El 16 de septiembre de 2022, en la Sala de Exposiciones «Eduardo Chicharro» de la Asociación Española de Pintores y Escultores, tuvo lugar el acto de inauguración de la exposición que bajo el título de «In memoriam», nos presentó la socia Ana García Pulido.
Muestra que es posible gracias a la inquietud que en todo momento ha demostrado por hacer esta exhibición, facilitando el material y aportando la ilusión propia de quien desea mostrar al mundo sus obras.
Con este motivo, en próximas fechas colgará en la web el catálogo digital elaborado con tal motivo, así como una galería de obra del artista.
Todo ello puede seguirse además por el canal de la AEPE en Youtube y por las redes sociales en las que tiene presencia la Asociación Española de Pintores y Escultores.
Sin duda estamos ante una nueva y emocionante cita.
La muestra nos la presenta así la propia artista:
Ana García Pulido, artista malagueña, realizó su formación plástica en la Escuela de Arte de San Telmo en las especialidades de Dorado y Policromía y Cerámica Artística, ampliando su formación en el Taller del pintor Antonio Cantero.
Debido a su carácter polifacético, Ana indaga y aborda distintas disciplinas artísticas, si bien actualmente su principal línea de trabajo es la pintura, empleando como soporte madera, lienzo o metal, material tradicional de la escultura; y como técnicas utiliza el óleo y el milenario temple al huevo.
Cuenta con una dilatada trayectoria de exposiciones: – individuales, participación en salones internacionales y numerosas colaboraciones en muestras colectivas. Más información en www.anagpulidoart.es
La exposición In Memoriam que presenta en la Sala Eduardo Chicharro de la Asociación Española de Pintores y Escultores la conforman veintitrés obras de pequeño y medio formato, inspiradas en los desgraciados acontecimientos sufridos por el pueblo ucraniano.
Estas obras pretenden dar visibilidad a mujeres, hombres, niños, ancianos; a monumentos, edificios, museos, obras artísticas y a los artistas que las crearon; en definitiva, un homenaje a las personas, los símbolos, la cultura y la identidad del pueblo ucraniano.
Como conclusión, se puede decir que en estas obras el color adquiere un valor especial, el valor de la palabra poética, y con ello la artista evoca el horror de la guerra: el éxodo, la tristeza, el dolor, la muerte…, pero también… la fe y la esperanza.
