Los Directores de la Gaceta de Bellas Artes de la AEPE: José Pinazo Martínez

Por Mª Dolores Barreda Pérez

 

Los Directores de la Gaceta de Bellas Artes

de la Asociación Española de Pintores y Escultores

 

La  Gaceta de Bellas Artes 1915-1916

 

En enero de 1915 vuelve a editarse la Gaceta de la Asociación de Pintores y Escultores.

En la cabecera aparece como Secretario de la Asociación, José Pinazo Martínez, por lo que en base a lo publicado en el número 28 de la Gaceta de Bellas Artes de 1912, en el que se expone que “En la Junta de hoy se ha acordado por unanimidad que la dirección de la Gaceta sea anexa al cargo de Secretario”… debemos interpretar pues, que la nueva etapa de publicación de la revista, contaba con la dirección de José Pinazo Martínez.

El formato y el papel se mantenían, y seguía imprimiéndose en Gráficas Mateu, con un coste de tirada de 133 pesetas.

Además, volvió a recuperar la antigua numeración y comenzaba con un saludo “A nuestros compañeros”, en el que se detalla el “deseo de que estas páginas sean lazo de unión entre todos los artistas y sirvan para reflejar la labor que realizamos y los proyectos que tenemos”… Sin entrar en detalles, refiere también que la suspensión de la revista “Por el Arte”, se ha debido a motivos de índole económica. Y añade… “No terminamos estas líneas sin prodigar un aplauso a José Garnelo, Director que fue de la Revista Por el Arte, y a los Sres. Mateu, que la confeccionaban en sus talleres; uno y otros se han desvelado por realizar una obra que, a la vez que ha tenido en encanto de ser personal, ha sido motivo de orgullo para la Asociación de Pintores y Escultores”.

Los primeros números de 1915 se limitaron a informaciones societarias y de la Gaceta de Madrid, que reflejaba las convocatorias y reglamentos de las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, tratándose los estudios de la Junta Directiva sobre los derechos de propiedad artística y otro tipo de noticias oficiales, como concursos para la elaboración de monumentos públicos, subastas, convocatorias…

En el número de octubre de 1915, se publicaba la carta que Ramón Pulido envió al Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, en la que le pedía la restauración de los techos de Lucas Jordán situados en el Museo de Reproducciones, recordándole también el lamentable estado de los murales de Goya en la Florida.

También comienza a incluir noticias varias y nos hace saber que la Real orden de 10 de junio de 1912, por la cual se le conceden honores de Corporación oficial, otorga a la Asociación de Pintores y Escultores el derecho a tener representación oficial en la Junta del Patronato del Museo de Arte Moderno.

En la de diciembre de 1915, se anuncia que se ha acordado que a partir del próximo año, la Gaceta de la Asociación “sea bimensual, reduciendo algo su tamaño y ajustando el texto a las necesidades del momento”.

 

José Pinazo Martínez

 

 

Socio Fundador Nº 50

Secretario de la AEPE en 1914

Socio de Mérito de la AEPE

 

PINAZO MARTINEZ, José         P        1910(F050)    1879         ROMA          MADRID

 

José Pinazo Martínez nació el 10 de julio de 1879, en la ciudad de Roma, por encontrarse allí residiendo su padre, el también socio de la AEPE Ignacio Pinazo Camarlench, disfrutando de la pensión de pintura de la Diputación Provincial de Valencia, que había ganado en 1876.

José Pinazo era hijo de Ignacio Pinazo Camarlench y de Teresa Martínez. Con solo dos años de edad, la familia regresa a España, instalándose en Valencia.

En marzo de 1883, nace el segundo hijo de la familia, Ignacio Pinazo Martínez, igualmente socio de la AEPE, que llegará a ser un afamado escultor.

Desde niño comienza a desarrollar su vocación pictórica, casi antes de aprender a leer y escribir, debido a la personalidad de su padre, y al ambiente artístico en que vive durante su infancia y adolescencia, bajo la atenta mirada de su padre.

Juntos, frecuentan un gimansio y comparten la afición del ejercicio físico que José mantuvo toda su vida.

En esta época, José Pinazo pinta impresionado por la obra de su padre, hasta el extremo incluso, de copiar algunos de sus cuadros. Mientras permanece en el gimnasio, su padre le borraba todo aquello que no le parecía bien. De esta forma, José, tendría que enfrentarse a su regreso con los problemas pictóricos que no había resuelto el día anterior. Al mismo tiempo completa su aprendizaje con el escultor Gilaber, acudiendo al estudio de éste diariamente.

Esta relación pictórica padre-hijo durará poco tiempo, pues sus concepciones del mundo van a ser radicalmente distintas, además de que el nombre de su padre se convertirá en una de las barreras que José tendrá que traspasar para encontrarse consigo mismo y con su pintura.

Con apenas catorce años José concurre a la exposición del Ayuntamiento de Valencia, donde obtiene un accésit de Segunda Medalla, y a la exposición de la Sociedad Económica de Amigos del País de Alicante, siendo premiado también con una Segunda Medalla; sin embargo, en ambos casos es tomado en cuenta sólo por su apellido, lo que le hace trasladarse a Madrid.

 

Autorretrato de 1904

Autorretrato realizado en París

El pintor y su hija Marisa, conversan con un visitante en su estudio. 1930, EFE

 

En la Exposición Nacional de 1895 continuará siendo conocido como el hijo de Ignacio Pinazo.

En 1897 se desliga de su padre y ya no pinta en la casa familiar de Godella, abriendo su propio estudio en la Calle Cirilo Amorós de Valencia. Este mismo año vuelve a concurrir a la Exposición de Madrid con tres obras, logrando una Medalla. Para José Pinazo Martínez es una exposición importante porque por primera vez la crítica no alude a su padre.

En 1899 envía a la Exposición Nacional de Madrid un óleo, con el que consigue una Medalla de Tercera Clase.

En la Exposición Universal de París de 1900 consigue una Medalla de Plata, y otra en la de 1901, en el año en el que participa en el I Concurso Artístico, organizado por la Revista Blanco y Negro y cuando se matricula en la Academia de San Carlos de Valencia.

Allí se presenta a la Pensión, pero los artistas que optan con él a dicha plaza, elevan un escrito de protesta al Tribunal, argumentando que Pinazo, no era valenciano (requisito para presentarse a la oposición), puesto que había nacido en Roma. El Tribunal considera que su nacimiento en la ciudad italiana es un hecho accidental y no aceptan las alegaciones maliciosas, pero durante la celebración de los ejercicios de oposición se desató una dura campaña de prensa, organizada por el El Pueblo, periódico dirigido por Blasco Ibáñez de ideología republicana y radical que, en todo momento, apoyó a Viscaí, simpatizante del Partido y en contra de José Pinazo Martínez, unido de alguna forma a los círculos conservadores de tendencia monárquica.

José Pinazo Martínez, posa en su estudio junto a una de sus obras. EFE, 1930

 

La sensación de rechazo que siente José Pinazo Martínez ante todos estos problemas, va a significar un total alejamiento del ambiente artístico valenciano, desarrollando, definitivamente, su actividad profesional en Madrid. Sólo esporádicamente, volverá a la casa familiar en Godella.

En 1904, retoma la costumbre de enviar obras a la Exposición de Madrid. Un año más tarde vuelve a intentar la pensión de Pintura de la Diputación Provincial de Valencia. En esta ocasión, se presenta también a la pensión de escultura, su hermano Ignacio, pero nuevamente los ataques de El Pueblo se recrudecen, extendidos ahora a su hermano, lo que induce a José a no presentarse a las oposiciones. Su hermano Ignacio conseguirá la pensión de escultura, marchando a París y Roma a completar sus estudios.

En Madrid conoce a la que más tarde será su mujer, Magdalena Mitjans, hija de Luis Mitjans, un mecenas que le aconsejó viajar a París y Londres, como así hizo en 1906, contrayendo matrimonio un año más tarde. Fruto de esta unión nacerán sus dos hijas Mª Teresa y Mª Luisa.

En una fotografía aparecida en La Esfera

 

Perteneciente a la alta burguesía madrileña, Magdalena aporta a la vida de José posición social, una situación económica desahogada y una esmerada educación, además de un perfecto conocimiento de varios idiomas, convirtiéndose en su compañera, administradora y asesora en la elección de telas y trajes para la elaboración de sus cuadros, procurando su aislamiento del mundo exterior, para que concentre todos sus esfuerzos en pintar, creando un ambiente familiar equilibrado y sereno.

En 1908, concurre a la Exposición Nacional con seis obras y en 1909 realiza dos exposiciones. Una, con su hermano Ignacio en la Sala Vilches de Madrid, a cuya inauguración asiste la Infanta Dña. Isabel y toda la alta sociedad madrileña, y otra en Barcelona, en la Sala Parés, que tuvo una excelente acogida entre la prensa y el público.

A la Exposición Nacional de 1910 envía una obra que plasma el resultado de sus investigaciones pictóricas: la pincelada pierde soltura, y las figuras se convierten en masas de color claramente diferenciadas, a través de un dibujo cada vez más sólido. La crítica lo coloca frente a López Mezquita, los hermanos Zubiaurre y Álvarez Sala, considerándolo como un gran «colorista».

Con su esposa Magdalena Mitjans y el escultor Mateu en Cuba 1921

 

Participa en la Exposición Nacional de 1911 con un tríptico de grandes dimensiones, consiguiendo Medalla de Plata, al igual que en la Exposición Nacional de Madrid del año siguiente. Concurre también a la Exposición Internacional de Roma de 1911 y a la Nacional de 1912.

Hasta 1915 trabaja intensamente en su estudio madrileño de la calle Sánchez Bustillo, por donde pasan críticos y periodistas, que son testigos de su trabajo.

Exposición en las Galerías Gimpel & Wildenstein en Nueva York. 1920

 

En 1914 expone en Brighton y Londres. En esta Exhibition of Modern Spanish Art, no se limita al envío de dos obras ya conocidas, sino que tiene también un sentido institucional, dado que era Presidente de la Sección de Pintura del Círculo de Bellas Artes y Segundo Secretario de la Asociación de Pintores y Escultores de España, lo que motivó que fuera nombrado portavoz de los expositores de Brighton en Londres, a la vez que representante en Madrid del Comité Organizador de la Exposición.

En 1916, su padre se encuentra muy enfermo y el artista alquila un estudio en Godella, donde se trasladan los Pinazo. Año en el que comienza su proyección en el extranjero, consiguiendo una Medalla de Oro en la Exposición Internacional de Panamá. Participa además en la Exposición de Saint Louis (Missouri), organizada por la Sección Internacional de Pintores del Carnegie Institute de Pittsburg.

 

José Pinazo retratado por López Mezquita

 

En agosto, Sorolla organiza en Valencia la Exposición de la Juventud Valenciana en la que José presentará siete obras.

A finales de agosto y principios de septiembre, expone en Bilbao, en la Asociación de Artistas Vascos, en los locales del Círculo de Bellas Artes y el Ateneo.

El 16 de octubre de 1916, fallece en su casa de Godella, Ignacio Pinazo Camarlench, una muerte que supuso el alejamiento definitivo de Valencia, a la que sólo regresaría, temporalmente, en 1921.

 

En noviembre de 1916, exhibe sus obras en las Galerías Layetanas de Barcelona y un año después en la Nacional de Madrid y en la IV Exposición de Pintura Española de Buenos Aires.

La Exposición del Círculo de Bellas Artes de 1918 supuso un éxito de prensa y público.

Obras de una coloración exuberante, que no llega a producir un efecto sensual, como ocurre con Romero de Torres, sino más bien, un efecto sintético. Este efecto consiste en delimitar amplios campos cromáticos con líneas curvas y arabescos muy marcados. Prescinde de la dictadura del modelo, resolviendo la imagen, de acuerdo con la idea que él quiere dar.

La Exposición es visitada por la Reina Victoria Eugenia, la Infanta Isabel.

Amor, naturaleza y Arte

 

En 1919 realiza una Exposición Individual bajo el patrocinio de la Asociación de Pintores y Escultores. Será la mayor exposición individual de las celebradas hasta ahora por Pinazo en la que exhibe 32 obras.

En 1920, gracias a la exposición que organiza Mr. Hunntington en las Galleries of E. Gimpel and Wildenstein, la crítica y el público se rinden a su obra y así, expondrá después en Londres en 1921 y en Cuba y en los años posteriores en el Instituto Carnegie de Pittsburg y en las Galerías Albright de Buffalo, en los Salones Christoffe de Buenos Aires, patrocinada por la AEPE, en la Haya, Amsterdam…

Camino al cielo

 

Ya en Godella, sus hijas empiezan a interesarse por el arte y dibujan en cuartillas, en el estudio paterno. Es su hija menor, Mª Luisa, la más interesada en seguir los pasos del padre, llegando a exponer en los Salones de Otoño de Madrid, y, que, ha continuado pintando hasta su desaparición. Durante el año de 1922, envía a la Exposición Nacional de Madrid, tan sólo un cuadro.

En marzo y abril de 1925, realiza su última gran exposición individual, en el Palacio de Bibliotecas y Museos de Madrid.

Bodegón con limones

 

En 1929 recibe el encargo de Mr. Hunntington de la Hispanic Society of América de Nueva York, para realizar un gran lienzo decorativo, en el que debían aparecer plasmadas las costumbres valencianas, a través de los retratos de su familia. El resultado del encargo es Nosotros Antes de salir para América, cuadro en el que la crítica coincide en señalar es la síntesis de la obra de José Pinazo Martínez (…) se encuentra dominado por un afán de dibujo sobrio y acentuado por un deseo de la línea pura que le lleva a acusarla destacándose enérgicamente con un trazo oscuro y fino.

Participará con cinco obras en la Bienal de Venecia y en la Exposición de Arte Novecentista de Valencia.

Durante el curso 1931-32, ocupa la plaza de profesor de la clase de Desnudo y Ropaje de la madrileña Academia de San Fernando.

Fallera

Floreal

Chulapa

 

En el verano de 1933 enferma, mientras veranea en El Escorial, a causa de un antrax. No le da mucha importancia, ya que se encuentra dedicado a preparar un viaje a Chile. Sin embargo, en el mes de noviembre, un enfriamiento agrava su estado de salud, produciéndole una septicemia. Como la septicemia produce mucha alteración, se descompensó hasta el punto de confundirlo todo, los colores, los objetos, hasta las personas. Esta enfermedad irreversible, acaba con su vida el 3 de diciembre de 1933 a la edad de 53 años.

El impacto que la pérdida del pintor produce en los ambientes artísticos españoles es muy grande. La casa de la familia Pinazo permanece llena de gente durante más de tres meses para mostrar sus condolencias a la viuda y las hijas.

En 1935 se celebra su última exposición individual con carácter póstumo, en el Museo de Arte Moderno de Madrid. El catálogo está diseñado por su hija María Luisa y prologado por el crítico Juan de la Encina.

 

Luciérnaga

Nosotros

 

En el momento de su muerte, se encuentra en el cenit de su carrera, siendo reconocido oficialmente con las condecoraciones de la Cruz de Isabel La Católica, Cruz de la Orden Civil de Alfonso XII, Medalla de los Sitios de Zaragoza y Caballero de la Legión de Honor francesa.

Bernardino de Pantorba, en la Gaceta de Bellas Artes de abril de 1923 decía esto del pintor: …”Tiene toda su producción un sello peculiar de elegancia, serenidad y armonía, de ritmo en la línea y de esplendor en el colorido; un alto valor decorativo la anima… Exaltación de la naturaleza, meridional, levantina, valenciana… de sus mujeres, sus flores, sus frutas, la policromía de sus trajes populares, la alegría que nace en su tierra y el amor que inflama el pecho de sus hijos, todo lo vemos ahí, expresado con un sano alborozo, interpretado con un alentador y juvenil optimismo. Cuanto puede animar el conjunto está elegido y colocado con suma destreza… pompa colorista que se nos mete en los ojos, con alegría de fiesta… las flores, las frutas, la figura humana, la naturaleza, todo lo trata con el mismo vigor constructivo, con idéntica complacencia… Serenas y graciosas; así son las mujeres y las niñas que pinta; todo en ellas reposa; todo en ellas tiene un aire mesurado, tranquilo, recogido y casto… El retrato de la Señora de Solms… con sus manos magistralmente pintadas.. es una obra digna de figurar entre los grandes retratos femeninos del arte contemporáneo… Pinazo es uno de los poquísimos pintores de talla que tratan la naturaleza muerta con verdadero amor y con grandísimo acierto. Sus bodegones son admirables por la modernidad de su concepto, por el brío, la soltura con que están pintados… las frutas de Pinazo son carnosas, sabrosas y jugosas, como la fruta misma; no está en ellas perseguido el detalle a la manera puramente objetiva, fría, de los bodegonistas al uso”…

Claveles

La maja de las campanillas

Retrato de Virtudes

 

Julián Moret, en la Gaceta de Bellas Artes de enero de 1934, con motivo de la muerte del artista, reseñaba…”Pinazo era un pensador del pincel. Su arrogancia y su maestría le llevaban cotidianamente a definir pintando; pero definiciones que abarcaban límites inconmensurables, rebosantes de matices espirituales y pletóricas de profunda ciencia cerebral y materializada… Su obra tenía cuajada la bohemia de Fortuny, la perfecta dicción colorista y lineal de Rosales… el eclecticismo de Plácido Francés… que le sirvió para fundar matices y simplificar escorzos, añadiendo a sus últimas obras, el sello inconfundible de su paleta regionalista, en bellísimos parajes de vida, naturaleza muerta y figuras, tocadas de impresionismo delicado, de expresiones finísimas y plena dulzura cuajadas de añoranzas”

Boceto

 

José Pinazo Martínez y la AEPE

Socio Fundador Nº 50, en 1910 formó parte de la comisión de estudio de la Cooperativa que intentaba organizar la AEPE.

Fue nombrado Vicesecretario en 1912 y Secretario en 1914, puesto del que tuvo que dimitir en 1917 al ser nombrado Secretario del Círculo de Bellas Artes, si bien continuó como Vocal de la AEPE.

Donó obra para el festival que organizó la AEPE en 1915.

En el Salón de Otoño de 1929 fue nombrado Socio de Mérito.

En el IX Salón de Otoño de 1929 figuró inscrito como José Pinazo Martínez, vive en Madrid, calle Fortuny, 7. Presentó las obras:

146.- Retrato, óleo, 1,23 x 1,05

147.- Retrato, óleo, 1,15 x 1,03

148.- Bodegón, óleo, 0,77 x 1,00

En el XXIV Salón de Otoño de 1950, estuvo presente en la Sala XI de Fundadores

9.- Niña

10.- Bodegón

11.- Niña

José Pinazo Martínez con su padre Ignacio Pinazo Camarlench en su estudio de la calle Bustillo de Madrid 1915

Niña, presentada al Salón de Otoño

Pintando el retrato de la Srta. Rivero en Buenos Aires en 1926

Posando para el escultor Mateu en la Habana 1919

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