Presentada la Guía del Arte 2024

De Francisco Arroyo Ceballos, en la sede de la AEPE

El 11 de abril de 2024, en la sede social de la AEPE, tuvo lugar el acto de presentación del libro «Guía de Arte 2024», del crítico y artista plástico Francisco Arroyo Ceballos, editada por La Quinta Rosa Editorial, que cuenta con prólogos de José Gabriel Astudillo López, Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores (AEPE), de Rosa Anguas (Directora de ART-BCN) y de Beatriz Vivar (Directora de «Viajeros en el Arte» RCE Barcelona).

El acto de presentación corrió a cargo del autor de la obra, Francisco Arroyo Ceballos, el maestro José María Mezquita, el editor José Manuel Rosario, así como el Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, José Gabriel Astudillo López, y al mismo acudieron  multitud de artistas que abarrotaron la sala Eduardo Chicharro de la sede social de la AEPE.

José Manuel Rosario, Francisco Arroyo Ceballos, José Gabriel Astudillo López y José María Mezquita

 

La Guía del Arte 2024 es la más actualizada herramienta para descubrir y constatar lo acontecido este año en el Arte Español consta de 268 páginas en donde se recogen un total de 146 artistas.

El libro, que ve la luz cada dos años, pretende ser no sólo una vía más de promoción de la obra de un conjunto referente de artistas de nuestro país, sino una selección que facilite al espectador, al coleccionista, galerista o al mero interesado, la ardua tarea de encontrar lo que busca entre profesionales del sector. Una forma de acercar ambos mundos, de ponerlos en contacto.

Muchos son los que lo integran y muchos los que faltan pero lo importante es el ir creando conexiones y sinergias, por no hablar de la necesidad de promoción que tiene el sector en estos tiempos de crisis.

Recordemos que el “ARTE” es bien social y económico, es bien educacional y pilar necesario de progreso en estos tiempos en los que casi todo viene regido por la inoperancia de lo momentáneo.

Arte como sentido de vida y desarrollo.

Llamamiento de la AEPE a los artistas en homenaje a Julio Romero de Torres

Se celebrará el 10 de mayo, en el Parque del Retiro de Madrid

La Asociación Española de Pintores y Escultores, a través de su Presidente, José Gabriel Astudillo López, su Secretaria General y Secretaria Perpetua de la AEPE, Mª Dolores Barreda Pérez, y el Presidente de la Asociación Cultural Pro CasaMuseo Julio Romero de Torres de Córdoba, Juan José García López, invitan a todos los artistas al acto homenaje que el día 10 de mayo, viernes, a las 19 h., va a realizar la centenaria entidad, en el que depositaremos una corona de laurel en la lápida conmemorativa con el busto del pintor JULIO ROMERO DE TORRES, situada en el Paseo de Julio Romero de Torres (junto al Paseo del Uruguay y a la Rosaleda) del Parque del Buen Retiro de Madrid, con motivo del 150 aniversario de su nacimiento.

Hace ya más de cincuenta años, la ciudad de Madrid bautizó un paseo del Parque del Buen Retiro con el nombre del artista, para rendir un pequeño tributo al pintor cordobés que vivió en la capital de España entre 1916 y 1930.

Hemos estimado oportuno que la corona de laurel y el homenaje al artista, se lleve a cabo al pie de la lápida conmemorativa que frente a la Rosaleda se levanta, al aire libre, posibilitando así que pueda acudir cualquier amante del arte.

Os invitamos a uniros al acto sencillo, en el que Madrid, España, recuerde a uno de sus más grandes genios artísticos. Para nosotros, para el mundo del arte en general, será un placer poder contar con vuestra  asistencia.

JULIO ROMERO DE TORRES Y LA CIUDAD DE MADRID

Su primera residencia en Madrid fue un piso alquilado, junto con su hermano Enrique, en la Carrera de San Jerónimo, nº 15. Juntos frecuentaron las tertulias y los ambientes de la intelectualidad madrileña. Julio deambuló por la parte antigua de la ciudad, por la insinuante trama urbana, llena de misterios, de la Morería o la vivacidad de la calles de La Latina.

Se trasladó después a la calle Pelayo, 61, justo detrás del edificio de la Sociedad de Autores, muy propia para un estudio de pintura. Allí le visitó en 1916, la Reina Mª Cristina, y vivió mientras era profesor de Dibujo Antiguo y Ropajes en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando. Fueron 14 años de producción de obras esenciales, años de tertulias y de contacto con intelectuales. Aquí se filmaron, en el año 1926, varias escenas de la película “La Malcasada” en las que actuaron, entre otros, el propio pintor, Valle Inclán, Azorín o el torero Sánchez Mejías.

Fuera del estudio era asiduo a la tertulia del Pombo de Ramón Gómez de la Serna, donde se encontraba con Solana, Rusiñol, Bagaría, entre otros y que quedó inmortalizada en el cuadro de José Gutiérrez Solana “La Tertulia del Café de Pombo”, obra emblemática del I Salón de Otoño de la Asociación Española de Pintores y Escultores.

También era asiduo al Café de Fornos, donde conversaba con Valle Inclán y se relacionaba con los hermanos Machado y con otros intelectuales, poetas y artistas.

Murió el 10 de mayo de 1930 en su Córdoba natal, reconocido internacionalmente, y lleno del cariño de sus conciudadanos. Su temprana muerte, en plena actividad, fue una auténtica conmoción en el mundo de las artes, ya que el pintor había logrado exaltar en sus obras a la mujer española de la época.

Dos años después de su muerte, el Ayuntamiento de Madrid decidió cambiar el nombre de la céntrica Plaza de los Carros por el de Julio Romero de Torres, acto que presidió el Alcalde Pedro Rico, el 23 de Diciembre de 1932, ante el Presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora, y numerosos madrileños que querían participar del homenaje.

Allí se instaló una gran peana de planta rectangular donde se incrustaba una lápida de mármol en altorrelieve, arriba con el busto desnudo del pintor mirando hacia su izquierda y los escudos coronados de Madrid y Córdoba abajo, y todos yuxtapuestos.

Recuperada la antigua y castiza denominación de la plaza madrileña, en 1972 se decidió colocarla en su ubicación actual, a la vez que se bautizaba y se le dedicaba un paseo en el Retiro. Se añadía además una cartela que dice: PASEO / DE y las letras yuxtapuestas: JULIO ROMERO DE TORRES, más abajo. En la base de la figura principal aparece la firma del autor: A. del Rosal.

EL AUTOR DEL BUSTO CONMEMORATIVO

Alfonso del Rosal

Hijo del maestro de obras Pedro del Rosal Luna y de Marina Campos Vázquez, nació en Fernán Núñez, en 1888.

La familia se instala en Córdoba, donde Alfonso comienza a acudir a la Escuela de Bellas Artes, mientras dibujaba, pintaba y se iba decantando por la escultura, en la que pronto destacó, apareciendo sus obras en la prensa y revistas culturales de la época.

Delicadas fuentes, con cuerpos desnudos, entrelazados como pedestal; angelotes y niños rollizos, atrapando o divirtiéndose con peces grandes, sus figuras comienzan a ocupar sitio en templetes, fachadas, fuentes y jardines de Córdoba.

El 10 de mayo de 1930, en la capilla ardiente del Museo de Bellas Artes, tomó el molde del rostro y las manos muertas de Julio Romero de Torres.

En 1932 realizó el medallón y los escudos de la placa que se inauguró en la plaza de los Carros de Madrid, cuyos gastos fueron sufragados por el Ayuntamiento de Córdoba.

En la década de los treinta, comenzó a dedicarse a la decoración, sin abandonar las demás disciplinas.

Casado con Concepción Vega, tuvo dos hijos: Antonio y Marina, logrando ser catedrático de vaciado en la Escuela de Bellas Artes de Córdoba.

Su pertenencia a la izquierda republicana le costó ser detenido en 1936, junto con el grupo de intelectuales y artistas, pasando algunos meses en la cárcel.

Falleció a los 49 años en Córdoba, el 13 de junio de 1937. El funeral fue multitudinario, según reseñaba el diario Azul en una discreta nota.

Entre los restos del taller familiar, apareció una magnífica cabeza de Julio Romero de Torres.

MANIFIESTO DE LA AEPE A LOS ARTISTAS,

EN HOMENAJE A JULIO ROMERO DE TORRES,

POR EL 150 ANIVERSARIO DE SU NACIMIENTO

 

Julio Romero de Torres,

Maestro absoluto del simbolismo andaluz

El maestro absoluto del simbolismo andaluz da a sus obras un carácter realista con un sentido poético. Pintó como nadie la belleza femenina y la esencia de Córdoba.

El maestro absoluto del simbolismo andaluz ha quedado relegado al olvido debido a que su obra es vista únicamente como una expresión del tópico andaluz y con el aire folclórico de la belleza femenina.

Pero Julio Romero de Torres fue más, fue mucho más que el pintor de la esencia de Córdoba.

Gran retratista, de enorme sensibilidad, culto, viajero, moderno, docente, ilustrador, decorador… sus escenas costumbristas de la Andalucía de la época tienen reflejos del postimpresionismo y el prerrafaelismo del periodo de entresiglos, con una destacada presencia de la mujer fatal, de resonancias simbolistas únicas.

Pero no podemos olvidar la influencia renacentista de algunas de sus obras, con claros rasgos de Leonardo da Vinci, apreciables en el modo de sombrear, y en la sutil ambigüedad emocional y la veladura sobre la identidad genérica, por no hablar del mundo extraño y misterioso que reina en sus obras.

Pero es que además, la coloración manierista de tradición española de algunos lienzos, nos remite a la obra de El Greco, a los desnudos de Zuloaga, a Manet, a Goya o a Tiziano, al paisaje primitivo de estilo quattrocentista, a la misma Venus de Velázquez.

Por eso es pobre la lectura simple que se atribuye a la genialidad de Julio Romero de Torres, sin apreciar que más allá de la entronización de la mujer, existe todo un mundo de pinceladas únicas y excepcionales que abarcan una obra rica en tensiones psicológicas, de denuncia social, de carácter modernista y sofisticado, de auténticas piezas maestras de la pintura de su tiempo.

Su obra fue vanguardista y estuvo acompañada del escándalo y la provocación. Su exaltación del paisaje rural es tendencia en la actualidad, y con actos como este, la Asociación Española de Pintores y Escultores pretende lograr una revisión historiográfica al margen de los tópicos que le encumbraron.

Su pintura, rebosante de sensualidad, de virtuosa y fina ejecución, tradicional y rupturista a la vez, está repleta de poesía y misterio que le valieron convertir a su autor en un mito popular hoy olvidado.

Como ha publicado en alguna ocasión el periodista Javier Sierra, “los homenajes requieren presencia. Se recuerda a los que no están, estando… Hay que rendirles homenajes y llevar flores a sus tumbas”…

Eso es justo lo que haremos. Buscamos desagraviar la memoria perdida, con esta cultura del recuerdo con la que paliar las omisiones y carencias de un acontecimiento que debería haber brillado con luz propia en el panorama mundial artístico, honrando a un gran talento.

Hoy aquí, en Madrid, ante su placa conmemorativa, en el mismo día en el que falleciera, y el próximo día 9 de noviembre, fecha de su nacimiento hace ahora 150 años, ante la tumba en su Córdoba natal, donde depositaremos un ramo de flores y recordaremos un hecho que paralizó a la ciudad califal de la época.

Vivimos un tiempo en el que estamos privados de manifiestos del arte actual, que ha olvidado el pasado y no sabe rendir honores a quienes nos precedieron e hicieron grande el arte. Hay que mirar hacia delante, sí, pero mientras escribimos el presente es imprescindible contar con el pasado y su aportación.

Es este un homenaje a Julio Romero de Torres, como genio singular nacido en España, y a cuanto pueda enaltecer su memoria y hacernos conocer su personalidad, su retrato, de una parte y de otra, muestras de su obra pasional y humana en todas las facetas que podamos imaginar:

Julio Romero de Torres ha sido un inagotable tema para la exaltación de la mujer y el folclore, pero ahí se ha quedado, olvidando su poesía, su sensibilidad y lirismo, su visión adelantada del sentimiento y el alma. Su profundo amor por Córdoba y su peso específico en el mundo del arte español del siglo XX.

Madrid, a 10 de abril de 2024

José Gabriel Astudillo López                Mª Dolores Barreda Pérez

Presidente                                                                   Secretaria General

 

Asociación Española de Pintores y Escultores 

La AEPE participará en el VII Certamen Nacional de Pintura Pedro Bueno

Otorgará una Medalla y dos Diplomas

El Ayuntamiento cordobés de Villa del Río, en colaboración con la Delegación de Cultura de la Diputación provincial, acaba de convocar el  VII Certamen Nacional de Pintura Pedro Bueno, como forma de contribuir al conocimiento y difusión de la figura de este pintor universal nacido en la localidad.

Además, la Asociación Española de Pintores y Escultores, órgano de referencia en el mundo artístico desde hace ya 114 años, participará en esta edición con Medalla y Diploma, en un claro apoyo al mundo del arte en cualquier rincón de España.

El certamen, que no se convocaba desde 2010, se recupera este año con fuerza y contará como miembros del jurado con Íñigo Navarro, de la Galería Leandro Navarro de Madrid, Miguel Carlos Clementson, director de la Escuela Mateo Inurria; Fuensanta García, exdirectora del Museo de Bellas Artes de Córdoba; Leopoldo Izquierdo, director de la Fundación Cajasur y Óscar Fernández, director de la Sala Vimcorsa.

Retomar este certamen forma parte de un proyecto para la recuperación de la figura de Pedro Bueno, uno de los mejores retratistas del siglo XX de España quien destacó por sus retratos y bodegones así como por sus colores verdes y azulados.

Las bases se pueden consultar en la sede electrónica del Ayuntamiento de Villa del Río. En ellas se recoge que podrán presentarse al certamen todos los artistas españoles y extranjeros residentes en España, quienes podrán hacerlo con una única obra original que no haya obtenido premios en otros certámenes. El tamaño de la obra será como mínimo de 100 x100 centímetros y como máximo de 200 x 200 centímetros.

La fecha límite de inscripción es el 30 de mayo.

Analizadas las inscripciones, el jurado hará una preselección online y los artistas seleccionados deberán entregar sus obras para la elección del premio del 8 al 22 de julio en el Museo Histórico Municipal Casa de las Cadenas, de Villa del Río. El fallo se dará a conocer en el acto de entrega de premios que tendrá lugar el 20 de septiembre y, a continuación, se inaugurará la exposición de obras seleccionadas en la Casa de las Cadenas.

El VII Premio Pedro Bueno de Pintura estará dotado con 7.000 euros y Medalla de la AEPE, más una obra escultórica realizada por un artista local. El jurado también podrá también otorgar dos accésit que recibirán una escultura. La obra ganadora pasará a ser propiedad del Ayuntamiento de Villa del Río.

Pedro Bueno Villarejo nació en Villa del Río en 1910 y murió en Madrid en 1993. Tras realizar sus estudios en el colegio de la localidad recibió sendas becas de la Diputación para formarse en Madrid y San Fernando.

Fue Miembro de la Real Academia de Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba, Medalla al Mérito el Trabajo, Premio Barón de Forna de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Medalla de Oro de la Ciudad de Córdoba e Hijo Predilecto de Villa del Río. Destacan en su trayectoria pictórica los bodegones y retratos en una paleta de tonos blanquiazules, verdes y grises. Es considerado uno de los mejores retratistas españoles del siglo XX.

Pintor muy vinculado a la Diputación de Córdoba, que le concedió una beca para formarse en la escuela de Artes y Oficios de Madrid y en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando, destacan en su carrera los bodegones y retratos, como el de la poetisa Dolores Caterineu, por el que recibió la tercera medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes. Las principales colecciones de su obra pertenecen a la Fundación Cajasur y a la propia Diputación.

Bases VII Certamen Pedro Bueno

 

Santial expuso en Torre Urquinaona

El pintor Santial presentó su colección «Atmósferas»0 en la Torre Urquinaona, un espacio singular con vistas 360° a la ciudad de Barcelona y que, por estar cerrado al público, sólo pudo visitarse en esa fecha.

En esta exposición que se realizó en la Torre Urquinaona de Barcelona (edificio racionalista construido en 1971) Santial  presentó una muestra de la colección  “Atmósferas” y una mínima representación de naturalezas muertas y naturaleza humana.

La obra de Santial se enmarca dentro del arte figurativo actual. Aborda el referente verosímilmente pero dotándolo de un contenido simbólico. El paisaje, la figura, no lo son “per sé” sino que adquieren otra connotación creativa al asociar el texto, que define la imagen al contexto general de la misma. Preocupado por el factor humano y los acontecimientos que hacen que su vida se encuentre llena de vicisitudes, incita a la reflexión en cada una de sus obras y divide las mismas en tres géneros diferenciados.

Usa la atmósfera como símbolo, como elemento que envuelve y absorbe las cosas, pero también es lo que se interpone entre ellas marcando la distancia que las separa o las oculta. La atmósfera define así lo intrascendente de la realidad captada.

De esta manera el espacio, de una manera básica, ha sido entendido cómo aquello que es ocupado por el aire, de tal forma, que el propio espacio se manifestaría como el aire que se interpone, como la atmósfera que lo ocupa. Nos detendremos en como se configura la representación física de este concepto, refiriéndonos al espacio desde un punto de vista psicológico como objeto de percepción, dónde se intuye el aire.

La atmósfera, en definitiva, es aquello que se interpone entre lo que vemos TAL COMO LO VEMOS y la apariencia de las cosas.

La naturaleza muerta  la trata como una metáfora del paso del tiempo, del acontecer trascendente de la vida. De esta manera dota de simbología los objetos representados, que no por ser inanimados, dejan de ser expresivos.

Dentro de las tres categorías en las que se expresa, la naturaleza humana representa aquellos aspectos del ser que reflexionan sobre la carencia del espíritu crítico, la ausencia de espiritualidad, las apariencias, y lo hace, confrontando las debilidades humanas mediante un discurso que, apoyado en una simbología  (texto, luz, color, tema) utiliza para expresar el factor humano.

Exposición de Timoteo Díez Rozas, VIII Premio Ciudad de Getafe del 90 Salón de Otoño

Se inaugura el 18 de abril en la Sala Lorenzo Vaquero

El próximo día 18 de abril de 2024, a las 18’30 h. tendrá lugar el acto de inauguración de la exposición titulada “Rozas”, del pintor Timoteo Díez Rozas, ganador ganadora del VIII Premio “Ciudad de Getafe” del Excmo. Ayuntamiento de Getafe, en la pasada edición del 90 Salón de Otoño celebrado en Madrid en el mes de noviembre de 2023.

Al acto de inauguración está previsto que asista el Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, José Gabriel Astudillo López, otros miembros de la Junta Directiva y los responsables municipales, además de artistas, socios y amigos, deseosos de contemplar las últimas creaciones del artista.

El propio artista se define así:

«Nacido en Pomar de Valdivia (Palencia), 1955.

Cada cuadro es una baza en la cual se juega mucho, pero lo importante no es ganar ni perder, sino jugar y hacerlo con dedicación, entrega y entusiasmo.

Al cabo de los años que no han pasado en balde, intento ser un artista con amplitud de miras y de superación, con clara visión de la luz, el sentido compositivo en los cuadros, ardiente colorido en naturalezas muertas, limpieza en los trazos y fuerza en la amplia paleta, a veces con trazo duro y avasallador.

En el conjunto de obras tenemos una serie de cuadros de diversas vertientes, donde la sencilla composición da fuerza a los detalles o riqueza de los sujetos retratados desdibujando fondos de elaboración cuidada.

Nos encontramos con una pintura sencilla de colores puros, de trazos con huella, donde la sensualidad supera la materialidad del medio plástico y la irrealidad del ensueño se torna escena sencilla y a veces silvestre.
En las pinturas intento expresar no solo la imagen de las cosas que vemos, sino la atmósfera que las envuelve.

Hay trazos de suaves neblinas como un aura que les da vida.
Tras larga andadura ilustrando el arte getafense, intento contribuir al acervo cultural de nuestro pueblo».

Valeriano Cortázar inaugura “Paraísos de música y luz” en el Museo Cromática de Toledo

El 19 de abril, a las 19 h.

Se podrá visitar hasta el 26 de mayo de 2024

 

Tal y como venimos informando desde abril del año 2023, la AEPE firmó un convenio de colaboración con el Museo Cromática de Toledo, mediante el cual éste último se comprometía a la cesión por dos meses íntegros al año, del espacio destinado para la realización de dos exposiciones individuales de los socios de la AEPE.

De esta forma, la centenaria entidad pasaría de forma anual al Museo Cromática de Toledo, una propuesta con cinco artistas socios, que habrían sido seleccionados por un jurado formado por la Junta Directiva de la AEPE, de entre los que la dirección del Museo Cromática de Toledo elegiría a los dos artistas que protagonizarían las exposiciones.

Tras la llegada de las propuestas expositivas, casi medio centenar con sus correspondientes dosieres, la Junta Directiva seleccionó a los cinco artistas socios que presentó a la deliberación final de la dirección del Museo Cromática de Toledo, que finalmente ha decidió ofrecer dichos espacios a Pilar Navamuel y Valeriano Cortázar.

El pasado 14 de octubre de 2023, Pilar Navamuel inauguró su exposición bajo el título de “Vida”, siendo ahora el turno del socio Valeriano Cortázar, en una exposición que se podrá visitar hasta el 26 de mayo de 2024, y a la que el Museo Cromática de Toledo invita a asistir a todos los socios de la AEPE.

Cuadríptico Valeriano Cortázar

 

La exposición titulada “Paraísos de música y luz”, nos la presenta así Gregorio Vigil-Escalera, miembro de las Asociaciones Internacional y Española de Críticos de Arte (AICA/AECA)

Para Valeriano Cortázar la pintura es una íntima sintonía que fluye, una melodía que emana de un espíritu que se hace tangible a través de ella. La creación en su caso significa vivir a través de una poética de inusitadas conexiones pictóricas de significantes y significados, de cuerpos y almas.

Los organismos y jeroglíficos seráficos que componen una trama de intersecciones que se mezclan en sus obras, formalizan unas ilaciones aéreas similares a danzas dibujando extraños ingenios en el aire. Son como pictogramas e ideogramas, signos y símbolos armónicos, que nadan en espacios deslumbrantes y juegan de manera mironiana y metafóricamente a moverse y desplazarse al compás de un canto jubiloso a la existencia.

Es la luz las que los pone en una actividad vibratoria y oscilante, los deja ver, los mece, les inculca una coreografía estilística -bajo el dominio de una técnica refinada- que abre una visión resplandeciente en la mirada, junto con la señalización de perspectivas geométricas que proclaman toda una evolución depurada de la pintura hasta hoy.

Por otro lado, en la obra de Valeriano Cortázar, la creación es síntesis cuya realización parte de un sentimiento puro en una dimensión conceptual e imaginaria. Pero también es una exploración hacia lo desconocido, por medio de la cual va estableciendo unos códigos propios unitarios en una búsqueda sonora de lo fantástico, no llegando a dibujar los sonidos, sino sus intervalos vibrantes.

Con ello, la pluralidad de disposiciones escénicas abiertas en su plástica tiene en la forma iluminada el origen de ese ser cuyo fin es la obra de arte, en la que el artista deposita la esencia secreta de unas sinopsis prodigiosas. A lo que hay que sumar unas gamas cromáticas y texturas a las que ha dotado de una identificación distintiva y singular.

Pues el color, según la concepción que queda plasmada y que no puede quedar saciada por la tintura tradicional, irrumpe con fuerza y al mismo tiempo con delicadeza, en unas explosiones festivas, audaces, dinámicas, que muestran un mundo a su medida que ha desterrado la oscuridad para siempre, se ha erigido en resplandor y ha alcanzado una potencia personificada que, como observa Kandinsky, encarna el elemento espiritual y maduro para revelarse”.

Biografia VALERIANO CORTAZAR

 

 

El Museo Cromática de Toledo

El Museo Cromática de Toledo tiene una arquitectura muy particular. Enclavado en lo que fueran parte de los antiguos Palacios árabes de Galiana y que desde hace más de 500 años, es el Monasterio de la Inmaculada Concepción.

El convento madre de clausura de la orden de las Concepcionistas Franciscanas que fundó Santa Beatriz de Silva en el siglo XV, junto a su amiga la reina Isabel la Católica, quien hizo parte de este Monasterio.

Un edificio que hace casi 1200 años empezara a construir el rey Galafre,  después lo continuaría el califa más importante de la historia, Abd-Al-Rahman III y que terminaría Al-Ma’Mum sobre el año 1070, hasta llegar la reconquista.

Un edificio donde sucedió la leyenda de la Princesa Galiana y Carlomagno en el que también dejaron huella Alfonso VI, el Cid Campeador, Fernando III el Santo… donde nació Alfonso X el Sabio, donde estuvo escondido San Juan de la Cruz y en el que está enterrada Santa Beatriz de Silva.

Un lugar que tras 5 siglos abrió sus puertas a este original y único museo en el mundo.

El Museo Cromática es una mezcla de museo y galería de arte, donde se fusionan música y pintura por medio de más de 30 artistas de diferentes estilos y nacionalidades, que utilizan como lienzo, instrumentos de música.

Un lugar lleno de historia, rincones y recovecos, en los que perderse mientras degusta un buen vino, escucha música en directo y disfruta de una colección de instrumentos musicales de gran calidad, convertidos en verdaderas obras de arte, que además, si lo desea podrá adquirir.

La agonía del cuarto poder

Mª Dolores Barreda Pérez

Secretaria General

Secretaria Perpetua de la AEPE

 

La prensa tradicional española ha vivido muy bien amparada por el poder político.

Los medios de comunicación tal y como hasta hace poco los conocíamos, prensa escrita, radio y televisión, han subsistido gracias a la publicidad institucional, que solo exigía vender su independencia al poder político.

De esta manera, y de forma lenta pero inexorable, en lugar de fiscalizar y controlar al poder, la prensa pasó a vocear lo que el poder imponía.

Fueron pocos cambios al principio, débiles pero firmes. En televisión, nos acostumbraron a escuchar A Coruña o Girona, o Xativa… pero no Niu York o Mochba… cuando en castellano sería La Coruña, Gerona o Játiva, Nueva York o Moscú. Ejemplos tímidos que se consolidaron por ley y comenzaron a minar los cimientos de todo cuanto conocemos hasta el día de hoy.

Todo iba bien porque el control sobre la prensa y los medios de comunicación estaban supeditados a las subvenciones y permisos de emisión, pero la aparición en escena de las redes sociales supuso un tremendo problema que como una bola de nieve, cada vez se hace más grande.

Las noticias “oficiales” y “oficiosas” ya no son creíbles, sobre todo cuando en redes sociales y plataformas comienzan a cuestionar las informaciones y a poner en evidencia la neutralidad de los medios y sus opiniones, sus propias noticias y planteamientos.

De esta manera, una sola persona con un móvil en la mano genera más impacto en la sociedad que un medio estructuralmente organizado a la manera tradicional y que cuenta con editores, redactores, jefes de sección, columnistas, informadores, corresponsales, platós de radio y televisión millonarios que todos pagamos…

Hablamos de credibilidad. La que han perdido los medios tradicionales al enfrentar sus informaciones con las de los nuevos comunicadores libres de clientelismo político.

Credibilidad y falta de control sobre la información. Así se resume la situación que vivimos. De ahí que los medios de comunicación, las plataformas españolas, se hayan unido para entablar una lucha feroz contra las redes sociales libres en España.

Hemos oído el próximo cierre de Telegram, atribuido casi en exclusiva a un asunto que choca con los términos de la propiedad intelectual. Una falsa excusa para llevar a cabo la censura de canales informativos, el cierre de negocios, de canales de venta de pequeños autónomos y de cientos de trabajadores.

Porque como la agonía de los medios de comunicación tradicionales es lenta, intentan desesperadamente subsistir y hacerse hueco y ante la degradación periodística que contemplamos, prefieren centrar sus esfuerzos en censurar aplicaciones, que sale más a cuenta y de paso, terminan con la competencia. Todo, antes que cambiar el modelo de sumisión.

Por si fuera poco, los medios tradicionales deciden qué es noticia y qué no es noticia, de manera que si fuera por la prensa de siempre, no nos enteraríamos de cómo Mediaset ha vetado la intervención de un analista en el Cuarto Milenio de Iker Jiménez, el último guardián televisivo de la libertad de expresión, o de cómo el gobierno ha aumentado un 66% el coste del catering del Falcon, pasando de 80.000 a 200.000 euros y contando además con 18 menús; sin hablar de los últimos enchufes y puestos creados para amigos del gobierno, ni de los escándalos de las mascarillas, ni de tantas y tantas noticias que si es por la prensa, terminarían quedando en puras anécdotas.

La prensa pues, lidera el poder en lugar de fiscalizarlo. Aúpa y derriba partidos, capitanea las absurdas ideas de la Agenda 2030 y se encarga de idiotizarnos a diario, adoctrinándonos, para que recordemos o no, según sea el caso y convenga, un escándalo u otro.

Seguimos enfrentados y a vueltas con las dos Españas. Zapatero tuvo el honor de abrir el melón que según dicen los progres, es para cerrar heridas, pero que agitan continuamente para que nadie olvide esa división y ese confrontamiento, porque así les conviene. El miedo siempre ha sido una buena arma política.

Lo grave de todo es que la propia prensa ha aireado datos personales protegidos por ley, amparados por el poder político, y en lugar de censurarlo, lo han magnificado, de forma que es una perversión de la información que está incluida en el código deontológico al que ya no se mira.

Es grave que no se puedan ver imágenes de presuntos delincuentes si son de otra raza, ni se sepan sus datos personales, ni de qué administración cobran o quién les ha traído a España, pero sí podamos ver el historial completo de presuntos defraudadores de hacienda, con todo tipo de datos escabrosos y sin condena firme. No funcionan en la misma dirección las cosas, solo funcionan en un lado si es para beneficiar al poder político gobernante, nunca para proteger a los particulares.

Los medios de comunicación han perdido la credibilidad.

Sin querer entrar en la atroz y deplorable corrupción política que presenciamos, si la prensa ejerciera su trabajo como debiera, habrían caído gobiernos y políticos que hoy en día nos dirigen y que cuentan con el beneplácito de la prensa.

Se nos han olvidado ya los ERE, el caso Filesa, el caso Roldán, el caso Malaya, el caso Pujol, la Gurtel, el caso mascarillas, el caso mediador, el caso Mercasevilla, Astán y los miles de casos de corrupción política…. Y mientras, ¿Qué hace la prensa? Mantener una guía de comunicación inclusiva, cordones sanitarios, cebarse con casos puntuales de corrupción de otras tendencias políticas….

Pero si hay algo que me enerva y hiere especialmente, es el poco corporativismo de los propios periodistas que dejan que un político no responda a determinado periodista acreditado, insultándole y llamándole fascista, negándose a dejar que termine de hacer su pregunta, haciéndole el vacío. Me duele ver que ningún compañero de profesión salga en su defensa, que ninguno diga ya está bien y que todos se planten dejen allí mismo a quien se cree por encima del bien y del mal y decide quién es bueno para preguntar y quién no.

Eso sólo confirma que la degradación de la profesión es tal, que no importa la libertad de expresión, que es lo que ese periodista representa. Que ninguno le dé importancia a esta situación no hace más que agravar el problema, porque hoy empiezan con uno, pero no sabemos si algún día nos llegará el turno a nosotros en esta censura y cordón sanitario al que ya  nos tienen acostumbrados.

Lo grave es que aquí nadie dice nada.

Esta actitud de los periodistas no sólo dice mucho de lo insolidarios que son, sino que el código deontológico se ha olvidado y ya no se respeta ni a quien intenta hacer su trabajo de forma honesta.

Los periodistas pueden tener su propia opinión, faltaría más, su propia ideología, es lo normal, pero en el desempeño de su trabajo deberían dejarla a un lado para intentar ofrecer a la sociedad las versiones tan distintas y dispares, los puntos de vista que puedan interesar, en aras de la búsqueda de la verdad y en defensa de su credibilidad.

Pero en lugar de eso, y pese a la interpelación respetuosa de aquellos a los que no les dejan hacer su trabajo, miran hacia otro lado y se suman así a la censura silenciosa en la que vivimos, hiriendo de muerte la libertad de expresión en España.

Aquí todo funciona bien si es para bien mío, pero para otros no funciona… damos patente de legitimidad a mayorías conformadas por la suma de un voto más, frente a otras mayorías que se tacha de fascistas… ¿Por qué una es más legítima que la otra? ¿Quién determina esa legitimidad? ¿Por qué?

Lo que no puede ser es que una mayoría sea el coco, porque no me gusta, y la otra sea lo mejor de lo mejor…  porque entonces cabe preguntarse, y los que han votado a la mayoría que no me gusta, ¿Qué son? ¿Idiotas?

A ello ha contribuido la generación constante y continua de eufemismos que no han hecho más que disolver las situaciones y hacerlas tan nimias y absurdas, que ya todo nos parece una tontería.

Nos han hecho creer que la cruda realidad no es tan cruda. Y por eso, la prensa ha dejado de cuestionar, de preguntar, de vigilar y fiscalizar al poder. Por eso la prensa ha perdido toda su credibilidad. Por eso mismo, la prensa tradicional ha dejado de ser el cuarto poder.

Una mentira tapa un escándalo, que tapa un cotilleo, que tapa otra mentira y así infinitamente de forma que pasa el tiempo y nos quedamos solo con las anécdotas a modo de curiosidades, pero, aquí nunca pasa nada.

Lo malo es que los ciudadanos estamos inmersos en una dinámica en la que la aceptación continua de la mentira política se ha convertido en una rutina, en el pan nuestro de cada día, aceptando todo lo que  nos echan.

Las personas que compartimos un contenido disidente tenemos más herramientas que nunca para esquivar la censura, pero no es lógico que la prensa tradicional continúe vendida al poder político y no ejerza sus funciones. La prensa ya no es el cuarto poder.

Legiones de individuos cargados con un simple móvil, con un mínimo cupo en redes sociales, con seguidores de todo tipo y a quien todos pueden ver sin ningún tipo de censura, están haciendo la función de fiscalizar al poder, mientras la prensa tradicional ha fallado en el ejercicio de esta función, convirtiéndose en una parte más de la casta política.

El cuarto poder agoniza.

Firmas con sello de lujo. Tomás Paredes

Franz Kafka, ecuménico

 

Kafka es un amanecer sin plumas, sin abrigo, sin cobijo, al relente. Un solo de fagot que se eleva construyendo el silencio en el tumulto: ”No sabe usted cuánta fuerza hay oculta en el silencio”. Kafka es una colmena con cientos de enjambres de cartas que destilan la miel más transparente. Un naife en la iscenidad de los tiempos; una mina de oro sepultada por toneladas de ceniza. ¡La sorpresa de la poesía en el erial indigente!

Pocos son los autores, los científicos que han logrado que su nombre se convierta en una palabra común del lenguaje con el que nos comunicamos, aunque no siempre nos entendamos. Más o menos, todo el mundo sabe lo que quiere expresar cuando dice: platónico, dantesco, petrarquista, cervantino, velazqueño, gongorino, kafkiano, freudiano, borgiano, picassiano, azoriniano, lorquiano, ramoniano…

A veces se distorsionan los significados, pero ¡démoslos por buenos! El caso es que, Kafka se ha convertido en un nombre ecuménico y para referirse a un asunto absurdo, una situación angustiosa o una estructura agobiante, lo identificamos con la palabra <kafkiano>, admitida en el DLE. Franz Kafka muere en Kierling, Austria, el 3 de junio de 1924, en consecuencia. este año celebramos el centenario de su muerte: ”Un hombre que no comprende a otro no es terriblemente cómico, sino pobre, solo y desvalido”.

Para ello han concatenado esfuerzos distintas instituciones culturales, cuyo programa presentaron en el Círculo de Bellas Artes, el pasado jueves 21 de marzo. Presentación un tanto ñoña, tópica, que incidió más en leer actividades y en cuestiones baladíes que en el hurmiento de la obra del doctor de Praga. Ponerse a valorar si es más checo que austriaco cuando nació y vivió en el Imperio austrohúngaro, resulta tedioso.

Franz Kafka nace en Bohemia, 1883, en el seno de una familia judía de comerciantes. Estudia en un colegio alemán de Praga, se matricula en Química, luego en Filosofía e Historia del Arte- toda su vida será un apasionado del dibujo- y finalmente, por exigencia paterna estudia Leyes, sin entusiasmo, y se doctora en Derecho en 1960.

Tras varios y diversos empleos breves, en 1908 accede al funcionariado del Instituto de Seguros de Accidentes de Trabajo del Reino de Bohemia, que abandonará en 1920 con una baja por enfermedad. El 11 de agosto de 1917 padece un acceso de tos con sangre, que avisa de su tuberculosis, enfermedad de la que fallecería en 1924.

Tuvo cinco tentativas matrimoniales, quedó soltero. Se enamoró de la checa Julie Wohryzek, su padre se opuso de forma radical: este suceso ocasionaría su Carta al padre, publicada póstumamente, modelo universal de protesta contra el progenitor. Sus otras relaciones son: Felice Bauer, Grete Bloch, la traductora checa Milena Jesenká y la polaca Dora Diamant, que dejaron un reguero diamantino de correspondencia.

Grete Bloch y Julie Wohryzek

 

Casi todos sus exégetas pasan por alto sus estudios de Derecho. Aunque no tenía interés por la carrera y tampoco por el desempeño de la abogacía, estudiar Derecho te ordena, te normatiza, te estructura, te obliga a lo concreto, a la severidad formal. Pienso que ello tuvo mucho que ver con su estilo grave, óseo, seco, antirretórico, nada romántico.

Kafka escribía el alemán de Praga, aprendió checo y francés y entendía yiddish, más de lo que creía, en expresión propia. Detestaba su empleo de oficinista por las mañanas y dedicaba las tardes a escribir. En vida publicó tres libros: La condena, El fogonero y La transformación, que se ha publicado como La metamorfosis. A su albacea y amigo, el crítico Max Brod, dio orden de quemar sus escritos tras su muerte, éste desobedeció y editó con posteridad: El proceso, El castillo, de temática similar; El desaparecido, Carta al padre, En la colonia penitenciaria, sus cartas y hasta los papelillos encontrados en cualquier ostugo, con independencia de su oportunidad y valor.

De Kafka se ha publicado todo, incluso sus dibujos, que él llamaba “garabatos”. Sus conversaciones, sus aforismos, sus toses y sus escasas sonrisas. Ha poco ha aparecido: <Tú eres la tarea>Aforismos, El Acantilado, edición de su exigente biógrafo, Reiner Stach y traducción de Fernando Moreno Claros. En fin, un expurgo excesivo, porque llamar aforismos a muchos de esos fragmentos es una suerte de frivolidad.

La realidad es el conocimiento universal de la obra de Kafka, que lo ha convertido en un autor ecuménico. La figura de un hombre probo, estricto, asceta, exigente, con un claro sentido de la justicia no cuaja con este festival Kafka que editoriales y difusores nos quieren imponer, a mayor gloria de sus virtudes y bondades: “Cuanto más mejoran las técnicas gráficas, tanto más débiles se vuelven nuestros ojos”.

Dejó la senda de la novela tradicional y abrió un nuevo camino narrativo y expresivo. Logró un idiolecto reconocible, genuino, y creó personajes como Gregor Samsa, Joseph K., K., incorporados a nuestro lenguaje, al imaginario conversacional. Kafka es hombre secluso, un poeta que se anticipa a su tiempo y que lo retrata con precisión de relojero, en contra de todo, incluso del silencio, de su titubeo editorial. Nadie mejor que él ha cincelado la grisura de la administración austrohúngara, la sordidez del homus soviéticus y los sistemas aniquilantes, contrahumanos.

 

Franz Kafka

 

Kafka es La transformación/ La metamorfosis, ¡qué imaginación!, ese viajante, que solventa la economía de su casa, y se convierte en insecto y ya no puede y le dejan hasta su extinción. Kafka construye la figura de Joseph K. y la de K., dibujando ese ambiente desesperante en el que se ningunea y avasalla al ser y se hace de él piltrafa, pura filfa. Kafka es el cóndor impresionante que sobrevuela el mundo y lo observa y le advierte, sin que nadie le oiga hasta después de haber pasado todo, hasta luego de la tragedia.

¿Alguien duda de la talla poética de Esquilo? ¡El creador de la Eneida no puede ser más que un grandísimo poeta!. El autor de la Comedia, ¿no es un polímata gigante? ¿Quién, si no un enorme poeta, puede idear y escribir El Quijote? La transformación sólo puede configurarla y pergeñarla un excelso poeta. ¿Acaso puede cualquiera escribir Cien años de soledad, si no es poeta de gran calado?

Entre el 24/25 de enero de 1948, leído en la radio el 4 de febrero de ese mismo año, Cesare Pavese escribió, “Tienen razón los literatos”, en el que afirma: “Y no es una casualidad que el más auténtico poeta de la humanidad desarraigada por las persecuciones y el terror racial, Franz Kafka, escribiese ya en el tiempo de la primera guerra mundial”, Il pensiero dell’arte, Pesaro, 30.X.1948, Cesare Pavese.

Cuando leí esta consideración de Pavese, me puse a cavilar, pues, hasta ese momento nadie había definido así al arquitecto de Samsa. Entonces afiné las antenas y busqué y leí Conversaciones con Kafka de Gustav Janouch y vi como Janouch lo refiere siempre como doctor Kafka y como poeta. ¡Y cómo siente la poesía Kafka, determinante para él!

 

Dora Diamant

 

Entre los elementos que conforman la figura física y espiritual de Kafka, Janouch anota: hombre alto y delgado…pelo negro peinado hacia atrás, la nariz corva, unos prodigiosos ojos azul-acerados, bajo una frente más estrecha de lo normal…tímido e introvertido…sus finos labios lucían una leve sonrisa…una voz de barítono vibrante y velada, admirablemente melodiosa…manos grandes y fuertes…cada palabra era una piedra…se lavaba las manos a cada instante…soy jurista…Siempre quise saber dibujar. Siempre he querido ver y retener lo que veía. Esa es mi pasión…”

Gustav Janouch era hijo de un compañero de oficina de Kafka, quién lo presentó al autor de El Castillo, entablando entrambos una relación, que devino en amistad y frecuentación. Gustav anotó todos sus encuentros y conversaciones en lo que llamó “documento Kafka” y hoy son estas Conversaciones. Algunos han querido ver en esta obra un paralelo entre las mantenidas entre Goethe y Eckermann, no llega a tanto.

Jana Vachovec, esposa del compositor homónimo, insistió en la necesidad de publicar las notas, Kafka me dijo; Janouch se resistía. Jana le espetó: “La Poesía en mayúsculas, la que es relevante para toda la humanidad, exige la dedicación del hombre en todas sus facetas, y Kafka es un ejemplo perfecto. No hay un tabique insonorizado de hormigón entre el doctor Kafka consultor jurídico y el Franz Kafka poeta”. Ella transcribió las notas con erratas y errores, las enviaron y obtuvieron un mutismo severo, hasta que Max Brod envió sus correcciones y su impresión favorable a la publicación.

Franz Kafka y Felice Bauer

 

Pero, lo principal es leer al poeta, ver como florece su imaginación, observar la miseria innata del hombre y como el interés espurio todo lo modifica, todo lo pudre. Si no han leído La metamorfosis, poco a poco, se deslumbrarán con su rigor y actualidad; si la conocieren, encontrarán nuevos rincones sin auscultar. Al final los padres alquilan una habitación y cuando la inquilina toca el violín, Samsa insecto acude a su melodía….

“¿La poesía es mentira?, le pregunta Janouch. “No. La poesía es una condensación, una esencia. La literatura en cambio, es una disolución, una sustancia que facilita la vida inconsciente, un narcótico”, le responde Kafka. “¿Y la poesía?”, le siguen inquiriendo Janouch. “La poesía es justo lo contrario. La poesía despierta”, aclara Kafka. “¿Entonces la poesía tiende a la religión?”. Y remata Kafka: “Yo no diría tanto. Pero seguro que tiende a la oración”.

Hay una reflexión escalofriante del doctor Kafka: “El hombre ya sólo es un aparato de multiplicación de capital que ha quedado anticuado, un residuo de la historia cuya capacidad científicamente insuficiente pronto se verá reemplazada por autómatas cuya mente no presente dificultades”.

Judío heterodoxo, nunca habla de su práctica y si menciona la sinagoga es para elaborar metáforas de su inanidad. Quiso viajar a Palestina, en 1917; la enfermedad frenó este impulso. Estuvo a favor del sionismo. Sus tres hermanas fueron asesinadas en Auschwitz. ¡Horror!

Cuando se entra en este universo, orbe Kafka, uno se dignifica; cuando se sale de el por momentos y se regresa a nuestra realidad, embarrada y torpe, se siente la tremenda orfandad del desahuciado, del abandonado entre las heces, que antes no veía, hasta que limpia su mirada en estas ambuezas de sentido, de justicia y de belleza. Leer a Kafka es hoy lo subversivo, no hay otra celebración, sin intermediarios ni farautes. ¡Leedlo!.

                                                                                                                    Tomás Paredes

                                                                                                    Presidente H. AICA Spain

 

Los Directores de la Gaceta de Bellas Artes de la AEPE: Miguel Lucas San Mateo «Sacul»

Por Mª Dolores Barreda Pérez

 

Los Directores de la Gaceta de Bellas Artes

de la Asociación Española de Pintores y Escultores

 

 

Miguel Lucas San Mateo

LUCAS SAN MATEO, Miguel (Sacul)                     D.P       1925                        1906                  MADRID                             MADRID

Socio de Mérito

Vocal de la Junta Directiva

 

 

Ilustrador y cartelista madrileño nacido en 1906, firmaba sus obras como Sacul.

Hijo de José Lucas, tenía una hermana llamada Rosa, que contrajo matrimonio con Francisco Bernard.

Familiar lejano de los reconocidos pintores Eugenio Lucas Velázquez y Eugenio Lucas Villaamil.

Conocido en la España de la posguerra, activo hasta los años setenta.

Trabajó para el gobierno español y alemán, realizando ilustraciones y carteles, así como para importantes empresas como Aviaco, La Caja Municipal de Ahorros de Burgos, La Diputación de Albacete, Telefónica, La Cruz Roja, El Monasterio del Escorial, La Diputación de Madrid, Sindicatos, El Instituto Bancario…

Autor de numerosos carteles taurinos, sus dibujos ilustraban importantes medios como el diario Informaciones, Flechas y Pelayos, ABC, Mundo Hispánico, Ferroviarios, CUCU, Editorial Afrodisio Aguado, El Coco, La Risa, El Defensor de La Sierra, La Gaceta de Bellas Artes, A España, Duwarin, etc.

Juegos, guías, calendarios, exlibris, chistes… dibujos que Sacul hizo identificables de su propia personalidad.

En 1925 realizó una exposición de caricaturas en el Ateneo de Madrid que merecieron los elogios de la crítica y el público: “una serie de caricaturas que llaman poderosamente la atención por el acierto con que el autor ha sabido fijar los rasgos fisonómicos de sus modelos, todos ellos gente conocidísima, imperando en su obra un sentido caricaturesco que jamás llega a la deformación arbitraria de la línea y que nunca incurre en la chabacanería ni en lo grosero.  Sacul, -por qué no firma con su apellido que es tan de artista?- repito, cuida con exquisito celo de dar a sus dibujos tal expresión, que en ellos se advierte la psicología del caricaturizado. Excesivamente modesto, este muchacho es un buen artista, que resiste muy bien la comparación con firmas de reconocido prestigio”.

Por esa época, realiza también dibujos y caricaturas para la revista “Armas y deportes”.

Autocaricatura La Libertad 1925

 

Gracias a varias reseñas de los periódicos de junio de 1929, sabemos que nació en 1906, porque se describe cómo el joven “Miguel Lucas San Mateo, de veintitrés años, habitante en la calle de Alcalá, 129, fue asistido de lesiones de pronóstico reservado que le causó el automóvil número 12.725 al atropellarle en la calle de Goya. El conductor, Ramón Garcimartín, pasó a la presencia judicial”.

En 1932 contrajo matrimonio con Dolores Crespo Hidalgo, en la madrileña iglesia de la Concepción.

Ese mismo año, es designado Socio de Mérito en la sección de Arte Decorativo, del XII Salón de Otoño y realizó una exposición en el Salón del Heraldo de Madrid con caricaturas de algunas famosas obras de Goya que tituló como “Goyerías”. La prensa decía que era una muestra “humorada que en más de un caso ha sido favorecida por el don de la gracia. No hay que olvidar que el propio Goya fue a su vez un humorista instintivo, que transmitía a la obra ironías íntimamente sentidas, cuya exteriorización fluía de su pincel sin que el gran maestro aragonés se diese exacta cuenta de ello. Sacul acentuó rasos irónicos, más o menos sutiles, que se observan en obras conocidas como la Familia de Carlos IV o el retrato de María Luisa. El catálogo contiene un prólogo ágil de Estévez-Ortega y una semblanza biográfica de Prados López”.

Las tres Gracias, presentada al 12 Salón de Otoño de 1932

La Familia de Carlos IV. Gaceta de Bellas Artes de  marzo de 1932

Fotografías del artista aparecidas en la prensa en 1935

 

En 1940 ocupaba el cargo de Secretario de la sección de Bellas Artes de la Unión de Dibujantes Españoles.

En 1941 actuó como Secretario de la Sección de Bellas Artes de la Exposición Nacional de Estampas de la Pasión.

Ese mismo año, participa en el XXVI Salón de Humoristas celebrado en el Círculo de Bellas Artes, logrando la Medalla de Plata y presentó obra a la Exposición Estampas de Navidad de la Asociación de Escritores y Artistas de 1941.

En 1942 participa en la I Exposición de Rincones y Costumbres de Madrid, celebrada en el Palacio de la Asociación de la Prensa y en el XXVII Salón de Humoristas.

En 1944 dibuja e ilustra la Revista de las Artes y los Oficios.

En 1949 aparece como Vocal Contador de la Junta Directiva de la Asociación de Dibujantes, dirigida por Francisco López Rubio.

Firma autógrafa

 

En 1950 ilustra la “Cartilla Infantil de la circulación”,  que edita la Delegación de Tráfico del Ayuntamiento de Madrid, obra de J.M. Pellico y J. Marín, la primera cartilla infantil e instructiva para educación vial.

En 1951 participó en la “Exposición antológica del cartel 1940-1950”, donde expusieron una extensa nómina de artistas españoles dedicados al cartel comercial y publicitario, entre los que destacaron Morell, Eduardo Vicente, Ricardo Summers Ysern “Serny”, Sáenz de Tejada, Alonso, Manolo Prieto, Chaves, Ferrer Sama, Teodoro Delgado, Mairata, Briones, Garay, Boni, Vicente Viudes, Antonio H. Palacios, Ángel Boué, Balbuena, Bort, Carmelo Vega, Cernuda, Víctor María Cortezo, Estaban, Matamala, Miralles, Estebita, Olcina, Coronado, Eguía, Vicent, García Ortega, Pérez Vicente, Pietro, Bastid, Espinós, Lozano, Rey, Puech, López Gallego, etc.

Dos carteles

 

En 1952 participa en la Exposición de Caricaturistas Españoles que convoca la Asociación de Dibujantes en la Sala de Exposiciones de la Escuela de Artes y Oficios Técnicos.

En ese mismo año, participa en una Exposición de Temas Taurinos que se realiza en la galería La Carpeta y en la V Exposición de Christmas Españoles que lleva a cabo Galerías Preciados, donde consigue el Premio Rivadeneyra, dotado con 500 pesetas.

En 1954 participa en el XXXVI Salón de Humoristas y logrará el Tercer Premio en el Concurso de Carteles de la Corrida de Beneficencia.

Sus obras son innumerables, algunas de ellas se conservan en el Museo del Pueblo de Asturias, como el cartel que realizó para la Junta Nacional Contra el Analfabetismo de 1955.

Cartel de la Junta Nacional Contra el Analfabetismo de 1955

 

En 1956 presenta obra al Concurso de Carteles para la corrida de Beneficencia, que se exponen en el Casino de Madrid y un año después, participa en el XXXVIII Salón de Humoristas, organizado por la Asociación de Escritores y Artistas y en el II Salón del Dibujo de la Asociación de Dibujantes Españoles, que se exhibieron en la Sala de Exposiciones de la Casa Sindical.

En 1958 aparece como ilustrador de la revista Trenes, editada por Juan L. de Chicheri, mientras continúa en su cargo en la Junta Directiva de la Asociación de Dibujantes Españoles.

En 1962 expuso una serie de óleos, carteles, otros procedimientos y una gran variedad de temas y géneros, además de ilustraciones, sobre todo la serie dedicada a los tipos españoles, en la Sala de la Organización Sindical Española, conocida como Sindicato Vertical.

En el transcurso del acto de inauguración, le es impuesta la Medalla de Oro de la Orden de Cisneros, concedida por su constante labor sindical.

En 1963 presentará obra al Concurso de Carteles de la Corrida de la Beneficencia, que se exhibe luego en el Casino de Madrid, logrando un Accésit y premio de 1.500 pesetas.

Cuadríptico de una de sus exposiciones

 

En 1966 en el Salón Pueblo, participa en la exposición “Ansiba expone en Madrid”.

En 1968 participa en el Concurso de Carteles de la Corrida de la Beneficencia, donde obtiene el  Primer Premio. Un año más tarde, conseguirá también el Segundo Premio.

En 1973 fue Jurado del Premio Cesc, Paleta Agromán, junto a otros artistas como Antonio Mingote, Alfonso Abelenda o Pablo San José entre otros.

Amigo de otros ilustradores y pintores como Sócrates Quintana Montoto, que firmaba sus obras como Xiké, frecuentaba los círculos artísticos del Madrid de la época.

Ha sido imposible determinar la fecha y el lugar de su fallecimiento.

Juego de tren

 

Miguel Lucas San Mateo y la AEPE

Representó a la Asociación de Pintores y Escultores en varios Jurados entre otros el de Carteles de toros para la corrida de la Asociación de la Prensa en 1935, e hizo varios carteles para los Salones de Otoño de la Asociación.

Fue vocal de la Directiva en 1932, 1933 y 1934.

Socio de Mérito en el Salón de 1932, participó también en el de 1934.

Al XII Salón de Otoño de 1932 concurrió con la obra Las tres Gracias

Al XIII Salón de Otoño de 1933 presentó las obras Maja desnuda, La familia de Carlos IV y Maja vestida

Los fusilamientos del 3 de mayo

La maja vestida

Retrato de la Reina María Luisa

Retrato del Cardenal Borbón

Exlibris

Concurso Gal 1949

El Rocío. Archivo Moreno

Distintas obras y carteles

Cartel de XV Salón de Otoño de 1935

Crucifixión. 1973

Paisaje y carteles

Recordando… Marino Amaya

Obras, artistas, socios, pequeñas historias…

Por Mª Dolores Barreda Pérez

 

Marino Amaya

AMAYA, Marino B.      E    1952      1929        ASTORGA(Le)    MADRID OJÉN (Má)

 

 

Marino Leonardo Borrega Amaya, conocido artísticamente como Marino Amaya, nació en Astorga, León, al lado de la iglesia de la Puerta de Rey, el 10 de julio de 1928, aunque en otras reseñas de su biografía también aparece como año de nacimiento 1927 y 1929, que es la fecha que con la que se inscribió en nuestra entidad.

Miembro de una familia humilde de ocho hermanos, su madre era extremeña y su padre era ayudante de fogonero, de aquellas máquinas de vapor de la Vía del Oeste que iba de Astorga a Plasencia. Los hijos ayudaban a la economía familia recogiendo el carbón que se caía por las vías para venderlo y ayudar en casa. Además, Marino pastoreaba con las ovejas, lo que le permitía realizar sus primeras obras con ramas secas que modelaba con su navaja.

El padre falleció cuando Marino era muy joven, lo que motivó que volviera de Medina del Campo a Astorga, abandonando así las labores del campo.

Las penalidades de la familia y la muerte del progenitor hicieron que su madre tuviera que repartir a sus hijos entre familiares, para asegurar su manutención, ya que fue consciente de que no podía sacarlos adelante como quería.

Marino fue llevado a un orfanato a Salamanca, donde nunca se adaptó a vivir de forma triste y sin amor.

El director del orfanato sí distinguió las cualidades de Marino para la escultura, proporcionándole un lugar para modelar y el barro necesario para ello.

Amaya realiza diversos trabajos en su juventud. A los quince años recibe su primer encargo como escultor, una estatua de Santiago Apóstol que esculpió en piedra blanca.

Como escribiría Lorenzo López Sancho para el ABC, fue «pastor en Medina del Campo, carpintero en Salamanca, tejedor en Béjar y mal escolar en Astorga».

Pensionado por la Diputación de León, cursa estudios de Bellas Artes en Salamanca, en la Escuela de Artes y Oficios, realizando sus prácticas en el taller del también socio de la AEPE, Francisco González Macías.

La Diputación Provincial de Salamanca le concedió una beca para estudiar en Madrid, en la Escuela de San Fernando pero, Marino Amaya la perderá por no asistir a las clases.

Distintas fotografías de Marino Amaya

 

En Madrid trabajó durante dos años en el taller del escultor y socio de la AEPE, Juan Cristóbal, con quien colabora en la realización del Monumento al Cid que hoy podemos ver en Burgos.

En 1949 emprendería una especie de vuelta al mundo para impregnarse de la estética y los saberes de otros pueblos, recorriendo Francia, Italia, Austria, Holanda, Dinamarca, Noruega, Suecia, Alemania y Grecia. Sus inquietudes personales no quedarían limitadas a la vieja Europa, ya que también estuvo en Egipto y Palestina. El cambio de aires sentaría de maravilla a Marino Amaya pues, de regreso a España, el año 1950, obtuvo la Medalla de Plata en la Exposición Nacional.

En 1951 el Obispo de León le confía un grandioso monumento a La Inmaculada Concepción.

La Inmaculada de León

 

En 1952 expone sus obras por primera vez en la Asociación de Escritores y Artistas de Madrid y en 1954 presenta sus esculturas en León.

En 1954 realiza una escultura de la Inmaculada para Astorga, una Virgen de 3 metros de altura esculpida en mármol blanco de Tranco o Macael.

La Inmaculada de Astorga

 

A partir de los años sesenta trabaja intensamente la escultura.

 

En 1974, Astorga, su ciudad natal, le hace hijo predilecto y le dedica una calle.

En 1981 expone sus obras en Nueva York, en Zoma Gallery, donde adquiere quince de sus obras la Fundación Rockefeller.

En Río de Janeiro

 

En 1985 el Papa Juan Pablo II le concede una entrevista, para conocer su obra El Derecho a la Vida, que fue bendecida por el Santo Padre. Hoy esta escultura forma parte de la colección de obras de arte del Vaticano.

A partir del año 1985 Marino Amaya inicia la creación de numerosas obras dedicadas a la vida de los niños para exponerlas en las ciudades más importantes del mundo y despertar con ellas el amor y el respeto por la Vida.

Este tipo de obras, representando niños y niñas en diversas facetas de su vida, en especial juegos, se han convertido en el sello inconfundible de Marino Amaya, que acabó siendo conocido como el “escultor de los niños”.

Niña

Niña

Maternidad

Oso polar

Reposo

Igualmente están muy presentes en su producción las figuras de animales, en especial perros y gatos.

Su gran pasión, los perros

 

Desde el año 1981 Amaya tiene su estudio en Marbella, que alterna con el de Madrid.

Monumento a la Paz

 

Se trata de un escultor volcado en la escultura pública con un impresionante número de obras públicas diseminas por todos los rincones de la geografía española. Existe obra suya en Gijón, Ciudad Real, Elche, Andújar, Cáceres, Málaga, Salamanca, Marbella, Soria, Madrid, León, Guetaria, Almería, etc.

Monumento a la Constitución, Soria

 

Archivo Salvador Amaya

 

Vivía en Madrid, en la calle Reyes Magos, 9.

Sus últimos años son una peripecia de abstracción, de alejamiento en una parcela de la localidad malagueña de Ojén, con sus perros y sus visiones.

Marino Amaya falleció el 3 de noviembre de 2014 en Villanueva de Algaidas, Málaga, a los 86 años.

Quienes le conocieron distinguen de él que fue un hombre de fuerte personalidad, sabio, generoso y caritativo, apasionado y obstinado y que disfrutó de cada segundo de su vida intensamente.

Padre de cinco hijos, defensor de los animales, sobre todo de los perros, a los que consideraba sus más leales amigos, de la naturaleza, del campo.

Su hijo, Salvador Amaya, ha seguido los pasos de su padre y se dedica también profesionalmente a la escultura.

Ballet

 

EXPOSICIONES INDIVIDUALES

  1. Asociación de Escritores y Artistas, Madrid. 1954. Diputación de León. 1956. Ateneo de Santander. 1957. Museo Romántico, Madrid. 1960. Salas de Bilbao, El Escorial, Málaga y Granada.
  2. 1961. Río de Janeiro. 1962. Círculo de Bellas Artes, Madrid. 1972. «Exposición de Esculturas de Marino Amaya», Madrid. 1974. Sala Lázaro, Madrid. 1976. Sala Rivera, Valencia. 1977.
  3. Seminario, Astorga, León y Castellón. 1978. Logroño. 1981. Sala Zomagallery, Nueva York, EE.UU. Salamanca

EXPOSICIONES COLECTIVAS

  1. Exposición Nacional de Bellas Artes. 1951. Exposición Nacional de Educación y Descanso. Salón de Otoño. Museo Romántico. Bienal Hispanoamericana de Arte

OBRAS PÚBLICAS

La Inmaculada Concepción, 1952, León; La Inmaculada Concepción, 1956, Plaza del obispo Marcelo, Astorga, León; Maternidad, 1960, Parque de Isabel, la Católica, Gijón, Asturias
Madre con dos niños, 1962, Plaza de la Victoria, Málaga Monumento a la reina Isabel La Católica, 1965, Parque de Isabel, la Católica, Gijón, Asturias, Monumento a la conquista de la Luna, 1969, Málaga, Monumento al maestro, 1970, Elche, Alicante, Monumento a Don Quijote y Sancho Panza, 1971, Plaza de España, Alcázar de San Juan, Ciudad Real, Monumento a la Marina Española, 1971, Parque Nicolás Salmerón, Almería, La Faenera, 1974, Calles Carmona y Cantarranas, Álora, Málaga, Niños, 1990, Plaza de Ezcaba, Pamplona, Navarra, Monumento a Walt Disney, 1992, Prado del Rey, Madrid, Monumento a los donantes de sangres, 1997, Parque de la Chantría, León en colaboración con Salvador Amaya, Monumento a la Constitución Española, 1983, Soria, Maternidad, 2007, Parque Botánico Huerta Otea, Salamanca, Monumento al Poeta Leopoldo Panero, jardín de la Casa de los Panero, Astorga, León, Corazón de Jesús, Ocaña, Toledo, Monumento al alférez provisional, Plaza de España, Ciudad Real, Monumento a los mineros muertos en la mina, s/f, Puertollano, Ciudad Real (también conocido por «Monumento a los caídos en el trabajo»), Monumento a la mujer del pescador, s/f, Guetaria, Guipúzcoa, Monumento a los hombres del mar y del campo, Estepona, Málaga, Monumento a los ancianos, Andújar, Jaén, Monumento al Niño Universal, Cáceres,  Monumento a los caídos de las Fuerzas Armadas, Base Aérea de Torrejón de Ardoz (con colaboración de Salvador Amaya), Monumento al F4 Phantom, Base Aérea de Torrejón de Ardoz (con colaboración de Salvador Amaya), Monumento a S.M. el Rey, s/f, Marbella; Monumento a la Paz, Costa del Sol (con colaboración de Salvador Amaya)

OBRAS EN MUSEOS Y OTRAS INSTITUCIONES
Derecho a la Vida, s/f, Colección del Vaticano, Vaticano
Niña con cántaro, s/f, Biblioteca Municipal, Astorga, León
Reposo, 1975?, Palacio de Gaudí, Astorga, León
La noche, 1982, Ayuntamiento de Soria

PREMIOS Y DISTINCIONES

Medalla de Bronce en la Exposición Nacional de Educación y Descanso de 1949.

Medalla de Plata en la Exposición de Educación y Descanso de 1952.

Medalla de Oro y Premio Extraordinario de Escultura en 1953.

Tercera Medalla en el Salón de Otoño de 1953

Segunda Medalla en el Salón de Otoño de 1954

Primera Medalla en el Salón de Otoño de 1955

Premio Duques de Montoro del Salón de Otoño de 1955

Premio Duques de Alba del Salón de Otoño de 1955

Niña con jarra

Abrazo

Amantes

Beso

Busto de joven

Niño con cántaro

 

Marino Amaya y la AEPE

Participó en las siguientes ediciones del Salón de Otoño:

Al XXIV Salón de Otoño de 1950 presentó las obras Busto de adolescente y Adolescencia

Al XXV Salón de Otoño de 1952 concurrió con Marquesa de Toral

Al XXIX Salón de Otoño de 1957 acudió con Dolor, Maternidad y Reposo

 

Mi agradecimiento personal por las fotografías y datos aportados por su hijo, el  escultor Salvador Amaya.

 

Cristo

Guitarrista

 

Flautista

Guitarrista

Invierno

Joven

Madre

Maternidad

 

El ET de Marino Amaya

Quizás sea la primera escultura de un extraterrestre

Marino tenía  una parcela de la localidad malagueña de Ojén. El 26 de septiembre de 1996, sobre las nueve de la noche estaba guardando a sus perros cuando vio una luz que cruzaba el cielo y recordó que algo similar ya lo había visto antes.

Yo estaba en el campo, en la finca que tengo en la montaña. Había recogido a los perros y estaba montándome en la furgoneta cuando una luz, como una llamarada, atravesó todo el cielo. Fue impresionante y curioso porque tres días antes había podido ver algo igual. Era cerca de la una de la madrugada y estaba en la carretera. Iba para Málaga desde Madrid y cuando pasé Córdoba, cerca de la localidad de Cabra, apareció un cuerpo luminoso. Era como una llama que iba volando, navegando por el cielo. Paré mi furgoneta y me bajé a la calzada para poder verlo bien. Volaba muy bajo y no era ningún meteorito ni ningún avión. Aquel día, cuando ya me iba, volvió aparecer. Lo pudieron ver más personas«.

Marino no le dio importancia a aquella visión en el firmamento, una rara luminaria que pudo ser observada por varios vecinos de los chalés colindantes a su finca.

En un primer momento pensó que se trataba de una estrella fugaz pero minutos después comenzó a escuchar un ruido dentro de su propiedad y Marino no sabía por qué, pero estaba seguro de que lo que estaba oyendo no era un sonido animal, sino un ruido extraño. Así que acompañado de sus perros, se dirigió al lugar donde había visto la luz, en donde había unos matorrales y le llamó la atención que las hojas bajas de los árboles se estuvieran moviendo. Porque no había viento.

En un primer momento pensé que se podía tratar de jabalís o de algún zorro, podía ser peligroso. Me subí corriendo a la furgoneta. Cuando cesó el extraño sonido, bajé de nuevo y con mucha precaución abrí los candados de la jaula de los perros pensando, incluso, que podía tratarse de algún atracador. Una vez sueltos los perros, me acerqué hasta el lugar. De pronto, noté una sensación extraña. Sentía escalofríos en todo mi cuerpo. Al volver la cabeza, había una fuerte luz que cegó mis ojos. No podía ver nada en absoluto. Estaba totalmente paralizado y mi cuerpo atenazado como si estuviera clavado al suelo. Lentamente la luz empezó a perder fuerza y mientras se alejaba, un «ser» emergió de ella volando directamente hacia mí”.

Detrás de la potente luz que casi le ciega, apareció un ser pequeño, de unos 90 cms. de estatura, muy delgado, con largos brazos que le llegaban hasta las rodillas, con pies muy planos como los anfibios, ojos grandes de color azul intenso y un color del cuerpo rojo teja.

Tenía un cuerpo pequeño, estilizado, con unos brazos largos, muy largos. Si lo comparamos con un ser humano era desproporcionado. Las manos le llegaban a las rodillas. Los pies eran planos, como aletas de un pez, pero de forma humana. La cabeza era más bien grande, ¿cómo te lo explicaría? Utilizando los cánones de escultura mediría cuatro cabezas de alto. Era un personaje distinto, casi divino, con unos ojos muy grandes de color azul; parecía que giraban y su cuerpo tenía una tonalidad rojiza como las tejas. Además… ¡volaba! Iba de un sitio a otro, de una piedra a otra. Era lo más parecido a un ángel. Se desplazaba de una forma increíble, como un globo de gas que cuando lo sueltas se escapa. Éste sería un buen ejemplo”.

Se sentó en una piedra mirándome fijamente. Me encontré con algo extrañísimo, pero maravilloso. Al principio sentí temor porque aquellas facciones, aquellas formas, eran nuevas para mí. Nunca pensé que se tratara de nada extraterrestre, de un «ser» de otro mundo. Era un ser vivo, era lo único que tenía claro. Se movía y levantaba los brazos al cielo. Me fui tranquilizando con sus palabras, pero no me atreví a tocarle. Le observaba. Estuvo acariciando a los perros. Parecía que quería sentirlos. Hacía lo que quería con su cuerpo. Se movía de un lado a otro. Subía y bajaba, se iba poniendo de piedra en piedra, sin hacer movimientos bruscos y alarmantes, parecían movimientos musicales”.

Marino ya no sintió miedo, sino paz y tranquilidad, que era lo que le transmitía ese ser; una tranquilidad que alcanzaba también a los perros.

 

 

 

El ser se puso a  hablar con Marino con naturalidad, se mostró como alguien amistoso y dijo que venía de una cultura muy lejana que se preocupaba de nuestro planeta y que se había mostrado ante Marino por ser una buena persona.

“¿Por qué vienes a mí y no a otras personas más adecuadas que yo?”, le preguntó Marino. El ser le contestó: «Porque tú eres bueno, amas la vida, amas la Tierra, amas la naturaleza, eres amante de los animales, por eso he venido a dejarte el mensaje del Bien y del Amor. Habla de mí al mundo, para que la tierra, la madre de la vida, se respete, ya que ella es la razón de la existencia de la Humanidad. Di al mundo que estoy aquí en el planeta tierra para protegerlo. Que si no fuera así todo cambiará. Habrá grandes terremotos y grandes inundaciones que arrastrarán al vacío ciudades enteras«. Marino le escuchó atentamente. Después de un tiempo, media hora calculó después, el ser levantó los brazos hacia el cielo y emprendiendo el vuelo, se encendió la misma luz anterior, se despidió diciéndole: “Adiós amigo, nos volveremos a ver», perdiéndose en la oscuridad.

Tras la experiencia, Marino Amaya decidió plasmar para la posteridad aquel «ser». Hacer realidad la silueta del «ángel» que acaba de presenciar como legado de su vivencia.
«Tras el encuentro me fui rápidamente a mi estudio. En esa época lo tenía en la calle Pablo Casal de Marbella, ahora lo tengo aquí en el campo, y me puse a moldear lo que había visto. No quería perder de mi mente las facciones, las formas. Quería dejarlas para la eternidad y que no se perdieran«. Fue así como, con sus manos, concibió primero en barro, y luego en bronce, la escultura que posteriormente fue bautizada bajo el título: «Vino del cielo».

Días más tarde, el antiguo alcalde de la localidad de Ojén, población situada a pocos kilómetros de Marbella, Francisco Manuel Vázquez, se ponía en contacto con Marino Amaya.

«Me llamó y me preguntó si quería poner la escultura en el pueblo. A mí me daba igual y la doné. Él decía que sería bueno para el pueblo. Una grúa cargó una de las piedras en las que el humanoide había aparecido junto con la escultura, y se decidió que se situaría justo a la entrada de la población, frente a la fuente del chorrillo«.

Una enorme forma rocosa en la que emergía un «ser» antropomorfo a la que se le añadió un azulejo con el lema: «El ángel que vino del cielo».

A las pocas semanas, la polémica por el monolito escultórico corrió como la pólvora entre los vecinos de la serranía malagueña. El pueblo se dividió entre el escepticismo y la credulidad comandado por el sacerdote de Ojén. El reverendo de la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación no vio con bueno ojos la escultura angelical, «aquello no podía estar allí”, dijo textualmente.
La llegaron a robar dos veces en muy poco tiempo así que decidieron quitarla. “Nunca debí acceder a poner la escultura en ese lugar».

Nadie sabe el paradero actual de la talla.

Del encuentro, de esa fascinante historia social repleta de censuras, sólo queda una nueva obra artística que realizó Marino Amaya. Está ubicada en el mismo punto donde se produjo lo inexplicable, en la originaria forma pétrea, como si estuviera suspendida en el aire, donde parece cobrar, nuevamente, vida propia.

El martes 10 de Febrero de 2004 (un mes antes de los atentados del 11-M) el mismo ser volvió a visitarlo y le dijo: «Pídeme lo que necesites de mí que siempre estaré dispuesto a ayudarte«; el ente que todo parecía saberlo le dijo también: «Va a haber un golpe de terrorismo en Madrid, en el metro concretamente«, cosa que dejó a Marino muy preocupado. Le contó el extraterrestre que él estaba en contra de todos los que queman los bosques, de todos los que contaminan la Tierra y los mares… y que castigaría a los responsables y a los que hayan colaborado en las guerras injustas que masacran a los seres de la Tierra. Al fin, despidiéndose le dijo: «Tú recuérdame como tu amigo, que otra vez nos volveremos a ver«.

Marino falleció en 2014 a los 86 años llevándose a la tumba secretos de sus encuentros con aquel ser, del que decía que cuando no se aparecía, se comunicaba con él telepáticamente casi todas las noches.

Entre tanto, mucha gente comenzaba a tratarle de forma diferente, ya que acudían a él  para consultarle y que les solucionase algún que otro problema, a lo que Marino accedía siempre gustoso.

En aquellos años corrió después el rumor de que probablemente Marino Amaya había orquestado una rara historia para dar vida a una de las esculturas que le faltaban por realizar: un extraterrestre; ello inspirándose en otra historia, no menos estrambótica, de principios del siglo XX, que tuvo gran repercusión en Ojén y zonas adyacentes de Málaga. Era el caso del pastor Pedro el Sabio, el vecino de Ojén que hablaba con uno de los extraterrestres que custodiaban el planeta Tierra,  que desarrolló cierta clarividencia y ayudaba a los demás.

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