Carmen Martínez Kleiser

Por Mª Dolores Barreda Pérez

 

LAS PRIMERAS ARTISTAS DE LA

ASOCIACION ESPAÑOLA DE PINTORES Y ESCULTORES

Desde su fundación en 1910, y después de haber tratado en anteriores números a las Socias Fundadoras de la entidad, y las participantes en el primer Salón de Otoño, vamos a ir recuperando de la memoria colectiva, el nombre de las primeras socias que vinieron a formar parte de la Asociación de Pintores y Escultores.

Carmen Martínez Kleiser

MARTINEZ KLEISER RODRÍGUEZ, Carmen      P     1934

 

 

Carmen Martínez Kleiser y Rodríguez nació en Madrid en febrero de 1909.

Era hija del escritor Luis Martínez-Kléiser y de María de las Nieves Rodríguez Cosmen, que habían contraído matrimonio en 1908.

Su padre era miembro de la Real Academia de la Historia de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo de Málaga.

En febrero de 1909 nació Carmen, la mayor de cinco hijos del matrimonio, a la que seguirían Nieves, Concepción, Luis y Javier.

La familia veraneaba en su casa de Cangas de Tineo y vivía en la calle Castelló, 25 de Madrid.

Creció en un ambiente intelectual que propició su amor por las bellas artes, aunque ella misma reconocería que en su juventud no estaba interesada por la pintura.

Discípula del Socio Fundador de la AEPE Luis Menéndez Pidal y del también socio Enrique Martínez Cubells.

Ansotanos, 1934

Marina

 

En 1934 concurrió a la Exposición Nacional de Bellas Artes con la obra Serrana. Sin embargo, en la prensa del momento, encontramos críticas como esta que dice que …”Carmen Martínez Kleiser da un buen paso en su carrera con esa pareja de «Ansotanos», que, aunque un poco barroca, resulta de composición así como de color; hay solidez constructiva, algunas calidades bien obtenidas y en la tonalidad no está mal lograda su armonía, a pesar del exceso de color, o mejor, abigarramiento que en ella hay. Esta obra, no obstante los varios peros, es la única de las suyas que, hasta ahora, merece tenerse en cuenta. Puesta ya en el buen camino, es lógico que no tarde en darnos cosas mucho mejores”.

Presentó obra al XIV Salón de Otoño de 1934, logrando la propuesta de socio junto a críticas como …“La obra de Carmen Martínez Kléiser, de cuidadísima ejecución y carácter muy femenino. Su espíritu delicado y soñador lo traduce en los rasgos de sus pinceles”…

En el Salón de Otoño de 1935 destacó su cuadro titulado Casas sobre el Júcar.

A la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1936 presentó la obra Gallega.

En 1938 era Dama enfermera de la Cruz Roja Española.

En 1941 celebró una exposición individual en la Asociación de la Prensa que fue presentada por el que fuera Presidente de la AEPE, el crítico José Francés. En la muestra se incluían retratos de Garnelo, Rodríguez Marín, Mora y Mercedes Vilella y obras como La punta de afuera, Otoño y Capricho.

Carmen Martínez Kleiser posa ante la “Florista vasca” previa inauguración de la Exposición Nacional de Bellas Artes, Madrid en mayo de 1943

Hoja Oficial del lunes, 1941

En la Hoja del lunes se incluía una reseña de la exposición en la que podía leerse que …”Carmen aborda el retrato y el paisaje, entremezclando en su obra la nota colorista y aflojando la rienda a la fantasía. Hay en la pintora una fuerte personalidad bien acusada en la manera de hacer y en la manera de ver, y muy singularmente en la elección de los motivos… El académico de Bellas Artes don José Francés… hizo la presentación de Carmen Martínez Kléiser, a quien calificó de “potencia clara, orientada hacia el porvenir”. La exposición es, en suma, un positivo y alentador triunfo”.

En el mismo medio también se leía, firmado por Francisco Casares, …”Paisajes de la montaña cantábrica, y de Galicia. Algunos retratos… “Tiene Carmen Martínez Kléiser la suerte y el acierto de reunir lo clásico y lo nuevo, el academicismo y la modernidad atrevida, que nos explica su inquietud espiritual”. Entre los retratados, su padre y Garnelo, un gran pintor que asegura que su retrato es una verdadera obra maestra… Carmen es apenas una niña, con sus ojos azules, que se dirían inocentes si no nos hubieran demostrado su agudeza para captar lo que las manos diestras, finas, blancas, han llevado a las telas que ahora la consagran en esta prueba decisiva de su carrera artística. En su juventud magnífica hay ya más que promesas… En España –como dijo el crítico- hay una anchísima tradición de pintoras. Y el secreto de todas nuestras glorias de ahora está en que la tradición se ha reanudado… por esa conjunción de lo clásico y lo moderno, de la norma y la inquietud. Que es la fórmula que brilla en estos cuadros que se exhiben desde el sábado en el salón de nuestra amada Asociación de la Prensa”.

Al acto acudieron miembros de la AEPE como Benlliure, Aniceto Marinas, Garnelo, Martínez Cubells…

En 1941 presentó la obra Capricho a la Exposición Nacional de Bellas Artes, figurando en el catálogo que vivía en la calle Martínez Campos, 15, ático, de Madrid.

En 1942 obtiene la Medalla de Plata en la II Exposición de Estampas de la Pasión, celebrada en los salones del Palacio de Bellas Artes de Madrid.

En 1942 participó en la Exposición Nacional de Bellas Artes con las obras Casas sobre el Júcar y Capricho, “cuadro de composición lograda y muy bello de color”.

Al XVI Salón de Otoño de 1943 presentará la obra Carril.

También se rompen las abarcas, 1935

Gitana

 

En 1943 participará en la Exposición colectiva de pintores de Madrid, celebrada en las Galerías Atenea de la capital, junto a artistas como Martínez Vázquez, Julio Moisés, Pellicer, Salaverría, Agustín Segura, Daniel Vázquez Díaz y Valentín Zubiaurre.

Ese mismo año también enviará obra a la III Exposición de Estampas de la Pasión, celebrada en el salón de exposiciones del Círculo de Bellas Artes y en la Exposición femenina de pintura y escultura que organizó la Asociación de Escritores y Artistas, en su salón de la calle del Rollo de Madrid.

Además, algunas de sus obras aparecerán en la revista Letras.

A la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1943 acudió con la obra titulada Florista vasca.

En 1944 consigue la Medalla de Plata en la IV Exposición de Estampas de la Pasión, celebrada en Museo de Arte Moderno.

En 1945 retrató al folclorista, paremiólogo, lexicólogo, cervantista y poeta Francisco Rodríguez Marín, cuadro que se conserva en la Biblioteca Capitular y Colombina de Sevilla.

En 1948 presentó la obra Payasos a la Exposición Nacional de Bellas Artes.

En 1961 consta que una de sus obras formaba parte del Museo Taurino de “Mahizflor”, propiedad de los señores Pérez Alonso, en la localidad extremeña de Aceuchal, Badajoz, quizás el más completo museo del mundo en esta especialidad.

Desconocemos la fecha de su muerte, pero sí podemos afirmar que se encontraba soltera.

Cleto, Marinero. Obra presentada al XVI Salón de Otoño

 

Carmen Martínez Kléiser y la AEPE

Presentó obra a las siguientes ediciones del Salón de Otoño:

XIV Salón de Otoño de 1934: Estudio, Quien hace cesto, hace ciento y Casas sobre el Júcar.

XV Salón de Otoño de 1935: Lobo de mar y De la fuente.

XVI Salón de Otoño de 1942: Cleto, marinero y Carril, Pontevedra.

XXII Salón de Otoño de 1948: Recibiendo una ovación.

Retrato de Francisco Rodríguez Marín

Carril, Pontevedra, presentada al XVI Salón de Otoño

 

Referente mundial en la creación artística

José Gabriel Astudillo López

Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores

 

Una vez más, la Asociación Española de Pintores y Escultores  ha demostrado su capacidad, su influencia y prestigio en la convocatoria de uno de los mayores certámenes artísticos mundiales. Su particularidad: ser único en su género; único en todo el mundo; único en reunir un espectacular jurado; único por la selección de las obras, que se salvan o condenan por sí mismas; único por cuanto se presentan, todas y cada una de ellas, identificadas con un número; además, por ser la única convocatoria de este tipo en todo el mundo que cuenta con el apoyo de GOOGLE, a quien no puedo dejar de agradecer su inestimable confianza en nuestra institución; y único porque cuenta también con el apoyo de nuestra Presidenta de Honor, S.M. la Reina Doña Sofía, que da nombre al premio y que siempre tiene cariñosas palabras para con nosotros.

Pero también me gustaría destacar el hecho de que la organización del Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura se ha convertido ya en un referente en el mundo de la gestión cultural y artística. Y eso es gracias al impecable trabajo que realiza nuestra Secretaria General y Secretaria Perpetua, Mª Dolores Barreda Pérez, un ejemplo de trabajo e iniciativas que siempre nos desborda. Destacar además el buen hacer de la Junta Directiva, volcada en lograr una AEPE dinámica y viva.

Quisiera destacar las palabras del Director de Políticas Públicas y Relaciones Institucionales de Google, Miguel Escassi, quien aseguró que «es un inmenso placer promocionar el arte y la cultura, destacando la actividad que realiza la AEPE como uno de los principales referentes mundiales en el mundo de la creación artística».

Pero hay que continuar y mantener lo logrado, y todo ello lo conseguimos si respaldáis las actividades que organizamos, si participáis, si os sentís miembros privilegiados de una institución que se ha ganado a pulso el prestigio de representar a los artistas, de formar un ideal y una casa común en la que todos y cada uno de sus miembros, es importante y suma y aporta y viene a mantener el ideal fundacional de la Asociación Española de Pintores y Escultores, que este mes de abril cumple ya 114 años de historia.

Llevamos 114 años haciendo arte

114 años de pasión por el arte

114 años haciendo cultura en España

AÑO ROMERO DE TORRES: En el 150 aniversario de su nacimiento

Por Juan José García López

Licenciado en Filosofía y Letras

Presidente de la Asociación Cultural Pro Casa Museo Julio Romero de Torres en Córdoba

 

Quiero manifestar en este mes de Abril, en el Año Romero de Torres, un capítulo referencial en la vida artística del pintor cordobés Julio Romero de Torres (1874-1930) a través de Bernardino de Pantorba en su libro titulado «Artistas Andaluces» 1929, debido a la investigación iniciada por mi persona en el año 1996 sobre la vida de otro artista andaluz. Éste es escultor de un pueblo malagueño, Arriate, y socio fundador de la Asociación Española de Pintores y Escultores en el año 1910, estamos hablando de Enrique Marín Higuero (1873-1951), ambos contemporáneos y tertulianos de la que fue una de las Cafeterías de Madrid más señeras: El Café Nuevo Levante. Sin más dilación os presento la siguiente lectura, y espero sea muy motivadora para mirar desde dentro las obras creadas por nuestro pintor cordobés Julio.

 

JULIO ROMERO DE TORRES. ARTISTAS ANDALUCES. 1929.

 

Es cordobés y va a cumplir, según dice, los cincuenta años. Hay en sus ojos, pequeños, esa soñarrera del hombre que duerme poco, y en su hablar, ceceante, ese revoloteo de giros hiperbólicos que forman el caudal andaluz. Son reposados sus ademanes; su andar, algo contoneante; su simpatía, verbosa; su risa, pronta; su aire, un poco tristón y mustio. Marcado tipo cordobés. Cuando se echa al hombro la capa y se pone el sombrero de ala ancha, su andalucismo se acentúa, de tal modo que bien puede servir de ejemplar representativo de su tierra.

Sin salir de ella, comenzó a estudiar la pintura bajo la dirección de su padre.

Cuando tenía veinte años hizo en Madrid las oposiciones para Roma, sin conseguir plaza. El cuadro que entonces pintó – sobre el insulso tema propuesto por el tribunal: “El anarquista y su familia” – lo mandó a la Exposición Nacional de 1899, ganando una tercera medalla. Al cabo de siete años, en otra Nacional, el jurado le rechazó la obra “Vividoras del amor”, por considerarla inmoral. Pudibundez digna de anotarse.

Dos años más, y llegamos a la revelación resonante de Romero de Torres. Fue en la Exposición de 1908, donde presentó cinco lienzos: “Andalucía”, “Amor místico y profano”, “Bendición”, “Fuensanta” y “Musa gitana”. Este último – sin duda, el mejor – obtuvo medalla de oro y pasó al madrileño Museo de Arte Moderno, del que es hoy una de sus pocas joyas: Una mujer totalmente desnuda, tendida con árabe indolencia, apoya su cabeza en el brazo derecho. El rostro, de frente, nos dirige una mirada recta, soñadora y triste. Nada hay que vele la carne morena, de juvenil sensualidad. Al fondo, un paisaje sombrío, interrumpido por la negra silueta de un tocaor de guitarra, que también nos clava sus gitanas pupilas.

La obra, como toda obra de valor nuevo, despertó discusiones; muchos la llamaron revolucionaria. Y revolucionaria fue, como ha de verse en seguida.

 

Encuentro Domingo día 17 marzo PROCASA MUSEO en la fachada Casa Familiar Julio Romero de Torres al lado del Museo de Pinturas y el Museo Bellas Artes de Córdoba.

 

Romero de Torres, que antes de ella habiase movido dentro de la órbita del realismo, entonces en todo su apogeo, y hasta con ciertas influencias sorollescas, según dicen los críticos – yo no he visto nada de él anterior a la fecha señalada -, cambió de orientación y marcó ese estilo que pronto había de hacerse inconfundible, peculiar suyo. La gente notó que el pintor andaluz traía un concepto de un arte diametralmente opuesto al que a la sazón predominaba. Varios años después y con obras como “El retablo del amor”, “La consagración de la copla” y “Las dos sendas”, por no citar más, la personalidad de Romero de Torres quedó ya, firme y señera, en el ambiente artístico de su patria.

Al aparecer la “Musa gitana” triunfaba, como se sabe, el impresionismo; Sorolla arrastraba a los compañeros con sus valores cromáticos, su pasión por el sol y el aire libre, su manera impetuosa, movida y rápida. Había en nuestro arte demasiado trozo de pintura, exceso de verismo, derroche de espontaneidad. El oficio, tomado como fin, no como medio, llegó a adormecer la sensibilidad de numerosos pintores y dió categoría artística a simples fabricantes de cuadros. Aquella salida al aire libre había sido beneficiosa – ¿quién lo duda? – como reacción contra la amañada pintura de historia y contra los anecdóticos cuadritos de caballete; pero, habiendo cumplido su objeto, ya por aquel año de 1908, se necesitaba una nueva reacción: reacción contra tanto naturalismo inexpresivo, superficial. Fue Romero quien oportunamente la inició entre nosotros. Sus lienzos mencionados poseen las cualidades que apenas vemos en los cuadros de aquella época: delicadeza, artificio, amor a la línea, entonación rebajada y sobria. No llegaba el pintor cordobés como un fogoso impresionista más; no sorprendía los cuadros en el natural y los resolvía ligeramente, con las modificaciones que sobre la estructura humana ejercen el aire libre y los reflejos solares; sino los pensaba y los iba trabajando con paciencia meticulosa, con una factura fundida; más que pintando, dibujando y coloreando luego; él no agrupaba sus figuras dentro de la naturalidad de una instantánea fotográfica, sino las componía con actitudes convencionales, siguiendo un ritmo decorativo, aprendido en los primitivos unas veces; en los renacentistas florentinos, otras – al Giotto le recuerda a menudo -; no usaba un colorido claro y brillante, a base de cadmios y morados, sino los clásicos ocres, tierras y negros; no elegía para modelos a hombres vulgares y mujeres insignificantes, sino a muchachas atrayentes, de suave melancolía, de lánguida sensualidad; en ocasiones, desnudas; casi siempre, con largos vestidos de pliegues esculturales. Una pintura de tipo mural, inspirada en los viejos tiempos; una técnica arcaizante que volvía por los fueros de la línea.

 

Portada novela «Diario del Arte» donde se narra la vida de Eustaquio García Cassas i Murillo en la ciudad de Córdoba. Escrito por Juan José García López, diciembre 2023.

 

Algunos pintores echaron en cara al colega la pobreza de su paleta, sus hábiles recursos, su falta de variedad, su temor a enfrentarse con las dificultades del natural, que él, aprendida lo que pudiéramos llamar su “receta”, iba eludiendo… No carecía de fundamento el reproche, por cuanto Romero de Torres nunca ha sido lo que los “virtuosos” entienden por “un pintor”. Pero ¿tenía forzosamente que serlo? ¿No triunfaba su pintura precisamente por anteponer a los valores pictóricos los artísticos?

En cambio, los literatos, los poetas, hastiados de pintura objetiva, no tardaron en colocarse junto a Romero de Torres. Vieron en él a un espíritu gemelo por su estilismo, por la armonía y la tristeza serena de sus obra, por las sugestiones poéticas que de ella se desprenden…

Recordemos las páginas demasiado líricas que entonces se escribieron. Ved estas magníficas palabras de don Ramón del Valle Inclán: “Julio Romero de Torres parece haber visto en las cosas aquella condición suprema de poesía y de misterio que las hace dignas del Arte. El sabe que la verdad esencial no es la baja verdad que descubren los ojos, sino aquella otra que sólo descubre el espíritu, unida a un oculto ritmo de emoción y de armonía que es el goce estético. Este gran pintor, emotivo y consciente, sabe que, para ser perpetuada por el Arte, no es la verdad aquello que un momento está ante la vista, sino lo que perdura en el recuerdo”.

Fachada de la Casa Familiar Julio Romero de Torres, reivindicación cultural para que sea Casa Museo Natal.

 

Debemos reconocer que algunos escritores, en alas del panegírico, no acertaron a mantenerse en el lugar justo que la crítica exige y ensalzaron desmedidamente los cuadros del artista cordobés, quizá más que por ellos en sí, por odio a la “pintura bárbara de manchas y brochazos, donde la luz y la sombra se pelean con un desentono teatral y de mal gusto” (según los duros términos del ya citado don Ramón).

Después de la primera medalla otorgada a la “Musa gitana”, Romero de Torres no ha vuelto a tener premios en Madrid.

En 1912 recibió de un grupo de intelectuales una medalla de oro (que grabó Julio Antonio), como desagravio por haber quedado sin recompensa “La consagración de la Copla”, en la Nacional de aquel año. El anterior había ganado en Barcelona primera medalla una de sus obras más conocidas y características: “El retablo del amor”. Y en 1913 logró igual distinción, en la Internacional de Munich, su lienzo titulado “Las dos sendas”.

A nuestra espléndida Nacional de 1915 el joven maestro concurrió con quince cuadros. No alcanzó la medalla de honor que tácitamente solicitaba (como no la alcanzó ninguno de sus ilustres competidores), pero sí un triunfo artístico inolvidable. ¿Y cómo no, exponiendo esas bellísimas composiciones de “La gracia” y “El pecado” – en las que vemos otros dos admirables desnudos – y esa mocita prodigiosa “Carmen” que vive entre nosotros con toda su resignada, serena y honda melancolía?

Cartelería Reivindicación Cultural «Abramos al mundo la puerta del Arte de Córdoba» Pol Ze Nit. 2022-2024.

 

El arte de Romero de Torres es una delicada ofrenda a la mujer; más concretamente, a la mujer andaluza.

Hay en el tipo femenino de Andalucía una amalgama de misticismo y sensualidad. En esa maravillosa tierra – florón de España – “la sensualidad trasciende a la religión – como escribe Manuel Abril – y la misma sensualidad deriva al misticismo”.

De aquí ese carácter que tienen las mujeres de Romero de Torres; mezcla de la hembra árabe con la virgen cristiana; carne y espíritu.

Otros pintores de andalucismo más externo y vistoso prodigan en sus cuadros las castañuelas, los claveles, los mantones de Manila… Romero de Torres pocas veces acude a estos accesorios. Su andalucismo lo refleja de modo más hondo y grave, más contenido y delicado; vive en el “aire” de sus mujeres.

Fotografía del pabellón en el patio – jardín de la Casa Familiar, año 1985. Archivo Digital Diputación Córdoba.

 

¡Cómo hablan los rostros de estas mujeres inconfundibles! Ojos grandes y negros, circundados de sombra, plácidamente luminosos en la cara morena, infinitamente expresivos, con el alma asomada a ellos… Bocas calladas, a veces animadas por leve sonrisa, que es flor de esperanza o de melancolía…

Mujeres que tienen acento popular y porte señoril, al mismo tiempo; ofrecen los calientes pechos incitantes, mientras las manos finas señalan un ademán casto y suave. Promesa carnal con unción religiosa.

Se ha dicho ya que es Romero de Torres un pintor monocorde. La palabra “amanerado” surge cuando de él se trata, aun en labios de sus admiradores.

La repetición, un tanto machacona, de su tipo femenino, de su “patrón” pictórico, hará que el día de mañana tengan que apartarse de su producción bastantes cuadros de escasa consistencia; son los cuadros hechos sin esfuerzo alguno, sin estudio ni entusiasmo; a la grata sombra de ese éxito grande y esa fama extensa que el maestro ha sabido conquistar para su nombre españolísimo.

 

Portada La Esfera, dibujo realizado por Bernardino de Pantorba, 1925.

Cliché Fotográfico Moreno. Pintura «Rivalidad», 1925, en el fondo fotográfico del archivo municipal ayuntamiento de Córdoba.

Fotografía en color de la pintura «Rivalidad» propiedad de la Fundación PRASA en Córdoba. Año 2024 el Ayuntamiento de Córdoba lo quiere comprar por 700mil euros según noticia aparecida en prensa.

 

Referencia bibliográfica:

Bernardino de Pantorba, Artistas Andaluces, Biblioteca Ascasibar, Tomo I, 1º Edición, Madrid, 1929. Este libro fue adquirido a través de Internet recientemente para la biblioteca de mi buen amigo Eustaquio García Murillo i Cassas, cordobés judeoconverso que está narrando su vida en la novela recientemente publicada titulada «Diario del Arte», diciembre 2023.

Esta semblanza escrita por Bernardino de Pantorba nos plantea el merecido recuerdo en este año 2024 para la celebración de su 150 Aniversario Nacimiento. Mi amigo Francisco Carrasco a raíz de la lectura me comenta: «Me parece un análisis riguroso y casi profético de lo que iba a representar la obra y el estilo de Julio Romero de Torres en el contexto del siglo XXI.»

Cambiando de tercio, nos vamos a la actualidad de la Valorización de la Casa Familiar: En este mes de abril la Asociación Cultural Pro Casa Museo Julio Romero de Torres está muy contenta debido a la publicación en la web de la Contratación Pública donde la Diputación de Córdoba ha publicado: «Contrato menor de servicios para la realización de la diagnosis para la rehabilitación de la Casa Museo de Julio Romero de Torres. Número de Expediente 138/24», asciende a unos 14.820 mil euros. Desde aquí agradecemos a Diputación de Córdoba este buen inicio del año 2024 con la puesta en valor de la Casa Familiar Julio Romero de Torres.

En otro sentido, el Ayuntamiento de Córdoba ha anunciado la compra de la obra titulada «Rivalidad» 1925, por unos 700.000 mil euros que se encuentra en la actualidad en manos de la Fundación Prasa, de cara a exponerlo en el museo de la Plaza del Potro, teniendo en cuenta que este año se celebra el 150 aniversario del artista. También el Ayuntamiento presta un cuadro de Julio Romero de Torres al Museo Nacional Thyssen Bornemisza, motivo por el cual ha sacado a licita. El transporte de la obra sale a licitación por un importe de 10.347 euros más IVA. La obra a transportar, original del pintor cordobés, tiene unas dimensiones de 2,10x150x30 centímetros, incluido el marco, según las especificaciones y tiene un valor de 1,5 millones de euros. El préstamo de esta obra, que el Ayuntamiento ha declinado concretar, forma parte de las acciones previstas con motivo del 150 aniversario del nacimiento del pintor, que incluyen la incorporación al Museo de Julio Romero de Torres de obras cedidas por la Fundación Telefónica y la cesión al Museo Nacional Thyssen-Bornemisza Madrid de un cuadro durante tres meses.

Respecto a la Casa Familiar de los Romero de Torres os comentamos estos datos para vuestro conocimiento.  La casa donde vivieron los Romero de Torres se encuentra situada entre el Museo Julio Romero de Torres y el Museo de Bellas Artes de Córdoba y a ella se puede acceder por el mismo patio que da entrada a los dos museos. Fue la residencia de la familia del pintor hasta el año 1991. El inmueble es propiedad de la Diputación de Córdoba, mientras que los muebles y enseres son titularidad de la Junta de Andalucía y parte de ellos están bajo la custodia del Bellas Artes. Año 2023, tanto el colectivo ciudadano que pide el arreglo de la vivienda como ahora las dos formaciones políticas que defenderán la moción en el pleno piden que se cumpla la voluntad de la viuda, Francisca Pellicer, y de una de las hijas de Julio Romero, que era la puesta a disposición del pueblo de Córdoba de este inmueble. En particular, querían que se exhibieran el patio, el estudio, el pabellón de lavadero (primitiva sala de restauración) y otras dependencias de la casa, a excepción de los dormitorios.

Año 2024 tanto en el pleno del Ayuntamiento de Córdoba donde grupo político Hacemos Córdoba y en el pleno de Diputación de Córdoba donde el grupo político VoX Córdoba han planteado preguntas sobre en qué fase se encuentra la firma del Convenio entre las tres administraciones públicas (Ayuntamiento, Diputación y Junta de Andalucía) y la disposición de fondos económicos para la rehabilitación y musealización de toda la Casa Familiar como Museo Casa Natal Julio Romero de Torres.

La Asociación Cultural Pro Casa Museo Julio Romero de Torres en Córdoba sigue realizando la reivindicación cultural en la misma fachada de la Casa Familiar todos los domingos a las 12h del mediodía dando testimonio y esperando la concreción de este asunto cultural entorno a la puesta en valor definitiva y permanente de la Casa como Museo para la ciudad de Córdoba, y la creación del Complejo Museístico Los Romero de Torres.

Gracias, nos volvemos a encontrar en el mes de mayo, 2024 con un nuevo artículo sobre testimonios de vida que me siguen contando y otras pesquisas de interés.

AÑO ALCALÁ-GALIANO: En el 150 aniversario de su nacimiento

Por Begoña Alcalá-Galiano Ferrer

Nieta y especialista en su obra

Motivos reflejados en la obra del pintor

En el capítulo anterior mencionábamos los estilos o movimientos pictóricos en los que el pintor Álvaro Alcalá-Galiano se movía a lo largo de su vida artística.

Hoy vamos a pasear con él, por aquellos lugares que desde muy joven marcan la trayectoria de sus obras.

En su comienzo, el niño pintor dibuja y expresa en sus obras su realidad vital: los paisajes y las figuras de su entorno. En ellas nos muestra: iglesias, caseríos, ríos, puentes, bosques, flores y plantas e incluso algunas herramientas que le rodean durante su residencia en Yurre-Igorre.

 

En ellos se aprecia su temprana evolución 1884-5.

Tras esta fase inicial entra Alcalá-Galiano en el taller de Bilbao de uno de sus primeros maestros, Adolfo Guiard Larrauri.  Este famoso artista vasco, gran pintor, colorista y  paradigma de la nueva pintura marina vasca, tras siete años vividos en París junto a los impresionistas franceses, trae en 1886, un código artístico que se difunde entre los jóvenes pintores, entre los que se encuentra Alcalá-Galiano; este es aceptado en su taller y de esta etapa de su desarrollo artístico, se recogen obras de una clara influencia de su maestro.

 

 

El joven Alcalá-Galiano comienza a desarrollar el retrato e incorpora factores fundamentales de la pintura impresionista, como son la luz, el color, el movimiento…

Entre sus obras se encuentran pescadores y marineros, así como barcos y escenas marítimas; Alcalá-Galiano refleja en sus lienzos escenas de la ría de Bilbao y del mar Cantábrico, que serán un gran referente durante su vida artística.

 

Sin embargo, este pintor necesita encontrar otros horizontes para plasmar en sus lienzos. Posiblemente influenciado por su maestro, busca nuevos escenarios donde ampliarlos y así decide viajar a Madrid donde fija su residencia en 1892. Pasa por el estudio del maestro Jiménez de Aranda, quien tras enviudar regresa a su ciudad natal, Sevilla. Sus discípulos, entre los que se encuentra Alcalá-Galiano, pasan al taller del joven pintor Joaquín Sorolla y Bastida. Allí se encuentra de nuevo con la pintura impresionista, post-impresionista y lumínica de su nuevo maestro.

Cuando Sorolla era elevado a la gloria del Arte por la crítica, Álvaro sintió deseos de trabajar bajo su dirección y aquí fue no poco lo que sufrió; pues él, Conde del Real Aprecio, ya tenía que alternar con un hombre pletórico de inquietudes encauzadas por los tortuosos caminos de una mente revuelta, anarquizante, el cual, celoso de las magníficas condiciones del aristócrata, trató de confundirle, desorientándole con sus consejos y haciéndole dudar de sí mismo.[1]

En 1895 expone Álvaro Alcalá-Galiano por primera vez en el Salón del Círculo de Bellas Artes de Madrid dos de sus obras que obtienen muy buenas críticas pero que han sido imposibles de localizar hasta el momento. En ese mismo año, comienza su colaboración con la revista Blanco y Negro, con la aparición en la portada del número 198 de su obra costumbrista titulada Ya somos tres

[1] Recordando a un gran pintor bilbaíno. Álvaro Alcalá-Galiano.  Lafarga Oñate, Adolfo. Vida Vasca nº34. Bilbao enero 1957

 

 

En el mismo ejemplar de esta revista, aparece otra obra suya titulada El Rigodón, que ilustra un artículo sobre dicho baile

 

Para continuar con su estilo costumbrista se encuentra el cuadro titulado el Rancho, que presenta el pintor en la Exposición de Bellas Artes de Madrid 1897 y recoge el primer triunfo de su trabajo al ser adquirido para el Museo de Arte Moderno de Madrid. (actual Museo del Prado) Esta obra se conservaba en un almacén del mencionado museo y quedó prácticamente destruido en un incendio. Hoy día, solo se conserva una pequeña parte de la misma, que refleja parte de la  rueda de un carro.

La obra titulada Rico, ¿quién te quiere a ti? presentada por el artista en la Exposición de Bellas Artes de Barcelona en 1898, obtiene el Segundo premio. Este segundo triunfo en una exposición hace que el pintor se reafirme en su recién iniciada andadura en solitario.

 

Vuelve a presentar esta obra el año siguiente en la Exposición de Bellas Artes del Liceo de Málaga, donde, de nuevo, obtiene una Segunda Medalla.  En esta exposición se encuentra Alcalá-Galiano con un joven pintor malagueño de 18 años, que obtendría una de las Primeras Medallas del Certamen. Se trata de Pablo Ruiz Picasso.

En 1899 participa en la Exposición del Ministerio de Estado en Madrid con otra obra de carácter costumbrista de grandes dimensiones y que lleva por título: Vendimiadores.  Esta obra tiene un estilo mucho más depurado y destaca en ella el uso del color y la descripción de sus personajes. Es propiedad particular y se conserva hoy en día en las instalaciones de una bodega en la Rioja.

 

Antes de adentrarnos en el nuevo siglo, aparece una reseña titulada Arte y Artistas, firmada por “Un arratiano” en la que se menciona que en aquel verano varios artistas vascos, entre ellos Zuloaga, Guinea, Alcalá-Galiano… pintan preciosos cuadros en Castillo-Elejabeitia, zona colindante con la residencia de este último pintor. Esto puede confirmar que la amistad entre ellos era una realidad, ya que, a lo largo de sus vidas, se vuelven a dar coincidencias de lugares e incluso de estilos y motivos pictóricos.

Finalizado el verano, vuelve Alcalá-Galiano a su residencia de Madrid. Conviene resaltar, que, por esa época, la influencia de la pintura costumbrista era grande y el arte andaluz y español inundaba los lienzos de los pintores y dada la coincidencia de su estancia con el pintor Zuloaga en aquel verano, en el mes de diciembre se traslada a Córdoba. Es cuando inicia una serie de obras en las que trata de expresar la vida y costumbres de los gitanos. Menciona en su correspondencia las dificultades con las que se encuentra, tanto con el clima adverso como con la informalidad de sus modelos. No olvidemos que el pintor realiza la pintura de caballete y esto es un gran inconveniente para realizar sus obras. No obstante, de esta época se conservan algunas obras, entre las que destaca “Las gitanas” que es presentada por el artista en el Salón de París en 1904 y recibe muy buenas críticas, como la que aparece en La Correspondencia de España el 1 de mayo de 1904.

                Los artistas españoles representan con honor a su patria, mereciendo el éxito que obtienen Sorolla, Mezquita, Alcalá-Galiano …

 

 

No son demasiadas las obras que se conservan de sus estancias en diferentes lugares de España; aparte de Córdoba visita Segovia, Toledo y entre las obras que nos deja podemos resaltar algunas.

 

 

En 1912, se presenta a una exposición en Brasil, con uno de los cuadros de la colección Segovianos, que figura en la reseña del periódico “O Paiz” como se muestra en la fotografía.

 

Tras sus visitas a estas localidades de España, su pintura da un “giro de timón” y siempre en busca de nuevos horizontes parte hacia Europa, Holanda y Francia.

Se acerca a las localidades de Volendam en Holanda y Concarneau en la Bretaña francesa, donde desarrolla un nuevo estilo de pintura que cautiva tanto al pintor como a los espectadores de sus cuadros.

Esta nueva etapa de su pintura merece capítulo aparte. Sin embargo, se presenta aquí el artículo de Concha Espina que ilustra inigualablemente la imagen de Alcalá-Galiano tras su vuelta de Europa y que sirve de introducción a esa etapa tan importante de la obra del pintor.

Álvaro Alcalá-Galiano, el ilustre artista, nos abre amistosamente la puerta de su taller, hogar del Trabajo y la Inspiración, glorioso archivo de lienzos que tienen gran renombre.

Sólo con haber doblado una esquina y haber tomado un ascensor, nos sentimos bajo el perfume y ambiente de nuestras playas. Es como si el mar que añorábamos hubiera subido a abrevarse en el cielo, que, humilde y gris, se asoma a las altas vidrieras del estudio.

Somos absolutamente profanos en la técnica de la pintura, aunque el soplo mudo de la intuición, nos conmueve cuanto hay en ella de genial, Así, visitamos las estancias del taller con reverencia, como si pisáramos en un templo. Sabíamos que en “la patria de los pintores” hay que descubrirse ante el pincel de Álvaro Alcalá Galiano; pero no conocíamos esta colección magnífica de sus obras, entre las cuales faltan muchas adquiridas por los museos y los salones insignes, o viajeras por el mundo como el espléndido retrato del almirante Recalde.

Y nunca habíamos recibido plenamente la influencia de sus marinas, estos lienzos que ahora mismo nos acercan a los arenales de nuestro país. Está aquí la respiración, el misterio y el aura del pintor; la giba amenazadora de la creciente; el sonoro azul de los días apacibles; el inquieto festón de las espumas; el sol, acostándose en el penacho de las olas, y el coraje pálido de la galerna, el grito abierto del temporal, las barquillas frágiles, velas y remos; hombres y mujeres que aguardan; cielos que se hunden o se repliegan; todo el poder enorme, todo el fuerte hechizo de nuestro Cantábrico. Por eso hemos llegado de pronto a la ribera nativa y sentimos en los labios la salmuera del aire, en el alma, la consoladora anchura de los horizontes vivos.

Ya no sabemos apartar la atención de estos cuadros tan veraces, tan sensibles, donde el refinamiento del colorido, el empuje y la emoción del asunto, adquieren una sublimidad incomparable a nuestros ojos.

Pintor por excelencia de las costas altas y rugientes, Alcalá Galiano sube con la arrestada nave del artista desde su golfo de Gascuña adelante, y consigue raros lienzos bretones, originalísimos cuadros de las islas frisonas, de Jutlandia y Noruega. No le detienen fatigas ni peligros en los viajes temerarios. Espíritu aventurero de la indómita Vizcaya hinca su tienda lo mismo en los cantiles bravíos y resonantes que en el playazo quieto de los fiordos. Y nos trasmite el sentimiento de la mar con un arte viril y español que no tiene semejanza…

Aquí estamos percibiendo su influjo, soñando que de veras nos gritan las olas y nos satura el ambiente ribereño; que navegamos también, como estos pescadores vizcaínos, en las barcas amigas de nuestra niñez.

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Sólo con subir al estudio de Alcalá Galiano nos ha detenido nuestra orilla del Norte durante la mañana turbia, cuando íbamos sin rumbo por las calles de Madrid.  Y le debemos esta sorpresa inolvidable al ilustre marinista que enriquece su gloria trabajando en un silencio religioso, lleno de pasión y de fe… 

Concha Espina

                                                                                                                         

       Tras este artículo, que describe el aspecto del taller del pintor Alcalá-Galiano en Madrid, nos aguardan en el tiempo, muchas de las obras que sirvieron a tan ilustre escritora para expresar el sentimiento que suscitan al espectador al contemplarlas.

Rafael García Barderas expone en Aranjuez 

Rafael García Barderas nos presenta así su exposición:

El aire del paisaje es una selección de mis últimas obras. Mi objetivo principal es recrear nuestros queridos paisajes, con sus opacidades y transparencias, con sus diferentes colores y tonos, en definitiva ese aire que envuelve siempre la naturaleza que nos rodea y que nos ofrece momentos y situaciones cambiantes.

Mi obra se basa en la observación directa, con una técnica fresca que permite ver un cuadro sin más pretensión que contemplarla y reconocerlo, procurando que al menos las primeras referencias sean del natural.

Busco preferentemente los ambientes tenues de las primeras o últimas horas del día con sus luces oblicuas que perfilan y dan volumen a cada elemento.

En esta exposición he querido representar lugares castellanos del entorno donde vivo, paisajes campestres, rurales, con varias obras de Aranjuez, Valdemoro, Valle del Tiétar… siempre intentando captar la atmósfera de cada momento que nos define el “alma” de ese lugar…

Instagram: rg_barderas

Rafael García Barderas

Exposición de pintura: El Aire del Paisaje

Sala Juan de Villanueva

Centro Cultural Isabel de Farnesio

C/ Capitán Angosto Gómez Castrillón, 39

Aranjuez (Madrid)

Del 9 al 23 de abril de 2023

Inauguración: 9 de abril, a las 18 h.

Horario: De lunes a sábado: de 17 a 21 h.

 

Exposición de fotografía “Vida”

Nuestra asociada Beatriz Jara Contreras junto a otros artistas Nicasio Estévez y Fausto Rivera presenta la exposición de fotografía VIDA en memoria de su querido amigo y fotógrafo Jesús Chorro González.

En esta exposición veremos a tres artistas que nos acercan a la fotografía actual a través de su mirada única y sorprendente y que Beatriz nos presenta:

Con motivo del fallecimiento de nuestro querido amigo y fotógrafo Jesús Chorro González, nos alegra homenajear su vida con esta exposición, y recordar los momentos con él compartidos, su sabiduría, generosidad y simpatía. Le echaremos siempre de menos.

Estas imágenes contienen tres formas de ver la vida: en los espacios grandiosos del mar, en los pequeños detalles más minuciosos e inexplicables, y en la fusión entre la fotografía y la pintura que puede esconder un bodegón, conteniendo la magia de la técnica empleada.

La fotografía triunfa en nuestro universo, es el medio por excelencia en el espacio actual, nos acompaña, nos ayuda, nos rescata e inspira. Somos muy afortunados de habernos expresado de una forma tan pura.

La formación del Grupo 2.0 es académica y autodidacta, nuestra historia es larga ya que en principio éramos muchos los que lo formábamos, y finalmente hemos quedado 3, llamándonos entre nosotros «los que siempre quedan». Hay que perseverar en las aficiones, nos ha alegrado ayudarnos en esta tarea. Nuestro compañero Jesús, que en paz descanse, nos dio grandes muestras de generosidad. Ha sido un honor conocerle.

La preparación de esta exposición ha sido un bonito trabajo y poder compartir, por fin, nuestra fotografía en su esencia sin dejarla anclada y escondida en nuestros móviles, una gran alegría.

Dedicamos nuestro trabajo a nuestro gran amigo Jesús.

Exposición de fotografía: “Vida”

Beatriz Jara Contreras, Nicasio Estévez y Fausto Rivera

Centro Cultural Quinta del Berro.  Sala Rafael Altamira

C/ de Enrique D, Almonte 1 de Madrid

Del 1 al 15 de abril de 2024

Horario: De lunes a viernes: 9 a 21 horas

   Sábados: 9,30 a 21,30 horas

   Domingos. 10,30 a 20,30 horas

 

Ángel González “Gosan” expone en el CC Galileo

Entre luces y sombras. Mi mundo, mis cosas, mis gentes

 

Ángel González “Gosan” nos presenta su exposición “Entre luces y sombras. Mi mundo, mis cosas, mis gentes” que reúne una selección de sus últimas obras en las que ha trabajado durante los últimos años.

Presento una colección de pinturas figurativas, con alguna escapada a la abstracción, que incorporan escenas extraídas de la vida misma a través de la observación de las personas, los paisajes y mares en los lugares que he visitado y vivido a lo largo de mi vida.

Las más de sesenta obras que se exhiben son una mezcla de estilos y técnicas, ejecutadas con óleo y acrílico sobre distintos soportes, pero todas comparten mi obsesión por capturar, en cada pincelada, la belleza del mundo que nos rodea, en toda su complejidad y matices.

Pretendo con ello trasladar, a través del color, las luces y las sombras, mis emociones y recuerdos e invitar al espectador a detenerse, observar y reflexionar sobre sus propias experiencias y relaciones. Es una oportunidad, espero, para disfrutar de la belleza, despertar la sensibilidad y hallar un refugio del ajetreo diario.

 

Ángel González “Gosan”

Exposición de pintura: «Entre luces y sombras. Mi mundo, mis cosas, mis gentes”

Sala José Luis Sampedro

Centro Cultural Galileo. JMD Chamberí

C/ Fernando el Católico, 35. Madrid

Fechas: 17 a 29 de abril de 2024
Horario: Lunes a domingo: 10 a 21 h.

 

Elsa Zorn, Premio Tritoma del 89 Salón de Otoño de la AEPE, inauguró su exposición

En el C.C. Sanchinarro

Se puede visitar hasta el 30 de abril

El día 21 de marzo de 2024, en el Centro Cultural Sanchinarro, tuvo lugar el acto de inauguración de la exposición “La Naturaleza”, de la socia Elsa Zorn, ganadora del Premio Tritoma del 89 Salón de Otoño de la AEPE, que se podrá visitar hasta el día 30 de abril, en horario de lunes a viernes de 9 a 22 h, y los sábados y domingos, de 10 a 22 h.

Elsa Zorn obtuvo con su obra «El lienzo de piedra», el PREMIO TRITOMA en el 89 SALON DE OTOÑO 2022, MENCION DE HONOR EN EL SALON ART RENEWAL CENTER EEUU 2022 y fue seleccionada en MODPORTRAIT 2022.

El acto estuvo presidido por el Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, José Gabriel Astudillo López, acompañado de los miembros de la Junta Directiva Carmen Bonilla Carrasco y Jesús Alcolea, así como por el director del C.C. Sanchinarro, Óscar Poza, y del resto del equipo de cultura del centro, además de numerosos socios y amigos.

 

De izquierda a derecha: Carmen Bonilla Carrasco, Jesús Alcolea, José Gabriel Astudillo López, Óscar Poza y Elsa Zorn

 

La muestra la presenta así el artista Jaime Valero Perandones:

«Hay pocos artistas en los que su trabajo nos ofrezca tan nítidamente el retrato de su autor como en el caso de Elsa Zorn. Cada nuevo tema suyo revela una pieza más del puzle que va formando esa perfecta comunión obra-vida y sólo en una muestra extensa y completa como esta podemos realmente apreciar en su totalidad su impresionante universo creativo.
Recorrer su exposición es ir descubriendo cuadro a cuadro, dibujo a dibujo, una artista honesta y sólida, amplia en su territorio e intensa en los recorridos por cada uno de los múltiples campos que transita.
La pincelada suelta y fresca o firme y certera según lo requiera el tema, pero siempre contundente y segura, aparece o se desvanece a su gusto. Se adecúa siempre a las necesidades del tema mostrando su profundo control del gesto y el movimiento de la pintura en el cuadro.
De igual modo, el color nace de manera natural en su obra y se intensifica o se atenúa moldeando a su antojo la intensidad de la imagen. Asistir a la apabullante variedad de gamas que puede abordar con naturalidad y completo dominio de cada paleta en esta muestra es una delicia.
Pero es sin duda para mí, su dominio de la luz, de su intensidad y sus matices, de las gamas que genera y las sombras que la envuelven, lo que más me cautiva en la obra de Elsa. Intensifica los colores y las texturas en sus paisajes con deslumbrante luminosidad. Moldea con suavidad o contundencia, pero siempre con maestría sus retratos y figuras tanto en dibujo como en color. Y actúa de gran dama que todo lo ordena en sus personales creaciones para sus bodegones. Un dominio semejante de la fuente de toda forma o color es muy difícil de encontrar y siempre un maravilloso regalo que disfrutar«.

 

Y la autora nos presenta así la muestra:

Pienso que la capacidad de crear es la mejor virtud del ser humano. Quería representar ese momento de concentración que nos aísla del ruido del mundo, cuando nos sumergimos en la intimidad de nuestra imaginación, como hacen algunos niños con un papel y un lápiz, y que considero inherente a la naturaleza humana. La mujer de la cueva que hace miles de años dibujaba los animales que conocía a la luz de la lámpara de tuétano comparte con nosotros exactamente la misma emoción de hoy en día, que es universal. Rodeada de sus utensilios para guardar pigmentos, a modo de bodegones prehistóricos, podemos observarla en silencio, aislada en su cueva en el momento de trazar unas líneas con un pedazo de carbón. ¿Qué impulso mágico o instintivo le hizo tomar esa decisión?¿Qué hay dentro de nosotros que nos empuja una y otra vez a representar la vida que nos rodea?

Me considero una pintora realista. He contado con la extraordinaria ayuda de maestros, artistas y pintores que me han ayudado a seguir un largo camino de aprendizaje. Gracias a ellos he logrado la libertad de representar muy diferentes temas, pintar tanto paisaje “en plein air”, como hacer retratos. La secuencia de mis cuadros es inseparable de las experiencias en mi vida, los lugares que habito, las personas que conozco, o aquello que me conmueve.

Nunca dejaré de aprender. Con cada cuadro me pregunto si conseguiré emocionar al espectador, si representa lo que yo veo en la mirada de un perro o en la luz sobre un árbol. Me fascina estudiar anatomía aplicada al arte, tanto humana como animal, admirar las obras de los grandes Maestros del Museo del Prado y mejorar en dibujo al natural. Considero que la pintura de bodegón es la mejor forma de aprender a pintar. Dentro de las múltiples dificultades que entraña la pintura realista, al menos puedo decidir qué objeto me interesa y lo coloco e ilumino a mi voluntad. Y ahí se queda, en el micromundo de luces y formas que hablan entre sí, como en un pequeño escenario, esperando a ser pintado. Es sin duda, la pintura más personal e íntima, y también, por desgracia, algo despreciada hoy en día `por el público.

La pintura “en plein air” o al aire libre, que a veces conocemos como “pintura rápida” en España, me sigue proporcionando muchas alegrías, porque me acerca íntimamente a la naturaleza. Sólo quien ha pasado horas estudiando el color de las sombras en movimiento podrá entender la felicidad de vivir el momento. La pintura de paisaje, sea del natural o a partir de fotografía, tiene sus propias normas, y la naturaleza nos ofrece la más amplia paleta de color.

De todos los géneros, la figura humana sigue siendo el camino más corto al corazón del espectador. Los grandes pintores de la historia lo han sabido, y se han esmerado en mejorar sus habilidades para reproducirlo de forma convincente e incluso lucirse en un desnudo. A partir de las vanguardias, la pintura de Academia con modelos del natural fue desapareciendo, pero vivimos hoy en día un repunte realista, que se ha venido en llamar “realismo contemporáneo”.

En los últimos diez años han aparecido nuevas academias y estudios dedicados a esta difícil tarea en toda Europa y también, afortunadamente, en España. Es curioso que este renacimiento del arte realista o figurativo haya venido de EEUU, como una especie de gigante péndulo histórico que regresa al viejo continente. Se ha recuperado asimismo la formación tradicional de estudio o de “Atelier”, donde se observa cuidadosamente el relieve externo de la anatomía humana, las estatuas del periodo clásico, así como las técnicas de los grandes maestros del pasado. Al mismo tiempo, el desarrollo tecnológico de una fotografía de calidad extraordinaria permite llegar a unos niveles de precisión inimaginables que son una ayuda imprescindible para el pintor realista contemporáneo. Podemos pintar personas en movimiento, en el aire o bajo el agua, de día y de noche y en cualquier lugar. Tenemos toda la libertad que nuestra imaginación precise, podemos plasmar mundos mejores, podemos invitar a observar casi cualquier cosa. Podemos retratar una mujer Homo sapiens de la prehistoria dibujando en el interior de una cueva, absorta en su creatividad. Ese momento es, para mí, lo más valioso en la naturaleza del ser humano.

 

Elsa Zorn

Premio Tritoma del 89 Salón de Otoño de la AEPE

Exposición de pintura: La Naturaleza

Centro Cultural Sanchinarro

C/ De la Princesa de Éboli, 29

28050 – Madrid

Inauguración: 21 de marzo de 2024, 19 h.

Del 21 de marzo a 30 de abril de 2024

Lunes a sábado: 9 a 22 h.

Domingos: 10 a 22 h.

www.elsazorn.art   @elsazorn.art

 

Publicadas las bases del 43 Certamen de Pequeño Formato

Se celebrará en octubre en el CC Príncipe de Asturias

Con fecha de marzo de 2024, el Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, José Gabriel Astudillo, y la Secretaria General de la AEPE, Mª Dolores Barreda Pérez, firman las bases que habrán de regir en la convocatoria del 43 Certamen de Pequeño Formato de la AEPE, que se celebrará del 3 al 30 de octubre de 2024, en la Sala de Exposiciones del Centro Cultural Príncipe de Asturias del madrileño distrito de Ciudad Lineal (C/ Hermanos García Noblejas, 14).

El certamen, que llega a su edición número 43, una de las más importantes citas del calendario de convocatorias que mantiene la centenaria Asociación Española de Pintores y Escultores.

Son muchos los socios y amigos que hacen pequeño formato una constante de trabajo que a todos nos enriquece y obliga en la agitación de la vida diaria.

Como en ocasiones anteriores, el 43 Certamen de Pequeño Formato incluye las secciones de pintura (óleo, dibujo, grabado y acuarela) y escultura, siendo el tema y la técnica libres, y podrá concurrir al mismo cualquier artista de nacionalidad española y extranjeros residentes en España, pertenezcan o no a la AEPE, aunque a los Premios Honoríficos sólo podrán optar los asociados.

Las  obras  se  presentarán  únicamente  por  correo  electrónico a administración@apintoresyescultores.es  hasta el 13 de septiembre de 2024.

Se otorgarán los siguientes premios: la Medalla de Pintura Francisco Pradilla y la Medalla de Escultura Juan Bautista Adsuara y las Menciones de Honor que el jurado estime convenientes.

Bases del 43 Certamen de Pequeño Formato 2024

 

La AEPE cumple 114 años

Y lo celebraremos el día 26 de abril, a las 19 h.

Tu fidelidad lo ha hecho posible

Para celebrar nuestro cumpleaños como se merece, el viernes 26 de abril, a las 19 h. nos reuniremos para festejar el acontecimiento, compartiendo una copa de vino español en nuestra sede social.

Porque queremos celebrar contigo este aniversario basado en el compromiso artístico y cultural que mantenemos desde hace ya 114 años.

Tú nos estás ayudando a hacer historia; tú eres parte de nuestra historia.

¡¡¡¡¡Muchas felicidades!!!!!

Muchas gracias

 

Viernes, 26 de abril, 19 h.

Sede social de la AEPE

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