos el listado de los que han sido seleccionados y conformarán la exposición de obras seleccionadas, de entre las que saldrá la obra premiada y las finalistas, que se inaugurará el día 27 de febrero de 2025, a las 19 h. en la Casa de Vacas del madrileño Parque del Buen Retiro, con entrada libre y podrá visitarse hasta el día 23 de marzo.

El fallo del jurado se hará público el día de la entrega del premio, en una gala presidida por S.M. la Reina Doña Sofía, Presidenta de Honor de la AEPE, en la Casa de Vacas del Parque del Buen Retiro de Madrid, el próximo día 17 de marzo, acto al que solo se podrá asistir mediante invitación personalizada.

Recordamos que el Jurado del 60 Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura ha estado presidido por José Gabriel Astudillo López, Presidente de la AEPE, Mª Dolores Barreda Pérez, Secretaria General y Secretaria Perpetua de la AEPE, actuando como Presidente y Secretaria del mismo, ambos con voz y sin voto, y ha tenido como vocales a Celia Fenollar, en representación de Google, Eduardo Naranjo, Pintor, escultor, grabador, Alejandro Aguilar Soria, pintor y autor de la imagen visual del certamen, Antonio López, Pintor y escultor, Paula Varona, Pintora, Ricardo Sanz, Pintor, Martín Satí, Pintor, Elena Blanch, escultora, Fernando Colomo, cineasta, Tomás Paredes,  Crítico de Arte y Presidente de Honor y Comité de Premios de AICA, Mª Dolores  Chamero, Directora del C.C. Casa de Vacas y Wifredo Rincón, Instituto de Historia, CSIC.

Puedes seguir toda la información del 60 Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura en esta misma web, pestaña «Certámenes y Premios», subpestaña Premio Reina Sofía, donde encontrarás algunos comentarios de los miembros del Jurado.

La Asociación Española de Pintores y Escultores agradece a todos los participantes su interés por esta edición, y felicita a los artistas seleccionados por estrictos criterios de calidad y dimensionalidad de la sala de exposiciones en la que se colgarán las obras.

Los artistas seleccionados son los siguientes:

Albarracín (Christian Alexander Albarracín Ángel)

Javier Alemany (Javier Alemany de la Peña)

Teruhiro Ando

Gabriel Andrei

Inocencio de Andrés Chamorro

Arellano (Francisco José Franco Ramírez de Arellano)

Conchi Artero (Concepción Artero García)

Miguel Barbero (Miguel Barbero Llorente)

Lorna Benavides Romero

María Ángeles Bret (María Ángeles Bret Franco)

Patricia Caldevilla (Patricia Caldevilla Egea)

Pablo Carnero Martín

RCR Carretero (Remedios Carretero Rubio)

Pepe Carretero (José Carretero López)

Alberto Carrillo (Alberto Carrillo Rodríguez)

Manuel Cruz Figuerola

Fabio Cuffari Dialley

Dabrowska (Carmen Dabroski Pernas)

Mar Esteban (Mar Esteban Villar)

Paz Esteban (Mª Paz Esteban Vacas)

Agustín Estudillo Peña

Carolina Ferrer

Ramón Ferrer Fernández

Soledad Flores (Soledad Flores García)

Andrés Gabarres (Andrés Gabarres Cagiao)

Vicente García Fuentes

Federico García Zamarbide

J. Pedro Gómez (J. Pedro Gómez Gómez)

Alberto Gómez Ascaso

Leticia González Serrano

Guluaga (Luis Gutiérrez López)

Guzpeña (Enrique Rodríguez García)

Ana Hernando (Ana Hernando Torres)

Cristina Jobs (Cristina Iglesias Mauri)

Johngo (Juan González Alcón)

Juan Luis (Juan Luis Barud Dabrowski)

Andrii Kovalyk

Iván Larra (Iván Larra Plaza)

María Leda (María Moraleda Cabezas)

José Llorens (José Gutiérrez Llorens

Pilar López Duque

Coro López-Izquierdo (Coro López-Izquierdo Botín)

Juan Manuel López Reina (Juan Manuel López-Reina Coso)

Andrés Luque Pérez

Nacho Mallagray (Ignacio Mallagray Martínez)

José Luis Martín de Vidales (José Luis Martín de Vidales Godino)

Beatriz Martínez Ríos

José Molares (José Luis Molares Fernández)

Carlos Muro (Carlos Muro Aguado)

José Carlos Naranjo (José Carlos Naranjo Bernal)

Javier Ortas (Javier Ortas González)

Ana Pais Oliveira

Paula Pérez Castañera

Diego Peribáñez (Diego Peribáñez Villalba)

Mikel Pinto

Malu Rebellato y Nani Nogara

Dos Marias (Malu Rebellato y y Nani Nogara)

Claudia Ríos Marcos

Teresa Romero (Mª Teresa Pérez Romero)

Pilar Sagarra (Pilar Sagarra Moor)

Santial (Santiago Alonso Martínez)

Raquel Sevilla Guillén

José Valladares (José Valladares Moreno)

Vega de la Nuez (Aude Boudairon)

Pilar Vich (Pilar Vich Pérez)

Jesús de Zafra (Jesús Martín Gómez)

Ron Zohar

 

60 PREMIO REINA SOFIA DE PINTURA Y ESCULTURA

de la Asociación Española de Pintores y Escultores

con la colaboración de GOOGLE

Inauguración: 27 de febrero de 2025, 19 h. ENTRADA LIBRE

Fallo y entrega del Premio, presidido por S.M. la Reina Doña Sofía:

17 de marzo de 2025, 19 h. SOLO CON INVITACIÓN

27 de febrero a 23 de marzo de 2025

Casa de Vacas

Parque del Buen Retiro de Madrid

Pº de Colombia, 1. 28009 Madrid

De lunes a domingo, de 10 a 21 h.

Metro: Retiro (Línea 2)

Bus: 2, 20, 28

BICIMAD: Estación 102 (C/ Alcalá, 95) y Estación 60 (Plza. Independencia, 6)

Un gran Jurado para un gran Premio

60 Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura

en colaboración con GOOGLE

Seleccionadas 67 obras: 24 esculturas y 43 pinturas

 

De izquierda a derecha y de arriba abajo: Elena Blanch, Celia Fenollar, Lola Chamero, Wifredo Rincón,

Martín Sati, Eduardo Naranjo, Ricardo Sanz, Alejandro Aguilar Soria, José Gabriel Astudillo López,

Tomás Paredes, Fernando Colomo, Mª Dolores Barreda Pérez, Paula Varona y Antonio López

 

 

El pasado día 23 de enero de 2025 tuvo lugar la reunión del Jurado de la edición número 60 del Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura que convoca la Asociación Española de Pintores y Escultores en colaboración con Google.

La edición número 60 del Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura ha contado con un magnífico Jurado integrado por: José Gabriel Astudillo López, Presidente de la AEPE, Mª Dolores Barreda Pérez, Secretaria General y Secretaria Perpetua de la AEPE, actuando como Presidente y Secretaria del mismo, ambos con voz y sin voto, y ha tenido como vocales a Celia Fenollar, en representación de Google, Eduardo Naranjo, Pintor, escultor, grabador, Alejandro Aguilar Soria, pintor y autor de la imagen visual del certamen, Antonio López, Pintor y escultor, Paula Varona, Pintora, Ricardo Sanz, Pintor, Martín Satí, Pintor, Elena Blanch, escultora, Fernando Colomo, cineasta, Tomás Paredes,  Crítico de Arte y Presidente de Honor y Comité de Premios de AICA, Mª Dolores  Chamero, Directora del C.C. Casa de Vacas y Wifredo Rincón, Instituto de Historia, CSIC.

El jurado pudo contemplar todas y cada una de las obras presentadas al concurso, en directo, realizando una gran labor de selección de las que conformarán la exposición de esta nueva edición del premio.

Las obras son presentadas al Jurado de forma profesional, en una pasarela en la que aparecen en solitario, por personal especializado, que las trata con esmero y son identificadas únicamente por el número de inscripción, sin más apoyos ni más datos del autor.

Así vistas, las obras se salvan o condenan por sí mismas, atendiendo a los criterios de calidad, excelencia y creatividad, de justicia artística, de comprensión de la obra, y con un juicio propio que viene dado por la excelencia y capacitación de sus miembros, y todo ello de acuerdo a las bases con las que se ha creado la convocatoria.

El magnífico trabajo que ha realizado el jurado viene avalado por la seriedad, el rigor y la responsabilidad de sus miembros y ha estado integrado por grandes artistas y profesionales de reconocido prestigio internacional.

La elección del 60 Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura ha sido unánime, se dará a conocer en el transcurso de una gala que se celebrará en la Casa de Vacas del madrileño Parque del Buen Retiro, el 17 de marzo, y que estará presidida por S.M. la Reina Doña Sofía.

La exposición de las obras seleccionadas, de entre las que saldrá la obra premiada y las finalistas, se inaugurará el día 27 de febrero de 2025, a las 19 h. y podrá visitarse hasta el día 23 de marzo.

El Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura se otorga a una única obra pictórica o escultórica sin que cuente para ello el currículo o la trayectoria del artista, y está dotado con un Diploma acreditativo, una Medalla de la Asociación Española de Pintores y Escultores y la cantidad en metálico de diez mil euros.

El Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura de la AEPE ha distinguido en ediciones anteriores a los artistas Alejandro Martínez García, José Manuel Martínez Pérez, Manuel Díaz Meré, Jorge Gallego García, Pedro Quesada Sierra, Coderch & Malavia Sculptors, César Orrico o Francisco Vera Muños, entre otros.

60 PREMIO REINA SOFIA DE PINTURA Y ESCULTURA

de la Asociación Española de Pintores y Escultores

con la colaboración de GOOGLE

Inauguración: 27 de febrero de 2025, 19 h. ENTRADA LIBRE

Fallo y entrega del Premio, presidido por S.M. la Reina Doña Sofía:

17 de marzo de 2025, 19 h. SOLO CON INVITACIÓN

27 de febrero a 23 de marzo de 2025

Casa de Vacas

Parque del Buen Retiro de Madrid

Pº de Colombia, 1. 28009 Madrid

De lunes a domingo, de 10 a 21 h.

Metro: Retiro (Línea 2)

Bus: 2, 20, 28

BICIMAD: Estación 102 (C/ Alcalá, 95) y Estación 60 (Plza. Independencia, 6)

 

 

Ideología y arte Woke

Mª Dolores Barreda Pérez

Secretaria General

Secretaria Perpetua de la AEPE

 

 

La ideología woke nació de los que se creen iluminados, unos cruzados de la justicia social movilizados por cuestiones de raza y género, dispuestos a emprender un juicio definitivo, extremo y fanático, contra el hombre blanco, en el convencimiento de tener el monopolio de la verdad, la justicia y el bien.

Sus líderes hacen ver que el pueblo está sumido en las tinieblas del pasado y necesita multiplicar las tensiones de la sociedad para que despierte una nueva era nacida de la corrección política de la que algunas veces ya he hablado a través de estas páginas.

Para ellos, Platón, Shakespeare, Cervantes, Goya, Velázquez… no llegan a las minorías de la sociedad y entonces se hace necesario una revisión epistemológica y política de todo lo conocido hasta la fecha.

Los conceptos a los que acuden a través de un vocabulario mediático y el discurso político, han triunfado y se han normalizado en la sociedad, han colonizado todas las esferas de poder, desde el mundo político, al empresarial y social.

Una izquierda religiosa fanática que cae incluso en la incompatibilidad democrática mediante la manipulación del lenguaje, inventándose vocablos y utilizando palabras a las que asignan una nueva definición en acciones cotidianas que a todos nos afectan pero de las que no nos damos cuenta, ni caemos, hasta reflexionar como hago yo ahora, y descubrir la trampa.

Las redes sociales nos machacan a diario con ellas, los medios de comunicación las utilizan de forma indiscriminada, los discursos políticos se basan en ellas y las retuercen torticeramente hasta que terminamos asimilándolas y aceptándolas por completo.

Ejemplos hay miles, ya se trate de racismo, de feminismo, discriminación o del discurso del odio, pero quizás el más común de todos sea simple, ya no usamos la palabra “ciudadanos”, ahora decimos “ciudadanía”.

En España el discurso racial no terminaba de calar, teniendo en cuenta que no hay una población negra numerosa al estilo de Norteamérica, por eso hubo que incidir en el feminismo, en el odio político exacerbado nacido de la guerra civil y en el ataque sistemático a la religión cristiana, base del origen mismo de Europa.

Lo que tenemos así, es el resultado de un sistema ideológico que funciona invirtiendo el significado de los conceptos que reivindica, teniendo como principal enemigo al hombre blanco, al que hay que reeducar en todos los aspectos mediante la autocrítica permanente.

La ideología woke afecta a todos y en todos los sentidos de la vida, viralizándose entre los más jóvenes mediante impulsos ideológicos violentos, generaciones que ya no conocen otro lenguaje y son adeptos al sistema dominante.

Oponerse a lo woke es recuperar el sentido común y los principios fundamentales sobre los que se apoya nuestra civilización. Es recuperar la educación, la moralidad, la urbanidad, la razón, la historia, la cultura, el arte…

El arte woke se ha impuesto. Mejor dicho, nos lo han impuesto desde las élites políticas.

Antes de nada, debemos entender que woke no es cultura, no es arte. Se trata de una ideología y de una ideología autoritaria además, peligrosa por cuanto no deja espacio al debate libre y es además totalitaria, porque abarca la totalidad del espacio público.

Un totalitarismo velado, sibilino y que se impone y destruye cuanta belleza ha hecho el hombre a lo largo de la historia. Por eso es un totalitarismo perfecto, porque no lo percibimos de forma evidente, ya que se presenta como una corriente tolerante que busca la concordia y la fraternidad para enfrentar a la sociedad y dividirla con la intención de dinamitar el sistema político-mediático.

Así que el lenguaje se convierte en una herramienta de manipulación, inventando términos que en muy poco tiempo, se incorporan al lenguaje diario. Ahí va la prueba: fachosfera, ultraderecha, antisistema, conspirativo, antiinmigración, racista, antimusulmán, antisemita, negacionista, antifeminista, antiLGTB, machista… y estas otras ya asimiladas:

Fachosfera. Pedro Sánchez la utiliza para descalificar a los que no piensan como él. La define como una conjunción de «ultraderecha» que genera «crispación» y «huele a naftalina».

Lawfare. Consiste en emprender acciones judiciales para desacreditar o destruir a un adversario político. El término irrumpió en las negociaciones de la Ley de Amnistía para tratar de desacreditar a los jueces que investigaron o condenaron los delitos que se cometieron durante el proceso separatista. Sánchez también lo utiliza y se define como una víctima de esta supuesta práctica.

Hitos. Casi todos los martes, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, los miembros del Gobierno utilizan la palabra hito para referirse a cualquier decisión o medida aprobada dentro de la rutinaria Administración del Estado. Venden como algo excepcional decisiones ordinarias.

Micromachismo. Cuando no se puede calificar un hecho de machismo, porque sonaría exagerado, se habla de micromachismo. Por ejemplo, si un camarero sirve sin preguntar la cerveza al hombre y el refresco a la mujer puede tratarse de un simple error, pero ellos lo llaman micromachismo y hacen creer que todavía en España hay mucho camino por recorrer para alcanzar la verdadera igualdad entre el hombre y la mujer.

Pseudomedios. Utilizada por el presidente del Gobierno para tratar de descalificar a los medios de comunicación incómodos, independientes o críticos que discrepan de su forma de gobernar y a los que busca asfixiar financieramente.

Fango y lodo. Tienen como objetivo desacreditar cualquier información que resulte molesta al Gobierno.

Nuevas masculinidades. Muy utilizadas por Cooperación Española, que se define a sí misma como feminista, llegándoselas a inculcar a las indígenas mayas de Guatemala en los talleres y actos que financia el Estado español. Se utiliza para definir al «hombre bueno» con las mujeres, según las feministas.

Migrante. Frente a emigrante (la persona que parte al extranjero o a otra región para mejorar su forma de vida) e inmigrante (el extranjero que viene a España), se han sustituido por la palabra migrantes, que es la que utilizan las organizaciones internacionales de una forma neutral. En España, la diferencia entre unos y otros es enorme: hay 8,6 millones de inmigrantes frente a los 2,7 millones de españoles que viven en el extranjero.

Latinoamérica. Término acuñado en Francia, a modo de arma propagandística para devaluar la influencia española en América. Por lo tanto, los españoles que están orgullosos de su pasado utilizan el término Hispanoamérica.

Descolonizar. Utilizada para justificar la revisión que se quiere hacer de los museos españoles. Pero en España no hay nada que descolonizar porque sus territorios en ultramar no eran colonias, sino provincias españolas.

Hermanos y hermanas. Pedro Sánchez la utiliza de forma conciliadora e Irene Montero recurría a este término con el famoso «hermana, yo sí te creo» y Nicolás Maduró la usó para pedir el voto a los «hermanos de la clase obrera».

Resiliencia. La favorita de Pedro Sánchez, usada como la capacidad de adaptación de un ser vivo frente a una situación adversa. El presidente del Gobierno se ha construido a sí mismo una imagen de hombre que renace de sus cenizas y con capacidad de superación, pero lo cierto es que encaja muy mal la crítica y la frustración.

Empoderar. Significa hacer poderoso o dar autoridad a alguien. Aunque ya existía en español la palabra apoderar, el feminismo ha preferido hacer suya esta nueva versión, que es una traducción literal del inglés empower.

Inclusivo. Según el diccionario de la Real Academia Española, significa «que incluye o tiene capacidad de incluir». Pero esta palabra no es tan inocente como parece, porque su aplicación radical está destrozando el idioma español, al tratar de feminizar palabras que suenan a masculino sin serlo (por ejemplo, miembro) y porque niega la naturaleza neutral del masculino (por ejemplo, los espectadores).

Paridad. Esta palabra solo significa igualdad o semejanza, pero su aplicación real discrimina al hombre. Por ejemplo, la ley de Paridad aprobada en junio por la izquierda en el Congreso de los Diputados permite que el 100 % de los miembros de los Consejos de Administración y altos cargos de instituciones y grandes empresas sean mujeres. Sin embargo, los hombres no pueden superar el 60 %.

Sororidad. Se refiere a «la solidaridad entre las mujeres, especialmente en la lucha por su empoderamiento». La Real Academia Española la incluyó en el diccionario hace seis años a petición de un grupo de mujeres de Podemos.

Y en materia de arte, ¿Cómo nos afecta? Pues el discurso woke busca destruir el arte, la verdad, lo bello, discriminando obras de arte clásicas, censurando libros, modificando su lenguaje o advirtiendo del contenido inapropiado de películas clásicas.

El arte es arte porque busca expresar la belleza, y lo bello lo es porque es un reflejo de la verdad, siendo la ideología woke todo lo contrario, la expresión de la mentira y hacer de la mentira una verdad. Y por eso las obras de arte woke consisten en destruir, ridiculizar y caricaturizar las verdaderas obras de arte.

Ejemplos hay, y muchos, pese a que parezca que hayan pasado desapercibidos. Como la exposición que acogió el Museo del Romanticismo en la que se exhibieron unas fotografías donde la fealdad, chabacanería y vulgaridad, contrastaban con el preciosismo, delicadeza y belleza de la colección de obras del museo. Una exposición aberrante con relato feminista y woke, en una instalación performática que puede quedar como anecdótica si no fuera por todo lo que llevamos visto hasta la fecha. Como aquella otra performance con cajas de cartón entre las grandes obras universales del Museo del Prado…

Un revisionismo woke que pretende hasta adaptar la obra del inmortal Cervantes a nuevos formatos más acordes a la sociedad actual, la de Goethe, la de miles de autores que asisten a un revisionismo sobre la raza, clase y género en las obras más importantes de la literatura universal.

Un revisionismo antidemocrático al que debemos exigir respeto a la creación e integridad de la obra, impidiendo alteraciones, modificaciones o atentados contra ella que puedan ocasionar un perjuicio a sus legítimos intereses. Una máxima aplicable a cualquier obra artística que evite la censura en el arte para ajustarlo a lo que se considera “políticamente correcto” hoy en día.

Por eso la ideología woke es una amenaza para la libertad de pensamiento y creación, llegando a extremos como la censura de los desnudos artísticos de los que ya he tratado en otro artículo en esta misma tribuna, tildándolos de pornografía y haciendo de la belleza del cuerpo humano un ridículo debate puritano que no se sostiene por mucho que sigamos sufriéndolo a diario.

Y con todo ello, concluyo que esa ideología woke, esa cultura que no duda en usar la censura y el revisionismo, toma al público por idiota e ignorante, más aún, por incapaz de diferenciar un contexto, el autor y la obra, y francamente, no me gusta que me tomen por estúpida ni se arroguen el derecho a adoctrinarme en mi ignorancia, dictar mis gustos y preferencias y menos aún a juzgarme por ellos, por las obras nacidas de mi mano y fruto de la diversidad en la información.

 

Recordando… Salvador Viniegra y Lasso de la Vega

Obras, artistas, socios, pequeñas historias…

Por Mª Dolores Barreda Pérez

 

Salvador Viniegra y Lasso de la Vega

VINIEGRA Y LASSO DE LA VEGA, Salvador   P       1910 (N  )     23.nov.1862     CADIZ     MADRID    29.abr.1915

Socio Fundador

Subdirector del Museo del Prado

Salvador Viniegra en 1896

 

Salvador Viniegra y Lasso de la Vega nació en Cádiz, el 23 de noviembre de 1862, en el seno de una familia acomodada, hijo del prohombre y político gaditano Salvador Viniegra Valdés, y tataranieto, por vía materna, del ilustrado Marqués de Ureña, y de Joaquina Lasso de la Vega y Molina.

Casado en primeras nupcias con Mª del Carmen Reboull, y al fallecer ésta en 1902, contrajo nuevamente matrimonio con María Arníz.

Compatibilizó sus estudios de bachillerato con los artísticos, si bien constan pocos antecedentes en la Escuela de Bellas Artes de Cádiz, cursando estudios de Dibujo de antiguo y ropaje y teniendo como profesores a Ramón rodríguez Barcaza y de José Pérez Jiménez.

Se aficionó desde su mocedad a las marinas, siendo su primer cuadro conocido  La entrada en dique del vapor Alfonso XII, y cultivó diversas acuarelas que presentó mediante un álbum en 1877.

Trabajaba entonces en el estudio del domicilio paterno de la calle Antonio López,  el cual sufriría severos daños en el ciclón que asoló Cádiz en 1902.

La oración de la mañana

La bendición del campo en 1800

 

Participó en la Exposición de Cádiz de 1879 con un cuadro representando a Un moro, con el que obtuvo una Tercera Medalla y presentó obra también en la edición de 1880, la titulada La parada en una venta en el siglo XVI.

En abril de 1882 pintó el cuadro La fragata Sagunto, que dedicó a su majestad el rey y que expuso en el establecimiento de música de la calle Ancha de Cádiz.

A finales de 1882 parte con destino a Roma, lugar en el que recibirá el magisterio y la amistad del también socio de la AEPE, José Villegas Cordero. Igualmente recibe lecciones del acuarelista Daniel Hernández.

Su estancia en la capital italiana, salvo temporadas en Cádiz, se prolongará prácticamente hasta 1896.

De esta estancia surge la definición de su estilo, los triunfos más significativos y sus mejores obras.

El primer beso. Museo del Prado

La vendimia

 

En la Exposición de Bellas Artes gaditana de 1884 presentó un cuadro de Varios toreros orando en la capilla, momentos antes de la corrida, entre los que figuraban los diestros Salvador Sánchez Frascuelo y Luis Mazzantini. También expuso Rey de Armas, Un húsar y En la playa.

Así, destacan su Entierro de Isabel la Católica, premiado en la Exposición Artística Provincial de Cádiz en 1885, hoy expuesto en el Alcázar segoviano, y su Bendición de los Campos, Primera Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1887, propiedad del Museo del Prado y hoy en el Museo Provincial de Málaga.

Este gran lienzo tuvo todo un éxito popular y de crítica, reproduciéndose en series de cromos y litografías, al tiempo que se exponía seguidamente en Múnich, Budapest y Viena. Aquí obtendría una Medallas de Oro, de las veinte concedidas a los artistas más distinguidos.

La Romería del Rocío

País de abanico con una marina

 

El 8 de diciembre de 1888 contrajo matrimonio con María del Carmen Reboull y López, con la que parte a residir a Roma.

En 1888 obtiene una  Medalla de Oro en la Exposición de Viena por La bendición de los campos, participando además en la Exposición de Múnich de 1890,  con El bautizo,  y en la de Berlín de 1891, con Toreros en la capilla.

El premio concedido en Madrid le posibilita la obtención de una plaza de pensionado de mérito para la Academia Española de Bellas Artes en Roma en 1889.

De sus obligaciones como pensionado queda El Compromiso de Caspe, hoy expuesto en el Ministerio de Asuntos Exteriores en Madrid.

Entierro de Isabel la católica

Retrato de caballero de la Orden de Santiago

Toreros

 

Por entonces, empieza a poner en práctica sus dotes musicales. En 1895 compuso la melodía para una obra cómica titulada Los Acróbatas, que se estrenó en  el teatro Eslava de Cádiz  con textos de los poetas Clemente García de Castro y  Manuel Gross; en 1897 la de la zarzuela Una embajada, estrenada en el teatro Eslava, en 1899 la zarzuela Los garrochistas, estrenada en el teatro Apolo y en 1900, Los sobrinitos, en el teatro Romea, así como el sainete La Virgen del Rocío.

En el ínterin sigue trabajando en su estudio romano para el mercado europeo y planea una obra con la que acudir nuevamente a las exposiciones nacionales. Fruto de ese interés es La Romería del Rocío, cuadro de grandes pretensiones, hoy en Sevilla, en el edificio de la antigua Capitanía General, que a pesar de todo no obtiene el premio deseado en la Exposición Nacional de 1897. No obstante, sí tiene gran éxito el cuadro una vez lo expone seguidamente en Múnich y en Berlín.

Escena de sastrería de toreros

Paseo

 

En febrero de 1898 realizó una exposición particular en el estudio de Mariano Benlliure que fue visitada por su majestad la reina y donde mostró las obras La vendimia en Jerez y Las salinas de San Fernando o La recolección de la sal, que tenía previsto presentar en las exposiciones de París y Múnich.

En marzo de 1898 falleció su hijo pequeño y en noviembre decidió fijar definitivamente su residencia en Madrid.

Salvador Viniegra en una fotografía de 1899

 

Su conocimiento de la pintura antigua propició que en 1898 fuera nombrado conservador del Museo del Prado, del que fue subdirector hasta su muerte.

En este puesto fue de especial valía en la organización de las grandes exposiciones que tuvieron lugar entonces, entre ellas las dedicadas a Velázquez en 1899, El Greco en 1902 y Zurbarán en 1905.

En 1901 consigue consideración de Primera Medalla en la Exposición Nacional con La vendimia en Jerez, cuadro que tras viajar por distintas capitales centroeuropeas, termina expuesto en Lisboa y descansa en las colecciones estatales portuguesas.

Estudio del artista en 1910

La boda del torero

 

Su último gran encargo, con motivo del Centenario de las Cortes, fue La promulgación de la Constitución de 1812, comenzado en 1911 y terminado casi al año, hoy expuesto en el Museo Municipal e Iconográfico de Cádiz.

Salvador Viniegra desarrolló en vida una actividad desbordante como pintor, lo que no fue óbice para que su vida profesional y social fuera más amplia.

Radicado en Madrid desde 1897, fue conservador y subdirector del Museo del Prado, activo colaborador del Ateneo y Secretario del Círculo de Bellas Artes, al tiempo que estrenaba obras de zarzuela y cómico-líricas como las de Bengalí, en tres actos, Los Acróbatas, El Embajador, Los Garrochistas y Los sobrinitos, si bien con desigual éxito.

Revista Moderna, 1898

Retrato del actor Emilio Carreras

El encantador de serpientes

 

Durante esta época se convirtió en un importante mecenas de las artes, especialmente de la música, ya que además de pintor, era un notable violonchelista, procurando ayuda a diversos artistas, entre los que destacan Manuel de Falla y Juan Ruiz Casaux.

Su currículo, por otra parte, se vio refrendado por numerosas condecoraciones como, entre las españolas, las de la Encomienda de Carlos III o la Gran Cruz de Isabel la Católica, ésta ya en 1907, Comendador de la Orden de San Miguel de Baviera, en la Exposición de Múnich de 1898,  condecorado con la Cruz de Alfonso XII en 1907, y  la Cruz de Mérito Militar con distintivo blanco en 1910.

El artista en una imagen de 1910

 

Su pintura fue variada, siempre en función de la naturaleza del encargo o de la intención propuesta.

Practicó con acierto la pintura de historia, poniéndola al día en términos de color y elección de los temas, jugó con los temas de carácter popular otorgándoles grandeza y acertó a prolongar los temas costumbristas que, por otra parte, sintonizando con su forma de ser, eran los que más demandaba el público.

Así, su Antes de la Corrida, hoy en Barcelona, en la Fundación Fastenrath, es prueba fehaciente de este sentimiento así como, en clave orientalista, su Encantador de serpientes, hoy en el Ayuntamiento de Cádiz.

El bautizo

Antes de la corrida

El actor José Riquelme

Promulgación de la Constitución de 1812

 

El relativo abandono de la práctica de su pintura coincidirá con la progresiva sustitución de este naturalismo costumbrista finisecular por un sentido más moderno de la pintura al que Viniegra se cerraba y que, por demás, él sustituía con su vida pública.

Mundo Gráfico, 1915

 

Falleció en Madrid, el 28 de abril de 1915.

Fue arquetipo de artista culto, compositor musical de cierto renombre y pintor viajero e instruido, además de mecenas.

En su faceta como literato, escribió el libro Curiosidades de Roma,  distintos trabajos sobre el pintor Zurbarán, y colaboró en  los diarios La Dinastía de Cádiz y La Correspondencia de España. En 1912 fue nombrado representante del semanario argentino Caras y caretas.

Viniegra como Subdirector del Museo del Prado

 

 

Salvador Viniegra y la AEPE

Socio Fundador de la AEPE.

En 1914 participó en la Exposición que la centenaria entidad organizó en Brighton y Londres, junto a otros artistas socios.

Ya fallecido, la AEPE exhibieron tres obras suya en el III Salón de Otoño, en la Sala del Recuerdo: Los extremos se tocan y dos bocetos.

En 1926 se dio la coincidencia de que la viuda de Salvador Viniegra fuera la arrendataria del local de la oficina de la AEPE, constando en los archivos que subió el alquiler a 10 pesetas mensuales.

Patio del Convento de San Francisco, Cádiz

Los Directores de la Gaceta de Bellas Artes de la AEPE: Rafael Pellicer Galeote

Por Mª Dolores Barreda Pérez

 

Los Directores de la Gaceta de Bellas Artes

 

Rafael Pellicer Galeote

PELLICER GALEOTE, Rafael       P    1930                21.jun.1906                            MADRID                    MADRID   6.may.1963

Rafael Pellicer Galeote en la fotografía de la Gaceta de Bellas Artes de julio de 1933

 

Vocal de la Junta Directiva

Socio de Mérito

Medalla de Honor

 

Rafael Pellicer Galeote nació en Madrid, el 22 de junio de 1906. Era hijo del escritor, poeta y dramaturgo cordobés Julio Pellicer y de la pianista madrileña Concepción Galeote.

Sobrino de Julio Romero de Torres, que estaba casado con su tía Francisca Pellicer y que aún ejercía de profesor en Madrid, Rafael se crio en un ambiente artístico en el que estaba rodeado de intelectuales, escritores, músicos y pintores.

A los doce años ingresó en la Escuela de Artes y Oficios de Córdoba y después en la Escuela Superior de Pintura, Escultura y Grabado de Madrid, estudiando con Cecilio Pla y su tío Julio Romero de Torres, declarándose también discípulo  de Daniel Vázquez Díaz.

Boceto para el Teatro Real

Bodegón de melocotones

 

En 1926 fue becado por el Ayuntamiento de Madrid y dos años más tarde, obtuvo la beca de El Paular. En 1929, la de la Residencia de Granada.

En 1932 obtuvo la Tercera Medalla de la Exposición Nacional de Bellas Artes por su grabado al aguafuerte El relojero.

En 1933 fue nombrado director de la Escuela de Paisajistas de El Paular, cargo que desempeñó hasta 1936.

En 1934 obtuvo el premio “Molina Higueras y Pascual” otorgado por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando por el cuadro Umbría.

En 1936 logró la Tercera Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes por su grabado al aguafuerte El cerero.

Los convulsos años de la Guerra Civil los pasó en Madrid.

 

Rafael Pellicer Galeote en la fotografía aparecida en Nuevo Mundo en 1933

El artista trabajando en su estudio

 

Durante la década de 1940 pintó grandes óleos dedicados a distintos santos – Santa Bárbara – y advocaciones marianas, como La Anunciación.

Fue el autor del retrato del obispo Fray Albino, que actualmente se encuentra en el Palacio Episcopal de Córdoba, dejándose llevar después por el colorido del Marruecos español, viajando por ese país, muy en la onda de pintores y socios de la AEPE como Mariano Bertuchi y José Cruz Herrera.

Tras la Guerra Civil se trasladó a Córdoba, donde contrajo matrimonio con la doctora y psicoanalista cordobesa Carolina Zamora Herrador, con la que tuvo seis hijos.

1945 fue un año en el que recibió importantes premios en la Exposición Nacional de Bellas Artes, la Primera Medalla de Pintura por su Adán y Eva y la Primera Medalla de Grabado por el aguafuerte Cantores. Y además, el Premio del Concurso Nacional por el aguafuerte Lluvia.

Autorretrato

 

Entre 1942 y 1959 realizó importantes encargos de decoración mural en Madrid y Santo Domingo (República Dominicana): El Gran Capitán, Cristóbal Colón, El Cardenal Cisneros, Escuela Superior del Ejército, Madrid, 1942; Cristo en la Cruz, Capilla de la Universidad de Boston (Estados Unidos), 1944; Perros, el Cazador, Comedor de Oficiales del Regimiento de Artillería de Getafe, Madrid, 1945; Alegoría de la Medicina, Clínica de Nuestra Señora de la Concepción, Madrid, 1955; Cristóbal Colón y su hijo Diego, La reina Isabel la Católica, El rey Fernando el Católico, Museo Colón, Santo Domingo (República Dominicana), 1957; La Inmortalidad, Panteón de los Inmortales, Santo Domingo (República Dominicana), 1958.

Retrato de Soledad Pellicer

Muchacha asomada

General Felipe Navarro y Ceballos

 

Catedrático de la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, fue también profesor de Dibujo Artístico en la Escuela de Artes Gráficas.

En 1952 le fue otorgada la Medalla de Oro por el dibujo El ángel caído en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1952.

Medalla de Honor en la Exposición de Pintores de África y en el Salón de Otoño de 1962.

Primer Premio del Concurso Nacional para los billetes de Banco de la Dirección de Moneda y Timbre.

Bolera

Retrato

Torera

 

Medalla de Honor y Premio de Pintura “Valdés Leal” de la Diputación Provincial de Sevilla.

Secretario del Círculo de Bellas Artes de Madrid.

En 1963 fue elegido académico de número de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, no llegando a ingresar debido a su fallecimiento repentino.

En 1962 viajó a Costa Rica, donde se celebró una amplia exposición antológica por invitación oficial de aquel Estado y patrocinio del Instituto de Cultura Hispánica de nuestro país. En ella figuraban creaciones de diversas etapas de toda su vida y que dieron incluso motivo a la creación del Museo Pellicer, en su propia residencia de San José, por el financiero Mario González Feo, cultísimo escritor e hispanófilo. La exposición integraba lienzos de los últimos años, realizados en plenos sufrimientos físicos, pero que responden a la maestría de toda su obra. Este triunfo supuso el reconocimiento público de su valía como gran pintor; la consolidación firme de uno de los más definidos y concretos del arte español contemporáneo.

Pareja de campesinos descansando

Muchacha

 

Falleció el 6 de mayo de 1963 en Madrid.

Pintor de clara raíz andaluza y clásica, y al mismo tiempo, moderna. Sus obras combinan la luz y el color del sur mediterráneo con una estética moderna que no le aleja de las vanguardias europeas, sin dejar la figuración.

En la necrológica que escribiera de él José Francés, quien fuera Presidente de la AEPE, sentenció que «Rafael era Hombre esencialmente noble, bueno, ce capacidad cultural y sensible. Gran profesor, orientador de artistas… Aun en las primeras y lógicas influencias de su adolescencia y primera juventud tuvo siempre la seguridad en la línea representativa de toda creación independiente y sin esfuerzo. Porque en él se cumplen el sentido de las mejores capacidades y, sobre todo, la preferencia por una luz y una consciencia de la visión, que expresa cuando quiere interpretar temas eternos de la pintura. Y, desde luego, el concepto de la elegancia, del sosiego afirmativo en las gamas predilectas de los grises, el señorío y firmeza de la forma y ese dulce y vigoroso —según proceda al motivo— encanto de ver, sentir y narrar la verdad infinita…

Es esencialmente pintor, narrador de paisajes de la Naturaleza y de paisajes anímicos… Porque en él, y siempre afirmativo, encontramos al retratista, al pintor de costumbres, al compositor de grandes temas y, principalmente, al naturalista, al narrador de los grandes simbolismos y alegorías, que responden a una cultura, a una potencia intelectual y sinfónica sencillamente extraordinarias…

Las universitarias

La chica del pericón

 

Los retratos de Pellicer están latentes y elocuentes de la inquietud o el sosiego de sus modelos, pero siempre interpretados con el hondo realismo de un estilo donde el color y la forma se ajustan a la noble serenidad y responden a la más varia diversidad de verdades humanas.

Analiza en una luz que, es de esplendor tranquilo y sereno entre las más opuestas figuras… hombre de hogar, de la máscula ternura familiar de Rafael Pellicer. Porque, en el conjunto de su obra de retratista, es precisamente la serie de ellos, hondamente sentidos y de suprema excelencia pictórica, de la esposa y de los hijos, que cuentan entre los mejores de toda su obra, dentro de la más robusta línea melódica. Pero importa enaltecer también su condición de pintor de naturalezas muertas, de naturalezas vivas, de naturalezas en silencio, que en la pintura española se contienen en el título único de «bodegones»…

El aire

Campesinas

Bodegón

Retrato familiar

 

Y de aquí también esa condición mística, ese darse a la soledad del pensamiento y de la soñación de la fantasía de sus cuadros religiosos… sentidos con un fondo de andalucismo de humano garbo, y también sus interpretaciones filosóficas, que en los últimos días de su vida aún le movían mano y sentimiento contemplando horas y formas desde la ventana de su sanatorio. Y, sobre todo, veamos en él al gran muralista, de riqueza orquestal, y al luminoso y radiante pintor del desnudo femenino… murales concebidos y desarrollados con un perfecto dominio de las dotes de un gran decorador”…

Bodegón

Arcángel San Rafael

Astillero

Boceto de toro

 

Rafael Pellicer y la AEPE

Vocal de la Asociación de Pintores y Escultores de 1942 a 1945.

Socio de Mérito en 1935.

Medalla de Honor en el Salón de 1962.

En el Salón de Otoño de 1965 se le dedicó una sala con 25 obras, casi todas propiedad de la familia.

Participó en las siguientes ediciones del  Salón de Otoño:

X Salón de Otoño de 1930: La escalera del Generalife y Noviembre granadino

XI Salón de Otoño de 1931: Halconera, La pajarita y otras cosas y Autorretrato

XII Salón de Otoño de 1932: Valle de El Paular y Narcisos

XIII Salón de Otoño de 1933: La casita del valle y El pino y los pobos

XIV Salón de Otoño de 1934: La galana

XVII Salón de Otoño de 1943: Estudio y Las cerezas

XVIII Salón de Otoño de 1944: Cachorros

XX Salón de Otoño de 1946: Gitana vieja y Retrato de Glorita Prieto Alcaraz

XXII Salón de Otoño de 1948: Sandías

XXXIV Salón de Otoño de 1963: Retrato, Eucaristía y Retrato

XXXVI Salón de Otoño de 1965: Una Sala Homenaje a Rafael Pellicer, Medalla de Honor del XXXIV Salón de Otoño: Teresita Pellicer, Teresa Herrador, Miguel Zamora, Carolina Zamora, esposa del pintor, Espantapájaros, Conchita, Soledad y Teresa Pellicer, Carolina Pellicer, Eucaristía, Centoyo, Conchita Pellicer, Soledad Pellicer, Autorretrato (inacabado), El kiosko, Construcciones de cemento, Construcciones, Ciego y los dibujos: Mora negra, Mujer marroquí y Dibujo de las oposiciones a cátedra

XXXVII Salón de Otoño de 1966: La Alcaldita (Marbella)

XXXVIII Salón de Otoño de 1967: Tres bocetos para mural

L Salón de Otoño de 1983: Retrato de Eduardo Aunós

Toledo

Zahorí

San Rafael

La chica del coro

Callejón de Santiago

Muchacha con paraguas

Sole

Desnudo

 Tanagra

Danzantes

Fútbol

Exlibris

La hora de misa

La vendimia

Arquera

Desnudo

Chotis

Tío vivo

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