La Casa de Vacas proyectará el documental “Eduardo Rosales y  Murcia”

El 7 de febrero, a las 19 h. organizado por la AEPE

Tras su estreno en el año 2021 en la Filmoteca Regional de Murcia, el próximo 7 de febrero a las 19 h, tendrá lugar en la Casa de Vacas del madrileño Parque del Buen Retiro, la proyección del documental  “Eduardo Rosales y Murcia”, un mediometraje documental realizado por José López Almagro.

La proyección irá seguida de un coloquio en el que participarán José López Almagro, director y productor del documental, Juan Antonio López Delgado, Académico Correspondiente de las Reales Academias de la Historia y de Alfonso X El Sabio, el periodista y escritor Javier Sierra, José Gabriel Astudillo López, Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores y Mª Dolores Barreda Pérez, Secretaria Perpetua de la AEPE y miembro de AECA.

El documental está centrado en el efecto que tuvo el paisaje y el aire murciano sobre la inspiración del pintor madrileño en la fase postrera de su carrera, cuando acuciado por una tuberculosis pulmonar que terminaría por llevarle a la tumba con apenas 36 años, pasó dos largas temporadas en Murcia en 1872 y 1873, buscando en el clima mediterráneo, un estímulo para su salud y para creatividad, que no pasaban por su mejor momento.

Afectado por la muerte de su hija pequeña Eloisa, y por la respuesta crítica negativa que tuvo su gran cuadro “La muerte de Lucrecia”, una obra que, sin embargo, hoy está considerada como un maravilloso ejemplo de impresionismo temprano, y que fue el “gran incomprendido”  de la pintura española del siglo XIX, tal y como es definido en un momento del documental.

Juan Antonio López Delgado nos narra a través del guion de este documental, que aún existe un último Rosales, aquel que encontró en el paisaje y en la luz de Murcia una renovada inspiración. López Delgado (miembro de la Real Academia de la Historia y de la Real Academia  Alfonso X El Sabio) ejerce de anfitrión en el documental. De su mano, el espectador recorre la  impresión que dejó Murcia en el pintor, la integración de este en la vida política y social de la  región en unos momentos especialmente convulsos (reinado de Amadeo I, proclamación de la  I República) y, sobre todo, la recobrada pasión por su oficio que demostró Eduardo Rosales en  tierras murcianas, concreta en toda una serie de obras, muchas de las cuáles fueron pintadas  al aire libre, hecho insólito para quien hasta entonces había sido un pintor de estudio.

Ese período en la vida del artista, prácticamente ignorado y muy desconocido, será asimismo  abordado en el coloquio que el propio Juan Antonio López Delgado, José López Almagro,  director de “Eduardo Rosales en Murcia”, Javier Sierra, periodista y escritor versado sobre temas y enigmas de las obras de arte, José Gabriel Astudillo López, Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores y Mª Dolores Barreda Pérez, Secretaria Perpetua de la AEPE y miembro de AECA, mantendrán con el público asistente a la proyección del  documental en Madrid, el próximo 7 de febrero a las 19 horas.

SINOPSIS

El pintor Eduardo Rosales, pasó, durante los dos últimos años de su vida, dos largos períodos  de tiempo en Murcia. El documental “Eduardo Rosales y Murcia” recorre los lugares en los que vivió el artista durante ese período, la personalidad de aquellos con los que trabó amistad y la  recobrada sensación de libertad que le llevó a pintar óleos, acuarelas y dibujos que dan  testimonio del interés que el artista sintió por el paisaje murciano y por quienes lo habitaban.

Obras que rezuman simpatía por los tipos y costumbres populares, que se ven reflejada en los magníficos cuadros “El naranjero de Algezares” y “La venta de novillos”, o en el espléndido  retrato del “Panadero de Murcia” o el del “Hombre desconocido” entre otros.

José López Almagro

Es desde hace más de 10 años, director ejecutivo de la reconocida y prestigiosa agencia murciana de Publicidad y Marketing, Grupo Graphic y también es director ejecutivo de la productora audiovisual murciana Two Hands Films.

Tras realizar varios cursos y talleres de dirección cinematográfica en el Instituto del Cine de Madrid, ha dirigido numerosos spots publicitarios, piezas audiovisuales para campañas publicitarias en redes sociales, cortometrajes, mediometrajes, proyectos televisivos etc.

Tras ponerse manos a la obra, con un guion literario muy completo, realizado por su padre Juan Antonio López Delgado, académico correspondiente de la Real Academia de la Historia de Madrid, y de la Real Academia Alfonso X el Sabio de Murcia, autor de más de una treintena de libros, entre los cuales, dedica cinco de ellos a la vida y obra del gran pintor madrileño Eduardo Rosales, y propulsor a su vez de la realización en el Museo “Ramón Gaya” de Murcia, de tres exposiciones a Rosales, dos de ellas de la obra rosalesca murciana desconocida.

José Almagro, como es socialmente conocido el director del documental, trata de poner el acento en las dos estancias en Murcia, durante los años 1872 y 1873, correspondientes a los dos últimos de la vida del pintor madrileño Eduardo Rosales (1836-1873).

Es una filmación en que se refieran y comentan los lugares en los que vivió el gran Artista plástico entre nosotros, las personas con la que trabó amistad y la pintura al aire libre que al fin pudo aquí realizar, luego de desdichas y pesadumbres en la Villa y Corte.

Así pues, en el documental se habla y se “ven” personajes como el pintor Domingo Valdivieso, el escritor Fuentes y Ponte, el compositor Antonio López Almagro, los Marín-Baldo y un largo etcétera. Se aducirán asimismo muchos ejemplos gráficos de la obra que Rosales llevó a cabo en Murcia. Lo que se ignora o escasamente se reconoce es que Rosales, con resucitado ánimo y nuevas energías, pintó mucho y bien, con amorosa atención por la vida que descubría en las personas, los lugares y las cosas. Óleos, acuarelas y dibujos dan expresivo testimonio del interés que el Pintor sintió por el paisaje de su entorno y su humana simpatía por los tipos y costumbres populares.

Se hace evidente que quien tiene dedicada una sala entera privativa en el Museo del Prado (Sala 61-B), bien merecía la pena que en Murcia se conociera mejor a Eduardo Rosales, a quién muchas personas aquí confundían  todavía con Luis Rosales, el amigo granadino de Federico García Lorca.

El propio pintor Ramón Gaya tenía marcado interés en conocer la obra murciana de Rosales, ignorada por él y por muchos y hasta por los más conspicuos historiadores del Arte.

La razón es que esta obra murciana de Rosales ha estado siempre en colecciones particulares y es muy difícil su hallazgo y filmación.

Lo único que de Rosales resta en Murcia es el magnífico dibujo a lápiz que le hizo a la imagen de la Patrona de Murcia, Virgen de la Fuensanta, habiendo pasado por una mejoría en su salud. Tal dibujo hállase en el MUBAM.

La finalidad de este documental es subrayar fílmicamente la honda relación (afectiva y artística) entre Murcia y Eduardo Rosales, quizá el mejor Pintor que a España dio el siglo XIX.

José López Almagro

Director del documental “Eduardo Rosales y Murcia”

El mensaje fílmico es el más popular, hacedero y generalizante de todos los mensajes.

Acercar a las gentes todas de Murcia a este coloso de nuestra pintura que, además, recibió de Murcia el acicate estético, el impulso cordial y la vehemencia de unos pinceles que aquí se abrieron después de mucho tiempo y acaso por la primera vez en la centuria al aire libre.

Murcia entra con todo su derecho en las Artes del siglo XIX, y a lo grande, por haber pintado tanto aquí Rosales.

                                                                                                                                      José López Almagro

 

                                                                                                        Juan Antonio Lopez Delgado

Primera reunión de la Junta Directiva de la AEPE en 2025

La Junta Directiva de la Asociación Española de Pintores y Escultores se ha reunido por primera vez en el tercer día del recién llegado año 2025.

Hay mucho trabajo por delante y muchas ilusiones, propuestas y actividades para sacar adelante en el nuevo año, que la Junta Directiva encabezada por su Presidente, José Gabriel Astudillo López, ha continuado perfilando y cerrando, con la intención de establecer el calendario expositivo de la centenaria entidad.

Las propuestas son muchas y el trabajo se afronta con ilusión y ganas, y de todo ello os mantenemos informados a través de la Gaceta de Bellas Artes y de esta misma web, donde podréis encontrar toda la información que volcamos diariamente, haciendo de nuestros medios un gran altavoz donde poder tener reflejo y visibilidad.

Feliz año 2025

De izquierda a derecha: la Secretaria General y Secretaria Perpetua de la AEPE,

Mª Dolores Barreda Pérez, el Presidente de la AEPE, José Gabriel Astudillo López,

el Vicepresidente, Juan Manuel López Reina, el Bibliotecario, Fernando de Marta,

y los Vocales, Carmen Bonilla Carrasco, Jesús Alcolea y Paloma Casado

El retrato real

Mª Dolores Barreda Pérez

Secretaria General

Secretaria Perpetua de la AEPE

 

El pasado mes de noviembre, el Bando de España presentó dos retratos de la fotógrafa Annie Leibovitz, Premio Príncipe de Asturias 2013, por un importe de 137.000 euros (casi 23 millones de las antiguas pesetas). Dos fotografías.

Además, se presentó el retrato de Pablo Hernández de Cos, ex Gobernador del Banco de España, por importe de 88.000 euros (más de 14 millones y medio de pesetas). Otra fotografía.

Las tres imágenes tienen iluminación artificial, una vez que Leibovitz ha incluido todas las posibilidades que ofrece la postproducción digital, ya que sus fotografías actuales no se entienden sin las herramientas de creación digital.

Al pobre Hernández de Cos casi le corta el pie, mientras que su figura desgarbada y su pose descuidada y abandonada sobre la mesa, no ofrece la confianza de estar ante uno de los mayores responsables para la estabilidad del sistema financiero nacional y europeo. Claro, tampoco ocurre con su sucesor, pero eso ya es otra película… miedo me da pensarlo.

 

Los retratos de Felipe VI y Letizia son dípticos: 2,2 metros de alto por 1,7 de ancho, que ya forman parte de la colección del Banco de España, entidad que los ha sufragado.

El retrato de la reina Letizia está equilibrado en la composición, con una luz y una atmósfera cálidas, en un ambiente limpio y con una mirada directa al espectador. Su vestido es de alta costura y está desprovista de los elementos simbólicos que aluden a su condición de reina.

El retrato del rey Felipe presenta una composición desequilibrada, con una sensación de inestabilidad acusada y una mirada hacia abajo, acompañado de una luz y atmósfera frías y en un ambiente en extremo recargado. El rey viste de rey, con el uniforme de gala de capitán general del Ejército de Tierra

El retrato de la reina Letizia funciona por sí solo; el del rey, en cambio, cobra sentido como parte del díptico junto al de la reina. Al retrato del rey le falta el de la reina. El de la reina no necesita el del rey.

Así vistos, los retratos restan importancia al rey para ensalzar el glamour de la reina, una reina que por sí sola, no alcanzaría tal condición sino por la existencia del primero, pero que ha sido retratada concienzudamente, dotándola de mayor importancia que el propio rey.

Es un retrato oficial en el que la reina no parece una reina, sino una modelo o actriz preparada para la alfombra roja, una estrella de Hollywood o de cualquier festival de cine, desfile de moda o evento lúdico, pero no una reina.

El photoshop es más que evidente en ella: ojos abiertos y asustadizos, nariz chata, morritos de pose, postura artificial, chal al viento inexistente, la luz y la ambientación fantástica, de esas de película del bosque tenebroso…

El monarca es víctima del ambiente taciturno y recargado de la estancia elegida, repleta de muebles, haciendo de él una imagen poco amable y que no respira, al que casi le han cortado los pies (mucho mejor que la cabeza, claro) y en donde las normas estéticas brillan pero por su ausencia. El retrato del rey está mal encuadrado y da la sensación de que los siglos de tradición y representatividad le pesan, mientras que a la reina la iluminan y reviven.

Lecturas hay muchas que hacer en este sentido… Letizia es la luz de la monarquía, la frescura, el glamour… mientras que el rey está a oscuras, en una atmósfera cargada y en un encuadre de inestabilidad propio del cine de terror, exactamente igual a lo que vive la propia monarquía en España. Una revelación más que un retrato.

El rey no mira a cámara, no es banal, ni vanidoso, pese al cargo, huye de pompas y postureos que quedan bien claros confrontados con la mirada desafiante de su esposa, altiva y dominante, salvadora de la monarquía, castigadora, como dirían los castizos.

Ni el rey está todo lo guapo que es, ni se descubre su esencia y personalidad, su aplomo, jovialidad, la ilusión que pone día a día en la responsabilidad del cargo que ostenta.

El resultado final: las fotografías quieren parecer pinturas de monarcas de un siglo anterior, pero son fotografías. Imagino que para un fotógrafo, el peor piropo que le pueden hacer es que digan que su foto parece un cuadro. Pues por el amor de Dios, para eso, haces un cuadro.

Es pues un retrato de ella junto al rey, lejano de la tradición retratista española y de la representación de los ornamentos propios de su posición.

Es para otros, una obra de arte de calidad “indecible”. Pues por eso mismo, no lo diremos.

Una foto ampliada que ha perdido la oportunidad de convertirse en retrato real para ser una portada de moda que juega a ser una pintura.

Si será indecible, que algunos de los mejores fotógrafos actuales reniegan de la imagen y de los elogios que la exaltan como de la más pura inspiración velazqueña, destacando que la técnica de la fotógrafa ha empeorado respecto a cuando la hacía analógica, frente a la actual digital…

El retrato real es una sucesión de imágenes construidas con una finalidad política en las que nada escapa de la planificación, rigurosa, detallada, porque cada pincelada construye la imagen del monarca a través del arte por una secuencia de artistas escogidos, difundiendo su imagen e incluyendo sus inclinaciones personales e incluso la concepción de su papel ante la sociedad.

Por eso el resultado de esta efigie real construida en estas fotografías es la más irreal de todas. Los monarcas aparecen lejos de virtudes personales como la responsabilidad, el deber, la solidaridad, la amabilidad, la afectividad y la simpatía, que los vincula a conceptos como democracia, cultura, deporte o asistencia social, todo lo cual conecta con lo que buena parte de la sociedad espera de ellos.

En unos años, hemos pasado de las fotos de comunión que realizó García Rodero a los Reyes eméritos, a las fotos glamurosas de las estrellas de Leibovitz, todo fachada, pero ni un ápice de personalidad ni de psicología.

Hemos pasado por el retrato de Antonio López, tan criticado por su tardanza, tan esmerado por su concepción y significado, sin mencionar siquiera los de Hernán Cortés, Manolo Valdés, Ricardo Macarrón, Eduardo Arroyo, Carmen Laffón, Alberto Schommer, Francisco López Hernández, Julio López Hernández…

Pero es que hay vida más allá de todos ellos. No entiendo por qué no descubren el panorama maravilloso de artistas pintores y escultores que existe hoy en España que son capaces de dotar a sus obras de la fuerza y frescura de una disciplina que según vemos, está en declive más cada día gracias a este tipo de actuaciones basadas únicamente en la popularidad de sus autores más que en la calidad de sus trabajos.

Se me ocurren un montón de nombres de esos que todos los que vivimos en el mundo del arte conocemos, de retratistas actuales que continúan con la tradición del retrato, sublimándola: Manuel Díaz Meré, Ricardo Sanz, Golucho, Millán Sañudo, Eduardo Naranjo, Borja Buces, Miriam Escofet, Rodrigo Hurtado, Fernando García Monzón, Fernández Hurtado, Corella, Estudillo, Felipe Alonso, Santos Fontenla, Luis Pérez… y un largo etcétera que se están abriendo paso en el difícil mundo de la pintura y son reconocidos a nivel mundial.

En sus pinceles, el retrato contemporáneo actual encuentra una capacidad excepcional para captar los matices de la emoción, la identidad y la experiencia humanas, infundiendo a sus obras una profundidad y un significado excepcionales que no se limita a igualar el parecido físico, sino que transmiten el mundo interior del sujeto de forma casi poética, embarcando al espectador en un interesante viaje visual y emocional.

Sus obras son el reflejo de la más actual realidad social, ofreciendo además una visión convincente de la dinámica artística, cultural, social y psicológica del mundo moderno, de una España moderna.

Son los actores de una crónica visual de la experiencia artística, que recogen el testigo de la tradición española de tantos siglos y a la vez, capturan el espíritu de nuestro tiempo, ofreciendo una ventana única a la naturaleza polifacética de la sociedad contemporánea.

Cualquiera de sus retratos tiene la notable capacidad de suscitar el diálogo, la introspección y un profundo sentido de empatía, trascendiendo los límites de la expresión artística para convertirse en una poderosa iconografía sobre la condición humana.

Y es que la renovación de retratistas solo pone de manifiesto que esta disciplina sigue evolucionando y explorando diferentes facetas de la identidad y la humanidad, captadas a través de las maravillosas pinceladas de los genios actuales.

Y habiendo tantos y tan buenos… hemos tenido que recurrir una vez más a una fotógrafa, y además extraña.

Lo de sacar pecho y sentimiento patrio ya sé que no se estila, pero había que decirlo y bien alto lo declaro, en favor de los pintores, tantos y tan buenos, que tiene España.

 

Recordando… José Cruz Herrera

Obras, artistas, socios, pequeñas historias…

Por Mª Dolores Barreda Pérez

 

José Cruz Herrera

CRUZ HERRERA, José       P       1915          1.oct.1890       LA LINEA CONCEP.     MARRUECOS/MADRID       11.ago.1972

Socio de Mérito

Socio de Honor

Vicepresidente de Honor

José Cruz Herrera. Autorretrato

 

José Cruz Herrera nació el 1 de octubre de 1890 en La Línea de la Concepción, Cádiz.

Sus abuelos eran originarios de Cádiz y trabajaban en una prensa litográfica. Sus habilidades eran muy demandadas en Gibraltar, donde se fabricaba el rapé, que se vendía en sobres.

Para cubrir la demanda de sobres impresos y etiquetas de embalaje, trasladaron su prensa a la comarca del Campo de Gibraltar, y ante la imposibilidad de residir en la colonia británica, puesto que se requería de un permiso especial, se asentaron en la ciudad española fronteriza.

Día a día cruzaban la frontera para operar con su prensa.

En 1989, su padre, José de la Cruz García, contrajo matrimonio con la lienense Antonia Herrera Ramírez, que tenía 19 años y era la sobrina del primer alcalde de La Línea, siendo él mismo alcalde de la ciudad durante un corto espacio de tiempo.

El 1 de octubre de 1890 nacía José María Remigio Cruz Herrera, el primero de siete hermanos.

Su interés por la pintura se manifestó desde pequeño, cuando en el transcurso de una enfermedad, le regalaron una caja de acuarelas con las que comenzó a copiar grandes obras de la pintura clásica: Velázquez, Murillo, Goya…

Su talento como copista fue descubierto pronto, empezando su formación formal con el pintor Juan Aciego, en Cádiz.

Distintas fotografías del artista y un autorretrato de madurez

 

Sus padres lo envían en 1907 a Sevilla, donde recibe lecciones del socio de la AEPE, Gonzalo Bilbao, marchando en 1909 a Madrid, donde trabajará como empleado en la compañía de seguros del Fénix Agrícola, hasta obtener el ingreso en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, bajo la dirección del socio de la AEPE, Cecilio Pla.

En 1914 es pensionado por el Círculo de Bellas Artes para viajar a Roma y a París.

En 1915 envió a la Exposición Nacional de Bellas Artes el cuadro de la Capilla del Cristo de la Piedad de los Duques de Osuna, con el que consiguió la Medalla de Tercera Clase, obteniendo desde entonces múltiples menciones y galardones, como la Medalla de Segunda Clase en 1924, la Medalla de Primera Clase de 1926 y Medalla de Plata en la Exposición Internacional de Panamá.

Cruz Herrera se concentró principalmente, en retratos y pintura paisajística, pero su éxito más profuso se debe a su faceta como un excelente pintor de escenas orientales y árabes, mostrando una excelente habilidad en la reproducción atmósferas y escenas costumbristas de Marruecos.

En 1922 viajó a Uruguay y Buenos Aires para terminar trasladándose a Casablanca en 1927, donde abrió estudio y permaneció varios años.

En 1929  estableció su estudio en Neuilly-sur-Seine, a las afueras de París, donde participará en exposiciones colectivas como el Salón de la Société Nationale de Bellas-Artes y obtiene la Medalla de Oro de las Artes, las Ciencias y las Letras parisina y en 1930, el nombramiento de Socio de Honor del Salón de París.

Regresó a Casablanca en 1938, donde pasó gran parte de su vida en la ciudad  que le sirvió de inspiración para su amplia producción en pintura orientalista andaluza. Allí recibe la condecoración de la Orden de la Medhaouia.

En 1939 es nombrado miembro correspondiente de la sevillana Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, y en 1943, de la de Bellas Artes de San Fernando de Madrid.

En 1940 recibió la Cruz de los Caballeros de la Orden de Isabel la Católica.

En 1949, creada una convocatoria anual para temas africanos, se lleva la Primera Medalla de Pintura, abriendo estudio en San Roque, Cádiz, compatibilizando sus estancias entre esta localidad y Casablanca.

En 1958 fue distinguido con el nombramiento como Caballero de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio y en 1961 con la de la Orden de África.

Realizó exposiciones individuales en Madrid, Barcelona, Londres, Amberes, Casablanca y París, mostrando regularmente su obra a lo largo de toda su vida.

Falleció el 11 de agosto de 1972 en Casablanca pero sus restos fueron trasladados a La Línea para ser enterrado en su ciudad de nacimiento.

El artista en su estudio trabajando en distintas épocas de su vida

 

Durante su vida proyectó la construcción de un museo para la conservación y muestra de parte de sus obras, que se contaron superando las cinco mil.

Su amplia producción está esparcida por colecciones particulares e instituciones y sus temas han sido frecuentemente utilizados para la cartelería festiva.

Los museos de Granada y Cádiz, entre otros, cuentan con cuadros suyos. En la parroquia de ésta cuelgan asimismo una Inmaculada Concepción y una temprana copia del Cristo velazqueño.

Fue miembro fundador del Grupo Velázquez.

Distintas obras y paisajes del artista

 

En 1975 el ayuntamiento de La Línea inauguró el Museo Cruz Herrera, con 257 pinturas, construido en la céntrica Plaza de Fariñas.

Su pintura, que surge inicialmente dentro del figurativismo finisecular español, partiendo de un ecléctico simbolismo hasta llegar a una pintura más colorista y de tipos populares, afín a la corriente del regionalismo andaluz, se consolida con su viaje a Marruecos y el contacto con la clientela cosmopolita, francesa, que determina una obra colorista, suelta de trazos, reiterativa en el tratamiento de los temas, fundamentalmente escogidos entre los tipos marroquíes y completados con escasos paisajes, naturalezas muertas meramente ornamentales y, sobre todos desnudos femeninos y retratos de elegancia convencional.

Tanto su obra como sus convicciones son declaradamente tradicionales por lo que, salvo en la ligereza del trazo y en el aclaramiento de paleta, ambos basados en sus esquemas originales, no hay una evolución significativa, en especial desde 1940 en que su estilo queda definido. Su papel como director del grupo de crítica y opinión autodenominado “Grupo Velázquez”, fundado en Madrid en 1956 en el seno de la Asociación Española de Pintores y Escultores, manifiesta su completa aversión a las corrientes de renovación estética, incluidas las ya pasadas vanguardias históricas.

José Cruz Herrera ha sido el artista que más lauros ha dado a su tierra natal. Aunque triunfó en el mundo del retrato, como viajero incansable también fue un eminente paisajista, sobre todo de las medinas de las ciudades marroquíes, como Tetuán, Tánger, Rabat, Xauen, Fez o Mequinez. En estos paisajes urbanos orientalistas encontramos al artista más intuitivo y vibrante, plasmando las escenas con una gama de colores muy acertados cargados de materia, maridaje que aplasta al individuo y subyuga al espectador.

Al mercado, Museo Reina Sofía

El artista linense es sinónimo, fundamentalmente, de pintor de figuras. No obstante, también trabajó otros géneros, destacando su faceta de paisajista, pero ese paisaje lo va a desarrollar de forma diferente, según el lugar donde viva. Y es, igualmente, en el paisaje, donde vemos al Cruz Herrera más vital e intuitivo, de pincelada más libre y pasional.

En cuanto a los tipos de paisaje, los aborda desde múltiples localizaciones, perspectivas y panoramas; sin embargo, donde Cruz Herrera alcanza sus mayores logros es en los paisajes urbanos marroquíes, sobre todo de la medina, con sus mezquitas, zagüías, alminares, zocos, calles estrechas, emparrados…

Dentro de la amplia trayectoria artística de José Cruz Herrera uno de los géneros que cultivó con más acierto es el de la pintura costumbrista: hermosas mujeres con el traje típico andaluz, así como de otras regiones españolas. Su gusto por la mujer predomina en estas composiciones, en las que también tienen cabida toreros, músicos de pueblo o vendedores…

Cruz Herrera es uno de los pintores andaluces de su generación que más destacó en la temática del desnudo, para la que se requiere una especial sensibilidad. Prueba de que el artista linense contaba con ella es la calidad de sus cuadros, de pincelada más suelta, más impresionista, que demuestran su gran soltura y fluidez, características de su pintura de madurez.

Distintos retratos y tipos costumbristas

 

José Cruz Herrera y la AEPE

Socio de Mérito en el Salón de Otoño de 1924.

Socio de Honor en el de 1925 y en 1952.

Fue vocal de la Junta directiva de la Asociación de Pintores y Escultores entre 1925 y 1927.

Medalla de Honor de la Asociación en 1950.

Jurado especial para la medalla de Honor en el Salón de Otoño de 1968.

Vicepresidente de Honor de la Asociación en 1971.

En 1956 se fundó en Madrid el grupo Velázquez, del que se le nombró presidente.

Se publicaron sus obras en la Gaceta: Inspiración, La ofrenda de la cosecha, Mujeres linenses, Homenaje a La Línea, Mektub, Retrato, Tipo marroquí…

Participó en las siguientes ediciones del Salón de Otoño:

I Salón de Otoño de 1920 con Día de fiesta, Romería en Galicia, Retrato de la niña Julita Calleja y El gildo

V Salón de Otoño de 1924: Inspiración, La nieta de la Picanta, Bulerías, Oporto, Galicia, Tánger, Fez, Rioja, El encantador de serpientes, Músicos árabes y Negrito

VI Salón de Otoño de 1925: Músico morisco, Niña gris, Pueblo, Retrato de señora, Fuente dos macacos, Bahía y playa y Una visita

VII Salón de Otoño de 1927: Zohra, MEktub, Hilandera del Atlas, Fátima y Vendedor de tapices

XXV Salón de Otoño de 1952: Maja linense, ¡¡¡Madrid!!! y Segovia

XXVIII Salón de Otoño de 1957: Calle de Fez, Parisiense, Lluvia en Marrakech, La mantilla negra y Ensueño

XXIX Salón de Otoño de 1957: Soledad, Soñando, Arkia, Al mercado, El jarrito verde, Reposo, El abanico blanco, Madre gitana, El sabio, Moritos alfareros, Castellana, En el camerino, Aurora, La Lola, En la sinagoga, Celos, Desnudo rosa, En el harem, Procesión de las Palmas y Juventud

XXXIII Salón de Otoño de 1962: Maternidad árabe y Morito con uvas

XXXIV Salón de Otoño de 1963: Figura, Figura y Figura

XXXVI Salón de Otoño de 1965: Juventud, Portuguesa, Las tres moritas, Después del baño y Reposo

XXXVII Salón de Otoño de 1966: Mercado árabe

XXXVIII Salón de Otoño de 1967: Marrakech, Morito en oro y Aurora

XXXIX Salón de Otoño de 1968: Músicos de pueblo, Fondak y Mercado de Fez

XL Salón de Otoño de 1969: Mora de fez, El canal rojo y Cheikas

L Salón de Otoño de 1983: Gitana

La ofrendad de la cosecha, en el Museo Reina Sofía

La buenaventura de Sevilla

Fiesta en Rabat, Museo Reina Sofía

 

Algunos retratos de mujeres y tipos populares

 

El artista en pleno trabajo

 

El Museo Cruz Herrera de la Línea de la Concepción

Situado en uno de los edificios más históricos de la ciudad, la Villa San José, en sus salas se expone una colección de 200 lienzos de los más de cinco mil que pintó.

Inaugurado en 2016, exhibe 110 obras de las 257 que almacena en fondos que completa con exposiciones temporales.

En el museo se puede seguir la evolución artística del pintor, puesto que se recogen sus primeros trabajos, además de muchas de las obras que pintó durante su estancia en Marrakech, caracterizados por la luz, el ambiente, el colorido y el exotismo del mundo árabe.

En su obra predominan los retratos de mujeres andaluzas con cabellos y ojos oscuros y labios gruesos y muy rojos, junto con una gran variedad de temas: bodegones, retratos, desnudos, paisajes o autorretratos.

Los Directores de la Gaceta de Bellas Artes de la AEPE: César Fernández Ardavín

Por Mª Dolores Barreda Pérez

 

Los Directores de la Gaceta de Bellas Artes

de la Asociación Española de Pintores y Escultores

 

César Fernández Ardavín

FERNANDEZ ARDAVIN, César     P   1910(N)    3.jul.1883     MADRID        MADRID    19.jun.1974

 

Socio de Honor

Pueblo, 1959

 

César Fernández Ardavín nació el 3 de julio de 1883, en el seno de una familia muy ligada al cine.

Su hermano Luis fue un escritor, cuyas obras se convertirían en películas, mientras que su hermano Eusebio, tocó casi todas las disciplinas cinematográficas, siendo conocido sobre todo por su faceta de director.

Además, su hijo César Fernández-Ardavín Ruiz, es también director y guionista de cine con varios e importantes premios a sus espaldas.

La familia veraneaba en Santander.

Los hermanos Fernández Ardavín se sintieron atraídos desde pequeños por el arte escénico y representaban obras de teatro en el estudio familiar, una litografía que había fundado su padre, Eusebio Fernández Mingo, a finales del siglo XIX, bajo el nombre de Litografía E. Fernández, y que con el tiempo, pasaría a ser conocida como Litografía Fernández o Vinfer Carteles Artísticos.

Fue precisamente César el que más atención dedicará a la empresa.

César Fernández Ardavín cursó estudios para ser profesor mercantil, simultaneando esta carrera con los estudios en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid, teniendo como profesores a los pintores y Socios Fundadores de la AEPE, Luis Menéndez Pidal y Cecilio Plá.

Desde muy joven comenzó a colaborar con su padre en el estudio litográfico familiar, pintando carteles de cine, circo, toros y variedades, muy en boga por aquella época.

El Sol, 1922

 

En su primera etapa de pintor, sus temas preferidos fueron los ambientes y tipos extraídos de la España del momento, destacando en sus cuadros los tonos oscuros, que evolucionarán después hacia los paisajes.

Además de óleos, realizará más de mil dibujos.

Como pintor, firmaba sus obras con su nombre, mientras que como cartelista lo hacía casi siempre como Vinfer, al considerarlo un arte menor.

En 1906 presentó tres cuadros a la Exposición Nacional de Bellas Artes, Su Ilustrísima, Una familia y Para la verbena, logrando la Tercera Medalla de Pintura.

En 1914 ilustró el libro de su hermano Luis, titulado “Espinas”, logrando buenas críticas por sus dibujos.

A la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1915 presentó la obra La copla española.

En 1916 participó en la Exposición de Panamá, junto con otros socios de la AEPE, en la que obtuvo la Medalla de Plata por la obra titulada “Sagrario”.

En marzo de 1917 realizó una exposición de obras en el Salón del Palace Hotel, junto al pintor Florensa y al grabador argentino Franco.

La prensa de la época publicó varias críticas acerca de la muestra en las que se podía leer …”hemos de felicitar al joven pintor, que une a su laboriosidad e inteligencia un gran acierto en la elección de modelos, pues todos los que presenta son dignos de las preferencias de un artista”.

Mozuela andaluza

Nubes

Retrato del Doctor Martín Calderín

Misticismo

Moza de Talavera

La copla española

 

Por esta época, sus dibujos y pinturas ilustraban con asiduidad las páginas de La Esfera, incluso sus portadas, además de otras publicaciones del momento.

En 1918 formó parte como Congresista de la Mesa de la Sección de Pintura del Congreso de Bellas Artes que organizó la Asociación de Pintores y Escultores.

En 1919 participó en la IV Exposición de Pintura, Escultura y Grabado que organizó la APE en Bilbao con las obras Ventolina y Cercedilla.

Envió los óleos Estrella y Retrato, a la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1920, logrando la Tercera Medalla.

En 1926 la Academia de Bellas Artes de Toledo le nombró académico correspondiente.

En julio de 1933, en la Gaceta de Bellas Artes, José Prados López escribía de él: …..”Fernández Ardavín tiene en su obra esa nota simpática de lo inédito y del trabajo silencioso. Nadie conoce su última fatiga ante el caballete. Se reserva, quizá, para mayores empresas en un futuro no lejano. Nosotros, que hemos visto parte de los cuadros, hemos aplaudido ese sello de mocedad que tienen sus telas, de alegre juventud que se despierta cada día con una duda. Sus cuadros trashuman fragancias y sutilezas; su manera, de hombre un poco desengañado por haber mirado mucho a la vida en silencio, se traduce en su obra casi siempre con un punto de amarga ironía que enseña alguna cosa. Tienen algo de parábolas estas telas hechas con la honradez y el deseo de querer decir algo importante. En algunas, la interrogación se agranda y se nos confunde. “La madre, el hijo y el mono” es de esos cuadros que nos hacen meditar y terminan poniéndonos tristes”…

Participó en la Exposición de Venecia de 1936.

El viejo filósofo

Calle de Calatayud

La madre, el hijo y el mono

 

En 1943 realizó una exposición de obras en los Salones Macarrón de Madrid, después de más de veinte años sin exponer, aunque sin dejar de pintar.

José Prados López escribía en el diario Pueblo: …“ha pintado por amor, por placer de alma, como un regalo que hacía a su espíritu, de alegría y divertimento… César ha convertido sus cuadros con afanes de íntimo regocijo, casi por egoísmo, por deseo de soledad y de aislamiento. Hombre solitario… sincero consigo mismo, buscó los temas de su agrado; los concibió sin prisas y sin alardes exhibitorios; los maduró; fue acostumbrándose a ellos en el silencio; los amó con sibaritismo; los creó, dándoles forma y llegando a los finales exhausto, con dolor y gozo de cuerpo y de alma, satisfaciendo el anhelo de sus ojos y de su corazón… En todos los cuadros de Ardavín hay un punto esencial de regusto sensualista que roza el espíritu… hasta tal punto que parece que en sus pinceladas se advierte la caricia de sus manos, que, con los pinceles, quedó en las telas como una huella luminosa… En esta exposición tiene figuras y paisajes… con el sello inconfundible de su amor a la naturaleza traducido también de modo sensual en verdes y grises, en rojos y azules, condicionados a su afán ampuloso de crear con originalidades y personalidad. Delicado de color, correcto de dibujo, buscando dificultades y resolviéndolas, Ardavín lucha por sujetar su voluntad al dominio español… acaso incomprendido, viviendo una vida interior de ansias infinitas… Pintor de concepciones, llenas por lo menos de intensidad de deseos, de humanidad caliente y vibrante es, sobre todo, el artista de la honradez y de la sinceridad, que busca el cumplimiento de su deber estético con disciplina de hierro y con exigencias, de tal fuerza que contrastan notablemente con las mentiras y trucos de muchos que se llaman maestros, aunque nadie lo crea”.

En 1944 llevó la exposición a Barcelona

En 1945 participó en la Exposición de Bellas Artes del Palacio de la Lonja de Palma de Mallorca, organizada por la AEPE.

Vivió en la calle Fuencarral, 157 de Madrid y en la calle Gonzalo de Córdoba.

En 1950 aparece en la prensa su deseo de debutar como realizados cinematográfico, llevando al plató la adaptación de “Del brazo y por la calle”, una comedia de Armando Mook, manteniendo el dúo protagonista formado por Ana Mariscal y Gerad Tichy, el gran tipo de “Neutralidad”. Sin embargo, al poco se anunciaba que no lo haría “por causas ajenas a la voluntad de la empresa”.

Falleció en Madrid, el 19 de junio de 1974.

Desnudo

Sor Clara

Tocas albas

Reinosa

Composición poética clásica

Andrea, la de Castilla

 

En 2020 la sala de exposiciones de la Biblioteca Regional de Madrid “Complejo el Águila”, realizó una exposición de carteles publicitarios del mundo del espectáculo, artistas del cine y del teatro y de las representaciones de variedades, de la Colección Fernández Ardavín, Vinfer, recientemente restaurada y digitalizada, disponibles en la Biblioteca Digital de Madrid.

En la misma, se contempla la obra de Fernández Ardavín como fundamental para entender la pintura social y costumbrista del cambio de siglo. Su arte, un realismo castizo que recuerda a Romero de Torres, refleja los ambientes y tipos de la España del momento sin grandes barroquismos ni dramatizaciones.

A raíz de esta muestra, César Fernández Ardavín es considerado como uno de los padres del cartelismo moderno en España, facturando desde sus inicios numerosos trabajos en la empresa familiar.

Retrato de mi hermana

 

En su primera etapa de pintor, sus temas preferidos son los ambientes y tipos extraídos de la España del momento.

Sus carteles dan testimonio de las primeras películas estrenadas en España y recogen eventos, fiestas, toros y temáticas sociales. Son testigos de una época y dan cuenta del excelente dibujante que hay tras el pintor madrileño.

En 2021 la Galería de arte contemporáneo José Lorenzo, de Santiago de Compostela, realizó una exposición de treinta y cinco obras inéditas a través de las que se recorre de forma antológica la producción más reseñable del artista a lo largo de la primera mitad del siglo XX. Obra variada en cuanto a soportes y procedimientos, con óleos sobre lienzo, dibujos, cartulinas y preparatorios para carteles.

 

César Fernández Ardavín y la AEPE

Diseñó el cartel de la exposición que sustituyó al Salón de Otoño de 1941.

Premio Jesús Aramburu del Salón de Otoño de 1959

Bibliotecario de la AEPE entre 1939 y 1942.

Contador de 1943 a 1969, cumpliendo 30 años como miembro de la Junta Directiva de la AEPE.

Primera Medalla del XXX Salón de Otoño de 1959.

Socio de Honor de la AEPE

Participó en las siguientes ediciones del Salón de Otoño:

XVI Salón de Otoño de 1942: Sol de otoño (Cercedilla), Majas de la risa y Devota de San Antonio

XVII Salón de Otoño de 1943: Gitanos del Albaicín, Casona de la Virgen y Viejo castillo castellano

XVIII Salón de Otoño de 1944: Viejo violinista y Abuelo y nieta

XXIV Salón de Otoño de 1950: Intimidad

XXX Salón de Otoño de 1959: En el día de San Antonio

XXXI Salón de Otoño de 1960: Orando

XXXIII Salón de Otoño de 1962: Calatayud y Madrileñas

XXXIV Salón de Otoño de 1963: Orgullo y Composición de poesía clásica

XXXV Salón de Otoño de 1964: Barrio de las eras, Plaza Mayor de Calatayud, Retrato y Dama antigua

Algunos carteles Vinfer

Amparo Cruz Herrera

Por Mª Dolores Barreda Pérez

LAS PRIMERAS ARTISTAS DE LA

ASOCIACION ESPAÑOLA DE PINTORES Y ESCULTORES

Desde su fundación en 1910, y después de haber tratado en anteriores números a las Socias Fundadoras de la entidad, y las participantes en el primer Salón de Otoño, vamos a ir recuperando de la memoria colectiva, el nombre de las primeras socias que vinieron a formar parte de la Asociación de Pintores y Escultores.

Amparo Cruz Herrera 

CRUZ HERRERA, Amparo     P       1957      1926            MADRID        MADRID

Amparo Cruz Mayor nació en Madrid, el 4 de octubre de 1926.

Era la tercera hija del insigne pintor y también socio y Vicepresidente de Honor de la AEPE, José Cruz Herrera, académico de Bellas Artes de San Fernando y de Amparo Mayor de Miguel.

En memoria de su padre, firmaba sus óleos como Amparo Cruz Herrera.

En 1927 la familia residía en Casablanca, donde su padre abrió un estudio, pero a los dos años se trasladaron a París, regresando en 1938 a Casablanca.

Ya en 1949, la familia se establece en San Roque, Cádiz, compatibilizando así las estancias entre España y Marruecos.

Los constantes viajes de su familia le hicieron conocer los principales focos de la pintura europea, norteafricana y americana.

Sus estancias en París, Bruselas, Stach (Suiza), Casablanca y otras ciudades, enriquecieron su sensibilidad y la visión europeizada de sus obras.

Autodidacta, con la principal referencia de su padre como escuela, conoció y aprendió la técnica de los pintores impresionistas. Perfeccionó su propia pintura hasta conseguir este estilo tan temperamental y de gran sutileza.

Autorretrato de Amparo Cruz Herrera

 

Viajó por la India, Perú, México, Indonesia, Francia, Uruguay, China, Estados Unidos, Holanda, Bélgica, Turquía, Cuba… y demostró a través de su obra la luz, la belleza y el espíritu humano que sólo ella podía trasmitir con su mirada llena de sensibilidad y buena maestría.

Premiada en numerosas ocasiones, destacan la Primera Medalla de Paisaje y Premio Diputación de Madrid del XXX Salón de Otoño de 1959, la Segunda Medalla del XXIX Salón de Otoño, y Tercer Premio de Pintura en la XVII Exposición de Pintores de África, entre otros.

En 1957, con motivo de la exposición conjunta que con su padre celebró en el Salón Dardo de Madrid, la crítica resaltaba que …”Amparo es una pintora de grandes arrestos; discípula de su padre, ha heredado el crisol paternal y están bien armonizadas sus obras… donde expone bellos paisajes de Francia, que no se pueden mejorar porque Amparo Cruz Herrera Mayor es maestra en lo suyo, de estilo y técnica como la de su primogenitor, limpia y tan brillante como aquella: siente el color dentro de un espíritu emocional, que al admirar su obra queda uno embriagado de belleza y emoción”…

En el transcurso de su vida, pintó un cuadro a diario, aprovechando las mañanas, compaginándolo con la maternidad, pues la artista era madre de familia numerosa. Sus hijos Cristóbal, Pepe, José, Amparo, Pilar y Antonio deambulaban por el estudio jugando y curioseando la escena que la pintora planteaba.

En 1965 la editorial Publicaciones Españolas, publicaba una separata titulada “La España de cada provincia”, y en el número correspondiente a Ceuta y Melilla, y con el mismo título, aparece como autora.

La artista falleció el 26 de septiembre de 2013 en San Roque, Cádiz, a los 86 años tras sufrir un infarto.

La artista en dos instantáneas junto a su padre y otros amigos

Presentó sus obras en distintas exposiciones, entre las que podemos citar las realizadas en la Galerie Du Livre de Casablanca,  Galerie D’art Venise Cadre de Rabat, Sala Art-Hogar de Bilbao, Salón Dardo de Madrid, «Pintores de África», en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, Salón Eureka de Madrid, Casa de la Cultura de Cádiz, Casa de la Cultura de La Línea de la Concepción, Salones del Casino de Algeciras, Gran Hotel Victoria de Madrid, Galeria Merche de Casablanca, Sala Sacarello de Gibraltar, Sala Mackintosh de Gibraltar, Museo del Istmo de La Línea de la Concepción,  Galería Aleph de Madrid, Galería del Museo Cruz Herrera de La Línea de la Concepción, Salones del Círculo Mercantil de La Línea de la Concepción, Galerías Forum de Marbella, Galerías Forum de Estepona, Fundación Unicaja de Málaga, Colegio de Ingenieros Caminos de Barcelona, Galerie Veronese de Marruecos, Caja de Ahorros de Cádiz, Centro Cultural «La Victoria» de Sanlúcar de Barrameda…

En 2022 en San Roque, en el edificio Alcalde Fernando Palma, calle S.XX de San Roque, se inauguró la exposición titulada El Linaje del Color: Amparo Cruz Herrera, con 35 obras de Amparo más algunas obras de su padre.

La familia de Amparo Cruz Mayor donó al Ayuntamiento de San Roque, Cádiz, 30 cuadros de la artista, a los que se añaden otros tres de su padre, si bien uno de ellos solo en cesión temporal. Las obras se expondrán de manera permanente en instalaciones municipales junto a otras del insigne pintor linense que ya eran propiedad del Consistorio.

La temática de estas obras es muy variada. Predominan los retratos de personas y los paisajes norteafricanos, algún desnudo, escenas costumbristas españolas o retratos y paisajes más europeos.

La pintura de Amparo es básicamente impresionista, con un costumbrismo orientalista y sobre todo, demuestra ser una paisajista urbana en la que están impresas las huellas del tipismo de sus gentes y las ciudades.

Todo ello a través de la utilización del color, que transforma en luz, y de la luz del Mediterráneo y de Marruecos, que la cautivó lo mismo que años atrás hiciera con su padre.

 A través de su mirada sensible y su don para la pintura, plasmó la luz, la belleza y el espíritu humano.

Amigas árabes

Desnudas en el campo

Desnudo

Bodegón de liebre y pato

Bosque en ocres

Bosque en verdes

Calle de Fez

Rabino

El velo azul

El llanto

Entre frutas y flores

Fez

Fuente de pescado

Indonesia

Jamil

Jarrón con flores

Amparo Cruz Herrera y la AEPE

La artista participó en las siguientes ediciones del Salón de Otoño:

XXIX Salón de Otoño de 1957: Flores y Calle de Mequinez

XXX Salón de Otoño de 1959: Casablanca

XXXI Salón de Otoño de 1960: Niño con flores

XXXII Salón de Otoño de 1961: Casa de Strasbourgh

XXXIII Salón de Otoño de 1962: Perdices y Vortes (Francia)

XXXIX Salón de Otoño de 1968: Marraqués, Meknes y Flores

XL Salón de Otoño de 1969: Fiesta mora y Niño de la fruta

XLII Salón de Otoño de 1972

Medalla

Judío

Mantilla negra

La siega

Las tres amigas

Mohamed

Mujer con flores

Padre e hija

Parisino

Pequeña laguna

Pescadores

Retrato

Reunión de judíos

Vendedor de agua

Publicadas las bases del 62 Certamen de San Isidro

La exposición será en julio, en la Casa del Reloj

Con fecha de diciembre de 2024, el Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, José Gabriel Astudillo, y la Secretaria General de la AEPE, Mª Dolores Barreda Pérez, firman las bases que habrán de regir en la convocatoria del 62 Certamen de San Isidro de tema madrileño de la AEPE, que se celebrará en el mes de mayo de 2024, en la Sala de Exposiciones del Centro Cultural “Casa del Reloj” del madrileño distrito de Arganzuela (Pº de la Chopera, 6-10 28045 Madrid).

El certamen, que llega a su edición número 62, es una de las más importantes citas del calendario de convocatorias que mantiene la centenaria Asociación Española de Pintores y Escultores.

Son muchos los socios y amigos que hacen de Madrid el escenario perfecto para un trabajo que a todos nos enriquece y obliga en la agitación de la vida diaria.

Como en ocasiones anteriores, el 62 Certamen de San Isidro incluye las secciones de pintura (dibujo, grabado y acuarela) y escultura, siendo el tema único «Madrid» y la técnica libre, y podrá concurrir al mismo cualquier artista de nacionalidad española y extranjeros residentes en España, pertenezcan o no a la AEPE, aunque a los Premios Honoríficos sólo podrán optar los asociados.

Las  obras  se  presentarán  únicamente  por  correo  electrónico a administración@apintoresyescultores.es  hasta el 11 de junio de 2024.

Se otorgarán los siguientes premios: la Medalla de Pintura Antonio Casero y la Medalla de Escultura Luis Benedito Vives y las Menciones de Honor que el jurado estime convenientes.

 

Bases 62 Certamen de San Isidro 2025

 

62 Certamen de San Isidro

Asociación Española de Pintores y Escultores

Julio de 2025

Sala de Exposiciones La Lonja

Centro Cultural Casa del Reloj

Paseo de la Chopera, 6-10

28045 Madrid

De lunes a sábado de 9 a 21 h.

Metro: Legazpi (líneas 3, 6); Bus: 62, 6, 78, 148

BICIMAD: Estación 165 (Paseo Chopera, 14)

 

Publicadas las bases del certamen Alba y Crepúsculo de la AEPE

Se celebrará en abril en las Salas «Juana Francés» y «Pablo Serrano»

Con fecha de diciembre de 2024, el Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, José Gabriel Astudillo, y la Secretaria General de la AEPE, Mª Dolores Barreda Pérez, firman las bases que habrán de regir en la convocatoria del Certamen que bajo el título de Alba y Crepúsculo, convoca la AEPE y que se celebrará en las Salas de Exposiciones «Juana Francés» y «Pablo Serrano» de la Junta Municipal de Tetuán, Calle de Bravo Murillo, 357, 28020 Madrid, en el mes de abril de 2025.

Desde hace ya unos años, la Asociación Española de Pintores y Escultores viene realizando una serie de exposiciones temáticas que vienen a complementar las convocatorias habituales y específicas que mantiene la entidad de forma tradicional.

Se realizaron exposiciones maravillosas de Pintura de Interior: bodegones y naturalezas muertas, de Paletas de Pintor, Pintura de Historia, Animales, Flores, Marina, Desnudo… y ahora proponemos un tema en el que las fotografías que a diario vemos en distintos medios, siempre nos deleitan y confortan el alma: el alba y el crepúsculo.

Alba y crepúsculo son dos motivos pictóricos universales de belleza deslumbrante.

La luz dorada de las primeras horas del día iluminando el mundo con una suave calidez, que anuncia el despertar de la naturaleza y la renovación de la vida, pinta los cielos con tonos rosados, dorados y naranjas, que asombran y nos regalan un espectáculo de incomparable belleza.

El crepúsculo, que marca la llegada del fin del día y el comienzo de la noche, desliza por el horizonte y envuelve al mundo en una atmosfera de misterio y melancolía muy propicia para su representación, ya que tiñe el cielo con tonos púrpuras, azules y grises, preparando el descanso nocturno con bellísimas imágenes de etérea y sutil sensibilidad.

La primera luz del día es la del alba, la del amanecer. La aurora es el primer resplandor del cielo y se corresponde con la salida del sol.

El crepúsculo ocurre tras la puesta del sol. Es el que llamamos atardecer, ocaso, anochecida o arrebol.

Hasta el siglo XVII el alba apenas aparecía en pequeños trozos de paisaje, generalmente tras una puerta o una ventana, pero nunca se utilizaba para iluminar el primer plano.

La luz del alba generalmente tiene efectos esfumados, por lo que hasta la aparición de la perspectiva aérea leonardesca no era muy utilizada.

En su Diccionario de las Bellas Artes del Diseño (1797), Francesco Milizia afirma que «la aurora colorea dulcemente la extremidad de los cuerpos, comienza a disipar las tinieblas de la noche y el aire preñado aún de vapores deja los objetos vacilantes… Pero el sol aún no ha aparecido, por lo tanto las sombras no pueden ser muy sensibles. Todos los cuerpos deben participar de la frescura del aire y quedar en una especie de media-tinta. […] El fondo del cielo quiere ser de un azul oscuro… para que se destaque mejor la bóveda celeste y aparezca el origen de luz: allí el cielo se coloreará de un encarnado bermejo desde una cierta altura con bandas alternativamente doradas y plateadas, que disminuirán de vivacidad a medida que se alejan del sitio de donde sale la luz». Y es que para Milizia, la luz del amanecer era la más idónea para la representación de paisajes.

El ocaso se solía circunscribir en los inicios de la pintura moderna a una bóveda celeste caracterizada por su color rojizo, sin una correspondencia exacta con la iluminación de las figuras y objetos.

Fue de nuevo con Leonardo que se inició un estudio más naturalista de la luz crepuscular, señalando en sus notas que «el enrojecimiento de las nubes, junto con el enrojecimiento del sol, hace enrojecer a todo lo que toma luz de ellos; y la parte de los cuerpos que no se ve ese enrojecimiento permanece del color del aire, y quien ve tales cuerpos le parece que son de dos colores; y de esto no puedes escapar ya que, mostrando la causa de tales sombras y luces, tú debes hacer las sombras y las luces participantes de las mencionadas causas, si no tu trabajo es vano y falso».

Para Milizia este momento es arriesgado, ya que «cuanto más espléndidos son estos accidentes (el crepúsculo llameante siempre es un exceso), tanto más se deben observar para representarlos bien».

Estoy convencido de que el grandioso arte que todos lleváis dentro va a hacer posible una exposición de obras maravillosas en las que plasmar estos dos momentos únicos a través de colores que nos van a recrear el alma y la vista.

Y todo gracias a vuestra genialidad. Una gran muestra del enorme talento de los creadores que a todos nos va a sorprender.

José Gabriel Astudillo López

Presidente

Asociación Española de Pintores y Escultores

 

Bases ALBA Y CREPÚSCULO 2025

 

 

Alba y Crepúsculo

Asociación Española de Pintores y Escultores

2 a 28 de abril de 2025

Salas de Exposiciones «Juana Francés» y «Pablo Serrano»

Junta Municipal de Tetuán

Calle de Bravo Murillo, 357

28020 Madrid

De lunes a viernes de 9 a 14 y de 16 a 19 horas.

Sábados de 10 a 14 horas.

Domingo y festivos cerrado

Metro Valdeacederas (línea 1), Plaza Castilla (líneas 1, 9 y 10)

 

Publicadas las bases del X Salón de Arte Abstracto

Se celebrará en abril, en el CC La Vaguada

 

Con fecha de diciembre de 2024, el Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, José Gabriel Astudillo, y la Secretaria General de la AEPE, Mª Dolores Barreda Pérez, firman las bases que habrán de regir en la convocatoria del X Salón de Arte Abstracto de la AEPE, que se celebrará en la Sala de Exposiciones del CC La Vaguada, de la Junta Municipal del Distrito de Fuencarral-El Pardo, situada en la Avenida de Monforte de Lemos, 40, 28029 Madrid en el mes de abril de 2025.

El Salón de Arte Abstracto ha terminado de consolidarse como una de las más importantes citas del calendario de convocatorias que mantiene la centenaria Asociación Española de Pintores y Escultores.

Son muchos los socios y amigos que hacen del arte abstracto una fuente de reflexión y de conocimiento que a todos enriquece.

En la confluencia de estilos y vanguardias, el arte abstracto necesita tener un espacio propio y una visibilidad bien definida, y bajo estas premisas, hacer que este arte trascienda en la representación de la apariencia externa de las cosas, planteando búsquedas plásticas que apuntan más bien hacia los aspectos formales, cromáticos y estructurales, de forma que se valga de los recursos más esenciales del lenguaje plástico para procurar crear un lenguaje autónomo que evoque sus propios sentidos.

Resultará de esta forma, una maravillosa exposición de arte contemporáneo de algunos de los artistas que para tal ocasión sean seleccionados, siguiendo estrictos criterios de calidad y excelencia, y teniendo en cuenta las especiales dimensiones y espacialidad que presenta la sala que acoge la muestra.

El X Salón de Arte Abstracto contempla distintas recompensas, como la Medalla de Pintura José María López Mezquita, la Medalla de Escultura Ángel Ferrant y Vázquez y las Menciones de Honor que determine el Jurado, que harán de esta cita un merecido encuentro cuyo resultado es el que podremos ver en una magnífica exposición y en la que conseguiremos hacer de esta cita una grandiosa oportunidad de presentar el talento y la calidad que tienen todos y cada uno de los socios de la Asociación Española de Pintores y Escultores.

 

Bases X Salón de Arte Abstracto 2025

 

 

X Salón de Arte Abstracto

de la Asociación Española de Pintores y Escultores

Abril 2025

Sala de Exposiciones del Centro Cultural La Vaguada

Fuencarral – El Pardo

Avenida de Monforte de Lemos, 40.

28029 Madrid

Horario: de lunes a sábados de 9 a 21’30 h.

 

Publicadas las bases del cartel anunciador del 92 Salón de Otoño

Sólo pueden participar los socios

Con fecha de diciembre de 2024, el Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, José Gabriel Astudillo López, y la Secretaria General de la AEPE, Mª Dolores Barreda Pérez, firman las bases que habrán de regir en la convocatoria del concurso del cartel anunciador de la edición número 92 del Salón de Otoño, el certamen artístico más antiguo y prestigioso de los que se convocan en España.

El 92 Salón de Otoño se celebrará entre los meses de octubre y noviembre de 2025 en la Casa de Vacas del madrileño Parque del Retiro.

Podrán concurrir al mismo únicamente los artistas socios que lo deseen.

Cada autor podrá concurrir con cuantas obras desee, siendo libres el tema y la técnica.

El tamaño será de 40 x 60 cms preferiblemente en formato vertical.

La importancia que está cobrando esta cita queda de manifiesto al convertirse en la imagen visual de la convocatoria, con la publicidad en distintos medios que ello conlleva, una oportunidad única para los socios de hacerse más visibles y estar presente en las distintas redes de comunicación sociales como facebook, twitter e Instagram, en las que tiene presencia real la Asociación Española de Pintores y Escultores.

Incentivos que unidos a la promoción del evento y la cartelería utilizada en la convocatoria, se convierten en un anuncio del artista y del evento.

Tal y como señala el Presidente de la AEPE, José Gabriel Astudillo López, al cerrar su intervención en la inauguración de la pasada edición del Salón de Otoño, “ya estamos preparando y trabajando en el 92 Salón de Otoño”, y buena prueba de ello es la convocatoria que se publica, para una gran cita artística del arte y la cultura como es el tradicional Salón de Otoño, y todo ello, de la mano de esta Asociación Española de Pintores y Escultores.

Recordemos que en pasadas ediciones los ganadores del certamen fueron José Manuel Chamorro, Manuel Gracia, Carmen Durán, Rodrigo Hurtado Parra, Luis Javier Gayá, Javier Ortas, Alejandro Aguilar Soria, Ángel Rueda o Rafa Álvarez.

Bases Concurso Cartel Anunciador del 92 Salón de Otoño 2025

 

 

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