María Concepción Reneses Sanahuja

Por Mª Dolores Barreda Pérez

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LAS PRIMERAS ARTISTAS DE LA

ASOCIACION ESPAÑOLA DE PINTORES Y ESCULTORES

Desde su fundación en 1910, y después de haber tratado en anteriores números a las Socias Fundadoras de la entidad, y las participantes en el primer Salón de Otoño, vamos a ir recuperando de la memoria colectiva, el nombre de las primeras socias que vinieron a formar parte de la Asociación de Pintores y Escultores.

 

MARIA CONCEPCION RENESES SANAHUJA

RENESES SANAHUJA, María Concepción   A   1956. 1908  MADRID.   28 diciembre 1994, MADRID          

Acuarelista nacida en Madrid, en 1908.

Cursa estudios en la Escuela de Artes y Oficios durante siete años, obteniendo los Premios Extraordinarios de Dibujo, Pintura Decorativa e Historia del Arte.

Fundadora de la Agrupación Española de Aacuarelistas (AEDA), perteneció a su Junta Directiva, concurriendo a gran número de sus exposiciones colectivas y Salones del Consejo Nacional.

Casada con el también acuarelista y Vocal de la Junta Directiva de la AEPE, Luis Ruiz Vargas, que también concedería un único premio con su nombre en el Salón de Otoño de 1984.

Participó en las Exposiciones Nacionales, Bienales y diversos Concursos Nacionales convocados por la AEPE y por otras instituciones, siendo asidua a los Salones de Otoño, estando presente en los de 1949, 1952 a 1965, 1967 a 1971, 1973, 1977 a 1981, 1976 y de 1983 a 1989.

Obtuvo además premios y distinciones como la Tercera Medalla de Acuarela en el Salón de Otoño de 1956; Primera Medalla en el Salón de Otoño de 1964; Premio Marqués de Aledo en el Salón de Otoño de 1964; Medalla Prados López en el Salón de Otoño de 1973; Premio Galería Cema (Trofeo Cascorro) en 1973; Premio Excmo. Ayuntamiento de Madrid en el Certamen de San Isidro de 1978, etc.

También concurre a distintas ediciones del Salón de Otoño de Sevilla donde le conceden otros premios, como en la XXXII Exposición Nacional de Otoño: …“Treceavo: capitán general de la Segunda Región Aérea y Mando Táctico, con 20.000 pesetas, a María Reneses Sanahuja, de Madrid, por su obra pictórica “Amarillo”, número 40 del catálogo”…

Obtuvo además otras distinciones como la obtenida en el Congreso de Carreteras y en el concurso de la revista «Trenes».

El Ministerio de Asuntos Exteriores le concedió en 1953 una bolsa de viaje para ampliar sus estudios en París.

Su obra apareció ya en la revista Blanco y Negro del 25/01/1958, con motivo de la IX Exposición de la Agrupación de Acuarelistas …”en el Salón Dardo; treinta y dos expositores con un total de cuarenta y dos obras…“Plaza de Azoguejo” (Segovia), por María Reneses…. Entre los cuadros más interesantes de la exposición, para nuestro gusto, se hallan los de María Reneses, Eduardo Armenteros, Federico Galindo y Julio Quesada. La “Plaza del Azoguejo”, de María Reneses, tiene la dicción más graciosa de todas las obras expuestas”…. J.B.

En el diario ABC del 31/1/1959, Santiago Arbón Ballesté comenta, con motivo de la Exposición de la Agrupación de Acuarelistas y pinturas de Pennetier: …”en la Sala Toisón, en su décima exposición anual. 33 expositores y un conjunto de cuarenta obras, apenas si media docena de obras merecían atención…. ¿Qué más había en esta exposición? Dos cosas de Vicente Pastor Calpena, trazadas con cierto garbo; otras dos de Julio Quesada Gilabert, animadas por graciosos toques “tachistas”; dos también de Leopoldo Fabra Jiménez, y una de María Reneses Sanahuja, “Gris en Escocia”, encantadora acuarela en su refinada ingenuidad”….

En el ABC del 1/02/1964, Sanz Bermejo firma una nota relativa al XXXV Salón de Otoño en la que destaca:…“dos primeras medallas a “Carolina”, dibujo de Maruja Bardasano, y “La plaza”, acuarela de María Reneses.

En el ABC del 11/06/1964, Santiago Arbós Ballesté firma una crítica de la Exposición Nacional que se celebra en la Sala de Santa Catalina del Ateneo… en donde “María Reneses Sanahuja, como siempre, demuestra el dominio que tiene en su especialidad”….

Y ya con más extensión, en el ABC del 17/02/1965, Antonio Manuel Campoy firma una crítica en la que expresa que …”María Reneses. La obra de María Reneses es siempre un espejo sensibilizado a lo largo del camino, un espejo que refleja los paisajes con su luz y sus peculiares colores: Lequeitio y Villanueva de la Vera, Marsella y el Valle de Arán, Combarro y Colmenar Viejo… Excelente acuarelista, María Reneses tiene siempre algún nuevo mirador de España que ofrecernos (Salones Macarrón)”…

Dos años después, Campoy repite en el ABC del 21/03/1967: …”María Reneses –ya lo hemos dicho en más de una ocasión- es una auténtica virtuosa de la acuarela, y es, sin duda, de las que con más sensibilidad saben ver el paisaje urbano y la Naturaleza de nuestro país. Cada una de sus acuarelas es un ejemplo de excelente oficio, que es oficio de levedades y transparencias, de delicado dibujo y de espontáneo sentido del color. Sólo una mano experta como la suya puede ser capaz de dotar al paisaje de esa atmósfera coloreada que aquí tiene, de esa difícil luz que entibia los reflejos del agua (Salones Macarrón)”.

En la Gaceta de Bellas Artes de junio de 1977, María Reneses publicó un extenso artículo titulado “Semblanza de las tres castellanas”, dedicado a las ciudades de Ávila, Segovia y Toledo, en la que aporta su especial poética al rememorar los lugares más llenos de encanto de dichas villas.

Expuso individualmente en Madrid a lo largo de muchos años, así como en otras importantes ciudades españolas. Digna de mención la muestra que realizó en el Museo Nacional de Madison, Wisconsin (USA).

El 19 de abril de 1974, en la sede social de la Asociación Española de Pintores y Escultores, dio una curiosa conferencia acerca de las “Andanzas de una pintora por las tierras de España”.

Vocal de la AEPE de 1976 a 1978, también ocupó el cargo de Bibliotecaria entre 1989 y 1990.

Quedó ciega no mucho tiempo después de dejar el cargo.

Durante más de veinte años, patrocinó un premio que llevaba su nombre en los Salones de Otoño, premio especialmente pensado para los jóvenes acuarelistas, cuyos ganadores fueron:

PREMIO MARÍA RENESES – ACUARELA

1967        Pilar Cruz Iruela

1968        Ismael de Osma García

1969        Mª Rosa Pina Álvarez

1991        Pedro Gironell Piernau

1972        Milagros Gómez Hernández

1973        Josefina Gómez de Fuentes

1974        Mª Rosa Pina Álvarez

1977        Carmelo Basterra Ortiz

1978        José Estellés Herrero

1979        Aida Corina Omella Arranz

1980        Rafael Requena Requena

1981        Francisco Romero Solana

1982        José Abad Azpilicueta

1983        Luis Sauce Barros

1984        Matías Castro Moreno

1985        Rafael Guerra Sánchez

1986        Ester Estruch Gafarello

1987        Alberto Serrano Arizaga

1988        Jaime Galdeano Moreno

1989        José Ballester Santander

1991        Pilar Urtiaga Rodríguez

 

En el Salón de Otoño de 1967, justo al poco tiempo de haber fallecido, la Asamblea General, a propuesta de la Junta Directiva de la AEPE, la nombró Socio de Honor a título póstumo, destacando su faceta de “acuarelista, que formó parte durante años de la Junta Directiva, ocupando varios cargos, y que creó y mantuvo durante más de veinte años un premio con su nombre en los Salones de Otoño destinado a la promoción de jóvenes acuarelistas”.

Tiene obra en la Colección pictórica del Ayuntamiento de Sevilla, en donde aparece inventariada de la siguiente forma: María Reneses Sanahuja, con El Arbusto Rojo.

Sus temas preferidos eran las tierras y los pueblos de la geografía patria, tratados con peculiar decisión.

La obra de Aguilar Soria en la Casa de Vacas del Retiro

“Autorretrato” es una radiografía de la profesión de artista

 

La Asociación Española de Pintores y Escultores presentó ayer la exposición titulada “Autorretrato”, del artista Alejandro Aguilar Soria, que podrá verse hasta el próximo día 15 de agosto de 2018.

El éxito del acto vino resaltado por la excelente acogida de público con la que contó y que sobrepasó las expectativas iniciales, colapsando “literalmente” el aforo de la Sala de Exposiciones de la Casa de Vacas.

El acontecimiento reunió a socios, amigos y público en un acto que se desarrolló inicialmente en el Teatro de la Casa de Vacas, en donde Mª Dolores Barreda Pérez y José Gabriel Astudillo, Secretaria General y Presidente de la AEPE, presentaron al artista, que mientras explicaba a los asistentes el cómo, cuándo y por qué de esta exposición, proyectaba una serie de vídeos que acompañaban el recorrido de su obra.

Se presentó también el libro de artista titulado “Cuaderno de óleo”, una espléndida publicación que rinde homenaje a los 30 años de docencia de este genial autor, acerca de sus propias experiencias, conclusiones y técnica sobre el procedimiento pictórico y en el que queda reflejada la vida, personajes, anhelos y desvelos del propio Aguilar Soria.

El artista, que contó con la memorable asistencia de su madre, la también pintora Fernanda Soria y algunos de los miembros de su familia, no olvidó agradecer a todos cuantos han hecho posible la exposición, desde el propio Ayuntamiento de Madrid, pasando por la Asociación Española de Pintores y Escultores, así como a todos los relacionados con el estudio Larso, al Presidente de la Asociación Española de Críticos de Arte, Tomás Paredes, y muchos y reconocidos pintores y escultores como Ricardo Sanz, amigos, alumnos, admiradores y sorprendidos visitantes.

En total son más de doscientas las obras que conforman la exposición, una selección de los trabajos más significativos realizados en los últimos años por el artista español Alejandro Aguilar Soria, que lleva más de dos años sin realizar una muestra y que en esta ocasión aborda el difícil tema de la creación artística en una visión global, del propio artista.

Para José Gabriel Astudillo, Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, Alejandro Aguilar Soria “es uno de esos escasos artistas que ha sabido moverse en la frontera de lo moderno y la vanguardia más comprometida, siendo al tiempo respetuoso con la herencia de la pintura tradicional y clásica. Su enfoque es original y novedoso, puesto que aborda desde poesía experimental a los más atrayentes objetos de mercadotecnia, pasando por libros de autor, poesías visuales, óleos y acrílicos que hacen del autor un representante del genuino término de “artista” desde su más amplia concepción y dimensión polifacética, comparable a un genio creador como el propio Leonardo Da Vinci”.

“Aguilar Soria consigue ese mismo nivel de equilibrio, honestidad e interés desde el pensamiento contemporáneo. Su nombre debe equipararse a los de Dalí, Chirico o Magritte en su actitud y en su capacidad para hacer nuevo algo que, en realidad, siempre ha existido. Como todos los grandes, la pintura para él es la cima jerárquica de las artes y el dibujo, su gesto primordial”.

Alejandro Aguilar Soria (Madrid, 1962), se licenció en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid, realizando también estudios de Arquitectura de Interiores y de Relaciones Públicas y Publicidad.

Desde su más tierna infancia convivió con artistas e intelectuales de primer orden que poblaban su casa y visitaban a su abuelo, Francisco Soria Aedo y a su madre, Fernanda Soria, artistas reconocidos e injustamente olvidados, de quienes aprendió la limpieza del trazo, el dibujo y la técnica colorista que tanta fuerza dan a sus obras. Su experiencia en estos años marcará profundamente su práctica artística posterior, clásica y vanguardista.

Docente en varias escuelas artísticas, ayudante de estudio de otros grandes maestros, reaccionó a las tendencias conceptuales propias de los años 80 y comenzó su andadura artística personal en una pintura completamente identificable con su personalidad curiosa y soñadora. Actualmente, y tras una etapa de galerista en la que el éxito le alejó de su verdadera pasión, dirige su propio estudio de pintura.

Artista multidisciplinar, su trabajo abarca un amplio espectro de formas expresivas: fotografía, instalación, dibujo, poesía visual, grabado, pero es la pintura la que ocupa la mayor parte de su producción.

El eje temático que unifica el trabajo de Aguilar Soria, son los símbolos, signos y pictogramas y su interrelación con entornos propios e imaginados.

En sus óleos y acrílicos, sus personajes, generalmente hombres y mujeres anónimos, con frecuencia se dejan ver con posturas y apariencia triviales, mudas y también misteriosas, con elementos tan caprichosos como la prolongación de sus miembros en objetos inusuales que se convierten en las claves ocultas que sugieren la relación de estas figuras entre sí y con el espectador.

Entre sus referencias: la noche, la ciudad, la historia del arte, el cine, la fotografía, la sociedad, la religión, la cultura, la muerte, el sexo, los animales, las imágenes icónicas y legendarias, etc. Cualquier aspecto que incida en la formación del ser contemporáneo tiene cabida en su repertorio de ideas y reflexiones.

Sin embargo, hay un común denominador en su trabajo, en su pensamiento y en su obra: el hombre actual idealizado. Aguilar Soria eleva a la máxima consideración la idea del hombre múltiple, el comunicador, el que todo lo ve y todo lo maneja, el cercano y apasionado, el que se minimiza con la naturaleza y el paisaje urbano, con las galaxias y los elementos.

Ha realizado importantes exhibiciones individuales entre las que destacan “Mapas Iconográficos”, en el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla-La Mancha (Hellín. Albacete, 2009), “Icônes”, en la Galería D´Art du Rhône (Genève. Suisse, 2005), “Juegos”, en el Banking Credit Suisse (Madrid, 2001), “Exp. Multimedia”, en la Fundación C.M. (Madrid, 2000), ”Fractales”, en la Galería Elvira Carreras (Madrid, 1998), “Pictogramas”, en la Galería Laberinto (Granada, 1995), “Encuentros”, en el Museo del Arsenal (San Juan de Puerto Rico, 1984)…

Un amplio número de colecciones privadas e importantes  instituciones culturales tienen obra de este artista, siendo muchos los trabajos que ha exhibido en lugares tan excepcionales como el Museo de Las Escuelas de Luzón, ITIMUSEUM en Argentina, la Fundación Volpe Stessens de Buenos Aires, el Museo Manege de Arte Moderno de San Petersburgo, Sharjah Art Museum  de United Arab Emirates, la Biblioteca Nacional de Madrid, la Fundación Enzo Marini de Bolonia, el Circulo de Bellas Artes de Madrid, el Museo de Artes Decorativas de Madrid, etc.

Miembro del Salón de los XIII, Premio de Pintura “Eduardo Chicharro” del LXXIX Salón de Otoño de Madrid y el Primer Premio de la XXIV Exposición de Arte Animalista de la Academia de Arte y Letras de San Antón, tiene en su haber otras distinciones como el Gran premio Diógenes Taborda de la Fundación Volpe Stessens de Buenos Aires y el Premio de Pintura de la Sala Eureka de Madrid.

Para Mª Dolores Barreda Pérez, Secretaria General de la Asociación Española de Pintores y Escultores y miembro de AECA, “Autorretrato no es el fruto de una inflamada vanidad. Nada más lejos de Alejandro Aguilar Soria que hacer su propio retrato, sino radiografiar la profesión desde dentro, es decir, los desvelos, sinsabores, sufrimientos, glorias, triunfos y vanidades de los artistas.

Todo ello, a través de un recorrido en el que destaca claramente la genialidad de un creador que demuestra su desbordante imaginación, muy en la línea del surrealismo vanguardista de principios del XX pero completamente actualizado y renovado a través de personajes y situaciones nada convencionales.

Y es precisamente esa mezcolanza, esa fusión de la más tradicional pintura, entendida eso sí, como un dibujo base espectacular y una paleta de colores bien nutrida y soberbiamente mezclada, todo ello revitalizado por una visión actual onírica y sensual, en la que cobran vida las farolas, las puertas o las sillas, los monigotes de la lengua de signos y pictogramas animados que ha creado, fruto de una mirada reveladora y enigmática, soñados quizás algún día, y trazados al dictado de una mente siempre en ebullición, propia de un genio y de un loco, propia de un artista.

Uno comienza viendo los inicios del artista plástico, y llega a ver el desánimo que lo embarga, las primeras luces de un camino siempre difícil, los sinsabores de la envidia y la incomprensión, pero también situaciones cotidianas para todos los relacionados con este apasionante mundo, como la presencia de sus obras en certámenes y concursos, el rechazo, la indiferencia y por fin, la gloria de cuantos consiguen triunfar, con la degeneración mediática y de marketing que también conlleva la fama final.

También hay sitio para la soledad creativa, la individualidad intimista que da a luz obras e ideas con talento y reflejan la espiritualidad que esta profesión tiene más allá de las luces con las que a veces pueda deslumbrar. Y por supuesto, para la creación de obras en las que los sujetos son múltiples y se implican, como en el libro de autor que Aguilar Soria presenta y que sobrepasa cualquier propuesta materialista al compartir experiencias y secretos con los que sella una sincera comunión visual y creadora.

La muestra se compone de poesías visuales delicadas y atrevidas, rompedoras, inusuales, óleos, acrílicos y muchos, muchos guiños a la esencia de la creación artística, con piezas multifunción en las que destacan la versatilidad del uso y la idea innovadora de la que bien puede tomar nota cualquier artista con inquietudes que quiera comerse un mundo que Alejandro Aguilar Soria ya ha absorbido y vomita ahora en genialidades soberbias, fruto de una condición innata en él, acompañada de un extraordinario talento.

En esta exposición nada es fruto del azar, desde su recorrido hasta la disposición de las piezas, creando auténticas escenas que se convierten en poesía experimental, con guiños sumamente curiosos, en los que el artista demuestra su buen talante y su propia autocrítica en graciosos y detalles en los que merece la pena recapacitar y apreciar cada toque de genialidad que encierran”.

Exposición: “Autorretrato”

Artista: Alejandro Aguilar Soria

Del 19 de julio al 15 de agosto de 2018

De lunes a domingo, de 10 a 21 h.

Casa de Vacas del Parque del Buen Retiro

Paseo de Colombia, s/n

28009 Madrid

Teresa Condeminas Soler

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Por Mª Dolores Barreda Pérez

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LAS PRIMERAS ARTISTAS DE LA

ASOCIACION ESPAÑOLA DE PINTORES Y ESCULTORES

Desde su fundación en 1910, y después de haber tratado en anteriores números a las Socias Fundadoras de la entidad, y las participantes en el primer Salón de Otoño, vamos a ir recuperando de la memoria colectiva, el nombre de las primeras socias que vinieron a formar parte de la Asociación de Pintores y Escultores.

 

TERESA CONDEMINAS SOLER

 

CONDEMINAS SOLER, Teresa P  1928.  1905 BARCELONA

Nació en Barcelona el 27 de febrero de 1905 y falleció en la misma ciudad el 24 de enero de 2002.

Pintora clasicista-novecentista formada en la Escuela de Artes y Oficios de Barcelona, también conocida por Escuela de la Lonja, desde los 13 años y a lo largo de los 10 siguientes, tuvo como maestros a Félix Mestres, de quien aprendió el refinamiento y la corrección de la línea, y a Vicente Borrás, quien le transmitió el interés por la luz, rasgos siempre presentes en su producción artística.

Miembro de la Asociación de Arte de la Llotia, constituida en 1926, participó en las exposiciones colectivas que dicha entidad realizaba.

«El espejo»

En 1927 participó en el VII Salón de Otoño de la Asociación de Pintores y Escultores, con dos óleos titulados “Manzanas”, de 43 x 57 cms. y “Paisaje de San Ginés”, de 53 x 69 cms. y en cuya ficha de inscripción figuraba que era natural de Barcelona, donde residía, en la Calle Provenza, 332.

Participó desde muy joven en las Exposiciones de Primavera y en las Nacionales de Bellas Artes de Barcelona, donde muy pronto consiguió algunos premios.

Está documentada su repetida participación en las bienales de Venecia, como en la de 1938, en la que el comisario de la muestra fue Eugenio d’Ors, quien además de a Teresa, eligió a otros artistas como Zuloaga, Togores o Ciruela, si bien su nombre no consta en la relación del libro editado por el Ministerio de Asuntos Exteriores “Un siglo de arte español en el exterior. España en la Bienal de Venecia 1895 a 2003”.

Sí consta sin embargo, que participó en las de 1940 y de 1944. También lo hizo en la Exposición de Arte Español de Berlín en 1941.

«La carta»

En 1937 la artista donó dos de sus óleos titulados “Naturaleza muerta con frutas” y “Naturaleza Muerta con manzanas y uvas” para la exposición-subasta que debía celebrarse en México y recaudar fondos para las víctimas del fascismo. El barco que transportaba las obras de 121 artistas catalanes, fletado por la Generalidad de Cataluña, fue capturado por el bando nacional y las obras confiscadas y trasladadas a Burgos.

A pesar de las reiteradas participaciones en concursos y exposiciones colectivas de todo tipo, Teresa Condeminas no llevó a cabo ninguna exposición individual hasta enero de 1948, en el que se estrenó en la Sala Gaspar.

«Plenitud»

Posiblemente su producción no fue demasiado regular, pero siempre se mantuvo fiel a su manera de pintar, a su clasicismo-novecentismo de la primera época.

Cultivó casi todos los géneros pictóricos: paisajes, bodegones, figuras y sobre todo, desnudos femeninos de formas redondeadas, clásicas, claramente novecentistas. Los desnudos femeninos ocuparon un relevante papel en su producción de los años 30. En ellos queda patente su técnica cuidada y el refinamiento empleado en la representación de los cuerpos desnudos de texturas nacaradas, de líneas perfectas, de composiciones estudiadas y pinceladas tan suaves que parecen casi imperceptibles; en definitiva, unos rasgos que junto con el tratamiento de las telas llevaron a los críticos a hablar de pintura ingresiana.

Con todo, sus figuras respiran cierta frialdad cercana a una falta de sentimiento o una actitud extremadamente distante que posiblemente la llevaron a una obsesiva representación de los rostros, repetidos muchas veces, algunos de los cuales tienen cierta apariencia de máscara picassiana.

Su manera de hacer ha sido considerada de pulcra, reposada y de un perfecto clasicismo.

Sus desnudos y las representaciones de figuras femeninas se pueden considerar como los últimos coletazos del clasicismo novecentista.

También se dedicó a la docencia: impartió clases de dibujo y de pintura en su estudio situado en los alrededores de la Sagrada Familia de Barcelona.

Teresa Condeminas se casó con el también pintor Lluís Muntané Muns (1899-1987), que fuera Director de la Escuela de Bellas Artes de Barcelona (1945-48), donde ejerció de profesor hasta su jubilación.

Al quedar viuda, vivió sola en su casa, teniendo su estudio en la cuarta planta de su mismo edificio y pintando hasta los 95 años de edad.

Bibliografía y Webgrafía

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www.gacetadebellasartes.es

Referencias

Saltar a:a b Emiliano Vega (29 de septiembre de 2009). «Teresa Condeminas, en el ‘Espacio Dedicado’ del Museo Provincial». El Mundo (España). Consultado el 3 de enero de 2013.

Referencias 

↑ Ir a:1,0 1,1 1,2 1,3 1,4 1,5 « Teresa Condeminas Soler ». Diccionario Biográfico de Mujeres Barcelona: Asociación Instituto Joan Lluís Vives Web ( CC-BY-SA vía OTRS ). [Consulta: 27 de marzo 2018].

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Archivo Histórico “Bernardino de Pantorba” de la Asociación Española de Pintores y Escultores.

Mª Dolores Barreda e Itziar Zabalza. Congreso Internacional de Crítica de Arte. Museo Reina Sofía

Mª Dolores Barreda e Itziar Zabalza, comunicadoras en el Congreso Internacional de Crítica de Arte en el Museo Reina Sofía

 

RETROCEDER PARA TOMAR IMPULSO: REGENERACION Y REINSERCION DE LA CRITICA DE ARTE

Mª Dolores Barreda Pérez

Itziar Zabalza Murillo

 

 

Introducción 

No busca este texto realizar un estudio de la evolución de la crítica de arte, ni sobre la crítica de arte propia de periodos y contextos culturales concretos, ni sobre la falta de publicaciones con referencias a los críticos de arte, ni sobre sus antecesores.

Tampoco buscamos abordar la problemática de un oficio sobre el que ni siquiera existe una definición precisa, ni un diploma universitario para enseñar a ejercer la profesión. Sobre todo, porque actualmente, el oficio ya no se vincula a ningún tipo de escrito sobre arte, ni se identifica únicamente con la producción de textos.

Decía que no está clara la noción de crítica de arte y, por tanto, de un crítico de arte, si bien se le presupone el papel de intermediario entre la sociedad y el arte actual.

Los artistas no prestan ya ningún tipo de atención a los críticos de arte. Lo preocupante no es que para ellos la importancia de la crítica sea nula, sino la indiferencia que en ellos provocaría incluso su posible desaparición.

El oficio de crítico de arte vive una profunda crisis explicada en algunos temas concretos o puntos base, algunos obvios, otros que sugerimos, y sobre los que nos gustaría llamar la atención:

  • La escasa popularidad de su trabajo
  • El limitado acceso a los circuitos pedagógicos
  • La proliferación de la crítica institucional, donde los críticos publican en catálogos que sólo leen los entendidos
  • La insignificante presencia de la crítica en los medios de comunicación
  • La nula influencia de la crítica frente a la noticia, la opinión y el comentario
  • El desacertado papel de los críticos en el mercado profesional en el que cumplen funciones por las que pierden su propia rectitud de criterios y con la tendencia a ser complacientes con el mercado
  • La interpretación que hace el crítico de los artistas, generando una visión irreal de los mismos como de mitos y genios e inventando, propiamente dicho, al artista
  • El criterio de oficialidad existente en la escasa crítica de arte actual, que apuesta únicamente por lo seguro y políticamente correcto
  • El crítico de arte no tiene ni defiende su criterio personal, sino que se limita a seguir el curso que manda la artibraria y errática moda, desprovista del menor interés por el arte
  • La tendencia del crítico de arte a ser comisario de éxito, dirigir centros artísticos, museos, colecciones, asesorar en la compra de obras de arte para esos centros, programar ferias de arte y realizar exposiciones
  • El nuevo rol de crítico-comisario no deja lugar a la crítica aséptica
  • El crítico de arte no siente la necesidad de tener escritos o una obra escrita, para ser reconocido
  • La crítica de arte actual ya no se asocia a escritos, como hemos dicho, a pesar de que ésta represente el puente entre la cultura visual y la escrita
  • La existencia cada vez mayor de los críticos ágrafos, que únicamente acumulan cierto prestigio por realizar otro tipo de actividades como asesorías, comisariados, cursos o jurados
  • El crítico de arte ya no cuenta con lectores
  • Los lectores ya no gozan con los críticos, ni con su lectura
  • El lenguaje utilizado por los críticos es cada vez más pedante y se basa en eufemismos para enmascarar las carencias intelectuales de algunos
  • El uso generalizado de eufemismos ha alimentado y han separado aún más a la crítica del arte de la sociedad, con un abuso cínico, grosero e incluso perverso
  • El público no especializado no entiende conceptos ni filosofías comparadas que aparecen en las críticas
  • El público en general, rechaza los circunloquios, perífrasis, rodeos, ambigüedades, metáforas, símiles, tecnicismos ininteligibles, anglicismos innecesarios y prefiere ideas y conceptos directos, frescos y simples
  • El abuso en la crítica de arte “del arte de no decir nada”, que deviene en que no diciendo nada, estoy diciendo algo
  • La opinión generalizada que la sociedad tiene acerca del crítico de arte sobre la profunda falta de honestidad y de libertad con que trabaja
  • Ser crítico de arte no es un seguro que presupone que redacta bien una crítica
  • La sociedad y su percepción del arte han cambiado su forma de interactuar, pero el crítico no
  • Los artistas existen y triunfan sin críticas

Un panorama desalentador, como vemos, que hace replantearse completamente la profesión de crítico de arte. Se impone la regeneración de la profesión y quizás la revisión pase por hacer una profunda exploración histórica de las autoridades de la crítica de arte.

A pesar del individualismo que caracteriza al crítico de arte, que prefiere mantenerse al margen de asociaciones profesionales que defenderían y velarían por el oficio y la profesión, convendría replantearse su trabajo para impulsarlo, teniendo como base lo construido por otros críticos.

En las asociaciones de críticos de arte no hay cabida para quienes estudian el arte del pasado. Quizás sea este un apunte más que ha propiciado su crisis y cuestiona continuamente sus planteamientos entre artistas y público en general.

El primitivismo del oficio de crítico de arte se limitaba a escribir para el público, describiendo las muestras para aquellas personas que no pudieran visitarlas. Una función extraordinaria, ya que, si la crítica no hablaba, no se llegaba a conocer a un artista. Poco a poco, este oficio fue adquiriendo mayor importancia, avanzando conforme lo hacía la sociedad y las necesidades del público.

La crítica de arte llegó incluso a conseguir en algún momento, la autonomía intelectual que más allá del propio artista, requería. Y lo hizo con una visión cercana y natural. Por eso, algunas críticas no gustaban a los artistas.

Comparación de la crítica actual con la antigua

El lenguaje de la crítica de arte se ha ido haciendo cada vez más difícil de interpretar para los no iniciados. Cada vez se utiliza más un lenguaje poético y académico que antes no tenía, y contra el que el propio Baudelaire, fundador de la crítica moderna de arte, arremetía, invalidando la crítica canónica y amiga de literaturizar el tema pictórico… crítica de arte literaria que se va por las ramas y se queda sólo en capricho de novelistas y poetas.

El momento de máximo esplendor de la crítica de arte utilizaba un lenguaje más descriptivo que reflexivo, con escritos breves y caracterizados por la capacidad de síntesis de sus autores. Los expertos en sintetizar el conocimiento artístico, no filosofaban en sus escritos relacionando conceptos, autores, obras y movimientos, porque ello inducía a confundir al público.

Los críticos de arte decían lo que pensaban sin utilizar retóricas infumables. Su misión no era intentar quedar bien con todos, como ocurre ahora, sino hacer una crítica que merecía ser leída de principio a fin en un ejercicio de reflexión que evitaba el dogmatismo y la banalidad que sólo usa el ejercicio de la mera descripción y la crónica social.

Desde hace dos años, la Asociación Española de Pintores y Escultores, entidad a la que representamos con esta ponencia, está realizando una gran labor cultural con el llamado “Archivo Histórico Bernardino de Pantorba”, en honor a uno de nuestros más ilustres socios y recordado crítico de arte.

El trabajo consiste en la digitalización de la Gaceta de Bellas Artes, un boletín nacido junto a nuestra entidad en 1910, y que cuenta ya con 108 años de historia, cuya digitalización facilitará el trabajo y labor de críticos e historiadores de arte, cuyas consultas recibimos continuamente y que de esta forma podrán trabajar online a través de la web que a tal fin hemos creado.

La particularidad e importancia de la Gaceta de Bellas Artes, que muy pronto presentará públicamente el Ministerio de Cultura, radica en su edición ininterrumpida durante 25 años, siendo referencia obligada del mundo artístico en años en los que apenas existían este tipo de publicaciones en España y en la que colaboraron importantes escritores y críticos de arte.

Desde nuestra privilegiada situación de gestores de tan importante patrimonio cultural, nos hemos atrevido a estudiar y analizar algunas críticas de arte publicadas en sus primeros años, para confrontarlas con algunas otras actuales, intentando razonar sus diferencias, de forma que saquemos algunas conclusiones que nos sirvan en este Congreso.

Hemos decidido utilizar como ejemplo una crítica que se publicó en el número 441 de la Gaceta de Bellas Artes, correspondiente al mes de enero de 1935 (Año XXVI), firmada por el escritor gallego Enrique Estévez Ortega y titulada “Una gran exposición”.

 

 

El autor analiza la exposición de arquitectura que lleva a cabo el arquitecto Castor Fernández Shaw[1] y lo hace de una manera genérica, es decir, no analiza una única obra, sino el conjunto expuesto, aportando razones sólidas que explican y avalan una muestra en la que el público puede ver y aprender.

Y lo hace con un lenguaje llano y directo, haciendo que la crítica, pese a estar relacionada con un tema no muy habitual para todo el público, sea más cercana a cualquier lector. Podría decirse que es un claro ejemplo de lo que se esperaría de una crítica de arte de la época, pero que podemos afirmar que seguiría siendo válida en la actualidad, tanto por el contenido como por el continente. Es completamente atemporal:

Cada vez son más frecuentes, aunque no todo lo que debieran las exposiciones de pintura, escultura y grabado, pero los arquitectos rara vez muestran a la pública curiosidad sus obras ni muestran por las exposiciones nacionales y los premios la preocupación que sus compañeros en arte, los pintores y escultores.

Así, pues, cuando de tarde en tarde se organiza una Exposición de Arquitectura tarda la masa en preocuparse y en estimar la obra presentada, a fuerza de perder la costumbre de ver proyectos y modelos o maquetas. Sin embargo, la Exposición del señor Fernández Shaw ha causado una excelente impresión y una curiosidad insospechada.

Cierto que el notable arquitecto ha sabido escoger lo más espectacular y de público, y así no es extraño que el público se agolpe entre sus elucubraciones fantásticas y ante sus proyectos, ante sus realizaciones arquitectónicas y ante las maquetas y estudios de ciudades futuras…

Pediríamos que cundiese el ejemplo si sospecháramos que íbamos a ser escuchados, pero mucho tememos que los demás arquitectos no le imiten, y eso es una pena. Y algo verdaderamente raro. Porque si hay en la actualidad un arte que muestre más inquietud y cuyas audacias no choquen, es precisamente el arte arquitectónico. Todas las audacias y modernismo que se aparecen en Arquitectura tienen inmediatamente gente que lo admira y apoya. La vanguardia se ha hecho popular únicamente en Arquitectura. Ni en pintura, ni en escultura, ni en grabado se toman en serio los modernismos, ni las nuevas corrientes y teorías. Y, sin embargo, en Arquitectura se tolera todo.

Es más. Hay gente que no consiente colgar en su casa un cuadro de esos que el vulgo llama “futuristas” y, sin embargo, admite en la decoración de sus interiores o en la construcción de su vivienda las normas más audaces y atrevidas de hoy.

Fernández Shaw nos muestra una obra muy considerable, muy variada y que le define de una vez. Sobre todo es muy convincente. Por que no se ha limitado solamente a exponer proyectos y acuarelas y fantasías. Es que al lado de gigantescos proyectos y de ideas bellísimas y de grandes monumentos se exponen obras ya realizadas, soberbiamente conseguidas, de un interés y de una importancia extraordinaria. Saltos de agua prodigiosos con adelantos e innovaciones importantísimos, en los que el arquitecto, además de resolver dificultades y problemas de orden técnico, ha resuelto de forma y ha hecho una verdadera obra de arte. A lo útil se une lo bello. A lo práctico el encanto de la forma y la belleza de la línea.

Fernández Shaw es un precursor, además, y por eso ha hecho muy bien en exhumar viejos proyectos que luego más o menos hemos visto plagiados. El mismo sistema de iluminación indirecta y de grandes haces de luz proyectándose contra el cielo y otros sistemas están, por ejemplo, en su obra que titula “Monumento a la Civilización”, a las grandes conquistas de la idea, a las victorias alcanzadas por el hombre sobre la naturaleza. El autor explica así su proyecto: “El monumento se construiría en el muro de una gran presa. Las aguas encauzadas en las turbinas producirían fuerza eléctrica, simbolizando una de las mayores conquistas; la transformación de la energía. En el centro del muro de mármol se eleva una estatua de hombre. En el zócalo figuras humanas con ofrendas, simbolizan las Religiones, las Civilizaciones Griega, Egipcia, Oriental, el Renacimiento, la Revolución francesa, etc… Los pilonos albergarían las centrales eléctricas y dos templos: el de la Belleza y el de la Ciencia. Por la noche, cuando las ciudades duermen, cuando la Humanidad eleva su espíritu de la cúspide de los pilonos surgirían dos rayos de luz de potencia máxima.

En su exposición hay para todos los gustos, además. Para el que estime como necesario esas casas de líneas planas, verticales y horizontales de simplista estilización y de severidad rígida de líneas y volúmenes. Para los que sueñen con obras grandiosas de estilo “kolosal” y que parecen grandes poemas épicos corporeizados. Para los que quieran grandes rascacielos de depurada línea y para los que gusten de las graciosas líneas y arrequives pintorescos de un cortijo andaluz…

Acaso por esto, el que vaya buscando una personalidad definida, un estilo peculiar, al pronto no lo encuentra. Entre tanto proyecto y fotografía, dibujo y acuarela se encuentra uno despistado. Y el que no sea observador se irá de allí sin encontrar, o sin dar, mejor dicho, con el ideal estético de este poeta arquitecto. Y, sin embargo, es de los arquitectos que tienen un estilo más propio. Acaso porque sea un gran poeta. Y todos los poetas tienen una manera, que es lo más que se parece al estilo.

Le seducen y encantan por igual el gran monumento y el pequeño cortijo. Del gran monumento práctico tenemos el Monumento Faro a Colón, obra grandiosa, de proporciones y de idea, y el monumento a la Humanidad. Ambos grandiosos de concepto, de ímpetu wagneriano, de imponderable grandeza.

Y luego unos cortijos y unas escuelas que son un primor de línea y de utilidad práctica. Claro está que la Arquitectura es lo que menos se presta para tener un estilo propio, porque hay que contar con las intemperancias del cliente, siempre con las necesidades del terreno y con el emplazamiento que no consiente siempre unidad de estilo. Cada lugar requiere su estilo. Cada ambiente y cada temperatura. Lo interesante del arquitecto es dar con el estilo y la forma apropiados.

Por lo que se ve, Cástor Fernández Shaw sabe esto muy bien. Conoce el oficio, las necesidades actuales y, sobre todo, tiene una rica imaginación, que no se circunscribe al proyecto, que es donde tantos arquitectos triunfan, sino que lo mejora en la realidad y al llevar a la práctica el modelo. Esto es lo que advertimos con las fotografías de las obras que ha realizado y que presenta junto a los proyectos. Sueña, sí, muchas veces. Pero dichoso de el que lleva a la vida y a la forma esas siluetas imprecisas que ha concebido su imaginación[2].

Tras leer esta crítica, uno piensa que querría ir a ver esta exposición, que sería estupendo ir a verla y tal y como nos lo ha contado, hasta iríamos a disfrutar.

Hemos comparado este texto con otro firmado por el crítico Fernando Castro, titulado “Murillo, lo que nos falta del artista”, publicado en el ABC Cultural del 12 de diciembre de 2017[3], y en el que observamos cómo el crítico se distancia del lector, en un ejercicio de comparaciones y símiles que hacen aún más fresca la crítica de 1935:

 

 

Murillo, lo que nos falta del artista

Al cumplirse el IV centenario del nacimiento del pintor sevillano, es buen momento para acercarnos a él con otros ojos.

Fernando Castro Flórez

En pleno Síndrome de Estocolmo, alucinando con Los Torreznos en el pabellón de Madrid en la Feria del Libro de Guadalajara, escuché como decían «Murillo» con un tono categórico. Estaban parodiando los rituales de la cultura y venía al pelo un «partido de fútbol» entre pintores españoles e italianos. Las voces con soniquete de comentarista deportivo desgranaban las «alineaciones» sin faltar Canaletto, Tintoretto o Madrazo y el prodigioso Murillo.

El fantasma del pintor me perseguía y no podía rajarme en Jalisco. Sus inmaculadas y visiones místico-religiosas ocupaban en mis recuerdos pantanosos el ámbito de lo prodigiosamente relamido. Aquel barroco etéreo y esas epifanías ingrávidas no son la mejor ración visual para los que fuimos aleccionados en la retórica de la enfermedad histórica. El mecanismo conmemorativo cultural me llevó a revisar los cielos de este naturalista, en un tiempo desquiciado, en el que toda reaparición de la tradición puede desbarrar hacia la «zombificación».

El naturalismo amable y sosegado de Murillo es intempestivo; las temáticas bíblicas del Buen Pastor o las Bodas de Caná son, aunque no podamos apreciarlo, corrosivas para una sociedad atolondrada donde toda abundancia conduce al Síndrome de Diógenes.

«Pedazo de naturaleza»

Cuando hasta el neobarroco es prehistórico (tan viejuno como el postmodernismo), regresamos a la antesala del rococó, ese arte de la disimulación que podría emparentar, aunque suene aberrante, a Murillo con ciertas fotografías de Cindy Sherman. Allí donde algunos encuentran el colmo de la naturalidad, esa belleza que, en Murillo, seguiría siendo un «pedazo de naturaleza», sospecho que late lo artificioso, un arte -podríamos decir- de la transcendetalidad «maquillada-.

Su sombra puede intuirse en Cindy Sherman o Jeff Koons

Desparramando las analogías, me interesa recordar que «Made in Heaven» de Jeff Koons, sus acrobacias sexuales con Cicciolina (encaminándose hacia su mimetización con la estética de Lladró), es contemporánea de la mítica caída del muro de Berlín y también del panegírico neo-com de Fukuyama en el que vendía el humo del fin de la Historia.

Esa teatralización erótico-paradisiaca que era una suerte de funambulismo en plena catástrofe está en extraña sintonía con las visiones arrebatadas del Murillo, siempre y cuando aceptemos que la lectura oportuna e incluso oportunista es inevitablemente perversa.

El arte de las golosinas

Las dulces visiones de Murillo no son ni mucho menos el fundamento del arte de las golosinas, de la misma forma que la picaresca que pintó aquél ha sido superada por ciertos profesionales del trincamiento actual. Sin embargo, la aproximación a la indigencia y la meditación sobre la soledad del pintor sevillano no dejan de ser urgencias contemporáneas. Perdiendo tiempo en Internet, he vuelto a contemplar «Niño riendo asomado a la ventana», un pequeño cuadro de Murillo que está en la National Gallery de Londres, y he sentido que me comprometía, como si estuviera invitándome a un juego infantil. Buscaba a los perros que en tantas obras miran los trozos de comida que los niños se llevan a la boca, pero terminé pasmado en una nadería en forma de sonrisa.

No podremos saber nunca qué está mirando ni la razón de su felicidad. Acaso lo que está «fuera de campo» sea lo más importante, lo que falta, el resto que Murillo no quiso pintar. Aquí no asistimos al despiojamiento que también pintó, aunque nos pica la curiosidad. Parece que se ríe mordiéndose la lengua, como Duchamp, con una familiaridad inquietante, viendo algo decisivo e invisible: una alegría que nos (hace) falta[4].

Esta crítica, mucho más reciente que la anteriormente mencionada, es totalmente diferente. Cierto es que quizás no sea comparable la crítica de una exposición abierta con la aproximación a un autor cuya exposición va a centrar todo un año artístico, pero si en la primera es innegable que nos acercaríamos a verla, en la segunda hace más que dudoso si cabe, pensar en acudir a ver a Murillo cuando se realice la muestra.

El autor ha utilizado un lenguaje mucho más técnico, que lleva a que se reduzca el target al que va dirigido. Hace referencia, además de a Murillo, a otra serie de artistas mucho más actuales, y según el lector va avanzando en el texto, se pierde, ya que llega un momento en el que no sabe si se está hablando de Murillo, Duchamp, Jeff Koons, o Cindy Sherman.

El público que no está formado en arte, muchas veces no entiende este tipo de comparaciones, ya que para ellos cada movimiento artístico es independiente, es decir, desconocen que a raíz de un movimiento salen otros.

Lo que sí es cierto es que, a diferencia de la mayoría de las críticas actuales, habla del conjunto de la obra de Murillo en general, no de una obra en concreto que está en una exposición, algo casi inaudito hoy en día.

Frente a lo ya dicho y expuesto, y a pesar del panorama tan desalentador que vivimos, sí creemos que la figura del crítico de arte es necesaria en la sociedad. Lo es, pero no entendido como en la actualidad.

Es necesario el oficio de crítico de arte porque la sociedad necesita saber la verdad del arte hoy en día. Necesita una guía urgente en la que basar su apreciación en una maraña de arte en el que “todo vale”, aunque ese sea tema para otro congreso.

Pero el crítico debe cambiar también para volver a erigirse como librepensador y exponer al público las bondades o necedades del arte contemporáneo, alejado de todo clientelismo que envilezca y desacredite su trabajo.

Escribir crítica de arte requiere una gran autocrítica, rigurosa, capaz de entender que pensar es hacerlo con estilo. Requiere establecer un diálogo apasionado con la obra que va a analizar y saber expresarlo correcta y sencillamente.

Es imposible hacer una crítica de arte por encargo de algo que al crítico no le gusta, y tener después que ser consecuente con un pensamiento y una estética, porque esto mermaría la honestidad y la libertad con que la que trabaja.

Es verdad que también incide en este punto el saber escribir y saber traspasar la excitación por una obra al lector o al oyente, pero en este punto entramos también en otros temas que ahora no son centro de este Congreso, como son las técnicas de comunicación.

El buen crítico de arte debe ser capaz de llamar la atención sobre una obra a través de una sensibilidad tal que el público sienta la imperiosa necesidad de ver con sus propios ojos toda la grandeza que el crítico de arte nos ha transmitido.

Esa función en un crítico de arte, lo convierte en un mago, con un poder maravilloso para transmitirnos la sensibilidad del arte. Y como todo lo extraordinario, es necesario en una sociedad como la nuestra.

Cierto es que hay mucho que trabajar sobre las breves conclusiones que podemos sacar de este análisis, pero tenemos a nuestra disposición una entidad como es la Asociación Española de Críticos de Arte, que puede aglutinar todas las experiencias que acerca del oficio reunimos, y puede capitanear esta nueva regeneración necesaria y urgente.

Como agentes validadores de artistas, los críticos de arte deben emprender su particular revolución para llegar a justificar su existencia en un momento en el que no tienen validez sus fórmulas. Quizás repasando el inicio de este texto, cuando relacionábamos la situación actual de los críticos de arte, y tras los ejemplos abordados, podamos encontrar algunas propuestas que nos hagan plantearnos si el camino que estamos trazando es el correcto.

Conclusión

Una vez estudiado todo el conflicto, problemas de la crítica de arte actual, estos son los aspectos que se deberían mejorar.

Habrá que intentar acceder a los circuitos pedagógicos para dar cabida a la función social del arte en el sistema pedagógico actual

Debemos reclamar urgentemente la presencia real de la crítica de arte en los medios de comunicación a través de los órganos colegiados, explicándoles por qué son necesarios los críticos de arte

Retorno al primitivismo de la crítica de arte, objetiva y necesaria

Desmitificar a los grandes del arte

Ecuanimidad de criterio. El crítico debe alejarse de lo políticamente correcto

Crítica aséptica

Honestidad y libertad de expresión

La búsqueda de nuevos lectores a través de los nuevos medios

El retorno a un lenguaje sencillo, claro y conciso

Unas normas mínimas en la profesión que aseguren que pese a serlo, no todos sirven como crítico de arte

El acercamiento a los artistas de un modo sincero con críticas veraces que a pesar de generar pocos amigos, sienten las bases de la confianza en el público

El estudio de los grandes críticos de arte ayudará a no cometer los mismos errores en el futuro

El fomento del asociacionismo profesional del oficio

La redacción de una serie de criterios a través de los cuales los críticos lleven a cabo sus escritos, conformando un canon o nomas de estilo con unos juicios actualizados

Para juzgar es preciso comparar con una norma, es decir aplicar un criterio

Según las sabias palabras de Luis Racionero:

La usencia de estos criterios o cánones hace que no existan los críticos, solo corifeos. La destrucción del crítico, su eliminación, la disolución de su papel en el proceso artístico fue la gran victoria conseguida por quienes desearon supeditar el arte al mercado. En adelante el mercado sustituirá al canon como juicio de valor estético. Ya no hay que cumplir más reglas al crear, solo hay que alcanzar unos precios al vender[5].

La redacción de un código deontológico que evite la continua situación de intrusismo en el oficio

Mirar atentamente lo ajeno y saber transmitirlo, de forma honesta y veraz, es una necesidad real que debemos hacer llegar a la sociedad para justificar nuestra existencia.

Vistos todos estos puntos, proponemos el siguiente proyecto. Se trata de una guía de arte llamada “GuiArte”. En ella los críticos escribirían de forma anónima (cada uno con su pseudónimo) y sincera sobre diferentes exposiciones. Sería volver a los orígenes de la crítica. De esta manera, la crítica poco a poco se volvería a hacer cada vez más importante en la sociedad, ya que los ciudadanos interesados en la cultura recurrirán a los escritos para saber si merece la pena o no visitar una exposición o ir a otra. Cabe mencionar que, a través de este blog, también se daría a conocer no solo artistas sino también espacios expositivos que hasta el día de hoy han sido y son un auténtico desconocido para el público.

Bibliografía

REAL LÓPEZ, Inmaculada, 2009, El coleccionismo de arte en la actualidad. Casa//Arte, Madrid p.15

GARCÍA GARCÍA, Óscar,2009, Quién es quién en el mundo del arte, Casa //Arte, Madrid, pp. 82-83

RACIONERO, Luis, 2015, Los tiburones del arte. Stella Maris, Barcelona, pp.7-121

THORNTON, Sarah, 2017, Siete días en el mundo del arte. Edhasa, Barcelona, pp. 19-234

BAUDRILLARD, Jean, 1994, The cultures of collecting: The system of collecting. Reaktion Books, London, pp. 7-24

BENJAMIN, Walter, 1988, El concepto de crítica de arte en el romanticismo alemán. Editorial Península, Barcelona, pp. 20-176

WILDE, Oscar, 1898, La decadencia de la mentira. Cuadernos del acantilado, Barcelona, pp. 20-80

ESTÉVEZ-ORTEGA, E., 1935, “Una gran exposición”, en: Gaceta de Bellas Artes. Año XXVI, número 441, enero de 1935, Madrid, pp. 4-6

 

Webgrafía

GACETA DE BELLAS ARTES. [En línea]. [ consulta: 23 de marzo de 2018]. Disponible en:

https://gacetadebellasartes.es

CASTRO FLÓREZ, Fernando, “Murillo, lo que nos falta del artista”, en: abc.es. [En línea] 12 de diciembre de 2017. [ consulta: 7 de mayo de 2018]. Disponible en:

https://www.abc.es/cultura/cultural/abci-murillo-falta-artista-201712120110_noticia.html

 

Archivos

Archivo Histórico “Benardino de Pantorba”, de la Asociación Española de Pintores y Escultores.

 

 

[1] ESTÉVEZ-ORTEGA, E., 1935, “Una gran exposición”, en: Gaceta de Bellas Artes. Año XXVI, número 441, enero de 1935, Madrid, pp. 4-6

[2] ESTÉVEZ-ORTEGA, E., 1935, “Una gran exposición”, en: Gaceta de Bellas Artes. Año XXVI, número 441, enero de 1935, Madrid, pp. 4-6

[3] CASTRO FLÓREZ, Fernando, “Murillo, lo que nos falta del artista”, en: abc.es. [En línea] 12 de diciembre de 2017. [ consulta: 7 de mayo de 2018]. Disponible en:

https://www.abc.es/cultura/cultural/abci-murillo-falta-artista-201712120110_noticia.html

[4] [4] ESTÉVEZ-ORTEGA, E., 1935, “Una gran exposición”, en: Gaceta de Bellas Artes. Año XXVI, número 441, enero de 1935, Madrid, pp. 4-6

[5] RACIONERO, Luis, 2015, Los tiburones del arte. Stella Maris, Barcelona, pp.7-121

Mª Dolores Barreda e Itziar Zabalza en el Congreso Internacional de Crítica de Arte en el Museo Reina Sofía

La Secretaria General de la Asociación Española de Pintores y Escultores y miembro de AECA, Mª Dolores Barreda Pérez y la Asesora de Presidencia, Itziar Zabalza Murillo, presentaron una comunicación el pasado viernes 22 de junio de 2018 en el Congreso Internacional de Crítica de Arte, inaugurado el día anterior en el Museo Reina Sofía y organizado por AECA, la Asociación Nacional de Críticos de Arte.

En el Congreso, que se ha centrado en analizar  la Crítica de Arte y la crisis y renovación que precisan, presentaron la comunicación titulada “Retroceder para tomar impulso: regeneración y reinserción de la crítica de arte”, una revisión de la situación actual que atraviesa el sector, con “la agonía que sufre el oficio de crítico de arte y que la está llevando a la extinción. Lo alarmante no es sólo su desaparición, sino la absoluta indiferencia que su muerte supondrá”. Una comunicación que realizó un breve análisis de las causas de esta crisis en las que atestiguar la realidad actual, con unos fundamentos para reflexionar profundamente sobre lo que está pasando.

Y todo ello con un claro ejemplo comparado de críticas de arte cuya función y resultado son de lo más dispares, pese a tener una distancia de más de ochenta años. Y también una serie de propuestas claras, rotundas y sencillas, en las que intentar buscar la necesaria regeneración, basada en el conocimiento de las fuentes y autoridades del mundo de la crítica de arte y en la nula presencia de la misma en el mundo de la creación actual.

Esta es la esencia que ambas autoras, representando a la Asociación Española de Pintores y Escultores, presentaron de forma clara, amena y estudiada.

Mª Dolores Barreda Pérez, Secretaria General de la Asociación Española de Pintores y Escultores y miembro de AECA introdujo unas líneas en las que examinaba la situación actual que atraviesa la Crítica de Arte, estableciendo en una serie de puntos básicos la realidad del sector. “Nada nuevo que no conozca quien se siente atraído por el arte y lee al respecto; sólo hechos constatados de una realidad aplastante”.

Por su parte, Itziar Zabalza Murillo, Asesora de Presidencia de la AEPE, realizó un repaso comparando dos críticas de arte separadas por 80 años y en las que queda bien claro el por qué la crítica ha ido cada vez más alejándose del público y la sociedad, puesto que “mientras la crítica que se publicó en el número 441 de la Gaceta de Bellas Artes, correspondiente al mes de enero de 1935 (Año XXVI), firmada por el escritor gallego Enrique Estévez Ortega y titulada “Una gran exposición”, está plenamente vigente y de actualidad, la del crítico Fernando Castro, titulada “Murillo, lo que nos falta del artista”, publicada en el ABC Cultural del 12 de diciembre de 2017, se observa cómo el crítico se distancia claramente del lector”.

Finalmente, Mª Dolores Barreda Pérez presentó unas conclusiones fruto del análisis profundo de la situación con una propuesta clara que implicaba directamente a la Asociación Española de Críticos de Arte.

La comunicación se publicará con posterioridad en el libro “Crítica de Arte: crisis y renovación”, en formato papel, pero en esta misma web, pestaña “Noticias y Publicaciones”, subpestaña “Entrevistas y Reportajes”, se puede encontrar completo el texto.

 

La AEPE saludó al Ministro de Ciencia en la inauguración de una escultura de su Presidente

El 29 de enero pasado la Alcaldesa de Madrid inauguró la escultura obra de José Gabriel Astudillo y Marisa Codina situada en la Avenida de la Institución Libre de Enseñanza, 70, frente al Colegio Público Miguel Blasco Vilatela, en el distrito de Ciudad Lineal, una gran escultura interactiva con la que la ciudad de Madrid rendía homenaje al astronauta de la Agencia Espacial Europea (ESA) Pedro Duque, recientemente nombrado Ministro de Ciencia.

Al acto acudió un nutrido grupo de socios de la Asociación Española de Pintores y Escultores, que quisieron acompañar a su Presidente en este momento tan importante para él, como el entonces Vicepresidente, Juan de la Cruz Pallarés, Fernando de Marta, Ana Martínez, Paloma Casado y numerosos socios y amigos en general.

La escultura, que pretende destacar la importancia de la ciencia, es una obra de más de dos metros, fundida en bronce, con la que el público puede interactuar, ya que con un sistema de engranajes, puede hacerse girar a los planetas alrededor de la Tierra, contemplando un curioso e intrincado efecto que tan bien han conseguido reflejar los artistas.

Para Marisa Codina y José Gabriel Astudillo “la escultura ha sido un cúmulo de satisfacciones, tanto por el enorme trabajo llevado a cabo para plasmar en bronce una idea tan imaginativa, como por el complejo esfuerzo realizado para que el movimiento de la obra fuera de lo más aerodinámico, pensando siempre en las personas que interactuarían con la obra, en su seguridad física, el emplazamiento, el colorido y lo que realmente representa la escultura, como son los valores de estímulo y creatividad, pasando por la originalidad y el diseño funcional y estético”.

“Es muy gratificante también –continúan diciendo- saber que la escultura estará situada en una calle de Madrid, con lo difícil que se ha vuelto últimamente colocar una escultura en la ciudad, y haber tomado parte en un trabajo tan especial y tan universal como lo es la ciencia”.

Pedro Duque indicó que “hemos superado la fase de tener complejo de inferioridad en los barrios humildes de España”. Ha dicho a los niños presentes: “Podéis florecer y ser lo que queráis, tenéis que decidir qué os gusta, dedicaros a ello y hacer caso a los profesores y los padres para conservar la forma física que, por ejemplo, es muy importante para ser astronauta”.

“Conozco a otras personas de barrio que tenían complejo de inferioridad que ahora están en la industria aeroespacial, en otros países, dirigiendo personas”, ha indicado Duque antes de pasar a responder las múltiples curiosidades que le han planteado los niños de su antiguo colegio.

Ha dicho que está en la lista de personas cualificadas para ir al espacio y podría darse el caso de que le llamen para volver. Además, ha indicado que aunque tardará, en un “futuro cercano” todos podremos disfrutar de un viaje espacial. El madrileño “que más lejos ha llevado el nombre de Madrid”, en palabras de la edil Rodríguez que fue alumna de su madre, ha agradecido enormemente el cariño y el recuerdo. La concejala del distrito ha señalado que normalmente solo se homenajea en vida a las gentes de las artes, mientras que los de las ciencias se les rinde tributo una vez han fallecido.

Por su parte, Carmena ha indicado que ahora gracias a la escultura cuando la gente pase por ahí y no conozca a Duque “lo buscarán en Google”, es “muy importante” saber a qué se dedicaban los madrileños ilustres que dan nombre a las calles y plazas de la ciudad, ha expresado la exjueza. “Admirar es un verbo importante, la envidia es cosa que nos resta, y hoy admiramos a Pedro Duque”, ha añadido la alcaldesa.

Tal y como ha comentado la Alcaldesa de Madrid, “gracias a la participación de los alumnos en este concurso de ideas, rendimos homenaje a Pedro Duque, un acto con el que queremos no sólo hacer un reconocimiento a su exitosa carrera espacial, sino que pretende ser un aliciente para que los niños de Ciudad Lineal puedan soñar con el Espacio y sus naves espaciales”.

Mª Dolores Barreda Pérez

Cambios en la Junta Directiva de la AEPE

Con fecha 29 de mayo de 2018, el hasta entonces Vicepresidente de la AEPE, Juan de la Cruz Pallarés García, formalizaba su dimisión por motivos estrictamente personales, en la Junta Directiva celebrada esa misma tarde.

Con fecha 5 de junio de 2018, y también en Junta Directiva, se procedía al nombramiento del nuevo Vicepresidente, cargo que aceptó el hasta ahora Vocal de la Junta, Juan Manuel López Reina Cosso.

Además, y como había quedado vacante un puesto de Vocal y como refuerzo del trabajo que se viene realizando, el Presidente nombró también con fecha 5 de junio pasado, dos nuevos Vocales, socios y conocidos de todos: Paloma Casado López y Antonio Téllez de Peralta.

Desde estas líneas les deseamos lo mejor en su nueva andadura y trabajo desinteresado en beneficio de nuestra centenaria entidad.

Juan de la Cruz Pallarés García, ya exVicepresidente de la AEPE

Juan Manuel López Reina Cosso, nuevo Vicepresidente de la AEPE

Juan de la Cruz Pallarés García nos hace llegar una carta que ha dirigido al Presidente de la AEPE y que transcribimos íntegramente para información general de todos los socios:

“Querido Presidente:

Quiero poner en tu conocimiento, formalmente, mi decisión de renuncia al cargo de Vicepresidente de la AEPE.

Pertenecer a la Junta Directiva supone una dedicación que, en este momento, por razones de carácter personal, no puedo ofrecer.

Haber formado parte de tu equipo ha sido para mi un honor y pongo aquí de manifiesto que la Junta Directiva actual, todos sus componentes contigo a la cabeza, gestiona los intereses de la AEPE de manera magistral.

Como amigo tuyo personal, te doy las gracias por tu consideración hacia mi y me pongo a tu disposición para aquello que precises. Como socio, continuaré contribuyendo en todo lo que pueda, al prestigio centenario de nuestra querida asociación.

Un fuerte abrazo,

Juan de la Cruz Pallarés García

Paloma Casado López nueva Vocal de la Junta Directiva de la AEPE

Antonio Téllez de Peralta, nuevo Vocal de la Junta Directiva de la AEPE

Inaugurado el III Salón de Arte Abstracto de la AEPE

En las Salas de Exposiciones Juana Francés y Pablo Serrano de Tetuán

Las Salas Juana Francés y Pablo Serrano de la Junta Municipal de Tetuán acogen desde el día 4 de junio y hasta el próximo día 30, la tercera edición del Salón de Arte Abstracto, para el que se han seleccionado un total de 40 obras de entre más del centenar de las presentadas al certamen que organiza la Asociación Española de Pintores y Escultores.

Al acto de inauguración han asistido el Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, José Gabriel Astudillo, la Secretaria General de la AEPE, distintos miembros de la Junta Directiva, como los Vocales Alicia Sánchez Carmona, Juan Manuel López Reina, el Bibliotecario Fernando de Marta, la Tesorera Ana Martínez Córdoba y la Concejala de Tetuán, Montserrat Galcerán, que no quiso perderse este acontecimiento.

En el acto de inauguración se procedió a realizar la lectura del acta del jurado y la entrega de premios. En esta ocasión, el Jurado ha estado presidido por José Gabriel Astudillo López, Presidente de la AEPE y Ana Martínez Córdoba, Tesorera de la AEPE, actuando como Presidente y Secretaria del Jurado, respectivamente, ambos con voz y sin voto y como Vocales los directivos Fernando de Marta Sebastián y Juan Manuel López-Reina, y la pintora y socia elegida al azar Simona Cheli.

Según explica José Gabriel Astudillo, Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, el interés de la Junta Directiva que preside por apoyar este Salón de Arte Abstracto llevó el pasado año a la creación expresa de dos galardones, la Medalla de Pintura José María López Mezquita y la Medalla de Escultura Ángel Ferrant y Vázquez, ambos socios fundadores y destacados artistas a quienes se rinde así homenaje, además de las Menciones de Honor que el Jurado haya considerado oportunas.

La obra titulada “Construcciones I”, de Erika Nolte, ha resultado galardonada con la Medalla de Pintura José María López Mezquita, mientras que la obra de Martina Cantero, cuyo título es “Levantando el vuelo”, ha obtenido la Medalla de Escultura Ángel Ferrant y Vázquez. Además, el Jurado ha otorgado tres Menciones de Honor a las obras de Jesús Pérez Hornero, Mena y Flor Verdú.

MEDALLA de Pintura JOSÉ MARÍA LÓPEZ MEZQUITA. Erika Nolte. Construcciones I. Mixta con metacrilato s/t. 90 x 110

MEDALLA de Escultura ÁNGEL FERRANT Y VÁZQUEZ.  Martina Cantero. Levantando el vuelo. Escultura de hierro. 90 x 30 x 25

MENCIÓN DE HONOR. Jesús Pérez Hornero. Arado. Soldadura / Hierro oxidado. 47 x 83,5 x 43

MENCIÓN DE HONOR. Mena. ST/47. Mixta s/t. 70 x 70

           

MENCIÓN DE HONOR. Flor Verdú. Insinuaciones inquietantes. Acrílico s/l. 100 x 81

 

El presidente de la AEPE, José Gabriel Astudillo, ha agradecido a la Concejala de Tetuán y a todo el personal de las salas «que acojan esta exposición y apoyen de esta manera a la Asociación en la organización de este certamen, en unas salas cuyos nombres son un referente artístico de primer orden».

Los artistas seleccionados en esta ocasión de entre el más de un centenar de obras presentadas al concurso, para integrar la exposición del III Salón de Arte Abstracto de la AEPE, son:  Mercedes Ballesteros López – Asunción Bau  – Leonor Berlanga – Carmen Bonilla – Montserrat Calvillo Vázquez -Martina Cantero – Michael de Coca – Mª. Iluminada Cortázar (Ilumin Cortázar) – Charo Crespo – Leovigildo Cristobal Valverde – Pilar Fernández Antón (Pilar Feran) – Flor Verdú (María Flores Verdú) – Félix Gala – Isabel Garrido – Luis Javier Gayá – Rafael Gómez Mena (Mena) – Eva González Morán        – Juan Guízar – Manuel Hernández – Domingo Huertes Fraile – M Teresa Izquierdo (Tessais) – Erika Nolte – Antonio Municio – Concha Muñoz López – Feliciana Ortega – Enrique Pedrero Muñoz – José María Pedrosa – Jesús Pérez Hornero – Mª Victoria Pérez Sánchez (Viriviana) – Avelina Sánchez-Carpio – Pura Ramos – Pilar Redondo – Daniel Rodríguez (Daniel Rod)- Milagros Rodríguez Bautista – Sebastián Ruiz Rivas – Alfredo Sarandeses – Antonio Téllez de Peralta

Más información, en la web de la Asociación Española de Pintores y Escultores, www.apintoresyescultores.es pestaña “Certámenes y premios”, subpestaña “Salón de Arte Abstracto”, en donde también puede verse el catálogo digital editado con tal motivo.

 

III Salón de Arte Abstracto

Del 4 al 30 de junio de 2018

Inauguración: 4 de junio de 2018, 19 h.

Sala de Exposiciones “Juana Francés” y “Pablo Serrano”

Junta Municipal de Tetuán

Bravo Murillo, 357. Madrid 

Horario: De lunes a viernes de 9 a 14 h. y de 16 a 20 h.

Sábados: De 10 a 14 h.

Domingos y festivos cerrado

Inaugurado el XII Salón de Primavera de Valdepeñas

Organizado por la Asociación Española de Pintores y Escultores 

El Museo Municipal de Valdepeñas acoge del 1 al 25 de junio de 2018, la edición número doce del Salón de Primavera «Por Tierras de Castilla-La Mancha”, para el que se han seleccionado un total de 45 obras de entre más del centenar de las presentadas al certamen que organiza la Asociación Española de Pintores y Escultores.

Al acto de inauguración han asistido el Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, José Gabriel Astudillo, la Secretaria General de la AEPE, Mª Dolores Barreda Pérez y distintos miembros de la Junta Directiva, como la Vocal Alicia Sánchez Carmona, la Tesorera Ana Martínez Córdoba, la Asesora de Presidencia Itziar Zabalza Murillo, además del Delegado de Valdepeñas y Ciudad Real, Enrique Pedrero y las autoridades municipales encabezadas por el teniente de alcalde de Cultura, Turismo, Educación y Festejos, Manuel López, quien ha resaltado “la ilusión, el esfuerzo y la voluntad importante que pone la Asociación Española de Pintores y Escultores, que ha hecho que se consolide esta exposición en el panorama cultural valdepeñero y en el panorama cultural nacional”.

Los

Los premiados posan junto al Presidente de la AEPE, José Gabriel Astudillo, el teniente de alcalde de Cultura, Turismo, Educación y Festejos, Manuel López y el Delegado de Valdepeñas, Enrique Pedrero. Fotografía cortesía de Lanza Digital

En el acto de inauguración se procedió a realizar la lectura del acta del jurado y la entrega de premios. En esta ocasión, el Jurado ha estado presidido por José Gabriel Astudillo López, Presidente de la AEPE y Dª. Ana Martínez Córdoba, Tesorera de la AEPE, actuando como Presidente y Secretaria del Jurado, respectivamente, ambos con voz y sin voto y por los Vocales Fernando de Marta Sebastián y Juan Manuel López-Reina, ambos directivos de la AEPE, así como por el pintor y socio elegido al azar Eugenio Fernández Díaz.

Según explica José Gabriel Astudillo, Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, el interés de la Junta Directiva que preside por apoyar este Salón de Primavera de Valdepeñas “Por tierras de Castilla La Mancha”, llevó el pasado año a la creación expresa de dos galardones, la Medalla de Pintura José Moreno Carbonero y la Medalla de Escultura Lorenzo y Federico Coullaut, ambos socios fundadores y destacados artistas a quienes se rinde así homenaje, además de las Menciones de Honor que el Jurado haya considerado oportunas.

La obra titulada “Interior”, de Paloma Casado, ha resultado galardonada con la Medalla de Pintura José Moreno Carbonero, mientras que la obra de Manuel Galán, cuyo título es “Tiempo”, ha obtenido la Medalla de Escultura Lorenzo y Federico Coullaut. Además, el Jurado ha otorgado dos Menciones de Honor a las obras de Martina Cantero y Pilar Sagarra.

MEDALLA DE PINTURA JOSÉ MORENO CARBONERO. Paloma Casado. Interior. Óleo s/l. 100 x 100

 

MEDALLA DE ESCULTURA LORENZO Y FEDERICO COULLAUT VALERA. Manuel Galán. Tiempo. Hierro soldado. 140 x 35 x 20

 

MENCIÓN DE HONOR. Martina Cantero. Maternidad. Escultura de hierro. 44 x 38 x 28

MENCIÓN DE HONOR.  Pilar Sagarra. El mar como reflejo del alma II. Mixta s/metacrilato. 82 x 102

 

El presidente de la AEPE, José Gabriel Astudillo, ha agradecido al Ayuntamiento de Valdepeñas «que siga manteniendo el espíritu positivo que permite seguir apoyando a la Asociación en la organización de este certamen, en una ciudad que es un referente artístico de primer orden como lo es Valdepeñas y que de forma tan grata y especial nos acoge cada año».

Los artistas seleccionados en esta ocasión de entre el más de un centenar de obras presentadas al concurso, para integrar la exposición del XII Salón de Primavera, son:

Joaquín Alarcón – Jesús Alcolea       – Myriam Álvarez de Toledo – Mercedes Ballesteros López – Carmen Bonilla – Martina Cantero Jiménez – Paloma Casado – Michael de Coca – Francisco Díaz Muñoz – Pilar Feran (Pilar Fernández Antón) – Fincias (José Luis García Fincias) – Manuel Galán – Isabel Garrido – Eva González – Javier González – Mª Luisa González Ossorio – Lydia Gordillo Pereira – Antonio Izquierdo – Leodegario (Fernando Peña) – Paulino Lorenzo Tardón – Carlos Losa – Mares (Mª José Sánchez) – Carmen Montero – Victoria Moreno – Laura Moret Escrig – Antonio Municio – Nuria Muñoz Sánchez-Hornero – Mani Padial (María Padial) – Enrique Pedrero Muñoz – José María Pedrosa – Jesús Pérez Hornero – M. Teresa Pérez Romero – Pilar Sagarra – Juan Fco. Pérez Somalo – Pura Ramos – Alicia Sánchez Carmona – Arturo Tejero – Antonio Téllez de Peralta – Austion Tirado – Rosa Tortajada

Cada uno de los artistas seleccionados representa a generaciones diferentes, pero unidos bajo el común denominador del lenguaje contemporáneo que se mueve entre la figuración, la abstracción y la vanguardia. Son artistas que han ido encontrando un lugar destacado dentro de la plástica contemporánea española gracias a una magnífica sensibilidad que les permite figurar en primera línea de las tendencias españolas más actuales.

Más información, en la web de la Asociación Española de Pintores y Escultores, www.apintoresyescultores.es pestaña “Certámenes y premios”, subpestaña “Salón de Primavera de Valdepeñas”, en donde también puede verse el catálogo digital editado con tal motivo.

 

XII Salón de Primavera de Valdepeñas

“Por tierras de Castilla-la Mancha”

Museo Municipal de Valdepeñas

Calle Real, 42

Valdepeñas

Del 1 al 25 de junio de 2017

Horario:

Miércoles a sábado de 10 a 14 h y de 18 a 21 h.

Domingos y festivos de 11 a 14 horas

Marisa Roesset Velasco

Por Mª Dolores Barreda Pérez

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LAS PRIMERAS ARTISTAS DE LA

ASOCIACION ESPAÑOLA DE PINTORES Y ESCULTORES

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Desde su fundación en 1910, y después de haber tratado en anteriores números a las Socias Fundadoras de la entidad, y las participantes en el primer Salón de Otoño, vamos a ir recuperando de la memoria colectiva, el nombre de las primeras socias que vinieron a formar parte de la Asociación de Pintores y Escultores.

Marisa Roesset Velasco

ROESSET VELASCO, Marisa. P. 1912. 06. mar. 1904 MADRID. MADRID 18.nov.1976.

Pintora española que nació en Madrid en 1904, en el seno de una familia de artistas y que cultivó el retrato y los temas religiosos, fundiendo con una técnica de vanguardia, una fina espiritualidad.  Amiga del krausismo, pero católica y apostólica.

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Autorretrato

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Miembros de su familia y grandes influencias en su vida fueron su tía María Roësset Mosquera, que firmaba como MaRo (1882-1921), y sus sobrinas pintoras, esscritoras, escultoras e ilustradoras Marga Gil Roësset (1908-1932), Marisa Roësset Velasco (1904-1976) y Consuelo Gil Roësset (1905-1995).

Aprendió a dibujar de la mano de su tía María Roësset, disciplina que fue la base fundamental de toda su obra, sus dibujos realizados con apenas diez años ya sorprendieron por su depurada calidad técnica.

De sus catorce años se conservan, un bellísimo pastel a modo de autorretrato, y varias acuarelas en las que demuestra que ya dominaba también esa técnica, según cuenta la que más tarde fue su compañera Lola Rodríguez Aragón en el libro “La mujer en el arte español 1900-1984”.

Alumna en la madrileña Escuela de Bellas Artes de San Fernando, del que fuera Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, Fernando Álvarez de Sotomayor, así como de José María López Mezquita y Daniel Vázquez Díaz, socios también de la institución.

Compartió aula con otras figuras que el tiempo reconoció grandes artistas como Salvador Dalí, Victorina Durán o Lucía Sánchez de Saornil, Marisa se especializó en el retrato y puso especial énfasis en el estudio de la pintura religiosa, una decisión valiente ya que no era un género muy apreciado en aquellos momentos y aunque el retrato sí era muy considerado, el enfoque que impuso en sus obras ya demostraba ideas muy avanzadas para su época. Nunca perteneció a corriente artística concreta porque siempre buscó en la pintura su propia identidad como mujer y como creadora sin atenerse a cánones.

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Retrato de una amiga

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Se dio a conocer en el Liceum Club Femenino, en una exposición que resultó ser un éxito, destacando especialmente por las críticas favorables de su obra titulada “Rezando el Rosario”.

Junto a la pintora alemana Gisela Ephrussi, expuso en el Palacio de Bibliotecas y Museos Nacionales de Madrid entre los que destacaron sus lienzos “Marinero Vasco”, “Hanny y Guki”, “Bolas”, “La Playa”, “Gitana” y otros dos autorretratos.

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Este acontecimiento se vio reflejado en la Gaceta de Bellas Artes del 15 de diciembre de 1929, en donde G.C. (presumiblemente Pedro García Camio) firma una crítica de la exposición en la que se afirma que “la Srta. Roësset es ya bastante conocida en el mundo del Arte. Debutó en la Exposición Nacional de 1924 con un autorretrato que mereció la tercera medalla y que ahora figura en la Galería de Arte Moderno de Madrid. Más tarde, expuso telas de temas variados en diversos certámenes artísticos, y, últimamente, en la Exposición Internacional de Barcelona, el Jurado le adjudicó también una tercera medalla. Lo interesante de la pintura de la Srta. Roësset, está en la continua evolución de su manera de ver e interpretar la Naturaleza; aún más lo sería si esta evolución no hubiera obedecido un poco a la influencia de los diversos maestros que ha tenido. Es probable que la gran facilidad y dominio de la paleta que ya posee la joven artista, hayan favorecido esta pequeña debilidad suya, que, desde luego, ahora ha desaparecido completamente, como lo revelan sus últimas obras.  Su pintura, antes bituminosa y algo sucia, se ha ido poco a poco limpiando e inundando de luz; en la clara visión del aire libre se ha concentrado todo el esfuerzo colorístico de la joven artista. El “Cuadro para el cuarto de una niña” es, a mi juicio, la mejor tela de las expuestas; en él, las gamas de color son exquisitamente buscadas y conseguidas; la composición tiene una gracia purísima, y la personalidad de la Srta. Roësset se afirma rotundamente; también el cuadro “Una gitana” es obra de gran fuerza: la figura está dibujada con seguridad y energía varonil, y el carácter de la cabeza revela una fuerte penetración psicológica del modelo. Estas dos telas y unas cuantas más nos enseñan una artista llena de vigor y de la que se puede esperar mucho en el porvenir, que auguramos glorioso…. La exposición es digna de todo elogio, y se hace simpática por el noble esfuerzo que representa en estas dos jóvenes damas que, abrazando el camino del Arte, han tenido el valor de ponerse en las líneas avanzadas”.

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Retrato de la Señora de la Peña. 1947

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Participando después en numerosas exposiciones y certámenes artísticos, como la exposición celebrada en el Museo Nacional de Arte Moderno de Madrid en 1929 y dos años más tarde al concurso de Pintura, Escultura y Grabado organizado por el Círculo de Bellas Artes de Madrid.

Consiguió la Tercera Medalla en la Exposición Nacional de 1924 y en la de 1929, por los lienzos titulados Autorretrato y Reposo. Segunda Medalla en la Nacional de 1941 por el lienzo titulado La Anunciación.

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La Anunciación

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Participó en el IX Salón de Otoño de 1929, con la obra titulada “Campesinos de Ávila”, un óleo sobre lienzo de 1’39 x 1’12 cms. y en cuya ficha de inscripción figuraba que la artista era natural de Madrid, con domicilio en la Calle Valenzuela, 3.

En la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1934 mostró su otra pasión, la pintura religiosa: su cuadro “Virgen”, una obra religiosa pero de una fractura rotundamente moderna, llamó la atención de los espectadores y críticos que vieron en esa generación por primera vez con rigor a las mujeres artistas españolas.

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Estévez Ortega firma un interesante artículo en la Gaceta de Bellas Artes de marzo de 1934 en el que se dice que ”…la joven pintora Marisa Roësset, segura de su arte y dotada de raras condiciones pictóricas. Marisa, en constante evolución, procede, por selección, con agudeza extraordinaria, con señero sentido crítico y con un poderoso instinto asimilativo, que no la perjudica porque tiene talento y un fervoroso deseo de colmar, de ser, de lograr… Pero Marisa, menuda, circunspecta, reflexiva y serena, pese a su rostro de chiquillo travieso y voluntarioso, sabe bien por dónde camina a dónde…. y va en derechura hacia el final, con parsimonia… Ni tiene impaciencias juveniles, ni apresuramientos locos. Lentamente, gustosamente…. va haciendo su labor, cada vez más depurada, más personal, más libre de ajenas influencias y más coetánea de su tiempo y de su época

Presentó obras a la exposición del Women International Art Club de 1947 y un año después en la Internacional de Buenos Aires.

En su trayectoria artística recibió excelentes críticas que se publicaron en las más prestigiosas publicaciones como Blanco y Negro, El Sol, La Esfera, Crónica, El Imparcial, La Libertad, El Heraldo de Madrid, La Voz, La Época y Estampa entre otros.

Autorretrato (1924). Marisa se auto dibuja como una joven de estética moderna, pelo a lo garçon y cuidado estilo

 

En su obra “La isla del tesoro” (1928) o “La Isla Misteriosa” sus modelos fueron su hermano menor, Mauricio y un hijo de su maestro, Sotomayor

 

Vivió discretamente su condición homosexual, manteniendo una estrecha relación con la profesora del Centro de Canto, Lola Rodríguez Aragón, mostrándose como una mujer moderna, con una estética cercana al dandismo, alejándose y cuestionando los estereotipos femeninos de la mujer, mostrando la búsqueda de su propia identidad.

Durante casi cuarenta años dio clases de pintura en su estudio de la calle Goya.

 Mujer de azul (1928)

 

Roësset fue una pintora inteligente llena de amor y alegría.

Sus obras tienen una depurada técnica y muestran un trabajo excepcional del color con una base sólida de dibujo que presentan escorzos y perspectivas exquisitas.

Su obra forma parte de las colecciones del Museo de Arte Moderno de Barcelona, de la Escuela de Canto de Madrid y del Museo del Prado entre otras instituciones.

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Marisa murió de cáncer en 1976. Su compañera Lola Rodríguez Aragón hizo de las dos casas en las que vivían, un cuidado museo con toda su obra. Su intención era hacer un patronato y donarlo al Estado español, pero vio truncada su ideal al fallecer repentinamente, desmantelando entonces la familia todo su legado, con el reparto de cuadros y enseres.

Ambas descansan en la misma tumba en la Sacramental de San Isidro de Madrid.

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BIBLIOGRAFÍA

Mujeres en el arte español, cat. exp., Madrid, Centro Cultural Conde Duque, 1984.

Pantorba, Bernardino de, Historia y crítica de las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes celebradas en España [1948], Madrid, Jesús Ramón García-Rama, 1980, p. 471.

El retrato elegante, cat. exp., Madrid, Museo Municipal, 2000, pp. 116-117, n.º 140.

Gaceta de Bellas Artes

 

 

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