Fallece Juan Alcalde, “el último de París”

Medalla de Honor de la AEPE en 2016

El pintor y grabador Juan Alcalde, uno de los máximos exponentes de la Escuela de París, falleció el pasado domingo 31 de mayo de 2020 en Madrid, rodeado de su familia, cuando contaba con 102 años de edad.

El artista había recibido hace cuatro años la Medalla de Honor de la Asociación Española de Pintores y Escultores, un galardón que reconoce a aquellos artistas que se han distinguido de modo sobresaliente en el mundo de la creación artística, y que resultó ser el último galardón y acto al que asistió.

Hace apenas 15 días, en su estudio de una céntrica calle madrileña, presumía ante la Medalla de la AEPE, que preside la chimenea del salón, reconociendo que le hizo mucha ilusión recibirla y reencontrarse en aquel acto con otros artistas, celebrado en el año 2016, con multitud de amigos que quisieron acompañarle en un momento tan especial que contó también con la asistencia de la Infanta Elena de Borbón, amiga y admiradora de la obra del pintor.

De izquierda a derecha: Mª Dolores Barreda Pérez, Secretaria General de la AEPE y miembro de AECA, José Gabriel Astudillo, Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, Juan Alcalde y la Infanta Doña Elena, en el último acto público en el que recibió la Medalla de Honor de la AEPE

Juan Alcalde se sintió indispuesto hace menos de una semana, ingresando en el Hospital Clínico de San Carlos, donde un fallo renal terminó con su vida. Sus hijos Juan Luis y Sergio, que han estado con él hasta el último momento,  han respetado sus más íntimos deseos de discreción. Tras su exposición en el tanatorio madrileño de San Isidro, esta misma mañana ha sido llevado la crematorio de La Almudena, tras lo cual recibirá sepultura en una ceremonia íntima y familiar.

Recordarmos las intervenciones que en el acto de entrega de la Medalla de Honor de la AEPE realizaron la Secretaria General y miembro de AECA, Mª Dolores Barreda Pérez, y el Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, José Gabriel Astudillo López, repletas de referencias sobre su vida y su trabajo.

Mª Dolores Barreda Pérez, realizó un breve recorrido por la trayectoria artística y profesional del reconocido pintor haciendo especial hincapié en proporcionar a los presentes un bosquejo resumido de cómo es Juan Alcalde, y no sólo de su biografía, con datos y fechas frías y distantes, sino introduciendo a los presentes en la vida, el pensamiento y un poquito en el alma mágica del artista.

“Una gran persona y un excelente pintor es el motivo que hoy nos reúne para hacer un sencillo y emotivo homenaje, como los que hacemos en esta centenaria institución.

Podría esbozaros aquí una biografía y leer detenidamente fechas y sucesos de su larga vida, y no haría más que ahorraros acudir a las enciclopedias de arte, en donde podréis encontrar todo lo relacionado con su vida artística, incontable número de exposiciones, podría además desgranar su azarosa vida y su fructífero trabajo.

Pero si hiciera todo esto, seguiríais sin conocer de verdad al hombre al que hoy rendimos tributo, así es que voy a intentar hablar del hombre, del artista y de cómo es su trabajo.

Juan Alcalde Alonso es castizo, aquí diríamos que es un auténtico gato, nacido en el Rastro, cerca de Cascorro, y con unos padres que lejos de caer en el tipismo, no hacen sino reforzar esa estampa: su padre, zapatero, y su madre, cigarrera de la fábrica de tabacos de la calle Embajadores, al lado del portillo, (Ahí es nada).

Llegados a este punto, quizás me podría especificar la calle y el número exacto donde nació, para que sea esta Asociación Española de Pintores y Escultores quien solicite al Ayuntamiento de Madrid que en la fachada de dicho portal, se coloque una placa conmemorativa dentro del Plan Memoria de Madrid, que recuerde el feliz acontecimiento.

Estudió en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid, con Agustín L. González, en el Museo de Reproducciones Artísticas y en el Círculo de Bellas Artes, y más tarde ingresó en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, teniendo entre otros profesores a Aurelio Arteta, que fue su valedor para el Premio “Molina Higueras”, que le concede la Academia de San Fernando, con una pintura que él propio Juan definió como de un “realismo decadente”, si bien es cierto que ya se le daba muy bien.

El Director de la Real Academia, el Conde de Romanones, le promete una beca para estudiar en París, planes que se verán truncados por el inicio de la guerra civil, donde luchará en el frente de Madrid.

Tiene que retirarse a Francia, siendo internado en un campo de concentración en donde está a punto de morir de disentería, hasta que es ingresado en un viejo hospital de Perpiñán en el que convive con enfermos mentales.

En 1944 regresa a Madrid donde se casa con Conchita Moreda y prosigue su difícil vida de pintor, teniendo que pintar carteleras cinematográficas para cubrir sus mínimas necesidades.

En 1950 emigra a Caracas, donde consigue vivir bien de su profesión de pintor, realiza encargos y exposiciones, pinta paisajes, hace ilustraciones… allí nacen sus hijos Juan Luis y Sergio.

Sin embargo, no se siente a gusto, el éxito fácil le incomoda y decide regresar a París, hacer realidad su sueño dorado y pintar las gabarras que recorren el Sena, las tabernas, los trabajadores de la orilla del río.

Allí se encuentra con otros miembros de la Escuela Española de París como Baltasar Lobo, Joaquín Peinado o Hernando Viñes y conoce a grandes amigos, como Marcel Marceau, Picasso, Neruda,…

Las muestras y exposiciones se suceden en Madrid, Londres, París, Caracas,…

En 1979 fallece su esposa que tantos sueños y dificultades había compartido con él. Durante cuatro años, Juan Alcalde no vuelve a exponer, hasta el año 1983, que lo hace en Madrid.

En 1984 contrae matrimonio con Patrocinio Molero, junto a la que inicia una nueva e importante etapa de su vida.

Hasta aquí, sintetizados y resumidos, unos pocos datos biográficos que esbozan una intensa vida, pero nada aún que pueda mostrarnos su rica vida interior, su pensamiento y personalidad.

De él se ha escrito, no seré yo quien diga que bastante poco, pero con palabras realmente bellas y admirables, que describen así su trabajo:

“Despojada de todo artificio innecesario, hermoso en su absoluta desnudez, es una pintura esencial, en la más exacta acepción del término. En sus cuadros hallamos la soledad, mas no la desesperación”.

“La obra de Juan Alcalde, plena de inteligencia y de sensibilidad, posee una carga poética que trasciende debajo de su aparente frialdad”.

“Pintura de personalísima factura, sin antecedentes en el devenir de nuestra creación artística y sin influencias miméticas de otros grandes maestros contemporáneos”.

“Es poética la pintura de Alcalde. Lírica de los sentimientos hechos luz; por los versos libres del color. Sin académica rima que lo amarre. Sin otra métrica que la suya. La de las pocas cosas que se pintan en su pintura”.

“Juan Alcalde es un clásico por encima de las academias y los convencionales equilibrios de los escritores porque, a solas con su corazón, con su paleta y con su soledad, Juan Alcalde sabe pintarnos el mundo de primera mano y con el trazo atenazador –y sobrecogedor- de la más sabia y angélica de todas las inocencias: la del artista que tiene la gracia mágica –e incluso dolorosa- de convertir en velocísimo y maduro arte cuanto toca”.

“Alcalde pinta cosas que hacen de un hombre, un artista, un asceta esencial y esencialista en pintura, un enamorado de la realidad y de la vida, un hombre delicioso y natural”.

“La pintura de Alcalde es de las que llegan a lo más hondo sin necesidad de trascendentalismos. Siente lo que dice y lo transmite con la sencillez de lo que resulta importante”.

“Alcalde aborda temas clásicos figurativos: paisaje, bodegón, bodegones inmersos en un trasfondo de ciudades muy originales y distintivos, maternidades, desnudos y figura humana en general, tratándolos con gran belleza en un estilo lleno de misticismo, armonía, delicadeza y suavidad, cualidades que afectan tanto a su forma como a su fondo, y por supuesto al colorido, abundante en blancos. Pero además, las formas se hallan simplificadas y sintetizadas”.

Podría seguir relatándoles retazos de escritos que giran alrededor de su obra, pero creo que es más interesante saber qué piensa de él mismo y cómo se define.

“Trabajo con óleos porque el aceite vive como el ser humano, no se queda perpetuo. El óleo trabaja por sí mismo y tengo la certeza de que mis cuadros no son lo que serán”.

Su inagotable vitalismo se refleja en la frase: «No me gustaría morir sabiendo, me gustaría morir aprendiendo».

Para Juan Alcalde, el arte es la búsqueda de sí mismo.

Su vida es una continua incertidumbre, pero como él mismo admite, «las desgracias pueden traer gracias».

«Lo peor que le puede pasar al ser humano es no tener gracia ni desgracia», añade.

«Los problemas son los que generan el pensamiento; sin ellos, el cerebro se muere», asiente con rotundidad.

“Cada día que pienso en rejuvenecerme, quisiera ser algo menos figurativo, pero no soy capaz de abstraerme del todo, no soy capaz de llegar a la abstracción pura. Llevo en las espaldas un peso muy grande, que no puedo descargarme, aunque lo intente. Me interesa la abstracción de Velázquez, de Goya. Los figurativos malos del siglo pasado hacen daño, aunque también está Rosales, que es fabuloso. Importa lo que es puro, lo que sale del espíritu del alma, del interior del hombre”…  La sensibilidad sobre todo.

Hablar de Juan es hablar de su pulgar. Como él mismo asegura, su pulgar es más importante que los pinceles, es el que conduce los colores al lienzo, y tiene además un componente sensual que no tiene el pincel, y en sus propias palabras, “es que cuando tú pones el pulgar en una tela, ahí está tu sensibilidad, la proyección de tu espíritu en el dedo, casi como un autorretrato”.

Juan ha sido su propio mecenas, se ha respaldado a sí mismo, ha creído en él, porque lo único que ha tratado de ser toda su vida es Juan Alcalde.

Por eso, lejos de escuelas, lejos de influencias, lejos de comparaciones o amigos que interfieran en esta semblanza, lejos de similitudes y analogías, hoy homenajeamos a quien ha tratado de ser toda su vida, y yo diría que lo ha conseguido, Juan Alcalde”.

Por su parte, el Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, José Gabriel Astudillo, recordó a todos que su arte está caracterizado por el personal estilo que ha hecho de este pintor un referente para las nuevas generaciones creadoras en una disertación en la que explicó por qué Juan Alcalde se ha hecho merecedor de este galardón:

“Este reconocimiento a un artista como Juan Alcalde, es el testimonio inequívoco del constante compromiso de la Asociación Española de Pintores y Escultores con la cultura, y es además, nuestro más decidido apoyo a sus creadores y difusores.

Esta Medalla reconoce una vida, un camino personal que nos vienes así a transmitir en las obras realizadas, una referencia visible en la que nos ofreces, al revivirlas y contemplarlas, la posibilidad de ser también artistas.

Tu obra, todo tu trabajo, es además una fuente inequívoca de esperanza, porque has ejercido como pintor y grabador, un oficio en el que no sólo se ve la carga entusiasta y optimista que desprenden tus blancos, sino que llega al público y al espectador con una nueva mirada, como un gesto de aliento y estímulo en el que demostrar que en sus vidas y obras puede hacerse realidad la idea de que en multitud de ocasiones, es en las dificultades y limitaciones donde la creatividad se expresa con especial intensidad.

Juan Alcalde es un gran artista, y lo es porque domina lo que encierra su corazón, y sólo el que mejor comprende y conoce sus afectos y pasiones, llega a ser un gran artista; un artista que domina la luz y la forma a través de la sensibilidad.

Esa parte esencial de su alma de artista es la que logra unir la materia a lo inmaterial, dando forma al espíritu. Decía mi siempre admirado Sorolla, quien honró esta institución cuando fue su Presidente, que la pintura es un “estado del alma”, una frase que se ajusta perfectamente al arte que nos regala Juan Alcalde.

Juan es un gran artista, un pintor que ha hecho de su trabajo un estilo de vida, un pintor que pinta todo el día, todos los días del año, que pinta hasta cuando no pinta. Que cuando duerme pinta y cuando vela pinta. Porque el regalo que nos ha hecho a todos los que amamos el arte, el regalo de ser pintor, lleva escondido el veneno y la carga dulce de la total dedicación y entrega con que ha regido su vida.

El mundo de la cultura, la sociedad en general, no podemos sino agradecer su contribución y reconocer el arte creador que subyace en el reverso de toda su obra, en la que late la ilusión más originaria que cabe por la vida, la de hacer de la vida pura belleza.

Eso es lo que pretende esta Medalla que hoy te entregamos, ser la mirada compartida de lo que eres y de lo que queremos ser a través de tu obra. Decía Miguel de Unamuno, cuya sensibilidad comparten todas y cada una de las obras de Juan Alcalde, que “el artista y sobre todo el hombre, seguirá hablando a través de su obra, para beneficio y goce de muchas generaciones”.

Ese es el ejemplo que dejas y que de forma sencilla, agradecemos.

Hoy rendimos homenaje a quien como decía antes la Secretaria General, ha conseguido ser Juan Alcalde. Que este momento compartido quede siempre en tu corazón, como quedará en nuestra historia y nuestra memoria.

Que quede grabado en oro. Para siempre, querido Juan. No hay medalla que pueda hacerse de la aleación de cariño, amistad y agradecimiento, con la que simbólicamente está hecha esta Medalla que hoy te entregamos de la Asociación Española de Pintores y Escultores”.

A continuación, el Presidente entregó la Medalla de Honor a Juan Alcalde, quien la recibió emocionado y dirigió unas palabras a los asistentes en las que sólo pudo agradecer el honor y declararse feliz y emocionado por el hecho de estar allí, y saberse de verdad objeto de una atención tan especial.

Fue después requerido para que firmara en el Libro de Honor de la Asociación Española de Pintores y Escultores, y lo hizo con letra firme, clara y pulcra, ante la expectación de los presentes por los comentarios que en todo momento el homenajeado realizó y en los que jocosamente trataba sobre los 99 años que había ya cumplido.

La Infanta Doña Elena, sentada hasta ese momento entre el público, acudió a felicitar al amigo y artista y de forma cariñosa posó con los integrantes de la mesa presidencial, así con cuantos asistentes y amigos se encontraban en el acto.

Cabe recordar las múltiples ocasiones en las que la familia real ha asistido a actos organizados por la Asociación Española de Pintores y Escultores, teniendo en cuenta que SS.MM. los Reyes don Juan Carlos y doña Sofía son los Presidentes de Honor de la centenaria entidad, que está a punto de convocar el 52 Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura.

Firmó después la Infanta en el Libro de Honor de la entidad, justo debajo de la firma que en el año 90 dedicara con motivo de su visita al tradicional Salón de Otoño, y prometió asistir en la medida de sus posibilidades, a otros actos de la entidad.

D.E.P.

Las Medallas de la AEPE: Juan Cristóbal

Por Mª Dolores Barreda Pérez

Después de ver cómo y cuándo nació la Medalla de la Asociación de Pintores y Escultores, vamos a seguir conociendo más acerca de los galardones en los que se otorga actualmente, con sus correspondientes denominaciones.

Medalla de Pintura Juan Cristóbal

del Salón de Arte Realista

En el año 2015, la Junta Directiva de la Asociación Española de Pintores y Escultores creó el Salón de Arte Realista, en contraposición del Salón de Arte Abstracto, que se ha convertido ya en una de las más esperadas convocatorias de la centenaria entidad, nacido para hacer de este arte una continua experiencia creadora que aporta todo tipo de conocimientos y la belleza de otra realidad, que sólo está en las manos de los artistas.

En 2017 y gracias a la propuesta que realizara el Presidente de la AEPE, José Gabriel Astudillo, bajo el título de “La plenitud de los nombres”, se acordaba la reorganización de los premios y galardones que otorgaba la institución en los distintos certámenes y concursos habituales. En el caso del Salón de Arte Realista, y como en el resto de las ocasiones con el ánimo de honrar la memoria de los fundadores de la AEPE, se instituyeron los premios: Medalla de Pintura José Villegas Cordero y Medalla de Escultura Juan Cristóbal.

 

JUAN CRISTOBAL GONZALEZ QUESADA

 

GONZALEZ DE QUESADA, Juan Cristobal      E    1928 24.may.1898           OHANES(Almeria)      GRANADA/MADRID            19.set.1961

 

Juan Cristóbal González Quesada, conocido como Juan Cristóbal, nació el 25 de mayo de 1896 en Ohanes, Almería. Cuando contaba con 10 años, su padre emigra a Argentina y el resto de la familia se traslada a vivir a casa de una tía en Granada.

En 1908 comienza a trabajar de botones en el Centro Artístico y Literario de Granada, y un año después, ingresa en el estudio del escultor Nicolás Prados Benítez y en la Escuela de Artes y Oficios de Granada.

Al año siguiente, obtiene la Primera Medalla de la Exposición de Escultores Noveles, organizada por la Sociedad Filarmónica de Granada.

Juan Cristóbal en su juventud

 

En 1913, en el Centro Artístico de Granada, realizó su primera exposición, siendo descubierto por el escultor francés Daniel Backe y por Natalio Rivas, que le ofrece su protección, creándose desde ese momento una relación casi paterno-filial durante el resto de sus vidas.

Consigue una beca del Ayuntamiento, Diputación de Granada y Centro Artístico y Literario de Granada para estudiar en la Escuela de Bellas Artes en Madrid, a donde se traslada a vivir en 1914, ingresando en el estudio de Mariano Benlliure, uno de los Socios Fundadores de la Asociación de Pintores y Escultores, durante un breve tiempo.

Su primer estudio estaba situado en una buhardilla de la calle Atocha 151, que sirvió de refugio a jóvenes intelectuales granadinos como Ismael González de la Serna, Manuel Ángeles Ortiz y Miguel Pizarro.

Retratando a Natalio Rivas en Granada

 

Durante sus estudios, entabla amistad con artistas como Antonio Vila Arrufat, Timoteo Pérez Rubio, Ramón Acín, Paulino Vicente, los arquitectos Emilio Castro, Enrique Colás, Adolfo Blanco, y los escultores Moisés Huertas, Fructuoso Orduña, José Ortells y Julio Vicent, todos ellos Socios y Fundadores de la Asociación de Pintores y Escultores.

En 1917 expone por primera vez en el Ateneo de Madrid, junto a su amigo el pintor Ismael de la Serna, inaugura su primer Monumento en el Puente Internacional de Irún (Guipúzcoa) y recibe el encargo del Monumento a Ángel Ganivet del Ayuntamiento de Granada.

Durante esos años, participa en numerosas exposiciones nacionales y certámenes internacionales de todo tipo, obteniendo la Segunda Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1917.

En su estudio de la Calle Londres de Madrid

 

El Ministerio de Instrucción Pública le concede una bolsa de viaje junto a Nicanor Piñole, Ricardo Urgell, Jesús Corredoira y Leandro Oroz.

A partir de 1918 recibe numerosos encargos y proyectos que le proporcionan una estabilidad económica.

Imagen aparecida en La Esfera

 

En 1919 traslada su estudio a la calle Don Ramón de la Cruz, 56 y en 1931 a la calle Londres, 44 de Madrid, que realizara el arquitecto Emiliano Castro.

Curiosamente hoy, en este número de la Gaceta de Bellas Artes correspondiente al mes de junio de 2020, se entrelazan las historias de Juan Cristóbal y de Mª Teresa Jiménez de Blas, la artista socia de la AEPE cuya biografía descubrimos también en este ejemplar, por ser vecinos del Madrid Moderno.

Juan Cristóbal en una fotografía de 1934, en su estudio

 

En 1920 contrae matrimonio con Juana Granel, del que nacerán seis hijos: Luisa, Rafaela, Micaela, Manuela, Teresa Cristobalina y Juan Cristóbal.

Tras una intensa actividad realizando esculturas y monumentos por toda la geografía nacional, obtiene la Primera Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes.

La gitana Elvira

 

En 1923 comienza a ser jurado en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, bienales y concursos, junto a otros miembros de la Asociación de Pintores y Escultores como Mariano Benlliure, Victorio Macho, Juan Adsuara, Fructuoso Orduña, Moisés Huertas, Julio Vicente, José Ortells…

En 1926 inauguró en Salamanca el Monumento a Gabriel y Galán, realizando para el Círculo de Bellas Artes de Madrid el Alto Relieve La Música.

Trabajando en el busto de Goya para San Antonio de La Florida, de Madrid

 

Muy activo en la vida cultural y artística de España, participó en innumerables homenajes a pintores y escultores de su época, actos solidarios, e incontables iniciativas relacionadas con el mundo de las bellas artes.

En 1928 es invitado por el Gobierno de la Unión Soviética a visitar el país junto a Ramón Pérez de Ayala, Gregorio Marañon, Hernández Catá, Clemente de Diego, Anselmo Miguel Nieto.

Monumento a Zuloaga, Madrid

 

En estos años se reunían en su estudio de Don Ramón de la Cruz, asiduamente, un amplio círculo de amistades entre otros Ignacio Zuloaga, Julio Camba, Julio Romero de Torres, Rafael Penagos, Enrique de Mesa, Anselmo Miguel Nieto, Emiliano Barral, Lorenzo Domínguez, Ramón Pérez de Ayala, Casto Fernández – Shaw, Emiliano Castro…

Monumento a Ángel Ganivet

En 1930, con motivo de una excursión a Los Toros de Guisando y Cadalso de los Vidrios, de homenaje a Ramón Pérez de Ayala por haber sido nombrado académico de la Lengua, Juan Cristóbal descubre el Palacio de los Duques de Frías, adquiriendo, posteriormente, a Rafael Carlevaris la primera parcela del monumento, iniciando desde ese momento su restauración y conservación.

Victoria, portada de la Gaceta de Bellas Artes de julio de 1924

 

En esos años, es nombrado Vocal del Patronato del Museo de Arte Moderno.  
Cofundador en 1933 de la Asociación de Amigos de la Unión Soviética, fue recibido en distintas ocasiones por el Presidente del Gobierno, Manuel Azaña, con quien mantuvo estrecha amistad.

En 1934 la Real Academia de Bellas Artes le concede una beca para estudiar en Roma, costeada por el Legado del Conde de Cartagena, si bien se verá obligado a renunciar por motivos personales.

Cabeza (mármol)

 

Llevó a cabo la restauración de la estatua de Felipe III (Plaza Mayor de Madrid), de Juan de Bolonia (Giambolagna) y Pedro de Taca, regalo del gran Duque de Florencia Cosme de Medicis a Felipe III, tras el atentado sufrido el 14 de Abril de 1931, teniendo que reconstruir la cabeza del caballo, la grupa y la figura de Felipe III, siendo reinstalada la estatua el 23 de Agosto de 1934 en La Plaza Mayor.

Pasó la guerra civil en Madrid.

Princesita de ojos azules, obra presentada al I Salón de Otoño

 

En 1940 cede un tercio del Molino Burleta a Ignacio Zuloaga y otro a José Minguijon, con la intención de crear un Museo Cervantino.

Destacan la exposición organizada en 1958 en la Biblioteca Nacional de Madrid, la de 1972 del Círculo de Bellas Artes, institución para la que había creado en los años 30 la imagen de la Sibila Casandra, o la celebrada en el Palacio de Carlos V de Granada. En los últimos años de su vida, instaló su estudio en Ávila, donde vivió y trabajó hasta morir en la cercana población madrileña de Cadalso de los Vidrios el 19 de septiembre de 1961.

El artista junto al monumento a El Cid, de Burgos

 

Juan Cristóbal trabajaba piedra, bronce y madera. En su estilo confluyen el helenismo y el quattrocento italiano más clásicos con las corrientes contemporáneas, combinando asimismo en su lenguaje el simbolismo y el realismo.

Se especializó en arte urbano e imágenes monumentales. Son obra suya, entre otras muchas, el majestuoso Cid Campeador a caballo de Burgos, el monumento a Julio Romero de Torres de Córdoba o las estatuas de Manuel de Falla y Ángel Ganivet de Granada. También retrató a Indalecio Prieto o Ramón Pérez de Ayala.

En 2001 el Ayuntamiento de Cadalso de los Vidrios nombró a Juan Cristóbal “Hijo Adoptivo de la Villa” a título póstumo.

Desnudo

 

En el 2002 la Real Academia de Bellas Artes Nuestra Señora de las Angustias de Granada, creó la Medalla de Bellas Artes, Escultura, “Juan Cristóbal”.

En 2019, el Ayuntamiento de Madrid, colocó una placa en memoria del escultor en el número 87 de la madrileña calle de José Ortega y Gasset, lugar donde más tiempo vivió Juan Cristobal en la capital.

Al acto, asistieron familiares del escultor, amigos de la familia y representantes de grupos políticos del Ayuntamiento y el Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, José Gabriel Astudillo, invitado especialmente por la familia.

Retrato del pintor Pérez Rubio

 

Por su estudio han pasado alumnos que han terminado siendo grandes artistas, como como el escultor Emiliano Barral, a quien conoció haciendo el servicio militar, el pintor y escultor .

Tras la guerra y hasta su muerte, siguió siendo el de siempre, pero haciendo cierta revisión de los criterios plásticos y de representación contra los que él y su generación se habían definido en su juventud: naturalismo, abocetamiento, cierto carácter narrativo y hasta cierta retórica decimonónica.

Retrato de Goya

 

Pero lo que más siguió haciendo fueron bustos y cabezas, casi todos retratos, reflejo del ancho mundo de sus amistades, que, como antes de la guerra, incluía a muchos de los principales protagonistas de la vida cultural y social de Madrid.

Hombre apasionado, vital en extremo, que vivió intensamente la amistad y el amor, a su muerte dejó un generalizado sentimiento de humanidad y simpatía, así como el recuerdo de un tiempo que, en la España de entonces, empezaba a parecer muy lejano.

Retrato de José María Pemán

 

Juan Cristóbal y la AEPE

* Participo en el I Salón de Otoño de 1920, inscrito como Cristóbal, D. Juan; natural de Granada; reside en Madrid, calle de Don Ramón de la Cruz, número 56. Al mismo, presentó las obras:

889.- “Princesita de los ojos azules” (bronce)

890.- “El hombre sin ojos” (piedra).

* Al VI Salón de Otoño de 1925, en el que figuró inscrito de la misma manera,  presentó el mármol

420.- “Un Ángel”.

Protagoniza la portada de la Gaceta de Bellas Artes de la Asociación de Pintores y Escultores del 1 de julio de 1924, en donde Pedro G. Camio firmaba un artículo bajo el epígrafe de “Artistas contemporáneos”

En la Gaceta de Bellas Artes de junio de 1930, Bernardino de Pantorba firma un artículo en el que reconoce a Juan Cristóbal como “un escultor de su tiempo… que conoce la curva que trazan en la historia los diversos estilos escultóricos, y en vez de fijarse en uno de ellos, para seguirlo ciegamente, procura la alianza de todos, hasta lograr una síntesis equilibrada. Sus obras tienen, como casi todas las buenas obras de nuestro siglo, un acento nuevo al par que viejo”…

Juan Cristóbal fue Vocal de la Junta Directiva de la AEPE en 1929. Fue nombrado como Jurado para la Exposición Nacional de 1930 y actuó de Jurado en el IX Salón de Otoño. Siempre que se solicitó su ayuda y colaboración para la entidad, cumplió su cometido.

Juan Cristóbal

Retrato de Julio Romero de Torres

 

El Museo Juan Cristóbal en Cadalso de los Vidrios

El recientemente restaurado Palacio de Villena alberga las obras más representativas de Juan Cristóbal que posee la familia del artista

 

 

 

Webgrafía y bibliografía

https://juancristobalescultor.es/biografia-1896-1920/

https://ceres.mcu.es/pages/ResultSearch?Museo=MNEV&txtSimpleSearch=P%EDo%20del%20R%EDo%20Hortega&simpleSearch=0&hipertextSearch=1&search=simple&MuseumsSearch=MNEV%7C&MuseumsRolSearch=15&listaMuseos=[Museo%20Nacional%20de%20Escultura]

https://dbe.rah.es/biografias/13443/juan-gonzalez-quesada

«Juan Cristóbal», Chueca Goitia, F., 1965, Madrid

«Diccionario de pintores y escultores españoles del siglo XX», Editorial Forum Artis. Texto de Manuel Ruiz Ruiz

«La escultura española contemporánea 1800-1978». José María Medina. Editorial Edarcón, 1978,Madrid

«Arte español siglo XX. Colección Ars Hispanae». Juan Antonio Gaya Nuño, Editorial Plus Ultra, 1978, Madrid

«La escultura española contemporánea». Juan Antonio Gaya Nuño, Editorial Guadarrama, 1957, Madrid

«Historia de las Exposiciones de Bellas Artes celebradas en España». Bernardino de Pantorbo, Editorial Roma, 1985, Madrid

«Vida y obra de Ignacio Zuloaga». Enrique Lafuente Ferrari. Revista de Occidente 1972, Madrid

«Cuadernos Ignacio Zuloaga», Casa Museo Ignacio Zuloaga, Zumaya, Guipúzcoa, AAVV

Archivo Histórico “Bernardino de Pantorba” de la Asociación Española de Pintores y Escultores

www.gacetadebellasartes.es

www.salondeotoño.es

 

Mª Teresa Jiménez de Blas

Por Mª Dolores Barreda Pérez

LAS PRIMERAS ARTISTAS DE LA

ASOCIACION ESPAÑOLA DE PINTORES Y ESCULTORES

Desde su fundación en 1910, y después de haber tratado en anteriores números a las Socias Fundadoras de la entidad, y las participantes en el primer Salón de Otoño, vamos a ir recuperando de la memoria colectiva, el nombre de las primeras socias que vinieron a formar parte de la Asociación de Pintores y Escultores.

Mª TERESA JIMENEZ DE BLAS

JIMENEZ DE BLAS, Teresa   D.P      1930    1897    AVILA   MADRID

Teresa Jiménez de Blas se inscribió en nuestra entidad como “Dibujante y Pintora”, en 1930. Socia de número nacida en Ávila en 1897, y residente en Madrid, así lo hizo constar en su ficha de inscripción, si bien corroboramos ahora que por una cuestión de coquetería propia de la época, debió quitarse algunos años, puesto que familiares de la artista nos confirman como fecha de nacimiento el 16 de abril de 1894, en Ávila.

Autorretrato, Teresa Jiménez de Blas

Teresa era la segunda hija mayor del matrimonio formado por Arturo Jiménez García y Pilar de Blas Iturmendi. Sus hermanos varones, Arturo, José y Antonio, eran militares, mientras que su hermana María era maestra del Ayuntamiento de Madrid, destinada en las Escuelas Aguirre y la pequeña Carmen formó una extensa familia.

Su hermana María estaba casada con el pintor Leopoldo Barreda Aparici, que tenía su taller en la calle cardenal Cisneros nº 60 de Madrid, heredado de su padre, el también pintor Leopoldo Barreda Fontana.

Teresa vivió su infancia en Ávila, Valencia y Córdoba, ya que su padre era militar, rigiendo sus vidas los destinos asignados. Realizó sus primeros estudios en las religiosas escolapias de Valencia, donde recibió la primera comunión.

En 1906 fallece su padre y la familia se traslada a vivir a la calle Londres, 18 de Madrid Moderno, una colonia de hotelitos adosados de estilo modernista situada junto a la Plaza de Toros de Las Ventas, entre el barrio madrileño de La Guindalera y las Ventas del Espíritu Santo.

Retrato de María Salomé Montero en la revista Cosmópolis

El hotelito de la calle Londres era una casa que incluía comedor, despacho, cuarto árabe, salón japonés, mirador, balcón… y estaba decorada con piezas y muebles turcos traídos de la Exposición de París que combinaban con el estuco en las paredes, el artesonado del techo y el suelo de mosaicos de colores… e incluía también el estudio de la hija pintora que como vemos, estaba rodeada de estímulos artísticos.

Estudió en la Escuela de Bellas Artes, donde fue discípula de tres Socios Fundadores de la Asociación Española de Pintores y Escultores: José Garnelo y Alda, Cecilio Plá Gallardo y Julio Romero de Torres, especializándose en dibujos y retratos infantiles al carbón.

Retrato de Lolita Blas Piquer en la revista Cosmópolis

Complementó su formación como copista del Museo del Prado, a donde acudió regularmente entre 1924 y 1929, figurando en el libro de copistas un total de 28 visitas que incluyen copias de “Las Hilanderas”, “Saturno devorando a sus hijos”, “Judit y Holofernes”, “ Felipe II”, de Tiziano, Ribera, Velázquez, Goya, Fortuny, Murillo, El Greco, Houasse, Alonso Cano, Vicente López…

En 1929 participa en la Exposición Iberoamericana de Sevilla con un diorama de la vida cotidiana de Goya, un encargo profesional que pudo verse en las salas del Pabellón de Goya inspirado del cuadro “El niño del carricoche”, junto a copias de la producción del pintor, como el boceto de un cartón para tapiz y lienzos como el “Autorretrato” de Goya y el “Retrato de su esposa Josefa Bayeu” y dos pinturas negras “Saturno devorando a sus hijos” y “Judit y Holofernes”. Los cuatro, copias que María Teresa Jiménez de Blas pintó entre noviembre de 1928 y enero de 1929.

Diorama de la Quinta de Goya ex la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929

Participó en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1930 (diario La Libertad) con dos retratos, uno de María Salome Mantero Meléndez y otro del dominico Padre Antonio García Figar, y en la Exposición Nacional del Trabajo de la Mujer Española, organizada por la Acción Femenina de Barcelona, en Mayo de 1930, además de en otras muestras como la Exposición con la Unión de Damas de París.

Retrato de Lolita Calatrava en la revista Cosmópolis

Por el ABC de diciembre de 1930 sabemos que en ese mes inauguró en los Salones de la Sociedad Española de Amigos del Arte (Palacio de la Biblioteca Nacional) una “Exposición de retratos”, dibujos al carbón en sepia, en su mayor parte femeninos, con un total de 37 obras logrando, a juicio del diario “la condición primordial de todo retrato, que es el parecido”. La muestra se inauguró el 20 de diciembre de 1930 y se prorrogó hasta el 11 de enero de 1931.

Se relacionó además con el grupo de pintoras de la época que incluía a Inés Camprubi Mabón, y con socias de la Asociación Española de Pintores y Escultores como Carmen Álvarez de Sotomayor y María de los Ángeles López Roberts.

De la revista Blanco y Negro de mayo de 1930

En el diario La Época de 1930 se informa de que el periodista en cuestión, que no firma la crónica, ha estado en el estudio de la pintora, donde ha visto “con gran complacencia los últimos trabajos hechos por la misma, dedicados más especialmente al dibujo. Se trata de una serie de retratos de niños, asunto por el cual tiene la artista una marcada predilección y en los que muestra el acierto con que sabe interpretar esos deliciosos momentos del alma de los niños, recogiendo los rasgos más característicos dé la ingenuidad y la gracia infantil. Entre otros dibujos figuran los hijos del general Goded y de los señores de López Puigcerver, Sandio Muñoz, Suances, Arias, Menzel, Boza, Maulero, Sanfelíu, Barreda, Meléndez, etc También hemos visto otros retratos del padre fray Antonio García D. Vigar, doctor Codina y señora, Dionisio Pérez, generala La Torre, señoritas de Olavide, Robles, etc”.

Mª Teresa a la izquierda, junto a su cuñada, en Barcelona

En la revista Cosmópolis de mayo de 1930 apareció un reportaje sobre Teresa en la que el escritor, periodista y político Dionisio Pérez Gutiérrez, escribía: “Modestamente, laboriosamente, se va formando con una técnica personal esta singular artista María Teresa Jiménez de Blas. Ya pueblan su estudio numerosos retratos de muchachas y de niños en los que el temperamento de la artista se define con singular originalidad y amor. María Teresa resucita un arte que dio fama al gran dibujante catalán Ramón Casas. No ha habido, sin duda, sugestión de ninguna clase en esta renovación de un arte delicioso. María Teresa comenzó el aprendizaje de su técnica firme y singular, más que en clases de dibujos, en el Museo del Prado, copiando al óleo cuadros de Goya, de Alonso Cano y de Ribera. Aprendió a dibujar, en realidad, con el pincel más que con la barra de carboncillo. Hay, sin duda, un dominio del dibujo cuando se adiestra la mano reproduciendo la luz imprecisa de los contornos vagos, que finge la sombra, reproducida por el óleo. Bien pronto María Teresa utilizó este perfeccionamiento de la técnica dibujando con el lápiz con la misma suavidad, con el mismo matizamiento, con el mismo vigor de contrastes con que lo hacía Ramón Casas. Y cito reiteradamente este nombre porque ningún otro llegó en nuestro arte moderno a lograr los efectos que alcanzara con el lápiz el admirable dibujante catalán.En este arte de María Teresa revelóse una verdadera vocación por el retrato, y singularmente por los retratos de niños y de muchachas jóvenes. En esta singular predilección llega ya María Teresa a un perfeccionamiento sorprendente. Fingir la vida con la paleta plena de colores, pudiendo reproducir en toda su integridad la luz que marca los planos y matizar los volúmenes y graduar los deliciosos juegos de la sombra, si es cosa bien difícil, es hacedera para muchos; pero lograr estos efectos con el único tono de blanco y negro de que puede disponer el lápiz, revelar un alma con el trazado de las líneas que componen un rostro, fingir con un trazo en unos ojos la pasión o la serenidad, la gracia alegre o la melancolía, es una dificultad casi insuperable. No se necesita conocer a los modelos que María Teresa va reproduciendo para entender espiritualmente, ideológicamente, a las retratadas. Pocas veces en este arte moderno del dibujo se atiende con mayor acierto a la expresión interior, al estado de alma de los modelos. Hay (cuantos se dedican al arte de reproducir la figura humana lo saben) una dificultad enorme para pintar o dibujar mujeres jóvenes y niños, llegando a determinar la personalidad de cada una de las figuras reproducidas. En los rostros de los niños apenas hay detalles fisiognómicos que los distingan unos de otros; acontece cosa semejante con los rostros de las mujeres jóvenes. Esta dificultad la vence María Teresa con una técnica sencilla e ingenua; es arte más de sentimiento, de expresión del artista, que arte de precisiones del dibujo; es un arte de colocación, de descendimiento de la luz, de utilización hábil y sagaz de todos los elementos para lograr una expresión definitiva y una revelación de alma.  Allá en un apartado estudio del solitario barrio de Madrid Moderno, esta artista novel trabaja afanosamente y depura su arte en un progreso diario. Seguramente algún día se revelará al gran público en una Exposición de muchachas lindas y niños graciosos. Vale la pena preparar la consagración de esta artista, que trae al entristecido y preocupado arte moderno esta alegría sana de los niños que ríen y de las muchachas guapas que miran ya con ojos llenos de pasión o turbados de ensimismamiento”.

Retrato de Homín Arias en la revista Cosmópolis

En 1931 Ángel Ferrant, Socio Fundador de la Asociación Española de Pintores y Escultores, firma un artículo en El Heraldo de Madrid en el que escribe: “Mano de mujer. Una mano de mujer que expone, igualmente—hay tres Exposiciones ahora—, en uno de los salones de los Amigos del Arte». Mano minuciosa que quiere para su arte una pulcritud de buena labor, como si se tratase de buenos bordados de monjas o de esa maquinita Kodak con la señorita del traje a rayas y todo. Nosotros no conocemos a los retratados por María Teresa Jiménez de Blas. Si los conociésemos diríamos, sinceramente, algo sobre el hallazgo de los parecidos, pero así sólo podemos decir algo acerca de la técnica. Técnica de labor presentada después de bien lavadita y con el planchado hecho de brillo. Hemos visto por ahí, por constantes Exposiciones, muchos retratos como estos, que pudieran ser de la retratista en cuestión. En papeles sin una arruga, con un cristal preservador y con ese tono sepia de lo que se pretende hacer agradable se exhiben las obras. Rostros y más rostros en los que los rasgos trazados con un ritmo muy aprendido suelen tener todos ellos—y los de todos—un carácter igual. Sin embargo, es de ver y de considerar lo que María Teresa Jiménez de Blas ha trabajado. Presenta muchísimos dibujos y en la cantidad se aprecia una voluntad pegada a la obra, a hacer una determinada jornada de labor. Cueste lo que cueste. Aunque se apliquen las palabras que el Dios de las alturas dijo al hombre. Entonces al hombre y no precisamente a la mujer. «Ganarás el sustento con el sudor de tu frente».

La Unión Ilustrada  del 22 de febrero de 1931 reproduce un dibujo de la artista, añadiendo que “en este cuadro María Teresa Jiménez de Blas, titulado «Candor», es eso, el candor del modelo, lo que resalta en primer término. Por eso es tan difícil pintar a los niños. Porque hay en sus caritas ingenuas una expresión deliciosamente candorosa, que no está al alcance de todos los pinceles”.

La Unión Ilustrada

En 1932 se publica el apéndice del Diccionario ESPASA, que incluye un artículo biográfico firmado por Dionisio Pérez Gutiérrez, al que acompañan la reproducción de seis de sus dibujos.

Dos años más tarde, en 1934, el diario monárquico La Nación, reseña el acto de la bendición de la bandera de la Juventud Católica Femenina de la Parroquia de Covadonga de Madrid, en el que destaca que era una “verdadera obra de arte, debida, la parte de pintura, a la señorita Teresa Jiménez de Blas, y el bordado y confección a la presidenta de dicha Juventud, señorita Pilar Castro”.

En los primeros meses de la guerra civil y debido a su orientación católica, Teresa estuvo escondida en casa de Jacobo Boza Montoto y de su prima Carmen de Blas Hernández, ya que era de la CEDA, y persona muy activa. Después pudo trasladarse a Valencia, donde pasó parte de la guerra con la familia Robles Piquer, llegando más tarde a San Sebastián, a casa de su hermana Carmen. Al finalizar la guerra volvió a casa, al hotelito de la calle de Londres.

Hasta que perdió mucha vista y habilidad con las manos, María Teresa siguió pintando temas religiosos y retratos de encargo, sobre todo dibujos de niños, viviendo gracias a la pensión militar que cobraba desde 1938, vacante por fallecimiento de su madre, que ascendía a 1.250 pesetas anuales, y a los múltiples encargos profesionales que atendía, como los ángeles que realizara para la Iglesia de Covadonga de la madrileña Plaza de Manuel Becerra.

Falleció el 23 de enero de 1960, en la residencia de los dominicos de la calle Claudio Coello, 141.

Teresa Jiménez de Blas y la AEPE

* Al X Salón de Otoño de 1930 se presentó en la sección de “Grabado y Dibujo”, inscribiéndose como Jiménez de Blas (Doña Teresa), natural de Ávila. Vive en Madrid, Londres, 18 (Madrid Moderno). Concurrió con dos obras:

323.- “Retrato de A.J. (su  hermano Antonio Jiménez)”

324.- “Retrato de Teresita Meléndez”

Retrato de A.J. (su hermano Antonio Jiménez) presentado al X Salón de Otoño de la AEPE

Retrato de Teresita Boza en la revista Cosmópolis

Webgrafía y bibliografía

Archivos de la familia proporcionados por su sobrina nieta Susana Mazzarino Jimenez

https://wm1640482.web-maker.es/Mujeres-pintoras/Teresa-Jimenez-de-Blas/

https://es.calameo.com/read/001179791ef0c868eef6e

https://www.boe.es/datos/pdfs/BOE//1949/287/A04366-04367.pdf

https://bibliotecadigital.jcyl.es/bdter/i18n/catalogo_imagenes/grupo.cmd?path=10064837

https://fernandoalcolea.es/Pintoras-extranjeras-en-Espanya/Ines-Camprub/

La Época 8/3/1930

Heraldo de Madrid 3/1/1931

ABC 21/12/1930

La Libertad 18/12/1930

El Imparcial 19/12/1930

Ahora 20/12/1930

La Libertad 20/12/1930, 11/6/1930, 18/12/1930, 7/1/1931

El Heraldo de Madrid 3/1/1931

La Voz 2/1/1931

El Liberal 7/1/1931

La Unión ilustrada 22/2/1931

La Nación 23/4/1934

La Correspondencia de Valencia 26/5/1906

Cosmópolis, Mayo 1930

Archivo Histórico “Bernardino de Pantorba” de la Asociación Española de Pintores y Escultores

www.gacetadebellasartes.es

www.salondeotoño.es

Inauguración de la exposición virtual del 57 Certamen de San Isidro

El próximo día 5 de junio de 2020, a partir de las 18 h., la Asociación Española de Pintores y Escultores inaugurará la que es ya la segunda exposición virtual en sus 110 años de historia.

Para ello, el Presidente de la AEPE, José Gabriel Astudillo, ha enviado una comunicación a todos los socios en la que se les invita a acudir a esta misma página web, en la pestaña de «Certámenes y Premios», subpestaña «Certamen de San Isidro», en donde colgará una galería de fotografías del casi centenar de obras que se han presentado a esta convocatoria.

En su comunicación, nos dice:

«Queridos socios y amigos,

En el deseo de que os encontréis bien, os escribo estas palabras para informaros de que como ya sabéis, el 57 Certamen de San Isidro modificó sus bases para adaptarla a los tiempos que vivimos, convirtiéndose así en la segunda exposición virtual de la AEPE.

Todo ello ha sido gracias a vuestra participación y a pesar de que nos hubiera gustado inaugurarla junto a vosotros, las circunstancias actuales no lo han hecho posible.

Por eso hemos adaptado los contenidos al entorno web que haremos públicos el próximo día 5 de junio de 2020, a partir de las 18,00 h. momento en el que quedará inaugurada virtualmente la exposición de obras del 57 CERTAMEN DE SAN ISIDRO DE ARTES PLASTICAS Y TEMA MADRILEÑO DE LA AEPE.

Todo el equipo de la Asociación Española de Pintores y Escultores os envía un fuerte abrazo y sólo desea que la disfrutéis.

Como veis, seguimos haciendo historia… con mucho arte!!!!!

Os esperamos,

José Gabriel Astudillo López

Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores

 

Listado de participantes en la exposición virtual del 57 Certamen de San Isidro de la AEPE:

 

Cristina Agulló Tecles

Aracely  Alarcón Morales

Susana Alonso de Sousa

Carlos Andino

Ramos Andrés

Alejandro Aynós Romero

Beatriz de Bartolomé

Carmen Bonilla Carrasco

Tomi Caballero Sánchez

Martina Cantero Jiménez

José Luis Condado Ayuso

Concepción Cortés Aedo

Pilar Cortés López

Héctor Delgado Millán

Emilia Díaz Rull

Mariluz Dupont (Dupont)

Carmen Durán Sanz

Magdalena España Luque

Carmen Espinosa Soto

José Carmelo Esteban Gracia (Carmelo Esteban)

Jorge Eduardo Fernández

Rosa Fernández

Karlos Fernández Eguia (KarferEguia)

Sara Fernández Giménez  (Sara Ruano)

Susana Fernández Igual

Diego Fernández Sánchez

Mª Dolores Flores Verdú (Flor Verdú)

Herminda Gago Blanco

Félix Gala Fernández

María García García

Carmen García Mesas (Naná Messás)

Pedro Gómez

María Luisa González Ossorio

Agustín González Salvador

Carmen Guerra Linares

Marien de Haro

Antonio Izquierdo Ortega

Juan Jiménez

Rosa Mª Lecumberri

Liv Likart

Enrique López Sardón

Juan Manuel López-Reina Coso

Carlos Losa Revuelta

Juan Ramón Luque Ávalos

María R. Maluenda

Fernando de Marta

Andrés Javier Martínez Blanco

Leocadio Melchor

Geanina Miler

Antonio Municio

Miguel A. Muñoz Gómez-Platero (Platero)

Pedro Muñoz Mendoza

Jesús Nieto Pantoja

Juan Núñez Romero Cortés

Luis Pereira Miñones

Regina Pérez

Antonia Portalo Sanchez

Victoria Ramírez Escudero

Pablo Redondo (Odnoder)

Jorge Rodríguez Fernández (Jorge Yunta)

Esperanza Ruiz-Olmo

Mª Dolores Santos Castillo (Lola Santos)

Carlos Scidá Lucena

Jorge Andrés Segovia Gabucio

Lika Shkhvatsabaia

Begoña Sopena Fuster

Emilio Sotomayor

Linda de Sousa

Arturo Tejero Esteban

Antonio Téllez de Peralta

Austion Tirado Castellano

Rafael Torres Merino (Raf)

José Zahonero Vera

confinARTE CONSEJOS DE LA AEPE mientras dura el confinamiento Joaquín Besoy

Con la iniciativa #YoQuePintoEnCuarentena recordamos algunos momentos protagonizados por nuestros socios… Con mucho arte!!! Hoy es el turno de Joaquín Besoy

 

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confinARTE CONSEJOS DE LA AEPE mientras dura el confinamiento Manuel Salazar

Con la iniciativa #YoQuePintoEnCuarentena recordamos algunos momentos protagonizados por nuestros socios… Con mucho arte!!! Hoy es el turno de Manuel Salazar

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confinARTE CONSEJOS DE LA AEPE mientras dura el confinamiento Austión Tirado

Con la iniciativa #YoQuePintoEnCuarentena nuestros socios comparten con nosotros sus logros… Con mucho arte!!! Hoy es el turno de Austión Tirado y su exposición “Lo que no se inicia hoy nunca se acaba mañana”

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confinARTE CONSEJOS DE LA AEPE mientras dura el confinamiento Paz Díaz de Espada

Con la iniciativa #YoQuePintoEnCuarentena nuestros socios nos hablan de lo importante que es el arte en estos momentos… Con mucho arte!!! Hoy es el turno de Paz Díaz de Espada

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Felipe Alarcón Echenique expone en julio en Lisboa

A partir del 3 de julio, en la Nimba Art Gallery de Lisboa, el socio Felipe Alarcón Echenique expondrá sus obras bajo el título de “La ceguera”.

La presentación de esta nueva muestra del pintor cubano, corre a cargo de Gregorio Vigil-Escalera, De las Asociaciones Internacional y Española de Críticos de Arte (AICA/AECA):

LA CEGUERA ES VISIÓN EN FELIPE ALARCÓN ECHENIQUE

En la exposición que va a tener lugar a partir del 3 de julio en la galería Nimba Art de Lisboa bajo la cabecera  de “La ceguera” se descubrirá que la pintura del hispano-cubano Felipe Alarcón Echenique se construye como un breviario tanto bíblico como profano de un cosmos que se escalona verticalmente desde la superficie de la tierra hasta un cielo que se mantiene neutral.

Cada pieza es un episodio que sitúa la escena. Y al final se convierten en escenario múltiples bajo unas configuraciones plásticas concretas. Desde ellos las referencias surgidas son vehículos que nos conducen a unos hallazgos visuales, hallazgos que van definiéndose en la historia de unos seres, dioses y diablos sumidos en planos de extensión que se incardinan en una pandemia de invidencia y alucinación.

Sus rasgos estilísticos, completamente identificables, invocan a una imaginación medieval de fortalezas vulnerables. A una figuración que nos remite a ideas y percepciones, a sueños y quimeras acerca de una realidad que sufre en y por sí misma.

También nos remite a unas disposiciones geométricas precisas como círculos, esferas, elipses, etc., envueltas en unas tonalidades que revisten las formas orgánicas hasta completar sus fisonomías bajo la conducción algunas veces del numen de Saramago.

A través de todo este palimpsesto se advierten aspectos rituales como miembros, cabezas, un Cristo crucificado, animales, cuerpos, diablos, castillos, iglesias, etc., simbolizando ideas de sufrimiento, de redención y fin, con los que asistimos a toda una manifestación y reflexión ontológica que se encarna en una estética visual ligada estrechamente al desventurado tiempo presente sin un designio de futuro.

En definitiva, la búsqueda de innumerables significados que se hallan dentro de esta serie es la razón de que tenga una plasmación única y singular, la cual activa la participación e implicación del espectador en su percepción.

Exposición de Felipe Alarcón Echenique

Nimba Art Gallery

Rua Joao Serra Cunha, 40. Olivais . Lisboa

Inauguración: 3 de julio a las 18 h.

Del 3 al 31 de julio de 2020

Se ruega consultar horarios de visitas

Inés Serna Orts en la exposición virtual “Con mucha imaginación”

La socia Inés Serna, muy preocupada en temas sociales que refleja siempre en su obra y colaboradora en exposiciones y pintura en directo como la mujer, los malos tratos o la igualdad, participa en la exposición que bajo el título de “Con mucha imaginación”, comisaría Elena Velamos, Licenciada en Historia del Arte y María José Bro, Licenciada en BBAA y directora del programa “Por Amor al Arte” en Radio Inter.

Inés Serna Orts explora distintas realidades desde una perspectiva muy personal y particular.

A lo largo de su trayectoria ha experimentado tanto dentro del campo de la abstracción como de la figuración, creando un corpus de obras en la que el color tiene un papel fundamental. La iconografía de esta polifacética artista bebe de diversos universos y fuentes de inspiración, que son siempre reinterpretados de manera absolutamente original, rememorando los intensos colores, los delicados perfiles y la luz de su pintor favorito, Joaquín Sorolla (1863 – 1923)

Esta exposición permite conocer cuatro de las muchas temáticas que Serna ha abordado a lo largo de su carrera: la mujer, la naturaleza, la iconografía religiosa y la abstracción gestual. Todas las obras presentes en la muestra evidencian la fascinación de la pintora por el color más puro y vibrante, que desprende, independientemente de la temática, una profunda alegría. Además cabe destacar la pincelada tan personal de la artista, tanto en las obras figurativas como en las más abstractas; una pincelada rotunda, fuerte y decidida que acentúa los perfiles de las formas representadas.

De este modo, este recorrido por las cuatro salas, nos invita a adentrarnos en el original trabajo de la pintora ilicitense que no deja de preguntarse por la magia de la pintura.

Inés Serna es miembro  del Grupo ProArte y Cultura y de ABAE y actualmente tiene un espacio en la radio “Arte con M de Mujer” donde rescata a las Mujeres Pintoras a lo largo de la Historia.

 

Enlace de la exposición virtual “Con mucha imaginación”

https://www.facebook.com/538503926537546/posts/1366731490381448/?vh=e&d=n

Enlace entrevista Ondacero Elche sobre exposición virtual

https://www.ondacero.es/emisoras/comunidad-valenciana/elche/ines-serna-orts-presenta-su-exposicion-virtual-con-mucha-imaginacion_202005155ebe7f241b88dd0001f3023b.html

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