Las Medallas de la AEPE: Lorenzo Coullaut Valera

Por Mª Dolores Barreda Pérez

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Después de ver cómo y cuándo nació la Medalla de la Asociación de Pintores y Escultores, vamos a seguir conociendo más acerca de los galardones en los que se otorga actualmente, con sus correspondientes denominaciones.

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Medalla de Escultura “Lorenzo y Federico Coullaut Valera”

del Salón de Primavera de Valdepeñas

 

Como hemos visto en el número anterior, la Asociación Española  de Pintores y Escultores creó para Valdepeñas el Salón de Primavera “Por Tierras de Castilla-La Mancha”, instituyendo especialmente para el mismo, dos premios con los que honrar a los fundadores de la centenaria entidad y que vienen así a terminar de reconocer la importancia que esta cita tiene en el calendario expositivo de la entidad: la Medalla de Pintura José Moreno Carbonero y la Medalla de Escultura Lorenzo y Federico Coullaut Valera.

 

LORENZO COULLAUT VALERA

 

COULLAUT VALERA, Lorenzo    E    1910(F179)   12.abr.1876       MARCHENA(Se)      MADRID  21.ago.1932

 

Escultor e ilustrador. Socio Fundador de la Asociación de Pintores y Escultores.

Nació el 12 de abril de 1876 en la localidad sevillana de Marchena, hijo del ingeniero francés Louis Alfred Coullaut Boudeville, ingeniero constructor del puente del ferrocarril Mamedra de Marchena, casado con Teresa Valera y Díez de la Cortina, prima del novelista y diplomático cordobés Juan Valera, en Marchena donde se afincan. Louis Alfred Coullaut Boudeville fue el principal responsable de la introducción de la logia masónica en la villa, la cual fue completada con 15 personalidades del ferrocarril de Marchena y Osuna para más tarde ampliarse al centenar en pos de una activación cultural y política de corte republicano en contra del caciquismo.

La familia se traslada a Nantes y allí pasará su infancia, estudiando en el Liceo Livet.

Su estancia durante cinco años en Francia vino a significar una mayor modernidad plástica en sus obras con respecto a otros escultores andaluces del momento.

A su regreso a España en 1893, (según el doctor en Historia del Arte, Wifredo Rincón, su vuelta se produciría en 1880) se sintió atraído por la práctica de la escultura, iniciando su formación en la academia cordobesa de la mano del padre de Julio Romero de Torres y con posterioridad, en el taller del escultor sevillano Antonio Susillo Fernández. Tras su fallecimiento en 1896, se trasladó a Madrid, donde recibió clases de Agustín Querol Subirats, residiendo en la Calle Torrijos, 19.

Lorenzo Coullaut Valera en su juventud

 

Contó además con el apoyo de su tío, el cordobés Juan Valera, de quien Lorenzo realizó un busto con el que concurrió a la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1897, obteniendo una Medalla Honorífica.

Coullaut Valera se convirtió en uno de los escultores españoles más representativos del reinado de Alfonso XIII, avalado por los repetidos premios y galardones que obtuvo.

En 1901 obtuvo la Medalla de Tercera Clase, en la sección de Escultura y en la de Arte Decorativo, de la Exposición Nacional de Bellas Artes, que repetiría en 1904, logrando las de Segunda clase en la de 1906 y 1908.

En 1905 ganó el concurso para realizar la lápida conmemorativa de la Primera Edición de El Quijote y un año más tarde logró el Premio Nacional de Escultura de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Placa conmemorativa de la imprenta de Sancha, donde se realizó la primera edición de El Quijote

 

Si bien su especialidad la constituyeron los monumentos públicos, su talento le permitió abordar todos los géneros escultóricos, desde el retrato al relieve, pasando por la imaginería religiosa o la escultura funeraria.

Maqueta del proyecto del Monumento a Cervantes

San Raimundo

 

Fue además un excelente dibujante, colaborando en revistas como Blanco y Negro, Hojas Selectas, La Ilustración Española y Americana y otras revistas, ilustrando novelas, artículos, cuentos y poesías.

Portada de la revista Blanco y Negro de 1902

Bajorrelieves de las estaciones del año convertidos en ilustraciones para revistas de la época

 

Trabajó sobre todo en obra monumental pública, ubicadas tanto en España como en Hispanoamérica y participó en diversas Exposiciones Nacionales de Bellas Artes y en la Exposición Universal de Barcelona de 1929.

Dolorosa

 

Padre del también escultor Federico Coullaut-Valera, y abuelo del pedagogo, sacerdote escolapio y escritor Enrique Iniesta Coullaut-Valera.

Considerado como un casi autodidacta, fue cultivador de un estilo netamente realista, su escultura ha sido calificada como narrativa y pictórica del realismo finisecular.

«Serenidad», obra presentada al Salón de Otoño de 1931

 

Sus obras más destacadas son los monumentos a José María de Pereda (Santander), a Bécquer (Sevilla), a los Saineteros, a Campoamor, a Menéndez Pelayo, a Juan Valera, a Cervantes, parte del monumento a Alfonso XII, todos ellos en Madrid, el busto a manuel Curros Enríquez (Vigo), a Pardo Bazán (La Coruña), el panteón de los Marqueses de Linares en Jaén,… a Bruno Zavala en Motevideo…

Lorenzo era concienzudo en su trabajo, que siempre comenzaba con un dibujo en el que planteaba el tema que iba a hacer; pasaba después a crear el boceto, en el que decía que residía la verdadera obra artística; más tarde, el boceto lo trasladaba y aumentaba “en sus proporciones a otro tipo en yeso doble o triple de tamaño, sobre el que se corrigen defectos, se trazan perfeccionamientos y pasa luego de aquí a la obra de construcción, al tamaño que ha de tener, ya sea sobre mármol o piedra. Cuando se trata de escultura en bronce se hace un vaciado de la segunda prueba y él sirve para la labor de la fundición. Lo que pudiéramos llamar “paso” de uno a otro tamaño se realiza por medio de un punteado especial que luego sirve para rebajar el material y dejarlo en la figura trazada. El boceto que se suele hacer sobre barro, y también su ampliación, se trabajan con un modelo viviente”…

Cristo Yacente

 

Uno de sus discípulos más aventajados, el escultor Enrique Pérez Comendador, dijo de él que fue “hombre activo, bondadoso, fino y educado, dicharachero y, a veces, andaluz de los buenos, su mijita zumbón. Natural y nada engolado, pese a su fama, gustaba del trato con los jóvenes; nunca le oí denostar a otro artista”.

Falleció el 21 de agosto de 1932 en Madrid, rodeado de sus familiares y amigos íntimos.

Las esquelas reseñaron su fallecimiento y el hecho de haber sido un escultor discutido, destacando que su arte había vivido en una época de transición artística, con una estética definida dentro de una escuela clásica, pero que luchó sin descanso por imponer su obra a la multitud, consiguiéndolo en fuerza de ser aplaudido o censurado según el gusto artístico de quienes examinaban sus obras y si bien no consiguió por completo los laureles del éxito, si hubo de experimentar el goce que origina la gran popularidad.

Lorenzo trabajando en su estudio

 

Lorenzo ante el boceto del Monumento a los Chisperos

 

Lorenzo Coullaut Valera tenía su casa-taller en la calle Torrijos de la capital; posteriormente, en un hotelito de la calle Conde Peñalver, esquina a Ayala, en Madrid. Su relación con el Real Sitio de La Granja de Segovia, le hizo abrir también allí una residencia, un estudio sencillo que servía además de lugar de veraneo, Villa María Teresa, que hoy cuidan sus descendientes.

En 1966 se convertiría en residencia y taller de la saga Coullaut-Valera, donde se trasladó Federico, hijo de Lorenzo y donde viviría también su nieto Lorenzo, fallecido en la pasada década.

Monumento a los Chisperos

 

Lorenzo Coullaut Valera y la AEPE

Socio Fundador de la Asociación de Pintores y Escultores, fue Vocal de las Juntas Directivas de 1914 y 1928.

En 1928 llevó a cabo las gestiones necesarias con el Alcalde de Madrid, para la obtención de premios en metálico para el Salón de Otoño.

Participó en el XI Salón de Otoño de 1931 con el yeso “Ensueño”.

 

Monumento a Gustavo Adolfo Bécquer en el sevillano Parque de Maria Luisa

Bocetos de distintos monumentos

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Lorenzo Coullaut Valera en plena madurez

 

Monumento a Campoamor

 

 

Archivo Municipal de Pamplona.ALTADILL, J., «Los monumentos a Navarro-Villoslada y Sarasate. El mausoleo de Gayarre», Boletín de la Comisión de Monumentos Históricos y Artísticos de Navarra, Tomo 9, nº 36, 1918, pp. 265-69.

«El monumento a Navarro Villoslada», Diario de Navarra, 14 de junio de 1918.

«Centenario de Francisco Navarro Villoslada. Homenaje al insigne literato», Diario de Navarra, 27 de septiembre de 1918.RAMÓN RAMOS, A. y LUQUE RUIZ, F.,

Lorenzo Coullaut Valera: conmemoración del CXX aniversario de su nacimiento, Marchena, Ayuntamiento de Marchena, 1996.

ÁLVAREZ CRUZ, J.M., «El monumento a Francisco Navarro Villoslada en Pamplona», Boletín del Museo e Instituto Camón Aznar, nº 99, 2007, pp. 7-42.

Martínez Zapatero, Rafael, Cinco proyectos de monumentos a Miguel de Cervantes Saavedra. Memoria. Escultor Coullaut Valera y con seis láminas, Madrid, 1915.

Cuenca, Francisco, Museo de pintores y escultores andaluces contemporáneos, La Habana, Rambla y Bouza, 1923, pp. 118-119.

Álbum salón 1/1/1904

La Ilustración española y americana. 8/1/1904 15/11/1904  8/1/1906  22/5/1906 8/1/1908 15/1/1908 8/1/1909 22/1/1909 8/5/1909 8/1/1910  22/10/1911

El Liberal (Madrid. 1879). 24/5/1904 22/1/1927 20/12/1927 5/1/1928  18/2/1928   29/12/1928 29/9/1929 14/2/1931

Ilustración artística. 25/5/1908 3/10/1910 14/8/1911 16/10/1911 25/12/1911

Blanco y negro (Madrid. 1891). 18/6/1904  17/4/1927 18/1/1914  16/2/1936

ABC 11/11/1956 13/3/1990  7/5/1966 3/11/2002 15/4/2016 24/6/1989 25/4/1978  23/11/1924  28/12/1924  19/6/1927  23/4/1970  1/6/1969  7/12/1924  22/3/1925  3/5/1925  1/12/1932

La Correspondencia de España. 24/5/1906  3/11/1911  2/10/1923

Revista de archivos, bibliotecas y museos. 1/3–30/4/1909  1/1–29/2/1912 1/5–30/6/1917 1/7–31/8/1918 ¼-30/6/1919

La Lectura dominical. 17/7/1909 2/7/1927

La Mañana (Madrid. 1909). 7/11/1911

El Imparcial (Madrid. 1867). 8/11/1911 27/5/1925  28/5/1926 9/12/1928 21/2/1929  19/11/1929 

Revista general de enseñanza y bellas artes. 15/12/1911

La Época (Madrid. 1849). 4/1/1912  11/2/1915  7/11/1915 12/5/1921  24/2/1928 8/6/1928  3/9/1928 22/8/1932 3/12/1934 

La Correspondencia militar. 5/1/1912 7/5/1927 20/12/1927

El Siglo futuro. 9/1/1914

Mundo gráfico. 21/1/1914  25/10/1916

Bética (Sevilla). 5/5/1914 30/4/1915

Hojas selectas. 11/1915  1/1916, n.º 169

La Acción (Madrid. 1916). 14/5/1916

Mondariz (Madrid). 20/9/1916

El Sol (Madrid. 1917). 27/9/1918 1/3/1930 19/6/1930  8/7/1930  21/8/1932 4/12/1934

La Voz 22/6/1923 31/3/1924 20/3/1930  15/5/1930 20/8/1935

La Alhambra 31/7/1923

La Esfera 3/5/1924 17/5/1924

Revista hispanoamericana de ciencias, letras y artes 12/1924

La Nación 6/5/1927 4/1/1928 10/3/1928 24/8/1928 18/11/1929 13/3/1931

La Libertad 14/5/1927 20/12/1927 25/2/1928 1/3/1930 9/7/1930

Caras y caretas 22/10/1927

Unión patriótica 15/11/1927

Gran Vida  1/7/1928  1/2/1929

Alrededor del mundo 27/4/1929

El Heraldo de Madrid 14/2/1931 18/1/1932  22/8/1932

Ahora (Madrid). 21/8/1932 23/8/1932

La Hormiga de oro  8/9/1932 2/11/1933 

Archivo Histórico “Bernardino de Pantorba” de la Asociación Española de Pintores y Escultores

www.gacetadebellasartes.es

www.salondeotoño.es

 

Margarita Sans Jordi

Por Mª Dolores Barreda Pérez

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LAS PRIMERAS ARTISTAS DE LA

ASOCIACION ESPAÑOLA DE PINTORES Y ESCULTORES

Desde su fundación en 1910, y después de haber tratado en anteriores números a las Socias Fundadoras de la entidad, y las participantes en el primer Salón de Otoño, vamos a ir recuperando de la memoria colectiva, el nombre de las primeras socias que vinieron a formar parte de la Asociación de Pintores y Escultores.

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MARGARITA SANS JORDI 

 

SANS JORDI, Margarita   E     1917     PLA PENEDES   BARCELONA      Villanueva y Geltrú, Barcelona

 

Margarita Sans y Jordi (Barcelona, 1911 – 25 de junio de 2006, Barcelona), escultora discípula de José Llimona y Ángel Ferrant.

Margarita fue la hija mediana del matrimonio formado por el acaudalado (terrateniente) Juan Sans Ferrer, de Sitges, y de Elisa Jordi Milanés, de procedencia cubana. El matrimonio y sus tres hijas (Mercedes, Margarita y Elisa), vivían entre Barcelona y Sitges, en la masía “L’Aguilera”, en un ambiente familiar culto y refinado, que propiciaba una gran atención del padre hacia sus hijas.

Margarita Sans Jordi posa junto a su obra «Alborada»

Margarita posando con una de sus obras según apareció en la prensa de la época

 

La masía se dedicaba al cultivo de la uva de mesa, cuyo exceso de producción llevó a distintos propietarios a buscar su exportación, alrededor de los años 1928-1929, un éxito que convirtió a Juan Sans en uno de los principales cultivadores de la comarca.

La vocación artística de «Matita», como era conocida en su ambiente familiar, se manifestó desde muy joven, potenciándose poco a poco frente a otras artes que también cultivó, como la música, ya que tocaba el violín, llegando a participar en la orquesta de Enrique Casals, hermano de Pau Casals, en El Vendrell.

Su vocación escultórica se reafirma y ya en su adolescencia modela el barro y talla pequeñas figuras de madera y motivos decorativos en cajas, realizadas con instrumentos rudimentarios hasta que su primo hermano Agustín Amell, que había terminado la carrera de Medicina, le regala sus primeras gubias.

Cajas talladas por Margarita cuando contaba con 18 años de edad y que trabajó únicamente con cuchillos y hojas de afeitar

 

Así lo describe la Gaceta de Sitges en 1929 cuando nos descubre a la joven de 18 años, familia de Can Sans, que pasa sus veranos en Pla del Penedés, trabajando la madera y “transformándola en deliciosos muñequitos”…

«Matita» en 1931 trabajando en el taller

 

Se formó en el taller del Socio Fundador de la AEPE Ángel Ferrant, quien le enseñó el uso de la técnica y las herramientas específicas del oficio de escultor.

 

Margarita en 1935

 

Acudió durante más de un año al taller de José Llimona, siendo su alumna preferida y sucesora, según declarará el propio artista y cuya influencia está presente en sus obras, hasta la muerte del escultor en 1934.

De ella escribiría: «Tengo el placer de presentarles la escultora Margarita Sans-Jordi. Ella dice que es discípula mía, pero yo creo que es discípula de ella, porque como la verán por sus obras, son exactamente de ella misma. Ella, naturalmente, como es muy modesta, cree que todo lo bueno que puedan tener es debido a mi enseñanza; pero yo creo lo contrario, para que mis enseñanzas de si un brazo es corto o largo no ponen ni quitan nada de su valor esencial”…

Realizó su primera exposición en Barcelona en 1932, en las Galerías Layetanas. Cuando contaba con 21 años de edad.

En ese mismo año, mientras vivía en L’Aguilera, Margarita acudió junto a su familia al cine en el Pla del Penedés, donde pudieron ver una película del oeste que debió impresionar mucho a la joven escultora, que inició la talla directa de la obra que tituló «Oeste» y en la que se observa la típica indumentaria del género.

 

«Oeste», 1932

 

El periódico Luz del 9 de marzo de 1934 recoge una reseña de la artista firmada por Félix Ros, en la que se alaba “¡Qué juventud de mano, qué madurez de realidad, de realización, en esta muchacha!”

«Desnudo»

 

En junio de 1935 expuso en el Salón Vilches de Madrid varias esculturas de mármol blanco y de color, bronces, madera y alabastros…

En distintos medios de la época quedó reflejado el acontecimiento, como en la Revista de Estudios Hispánicos de junio de 1935 en la que se asegura que “Solamente en la suavidad la ternura con que están tratadas algunas de las obras, se adivina la mano femenina; por lo demás la solidez de concepto, el justo austero juego de las masas dan la impresión de obra viril”.

La Época recogía también la inauguración, destacando que su trabajo es “una labor totalmente lograda”, mientras que La Nación, el artículo firmado por Rafael López Izquierdo describe cómo sorprende la muestra de la joven artista “ese gesto casi audaz en nuestra época minada de «snobismos» y de tendencias falsas, de elevar su obra rindiendo culto a las formas clásicas… en una de sus obras se desborda su fuerza, se plasma la emoción en la forma equilibrada respondiendo al sentido temperamental… Como retratista, Margarita Sans-Jordi ha elevado a la disposición máxima sus máximas facultades”.

Gil Fillol firma una página completa del diario Ahora, con motivo de la exposición, reconociendo encontrar en la misma “unas estatuas de vigorosa robustez, casi con brío varonil. El temperamento escultórico de la notabilísima artista acusa esa tendencia, mezcla de clasicismo y susto moderno, que tan bien representa el arte catalán contemporáneo… Son esculturas clásicas, interpretadas con modernidad inteligente y comprensiva… En todas ellas sobresale el amor apasionado por la forma… Escultora dotada de excepcionales facultades, acierta en todos sus trabajos a mostrar esa ponderación difícil, nexo entre lo antiguo y lo moderno… en esta nueva exposición de sus trabajos se descubre un aliento entusiasta de estudio y de superación…   Toda la obra de Margarita Sans-Jordi está henchida de anhelos. Todo quiere ser más. Los que conocimos sus primeros trabajos en exposiciones nacionales y Salones de Otoño, sabemos que pueden ser más… Las de ahora prometen para época cercana nuevas pruebas de su talento. No creo equivocarme”…

«Cabeza de mujer», de 1935

Ahora Madrid del12 de junio de 1935

En La Voz se habla también de la exposición y de cómo…”la madera, el mármol, el bronce acreditan su técnica cuidada y una sensibilidad exquisita”. Y a los pocos días de su inauguración, en La Época se califica la muestra como una “Breve visión, pero ungida de un velo misterioso de manos femeninas… acusación de un trabajo lleno de sensibilidades y acuciado de un bello decir, dilecto y lícito… Como artista, no pierde la fineza femenina, tan especial y necesaria para ciertos trabajos escultóricos. Exquisita manera que reverencia diariamente un público distinguido”.

El Heraldo de Madrid dedicaba también una información de la muestra, acompañada de una fotografía de la artista con una de sus obras.

Margarita en Roma, en 1935

 

En 1935 fue pensionada por la Generalidad de Cataluña para estudiar en la Casa Velázquez (Instituto de Bellas Artes de Francia en Madrid) y en 1936 obtuvo en Madrid la Beca Conde de Cartagena que concedía la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y que consistía en un viaje, de un año de duración, que hizo a bordo del trasatlántico francés Champollion.

Trabajó junto a José María Sert en la realización del Pabellón del Vaticano de la Exposición Internacional de París de 1937.

«La Altiva»

«La joven de la melena»

 

Tras viajar durante 5 años por Londres, Bruselas, Italia, Francia, Grecia y Asia Menor, se estableció en París, donde recibió clases del escultor Charles Despiau, que trabajara con Auguste Rodin, y fuera uno de los componentes del grupo de escultores bautizado como la “Banda Schenegg”.

Durante estos años participa en distintas exposiciones colectivas celebradas en distintas ciudades españolas y europeas como Madrid, Barcelona, Oviedo, en el Museo Jeu de Paume de París y la Academia de Bellas Artes de Francia.

Durante su estancia en París recibió el encargo de la Infanta Isabel para la ejecución del busto de la madre Dolores, que en vida fuera Carmen Loriga y Parra  y era la ecónoma general del convento de la orden de la Asunción en la villa parisina de Saint-Michel. Era prima hermana del primer conde del Grove, Juan Loriga y Herrera-Dávila, antiguo preceptor del rey; también era su hermana política, pues el conde estaba casado con Josefina Loriga y Parra.  Margarita realizó una bellísima obra en la que para no caer en soberbia, en lugar de insinuar el hábito religioso, lo hizo mucho más contundente y en colores.

Margarita con el busto de la madre Dolores

En París realizó también otros encargos, como el busto de la Infanta Beatriz de Borbón, para el que fue preciso instalar su taller en una de las habitaciones del Gran Hotel Europa en Roma, donde se hospedaba la Infanta. Cada mañana desayunaban juntas, y hablaban largo y tendido mientras Margarita la peinaba para que cada día posara exactamente igual.

La Infanta Beatriz de Borbón posando para su retrato

 

En 1938 regresa a su ciudad natal y dos años más tarde comienza a trabajar en la manufactura Cerámica Asturiana de San Claudio (Oviedo), fábrica que cerró sus puertas en el año 2007, realizando cerámicas y tierra cocidas. La fábrica, consciente de que sus piezas habían quedado ancladas en modelos demasiado antiguos, le pidió que hiciera una nueva colección de objetos que la artista rediseñó, creando un nuevo grupo de modelos que sustituirían a los antiguos.

 

«Canción del mar»

Sin embargo, a Margarita sin querer, le salía el “pronto” de la escultura y para una exposición que hizo la Fábrica en Gijón, preparó la obra “Las cuatro estaciones”.

«Las Cuatro Estaciones. La Primavera»

«Las Cuatro Estaciones. El Verano»

«Las Cuatro Estaciones. El Otoño»

 

«Las Cuatro Estaciones. El Invierno»

«La Primavera» obra en poder de la familia, mientras que las otras tres se encuentran en el museo de la Cerámica de Oviedo. Cuando Margarita se casó (1942) dejó de colaborar con la Fabrica y el escultor local que la sustituyó se asignó la autoría de una de las cuatro estaciones con total impunidad y sin que nadie hasta la fecha haya rectificado este error.

Tras finalizar la contienda española, que pasó en París junto al resto de su familia, y ya de regreso en Barcelona, presentó a la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1941 la obra “La Piedad”, que dos años más tarde llevaría también a la exposición que realizara nuevamente en el Salón Vilches, y que se encuentra en la actualidad en el panteón familiar de Manuel Vilches, en el cementerio de La Almudena de Madrid.

También inauguró en junio de 1941 en la Sala Parés, una exposición de obras que supondrían su presentación tras el parón ocasionado por la Guerra Civil.

En 1942 contrajo matrimonio en la parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles, con el abogado Francisco Javier de Mendoza Arias-Carvajal, que ocupaba una destacada posición en el Ayuntamiento de Barcelona, lo que motivó que la artista no concurriera a los concursos de escultura pública, evitando así las sospechas de favoritismo.

Francisco Javier de Mendoza Arias-Carvajal era abogado de los Ilustres Colegios de Madrid y Barcelona, Jefe de Sección del Ayuntamiento de Barcelona, Capitán de Artillería de la Academia del Arma; llegó a ser Presidente de la Federación Catalana de Fútbol y Vocal de la Española, Secretario del Círculo Ecuestre de Barcelona, y poseía además la Cruz de Guerra, de la Cruz Roja del Mérito Militar y la Medalla de la Campaña.

Fruto del matrimonio nacerían cinco hijos, dos gemelos en su primer parto, Francisco Javier y Juan Fernando, José Eduardo, Margarita y Carlos, todos ellos dotados de sensibilidad artística que desarrollarían en distintos ámbitos.

La Hoja Oficial del lunes de febrero de 1943 dedica una interesante información acerca de la exposición de la escultora en la Sala Vilches, en la que Antonio de las Heras apunta el “espaldarazo que merece su temperamento, su técnica, su oficio al servicio todo de una sensibilidad y un afán por buscar lo duradero y la calidad…. una de las virtudes de Margarita es su gran elegancia espiritual llevada a la obra que produce… es lástima que la escultora no prodigue más sus exposiciones en Madrid porque en ellas se encuentra una verdad artística irrefutable”….

Realizó bustos y figuras de temática religiosa por encargo, como las que para el Monasterio de Montserrat trabajó en 1942, del Abad Oliva y la de San Benito, que presiden la Sala Capitular, realizando años más tarde el conjunto monumental del Vía Crucis de la abadía benedictina.

Margarita Sans Jordi trabajando en la escultura del Abad Oliva

Talla de San Benito

Realizó también otras piezas para el Monasterio como un «Monaguillo» tallado en madera y semihueco (se trata en realidad de una hucha), situado en un rellano por el que se accede a las escaleras que llegan hasta la Virgen de Montserrat (la «Moreneta»), para cuyo modelo eligió a su hijo Eduardo.

«Monaguillo» de Montserrat

 

«Jesús condenado a muerte», estación penitencial de Montserrat

 

Las distintas escenas de este Vía Crucis de Montserrat se caracterizan por una gran simplificación de las formas, más evidentes en las esculturas femeninas, que se presentan de una forma muy esquematizada.

 Boceto de «Piedad» y obra final  que puede verse en el cementerio de La Almudena de Madrid

 

En la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1944 obtuvo la Tercera Medalla de Escultura, recibiendo también otro tipo de condecoraciones como la que le otorgó el estado francés de “Chevalier de las Órdenes de las Arts et las Lettres”.

Fue socia de la Asociación de Pintores y Escultores, del Círculo Artístico de San Lucas, de la Agrupación de Acuarelistas de Cataluña,…

En 1948 inauguró en la Sala Parés una pequeña muestra de cinco esculturas y participó también en la Exposición Nacional con una “Madona”, un relieve de temática religiosa que adquirió gran importancia en su producción a partir de entonces.

Para la Parroquia de San Raimundo de Peñafort realizó en 1950 otros trabajos, como los que también entregó a la Escuela Pía de Sitges en 1956, culminando en el paso de Semana Santa «Jesus en la calle de la amargura«, formado por las tallas en madera de Jesus, el Cirineo y la Virgen.

 

«Primera caída de Jesús», estación penitencial de Montserrat

 

Su obra está presente en el Museo Nacional de Arte de Cataluña, en el Monasterio de Montserrat, en el Convento de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, conocido como Asilo de Convalecientes de Madrid y en el cementerio de La Almudena de la capital, donde se encuentra la escultura titulada «Piedad», realizada para la familia Vilches, labrada en piedra verde de Figueres.

Pero también hay obra suya en Nueva York y París, con especial mención a la escultura religiosa que para la Semana Santa de Sitges realizó y que procesiona el Viernes Santo, además de otras muchas colecciones particulares repartidas por todo el mundo.

Su hermana Mercedes trabajando piezas de cerámica en su estudio

 

En el año 2004 ella misma preparo una exposición-homenaje, que organizó el Grupo de Estudios Sitgetans, poco antes de su fallecimiento, ocurrido el 25 de junio de 2006, cuando contaba con 95 años.

Los trabajos de Sans muestran una clara influencia de José Llimona; se podría decir que sus esculturas son el resultado de una síntesis o esquematización del estilo de su maestro, mientras que su temática característica se centró en el desnudo femenino y la imaginería religiosa.

En el libro “Instituciones artísticas del franquismo: las exposiciones nacionales de Bellas Artes (1941-1968)”, de Lola Caparrós Masegosa, (Zaragoza, 2019), se habla de la obra “Reposo” como de «serenísimo desnudo de mujer en donde se estudian con acierto masas de gran blandura y belleza». Y es cita imprescindible en otros textos como “Arte moderno, vanguardia y estado: la Sociedad de Artistas Ibéricos y la República (1931-1936) Editorial CSIC – CSIC Press, 2003, de Javier Pérez Segura, o “Pas a pas, camí de l’alba: memoria de l’Academia de Llengua Catalana” (L’Abadia de Montserrat, 2007),  de Manuel Sayrach, cuando relaciona la exposición pública conmemorativa del 75 aniversario de la Coronación Canónica de la Madre de Dios de Montserrat, o “Escultoras en un mundo de hombres y su fortuna en la crítica de arte española (1900-1936)”, de Isabel Rodrigo Villena (Arenal, Revista de Historia de las Mujeres de la Universidad de Granada, 2016).

Desnudos femeninos

 

El NODO del 1 de enero de 1948 dedicó uno de sus cuatro reportajes a la escultora, mostrando a esta mientras trabajaba en su estudio tallando piezas de gran formato.

Distintas instantáneas del reportaje aparecido en el NODO

 

Pese a su faceta de escultora, Margarita Sans Jordi también cultivó el dibujo y la pintura, sobre todo en los últimos años de su vida en los que tallar ya no era una tarea fácil. Sus pinturas reflejan naturalezas muertas, paisajes y desnudos femeninos, presentes en varias colecciones privadas.

Colaboró con su hermana Mercedes que estaba soltera y se dedicaba al mundo de la cerámica, realizando modelos de carácter popular y decorativo que su hermana ponía al horno y pintaba.

Sus retratos se caracterizaban por un modelado suave y un sentido gracioso de la actitud, eliminando los elementos anecdóticos y meramente decorativos para concentrarse en la pura realidad anatómica, superada por una expresión de femineidad.

Las piezas de Sans respiraban sensualidad con composiciones que no siempre juegan con las formas sinuosas y las torsiones, demostrando en otras obras cuerpos más rotundos y relajados que huyen de la elegancia de la insinuación y que también están llenas de expresividad.

Otra imagen rescatada del NODO en la que se aprecian piezas de gran tamaño

 

Quienes la conocieron, sus familiares más próximos, como sus nietos Alonso y Gonzalo de Mendoza Asensi, y su propio hijo Eduardo de Mendoza Sans, a quienes agradezco sus indicaciones a la hora de elaborar esta biografía, aseguran que era una mujer temperamental, un terremoto dicharachero, abierto, que hablaba y se comunicaba con todo el mundo, de carácter alegre y gran bondad y que pese a la época que le tocó vivir, supo compaginar en lo que pudo su amor al arte y a la familia.

MARGARITA SANS JORDI Y LA AEPE

En el XII Salón de Otoño de 1932, celebrado en los Palacios del Retiro de Madrid, Margarita apareció inscrita como Margarita Sans Jordi, natural de Pla del Panadés, donde reside. Al mismo presentó las obras, que se exhibieron en la Sala Central:

  1. “Juventud” (caoba)
  2. “Semíramis” (relieve en madera)

Bajorrelieve «Las hijas de Job»

Margarita Sans Jordi, cuando contaba con 92 años, posando con el busto de su gato Tainy,  en terracota policromada

 

 

 

 

 

Webgrafía y Bibliografía

Blanco y negro 23/6/1935

El Heraldo de Madrid 25/6/1935

La Voz 18/6/1935

Ahora 12/6/1935

La Época 19/6/1935

Y 1/7/1939, 1/1/1942

La Nueva España 11/10/1942, 27/1/1997, 3/7/2005, 1/3/2007, 27/9/2007

El País 23/11/1978, 9/10/1991

La Vanguardia 17/4/1957, 28/7/2002, 24/9/2002, 27/6/2006

ABC 24/9/2002, 18/02/1943, 07/03/1943, 06/01/1946, 15/05/1935, 05/06/1935, 06/06/1935, 10/12/1941, 25/04/1944, 17/02/1943, 27/11/1974

ABC Sevilla 22/11/1934 y 09/06/1944

El Periódico de Catalunya 28/6/2006,

La Gaceta de Sitges

Eco de Sitges 11 junio 1935

El Norte de Castilla, mayo de 1939

Gaceta Municipal de Barcelona 15/1/1945

Heraldo de Zamora 27/5/1939

Hoja Oficial de la provincia de Barcelona, 8/6/1942, 24/5/1943, 29/4/1957, 4/6/1962

Diario de Burgos, 2/7/1978

Hoja Oficial del lunes, 15/2/1943

Instituciones artísticas del franquismo: las exposiciones nacionales de Bellas Artes (1941-1968)”, de Lola Caparrós Masegosa, (Zaragoza, 2019)

“Arte moderno, vanguardia y estado: la Sociedad de Artistas Ibéricos y la República (1931-1936”), de Javier Pérez Segura

Revista nacional de educación de junio de 1943

“Pas a pas, camí de l’alba: memoria de l’Academia de Llengua Catalana” (L’Abadia de Montserrat, 2007),  de Manuel Sayrach 

 “Escultoras en un mundo de hombres y su fortuna en la crítica de arte española (1900-1936)”, de Isabel Rodrigo Villena (Arenal, Revista de Historia de las Mujeres de la Universidad de Granada, 2016).

NODO del 1 de enero de 1948

http://diposit.ub.edu/dspace/bitstream/2445/102337/8/NEG_2de2.pdf.txt

Archivo Histórico “Bernardino de Pantorba” de la Asociación Española de Pintores y Escultores

www.gacetadebellasartes.es

www.salondeotoño.es

Las Medallas de la AEPE: José Moreno Carbonero

Por Mª Dolores Barreda Pérez

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Después de ver cómo y cuándo nació la Medalla de la Asociación de Pintores y Escultores, vamos a seguir conociendo más acerca de los galardones en los que se otorga actualmente, con sus correspondientes denominaciones.

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Medalla de Pintura “José Moreno Carbonero”

del Salón de Primavera de Valdepeñas

 

En el año 2005 la Asociación Española  de Pintores y Escultores propuso crear en Valdepeñas y para el año 2006, un Salón de Primavera “Por Tierras de Castilla-La Mancha”, que fuera de carácter nacional, teniendo en cuenta la tradición plástica internacional de la ciudad manchega.

De esta forma nació una magnífica exposición que pese a los altibajos sufridos, perdura en el tiempo logrando ser una magnífica exposición, orgullo de nivel artístico y calidad y que viene a convertirse en un espléndido complemento en la vida artística de la ciudad.

El Ayuntamiento de Valdepeñas, sensible a las muestras artísticas y la calidad avalada por la Asociación Española de Pintores y Escultores, acogió desde el principio la iniciativa, presentado para ello el incomparable marco del Museo Municipal, uno de los mejores y más importantes centros de arte de España, para la exhibición del certamen, que suele celebrarse en los meses de mayo o junio.

 

El Salón de Primavera “Por Tierras de Castilla- La Mancha” se ha convertido así en un bastión en el arte y la cultura de Castilla-La Mancha, una muestra consolidada en el panorama artístico español, abierta además a la participación de cualquier artista.

El Salón contó con distintos premios en metálico y honoríficos, hasta que en el año 2017, con motivo de la celebración de su edición número XI, se instituyeron especialmente para el mismo, dos premios con los que honrar a los fundadores de la centenaria entidad y que vienen así a terminar de reconocer la importancia que esta cita tiene en el calendario expositivo de la entidad: la Medalla de Pintura José Moreno Carbonero y la Medalla de Escultura Lorenzo y Federico Coullaut Valera.

 

JOSE MORENO CARBONERO

MORENO CARBONERO, José P   1910(F101)       28.mar.1860     MALAGA               MADRID  15.abr.1942

 

José Moreno Carbonero (Málaga, 28 de marzo de 1860 – Madrid, 15 de abril de 1942) fue uno de los últimos grandes pintores de historia del siglo XIX, destacando también en la técnica del retrato. Fue además el pintor malagueño más reconocido, valorado y con más aceptación de público y venta de obras de su momento.

José Moreno Carbonero retratado en ABC en 1891

 

Nacido en una familia de origen humilde, su vocación artística se inició gracias al pintor valenciano afincado en Málaga, Bernardo Ferrándiz Bádenes, que, al igual que hacía con el resto de alumnos, no le cobraba las clases particulares que ofrecía en su estudio. Ferrándiz era entonces profesor en la Escuela de Bellas Artes de San Telmo de Málaga y desde un principio vio en él a un destacado discípulo a quien apoyó decididamente.

Retratos de Rosario Carbonero Romero y José Moreno Delgado, padres del pintor

 

José Moreno Carbonero logró en 1872 la Medalla de Oro en la Exposición del Liceo de Málaga y un año más tarde, junto a su maestro Ferrándiz, viajó a Marruecos  donde comenzó a interpretar escenas costumbristas y de temática africana a la manera de Mariano ­Fortuny.

En 1875, ganó el Premio Barroso, y realizó el Retrato de Alfonso XII, que le valió fama y notoriedad.

José Moreno Carbonero en 1905 pintando una de sus obras de gran formato según apareció en el diario ABC

 

En la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1876 obtuvo una Tercera Medalla, logrando después una pensión de la Diputación de Málaga para estudiar en París cuando tenía tan sólo quince años.

Autorretrato

 

Allí ingresó en el taller de Jean-Leon Gérôme, cuyas obras de temática histórica y mitológica llevaron a lo más alto el arte académico francés, que influyó mucho en su pintura, y allí se relacionó también con el célebre marchante de arte Adolphe Goupil, uno de los hombres más ricos de Francia y fundador de Goupil & Cie. una empresa editora de reproducciones de arte, en grabado y fotografía, referencia obligada en el mundo artístico.

En un ambiente artístico privilegiado, conoció a Raimundo de Madrazo, amistad que pervivió  hasta su fallecimiento.

Participó en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1877, consiguiendo la Medalla de Segunda Clase; en la de 1881 ganó la Primera Medalla con una de sus obras más conocidas: El príncipe don Carlos de Viana, pintado con tan sólo veintiún años y que le supuso el inicio de su fama como pintor a nivel nacional.

El Príncipe Don Carlos de Viana

 

Gracias a este éxito, Moreno Carbonero fue distinguido con la pensión de mérito (1882-1885) para la Academia de España en Roma.

En 1883, viajó a París, para documentarse en otra de sus obras más conocidas: La conversión del duque de Gandía por la que obtuvo una Primera Medalla en la Exposición Nacional de 1884, siendo además premiada en las exposiciones internacionales de Múnich y Viena, donde le dieron Medalla de Oro, París (1889) y en la de Chicago (1893), galardonado con medalla única.

La conversión del Duque de Gandía

 

El crítico de arte Jacinto Octavio Picón (El Correo, 1884), calificó esta obra juvenil de Moreno Carbonero como “una de las más notables que ha producido en España la pintura contemporánea”.

En 1887, y ya en Madrid, decoró una de las capillas de la Basílica de San Francisco el Grande, y vivió grandes triunfos y reconocimientos que le acarrearon encargos de la burguesía de la época.

Igualmente, el Senado le encargó uno de los lienzos del Salón de Conferencias, para el que pintó la entrada triunfal del capitán Roger de Flor al mando de ocho mil almogáraves catalanes y aragoneses en la ciudad de Constantinopla.

Entrada de Roger de Flor a Constantinopla, en el Palacio del Senado

 

Profesor, catedrático de dibujo del natural de la Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, fue nombrado académico correspondiente de la misma, teniendo como alumnos a Juan Gris y Salvador Dalí, entre otros.

El 27 de enero de 1889 contrajo matrimonio con María Rosario Castel Supervielle, hija de Simón Castel Saenz, un importante industrial malagueño que era presidente de la Cámara de Comercio, y de Rosario Supervielle Baratau. En su boda actuaron como testigos el Marqués de la Paniega, presidente de la Real Academia de San Telmo, el ex Ministro Eduardo Palanca y su íntimo amigo Muñoz Degrain. De esta unión nació un único hijo, José Moreno-Carbonero Castel, casado con Josefa Travesedo, hija de los Condes de Maluque, y que falleció sin descendencia.

Retratos de María Castel, esposa del pintor

 

En la década de 1890, continuó participando con obras en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes con temas costumbristas de pequeño formato, recibiendo también una medalla especial en Budapest. Envió obra a las de los años 1907, 1908, 1918, 1919 y 1922, y a la Internacional de Barcelona de 1929.

Realizó también exposiciones individuales en la Sala Barcino (1930 y 1932), en la Sala Parés (1932), en las Galerías Layetanas (1933) y tres exposiciones homenaje que se celebraron en Madrid, en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, la Sociedad de Amigos del Arte y la Agrupación Artística de Castro Gil.

En 1910 antes de hacer entrega de otro de sus cuadros más conocidos, «La fundación de Buenos Aires«, el Rey Alfonso XIII lo visitó su taller madrileño para contemplar la obra terminada. En los ambientes artísticos de la época todos conocían la predilección del monarca por Moreno Carbonero más allá del mero hecho de que el artista fuese pintor de la Corte. El cuadro agradó y conmocionó al rey, que hizo colgar frente a su cama, en el Palacio de Oriente de Madrid, el boceto del rostro de Garay con su yelmo reluciente, que le regalara el artista.

José Moreno Carbonero retratado por Sorolla

 

Moreno Carbonero trabajaba con una rigurosidad técnica y rigorismo historicista que reflejaban la obsesión por la reproducción documental, casi “arqueologicista” del hecho histórico, por lo que sus obras son mucho más que simples pinturas de historia, reflejando modos culturales y corrientes artísticas, pormenorizando en los detalles el rigor histórico de un gran documentalista.

El artista en su estudio en 1922

 

Moreno Carbonero a pesar de vivir en Madrid durante toda su vida, en la calle Miguel Ángel, n.º 5, siguió muy ligado a su ciudad natal, Málaga, donde realizó varias donaciones al Museo de Bellas Artes, y hacia 1937, creó el Legado Moreno Carbonero, en el que se comprendían distintas obras y que tras su muerte, enriqueció su hijo.

En el ABC en 1922 junto a su mujer, su hijo y su nuera

 

Falleció en Madrid, en 1942, siendo reconocido en vida por sus méritos artísticos y su valía como pintor.

El pintor en 1903

En 1912 preparando una de sus exposiciones

 

Moreno Carbonero y la AEPE

Socio Fundador Nº 40 de la Asociación de Pintores y Escultores.

* Participó en el III Salón de Otoño de 1922, inscrito como José Moreno Carbonero, natural de Málaga; reside en Madrid, Miguel Ángel, 5, con la obra titulada “Primera salida de Don Quijote”, óleo de 0,82 x 0,70.

* Al XI Salón de Otoño de 1931 presentó el óleo inscrito con el número 615, titulado “Andaluza”.

* Para el XII Salón de Otoño de 1932 preparó la obra “Un arroyo en el monte”, óleo de 0,70 x 0,95.

*Al XV Salón de Otoño de 1935 presentó la obra “El Monte Ulía en un día de tempestad”, un óleo de 0,63 x 0,73.

* En el XXIV Salón de Otoño de 1950, y aunque ya había fallecido, estuvo presente en la Sala de Fundadores con las obras “Andaluza”, “Retrato de mi hijo” y “La conversión del Duque de Gandía” (réplica).

* En el XXXVII Salón de Otoño también estuvo presente en la Sala de Maestros con la obra “Puerto pesquero”.

«Andaluza», obra presentada al XXIV Salón de Otoño

 

Caricaturas del artista aparecidas en Madrid Cómico en  1886 y 1895

Fotografía del pintor aparecida en el ABC de 1958

 

 

Biografía y webgrafía

ABC 22 de Febrero de 1914, 18/12/1926, 26/03/1960, 7/2/1940, 16/4/1922, 1/6/1905, 19/07/1891, 22/03/1958, 10/03/2006, 16/04/2003, 10/03/2006, 24/11/1957, 28/03/1989, 26/01/1924, 07/05/1927, 24/11/1957, 08/04/1959, 16/02/1963,

Blanco y Negro 12/5/1912, 1/2/1920, 22/2/1914, 27/05/1928, 26/9/1926

Cánovas Vallejo, Apuntes para un Diccionario de pintores malagueños del siglo XIX, Madrid, Antonio G. Izquierdo, 1908, págs. 39-47

Cuenca López, Museo de pintores y escultores andaluces contemporáneos, La Habana, Imprenta Rambla, Bouza y Cía., 1923

AA., Moreno Carbonero. Homenaje al glorioso maestro, Málaga, Real Academia de Bellas Artes de San Telmo, 1943

Homenaje a José Moreno Carbonero en el primer centenario de su nacimiento, Málaga, Caja de Ahorros Provincial, Diputación Provincial, 1958

Lafuente Ferrari, José Moreno Carbonero, Málaga, Caja de Ahorros Provincial, Obra Cultural, 1967

El palacio del Senado, Madrid, 1980

Sauret Guerrero, “Metodología de la pintura de historia: el ejercicio de Moreno Carbonero”, en Baética, (Universidad de Málaga), n.º 9 (1986)

La pintura de historia del siglo XIX en España, catálogo de exposición, Madrid, Museo del Prado, 1992

A.E. Pérez Sánchez, H. González Zymla y L. de Frutos Sastre, Catálogo de pinturas de la Real Academia de la Historia, Madrid, Real Academia de la Historia-Fundación Ramón Areces, 2003

https://www.museodelprado.es/aprende/enciclopedia/voz/moreno-carbonero-jose/3b311cad-a5cb-4d74-9bab-45fce96b4a74

https://www.researchgate.net/publication/245344359_Jose_Moreno_Carbonero_Homenaje_en_el_150_aniversario_de_su_nacimiento_1858-1942

https://www.europeana.eu/portal/es/explore/people/52480-jose-moreno-carbonero.html

http://ceres.mcu.es/pages/ResultSearch?txtSimpleSearch=Moreno%20Carbonero,%20Jos%E9&simpleSearch=0&hipertextSearch=1&search=simple&MuseumsSearch=&MuseumsRolSearch=1&listaMuseos=null

Archivo Histórico “Bernardino de Pantorba” de la Asociación Española de Pintores y Escultores

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Mª del Carmen Maura Herrera

Por Mª Dolores Barreda Pérez

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LAS PRIMERAS ARTISTAS DE LA

ASOCIACION ESPAÑOLA DE PINTORES Y ESCULTORES

Desde su fundación en 1910, y después de haber tratado en anteriores números a las Socias Fundadoras de la entidad, y las participantes en el primer Salón de Otoño, vamos a ir recuperando de la memoria colectiva, el nombre de las primeras socias que vinieron a formar parte de la Asociación de Pintores y Escultores.

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Mª DEL CARMEN MAURA HERRERA,

DUQUESA DE MEDINA SIDONIA, MARQUESA DE VILLAFRANCA DEL BIERZO, MARQUESA DE LOS VELEZ Y CONDESA DE NIEBLA

 

CARMEN MAURA HERRERA     (MAURA DE MEDINA SIDONIA, Mª Carmen)      P    1934     MADRID     BIARRIZ/MADRID

 

Poetisa, pintora y enfermera

Mª del Carmen Maura Herrera nació en Madrid, el 16 de febrero de 1905, contradiciendo los datos que acerca de su biografía aparecen en distintos medios que sitúan su nacimiento en Cuba, en 1906, y según nos confirma Liliane Mª Dahlmann Directora de la Fundación Casa Medina Sidonia.

Era la segunda hija del historiador Gabriel Maura Gamazo, Duque de Maura (nieta del político que fuera Presidente del Gobierno entre 1903 y 1922, Antonio Maura y Montaner) y de Julia Herrera y Herrera, Condesa de la Montera, cubana de nacimiento y de ascendencia cántabra.

Carmen Maura cuando contaba con 6 años de edad, junto a sus hermanos y a su madre

 

La familia tuvo además otros cinco hijos, Gabriela, Julia, María Victoria, Ramón y Martirio, educados todos en el ambiente artístico y cultural de principios de siglo y dentro de una familia de la alta sociedad que frecuentaba este tipo de círculos.

Carmen Maura cuando contaba 18 años

 

A finales de los años 20, en un baile celebrado en el Palacio de la Magdalena de Santander, residencia veraniega de los reyes, conoció a Joaquín Álvarez de Toledo Caro, XX Duque de Medina Sidonia, quien había estudiado la carrera de derecho y había pasado toda su juventud en Francia.

A caballo, junto a su hermano Ramón

 

María del Carmen Maura se casó en Biarritz, el 12 de octubre de 1931, en la Iglesia de Saint Eugenié, con Joaquín Álvarez de Toledo y Caro, XX duque de Medina Sidonia, Marqués de Villafranca y de los Vélez, (que portaba uniforme de la Real Maestranza de Valencia) instalándose el matrimonio en el Palacio de los Guzmán, de la Casa Ducal de Medina Sidonia, en Sanlúcar de Barrameda, al que engrandecieron con sus cuidados y dedicación, alternando sus viajes a la residencia de Madrid, en la calle Miguel Ángel, 9.

El día de su boda con Joaquín Álvarez de Toledo y Caro

Junto a su padre antes de entrar a la ceremonia

 

Durante la ceremonia celebrada en la Iglesia de Saint Eugenié, en Biarritz

 

En las elecciones de 1933 Joaquín se presentó como candidato de la derecha por Madrid, actividad política que compartió con su esposa Mª del Carmen, y que los llevaron a posicionarse en posturas de derecha extrema, que contrastan con el comunismo militante de su prima Constancia de la Mora Maura.

Carmen las ejerció además en escritos contra su tío Miguel Maura, al adherirse al Pacto de San Sebastián y estar preso en la Cárcel Modelo por ser promotor del advenimiento de la Segunda República.

Visitó Alemania en 1932 ya que consideraba que el régimen hitleriano buscaba la unión entre las distintas clases sociales, para evitar envidias entre ellas, a través de su hermanamiento, fuente de ayuda y colaboración entre todas ellas. Este hermanamiento se debía basar, según ella, en el cristianismo como “único modelo”.

Expuso sus impresiones en sus colaboraciones en la revista Ellas, Semanario de Mujeres Españolas, dirigida por José María Pemán, entre 1933 y 1934. Además, a partir de 1933 publicó monografías, conservándose inéditos autobiográficos en el archivo de la casa ducal de Medina Sidonia.

Junto a un grupo de artistas

 

Por distintos medios de la época, conocemos que en 1933 protagonizó un suceso muy ligado a la crispación política que se vivía en España, pues si bien en el diario ABC encontramos que fue detenida por la policía, el diario La Libertad la califica de “Dama subversiva”: Ha sido multada con 500 pesestas por dar gritos subversivos en el Pº de Coches del Retiro y llevar un emblema de la antigua bandera española”.

Carmen Maura y Herrera ocupaba un puesto destacado en la alta sociedad madrileña

 

En declaraciones posteriores al ABC la propia Carmen relata que no fue tal, sino que ella contestó con un “¡Viva el Rey! a un grito de ¡Abajo la Monarquía! que un sujeto dio, actuando entonces el guarda jurado número 105, al que ella facilitó su nombre y señas, para que pudiera formalizar la denuncia, e impidiéndole continuar su paseo, oponiéndose violentamente el guarda, que la hirió en la muñeca como así se comprobó en la Comisaría del Congreso, donde llegó la duquesa con el brazo sangrando. Termina sus declaraciones añadiendo que no ha pagado la multa ni piensa hacerlo.

Otra versión la encontramos en el diario La Libertad, en donde explica que “Jesús Calvo Varela, de 21 años y Manuel del Molina Bartolomé, de 17 años, han denunciado a Mª del Carmen Maura y Herrera por dar gritos contrarios al régimen y ostentar emblemas monárquicos”. Se dice que la señora es detenida y llevada a la Dirección de Seguridad, donde pagó las 500 pesetas que le impuso de multa el director Andrés Casaus, siendo puesta en libertad.

Junto a su marido, Joaquín Álvarez de Toledo y Caro

 

En 1933 prolifera su literatura en obras de teatro, comedias y dramas y otro tipo de escritos que publica a partir de entonces.

En 1934 participó en el Salón de Otoño de Madrid y en el de París.

Retrato de Maria del Carmen Maura y Herrera XX Duquesa de Medina Sidonia en 1921

 

En 1936, con el advenimiento de la República, toda la familia Maura se autoexilió a Portugal, desde donde los varones fueron pasando a España para incorporarse al ejército nacional.

Vida social en Estoril

 

El 21 de agosto de 1936, en Villa Marqués de Pinto de Estoril, nacía su única hija, Luisa Isabel Álvarez de Toledo y Maura, conocida popularmente como la Duquesa Roja, cuyo parto fue difícil y acarreó gran enfermedad a Mª del Carmen.

Por esto motivo, su esposo Joaquín no cruzará la frontera a España hasta el otoño de 1936, acudiendo directamente a Sanlúcar de Barrameda, en donde el Palacio había sido convertido en cuartel general de la Falange, y que consiguió liberar en parte para hacerlo de nuevo su residencia.

Con su hija de pocos meses, en Estoril

Junto a su hija Luisa Isabel Álvarez de Toledo y Maura

 

En 1937 y una vez repuesta de las secuelas del parto, Mª Carmen se traslada a Sevilla, alcanzando el grado de teniente como enfermera militar, demostrando tener una sensibilidad especial para sentir el dolor ajeno, que le dolía como propio.

Sensibilidad que se vislumbra en sus memorias manuscritas e inéditas y que está presente en su pintura y en sus obras de teatro.

La familia exiliada en Estoril

Su hija Isabel a los 6 años pintada por la artista

 

Otro retrato de su hija cuando contaba con 9 años

 

De vuelta a su casa de Sanlúcar, y una vez finalizada la Guerra Civil Española, Mª del Carmen creó un dispensario en el propio Palacio en el que atender a los necesitados, valiéndose de sus conocimientos médicos aprendidos como enfermera de Sanidad Militar, labor que le valió que en su honor le erigieran un monumento en un parque público de dicha localidad gaditana.

Un trabajo social ingente y desconocido que lo mismo daba cobijo a perseguidos que abordaba prácticas médicas a desahuciados, consiguiendo resultados sorprendentes.

Dispensario en el Palacio de Medina Sidonia

 

Durante los años de la contienda, el personal sanitario lograba unos conocimientos que les cualificaban como médicos, con una intensa práctica en hospitales y campañas que volcó luego en su propio dispensario, improvisando un consultorio que le ocupaba interminables mañanas de su tiempo.

Una labor altruista que compartió con su marido y que permitió que repartieran una comida diaria en el Palacio a los más necesitados en unos años “del hambre” muy complicados para la toda la población de posguerra.

Carmen Maura en los últimos años de su vida, durante una excursión

 

Denunciada por los médicos que veían en ella una seria competencia al haber logrado curaciones irracionales y fuera de toda duda, obligaron a Mª del Carmen a comparecer ante la Academia, redactando entonces una tesis que fue un resumen de los tratamientos y resultados, entonces verificables y que se imprimió en 1946, no logrando leerla por su prematura muerte, que le llegó en San Sebastián, el 20 de septiembre de ese mismo año, debido a un cáncer.

Tesis para la obtención del título de Doctor en Medicina

La artista en San Lucar de Barrameda

 

Conocedora de su fatal desenlace, vivió la enfermedad con gran entereza y resignación cristiana y dejó testamento ológrafo en el que pedía a su madre que mantuviera abierto el dispensario en el que tratar a sus enfermos, y leche a todos los niños. Escribió además una poesía para que se utilizara en el recordatorio de su defunción.

Poesía recordatorio de su defunción que escribió la propia artista

 

Fue enterrada en el Convento de Religiosas Franciscanas de la Anunciada, en Villafranca del Bierzo, León.

Pintora de paisajes y retratos al óleo y al pastel, expuso en París con éxito,  en Alemania, Portugal y en España durante el periodo republicano.

Hay obra suya en el Museo de Figuera de Foz de Coimbra, que donó en 1940.

Abordó la pintura de parte del retablo de la Iglesia de Niebla, en Huelva, que pintó en el Palacio de Sanlúcar, en donde se conserva, y que no pudo finalizar por su prematura muerte.

Partes del Retablo que pintó para la Iglesia de Niebla, Huelva

 

Su faceta literaria

En 1933 Nueva Editorial, de San Sebastián, publicó su novela “Las vidas sin Dios” y conjunto de poemas, ilustrados con dibujos a lápiz de la autora, titulado  “Romances”.  En 1937 vio la luz en Lisboa “Las Novias del Marino (versos de guerra y amores)”, pero para entonces, y desde 1926,  ya había escrito 10 obras de teatro, comedias que redactó en tan sólo tres meses sin borrador y directamente a máquina: “Nubes de verano” (para la compañía de María Guerrero), “La cita” (para la compañía de la Bárcena y Martínez Sierra), “Almudena” (para la compañía Díaz  Artígas), “La tragedia de Gilberto” (para la compañía de Alba Bonafé), “Plebiscito Celestial” (para el Teatro Cómico), “Los Ambiciosos” para el Lara, “Eva y Adán” Zarzuela para el Apolo, “Cuando dos que bien se quieren” para el Infanta Isabel, “Los últimos ganchos” para la compañía Díaz Artígas en el Reina Victoria y “La eterna historia” en verso para Fontalba y Margarita Xirgú.

Escribió además otras obras que se publicaron entre 1933 y 1960, como “Delitos de Omisión”, “Apuntes tomados al Natural”, “Han pasado los árabes”, “Recuerdos de infancia”, “Spring Valt”, “Recuerdos, sin importancia, de un viaje efectuado a Alemania”, “En las Minas de Río Tinto”, “Las vidas sin Dios”, “Resumen de mi actuación médica durante catorce años de mi vida”, Málaga, Imprenta Dardo, enero de 1946; “Colores” (Poemas), Biblioteca Nueva, 1960.

 

Mª del Carmen Maura Herrera y la AEPE

* XIII Salón de Otoño de 1933

Inscrita como Dª María del Carmen Maura de Medina Sidonia, natural de Madrid. Reside en Biarritz. Sala XIV.

294 “Recelo” (retrato pintado en Alemania) (pastel)

296 “Retrato de niño español” (pastel)

* Exposición de Bellas Artes de 1935 (correspondiente al 14 Salón de Otoño), inscrita como Dª. María del Carmen Maura de Medina Sidonia.

74 “Mi primo José Manuel Martínez M. y Pedraja” (pastel), 1,35 x 1,26

 

 

 

Bibliografía y webgrafía

Documentación aportada por la Fundación Casa de Medina Sidonia

ABC 21/07/1931, 7/4/1933, 8/4/1933, 24/9/1946, 30/10/1946, 13/12/1955

El Debate 26 mayo 1923

La Libertad 7/4/1933

https://fcmedinasidonia.com/isabel_alvarez_toledo/fcmedinasidonia/4archivo/14archivo8/8archivo.htm

Gran Mundo y Sport: arte, literatura, salones, Madrid 1906/07

 

Los Jurados de la AEPE

Por Mª Dolores Barreda Pérez

 

En los últimos certámenes y premios que ha organizado la Asociación Española de Pintores y Escultores hemos asistido a algunas maliciosas acusaciones de machismo que han pesado sobre la composición de los Jurados, si bien debo puntualizar que no sobre todos ellos, sino casi exclusivamente sobre el Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura.

Tomando las palabras textuales de Alberto Olmos, “la materia prima sobre la que se trabaja a la hora de hablar de machismo… -en este tipo de premios- es estrictamente matemática”.

Para quien no sepa bien cómo funcionan los Jurados que organiza la Asociación Española de Pintores y Escultores, o quien no haya tenido aún la posibilidad de ser citado para alguno de ellos, puesto que desde que José Gabriel Astudillo asumiera la presidencia de la AEPE es norma citar a un socio elegido al azar para realizar las labores del jurado, resumiré brevemente su funcionamiento.

Reunido el Jurado donde haya sido citado para tal ocasión, se realiza un pase individual de cada una de las obras, que son identificadas única y exclusivamente por el número de inscripción. Es decir, se ve la pintura número tal o la escultura número cual, pero sin mencionar en ningún momento los nombres de sus autores. Llegados a este punto, el Jurado no sabe si la obra con número 35, pongamos de ejemplo, la ha pintado una mujer o un hombre.

Otra cosa es, que tal pintura o cual escultura sean más o menos identificables debido a distintos motivos, como puede ser el hecho de conocer y reconocer la obra de un determinado autor (principalmente) debido a que su técnica y motivos forman parte de su trayectoria artística y esas características le han hecho identificable con toda probabilidad.

Más allá de esto, es imprescindible repetir que el Jurado no sabe a quién pertenece la obra que está viendo.

Pero dejando aparte este hecho, cabe hablar de la composición de los Jurados. Leyendo los Boletines Oficiales del Estado donde se publica la convocatoria de premios “oficiales” y la composición de los jurados, me reafirmo en que seguimos hablando de una cuestión “estrictamente matemática”.

En los últimos Premios Nacionales de Artes Plásticas convocados, se explica que presidirá el jurado el órgano que convoca, es decir, el Director General de Bellas Artes y Patrimonio Cultural, la vicepresidencia recaerá en la Subdirección General de Promoción de las Bellas Artes y la Secretaría del mismo, en la Consejería Técnica de la Subdirección General de Promoción de las Bellas Artes, que actuará con voz, pero sin voto. Y como vocales, se cuenta con el premiado el año anterior (que da igual que sea hombre o mujer), con cinco personalidades de reconocido prestigio (de momento, nos sigue dando igual si son hombres o mujeres), y una persona propuesta por un centro de la “perspectiva de género”. Eso sí, se especifica que para formar un jurado paritario, cada una de las entidades deberá proponer necesariamente a dos miembros o representantes, hombre y mujer, entre los que la Dirección General de Bellas Artes y Patrimonio Cultural designará al que corresponda para mantener dicha paridad.

Como vemos, pura matemática.

Es entonces cuando debe empezar el baile de nombres para formar un Jurado aceptable y “paritario”. Si el Subdirector es hombre, hay que igualar con una Consejera Técnica para que esté equilibrado. Todo lo demás, da igual.

Y qué decir de las personalidades de reconocido prestigio que pueden quedarse fuera por el hecho de ser hombres o de los representantes del centro de “perspectiva de género”, o de todos aquellos que meritoriamente deberían estar ahí, pero que matemáticamente no encajan…

Las mujeres que he conocido y han formado parte de alguno de los Jurados de la Asociación Española de Pintores y Escultores han estado ahí por méritos propios, jamás formando parte de un cupo, ecuación o distribución paritaria.

Y ahora, vamos a contemplar otra cuestión. ¿Que haya mujeres en mayor o menor número en el Jurado, quiere decir que ellas sólo elegirían las obras de mujeres, cuando ya hemos comentado que se elige en función de un número y no un nombre?

Si en ese Jurado en el que ha habido mujeres, se han elegido obras de una mayoría de hombres, ¿querrá decir que las mujeres del jurado son machistas?

Si repasamos los catálogos físicos y virtuales de las exposiciones de la Asociación Española de Pintores y Escultores, públicamente visitables en nuestra página web, podremos comprobar que hay muchas más obras de mujeres que de hombres, a pesar de haber sido elegidas únicamente a través de un número.

Pero si da la casualidad de que en algún Jurado se ha elegido a más hombres que mujeres, ¿quiere esto decir que las mujeres del jurado han discriminado a las autoras artistas? ¿Lo hacen a posta? ¿Acallan las mujeres a las propias mujeres?

Si contestamos a todas estas preguntas e intentamos sacar conclusiones partidistas, el galimatías que podemos formar complicaría tanto un acto tan puro como es la decisión de un Jurado que libremente valora unas obras, lejos de tiranías paritarias y cuotas participativas, que, y como Secretaria del Jurado, miedo me da pensar que podamos tener tiempo para elegir y seleccionar las obras presentadas en cualquier certamen (siempre muy numerosas y que acarrea no menos de tres horas de trabajo).

Pero intentemos avanzar. Imaginemos que en un certamen con un mínimo de cuatro premios, el Jurado tuviera que tener en cuenta la paridad a la hora de otorgar los mismos. Una vez seleccionados, habría que desvelar el nombre de los autores, y pese a que una obra tuviera menos calidad que otra, otorgarle un premio que, en realidad, sería inmerecido.

En este caso, ¿Estaríamos discriminando a las mujeres?

Entonces deberíamos pensar por qué hay ciertas quejas al respecto y sobre todo, ¿Quiénes se quejan en realidad? Las pocas reclamaciones que nos llegan son siempre de palabra, nunca por escrito, y efectivamente, son de mujeres que han quedado excluidas en un certamen, lo cual da mucho que pensar y reflexionar, puesto que en lugar de preguntarnos en qué fallaba su obra, acuden directamente a su discriminación sexista.

Un gran despropósito que no hace más que reafirmarnos en la idea de que en realidad, no debe preocuparles tanto su trayectoria creativa como el hecho de enarbolar el sublime derecho a estar “ahí” por los únicos méritos de ser mujer.

¿Por qué las mujeres artistas reconocidas por todos no se quejan? ¿Por qué no firman manifiestos, por qué no se atribuyen ese derecho sexista? Pues simplemente, porque no les hace falta, son reconocidas y respetadas en el oficio y se tienen únicamente por “artistas”, sin necesidad de subrayar el hecho de ser “mujeres”.

Entonces, ¿cabe hablar de que el mundo del arte es “machista”? Si todo se reduce a que hay más artistas famosos hombres que mujeres, es fácil decir que hay discriminación.

En la mayoría de los grandes premios de arte de España es obligatorio enviar el curriculum del artista a la vez que su obra en la inscripción. Por tanto cabría pensar que los Jurados de esos premios al revisar las propuestas, ¿estarán rechazando entonces mayoritariamente las que vayan firmadas por hombres para no caer en discriminación?

En esos grandes premios, la única premisa que se sigue a la hora de elegir un Jurado es el prestigio. Imaginemos que quienes organizan un gran premio de pintura deben elegir a los miembros del Jurado. ¿En quién pensarán primero, en alguien prestigioso o elaborarán un cupo merced al cual gestionar los nombres según su sexo?

Creo yo, que al igual que hacemos en la Asociación Española de Pintores y Escultores, contaríamos primero con grandes y reconocidos artistas. Además, y especialmente a tener en cuenta, con el inmenso orgullo de pensar que son socios y por tanto, conocen ya nuestros certámenes y reconocen el prestigio que atesora nuestra centenaria entidad. Y por supuesto, valorando su ofrecimiento a la hora de colaborar abierta y desinteresadamente con nosotros, cosa que en los tiempos que corre, no es nada desdeñable y sí altamente gratificante.

Es decir, los Jurados de la AEPE están compuestos por excelentes artistas, por prestigiosos artistas, que además son socios de la entidad y sobre todo, que dedican su tiempo de forma generosa, a colaborar con una institución como la nuestra.

Pero si tuviéramos que tener en cuenta la composición paritaria, correríamos el riesgo de dejar fuera de un Jurado a grandes artistas y lo que es peor, rechazar su colaboración altruista y deferencia para con todos los que nos sentimos artistas más allá de sexos y cupones.

¿De verdad dejaríamos fuera a alguien por el hecho de ser hombre o mujer cuando en la AEPE somos sólo “artistas”?

¿Se entendería que le dijéramos a los grandes maestros que en el Jurado X no podemos contar con ellos porque por número y obligación paritaria, debemos incluir antes a una mujer que a ellos?

No quiero dejar de mencionar también el hecho de que el artista es un ser egoísta, escrito esto en el mejor sentido de la palabra. Es decir, todos nos creemos geniales, únicos, maravillosos. Todos concebimos algún tipo de sentimiento cuando vemos que seleccionan o premian a otro artista y nos quejamos en casa de que no sea a nosotros… y nos enorgullecemos por los logros propios y desdeñamos siempre los ajenos que, a nuestro juicio, son siempre mucho peores.

Esta actitud es natural, el ego es a veces superior en nosotros mismos y sólo una naturaleza sencilla y “bondadosa” (entendido como una persona llena de bondad, cualidad de bueno) es capaz de rebajar la ambición personal en lugar de disfrazarla de militancia feminista. Por eso, si no seleccionan a una mujer es que son machistas, si no hay una mujer en el Jurado, es también machista, y si el premiado no es mujer, es naturalmente machista.

Todo el problema generado por la corrección política en el arte es algo superfluo y está de más. El talento, la perseverancia, el buen trabajo, la creatividad…. lo bien hecho nunca depende del sexo, raza, identidad sexual… La calidad siempre triunfa.

En la AEPE sólo hay cabida para los artistas. No diferenciamos a mujeres de hombres porque el arte es universal. Si cruza fronteras y culturas, cómo va a delimitarse por razón de género, sexo o sensibilidad…

Las obras de nuestros artistas son siempre fruto de una creación maravillosa que no distingue más que la naturaleza ingeniosa y maestra de sus autores.

Las Medallas de la AEPE: Luis Benedito Vives

LAS MEDALLAS DE LA

ASOCIACION ESPAÑOLA DE PINTORES Y ESCULTORES

 

Por Mª Dolores Barreda Pérez

 

Después de ver cómo y cuándo nació la Medalla de la Asociación de Pintores y Escultores, vamos a seguir conociendo más acerca de su creador y en qué galardones se otorga actualmente, con sus correspondientes denominaciones.

 

LUIS BENEDITO VIVES

Medalla de Escultura del Certamen de San Isidro de Tema Madrileño

 

El Certamen de Artes Plásticas “San Isidro” de tema madrileño es una convocatoria tradicional en la Asociación, ya que cuenta con 56 ediciones realizadas, y coincide con las fiestas patronales de la ciudad de Madrid.

En el número anterior de la Gaceta de Bellas Artes ya vimos cuándo nació y su trayectoria hasta el año actual.

Como vimos, en 1974 se concedió por primera vez la Medalla Antonio Casero, en memoria de ese gran artista de temas madrileños fallecido por esas fechas y que permanece hasta nuestros días, en que además de ésta, se concede la Medalla de Escultura Luis Benedito Vives, el que fuera socio fundador, directivo de la AEPE y uno de los mejores escultores animalistas, cuyas obras pueden contemplarse en el Museo Nacional de Ciencias Naturales, así como en los mejores museos del mundo como el de Londres, Lisboa, Estocolmo…

 

LUIS BENEDITO VIVES

 

BENEDITO VIVES, Luis          E     1926           24.ago.1885     VALENCIA      MADRID            feb.1955

 

Especialista en mamíferos y precursor de nuevas técnicas.

Escultor de animales, dedicó su vida a naturalizarlos. Supuso la revolución de la taxidermia española.

Hijo de José María Benedito Mendoza (Valencia 1846-1899), taxidermista establecido en Valencia a finales del siglo XIX, en la calle Corregería, 24, cuyo negocio surtía de objetos de Historia Natural a coleccionistas e instituciones de enseñanza y que además de comerciante y taxidermista por encargo, fue Preparador del Gabinete de Historia Natural de la Universidad de Valencia. Su especialidad fueron las aves acuáticas y después, las cabezas de toro que le encargaban los toreros de la época.

Luis nació en Valencia el 25 de agosto de 1887.  tenía seis hermanos más que a la muerte de su padre, que ocurrió de forma repentina debida a un ataque cerebral cuando contaba solo con 53 años, eran menores de 25 años.

 

José María Benedito Vives, el primogénito, abandonó su trabajo y se puso al frente del negocio familiar, logrando el nombramiento de Proveedor Real y Naturalista-Disecador del rey Alfonso XIII. Obtuvo después la plaza de Disecador del Laboratorio de Taxidermia del Museo de Ciencias Naturales de Madrid y en 1907, la familia Benedito se trasladó al completo a Madrid, abriendo un taller de Taxidermia en la calle Ramón de la Cruz, 12.

En 1910 consigue la Primera Medalla en la Exposición del Centenario de Buenos Aires.

En 1918 figuraba como Presidente del Sindicato de la Propiedad Artística.

Luis Benedito Vives, el menor de los hermanos, se incorpora así al trabajo del taller, logrando después una beca de estudios que le lleva a la ciudad de Leipzig, Alemania, en donde estudia la técnica del maestro holandés Herman H. Ter Meer.

Los conocimientos dermoplásticos permitieron a Luis desarrollar su faceta de escultor, vocación artística en la que también destacaría, igual que sus hermanos destacaron en la pintura, Manuel Benedito fue un ilustre discípulo de Sorolla, y Rafael Benedito un gran compositor, pedagogo y director, además de José María Benedito, como un gran  taxidermista.

La nueva dermoplástica que introdujo en España incluía revolucionarias técnicas para el momento como la utilización de jabones arsenicales, entre otros productos, que impedían que las pieles se apolillasen, o el uso ojos de cristal de gran calidad que ofrecían a las piezas mayor realismo y rigor científico.

Pero su viaje por Europa también le permitió estudiar la producción artística de los principales escultores, especialmente de los animalistas. Ello hizo que lograra dotar a sus obras de una gran carga realista en los movimientos y especialmente en las anatomías, captando en ellas las proporciones exactas, posturas reales y movimientos de los propios animales vivos, producto igualmente del estudio directo de los animales en el campo.

Alfonso XIII y Jorge V inauguran una muestra en Londres, en el Museo de Ciencias Naturales junto a Luis Benedito

 

A su regreso a Madrid, se incorpora a la plantilla de disecadores del Museo de Ciencias Naturales, en donde aplica el procedimiento de la dermoplastia, que consiste en hacer con escayola y turba picada una escultura del animal y cubrirla con su piel humedecida sujeta firmemente con alfileres, de forma que en vez de resultar un animal feo a veces, por la falsedad de las formas, resulta una verdadera obra de arte.

Son obra suya casi todos los dioramas del Museo de Ciencias Naturales y también otros que fueron regalados por Alfonso XIII a los museos de Londres, Lisboa y Estocolmo.

Macho montés, obra presentada al XVI Salón de Otoño

 

Consiguió la Tercera Medalla de la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1930, y la Segunda Medalla en la de 1934.

En 1932 formó parte del Comité designado por la Asociación de Pintores y Escultores para la redacción de los Reglamentos de una Federación de Artistas.

Nombrado Socio de Mérito del Salón de Otoño de 1928 y Socio de Honor en el de 1931.

Fue Vocal de la Junta Directiva de la Asociación de Pintores y Escultores en 1932, Tesorero en 1934 y de nuevo vocal de 1941 a 1943.

 

Los hermanos Benedito junto Príncipe de Asturias y el Infante Don Jaime, hijos del Rey alfonsoXIII, realizando prácticas de Taxidermia

 

En 1943 y a la jubilación de su hermano José María como jefe del Laboratorio de Taxidermia del Museo de Ciencias  Naturales, hereda el cargo que ejerció hasta 1954, en que también se jubiló. Trabajó por la mañana en el museo y por la tarde atendía a clientes particulares en su taller de la calle María de Molina, 11, con la ayuda de Julio Patón.

Por el taller pasaron ilustres personalidades de la época, como el rey Alfonso XIII, a quien gustaba ver el trabajo de Luis y charlar sobre caza. Una amistad en la que Luis Benedito ejerció de maestro del príncipe de Asturias y del infante don Jaime, los hijos del rey, a quienes enseñó a disecar una perdiz.

Alfonso XIII requirió de los consejos de Luis Benedito en ciertas cuestiones respecto a la creación del Coto de Gredos, para asegurar la conservación de los escasos ejemplares de cabra montés que allí permanecían. La anécdota de la preocupación de Alfonso XIII sobre el incremento del furtivismo, la solucionó rápidamente Luis Benedito: “Majestad, haga guardas del coto a los furtivos de siempre”. Y así fue.

Gacela, obra presentada al XVII Salón de Otoño 

 

Los trabajos más populares de Luis Benedito Vives en esa época fueron el toro de lidia que el Duque de Veragua regaló al Museo de Ciencias Naturales en 1911, la jirafa donada por el Duque de Alba en 1917 y sobre todo, el elefante africano que matara también en Sudán en 1913, especializándose en mamíferos.

Luis Benedito Vives murió el 20 de febrero de 1955. A su entierro acudió el ministro de comercio de la época. La “Gaceta de Bellas Artes” de la AEPE del mes de enero de 1955, recogía el suceso dedicándole estas palabras: “…Como escultor de animales, fue el más capacitado, por el profundo conocimiento que tenía de la fauna mundial, cuya vida, costumbres y movimientos conocía ampliamente. Laureado muchas veces con justicia, su muerte deja un vacío en la especialización escultórica a que estaba dedicado, dejando asimismo un vacío en la amistad, por su carácter cordial y leal, que recordaremos siempre que le tratamos. A su familia, y muy especialmente a sus dos hermanos don Rafael y don Manuel, le enviamos la expresión de nuestra profunda pena por la desgracia que les aflige”.

Además de taxidermista, Luis Benedito desarrolló sus habilidades como escultor de animales. Es en Alemania donde comenzó a desarrollar de una forma seria su capacidad de interpretar la fauna de forma artística.

Venado

 

En su estilo escultórico, imbuido del arte de la época que conoció en Alemania y Holanda, aunque manteniendo una cierta independencia en su estilo. En sus esculturas de animales se observa un gran realismo de anatomías y una gran elegancia en actitudes, generalmente de quietud y reposo.

Luis Benedito fue sin duda el mejor escultor animalista de la España de la primera mitad del siglo XX.

Como dato curioso, podemos añadir que el 2 de octubre, el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) inauguró la exposición ‘Naturalezas recreadas. La obra taxidérmica de los hermanos Benedito’, muestra en la que el público podrá adentrarse en el arte de la taxidermia a través de ejemplares y grupos naturalizados de los hermanos Benedito, pioneros en la naturalización de especies y artífices de la mayor parte de las vitrinas que alberga el museo.

Antílope, presentada al I Salón de Otoño

 

Ellos pusieron también la norma de incluir en los trofeos disecados las chapas en las que figuraba el lugar donde había sido cazado y de incluir además, anillas de plata para sujetar colmillos de jabalí, o preparar los cráneos de los animales de una forma más pulcra, blanquearlos y limpiarlos para su presentación, y junto a la Casa Real, la utilización de óvalos y tablillas de caoba de primera calidad para cabezas, cráneos y colmillos, suponiendo todo ello una práctica no utilizada en ningún otro país que creó escuela en España.

La contribución de los hermanos Benedito al Museo de Ciencias Naturales de Madrid es clave y pionera en la naturalización de especies, formando un conjunto impresionante de obras, verdaderas obras maestras de la taxidermia científica, que nada tienen que envidiar a los de los principales museos de ciencias naturales del resto del mundo, y cuyas creaciones se han convertido en imagen del museo madrileño.

 

Luis Benedito y la AEPE

Además de Socio Fundador, participó en:

* I Salón de Otoño de 1920, con dos piezas: “Antílope”, bronce con plinto de mármol y “Rebeco”, también bronce con plinto de mármol

* VI Salón de Otoño de 1925, un bronce titulado “Cabra de Gredos”

* VIII Salón de Otoño de 1928, participó con dos bronces: “Venado herido” y “Cierva echada”

* XI Salón de Otoño de 1931, con el bronce “Girafa” y con la obra tallada en mármol “Nutria”

* XVI Salón de Otoño de 1942, con las obras en bronce “Cierva” y “Macho montés”

* XVII Salón de Otoño de 1943, con el mármol “Pato moñudo” y la escayola “Gacela”

Cierva de pie

Con el toro de Veragua

Luis Benedito con el boceto del tigre de bengala

 

El taller de los Hermanos Benedito

 

Arriba, los hermanos Benedito trabajando en el Taller y con el lobo, pieza para el Museo de Ciencias Naturales de Madrid 

 

El traslado del famoso elefante por las calles de Madrid

 

Bibliografía y webgrafía

Las Provincias : diario de Valencia: 1903 Octubre 18

La Correspondencia de España: 1911 mayo 30 1911 agosto 8 1911 agosto 9 1912 enero 2 1912 enero 3 1912 enero 30

El Adelanto : Diario político de Salamanca: Año 46 Número 14139 – 1930 Junio 05

El correo de Cádiz: Año IV Número 710 – 1912 enero 5

Gaceta de instrucción pública y bellas artes. 10/6/1911

La Educación (Madrid. 1903). 30/6/1911, 10/1/1912, 30/1/1912

Revista general de enseñanza y bellas artes. 15/1/1912

El Imparcial (Madrid. 1867). 10/10/1925

La Libertad (Madrid. 1919). 9/6/1926 Exposición Nacional de Bellas Artes Luis Benedito Vives expone un pequeño elefante de bronce y mármol, que resulta muy gracíoso y decorativo. (07/06/1930)  (12/07/1930) (21/11/1931) (29/06/1932) dos magistrales esculturas difíciles de superar en su género

La Época (Madrid. 1849). 4/6/1930 Exposición Nacional de Bellas Artes Tercera Medalla por “Antílope-caballo”

La Ciudad lineal (Madrid. 1897). 10/6/1930

El Sol (Madrid. 1917). 19/11/1931, El Jurado de calificación del Salón de Otoño acordó por unanimidad otorgar las siguientes recompensas: Socios de honor. Luis Benedito Vives. 17/6/1934 igual

El Heraldo de Madrid. 16/6/1934, Exposición Nacional de Bellas Artes Segunda medallaLuis Benedito Vives, por «Oso negro»;

Luz (Madrid. 1932). 16/6/1934

Crónica (Madrid. 1929). 4/11/1934 Los bicbos. ¡Magníficos los de Luis Benedito, en mármol negro, que esos sí que tienen gracia decorativa!

El Adelanto : Diario político de Salamanca: Año 47 Número 14592 – 1931 Noviembre 20

https://taxidermiabenedito.com/

https://www.taxidermidades.com/2012/10/taxidermia-la-familia-benedito-saga-de-taxidermistas22.html

http://museovirtual.csic.es/salas/benedito/oso.htm

Archivo Histórico “Bernardino de Pantorba” de la Asociación Española de Pintores y Escultores

www.gacetadebellasartes.es

www.salondeotoño.es

 

María Galán Carvajal

Por Mª Dolores Barreda Pérez

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LAS PRIMERAS ARTISTAS DE LA

ASOCIACION ESPAÑOLA DE PINTORES Y ESCULTORES

Desde su fundación en 1910, y después de haber tratado en anteriores números a las Socias Fundadoras de la entidad, y las participantes en el primer Salón de Otoño, vamos a ir recuperando de la memoria colectiva, el nombre de las primeras socias que vinieron a formar parte de la Asociación de Pintores y Escultores.

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MARÍA GALÁN CARVAJAL

María Galán Carvajal nació el 9 de diciembre de 1880 en Avilés, Oviedo. De su puño y letra así lo escribió en su ficha de inscripción, contradiciendo la información que a este respecto publica Ramón Baragaño.

Hija de José Galán Estrada y de Teodora Carvajal Zaldúa, hermana del marqués de Pinar del Río, ilustre filántropo que se había enriquecido en Cuba.

La familia gozaba de una buena posición social y económica, pero tras el fallecimiento de su padre, y cuando maría contaba con 10 años de edad, los hermanos y su madre se trasladan a Madrid.

Dotada de grandes condiciones para el dibujo, comenzó a pintar a la edad de 16 años.

Cursó estudios en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, siendo discípula de José Ramón Zaragoza, Alejandro Ferrant y Álvarez Sala.

Fueron muy frecuentes también sus visitas al Museo del Prado, ejerciendo de copista de los grandes maestros y viviendo el ambiente artístico que reinaba en Madrid.

Animada por sus maestros, abrió un estudio en la calle Goya de la capital, dedicándose a la enseñanza.

María Galán Carvajal en su estudio

 

En 1915 concurrió a la Exposición Nacional de Bellas Artes con el cuadro titulado “Segoviano”

En 1920 la familia regresó a Asturias y fijó su residencia en Oviedo, pasando los veranos en Salinas, entonces incipiente y tranquilo centro de turismo estival.

Participó en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1922, hecho que recogió el crítico J. Blanco Coris cuando destacó en la prensa de la época…”Haremos mención del retrato cabeza estucho de mujer de la señorita María Galán Carvajal”.

En abril de 1924 aparece como maestra participante en el Congreso Nacional de Educación Católica, puesto que además de su actividad pictórica, María fue una mujer profundamente religiosa y muy preocupada por las clases desfavorecidas.

De esta forma, en octubre de 1929 fue nombrada por el gobernador de Asturias, Concejala del Ayuntamiento de Oviedo, cargo que por distintas circunstancias políticas sólo desempeñó hasta febrero de 1930.

 

Retrato, obra del XIV Salón de Otoño

 

Su actividad pictórica continuó con su concurrencia a las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes de 1930 y 1936.

En 1932 participó en el XII Salón de Otoño, mereciendo la calificación de Socio de Mérito según recogió la prensa de la época.

En 1933 la crítica señala sus obras como de “buenas pinturas” y un año después se reafirma cuando se mencionan sus “dos buenos retratos”.

En 1935 realizó su primera exposición en Oviedo, en el Salón Peñalba.

Madrecita, obra del XII Salón de Otoño

 

Por enfermedad propia y por distintas desgracias de familia, tuvo algunos parones en su dedicación artística, que siempre lamentó pero fueron inevitables.

Pintaba principalmente retratos, interiores y bodegones, y algunas flores y paisajes con la técnica del óleo, si bien también cultivaba la acuarela y el temple.

Realizó distintos viajes a Florencia, Roma y París, para conocer y estudiar de primera mano el arte y los grandes maestros.

La familia vivió la contienda española en la localidad asturiana de Salinas, donde veraneaban. De regreso a Madrid y, habiendo fallecido ya su madre, María Galán Carvajal regresó en 1943, a Salinas, donde residió y estableció su estudio en Villa Teodora, con la única compañía de su sobrina Mª del Carmen.

 

“Bodegón”

 

En 1938 el ingeniero Julio Martínez Hombre, Director de la Estación Experimental Agrícola de Nava, le encarga la realización de una serie de acuarelas para ilustrar las variedades de manzanas asturianas, trabajo interrumpido por el fallecimiento del agrónomo en 1945 pero que el Ministerio de Agricultura publicó en 1957 con 234 acuarelas ilustrativas que, desgraciadamente se han perdido.

Entre 1939 y 1940 llevó a cabo los trabajos de restauración del retablo de la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen de Salinas.

Simultáneamente, continuaba su participación en todo tipo de certámenes, presentando obra a las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes de 1945, 1948, 1954. También participó en varias exposiciones colectivas, entre las que destaca la que organizó el Automóvil Club de Oviedo en 1940 con el título de Exposición de Artistas Asturianos.

 

“Figura de Porcelana”, obra con la que concurrió al XIV Salón de Otoño

 

En 1947 realizó su segunda exposición individual, que tuvo lugar en la Universidad de Oviedo, en los bajos del antiguo Colegio de Recoletas (después rectorado), el mismo lugar en donde llevó a cabo su tercera muestra individual en 1953.

En 1954 celebró una exposición en la Sociedad de Amigos del Arte, en Avilés, muestra que contó con 27 cuadros y con éxito de crítica y público.

Ese mismo año, el Boletín Oficial de la Provincia de Oviedo hace público el acuerdo de compra, por una suma de 4.000 pesetas, de la obra titulada “Rincón de Estudio”, de la pintora María Galán Carvajal.

El 30 de agosto de 1960 María Galán Carvajal fallecía en su casa de Salinas. A pesar de ser soltera y no haber tenido hijos, lo hizo rodeada de sus familiares más íntimos.

Su obra está situada en el realismo académico de la época, siendo muy apreciados sus interiores y retratos, que reflejan una gran calidad, un especial dominio del dibujo y un muy personal empleo del color.

 

“Salón”

 

María Galán Carvajal y la AEPE

Su primera participación en el Salón de Otoño fue en su edición número XI, del año 1931, a la que presentó: 313. “Dibujando” (óleo), 0,95 x 0,70 y 469. “Retrato”, 0,63 x 0,49

En el XII Salón de Otoño de 1932 participó con las obras 2. “Bodegón (óleo), 0,69 x 0,69 y 7. “Bodegón” (óleo), 0,69 x 0,71

Al XIII Salón de Otoño de 1933 llevó cuatro obras, figurando ya en el catálogo editado como “Socio de Mérito de Salones anteriores”: 114. “Retrato de la señora”,  120. “Bodegón” (óleo), 358. “Retrato” (dibujo) y 362. “Retrato” (dibujo)

En el XIV Salón de Otoño de 1935 encontramos las obras 84. “Figura de porcelana” (óleo),  1,11 x 0,84 y 138. “Retrato” (óleo), 1,10 x 0,82

El último Salón de Otoño en el que participó fue en el de 1942, correspondiente a su edición XVI, con la obra 129. “Bodegón” (óleo)

 

Altar de la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, de Salinas y detalle de la restauración del altar de la Iglesia de Salinas

“Árboles”

Biliografía y webgrafía

Región, 10/4/1924, 19/11/1927

La Libertad 15/10/1929, 11/11/1932, 30/11/1933, 3/1/1934

El Heraldo de Madrid. 11/5/1922, 12/11/1932

El Imparcial 15/10/1929

ABC 22/6/1945

Boletín Oficial de la Provincia de Oviedo 12/4/1954

El Siglo futuro 11/11/1932,

La Voz 12/11/1932,

Y (Madrid) 1/1/1942,

Crítica de arte en la Asturias del primer tercio del siglo XX, de Natalia Tielve García.

Archivo Histórico “Bernardino de Pantorba” de la Asociación Española de Pintores y Escultores

www.gacetadebellasartes.es

www.salondeotoño.es

La pintora María Galán Carbajal, por Ramón Baragaño

 

Dolores Gómez Gil

Por Mª Dolores Barreda Pérez

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LAS PRIMERAS ARTISTAS DE LA

ASOCIACION ESPAÑOLA DE PINTORES Y ESCULTORES

Desde su fundación en 1910, y después de haber tratado en anteriores números a las Socias Fundadoras de la entidad, y las participantes en el primer Salón de Otoño, vamos a ir recuperando de la memoria colectiva, el nombre de las primeras socias que vinieron a formar parte de la Asociación de Pintores y Escultores.

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DOLORES GOMEZ GIL

 

GOMEZ GIL, Dolores (Lola)           P  < 1948                  1895 MALAGA              MADRID

 

Mª Dolores Gómez Gil, a quien todos conocían como Lola, nació en 1895 en Málaga.

Era hija del pintor costumbrista especializado en marinas, Guillermo Gómez Gil (Málaga 1862-Cádiz 1942), que participó en distintas ocasiones en las Exposiciones Nacionales y contaba con notables éxitos de venta con sus marinas, si bien también llevó a cabo una gran labor de magisterio, como profesor de Perspectiva y Paisaje en la Escuela de Artes Industriales y de Industria de Sevilla.

En ese ambiente artístico es donde Dolores Gómez Gil aprende a amar la pintura y combina así su otra gran pasión que comparte con su padre: el mar.

Guillermo Gómez Gil, padre de la artista

 

Siguiendo los pasos de la familia, vivió en Madrid y Sevilla, simultaneando los viajes a Cádiz, donde se impregna de la esencia del mar y del gusto por esta temática que tan bien dominó su padre.

La técnica que aprendió para pintar sus marinas es la misma utilizada por su progenitor, basada en los colores rojo, naranja y sombra tostada, si bien no llegó a emular la facilidad de un marinista “que pintaba paisajes terrestres con árboles que no existían”, como apuntaban de su padre.

Discípula de su maestro, en todo continuó sus pasos, puesto que también fue profesora de pintura.

La coincidencia de apellidos y similitud de las firmas de padre e hija ocasionaron que algunos eruditos los tomaran por hermanos, propiciando además que algunos anticuarios sin escrúpulos, trucaran a veces la inicial de Lola por la de Guillermo.

En 1943 realizó una exposición de marinas en el Salón Cano, que mereció la consideración de la prensa.

Lola Gómez Gil

 

En el diario ABC del 20 de Octubre de 1943,  se habla así de la Exposición de Lola Gómez Gil: “Se ha inaugurado la Exposición de marinas de la notable pintora malagueña Lola Gómez Gil. El acto estuvo presidido por el Director General de Bellas Artes, Marqués de Lozoya. Lola Gómez Gil, hija del ilustre pintor del mismo apellido, recientemente fallecido, presenta una bella colección de marinas en donde se aprecia la influencia de la escuela de su padre y maestro. Esto da a su obra un singular interés, que motivó la más calurosa admiración de toda la selecta concurrencia que asistió al acto inaugural. La artista recibió muchas felicitaciones”.

Tormenta

 

Por su parte, La Hoja Oficial del lunes del día 25 del mismo mes recogió el hecho con estas palabras: Arte. Exposición L. Gómez Gil: “La firma Gómez Gil es bien conocida de los aficionados a la pintura. Pero esta vez, ante ella, figura una inicial que indica no se trata del marinista andaluz, porque quien ahora expone es Lola Gómez Gil, hija del pintor de ese apellido.

Hace su exposición esta pintora en el Salón Cano y reúne allí 18 cuadros, conjunto de marinas que pregonan una herencia de gusto por las cosas del mar, al mismo tiempo que dicen de clara manera que también ha sido heredado el procedimiento y la técnica, como corresponde a un buen discípulo. Porque Lola Gómez Gil es, indudablemente, una buena discípula de su padre.

Los mismos momentos de luz; parecidos lugares son los que evoca con su pincel esta expositora, que lo hace aún –si es posible- de una manera más delicada que lo hizo, en su tiempo, su maestro, porque no en vano se trata de una mujer que lleva su sensibilidad y su percepción al arte con blanduras y suavidades, propias e inherentes al temperamento femenino.  La sencillez podría ser la característica de esta artista. Y esto, claro es, induce, en una exposición de varios cuadros, a una cierta monotonía que desaparece en cuanto éstos se los enfoca aisladamente; pues, aparte de su simplicidad expresiva, tienen, indudablemente, la representación de un tierno estado espiritual de su autora frente a la naturaleza”.

Fue asidua concurrente a certámenes y exposiciones nacionales, cuyas reseñas encontramos en la prensa, como la del ABC del 20 de julio de 1945, que señala …“Mar de invierno”, de Dolores Gómez Gil, reitera la excelente personalidad de esta marinista”… o la del ABC del 18 de noviembre de 1950, en la que se da cuenta de las medallas del XXIV Salón de Otoño, consiguiendo Dolores Gómez Gil una Primera Medalla en la sección de Pintura, modalidad de Paisaje.

En la segunda quincena de agosto de 1945 realizó una exposición de marinas en la Sala Hernández de San Sebastián, organizada por el Salón Cano de Madrid, en la que la artista presentó una veintena de obras.

 

Para el XX Salón de Otoño del año 1946, la crítica ya la consideró como una “excelente marinista”, como figura en el artículo que con motivo de la inauguración, firma Rafael Narbona.

En enero de 1948 realizó una muestra en la Sala Cano de Madrid, que recogió la prensa, en una breve nota firmada por Sánchez-Camargo, de esta manera: “Lola Gómez Gil ha expuesto una colección de “marinas”. Conocida la obra de su padre, la hija sigue la misma ruta decorativista y sin otro propósito que recordar a los aficionados cómo es el mar”.

Rocas

 

Su participación en el Salón de Otoño de 1950 quedó reflejada en un artículo titulado “El XXIV Salón de Otoño y sus razones”, firmado por Manuel Prados López, en el que se lee: “dos bellas marinas de Lola Gómez Gil, cada día más consciente de sus excepcionales posibilidades para la difícil interpretación de las aguas y su renovada hermosura”…

Y acerca de su concurrencia a la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1950, también el crítico Manuel Prados López, comenta: “El mar o la mar ha encontrado, como siempre, en Lola Gómez Gil una intérprete apasionada, conocedora de todos los secretos de las aguas”.

Tras una intensa participación en certámenes y exposiciones, que irán espaciándose con los años, Lola Gómez Gil falleció en Madrid, el 11 de febrero de 1966. El obituario indica que contaba 73 años de edad, que se educó en el taller de su padre y se distinguió como excelente marinista.

Paisaje

Lola Gómez Gil y la AEPE

Participó en un total de 16 Salones de Otoño, en los que apareció inscrita como Lola Gómez Gil. Tan sólo en uno de ellos figuró como Dolores y en otro como Lolita.

Al XVII Salón de Otoño de 1943 presentó dos obras que estuvieron expuestas en la Sala III: 35. “Levante en Cádiz” (óleo) y 39. “Bajamar” (óleo)

Al XVIII Salón de Otoño de 1944 presentó el óleo titulado “Tempestad”, inscrito como el número 2.

Al XIX Salón de Otoño de 1946 llevó las obras: 4. “Marea viva en San Sebastián” (óleo) y 99. “Playa de Santurce” (óleo)

Al XX Salón de Otoño de 1946 presentó la obra inscrita con el número 67, titulada “Marina” (óleo)

Al XXI Salón de Otoño de 1947 concurrió con la obra 3. “Desde Mundaca” (óleo)

Al XXII Salón de Otoño de 1948 llevó la obra 169. “Aguas de Cádiz”

En el XXIII Salón de Otoño de 1949 encontramos la obra 75. “Oleaje”

Al XXIV Salón de Otoño de 1950 presentó las obras:  19. “Frente a Noja” (óleo) y 23. “Playa de Sopelana” (óleo). En el catálogo de la exposición figuró expresamente como “Tercera Medalla 1948, Segunda Medalla 1949 y Premio Duque de Alba 1949. Socio de Mérito S.O.”

En el XXV Salón de Otoño de 1952 encontramos dos obras: 154. “Otoño” (marina), óleo y 158. “Marina” (óleo)

Al XXVI Salón de Otoño de 1954 presentó una única obra titulada 80. “Playa del Norte” (óleo)

En el XXVII Salón de Otoño de 1955 encontramos la obra 81. “Marina” (óleo)

Al XXVIII Salón de Otoño de 1957 concurrió con 77. “Playa de Algorta”

El XXIX Salón de Otoño de 1957 llevó las obras: 116. “Bajamar en Rota” (óleo) y 120. “Tormenta” (óleo)

En el XXX Salón de Otoño de 1959 encontramos 63. “Marina”

Al XXXIII Salón de Otoño de 1962 llevó la obra 168. “Marina” (óleo)

Al XXXIV Salón de Otoño de 1963 presentó dos obras: 135. “Marina” (óleo)y 139. “Marina” (óleo)

Naufragio

Marina

Marina rosada

Marina nocturna

Marina con luna

Marina al amanecer

Costa

Barcas

Barca

Bahía de Cádiz

Desde la Bahía de Cádiz

Autógrafos de Lola Gómez Gil

Al amanecer

 

Bibliografía y webgrafía

Instituciones artísticas del franquismo: Las exposiciones nacionales de Bellas Artes (1941-1968), de Lola Caparrós Masegosa.

Bibliografía Artística del franquismo: Publicaciones periódicas, 1936 – 1948, de Ana Isabel Álvarez Casado.

BARBERAN, Cecilio. Arte y Artistas. Tres Exposiciones de pintura. N~ 11.750, 24 Octubre 1943,

BARBERAN, Cecilio. Arte. Artistas. El XVIII Salón de Otoño. Nuestra pintura de paisaie. 1 Diciembre 1944

PARADAS, Eduardo. Arte y Artistas. La Exposición de Pinturas. N0 12.862, 1 Noviembre 1944, ABC 20/10/1943, 20/07/1945, 18/11/1950, 12/2/1966

Fotos (San Sebastián). 9/10/1943, 19/11/1944, 4/12/1954,

El País 14/6/1979, 9/6/1987, 11/6/1987, 17/6/1987,

Expansión de la actualidad económica diaria 5/6/1987

Hoja Oficial del lunes, 25/10/1943, 19/01/1948, 15/11/1948, 4/6/1979, 11/6/1979, 18/6/1979, 6/6/1983, 13/6/1983, 20/6/1983, 26/12/1983, 2/1/1984, 18/6/1984, 25/6/1984

Revista nacional de educación, Nº 66, Nº97, Nº 99

Archivo Histórico “Bernardino de Pantorba” de la Asociación Española de Pintores y Escultores

www.gacetadebellasartes.es

www.salondeotoño.es

 

Las Medallas de la AEPE: Antonio Casero Sanz

Por Mª Dolores Barreda Pérez

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Después de ver cómo y cuándo nació la Medalla de la Asociación de Pintores y Escultores, vamos a seguir conociendo más acerca de los galardones en los que se otorga actualmente, con sus correspondientes denominaciones.

ANTONIO CASERO SANZ

Medalla de Pintura del Certamen de San Isidro de Tema Madrileño

 

El Certamen de Artes Plásticas “San Isidro” de tema madrileño es una convocatoria tradicional en la Asociación, ya que cuenta con 56 ediciones realizadas, y coincide con las fiestas patronales de la ciudad de Madrid.

Nació en el año 1963, cuando la Asociación Nacional de Pintores y Escultores organizó en la Casa de la Panadería de la Plaza Mayor, una exposición sobre temas madrileños, con el patrocinio del Ayuntamiento de Madrid y cuya muestra quedó entre las fijas de la Asociación casi siempre en locales municipales aunque no en la misma ubicación.

Ha venido siendo denominada indistintamente como exposición de temas madrileños o de San Isidro, que es su nombre oficial, puesto que las fechas han sido siempre más o menos coincidentes con las populares fiestas de Madrid y el tema casi siempre obligatorio “Madrid en su sentido más amplio”, aunque en alguna ocasión solamente recomendado.

Habitualmente ha figurado en los programas de festejos de la ciudad, pero en varias convocatorias las fechas de exposición fueron posteriores e incluso en una ocasión anteriores a las fiestas.

En 1964 se celebró la exposición-concurso de temas madrileños, instalándose en el hermoso Patio de Cristales de la Casa de la Villa, donde se mostraron 31 obras, aunque el catálogo decía que era en los salones de la Casa de la Panadería, añadiendo: “Ningún lugar más apropiado para que los artistas de nuestra Asociación rindan culto a Madrid, la noble Ciudad de todos, donde se forjaron sus prestigios y donde se realizaron todos sus sueños”.

En 1965 se inauguró el día 3 de junio a las doce de la mañana, y contó con asistencia de Sus Altezas Reales los Príncipes Don Juan Carlos y Doña Sofía, permaneciendo abierta al público hasta el día 18, y exhibiendo un total de 39 obras.

En 1966 se inauguró la exposición en el Salón Real de la Casa de la Panadería de la Plaza Mayor de Madrid, presidiendo el acto de inauguración, el día 17 de junio a las cinco de la tarde, Sus Altezas Reales los Príncipes Don Juan Carlos y Doña Sofía, quien era Presidenta de Honor, acompañados de Manuel del Moral en representación del Alcalde, y los Delegados Municipales Antonio Aparisi, Ángel Novillo y Alfonso Maza, además de Ramón Falcón, por el Ministerio de Educación Nacional.

La exposición recogió 35 pinturas y 3 esculturas, naturalmente de temas madrileños, que era obligado en éste certamen aunque no tenía nombre propio todavía y se le llamaba simplemente Exposición de Pintura y Escultura.

Desde entonces, los temas exigidos son todos “del espíritu de Madrid, en su tipismo, en sus costumbres, en su alegría y en esa cordialidad proverbial de la capital de España… Con la gratitud que merece la gentileza de nuestro municipio, destacando en sus fiestas grandes, la otra fiesta grande del Arte, la Asociación entera aplaude está feliz ocasión de salir al público con los gratos temas de su perfil ciudadano”…

En 1974 se concedió por primera vez la Medalla Antonio Casero, en memoria de ese gran artista de temas madrileños fallecido por esas fechas, que recayó en Manuel López Herrera, y que permanece hasta nuestros días, en que además de ésta, se concede la Medalla de Escultura Luis Benedito Vives, el que fuera socio fundador, directivo de la AEPE y uno de los mejores escultores animalistas, cuyas obras pueden contemplarse en el Museo Nacional de Ciencias Naturales, así como en los mejores museos del mundo como el de Londres, Lisboa, Estocolmo…

En 2017 y gracias a la propuesta que realizara el Presidente de la AEPE, José Gabriel Astudillo, bajo el título de “La plenitud de los nombres”, se acordaba la reorganización de los premios y galardones que otorgaba la institución en los distintos certámenes y concursos habituales. En el caso del Certamen de San Isidro de Tema Madrileño, y como en el resto de las ocasiones con el ánimo de honrar la memoria de los fundadores de la AEPE, se mantuvo el premio: Medalla de Pintura Antonio Casero Sanz y se instituyó como nueva la Medalla de Escultura Luis Benedito Vives.

 

ANTONIO CASERO SANZ

 

CASERO SANZ, Antonio     P    1925    19.nov.1897    MADRID    MADRID    30.may.1973

 

Antonio Casero Sanz nació en Madrid el 19 de noviembre de 1897.

Hijo del ilustre poeta y dramaturgo Antonio Casero Barranco, escritor costumbrista que logró la fama a través de los sainetes, la mayoría de los cuales ilustró su hijo pintor.

Estudió bachillerato en San Antón, en la calle de la Farmacia.

Si bien comenzó su carrera de Derecho en la Universidad de la calle Ancha de San Bernardo, a los tres cursos la abandonó con el consiguiente disgusto de sus padres, porque según confesaba, “me di cuenta de que aquello no me entusiasmaba”.

Se dedicó entonces de lleno a estudiar en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, donde maduró su arte en los talleres de grabado.

Antonio heredó de su padre el gusto por el teatro y los toros, afición que desde muy pequeño cultivó con asiduas visitas a las corridas y las plazas, lo que influiría en su especial afición a realizar bocetos y pinturas de temas taurinos.

En Madrid acudía a la plaza vieja, donde su padre estaba abonado a la delantera del tendido 2, números 36 y 37, teniendo como vecinos de localidad a Benlliure, Luis de Tapia y Ricardo Marín… que recuerda que siempre acudía a la plaza provisto de un cuaderno de dibujo y lápices y a quien veía hacer sus apuntes taurinos con una maestría singular que quiso imitar. También acompañaba a su padre en sus paseos por Madrid,  llevando siempre su cuaderno de dibujo para captar los rincones y tipos castizos que veía en sus recorridos.

Con tan sólo 18 años, aprobó la oposición e ingresó en el Ayuntamiento de Madrid, siendo destinado en el Museo Municipal, donde pronto destacaron sus dibujos.

Autógrafos de Antonio Casero

 

Casado con Concepción Martínez Peláez, conocida por todos como Concha, que sería su musa, mujer y compañera, que no le abandonó nunca hasta su muerte, unos años antes de la del maestro, y cuya pérdida sólo supo cubrir gracias a la gran religiosidad de Antonio, pero con una tristeza infinitas que dieron a sus pinceles un matiz distinto y diferente.

Asiduo al palco de la corporación en la Plaza de Toros de las Ventas, cada corrida constituyó para él una oportunidad de dibujar y retratar el mundo taurino. Por ello, su obra está firmemente unida a la tauromaquia, llegando así a ser considerado como uno de sus más importantes referentes gráficos.

 

Realizaba sus obras con muy diversas técnicas, abarcando desde el óleo a la plumilla, acuarela, litografía, grabado…

Colaborador de distintas revistas, su actividad ilustradora creció y se asentó después de la guerra, realizando multitud de carteles para distintas ferias taurinas, sobre todo de Madrid, y para campañas publicitarias de compañías e institucionales, en los que el elemento visual principal lo constituía el mundo del toro.

Las crónicas visuales que hacía con sus dibujos de las corridas de toros, a lo largo de 42 años, las entregó puntualmente al diario ABC, pero también trabajó para el Blanco y Negro y otras publicaciones como el periódico El Heraldo de Madrid, en el que se inició.

Realizó distintas exposiciones de sus obras en salas y galerías de Madrid, sobre todo óleos de temática taurina marcados por el dinamismo de la escena y reflejando todo el colorido de las corridas. Además expuso en solitario en Caracas, Buenos aires, Barcelona… y en multitud de colectivas (anualmente con la agrupación Amigos de Velázquez).

Eran muy solicitados sus trabajos de grabados, aguafuertes, acuarelas, dibujos y lienzos, además de ilustraciones de libros, barajas, carteles de toros y abanicos, y para los años 60 ya había pintado miles de carteles taurinos.

Pero casi más que sus obras de toros, Antonio Casero dibujó los tipos populares del Madrid más castizo, que poco a poco desaparecía ante sus ojos: mocitas y galanes de bailes arnichescos y galdosianos, que bailaban chotis en merenderos y fondas con marco de cadenetas y farolillos. Mujeres con mantones y hombres con gorrillas, capa y pañuelo al cuello y noches de verbenas y romerías, cafés de piano y violín, procesiones, cafés cantantes, cupletistas, vendedores del Rastro, tipos pintorescos con toreros, picadores y manolas de mantilla y majos… y todo lo que, con su muerte, se llevó a la tumba de ese pedacito de Madrid perdido ya para siempre entre las brumas de la ilusión y la añoranza.

En 1957 el Ayuntamiento de Madrid concedió la Medalla de Plata de la Muy Noble, Leal y Heróica Villa del Dos de Mayo a Antonio Casero, como premio a su destacada y brillante labor de pintor y dibujante costumbrista de la capital de España.

En la crónica del ABC del 12 de marzo de 1957, José Baro Quesada aplaudía la distinción y dedicaba estas palabras: …”Casero era un hombre que ha tenido la valentía y buen gusto de ser un “tradicionalista” del arte… obra de sol, de toros y de mantillas, la suya. Obra de corazón, de nervio y de pasiones… Casero refleja una parte de la esencia de España”…

Autorretrato

 

Antonio Casero era un hombre jovial, sencillo, juvenil y en una expresión machadiana, un “hombre bueno” que solía pasear incansablemente. Madrugador, le gustaba coger los pinceles y pintar frenética pero inexorablemente.

En los últimos años de su vida visitaba diariamente la tumba de su esposa, a la que dedicó el libro de poemas “De Madrid al cielo”.

Sus dibujos taurinos tenían la belleza de la improvisación, el destello del arte recogido por la cámara impresionista de sus manos, de grafía agilísima, expresiva y sumamente eficaz.

Antonio Casero falleció en su domicilio de Madrid, de un infarto el 30 de mayo de 1973, a los 76 años.

Fue miembro de la Asociación Española de Pintores y Escultores y a lo largo de su trayectoria recibió diversas menciones honoríficas, como la del Salón de Otoño de Madrid.

El Ayuntamiento de Madrid colocó una placa en la calle San Bernardo, 95, en memoria del pintor costumbrista que vivió y murió en ese inmueble.

Antonio Casero y la AEPE

* En el V Salón de Otoño de 1924 se inscribió como natural de Madrid, donde reside, en la calle Carranza, 5, y presentó dos obras:

  1. “La bailaora”, 0,37 x 0,33
  2. “La capea de Becerril”, 0,33 x 0,43

* Al VI Salón de Otoño de 1925 presentó tres dibujos y dos apuntes:

  1. “Carnavalada”
  2. “El cafetín”
  3. “Rameras”
  4. “La castañera”, apunte
  5. “Golfemia”, apunte

*Al XI Salón de Otoño de 1931 presentó las siguientes obras que se exhibieron en la sala de la Unión de Dibujantes Españoles:

  1. “El quite”
  2. “Tres momentos de la fiesta”
  3. “La juerga”
  4. “La capea”

* Al XXVI Salón de Otoño de 1954 presentó una única obra,

  1. “La trilla” (óleo).

 

 

Bibliografía y webgrafía:

ABC

Blanco y Negro

CHAVARRI, R. The current Spanish painting. (Madrid, ediciones, S.A., European Ibero 1973).

https://ilustradoresehistorietistasespaol.blogspot.com/2012/08/antonio-casero.html

gustavosanmiguel.blogspot.com 30 de diciembre de 2012, 19:01

Archivo Histórico “Bernardino de Pantorba” de la Asociación Española de Pintores y Escultores

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Vivienne Paul de Sanz

Por Mª Dolores Barreda Pérez

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LAS PRIMERAS ARTISTAS DE LA

ASOCIACION ESPAÑOLA DE PINTORES Y ESCULTORES

Desde su fundación en 1910, y después de haber tratado en anteriores números a las Socias Fundadoras de la entidad, y las participantes en el primer Salón de Otoño, vamos a ir recuperando de la memoria colectiva, el nombre de las primeras socias que vinieron a formar parte de la Asociación de Pintores y Escultores.

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PAUL DE SANZ, Vivienne   P   1927  16.ago.1897  TOULOUSE(F)SORGES(F)/ MADRID/BOLTAÑA

 

Vivienne Lévy, señora de Paul de Sanz, nació en Toulouse, Francia, el 16 de agosto de 1897. En su ciudad natal estudia Bellas Artes, y especialmente la disciplina de dibujo.

Su padre intentó inculcarle el amor por la forma, pero viviendo en el país de las violetas del sol de Toulouse, se comprende su “intoxicación” por el color.

Con 15 años logró el primer premio de grabado en madera de la Escuela de Bellas Artes de Toulouse.

Discípula de la acuarelista Marie Lucie Delattre, en la Academia Weis, de la Rue Blanche de París.

A partir de 1921 concurre a distintas exposiciones y certámenes como el Salón de la Escuela Francesa (Le Revue Moderne, 1921) o la Feria de Montecarlo.

Vivienne en su adolescencia

 

El 3 de marzo de 1923 ya podíamos leer en el diario Petit Monegasque unas líneas de Albert Monthaud, redactor de Monte-Carlo, refiriéndose a la artista como Vivienne Lévy, motivo por el cual interpretamos que ese era su nombre de soltera: “Madame Vivienne Lévy sabía cómo tratar a sus violetas de Toulouse con un arte exquisito, el color del ramo se trata de manera inteligente, así como el matiz de los accesorios, la paleta que se esconde discretamente del violeta tímido; en definitiva, una acuarela excelente”.

En 1927 participa en el Salón de Otoño de la Asociación de Pintores y Escultores en España. Así lo recoge la revista ilustrada Blanco y Negro, del 23 de Octubre de 1927, en donde asegura que …”unas flores la señora Paúl de Sanz, demostrando una retina de gran finura”.

En 1928 vuelve a participar en el Salón de Otoño de Madrid. Su presencia obtiene críticas en algunos medios franceses, como L’Express du Midi, que en su edición del 5 de julio de 1928, en una reseña dedicada a “Nuestros artistas”, destaca: “El trabajo de una de nuestras compatriotas, la Sra. Vivienne Paul de Sanz, se notó mucho en el Salón de Madrid, sus obras se notaron y la prensa española se mostró unánime al elogiar el talento. Madame de Sanz ha observado y traducido con pasión toda la gama de flores, el brillo brillante de las hortensias, la riqueza sombría de los crisantemos, el esplendor de las rosas y, sobre todo, el tierno perfume y la delicadeza de las violetas de su país natal. Miembro de la Asociación de Pintores y Escultores de Madrid, la Sra. Vivienne Paul de Sanz ya había sido apreciada en los salones de París, Monte Carlo y Toulouse. Le ofrecemos nuestros más sinceros elogios y nuestros éxitos lo acompañan”.

En Revue du Vrai e Lu Beau del 10 de marzo de 1928 también podemos leer una crítica firmada por Tancréde Viala: “El alma de madame de sanz siempre se ha sentido atraída por el resplandor brillante de las hortensias, la riqueza sombría de los crisantemos, la modestia sutil de los brezos y el esplendor de las rosas, toda la gama de flores. Madame Vivienne lo ha observado apasionadamente y lo ha traducido. Sus acuarelas son un color regio para los ojos más hastiados y delicados. Madame Vivienne ya ha tenido éxito en varios salones de París, en Monte Carlo y finalmente en Toulouse, donde su exposición ha transformado literalmente la galería donde tuvo lugar en un paseo de hadas y encantador con flores … En este brillante milagro tuvimos el placer refinado de disfrutar de obras como “Rosas de Otoño” en el salón de otoño de Madrid, o de sus “Ramillete” de encantadoras rosas luminosas… Además, debe tenerse en cuenta que la modestia de la mujer y la modestia de la flor están en perfecto sincronismo, es una pequeña obra maestra que hace Madame Vivienne cada vez que toca sus queridas y maravillosas violetas”.

Realiza distintas exposiciones en Tolouse, Rodez, Villefranche-Rouerge, Oloron, St. Marie,…

En 1939 participa en el Salón de Artistas del Sur, de Toulouse y a partir de 1951 en el Salón de los Amigos de las Artes de la Costa de Oro.

Para el XXXI Salon des Artistes Meridionaux, una nota aparecida en varios diarios, firmada por Suzanne Soule destaca: …”Agradable y modesto como siempre, vemos hermosas violetas simples en una base de acuarela, tema de Miss Vivienne Paul…”

En 1957 realiza una exposición en Chateauroux, localidad francesa, situada en el departamento de Indre y en la región de Centro-Valle de Loira en la que reside, y otra más en la Base Americana de aquella localidad.

Con este motivo, en el diario Le Castelroussine del 8 de diciembre de1957 aparece una reseña en la que se lee: …“Madame Vivienne no se guardará para ella sus maravillas, y pronto permitirá que todos aquellos que aman la acuarela y que adoran al mismo tiempo las flores vengan a contemplarlas a su vez los 21 días que expondrá en Chateauroux, en el estudio de M. Borgeais, en la rue Gilber”.

Contestando a varias preguntas, comenta: …”Siempre me gustó el dibujo y me apasiona especialmente la acuarela. Es un género que parece que hemos descuidado… Me quedé unos años en España, en este país donde las flores tienen colores muy brillantes, o en ocasiones los contrastes son violentos y curiosos, a menudo me inspiraron … Sin embargo, debo decir que prefiero las sutilezas del tono de nuestras flores, con los colores violentos que aparecen arriba en el sol y expresan pasiones más violentas”…

En Le Berry Republicain del 2 de diciembre de 1957 también se consigna la muestra, apuntando el nombre de los asistentes e invitados y felicitando a la artista por continuar la “más pura tradición francesa de la acuarela”…

Además, participa en el Salón de Artistas Independientes SAUMUR, en el Espectáculo Internacional de Mujeres «UFACI», de Vichy, en el Salón Thouet de la ciudad de Thouars y en el Salon Lyons-Club de Chateauroux.

 

En 1963 expone en el castillo del Club de La Martineire, cuya reseña recogemos:
“Tenemos una excelente artista, cuya sensibilidad y talento son bien conocidos. Ella pinta flores, lo que es más poético y con delicados toques, evoca la primavera, la alegría de vivir y también los sentimientos tiernos que pueden evocar estas cosas frágiles y una belleza indefinible que son las flores y su pervivencia en jardines salpicados, urracas, naturaleza… Madame Sanz ya ha expuesto en Chateauroux, Vichy, París, Lyon. Ella expondrá, a partir de hoy, y durante un tiempo en el Club del castillo de la Martinería. Su hábil pincel interpreta las capuchinas, lirios, cardos y girasoles. Cardos y girasoles que para nosotros no tienen dulzura, ni poesía. El pincel de Madame Sanz, sin embargo, ha podido descubrir en ellos lo que nuestros ojos, a veces demasiado realistas o poco sensibles al encanto secreto de nuestro entorno, nunca han discernido.
La exposición Sanz es una de las que hay que ver. Puede ser visitado sin dificultad y sin ninguna formalidad por los socios que tienen todas las facilidades para entrar al castillo”
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Hacia 1965 inicia su colaboración con la Asociación de Amigos de Bellas Artes de Issoudun, localidad francesa a la que se siente muy unida, organizando la I Feria Regional de Amigos de las Bellas Artes, colaborando como Jurado y participando como artista en distintas ediciones, siendo nombrada en 1968 Vicepresidenta de la entidad.

Asociada a múltiples instituciones culturales y artísticas como la Accademicien Maitre Es-Arts- HAIL, y la «Arts Sciences-Lettres», de la que llegó a obtener Medalla de Plata.

En 1971 es nombrada Caballero en «La Orden Internacional de las Artes y las Letras», un año más tarde es galardonada con Diplome et Croix d’Honner de Chevalier de la Academia Nacional Artistica Literaria y Científica de Paris.

En 1974 expone en la Galerie du Marais de Bourges y es distinguida con el Diploma de Caballero de la Orden al Mérito Cultural Filantrópico de Francia y con el título de Oficial de la Orden Internacional de las Artes y las Letras.

Un año más tarde, recibe la Cruz de Caballero al Mérito Belgo Hispánica, manteniendo su residencia en la ciudad francesa de Chateauroux.

Sus intervenciones a favor del mundo del arte son constantes, donando diversas obras a las ciudades con las que más relación personal y profesional ha mantenido a lo largo de su vida, como la que realiza a la ciudad de Sorgues, en la que donó la acuarela titulada “Girasol”.

Los últimos años de su vida los pasó en esa localidad de Sorgues, aunque desconocemos la fecha de su muerte.

 

Vivienne Paul de Sanz y la AEPE

En su carnet de socia, Vivienne Paul de Sanz aparece identificada como socia número 870.

* En el VII Salón de Otoño de 1927, figuró inscrita como Paul de Sanz (Dª. Vivienne), natural de Toulouse (Francia), reside en Madrid, Paseo de las Delicias, 64. Y presentó tres obras:

  1. “Rosas de otoño” (óleo), 0’48 x 0’57
  2. “Ramillete de rosas” (óleo) 0,42 x 0’50
  3. “Humildes violetas” (óleo) 0’50 x 0’47

* Al VIII Salón de Otoño de 1928 concurrió inscrita como Paul (Dª Vivienne), y residente en Boltaña. Presentó dos obras:

  1. “Mimosa” (acuarela)
  2. “Laurel y rosas” (acuarela)

 

 

 

Bibliografía y webgrafía

https://rosalis.bibliotheque.toulouse.fr/?a=d&d=PEXPRESS19280705-B315556101-EXPRESS-1928-07-05.1.4&e=fr-20–1–txt——-TE–0—-

L’Express du Midi, 5 juillet 1928

Bulletin municipal de la ville de Toulouse, mai 1940

https://www.sorgues.fr/Medias/Pages/50/ComptesRendus/183.pdf?m=181009084844

Archivo Histórico “Bernardino de Pantorba” de la Asociación Española de Pintores y Escultores

www.gacetadebellasartes.es

www.salondeotoño.es

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