Por Mª Dolores Barreda Pérez
Los Directores de la Gaceta de Bellas Artes
de la Asociación Española de Pintores y Escultores
José Prados López
PRADOS LOPEZ, José Cr 1932 1897 MALAGA MADRID 1972
Secretario Perpetuo de la AEPE
José Prados López nació en Málaga en 1897.
Hijo del matrimonio formado por Manuel Prados Corral y Carmen López Arias, que tuvieron tres hijos: José, Josefa (fallecida en 1946 en Madrid) y Manuel, cronista oficial de Málaga.
Los chicos eran sobrinos de Baldomero y Rafael López Arias, malagueños pedagogos y periodistas de marcada ideología republicana que pertenecían a la iglesia evangélica bautista, de la que Rafael llegaría a ser pastor, y que dirigieron un centro de enseñanza protestante en la capital alicantina, denominado primero ‘Escuela Moderna’ y luego ‘Escuela Modelo’, al menos desde 1905.
Los hermanos recibirán sus primeras enseñanzas en el colegio evangelista situado en la calle de Torrijos de Málaga.
Apasionado de las letras, como su hermano Manuel, también periodista y escritor, pronto comienza su colaboración con revistas y prensa de la época en su ciudad natal.
En 1917 figuraba como maestro de una escuela privada en Málaga.
Casa natal donde vivía la familia Prados López
En 1920 encontramos su primer artículo firmado en La Unión ilustrada, de Madrid, dedicado a su hermano Manolo, iniciando una colaboración de pequeños pasajes y cuentos, historias cortas en las que demuestra una prosa versada de traza romántica.
En 1929 presenta “Historia de un hombre bueno”, escrito junto a su hermano Manuel, al concurso de cuentos convocado por la revista Estampa.
José Prados López, el primero por la izquierda
A partir de 1930 escribe para Nuevo mundo artículos costumbristas bajo el título de Siluetas y charlas periodísticas, en los que presenta instituciones y pasajes de la vida diaria de Madrid.
Y sobre esas fechas comienza su colaboración con ABC y Blanco y Negro.
Busto de José Prados López obra de González Macías
En 1932 escribe para Luz artículos relacionados con el arte. También para otros diarios y revistas de la época como Mundo gráfico, Mundo Hispánico, La Voz, La Libertad, Informaciones, Ideal, El Siglo futuro, El Sol, La Nación, El Financiero, Cartel de las artes, El Heraldo de Madrid, Ideal, La Vanguardia española, Fotos, Falange, La Nueva España, Yugo, ejerciendo en ellos como crítico de arte. Colaborador fijo del diario Pueblo desde 1943 y del diario Madrid desde 1957.
Escribió críticas sobre la gran mayoría de artistas que exponían en la capital, además de otros muchos que lo hacían por el resto de España, siendo sus comentarios numerosísimos y diarios, además de tratar sobre todo tipo de exposiciones de importancia.
Desde 1933 vivía en el mismo piso en el que la Asociación de Pintores y Escultores mantenía sus oficinas, en la Calle Infantas número 30, piso primero derecha (la AEPE ocupa en la actualidad el 2º piso).
Caricatura de Espin
En 1935 fue nombrado profesor de Historia de las artes gráficas publicitarias de la Escuela de Artes Gráficas y después profesor de Historia del Arte de la Escuela de Artes y Oficios de Madrid.
Miembro de los jurados de las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, de concursos de todo tipo de arte, grabado, escultura, pintura… y realizó también una gran labor como conferenciante, impartiendo charlas acerca de la pintura de los clásicos, el arte contemporáneo, los artistas de su época, músicos, poetas, incluso teatro.
Desde 1940 y a través del Radio España de Madrid, todos los jueves, comentaba con juicio objetivo y sereno las exposiciones estéticas que se celebraban en la capital de España como auténtico apasionado del arte.
Con motivo de sus bodas de plata con la profesión y como homenaje, se publicó en 1950 por suscripción entre los artistas, el tomo 1946-1948 de su Arte Español, al que siguieron otro par de tomos anuarios que recogían sus crónicas de Arte emitidas por Radio España.
A tenor de la labor cultural y artística que realizaba, en 1951, a propuesta del Ministerio de Educación Nacional, le fue concedida la Cruz de Alfonso X el Sabio.
José Prados López retratado por Alfredo Enguix
Con tal motivo, la Asociación de Pintores y Escultores de la que era Secretario Perpetuo, organizó un banquete-homenaje que se celebró en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, el 8 de marzo de aquel año, al que acudieron más de 300 personas y en el transcurso del cual le fueron impuestas las insignias de la orden.
En 1957 fue nombrado profesor de Historia del Arte y Dibujo Ornamental de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre de Madrid.
En 1960 obtuvo el Premio “Ortega Munilla” otorgado por la Mutua de Agentes Comerciales de España, por el trabajo “Se va ensanchando Castilla”, publicado en el semanario Domingo.
Casado con Amalia García González, tuvo una sola hija, Carmina Prados -López García, que en 1961 contrajo matrimonio con el doctor en medicina José Daniel Ortega Piga.
En 1962 fue galardonado con la Medalla de Oro de la Orden de Arts, Sciences et Lettres y con el grado de Oficial de la Orden del Mérito Nacional Francés, por su contribución al mundo del arte.
La condecoración le fue entregada en abril, en el transcurso de un acto celebrado en la sala de honor del Ayuntamiento de la localidad francesa de Pau, donde se realizó la imposición de las Palmas Académicas y de Mérito Nacional Francés.
José Prados López retratado por Luis Brihuega
Un mes más tarde, se celebraba un banquete homenaje en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, que con esta ocasión reunió a los críticos y artistas más relevantes del mundo cultural de la capital de España.
Secretario General de la Asociación Española de Pintores y Escultores, cargo que desempeñó a lo largo de 37 años (desde 1935 hasta 1972) siendo además, director de la Gaceta de Bellas Artes, revista que emite la misma entidad desde 1910 y que a lo largo de muchos años fue un referente en el mundo del arte español.
Fue además distinguido como Secretario Perpetuo de la centenaria institución, como homenaje a su labor en la AEPE.
Secretario también del prestigioso Grupo Velázquez, surgido de la centenaria entidad y compuesto por relevantes socios de la AEPE.
En principio, un grupo de amigos artistas, se reunían para tomar café en la Puerta del Sol, bajo la convocatoria de José Prados López. Y lo que empezó siendo unas charlas animadas, terminó constituyendo un grupo formal bajo el nombre del inmortal Velázquez, cuyo objetivo era hacer exposiciones y seguir con las reuniones para tratar todo tipo de asuntos relacionados con el arte. La mayoría, buscaba defender la pintura dentro de la crisis de la posguerra, siendo muy estimado y popular por la crítica y el público, hasta que los miembros se fueron haciendo mayores, diluyéndose al cabo del tiempo.
El propio Prados López lo definía así: «El Grupo Velázquez ha nacido por una necesidad urgente de continuidad. No es que ninguno de sus nueve pintores vayan a pintar como Velázquez, ni a seguir su concepto, cosa ideal que los honraría sobremanera. Es que en esta ambición de continuidad, el Grupo se puso bajo la advocación del más grande pintor del mundo, en un acatamiento españolísimo de su máxima jerarquía, como una bella bandera desplegada, temblorosa de estímulo para el trabajo y para las ilusiones, como un símbolo de pureza y de altura. De este modo el Grupo Velázquez pregona y pregonará su españolismo porque ninguno de sus componentes necesita mirar al extranjero para aprender nada ni para expresar sus sentimientos«.
Tras una larga enfermedad, falleció en Madrid el 1 abril de 1972, siendo enterrado en la Sacramental de San Justo de la capital.
A lo largo de su trayectoria, publicó distintos libros, impartió conferencias y recibió diferentes reconocimientos, que le otorgaron un gran prestigio en el mundo de las artes y de las letras.
José Prados López entrevistando al Sr. Rovira en la revista Blanco y Negro
Algunos de los libros que publicó son: la biografía “Chicharro”, dedicada al fundador de la AEPE; su novela “Desolación”; o su obra titulada “Frivolidad” escrita junto su hermano Manuel.
Impartió numerosísimas conferencias, entre las que destacamos las que tuvieron como marco el Palacio Achurri de Bilbao (1947), “Modernismo y eternidad en la pintura de Chicharro”, en el Museo de Arte Moderno (1947), “Luz y color en la obra de los Barrera”, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid (1947), “La obra escultórica de la marquesa de Spano” (1949), “Crítica sobre la Bienal Hispanoamericana de Arte” en el teatro del Círculo de Bellas Artes (1951), “Ribera y la Crítica” en el Centro Industrial y Comercial de Madrid (1952), “Arte de ayer y de hoy” en la Real Sociedad Económica Matritense de Amigos del País (1952), “El paisaje de La Mancha en la obra de Isidro Antequera”, “Artistas levantinos de ayer y de hoy”, en el Aula de Cultura de la Caja de Ahorros de Alicante (1955), “Arte valenciano de ayer y de hoy” (1956), o “Por el realismo a la espiritualidad”, en la Confederación de Cajas de Ahorro, entre otras muchas.
A lo largo de su vida profesional obtuvo el Premio de 1935 de la Real Academia de Medicina y el Primer Premio de Crítica de Arte de 1948 del Círculo de Bellas Artes de Madrid.
Fue miembro de las Reales Academias de Bellas Artes de Nuestra Señora de las Angustias de Granada, Purísima Concepción de Valladolid, San Telmo de Málaga y Rosario de La Coruña, Socio de Honor del Círculo de Bellas Artes, Socio de Mérito de la Agrupación Española de Acuarelistas.
De él se dijo que “fue siempre fiel a un criterio, que manifestó sin agresividad, pero con firmeza… un criterio limpio de un hombre noble y de cordial naturaleza… Su personalidad como crítico de arte fue estimada en toda su valía por amplios sectores artísticos nacionales, que en él encontraron el más firma valedor del realismo de tradición española, en cuya defensa se mantuvo tenazmente fiel a lo largo de su dilatada vida profesional. Con él desaparece uno de los más importantes escritores artísticos de nuestro país y uno de los más inquebrantables paladines del arte nacional”.
En ABC se leía: “La muerte de José Prados López, secretario perpetuo de la Asociación Nacional de Pintores y Escultores, produce un vacío irreparable en la crítica de arte madrileña, de la que era decano, y sobre todo en la organización de Salones de Otoño, certamen éste que Prados López alentó y orientó siempre con ejemplar dedicación. La Asociación Nacional de Pintores y Escultores fue otra de las empresas que Prados López realizó y mantuvo con exquisito tacto y plena entrega. Los Amigos de Velázquez, a su vez, pierden a su crítico más constante y, desde luego, a su inspirador más cabal No es posible resumir ahora la gran obra llevada a cabo por el crítico de arte desaparecido, cuya puntual dedicación a lo largo de los años (en Radio España, en el diario Madrid y otros muchos) viene a ser el calidoscopio de una extensísima parcela del arte español de nuestro tiempo, cuya pureza defendió siempre con energía y honestidad, luchando denodadamente con cuanto pudiera menoscabar las raíces y la fidelidad de unas maneras nacionales frente a modas extrañas a su naturaleza. El profesor J. Camón Aznar, presidente de la Asociación Española de Críticos de Arte a la que Prados López pertenecía desde su constitución, ha expresado a todos los miembros de la A. E. C. A. el sentimiento por la muerte del compañero querido y admirado”.
Prados López con Fernando Castan Palomar, en el transcurso de una entrevista celebrada en la casa del Secretario Perpetuo de la AEPE
Para José Prados López el arte era algo más que una serie de exposiciones, era el producto de unos sentimientos unidos a una técnica y por encima de la técnica.
Según decía, “Crítico en principio, es todo aquel que no se convierte en “padrino interesado” de sus amigos y contertulios”.
Dejó inconclusas numerosas biografías sobre artistas socios de la entidad.
A su muerte, se le quiso recordar otorgando un premio a su nombre en el Salón de Otoño, la Medalla de Acuarela José Prados López, que hasta el día de hoy concede la institución.
Su busto en piedra, realizado por el escultor González Macías, fue donado por su viuda a la AEPE, figurando entre los bienes patrimoniales de la entidad.
Fotografiado por Alfonso
Nuevo Mundo, 1931
Pueblo, 6 de agosto de 1951
Pueblo 11/3/1952
En una tertulia, con amigos
El domicilio de José Prados López se encontraba en el piso primero de la Calle Infantas, 30
Manuel y José Prados López
José Prados López en un almuerzo
Los hermanos Prados López