El arte «progre»

Mª Dolores Barreda Pérez

Secretaria General

Secretaria Perpetua de la AEPE

 

Leo declaraciones del Ministro de Cultura. Hay que digerirlas.

Leo la concesión de las Medallas de Oro al Mérito en las Bellas Artes 2023. Hay que analizarlas. Concedidas a 37 personalidades y entidades de la cultura. Me reafirmo. ¿Por qué lo llaman Bellas Artes entonces? (https://apintoresyescultores.es/por-que-lo-llaman-bellas-artes-cuando-quieren-decir-cultura/)

Las Bellas Artes tradicionales son siete: Arquitectura, Danza, Escultura, Música, Pintura, Literatura y Teatro. Los añadidos modernos incluyen el Cine, la Fotografía, el Cómic, los Videojuegos, el Origami, el Dibujo y la Ilustración, además del Diorama.

Veo los galardonados:  1 Vidriero; 7 fundaciones e instituciones varias; 6 directores de cine, de fotografía, guionistas y productores; 1 periodista; 1 coleccionista de arte; 1 museo; 2 abogados; 4 actores; 1 payaso; 1 compositor y director de orquesta; 1 modisto; 1 bailarín; 1 escritor; 1 dramaturgo; 1 iluminador de escena; 1 bibliotecario; 1 historietista; 1 revista; 1 festival de teatro; 1 empresa de efectos visuales ; 1 bailarina; 1 cantante.

TOTAL: 37 Medallas de Bellas Artes. ¿De Todas las Bellas Artes? Pues está claro que no. ¿Qué es lo que nos falta? Pues lo de siempre, un escultor y un pintor. Esta vez, además un arquitecto, quizás también un cocinero… Pero en fin, es que no había ninguno a mano y no recordaban ningún nombre, pero vamos, que tampoco pasa nada, total…

El asesor de turno, perdón, los 503 asesores de turno, no han encontrado esta vez a un artista multidisciplinar del transformismo y las nuevas tecnologías, el feminismo y la memoria del reciclaje y la ecología, así como de los procesos de exclusión y precariedad, como fue el último Premio Velázquez.

Lástima de arte… no han sido capaces de encontrarlo, ya digo. Eso sí, paridad total que no falte, pero si no hay pintores y escultores, pues no pasa nada.

Muchas de las categorías de estos galardonados tienen unos importantísimos premios propios que además de ser de sobra conocidos, se entregan en fastuosas galas –no es magia, son tus impuestos, que diría un tiktokero- que pagamos todos los españoles.

A su vez, leemos que el número de visitantes a museos ha crecido espectacularmente. Me pregunto, ¿a quién o qué han ido a ver? Pues resulta que a ver obras de pintores y escultores. Vaya por Dios, qué contradicción más grande. Premiamos todo lo que se mueve por ahí menos a los pintores y escultores, pero el turismo cultural y artístico, ese que ha crecido (me niego a decir eso de exponencialmente) más, se basa en ellos.

Pasada la navidad, recorriendo el Parque del Retiro en paseos deliciosos en los que contemplar la riqueza de esculturas de nuestros maravillosos artistas, la gran mayoría socios de la AEPE, llego al Palacio de Velázquez y sin esperas ni apretones, decido entrar a ver qué exposición hay en estos días.

1.670 metros cuadrados me reciben y veo una larga fila de visitantes haciendo cola. Claro -pienso yo- no estaban fuera y la cola empieza aquí. Pero resulta que no, que esa cola es para acceder al wc, que lo que pasa es que los paseantes encuentran allí un desahogo a su incontinencia y no les importa esperar para usar los baños.

La visita a la exposición es libre y está, además… desierta. Paredes blancas, inmaculadas, lisas, vacías. Paneles que separan espacios en los que hay apoyados algún que otro peluche de gran tamaño. Sólo del techo cuelgan unos grandes lienzos de tela de colores rojo, amarillo y morado que no llegan hasta el suelo. Un poco más allá, una caja gigante vacía de madera, de color blanca, sin nada dentro; una esfera blanca también de madera de gran tamaño… y nada más.

En dos esquinas, usando los paneles como monitor, se proyectan unas escenas ante cuatro sillas plegables de madera. Algunas personas que están esperando entrar al baño las usan para aliviar el cansancio del paseo.

 

Poco más. La cara de interrogación que muestro preocupa a mis acompañantes. Perdonar –mascullo- es que no sé qué estamos viendo. Cojo un folleto publicitario y leo que se trata de una instalación-exposición que convierte al Palacio de Velázquez en un teatro inmersivo. Acabáramos!!!!!!!

Ah, y me dicen que es gratis, eso sí. Pues no se hable más. Es que como vengo diciendo desde hace ya mucho tiempo, no entiendo de arte y no puedo “saborear” como debiera este triunfo artístico…

Desconcertada, tomo la salida, repleta de paseantes que van saliendo del wc. Espero a ver si consigo oír sus comentarios. Mudos, salen todos de allí sin cruzar palabra. Así que me acerco a una pareja joven y les pregunto qué les ha parecido. Y ponen la misma cara de interrogación que yo.

Son jóvenes y parecen preparados. Ninguno quiere empezar a hablar para no quedar “retratados”. Tímidamente dicen que en realidad no han entendido la exposición, pero que ellos prefieren el arte que pueden apreciar a simple vista, y me recomiendan que visite el Museo del Prado, que allí sí que hay “mucho arte”.

Respiro aliviada. No soy la única que se ha quedado a cuadros. Un poco más allá vuelvo a preguntar a una familia. Les he puesto en un compromiso, la verdad. Tener que explicar lo que han visto ante dos chiquillos, les cuesta. En realidad –dice el hombre- debe ser algo moderno, pero no alcanzamos a entenderlo, ya sabes, estas cosas que se hacen ahora”…

Una verdadera lástima. Un despropósito total. Yo no quiero quitarle mérito al “artista” que ha ideado esa exposición-instalación, que le habrá costado lo suyo, sobre todo en ganarse el majestuoso espacio del Palacio de Velázquez a través de… vete tú a saber cómo… he llegado a un punto en que me cuesta hasta imaginarlo.

Pienso únicamente en la cantidad de cuadros, de pinturas y esculturas, que podrían exhibirse en 1.670 metros cuadrados dignos, bien iluminados, con techos altos de lucernarios que crean un ambiente tan propicio al arte…

Con datos aún sin actualizar, leo que el alquiler del Palacio de Velázquez en el año 2017 costaba 12.024 euros por una hora. La exposición en cuestión ha durado desde el 1 de diciembre de 2023 al 10 de marzo de 2024; en horario de 10 a 18 h. Ha cerrado sus puertas los días 1 y 6 de enero, y los días 24 y 31 de diciembre, ha cerrado una hora antes.

Calculando… lo impensable: tres meses y pico son 790 horas de alquiler, a esos precios… estaríamos hablando de casi nueve millones y medio de euros.

En cuanto a lo allí “exhibido”, poco más puede decirse: el precio de las telas se llevaría la mayor parte del presupuesto de la muestra, los carriles donde van colgados, más una caja y una esfera de madera pintadas, los peluches y las cuatro sillas. Otra cosa ya serían las imágenes que se proyectaban, o película, el videoproyector y el sonido, aunque francamente creo que no tenían sonido. Pero vamos, una minucia comparado con los nueve millones y medio de euros del espacio.

Reviso las declaraciones del nuevo director del Museo Reina Sofía, del que depende el Palacio de Velázquez, un puesto de carácter político, pero que según él, reniega del arte político. Olvida quizás que su carrera nace, crece, se desarrolla y de momento se fija, en centros públicos, en los que ha sido nombrado por políticos, y cuya trayectoria se basa en lenguajes discursivos de la igualdad de género, argumentando que esa es la preocupación principal de la sociedad respecto al arte contemporáneo.

Eso es justo lo que yo pensé al salir de la expo-instalación, que menos mal que era de una mujer, porque la verdad, era lo que más me preocupaba de todo…

Como buen progresista, el nuevo director estima que hay que “reforzar la estructura administrativa del museo”. Es decir, más personal, más gasto público, más exposiciones de artistas actuales y retirar de las salas los hombres-artistas, en beneficio de las mujeres-artistas. Lo de reivindicar la presencia de artistas españoles en el Reina Sofía, incluir a grandísimos españoles, o al relegado Antonio López… si eso ya… de momento no toca.

Así que seguimos en la misma línea. Exposiciones conceptuales, discursivas y alejadas del público, que van a costar una pasta gansa pero con las que glorificar la modernidad del arte, lo progre del arte actual, a ojos vista de los progres no políticos actuales, con el que ir educando a la masa sobre las nuevas realidades del arte.

Auguro que tendremos muchas más muestras y exposiciones de artistas extranjeros como la del Palacio de Velázquez, eso sí, sin nada que objetar al ser de una mujer, porque vivimos en la era del arte progre, ese que Estanislao Giménez Corte define como la “exaltación de la política por el arte”, condenando así al “arte por el arte”, como un hecho simplemente estético.

Y es que para el arte progre, el ser humano, como animal político, no puede sino hacer política. Todo lo que hace “es” política. Pero el arte progre es incapaz de entender que alguien pudiese decidir que esa elección no sea “su” visión, postura, ideología- política.

De ahí que las Medallas al Mérito en las Bellas Artes tengan siempre una significación política tan evidente; de ahí que las exposiciones temporales que se realizan, tengan una interpretación tan rebuscada que impida al público descubrir el arte, el verdadero “arte por el arte” entendido este, como delicia y gozo y exaltación de la belleza.

Ortega y Gasset y su “deshumanización del arte” están más vigentes que nunca, con todas las actualizaciones que se le quiera incluir, al conceptuar la nueva estética como “arte para minorías, la evasión que no sabe asimilar el vulgo”, que es lo que impera en la vida artística y cultural actual.

Sin ninguna cabida ya para el clásico “Ars gratia artis”, entendido con el único y simple fin del enaltecimiento de la belleza. Nada más lejos de la realidad progre que vivimos.

Yo diría que todo es gracias a la incultura de la que presumimos… Y así nos va.

Paula Varona recibió la Medalla de Honor de la AEPE

Acompañada por su familia y numerosos amigos

El 22 de febrero de 2024, la pintora y socia Paula Varona recibió la Medalla de Honor de la Asociación Española de Pintores y Escultores, en un acto que estuvo presidido por el Vicepresidente de la AEPE, Juan Manuel López Reina, quien en nombre del Presidente, José Gabriel Astudillo López, hacía entrega del más alto reconocimiento que otorga la centenaria entidad.

Por causas de fuerza mayor, José Gabriel Astudillo López no pudo presidir el acto, que fue solemne y sencillo, y tremendamente emotivo para la pintora.

Paula Varona fue recibida a su llegada por los miembros de la Junta Directiva que asistieron al acto, el Vicepresidente, Juan Manuel López Reina, la Secretaria General y Secretaria Perpetua de la AEPE, Mª Dolores Barreda Pérez, Alicia Sánchez Carmona, Antonio Téllez de Peralta, Carmen Bonilla Carrasco, Fernando de Marta y Jesús Alcolea, su esposo, Enrique de Ybarra, y sus dos hijos, además de los socios y amigos que no quisieron perderse el acto.

De izquierda a derecha: Jesús Alcolea, Antonio Téllez de Peralta, Mª Dolores Barreda Pérez, Paula Varona, Juan Manuel López Reina, Fernando de Marta y Carmen Bonilla

 

El acto comenzó un poco más tarde de la hora prevista, por la constante entrada de asistentes, abriendo el acto con una reseña biográfica, la Secretaria General de la AEPE, Mª Dolores Barreda Pérez, que más allá de los datos y cifras, resaltó su aspecto humano y personal en una semblanza que reproducimos íntegramente:

Buenas tardes a todos, muchísimas gracias por venir y como diría nuestro Presidente, bienvenidos a esta casa común de la gran familia que formamos los socios de la AEPE.

Debería presidir este acto José Gabriel Astudillo López, quien por una triste causa de fuerza mayor, hoy no puede acompañarnos.

Aun así, me pide que les haga llegar su agradecimiento por compartir con nosotros este gran momento, su cariñosa felicitación a nuestra homenajeada y sus mejores deseos para todos.

Dicho esto, y como venimos haciendo de manera habitual, soy la encargada de realizar un esbozo de la artista Paula Varona, desde el más absoluto cariño y admiración, que espero les sirva a todos de referencia básica del porqué de este galardón.

Paula Varona nació un 23 de junio de 1963, en la luminosa ciudad de Málaga. Por eso dice textualmente que le gusta pintar el mar, porque la vio nacer y forma parte de su retina.

A los 16 años se trasladó a vivir a Londres, donde comenzó su formación artística en el Heatherley School of Fine Art, para ingresar después en el Byam Shaw School of Arte, hoy parte de Central Saint Martins College of Arts and Design, donde finalizó sus estudios.

Vivió en Tokio, Nueva York y ahora en Madrid, quizás por eso le atrae tanto la arquitectura, porque según ella dice, es donde se muestra de forma más evidente y rotunda las corrientes estéticas y conceptuales de cada época. Asegura que mira las ciudades y las ve repletas de ideas, sensaciones, juegos de proporciones y contrastes.

Según ella misma confiesa, “A mi padre le decía ‘estudiaré lo que quiero y me dedicaré a lo que pueda». Y vaya si lo ha logrado.

Paula Varona ha ido creciendo poco a poco, con esfuerzo, ganándose el lugar que ocupa en el mundo del arte contemporáneo.

Tiene un claro y personal estilo que ha favorecido que su obra sea reconocible por quienes gustan del mundo del arte.

La pintura de Paula Varona ha atravesado dos etapas, aunque le quedan aún por pintar otras muchas con las que sin duda nos sorprenderá.

La primera se centró en los paisajes urbanos, que sigue haciendo con gran éxito, de ciudades que conoce como Londres, Nueva York o Madrid. Ciudades donde ha realizado diversas exposiciones de gran éxito, como la última que llevó a cabo en Madrid, en la Casa de Vacas del Parque del Retiro que tan buena crítica cosechó.

Esas obras en las que está omnipresente la arquitectura, quedan plasmadas con edificios envueltos en una atmósfera optimista repleta de luz y color.

Para Francisco Calvo Serraller, el historiador, ensayista, crítico de arte, catedrático y director del Museo del Prado, Paula Varona “utiliza los hallazgos del diseño publicitario del pop, pero con la dosis suficiente de poesía para que sus imágenes no se queden en algo banal ni mecánico”.

La segunda etapa se ha centrado en los grandes espacios interiores de museos y galerías de arte. De esta forma, el Museo del Prado, la Tate Modern, la National Gallery de Singapur o el Guggenheim de Nueva York han sido sus localizaciones preferidas. La peculiaridad de estas obras estriba en que ha introducido en ellas la presencia humana, retratando y autorretratándose, como espectadora de excepción de cuadros icónicos que hace suyo también, a fuerza de introducir su personal estilo y colorismo.

A este respecto, dice el poeta Luis Alberto de Cuenca que “Con fidelidad a la realidad fotográfica”, tiene mucho de onírico. Creando nuevas perspectivas, imaginando puntos de vista sorprendentes, la gran pintora clásica que es Paula sigue impartiendo clases en sus lienzos de fresca, positiva y feliz modernidad, tan lejos de la mera fotografía como de la aburrida deconstrucción artística, inmersa en el misterio de lo real, en la magia que brota de lo cotidiano”. Y hablando de sus paisajes de Madrid, el poeta también destaca su expresividad y la “delicada elegancia escenográfica”.

Por su parte,  el Doctor en Historia del Arte Javier Morales Vallejo, dice que su pintura es “fácil de ver y difícil de explicar. A medida que va pintando meticulosamente tanta multitud de detalles, las va sumergiendo en un cálido silencio donde, al final, solo queda lo esencial del ambiente neblinoso y luminoso, tan sensorial, tan físico y tan poético”.

Sobre el tratamiento de la luz señala el escritor, crítico literario y columnista Juan Manuel de Prada que “En la pintura de Paula Varona como en la oda de Fray Luis, el aire se serena y viste de hermosura y luz no usada. La luz que Paula Varona pinta es toda blanca. Traspasa el aire todo, envuelve las cosas despojándolas de su belleza caduca y engañadora. La luz no usada que Paula Varona acierta a pintar es vida y amor”.

Para el periodista y escritor Luis Maria Ansón, “el trabajo de Varona debería situarse junto al de otras artistas de la talla de Georgia O ́Keeffe, Kusama o Miriam Schapiro, siendo su obra como “música callada y soledad sonora de sus paisajes urbanos”.

A título personal destacaría de ella el magnífico dominio de los blancos, que imprimen esa fuerza y esa luz en sus obras, un blanco que utiliza como imprimación para la mayoría de sus lienzos, como color en sí mismo y para aclarar otros tonos, por lo que podríamos hablar entonces de que Paula Varona es una pintora luminista.

Su máxima es “hacer las cosas con pasión permite que los resultados sean mejores».

Su técnica es simple y difícil a la vez: la perseverancia, la constancia y la disciplina quizás británica: pintar una media de seis horas al día. Nunca deja a medias un cuadro. Imagino que es como lo que me pasa a mí con los libros, que pese a que lo considere un tostón, soy incapaz de dejarlo a medias…

Se levanta muy temprano, las 5 o 6 de la mañana, y aprovecha esas horas de calma y placidez junto a sus inseparables Rothko y Pollock. No puedo evitar preguntarte si esos nombres responden a tu profunda admiración por los dos pintores estadounidenses….

Trabaja también por la noche, en esas horas de calma que siempre han servido de fuente de inspiración para artistas y poetas.

Admira a los primitivos Van Eyck, a Vermeer, al pintor del cuatrocento italiano Antonello de la Messina, no sé si porque este artista reúne la cultura luminística atmosférica de los pintores flamencos con la cultural monumental y la perspectiva italiana????….

Por supuesto, como nos ha contestado ya, admira a Rothko, a Pollock, al retratista Sargent…

Artista comprometida con el público, intenta hacer que su obra sea accesible a todos los bolsillos, motivo por el que realiza reproducciones de sus obras en papel y lienzo, en posters de bajo coste asequibles a cualquier bolsillo. “El arte –dice- debe llegar a todo el mundo y no ser sólo para unas élites”.

Confiesa que la ciudad que más ha pintado es Madrid y que su pintura está llena de alegría, luz y espacio, que alimenta el alma, más necesario esto que nunca.

En los museos, su mirada se fija en «el diálogo que se establece entre visitantes y obras, todo ese juego mágico que hay desde que cruzas la puerta».

Sus grandes obras son recuerdos de familia, como el de la sala de Las Meninas del Prado. «Aquí incorporo a buena parte de mi familia. Mi madre, a la que quise de alguna manera hacer inmortal, mis tres hijos, mi pareja y sus hijas… Y mis perros», explica. También dentro de los cuadros que cuelgan de las paredes introduce elementos nuevos. «Dejo volar mi imaginación».

Su obra está en colecciones nacionales e internacionales como la Fundación Maxam, la Fundación BBVA, en el Ministerio de Asuntos Exteriores, en Vodafone y en numerosísimas colecciones particulares, aunque confiesa «No aspiro a pasar a la posteridad. Sólo espero que quien compra algo mío, se vaya feliz con la obra».

Manifiesta también: “Pinto desde que tengo memoria. Es una vocación que me ha acompañado siempre y que vivo como un sentimiento. Siempre he necesitado pintar, aunque no soy autodidacta”.

“Cada cuadro comienza siempre del mismo modo, dibujando aquello que deseo pintar. Mi paleta es mi laboratorio de colores, el lugar donde mezclo y defino luces y sombras antes de llevarlas al lienzo. Una vez definidos, trabajo los óleos en el lienzo, siempre dejando secar antes de volver a pintar para que los colores no se mezclen”.

De su obra, podemos añadir además que como los grandes pintores, sabe pintar la luz, una luz que después colorea. Y nos brinda perspectivas con las que ver y entender, un Madrid diferente, tan azul, tan blanco y distinto a lo que tenemos asimilado de esta ciudad.

Un Madrid de tejados y azoteas, de cúpulas y esculturas que descubrimos gracias a la nueva mirada que nos presenta. ¿Es el alma de Madrid o es el alma de Paula en realidad?

Hasta aquí, os he presentado a la pintora, a la artista. Pero sabéis que en el acto de entrega de la Medalla de Honor de la Asociación Española de Pintores y Escultores, me gusta siempre hacer un perfil humano, ese que nunca sale en los libros ni en Google, ese que sólo acertamos a ver quienes la hemos tratado en algún momento y se ha cruzado en nuestras vidas, recordándonos el gozo de la vida.

Hay personas que de forma instantánea nos aportan alegría y positividad, optimismo… tengo la suerte de conocer a algunas.

Paula, es una de ellas. Como diría no sé bien quién, es siempre positiva, nunca negativa.

Primero diremos de ella lo obvio: es alta, muy alta, como sus pinceles, delgada, no enjuta,  de ojos claros, serenos y llenos de la luz que impregna todas sus obras.

De expresión franca, fresca, jovial y tranquila, sus vivos ojos y su larga y fina nariz, desembocan en una boca besucona para su familia y sus perros y para sus amigos. Una boca con la que transmite siempre alegría.

Paula es chispeante, simpática, tierna, divertida, extrovertida, cómica en ocasiones, atenta, sensible, a veces tímida y vergonzosa, pero siempre decidida, culta, independiente, confiada, prudente, expresiva y ocurrente.

Es lista, inteligente, mordaz, pícara, soñadora, con una sonrisa dulce que es señal de amistad profunda.

Es elegante, bella, sofisticada, de arrolladora personalidad y temperamento, apasionada, responsable, comprometida, profesional, tolerante, razonable, exigente consigo misma, cuidadosa, sensata, honrada, generosa…

Yo podría compararla con alguna artista de las grandes, pero además de que cualquier comparación es odiosa, es que no he sido capaz de identificarla con ninguna de ellas. Y eso es porque Paula es única, con personalidad propia y tan especial que no tiene ninguna comparación posible.

Paula es Paula, sólo y nada más que eso.

Me llena de orgullo y satisfacción, a todos nos debe llenar de orgullo y satisfacción, comprobar que su biografía en la Wikipedia reseña de forma especial su vinculación con el Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura, del que forma parte como jurado y como socia de esta institución.

Muchas gracias”.

 

Paula junto a su esposo, Enrique de Ybarra, y sus hijos

 

Tras su intervención, el Vicepresidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, Juan Manuel López Reina, y antes de hacerle entrega de la Medalla de Honor, leyó el discurso que había preparado el Presidente, José Gabriel Astudillo López, que reproducimos también íntegramente:

Queridos amigos:

Nos hemos reunido en este grandioso castillo, en esta casa común como me gusta llamar a la Asociación Española de Pintores y Escultores, último reducto del arte de España, guardián de un maravilloso mundo desconocido para el resto de los mortales, casi como si fuéramos una sociedad secreta, que no logra trascender a la mayoría de instituciones y estamentos, por el respeto supremo que a las bellas artes aquí profesamos.

Fuera de esta casa hay vida, claro que sí, pero vida deslegitimada y corrompida que entiende el arte como un entretenimiento de masas o un puro producto de consumo, lejos de ideales y

El arte es mucho más que una obra. El arte es educación, pedagogía, sentido del humanismo y sirve para hacernos mejores personas a través de las expresiones del mundo interior del artista.

Su reducción en el currículo escolar es devastadora. No podemos centrar la enseñanza del arte en la técnica sin haber pasado por una revisión de los clásicos, justo lo que se ha suprimido de las enseñanzas actuales.

Se aprenden convivencia y educación estudiando el pasado a través del arte, algo que ya hemos perdido porque se ha anulado el sentido de la trascendencia y la capacidad del arte para intervenir de manera consciente en la sociedad. Y el arte se ha convertido en un adorno, en un entretenimiento, que es parte fundamental del arte, pero no lo es todo.

En el arte hay ausencia de crispación, esa que cada día más está presente en todas las facetas de nuestra vida, en nuestra sociedad, en el día a día de cualquier ciudadano. En el arte no hay mensajes subliminales, no hay ideología apuntalada, no hay géneros, sexos, lenguaje inclusivo… no hay más que creatividad y belleza.

Pese a que en la actualidad se nos esté adoctrinando a través del arte, se nos intente hacer comulgar con ruedas de molino diciéndonos lo que es y lo que no es arte, pese al juicio que imponen los que manejan el mundo de la cultura, y pese a la temporalidad y caducidad de muchas de esas manifestaciones llamadas artísticas, todavía quedamos un grupo de románticos como los que hoy aquí nos hemos reunido, para declarar que nuestra pasión es el arte y nuestra vida los artistas.

Y siendo conscientes de ello, manteniendo desde hace 113 años la esencia creativa viva con nuestros certámenes y convocatorias, sabemos también rendir tributo a aquellos artistas que nos hacen ver la belleza del mundo y nos sirven de ejemplo e inspiración como es el caso de Paula Varona.

El adoctrinamiento artístico que sufrimos nos ha llevado a creer que haciendo cosas pedantes, incomprensibles e impactantes se llega a ser un gran artista. Y he aquí que llega Paula Varona y resulta que nos propone una obra dominada por la luz, la arquitectura, el mar y los museos, algo que puede parecer nimio y sin importancia y que sin embargo adquiere tintes de espectacularidad por su frescura y alegría.

Es posible que en los tiempos en que vivimos, en los que la envidia se ha enseñoreado de las conciencias, no se estimen las altas cualidades que envuelven a nuestra artista Paula Varona. Pero en esta casa del artista, en la que el sentido de la justicia se impone como norma inflexible que rige su existencia, hemos de reconocer el verdadero valor y destacar y homenajear como se merece, el gran mérito de esta artista, que viene en definitiva, a servir de prestigio a esta institución y a toda España.

Cuando el snobismo veleidoso y el conjunto multiforme de aspirantes a artista ha desquiciado los conceptos y enrarecido los ambientes culturales, nos encontramos con una artista que es un hada de luz, de esas blancas que vemos en relatos y películas de fantasía, que además se mueve como un hada y derrama por donde pasa esa chispa de la vida, y no me refiero a la Coca Cola precisamente, con la que da sentido a maravillosas obras de arte coloristas.

Pero si no fuera poco este homenaje por su trayectoria artística, habría también que hacer mención a su humanismo y personalidad, algo que ya ha glosado nuestra Secretaria Perpetua, Mª Dolores Barreda Pérez, y en donde hemos podido conocer un poco mejor a la persona y a la artista.

Querida Paula, desde el momento en que te conocí me brindaste tu apoyo desinteresado y tu colaboración altruista, me abriste las puertas de tu corazón y te pusiste al servicio de esta casa común del artista. Siempre que te hemos llamado, has acudido a nosotros alegre y emocionada. Has respondido de forma espontánea y nos has brindado lo mejor de ti misma y de tu arte.

Ha sido un placer contar con tu consejo y tu criterio en los más importantes certámenes que organiza la AEPE: el Salón de Otoño y el Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura.

Pero ha sido más importante aún, contar con tu amistad para con todos los artistas, con tu fidelidad y compromiso, con tu participación, que a todos nos ha enriquecido, con tu ejemplo y cercanía, con tu preocupación por hacer del arte algo imprescindible en nuestras vidas.

Como vengo diciendo siempre en estos actos tan emotivos, no hay Medalla que pueda hacerse de la aleación del cariño, la amistad y el agradecimiento, con la que simbólicamente está hecha la Medalla de Honor de la Asociación Española de Pintores y Escultores.

Rendir homenaje siempre ennoblece a quien lo recibe, pero engrandece también a quien lo otorga. Por eso es para mí un honor, entregártela hoy en nombre de todos los artistas de España.

Recibe en nombre de todos el abrazo, el cariño y el elogio unánime de esta Asociación Española de Pintores y Escultores.

Muchas gracias”.

Mª Dolores Barreda Pérez, Paula Varona y Juan Manuel López Reina

 

Tras estas palabras, el Vicepresidente hizo entrega de la Medalla de Honor de la AEPE a Paula Varona, así como del Diploma acreditativo de la misma, mientras la concurrencia aplaudía cariñosamente a la artista, que también quiso agradecer el honor con palabras sentidas en las que expresó que estaba realmente emocionada y agradecida y que en la AEPE había encontrado una verdadera casa de los artistas en donde la hermandad y el arte van de la mano en el estupendo trabajo que están realizando para toda la sociedad española.

Tras firmar en el Libro de Honor de la AEPE y la sesión de fotografías obligada, los asistentes pudieron felicitarla de forma personal y compartir una copa de vino español en otra velada inolvidable de la Asociación Española de Pintores y Escultores.

 

Convocada Asamblea General Ordinaria de la AEPE

Para la aprobación de cuentas del ejercicio 2023

Con fecha 5 de febrero de 2024 y en cumplimiento de los Estatutos vigentes, ha quedado convocada la Asamblea General Ordinaria de la Asociación Española de Pintores y Escultores que tendrá lugar en nuestro domicilio social de la Calle Infantas, Nº 30, el próximo miércoles 20 de marzo de 2024, a las 18’30 horas en primera convocatoria y a las 19 horas en segunda convocatoria, con el siguiente

ORDEN DEL DÍA

  1. Aprobación, si procede, del Acta de la Asamblea General Ordinaria celebrada el 23 de mayo de 2023.
  2. Memoria de actividades del año 2023.
  3. Estado de cuentas del ejercicio 2023.
  4. Proyecto de Presupuestos para el ejercicio 2024.
  5. Proyecto de actividades para el año 2024.
  6. Ruegos y Preguntas.

 (Los documentos a los que se hace referencia en los apartados anteriores se encontrarán a disposición de los asociados en Secretaría en su horario habitual, desde una semana antes de la fecha señalada para la convocatoria).

 

EL PRESIDENTE: José Gabriel Astudillo López

LA SECRETARIA GENERAL: Mª Dolores Barreda Pérez

 

Esperamos poder contar con tu asistencia, pero si no fuera así, te recordamos que puedes delegar tu voto descargándote el siguiente modelo impreso de la convocatoria y haciéndonosla llegar con todos los datos necesarios:

CONVOCATORIA Asamblea General Ordinaria 20 de marzo de 2024

Recordando… Daniel Vázquez Díaz

Obras, artistas, socios, pequeñas historias…

Por Mª Dolores Barreda Pérez

 

Daniel Vázquez Díaz

VAZQUEZ DIAZ, Daniel     P.E     1915          15.ene.1882            NERVA  (Hu)         SEVILLA/MADRID                17.mar.1969

Socio de Honor

Autorretrato

 

Daniel Vázquez Díaz nació el 15 de enero de 1882 en Nerva, Huelva, denominada por aquellas fechas como Aldea de Río Tinto, en el seno de una familia acomodada.

Sus padres fueron Daniel Vázquez y Jacoba Díaz Núñez y pronto lo enviaron a estudiar a Sevilla, a los salesianos, donde descubrirá el Museo de Bellas Artes y las obras de Zurbarán y El Greco, que influirán en su obra.

 

Distintas fotografías del artista

 

Hacia 1897 ya se conocen algunas de sus obras y en 1899 vende su primer cuadro. Amigo de Eugenio Hermoso, con quien después coincidirá en Madrid.

En Sevilla realizará la carrera de comercio, graduándose en 1902 como profesor mercantil.

En 1903 se traslada a Madrid, donde comienza a copiar en el Museo del Prado y entraba amistad con Ricardo Baroja, su hermano Pío, Juan Ramón Jiménez…

En 1904 presentará cuatro obras a la Exposición Nacional de Bellas Artes, recibiendo una Mención de Honor.

Dos años más tarde descubrió el paisaje vasco, exponiendo en el Salón del Pueblo Español de San Sebastián.

Participó también en el Salón de Independientes de París y en 1908 logró hacer una muestra en la Galería Rue Trouche, junto a Picasso, al que conoció gracias a Paco Durrio, manteniendo desde entonces una estrecha relación.

Expuso después en Sevilla, junto a Picasso, Juan Gris, y a Antoine Bourdelle, que le inicia en la técnica de pintura al fresco.

En 1911, contraerá matrimonio con Eva Preetsman Aggerholm, escultora danesa que se convertirá en su musa y en la protagonista de muchas de sus obras. Al año siguiente nacerá su hijo Rafael.

El círculo de amistades se amplía cada vez más con intelectuales de la talla de Rubén Darío, Manuel Machado o Amado Nervo.

En 1914 vuelve a París, donde permanecerá durante nueve años, relacionándose con Modigliani. Allí encontró en el cubismo su medio ideal de expresión. Evitando la Primera Guerra Mundial, se traslada a Fuenterrabía, junto al río Bidasoa, reflejando en sus obras una luz y ambientes vascos desde la óptica impresionista descubierta en París.

 

 

En 1918 expuso en el Salón Lacoste de Madrid, cosechando duras críticas y siendo acusado de “extranjero” pero aclamado por vanguardistas y renovadores como Azorín, García Lorca, Unamuno y Eugenio D’Ors.

En la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1920 obtiene la Tercera Medalla de Grabado, comenzando un período de éxito que le llevará a exponer en Bilbao, Portugal, Barcelona, Francia e Inglaterra.

En 1925 participa en la Exposición Nacional de pintura de Pittsburgh junto a Zuloaga, Álvarez de Sotomayor, los Zubiaurre y Picasso que también se llevó a Cleveland y después a Chicago.

En el periodo de entreguerras ejerce de profesor en la Escuela Superior de Bellas Artes de Madrid, contando entre sus alumnos con Dalí, Jorge Gallardo o Modesto Ciruelos.

En 1925 acepta la dirección de la Residencia de Artista de Fuenterrabía, en San Sebastián, participando además en la Exposición Internacional de Venecia.

En 1927 expone en el Museo de Arte Moderno de Madrid, en una muestra visitada por el rey Alfonso XIII con la que cosechó otro gran éxito.

Catedrático de dibujo del Instituto Cervantes de Madrid, en 1932 participó en la Exposición de Arte Español de Copenhague, junto a su mujer.

La guerra civil la pasó en Madrid y tras la contienda, realizó una exposición de dibujos y bocetos del Poema del Descubrimiento en Portugal y en la Bienal de Venecia.

Continuó con su magisterio con alumnos como Canogar, José Caballero, Juan Manuel Díaz-Caneja, Cristino de Vera e Ibarrola, fundando en 1948 la Escuela de Paisajes en la Universidad Hispanoamericana.

Académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando desde 1949, y catedrático de pintura mural en dicha Escuela, plenamente reconocido como artista consagrado, los frescos de La Rábida le valieron el prestigio internacional.

En 1959 falleció su esposa.

 

Retrato de los hermanos Baroja

Rubén Darío vestido de monje

 

En 1962 expuso en la Sala Quixote y realizó su último cuadro.

​Falleció el 17 de marzo de 1969 en Madrid.

Su obra se encuentra repartida por todo el mundo.

Tras su muerte, fue objeto de importantes exposiciones retrospectivas en distintas pinacotecas, aunque gran parte de su obra se encuentra en el Centro de Arte Moderno y Contemporáneo “Daniel Vázquez Díaz” de su localidad natal, así como en el Museo Provincial de Huelva.

Encuadrado en los movimientos cubista y neocubista, sus retratos inmortalizaron a las grandes personalidades de su época en la serie que denominó “Hombres de mi tiempo”, con figuras como Picasso, Juan Ramón Jiménez, Ricardo Baroja, Unamuno, Alfonso XIII, Ortega y Gasset, Juan de la Cierva, Gómez de la Serna, el Conde de Romanones, Rubén Darío… hasta llegar casi al centenar de obras. Célebres también fueron sus cuadros de temática taurina, como los realizados a los toreros El Litri, Juan Belmonte y muchas otras escenas que conforman una excelente galería gráfica de la España intelectual del momento.

 

Distintos retratos

 

Su obra más considerada son los frescos del Monasterio de La Rábida, en Palos de la Frontera, donde realizó una alegoría de carácter personal del descubrimiento de América, en un retrato idílico de los hombres de la tierra en el siglo XV y los paisajes protagonistas durante la epopeya descubridora.

Realizados con la ayuda de su hijo Rafael, el propio Alfonso XIII abanderó un proyecto que la sociedad civil de la tierra acogió con entusiasmo por acoger una obra universal e inmortal.

Para muchos investigadores, Vázquez Díaz consigue con esta obra fundir los frescos bajo medievales con el Renacimiento, en una obra que resultó ser de “estética nacional” artística para el tiempo en que se hicieron. La obra le valió al autor el sobrenombre de “Pintor de la hispanidad”.

 

Distintas imágenes de los frescos de La Rábida

 

Medalla de Oro en la Exposición Internacional de París de 1925, Primera Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1934, Medalla de Oro de Versalles, Medalla de Oro de Bellas Artes, Medalla de Honor de la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1954, Socio de Honor de la Asociación Española de Pintores y Escultores, Premio de Honor de la Primera Bienal Hispanoamericana de Arte Contemporáneo de Madrid de 1951, Premio de Honor de la Tercera Bienal Hispanoamericana de Arte de Barcelona de 1955, Gran Premio de Grabado en la Exposición de Arte de Barcelona.

Hijo Adoptivo de Fuenterrabía, de Madrid, Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio, Hijo Predilecto de la provincia de Huelva, Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica, Vicepresidente del Patronato del Museo del Prado.

Rafael Botí Gaitán y Rafael Botí Torres han sido los principales difusores de la obra y magisterio de Daniel Vázquez Díaz en todo el mundo.

Rafael Botí Gaitán fue su primer discípulo cordobés, creándose entre ambos un vínculo de hermandad que se mantuvo a lo largo de toda su vida.

Rafael Botí Torres es posiblemente, el mayor coleccionista vivo de la obra de Vázquez Díaz. De hecho, ha realizado una excelente donación al pueblo de Nerva, a través del museo,  de todas las obras de Vázquez Díaz relacionadas con el Poema del Descubrimiento. Se trata de la colección más importante que obra en su poder, conseguida con paciencia, dedicación y pasión a lo largo de toda la vida.

Y hablar con Rafael Botí es confirmar el inmenso amor que profesa a aún por don Daniel, como él le sigue llamando.

 

Daniel Vázquez Díaz y la AEPE

Socio de Honor

Ha participado en las siguientes ediciones del Salón de Otoño:

I Salón de Otoño de 1920: Cartujo, Madre y Estudios para el retrato de Unamuno

II Salón de Otoño de 1921: Proyecto mural y Mujer

XV Salón de Otoño de 1935: Casita de Pierre Loti en el Bidasoa, Frascuelo, Vitrina de la calle del Prado, Lagartijo y El poeta Dalmar

XX Salón de Otoño de 1946: Playa, Las cuadrillas de Lagartijo, Frascuelo y Mazantini, El Padre Sancho y Retrato del doctor Reinaldo do Santos

XXV Salón de Otoño de 1952: Retrato de Pío Baroja, Retrato del poeta Augusto Dalmar

50 Salón de Otoño de 1983: Retrato del doctor Silva

Jurado del III Salón de Otoño de 1922

 

De las numerosas referencias que de él encontramos en la Gaceta de Bellas Artes, destacaremos algunos párrafos de la crónica que desde Portugal, remitió  Norberto de Araujo, del Diario de Lisboa, publicada en nuestra Gaceta del 15 de mayo de 1923, con motivo de la exposición de pintura y dibujos que el artista realizó en el país vecino:

Vázquez Díaz tiene un nombre significado en el arte español. Su exposición, que hoy abre en la /llustragao Portuguesa, es, para nosotros los portugueses, una revelación de su extraño temperamento y del vigor de su manera, toda ella de un «modernismo regresivo»—más adelante justificaré la expresión—y de una extravagancia coherente con la belleza y con la unidad de su proceso. Esta unidad es la mayor cualidad de sus cuadros.

Vázquez Díaz, cuyo sentido del color y de los colores es pasado por una nada vulgar patine subjetiva, presenta cinco grandes telas, algunas de las cuales dan la impresión de frescos, y en las que el pintor ostenta notables cualidades decorativas sensacionalistas, no dejando de transmitir la emoción, no tanto por la técnica, que es segura, sino por el sentimiento, que es profundo y acusa un alma dentro del artista. Hallamos así, que Vázquez Díaz no aparece apenas como un manejador de pinceles hábil en los efectos y equilibrado en los procesos. Vázquez Díaz pone en cada tela y en cada dibujo una intención, y del fondo de los grupos y de las composiciones surge alguna nota: la meditación, el misticismo, el sentimiento regional, el molde de un alma, alguna cosa superior e intuitiva.

Objetivamente, su tela «El monje», profunda y sensitiva, es la mejor. Brota el sentimiento de ella como un fraile que abriese una puerta y saliese de su meditación, en la Cartuja, de su alma torturada. «La familia» es una composición de extraño vigor y delicada interpretación; pero nos agrada menos porque su carácter decorativo, o como tal le tomamos, nos dispone menos entusiásticamente.

La tela, ejecutada con colores vibrantes, de armónico conjunto, que figura la mujer con su criatura, es ciertamente irritante. Pero nada más bello, más fuerte, mejor afirmación de un pintor digno de tal nombre, que la cabeza de la pequeñita, verdadero milagro conseguido con tres pin- celadas inspiradas, donde hay unos ojos que se mueven y sonríen; ojos que parecen arrancados a una tabla primitiva, ingenua y valiosísima, donde va todo el resumen del esfuerzo evolutivo anterior al Renacimiento. Esa tela, indudablemente me- nos emocionante y grave que «El fraile» y «La familia», sólo por el detalle cita- do es una manifestación del innegable valor de este artista.

De lo dicho, y de la contemplación de sus dibujos, que son de fuerte y voluptuosa intención, casi histriónica, escultórica, como modelados en barro, hicimos esta observación: el equilibrado modernismo de este pintor se encuentra, en cierto grado de ejecución, por milagro y coherentemente, con aquel espíritu emotivo y primitivo a que impropiamente hemos llamado  “regresivo», y que no es sino la prueba de que en arte la belleza es sólo una y la misma, tanto la que vive en las prime- ras tablas de los pintores de retablos sacros, en las inocentes tablas de la Virgen y de los niños, en los ojos ras- gados y bíblicos de las mujeres en oración, como la que puede estar en los alucinadores grupos de los creadores de sensaciones por el color, por lo imprevisto, por lo geométrico, por la originalidad nacida de la voluntad dignísima.

Vázquez Díaz, cuyo modernismo, por ventura, no está inspirado en un superficial primitivismo—su mayor elogio—, presenta también algunas postales que reproducen algunos de sus cuadros más conocidos, entre ellos «Dolor» (la muerte del torero) y «Los ídolos», que sin dar una impresión exacta del color, dan una idea clara de las grandes cualidades de composición y sentimiento, de realidad y de emoción, que hacen de Vázquez Díaz uno de los más interesantes pintores de la España actual.

Nos falta espacio para hablar uno por uno de su aguafuertes y dibujos; mas como quisimos sólo hacer resaltar el merecimiento nada corriente de este artista, invitamos a los gustadores del buen arte a subir a la /lustragao Portuguesa, donde es patente algo nada vulgar y que conforta el espíritu”.

 

El artista fotografiado cuando pintaba los frescos de La Rábida

Placa homenaje y recuerdo al artista situada en la Calle María de Molina, 66 de Madrid, obra de Vassallo

 

Incultura

Mª Dolores Barreda Pérez

Secretaria General

Secretaria Perpetua de la AEPE

 

En esta época tecnológica en la que cada vez más está al alcance de cualquiera “tener cultura”, entendida ésta por un mayor acceso a la educación y por los valores en los que se cimenta como son las tradiciones, las normas y sanciones, las creencias, los símbolos, el lenguaje y la tecnología, justo ahora, como decía, vivimos un proceso de incultura supina que asombra a cualquiera que atienda a los medios de comunicación visuales (por supuesto, no incluyo los escritos, que ya nadie lee) y redes sociales y sensacionalistas.

La desgracia que antaño producía ser analfabeto, es hoy una moda y un pensamiento, es simplificar la ignorancia y trivializar la vida hasta extremos nauseabundos.

Hemos superado el listón de saber leer y escribir, algo es algo, pero el resto lo fiamos a San Google, a Alexa, Siri, Bixby… que lo saben todo por nosotros y nos libran de la tarea de pensar y razonar. Uffff, qué rollo…

Hablamos de una ignorancia voluntaria que nos embrutece y nos amordaza y esclaviza.

El genial Forges

 

Nos quieren incultos, manejables, manipulables. Nos dan circo, pan y toros, que en lenguaje actual sería algo así como programas de corazón, subsidios y fútbol, en una gama amplia de entretenimiento con la que nos tienen distraídos para no mirar y ver realmente lo que pasa.

Estoy cansada de escuchar la imposibilidad de las familias para llegar a fin de mes y su contra, es decir, la ocupación hotelera total en puentes y mini vacaciones de una España que sin tener dinero, se echa a la calle, al monte, a la playa, a gastar lo que no tiene.

La propiedad privada no se respeta, porque es tan injusto tener dos viviendas, que es normal la ocupación y la ruina y se genera el mensaje de odio hacia todo aquel que pretende disponer de sus bienes como le plazca.

La censura en los medios es más que evidente, porque total, si no lo oyes y no lo ves, es que no existe y no ha pasado, y es así más fácil tener a todos al margen de las barbaridades políticas, sociales y económicas que se están haciendo.

Ya no valen los estímulos ni las conductas éticas asociadas. No se premia el esfuerzo, se tiende a la mediocridad para igualarnos y medirnos a todos por el mismo rasero. Todos iguales de burros, pero tan contentos. Una sociedad igualitaria en la que todos tienen la misma educación, todos arrastran la misma incultura y embrutecimiento… pero todos iguales, ya digo.

La pérdida de valores que atravesamos es la base fundamental de esa incultura que nos gobierna. El pilar de la sociedad, la familia, está herida de muerte. Los valores con los que se asocia, están en peligro de extinción, porque es en la familia donde se transmiten y aprenden valores y principios morales que guían el comportamiento de los individuos.

Es en la familia donde uno aprende educación, amor, respeto, lealtad, honestidad, responsabilidad, empatía, diálogo, comunicación, gratitud, perdón, justicia, humanismo y otros miles de valores y principios morales que nos hacen ser una sociedad avanzada.

La forma en que los padres nos educan, la forma en que se comportan, hablan y tratan a los demás, influye en nuestra moral y en cómo percibimos el mundo que nos rodea, en cómo seremos de mayores y los principios que regirán nuestras vidas.

Ética y moral no son lo mismo, pero son necesarias para establecer normas y límites en una convivencia familiar. Y lo más importante de todo es que son valores universales, independientemente de la cultura y la religión, con los que enfrentar la vida desde niños.

Robar es una acción condenable por cualquier sociedad, religión, ética, moral… ya lo decía Aristóteles con sus seis “absolutos morales”, acciones y pasiones que son malas sin importar el cómo o el cuándo o el a quién. Son valores mundiales sobre el bien y el mal y sobre lo correcto e incorrecto que con cultura o sin ella, son entendibles por todo ser humano.

Pero es en la familia donde uno adquiere los primeros valores morales, personales y sociales que constituirán la base de una sociedad avanzada.

En España se está destruyendo esa base sólida que es la familia. Al gobierno no le conviene apoyar esta institución porque supone un riesgo que hace peligrar el estado de atontamiento con el que nos controla. Aquí la promoción de la familia se entiende como la promoción del control de la natalidad, lo que pone además en riesgo el futuro económico y social de España.

La pérdida de esa base que es la familia, acarrea una conducta irrespetuosa de valores y un aumento de conductas antisociales y deshumanizadas, repletas de odio, egoísmo, violencia e indiferencia ante el prójimo, basadas en individuos agrupados por el uso de la tecnología, que se ha olvidado de la convivencia real con sus semejantes.

Esto es palpable a todos los niveles y aspectos de la vida, en el modo de hablar, de relacionarnos, de vestirnos, en nuestra forma de ser y en cómo nos comportamos acumulando no solo posesiones materiales (compras compulsivas, accesorios sin necesidad más que para el postureo…), sino información o gente (likes en redes sociales, amigos…). Y cuanto más acumulamos, más vacíos nos sentimos, porque el consumismo nos aleja de los valores y principios morales que son la base de nuestra existencia.

Una crisis de valores en la que ya no hay una actividad cerebral plena, acumulando información visual únicamente y dejando de lado el análisis de la misma, que conlleva además, la introspección, el egoísmo y la indiferencia, el escaso desarrollo de las emociones, alteradas continuamente por conductas que cada vez más se “normalizan”.

La falta de respeto existente en la actualidad a todos los niveles, nos empobrece. Falta de respeto a mayores, a la autoridad, a las personas en general por la falta de educación normalizada, llámenla si quieren urbanidad. Voy en el autobús y una madre sentada junto a su hijo, es incapaz de explicarle que dar patadas al asiento delantero significa molestar a quien allí está sentado, porque el móvil es más importante que esa pequeña lección moral de urbanidad. Me imagino al chaval en su adolescencia, pateando lo que se le ponga por delante con plena normalidad en su acción y lo extrapolo a cualquier ámbito real y tiemblo… porque esa es la sociedad que estamos haciendo.

Por favor, que alguien le diga algo a ese señor que hablando por el móvil es capaz de callar a un autobús entero con sus voces… y a ese pollo que se ha sentado en los “asientos reservados a personas con movilidad reducida”, qué bonito eufemismo para llamar a viejos y embarazadas, y no deja que un señor con muleta pueda sentarse…

Hemos normalizado los insultos y palabras malsonantes frente a la extrema censura de actitudes y formas de manera desproporcionada. Por eso, llamar h..de p… a cualquiera, ya no ofende, pero sí lo hace llamar “mono” a un jugador de fútbol; la demencial justificación de un partido político que llama a “normalizar” el insulto porque es algo de lo más normal que está en redes sociales me parece infame, sobre todo ahora que como vemos en el Congreso de los Diputados, nuestros representantes lo han institucionalizado. Ellos, que deberían ser un ejemplo de ética y moralidad para todos los ciudadanos (me niego a decir la ciudadanía), usan y abusan de actitudes que solo refuerzan el acoso y nos llevan a una mediocridad indecente, que es en la que está envuelta la sociedad.

Del insulto se pasa a la definición de actitudes, y luego nos echamos las manos a la cabeza para escandalizarnos con esas conductas, pero las incluimos en conversaciones normalizadas que vemos a diario en televisiones como si fuera lo más normal del mundo.

No es rebatir ideas y argumentos, es reforzar las pobres opiniones que se exponen con insultos que buscan someter y dominar, acallar tus convicciones por medio de la coacción. No hay debate en el que esta norma no se vea y lo malo es que lo trasladamos a nuestra vida diaria a la hora de hablar con cualquiera, desde la familia hasta los amigos y conocidos. Bueno, siempre que sea hable, que ahora lo normal es chatearlo y poner de hoja perejil a cualquiera con el que se tenga una discrepancia.

Y todo ello y muchísimo más, es consecuencia de la incultura manifiesta que vivimos. Pero qué podemos esperar de quienes tendrían que ser nuestro ejemplo, cuando la mayoría no solo no lo son, sino que presumen de su incultura…

El mundo entero se mueve para esta nueva clase social, para esta nueva mayoría donde todo es superficial, frívolo, elemental, primario, falto de gusto y con morbosas reglas. Presumir de incultura ayuda a triunfar. Una sociedad que se dedica a hacer reiterada apología de la ignorancia solo genera ignorantes vocacionales, los que disponiendo del ilimitado acceso a la cultura que vivimos, renuncian voluntariamente a todo aquello que tenga que ver con la ilustración.

No hablamos solo de faltas de ortografía o del uso criminal del lenguaje. El problema es mucho más serio y tampoco cabe confundir sabiduría con conocimientos. Porque bajo la banalidad del lenguaje habita la banalidad del pensamiento. La cultura y la educación enseñan a contemplar, despiertan la consciencia y el espíritu crítico, abren camino a la sensibilidad, a la comprensión de otras realidades, al conocimiento del dolor, de la felicidad, de la existencia…

Y esa primera cultura que incluye una mínima educación, se adquiere en la familia. Si los padres leen libros, es más fácil que los hijos encuentren normal leerlos, si además hacen deporte, los hijos serán también activos… como esponjas que son, absorberán todo lo que vean y escuchen y hasta tendrá cabida en ellos la cultura.

Sigo a un tiktoquero llamado Charly Okei, conocido como “Super-Geografía”, que me hacía reír muchísimo poniendo a prueba a los jóvenes con preguntas sobre geografía básica. Después, la gracia se transformó en preocupación y en la actualidad es una pura lección de la incultura de nuestra sociedad y de hasta dónde nos han llevado los planes de estudio de los gobiernos que se llaman “progresistas” en los últimos 30 años.

La familia, esa base de nuestra sociedad occidental que se está perdiendo con la guerra de Ucrania y con la guerra de Israel, está herida de muerte. Lo estamos viendo en países que siempre fueron el ejemplo de sociedad moderna y avanzada a los que ya se les ha ido de la mano su estilo de vida, sus valores, sus libertades, su religión, su mundo.

En Dinamarca, hasta la heredera al trono se ve amenazada por el crimen organizado, que se ha adueñado del país gracias a las políticas de integración multicultural y racial predicadas en los últimos 50 años, donde la llegada de inmigrantes (me niego también a llamarlos migrantes porque es otro eufemismo) africanos y asiáticos, con su propia cultura y religión, ha terminado por hacer de grandes ciudades, auténticos guetos infranqueables para las fuerzas de seguridad del estado.

De estos hechos nadie hace una lectura política ni social, porque de hacerla, la tacharían de racista, sin querer ver que el estilo de vida de Europa agoniza ya ante la falta de valores.

Es España asistimos también a la falta de ética y de moral que se está adueñando poco a poco de todos los sectores sociales. Partiendo de la política, en la que ya es de lo más normal la mentira, hasta en la educación, la historia, la sanidad, la economía… todo está ya controlado por la pérdida de valores que deriva de la incultura. Una salvaje y aberrante incultura nacional que condena ya a tres generaciones de españoles a un sometimiento y esclavitud asqueroso y que poco remedio tendrá ya.

Mientras haya problemas más importantes de abordar, como son por supuesto la amnistía, el restablecimiento de la imagen de los herederos de Bildu, o el referéndum de autodeterminación, la reforma de la educación será una tontería que para qué vamos a afrontar, ya si eso… mañana… como decía Larra, porque este país, explicaba también, no tiene remedio.

Y ante esta perspectiva, ¿cómo vamos a pedir que la sociedad vea y entienda el arte? Que conozca a los artistas, a las glorias nacionales que ha tenido España, que conozca a las promesas actuales que triunfan fuera de nuestras fronteras y que aquí son ninguneadas? No seré yo quien pida peras al olmo, que bastante tengo con pelear a diario con la falta de educación y urbanidad en la que vivimos.

Publicadas las bases del 61 Certamen de San Isidro

La exposición será en junio, en la Casa del Reloj

 

Con fecha de febrero de 2024, el Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, José Gabriel Astudillo, y la Secretaria General de la AEPE, Mª Dolores Barreda Pérez, firman las bases que habrán de regir en la convocatoria del 61 Certamen de San Isidro de tema madrileño de la AEPE, que se celebrará en el mes de junio de 2024, en la Sala de Exposiciones del Centro Cultural “Casa del Reloj” del madrileño distrito de Arganzuela (Pº de la Chopera, 6-10 28045 Madrid).

El certamen, que llega a su edición número 61, es una de las más importantes citas del calendario de convocatorias que mantiene la centenaria Asociación Española de Pintores y Escultores.

Son muchos los socios y amigos que hacen de Madrid el escenario perfecto para un trabajo que a todos nos enriquece y obliga en la agitación de la vida diaria.

Como en ocasiones anteriores, el 61 Certamen de San Isidro incluye las secciones de pintura (dibujo, grabado y acuarela) y escultura, siendo el tema único «Madrid» y la técnica libre, y podrá concurrir al mismo cualquier artista de nacionalidad española y extranjeros residentes en España, pertenezcan o no a la AEPE, aunque a los Premios Honoríficos sólo podrán optar los asociados.

Las  obras  se  presentarán  únicamente  por  correo  electrónico a administración@apintoresyescultores.es  hasta el 10 de mayo de 2024.

Se otorgarán los siguientes premios: la Medalla de Pintura Antonio Casero y la Medalla de Escultura Luis Benedito Vives y las Menciones de Honor que el jurado estime convenientes.

 

Bases 61 San Isidro 2024

 

 

61 Certamen de San Isidro

Asociación Española de Pintores y Escultores

Junio 2024

Sala de Exposiciones La Lonja

Centro Cultural Casa del Reloj

Paseo de la Chopera, 6-10

28045 Madrid

De lunes a sábado de 9 a 21 h.

Metro: Legazpi (líneas 3, 6); Bus: 62, 6, 78, 148

BICIMAD: Estación 165 (Paseo Chopera, 14)

Entrega de la Medalla de Honor de la AEPE a Paula Varona

El galardón se entregará en la sede social de la centenaria

entidad situada junto a la madrileña Gran Vía

 

Será el jueves 22 de febrero de 2024, a las 19 h.

 

En un acto que se celebrará el próximo día 22 de febrero, a las 19 h. en la sede institucional de la Asociación Española de Pintores y Escultores, la artista Paula Varona recibirá la “Medalla de Honor” de la institución, que le será otorgada de manos de su Presidente José Gabriel Astudillo, en reconocimiento a su aportación extraordinaria al mundo del arte.

Al acto, al que se espera que acudan innumerables socios y amigos, así como algunos de los máximos representantes del mundo del arte académico y la crítica, será presentado por la Secretaria General de la Asociación Española de Pintores y Escultores, Mª Dolores Barreda Pérez, quien realizará un breve recorrido por la trayectoria biográfica y artística de la homenajeada, para a modo de introducción, dar paso al homenaje espontáneo, nacido del corazón de todos los que forman la Asociación Española de Pintores y Escultores, desvelando no sólo a la extraordinaria profesional, sino haciendo especial hincapié en los valores humanos que rodean a la persona de Paula Varona.

Por su parte, José Gabriel Astudillo, Presidente de la centenaria entidad, dará paso a un discurso emotivo en el destacará que “Paula Varona siempre ha sido una pintora valiente a la hora de defender sus valores artísticos, y a pesar de las dificultades que haya podido encontrar a lo largo de su trayectoria, pero que los sacrificios que ha realizado, las alegrías que ha experimentado, el singular significado que para esta artista tiene el conjunto de su producción y experiencia artística y profesional, son hoy ejemplo para muchos artistas y creadores, para muchos de nuestros socios. Por eso, el ejemplo de tu vida nos interesa a todos”.

Se verificará así la entrega de la Medalla y del Diploma acreditativo, tras la cual, Paula Varona dirigirá unas palabras a los asistentes y firmará en el Libro de Honor de la Asociación Española de Pintores y Escultores.

La Medalla de Honor de la AEPE se ha concedido en anteriores ocasiones al escultor Julio López Hernández, al crítico Tomás Paredes, a los pintores Eduardo Naranjo, Juan Alcalde, al escultor Venancio Blanco, a la galerista Soledad Lorenzo, al IES José María Infantes de la localidad sevillana de Utrera, y al pintor José Luis Galicia.

Fecha: jueves 22 de febrero de 2024

Lugar: sede de la Asociación Española de Pintores y Escultores

C/ Infantas, 30, 2º drcha.

28004 Madrid

915 22 49 61 / 630 508 189

 

 

Publicadas las bases del Certamen Desnudo

Se celebrará en junio, en el C.C. Galileo

Desde hace ya unos años, la Asociación Española de Pintores y Escultores viene realizando una serie de exposiciones temáticas que vienen a complementar las convocatorias habituales y específicas que mantiene la entidad de forma tradicional.

Se realizaron exposiciones maravillosas de Pintura de Interior: bodegones y naturalezas muertas, de Paletas de Pintor, Pintura de Historia, Animales, Flores, Marina… y ahora hemos creído que sería estupendo hacer una muestra propia con la temática del desnudo, como forma de recrear el alma y la vista en figuras que gustarán a la crítica y público en general.

Pese a encontrarnos en el siglo XXI, hablar del desnudo en el arte sigue removiendo pasiones, buenas y malas pasiones. El puritanismo actual ha sacado de sus naturales límites una cuestión que puede admitirse que sea objeto de especulación filosófica, pero nunca banderín de enganche de una política determinada y partidista.

En la iconografía cristiana abunda el tema del desnudo dentro incluso del más crudo realismo, sin menoscabo del espíritu de la idea, sin que ofendan ni levanten protestas o recelos ridículos.

Como en tantas ocasiones, la provocación y el rechazo surgen siempre del observador, del modo y la manera de cómo se mire, de la intención y la perversidad de la mirada.

La historia del desnudo en el arte es tan antigua como la propia humanidad. Desde las pinturas prehistóricas de las cavernas hasta las creaciones artísticas de las grandes civilizaciones antiguas, pasando por todas las edades del arte, el desnudo ha estado siempre presente en imágenes y obras.

En España tuvimos el desnudo viril de Ribera, Murillo, Velázquez, el Greco y en imagineros como Salcillo, Montañés, Berruguete… Inolvidables los desnudos de Rubens, Watteau, la “Diana saliendo del baño” de Boucher, “El nacimiento de Venus” de Bouguereau, “La fuente” de Ingres, “El baño de Psiquis” de Leighton, pero también Delacroix, Fragonard, Goya, Chicharro, Romero de Torres, Solana, Soria Aedo, Pedro Antonio, Sorolla, y más recientemente, Julio López, Antonio López, Eduardo Naranjo, Manuel Díaz Meré, Coderch & Malavia, César Orrico…

Es inquietante pues, que en la actualidad se retroceda al puritanismo y que nuestros artistas actuales rehúyan un tema tan tratado en la pintura y la escultura; que sigamos a vueltas con un asunto inmutable y eterno y continúen las disquisiciones y reparos que se siguen haciendo a los desnudos actuales.

Así surge esta exposición titulada “Desnudo”, en la que los artistas van a presentarnos la riqueza del argumentario que representa el tema, con la esperanza de hacer del mismo, una gran muestra del enorme talento de los creadores, ayudando al espectador a tener una mirada límpida y abierta a la belleza de la desnudez.

La exposición tendrá lugar en el mes de junio de 2024 en el Centro Cultural Galileo del madrileño distrito de Chamberí.

Toda la información está en esta misma web, pestaña Otras exposiciones.

Bases. Desnudo 2024

 

Desnudo

Asociación Española de Pintores y Escultores

Junio 2024

Salas de Exposiciones del Centro Cultural Galileo

Junta Distrito de Chamberí

Calle Fernando el Católico, 35

28015 Madrid

De lunes a domingo, de 8 a 21 h.

Metro: Quevedo (línea 2); Bus: 2, 16, 61

Bicimad: Estación 127 (calle Fernando el Católico, 19)

Inaugurada la VI edición de Solo Arte

El 11 de enero de 2024, en la Sala de Exposiciones “Eduardo Úrculo” de Tetuán, tuvo lugar el acto de inauguración de la VI edición del certamen Solo Arte, que convoca la Asociación Española de Pintores y Escultores y que podrá visitarse hasta el 30 de enero.

Solo Arte es una convocatoria más con la que la AEPE intenta ser el reflejo de los artistas en la actualidad, dando visibilidad y representando sus intereses e inquietudes en la creación artística, ofreciéndolo a la sociedad y al público como forma de comprender y difundir el arte de la pintura y la escultura.

Solo Arte pretende ser también una plataforma de experimentación, desafiando lo convencional en busca de los nuevos caminos por los que se mueve el arte más actual. Por eso admite todo tipo de arte, formato, estilos, técnica y temática libre (tradicional, digital,…).

El acto de inauguración de la muestra, en la que tuvo lugar el fallo del jurado y la entrega de premios, estuvo presidida por el Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, José Gabriel Astudillo, acompañado de algunos miembros de la Junta Directiva, como Juan Manuel López Reina, Alicia Sánchez Carmona, Antonio Téllez, Paloma Casado, Carmen Bonilla Carrasco y Jesús Alcolea,  así como por los servicios culturales de la Junta Municipal de Tetuán, Isabel Montalvo del Amo y numerosos socios y amigos que hicieron del acto una inolvidable tarde.

 

 

Para esta ocasión, el jurado ha estado formado por por José Gabriel Astudillo López, Presidente de la AEPE y Dª. Mª Dolores Barreda Pérez, Secretaria General de la AEPE, actuando en calidad de Presidente y Secretaria del Jurado, respectivamente, ambos con voz y sin voto; y como Vocales los directivos Antonio Téllez de Peralta, Paloma Casado López y Manuel Díaz Meré, y el socio elegido al azar, Manolo Romero Solana.

Pese a la elevada participación, la selección ha sido muy rigurosa, fallándose los siguientes premios:

MEDALLA DE PINTURA ANTONIO MUÑOZ DEGRAIN

Héctor Acevedo. Dama con perro. Mixta / lienzo. 50 x 40

 

MEDALLA DE ESCULTURA JULIO ANTONIO

Nacho Mallagray. Hoplita. Latón pintado a fuego con tierras minerales. 40 x 37 x 28

MENCIÓN DE HONOR

David Cearns. La hora del cotilleo. Óleo / lienzo. 46 x 61

MENCIÓN DE HONOR

Juan Ramón Luque Ávalos. Mercadillo de Navidad. Acuarela / papel. 36 x 55

MENCIÓN DE HONOR

José Luis Yáñez. Otoño 2. Amanece en Peñalara. Óleo / lienzo. 50 x 50

Los artistas seleccionados en esta ocasión para integrar la exposición de la sexta edición de Solo Arte de la AEPE, son: Héctor Acevedo (Héctor Adolfo Acevedo Rojas) – Amparo Alegría Pellicer – Isabel Alosete (Isabel González Moreno-Alosete) – Joaquín Besoy (Joaquín Besoy Posada) – Olivia Caballero (Olivia Caballero González) – David Cearns – Concha Corral (Concepción Corral López) – Mª Carmen Cruz (Mª Carmen Cruz Mesa) – Higinio Díaz-Marta – Gini (Higinio Díaz Marta – Gini) – Federico Echevarría (Federico Echevarría Saínz) – Carmelo Esteban (José Carmelo Esteban Gracia) -Mª Félix mfelixarte (Mª Carmen Félix Rodríguez García) – María de Francisco Salces – Mariano Galán (Mariano Galán Ortega) – Fernando García de Juan – Alfredo García Vergara  – Gasconde (Fernando Gascó Alberch) – Germán (Germán Muñoz Gutiérrez) – J. Pedro Gómez (J. Pedro Gómez Gómez) – Carmen González (Carmen González Pérez) – Carmen Jorquera (Carmen Jorquera Luna) – Anne Ledoux – Pablo Linares Amor – Esther López Valls – Juan Ramón Luque Ávalos – Nacho Mallagray (Ignacio Mallagray Martínez) – Emilio Martínez Sánchez – Raquel Mayor (Raquel Mayor Lázaro) – Medialdea (Mª Luisa Medialdea Casar) – Isabel Monfort (Isabel Monfort Siso) – Cándido Monge Pérez – Javier de Mota  (Javier García Consuegra) – Antonio Municio (Antonio Municio Gutiérrez) – Margarita Navas Camba – Odín Manuel (Odín M. Fuentes Martínez) – Carlos Pleguezuelos (Carlos Pleguezuelos Sánchez) – Ro. Rosado (Rosa Rosado Maqueda) – Ángel Rueda Rodríguez – Chari Salcedo (Rosario Salcedo Martínez) – Chus San (Mª Jesús Sánchez Gómez) – Juanjo Sánchez (Juan José Sánchez Fernández) – Susana Sánchez de la Sierra – De la Serna (Victoria de la Serna Bossel) – Tomé (Montserrat Gonzalo Tomé) – Trujillo (Mario Jesús Pardillo Trujillo) – José Luis Yáñez (José Luis García Yáñez)

Toda la información acerca de este certamen, así como el catálogo de las obras y fotografías de la exposición, la puedes seguir en esta misma web, pestaña «Certámenes y Premios», subpestaña Solo Arte.

Solo Arte

de la Asociación Española de Pintores y Escultores

11 a 30 de enero de 2024

Sala de Exposiciones del C.C. “Eduardo Úrculo”

Junta Municipal del Distrito de Tetuán

Plaza Donoso, 5

28029 Madrid

De lunes a viernes de 9 a 21’30 h.

Sábados de 9 a 13 horas.

Domingo y festivos cerrado

 

El 11 de enero se inaugura Solo Arte

Con todo tipo de propuestas, formatos, estilos técnica y temática libres

La Sala de Exposiciones del C.C. “Eduardo Úrculo” de Tetuán acogerá desde el día 11 y hasta el 30 de enero de 2024, la exposición de las obras seleccionadas en la sexta edición del certamen Solo Arte, que organiza la Asociación Española de Pintores y Escultores, para el que se han seleccionado un total de 48 obras, de entre más del centenar presentadas, y en la que participan reconocidos autores con obras de temática variada, en diferentes estilos y con unas propuestas siempre renovadas.

Al acto de inauguración asistirán el Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, José Gabriel Astudillo, el Vicepresidente de la entidad, Juan Manuel López-Reina, la Secretaria General, Mª Dolores Barreda Pérez,  el resto de miembros de la Junta Directiva, además de la Concejal del Distrito de Tetuán, acompañada de los servicios culturales de la Junta Municipal.

En la inauguración se procederá a la entrega de premios establecidos según las bases, y cuyo jurado ha estado formado en esta ocasión por José Gabriel Astudillo López, Presidente de la AEPE y Dª. Mª Dolores Barreda Pérez, Secretaria General de la AEPE, actuando en calidad de Presidente y Secretaria del Jurado, respectivamente, ambos con voz y sin voto; y como Vocales los directivos Antonio Téllez de Peralta, Paloma Casado López y Manuel Díaz Meré, y el socio elegido al azar, Manolo Romero Solana.

En la convocatoria más vanguardista donde se admite todo tipo de arte, formato, estilos, técnica y temática libre (tradicional, digital,…), se entrega la Medalla de Pintura Antonio Muñoz Degrain, la Medalla de Escultura Julio Antonio y las Menciones de Honor que el Jurado haya determinado.

Los artistas seleccionados en esta ocasión para integrar la exposición de la sexta edición de Solo Arte de la AEPE, son:

Héctor Acevedo (Héctor Adolfo  Acevedo Rojas)

Amparo Alegría Pellicer

Isabel Alosete (Isabel González Moreno-Alosete)

Joaquín Besoy (Joaquín Besoy Posada)

Olivia Caballero  (Olivia Caballero González)

David Cearns

Concha Corral (Concepción Corral López)

Mª Carmen Cruz (Mª Carmen Cruz Mesa)

Higinio Díaz-Marta – Gini (Higinio Díaz Marta – Gini)

Federico Echevarría (Federico Echevarría Saínz)

Carmelo Esteban (José Carmelo Esteban Gracia)

Mª Félix mfelixarte (Mª Carmen Félix Rodríguez García)

María de Francisco Salces

Mariano Galán  (Mariano Galán Ortega)

Fernando García de Juan

Alfredo García Vergara

Gasconde (Fernando Gascó Alberch)

Germán (Germán Muñoz Gutiérrez)

J. Pedro Gómez (J. Pedro Gómez Gómez)

Carmen González (Carmen González Pérez)

Carmen Jorquera (Carmen Jorquera Luna)

Anne Ledoux

Pablo Linares Amor

Esther López Valls

Juan Ramón Luque Ávalos

Nacho Mallagray (Ignacio Mallagray Martínez)

Emilio Martínez Sánchez

Raquel Mayor (Raquel Mayor Lázaro)

Medialdea (Mª Luisa Medialdea Casar)

Isabel Monfort (Isabel Monfort Siso)

Cándido Monge Pérez

Javier de Mota (Javier García Consuegra)

Antonio Municio (Antonio Municio Gutiérrez)

Margarita Navas Camba

Odín Manuel (Odín M. Fuentes Martínez)

Carlos Pleguezuelos (Carlos Pleguezuelos Sánchez)

Ro. Rosado (Rosa Rosado Maqueda)

Ángel Rueda Rodríguez

Chari Salcedo (Rosario Salcedo Martínez)

Chus San (Mª Jesús Sánchez Gómez)

Juanjo Sánchez (Juan José Sánchez Fernández)

Susana Sánchez de la Sierra

De la Serna (Victoria de la Serna Bossel)

Tomé (Montserrat Gonzalo Tomé)

Trujillo (Mario Jesús Pardillo Trujillo)

José Luis Yáñez (José Luis García Yáñez)

 

 

 

Solo Arte

de la Asociación Española de Pintores y Escultores

11 a 30 de enero de 2024

Sala de Exposiciones del C.C. “Eduardo Úrculo”

Junta Municipal del Distrito de Tetuán

Plaza Donoso, 5

28029 Madrid

De lunes a viernes de 9 a 21’30 h.

Sábados de 9 a 13 horas.

Domingo y festivos cerrado

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver Política de cookies
Privacidad