Llamamiento de la AEPE a todas las Artes en el homenaje a Goya

La Asociación Española de Pintores y Escultores, a través de su Presidente, José Gabriel Astudillo López, y de la Secretaria General, Mª Dolores Barreda Pérez, invitan a todos los artistas al acto homenaje que el día 30 de marzo, a las 12 h., va a realizar la centenaria entidad, en el que depositaremos una corona de laurel en el Monumento a Francisco de Goya, situado en la Glorieta de San Antonio de la Florida, 3, con motivo del 275 aniversario de su nacimiento.

Hace 93 años, y coincidiendo con el primer centenario de la muerte del genial artista Francisco de Goya, la Asociación Española de Pintores y Escultores le rindió un homenaje al pie de su tumba, custodiada en la Ermita de San Antonio de la Florida.  Allí se reunieron una representación de todas las manifestaciones del arte, para rendir tributo al artista aragonés.

Como quiera que la situación de pandemia que vivimos no hace posible la concentración de un número de personas en el interior de la Ermita, hemos estimado oportuno que la corona de laurel y el homenaje al artista, se lleve a cabo al pie de la estatua que frente a la ermita se levanta, al aire libre, posibilitando así que pueda acudir una representación más digna y estudiada.

Os invitamos a uniros al acto sencillo, en el que Madrid, España, recuerde a uno de sus más grandes genios artísticos. Para nosotros, para el mundo del arte en general, será un placer poder contar con vuestra  asistencia.

 

 

LLAMAMIENTO A TODAS LAS ARTES,

CON MOTIVO DEL ACTO DE HOMENAJE A FRANCISCO DE GOYA,

POR EL 275 ANIVERSARIO DE SU NACIMIENTO

 

Goya lo fue todo. Goya lo pintó todo

 

El 30 de marzo de 1928 el entonces Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, Eduardo Chicharro, acompañado de un gran número de artistas entre los que se encontraban representaciones de todas las manifestaciones del Arte, rodeado de las primeras firmas españolas, depositó una corona de laurel en la tumba de Goya, acto con el que se ponía fin a los celebrados en honor del genial artista aragonés.

Noventa y tres años después, la Asociación Española de Pintores y Escultores, encabezada por su Presidente, José Gabriel Astudillo López, convoca a los representantes de todas las Artes a unirse al homenaje a Francisco de Goya y Lucientes, en conmemoración del 275 aniversario de su nacimiento.

Nos proponemos hacer un sencillo acto que tendrá lugar el día 30 de marzo, ante el Monumento a Francisco de Goya, obra del pintor, escultor y también socio de la AEPE, José Llaneces, situado en la Glorieta de San Antonio de la Florida, 3, frente a la ermita donde tras cuatro sepulturas, descansa finalmente el cuerpo del inmortal genio español.

Como quiera que la situación de pandemia que vivimos no hace posible la concentración de un número de personas en el interior de la Ermita, al pie de su tumba, creemos oportuno que la corona de laurel y el homenaje al artista, se lleve a cabo al pie de la estatua que frente a la ermita se levanta, al aire libre, posibilitando así que pueda acudir una representación más digna y estudiada.

Como ha publicado en alguna ocasión el periodista Javier Sierra, “los homenajes requieren presencia. Se recuerda a los que no están, estando… Hay que llevar flores a sus tumbas”… y eso es precisamente lo que nos proponemos: depositar una corona de laurel ante la cuarta y última tumba del descabezado genio.

Buscamos desagraviar la memoria perdida, con esta cultura del recuerdo con la que paliar las omisiones y carencias de un acontecimiento que debería haber brillado con luz propia en el panorama mundial artístico, honrando a un gran talento.

Vivimos una época privada de manifiestos del arte actual, que olvida el pasado y no sabe rendir honores a quienes nos precedieron e hicieron grande el arte. Hay que mirar hacia delante, sí, pero mientras escribimos el presente es imprescindible contar con el pasado y su aportación.

Es este un homenaje a Goya, como genio singular nacido en España, y a cuanto pueda enaltecer su memoria y hacernos conocer su personalidad, su retrato, de una parte y de otra, muestras de su obra pasional y humana en todas las facetas que podamos imaginar:

Si hablamos de su arte religioso, decorativo y grandilocuente, así lo requieren las bóvedas del Pilar de Zaragoza y los medios puntos de Cádiz.

Si lo hacemos de su lado dramático y expresivo, nos encontramos con las cabezas del Cristo crucificado y el San José de Calasanz.

Ante la trágica conmoción de la revolución francesa, en desgarro de patética resignación, casi patriótico, pensamos en los mártires de los fusilamientos.

Y como ningún artista de su época le supera en ternura, tenemos presente a la Sagrada Familia, del Museo del Prado.

Si nos centramos en su ascetismo amargo, recurrimos al San Jerónimo.

Si pinta desnudos, nos da la Maja.

Si se trata de costumbrismo, nos deslumbra con la viveza cromática de El quitasol y de sus cartones para tapices.

La penetración psicológica que logra en sus retratos se refleja en el de la Marquesa de Santa Cruz o la Duquesa de Alba.

La imaginación de sus mitologías y alegorías se muestra en El Rapto de Europa.

La fascinación llega de la mano de los Caprichos.

La insólita y aguda sensibilidad social se adivina en los grabados y dibujos, pura sátira como se aprecia en Los horrores de la guerra, en donde destaca la solidaridad por el hombre corriente y el compromiso con la libertad de la conciencia individual, de sorprendente modernidad.

Si hace filosofía, nos da sus Aguafuertes.

Y si, adelantado a su tiempo, buscamos el tema social, nos muestra los vicios económicos, sociales y políticos más acuciantes de la España de su época, junto a la estupidez, los excesos de la guerra, la violencia, el oscurantismo y la superstición.

El conjunto urbano lo aporta en obras como La pradera de San Isidro, pero es en La Pirámide, donde experimenta con la arquitectura con verdadera primicia de la ilustración en España.

Y como hombre culto, muy bien informado, al día de todos los avances, no sólo técnicos como demostraría, sino que compartía absolutamente los avances científicos, filosóficos y artísticos de su época, encontramos al Goya de las nuevas tecnologías.

No podemos olvidar la presencia de Goya en las obras literarias de Vicente Blasco Ibáñez o de Christa Wolf.

Al Goya de los cómics de Olmos, Smudja y Bleys & Bozonnet.

La tradición goyesca de la «España Negra» y su reflejo en ensayistas del siglo XX.

Al Goya en la obra de compositores musicales como Granados.

Al Goya presente en la Jota aragonesa.

Al Goya en los «tableaux vivant» cinematográficos, en el cine de terror, en el NO-DO o en películas concretas como Bruc: el desafío.

Y, finalmente, a Goya en la fotografía de Laurent.

Goya, desde su propio tiempo histórico, ha sido un inagotable tema para la creación literaria hasta el punto que puede sostenerse que su biografía y su obra constituyen el asunto hispánico de mayor proyección en la literatura universal.

Y lo que es indudable es que en toda su obra, Goya se muestra como un hombre ilustrado, amante de las libertades y un auténtico humanista.

Dibujante, pintor, grabador, escrutador de la vida española y comentador de sus aspectos, con un vigor insólito, no ha habido más que un Goya.

 

Madrid, a 30 de marzo de 2021

 

José Gabriel Astudillo López                Mª Dolores Barreda Pérez

Presidente                                                                   Secretaria General

Asociación Española de Pintores y Escultores 

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