Ángela Mengíbar

El 5 de septiembre de 2023, en la Sala de Exposiciones «Eduardo Chicharro» de la Asociación Española de Pintores y Escultores, tuvoá lugar el acto de inauguración de la exposición que bajo el título de «Canículas del recuerdo», nos presentó la socia Ángela Mengíbar.

Muestra que es posible gracias a la inquietud que en todo momento ha demostrado por hacer esta exhibición, facilitando el material y aportando la ilusión propia de quien desea mostrar al mundo sus obras.

Con este motivo, aquí mismo puedes consultar el catálogo digital elaborado con tal motivo, así como una galería de obra del artista.

Todo ello puede seguirse además por el canal de la AEPE en Youtube y por las redes sociales en las que tiene presencia la Asociación Española de Pintores y Escultores.

Sin duda estamos ante una nueva y emocionante cita.

La exposición nos la presentan así Amelia Meléndez y Ángela Mengíbar (al alimón)

“CANÍCULAS DEL RECUERDO”

El arte fue primero reflejo cotidiano, escultura armoniosa, concepción clásica de proporciones áureas y dibujo esforzado.

Fue un territorio que la mente reclamaba suyo por conocido: el óleo, acrílico y hasta el pan de oro. Pintura de pintura niña, retratista osada.

La vida reclamó su cetro, solicitó crianzas, desvelos y el acompañamiento de otros pasos.

En el hemisferio vital la pasión antigua me lleva a las aulas de Bellas Artes de la Nebrija en Madrid donde por fin el afán exploratorio está invitado a saciarse en festín pantagruélico, a romper todo corsé, a jugar con hilos, maderas, telas, hojas de plantas…

El vínculo clasicista, como un cordón umbilical atado al corazón se mantiene y se extiende hacia lo moderno, en el umbral entre Arte y Artesanía.

La cotidianidad se transustancia en poesía, los recuerdos habitan lienzos, el poso de la felicidad de los días de verano deja su huella tranquila y también el recuerdo de toda una genealogía matrilineal de la que soy la última portadora de antorcha, el relevo de abuelas, madres, tías… Otras mujeres presiden un altar imaginario: Sonia Delaunay, Louis Bourgeois, Aurelia Muñoz…junto a la delicadeza exquisita de la mancha de Fortuny

Piezas de papel, hilo y metacrilato

A través del hilo el papel y el metacrilato pongo en valor los recuerdos y las huellas. El papel simboliza las memorias no escritas de aquellas mujeres.

La dicotomía entre Arte versus Artesanía se expresa en el trabajo con un hilo que connota los bordados de las mujeres de mi infancia, auténticas obra de arte pese a su finalidad de uso doméstico.

Las tardes de verano en la periferia de una mesa camilla eran el balcón de las abuelas y su labor minuciosa y paciente tras haber finiquitado las labores del campo.

La obra ‘non finita’ con nudos y errores tributa a la “perfección” de las mujeres

de nuestras familias. Abuelas supervisoras de madres supervisoras de hijas supervisoras de nietas y sobrinas… Penélopes que deshacían con amor la trama errada para dejar espacio al tejido correcto, impartiendo así lecciones continuadas de paciencia sin cuento.

En una caja de metacrilato o marcos de cristal transparente y límpido como

recuerdos juveniles, en níveas o translúcidas peanas convertimos también en Arte las piezas

Piezas de madera cosidas

La madera se imprimada, pintada con acrílicos o dorada con pan de oro y plata vieja, mientras cuerdas enceradas aportan sutura y ligamento.

El recuerdo es circular como un infiernillo, como una cadena de manos bordadoras, creando un tejido de afectos, circular e infinito…

Piezas de madera y lienzo con acrílicos y óleos.

Instantáneas propias sirven de pistoletazos a obras de madera y lienzos pintados con óleos y acrílicos que tratan de atrapar momentos fugaces del recuerdo feliz.

Todas las líneas de acción trabajan en favor de una convergencia en la espiral de recuerdos, momentos de sosiego, sencillez y alegría que la vida en el Sur ha regalado.

Todas actúan como un ámbar, una parafina amable, caniculosa que permite revivir ad infinitum la tibieza de arena, la fresca brisa, la visión nublada por el vapor de verano que, en mi visión, me envuelve todo el año: en el árido asfalto y el gélido invierno de un cielo sin mar.

Amelia Meléndez y Ángela Mengíbar (al alimón)

 

Catálogo Angela Mengibar

 

 

 

 

 

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