Por Mª Dolores Barreda Pérez
Los Directores de la Gaceta de Bellas Artes
de la Asociación Española de Pintores y Escultores

La Gaceta de Bellas Artes: 1931
Como veíamos en el anterior número, la Gaceta de Bellas Artes estaba regida por un comité de redacción en el que figuraba el secretario, y en el que Roberto Fernández Balbuena ejercía de director, figurando también en dicho comité José Subirá, redactor de temas musicales, y Enrique Estévez Ortega.
La Gaceta de Bellas Artes dió un profundo cambio adaptándose al estilo de otras revistas ilustradas de la época, teniendo a partir del mes de mayo de 1931, periodicidad mensual. Hubo un intento de crear una nueva revista cuya dirección y comité de redacción suscribía la directiva, a las órdenes de su presidente, Julio Moisés y Enrique Estévez Ortega como redactor jefe.
Se había llegado así a anunciar la revista mensual Plástica que, con la dirección de Manuel Abril, crítico de arte, habría de publicarse sustituyendo a la Gaceta de Bellas Artes y de la que parece estuvo preparado el primer número pero que no llegó a imprenta. Plástica se quedó finalmente en el tintero.
Posteriormente se publicó la siguiente nota: En los primeros días de enero, causas ajenas a la voluntad de todos, al socaire de la huelga de las Artes Gráficas, impidió que apareciese «Plástica» y luego, la enfermedad del Sr. Abril y su ausencia al extranjero, determinó que se fuese demorando demasiado la salida de la revista hasta que, finalmente, la dimisión a última hora del Sr. Abril nos movió a encargarnos nosotros mismos de nuestra publicación…
Estas son las causas por las que la Gaceta de Bellas Artes no se publicó de enero a mayo y volvió a salir con carácter mensual, con 48 páginas al precio de 1 peseta.
Se aprecia la falta de la habitual colaboración de plumas como la de Bernardino de Pantorba, Fray Galán o Joaquín Ciervo.
Enrique Estévez Ortega
FRANCES SANCHEZ HEREDERO, José Cr. 1915 22.jul.1883 MADRID 10.set.1964
Bibliotecario de la AEPE
Enrique Estévez Ortega nació en Madrid en 1898.
Escasos datos tenemos acerca de él y de sus primeros años de vida, excepto que su padre se llamaba José Estévez y que debía proceder de la localidad de Quiroga, en Lugo, donde la familia poseía algunas tierras.
Enrique tenía tres hermanos, Gerardo, Joaquín y José, según aparecen en el Fichero nº 17 de la Secretaría General y de la Sección Político Social del Centro Documental de la Memoria Histórica y la Guerra Civil Española.
Los tres eran oficiales de Correos y abogados, y de ellos, José fue también crítico de arte y miembro de la Junta Directiva de la Asociación de Escritores y Artistas en 1956.
Enrique se formó en el campo de las letras, y a lo largo de su vida ejerció como abogado, periodista, escritor y crítico de arte y de teatro.
En 1915 ya era oficial del Cuerpo de Correos, destinado en la Central de Madrid.
Hacia 1918 ya comienza a publicar artículos y entrevistas, como la que realizó al entonces Alcalde de Madrid, Luis Garrido Juaristi, y publicó la revista Juventud Española.
Como oficial de Correos, interesado en temas artísticos y con un ánimo para el trabajo y la escritura, trabó amistad con José Francés, que era Jefe de Administración de Primera Clase y Jefe de la Biblioteca y Museo Postales de la Dirección General de Correos y Telecomunicación.
Está claro que compartían estímulos y aficiones, y no sería descabellado pensar que José Francés viera en él al hijo que nunca tuvo.
A partir de 1922 ya colabora activamente en la organización del Salón de Humoristas que creara José Francés.
En 1922 publicó El alma de Galicia, una colección de interviús a los más importantes personajes de la época como Eduardo Dato, la Condesa de Pardo Bazán, el dramaturgo Linares Rivas, los poetas Rey Soto y Xavier Bóveda, el novelista Alberto Insua, el cronista Julio Camba, los artistas Federico Ribas, Manuel Bujados, José Goyanes y Max Ramos… un volumen ilustrado por los dibujantes Bujados, Castelao, Fresno, Jaime, Juan Luis, Muguruza, Ribas, Sirio, Sotomayor y Zas.
El éxito del libro le valió que un grupo de amigos se reuniera en el Centro de Galicia en Madrid, para celebrar un banquete en su honor.
Por aquella época ejercía de periodista y crítico en distintas revistas como Mundo Ibérico, Por esos mundos, Elegancias, La Gaceta literaria, Gutiérrez y en diarios como el ABC, el Noticiero Universal, Nuevo Mundo y por supuesto, en La Esfera, la publicación que en 1914 fundara José Francés, en la que trataba de armonizar la tradición y la modernidad en todos los terrenos, pero sobre todo en el artístico, ya que el tema político estaba ausente. Una revista que contribuyó a formar en el gran público el interés por los temas de cultura, conocimiento del arte, exposiciones, patrimonio artístico español…
Entrevistó a las grandes personalidades de su época como Emilia Pardo Bazán, Vicente Blasco Ibáñez, Valle Inclán…
Pertenecía a la Asociación de la Prensa y vivía en la Calle Goya, 103 de Madrid.
El 11 de noviembre de 1925 contrajo matrimonio con Constanza Fernández y Fernández-Acosta en la iglesia de Nuestra Señora de Covadonga.
Constanza era la sobrina de la primera esposa de José Francés, Rosario Fernández Acosta, tan vinculado a la AEPE por haber sido su Presidente, a quien quería como a una hija y que le acompañó toda su vida, sobre todo cuando ésta quedó viuda tan tempranamente.
Cuando su madre, Matilde Fernández Acosta, falleció en 1932, Constanza que era hija única y ya estaba casada con Enrique, al que como veíamos anteriormente, le unía una estrecha y fraterna amistad que con esta boda, se acrecentaría.
Además, fue uno de los intelectuales que frecuentaba la Tertulia de los Humoristas, una reunión literarioartística fundada en los años diez en el Lion D’Or, que luego se trasladó al café de Jorge Juan en 1923, para instalarse definitivamente en el Hotel Nacional.
ABC, 1934
Formada por escritores, pintores, dibujantes y músicos, bajo la advocación genérica de Humoristas, contaba con la presencia de su presidente, José Francés, y reunía además a varios autores de la Generación del 98 y de la Generación del 27.
En 1928 publica el libro Nuevo escenario, una serie de artículos acerca de diversos aspectos del teatro tales como la renovación teatral, el teatro de vanguardia, el teatro moderno de Jacinto Grau, el arte teatral moderno en Polonia, Don Quijote en el Japón, Bragaglia, las nuevas normas escénicas, los escenarios giratorios… “Muchos y muy sugestivos temas que resulta difícil recoger la síntesis de su obra, llena de ideas originales y de interesantes noticias. El autor conoce profundamente la materia; para Estévez Ortega carece de secretos el teatro en general y especialmente el teatro moderno. Literato culto, su ágil pluma sabe discernir alrededor de los asuntos más complejos y difíciles con insuperable amenidad”.
Con este motivo, La Esfera dedicaba una página completa firmada por el propio Estévez, en la que analizaba los variados temas incluidos en el libro.
En 1930 publica su obra más famosa, Arte gallego, crítica e iconografía de los mejores artistas gallegos. La Editorial Lux de Barcelona, presentaba en un gran volumen de lujo de 500 ejemplares numerados, una obra en la que Estévez Ortega afirma ya “la existencia de un arte plástico gallego, que nace independiente y seguro en las últimas generaciones”.
Los ecos del Arte gallego resuenan en la prensa a lo largo del año 1931, cuando siguen apareciendo reseñas como la que revela que “el joven escritor estudia con finura ecléctica, la producción de sentido tradicional y la de sentido innovador, unidas por los caracteres célticos. Es, a la par, este libro, antología y pinacoteca, en donde resplandecen una documentación acabada y una probidad literaria digna de aplauso”.
En 1922, en el banquete celebrado en la Casa de Galicia en Madrid
En la revista Voz española, publicada en Manila, aparecía un artículo en el que se decía que …”Profundamente conocedor del suelo y la psicología de la tierra en que abrió los ojos a la luz… da siempre fe de la gran serenidad comprensiva inherente a la verdadera Crítica. Todo ello escrito con admirable estilo de publicista avezado y maestro. El sumario de artistas que desfilan por el libro es amplio… Álvarez de Sotomayor, Llorens, Juan Luis, Bello Piñeiro, Juan Alonso, Souto, Suárez Couto, Imeldo Corral, González del Blanco, Sobrino Buhigas, Seijo Rubio, Asorey, Bonome, Compostela, Castelao, Bujados, Ribas, Ramos, Castro Gil, Prieto Nespereira, Prada y el arquitecto Palacios… Con doscientas láminas maravillosamente grabadas, reproduciendo las obras más alientes de los artistas reseñados”…
Para José Francés, “Enrique Estévez Ortega es entre los jóvenes críticos de arte actuales, el primero, por como esa primacía se conquistó sin sumisiones de capillita o clan, ni responde a la fácil intransigencia de un pobre concepto unilateral y de una incapacidad restreñida. Sin perder el contacto con su época, sin ser desleal con su generación, ni desatender las lógicas afinidades con el espíritu renovador de que define al tiempo presente, Estévez Ortega es ecuánime, ecléctico y amplía a este libro admirable de crítica de arte el criterio que también informa el no menos admirable de crítica teatral, Nuevo escenario, publicado anteriormente. Estévez Ortega, además, es gallego. (No se ha olvidado, ciertamente, su primera obra, El alma de Galicia, que incorporó súbitamente a su autor a las primera filas de los jóvenes escritores futuros maestros de mañana). Su galleguismo añade razón y competencia temperamentales a las de la sensibilidad y cultura que le autorizaban al cometido. Así, pues, Arte gallego, libro de un escritor gallego en su plenitud juvenil, con una autoridad bien ganada, es, hasta ahora, la obra más fundamental que se ha escrito sobre los artistas galaicos contemporáneos, y desde luego, será siempre la indispensable para toda clase de consultas atañaderas al tema”…
El autor ofreció diversas charlas radiadas por Unión Radio, sobre el Arte gallego.
Para festejar el éxito del libro, se celebró un almuerzo en su honor, que tuvo lugar en el Hotel Nacional el día 12 de marzo de 1931. La comisión organizadora del banquete estaba formada por Álvarez de Sotomayor, Benlliure, Pinazo, Xaudaró, Pulido, Maseda, Llorens, Méndez Casal, Calonge, Busto y Romero Barrero.
A más de 150 comensales reunió el homenaje, entre artistas, periodistas, escritores… habiendo tenido que cerrar la venta de cubiertos, por sobrepasar las expectativas iniciales. En el transcurso del acto, se leyeron las numerosas adhesiones recibidas y pronunciaron discursos Basilio Álvarez, José Francés, Martínez de la Riva, Doval, Victoriano García Martí, Ángel Vegué…
Del homenaje, nos queda una fotografía publicada en Mundo gráfico, en la que aparecen sólo algunos de los 150 asistentes.
En 1931 publica El Teatro, enciclopedia gráfica, “un resumen del arte escénico en todas las edades y todos los países, con numerosos y selectos huecograbados y un texto ameno y erudito”…
En 1934 fue designado como miembro del jurado en la Exposición Nacional de Bellas Artes por la Asociación de la Prensa, igual que en la de 1935.
En 1936 el diario ABC publica el nombramiento que hace el ministerio, de la composición del Jurado para la Exposición Nacional de Bellas Artes, votado por los propios expositores y que en la sección de pintura estará formado por Enrique Estévez Ortega, Tomás Muñoz Lucena y Joaquín Valverde, en representación de la Asociación de Pintores y Escultores.
El día 29 de agosto de 1936, los republicanos lo sacan a la fuerza de su domicilio y es asesinado, no siendo encontrado su cuerpo hasta el 5 de septiembre en la Ciudad Universitaria, horriblemente mutilado. Sus restos descansan en el Cementerio de La Almudena.
Su esposa Constanza, viuda y sin hijos, vivió ya a partir de entonces con su tío José Francés, quien fuera Presidente de la AEPE, que la quería como a una hija.
Entre sus obras figuran:
El alma de Galicia, Editorial Mundo Latino, 1922
Nuevo escenario, editorial Lux, Barcelona, 1928
Enciclopedia gráfica. El Teatro (síntesis histórica), Editorial Cervantes, Madrid, 1930
Historia del traje, Editorial Cervantes, Madrid, 1929
Arte gallego. Editorial Lux, Barcelona, 1930
El Señor del treinta 1924, novela corta premiada por El Imparcial
Luz en los ojos
Interno de la sala 10
Enrique Estévez Ortega y la AEPE
Ingresó en la Asociación de Pintores y Escultores como pintor, pese a ejercer de crítico, en 1928.
Bibliotecario de la Junta Directiva entre los años 1931 y 1935.
En 1932 formó parte del comité para el estudio de un Federación de artistas que preparaba la AEPE.
Participó en la organización de la Exposición que la AEPE llevó a cabo en Oslo, en 1932.
Fue miembro del Jurado del Salón de Otoño de las ediciones de 1932, 1933, 1934 y 1935.
Ejerció también como Abogado de la AEPE.
Comenzó su colaboración con la Gaceta de Bellas Artes haciéndose cargo de la sección de teatro, para tratar después el arte plástico.
Redactor Jefe de la Gaceta de Bellas Artes en 1933, fue su director en 1934.
Entre 1933 y 1934 pronunció distintas conferencias en la sede social y en otros actos organizados por la AEPE.
En 1934 y representando a la AEPE, formó parte del Comité de Expertos para el estudio de los Reglamentos de las Exposiciones Nacionales, a propuesta del Ministerio de Instrucción Pública.
En 1935 y a iniciativa suya, se rindió un homenaje a Mateo Inurria en el XV Salón de Otoño.











