Los Directores de la Gaceta de Bellas Artes de la AEPE

Por Mª Dolores Barreda Pérez

Los Directores de la Gaceta de Bellas Artes

de la Asociación Española de Pintores y Escultores

 

En el número correspondiente al mes de octubre, abordamos la biografía del último artista que da nombre a las Medallas que otorga la Asociación Española de Pintores y Escultores.

Muchas han sido las propuestas que he valorado para abordar otra serie de biografías de artistas relacionados con la centenaria entidad.

Como quiera que en años anteriores la Gaceta de Bellas Artes ya emprendió la tarea de dar a conocer la vida de los Presidentes de la AEPE, referentes indiscutibles en el mundo del arte en la España del siglo XX, me ha parecido más oportuno emprender la tarea de divulgación de una faceta menos conocida de la historia de nuestra institución, como es la de presentar las biografías de quienes dirigieron la Gaceta de Bellas Artes.

Nos encontramos con personajes ilustres, prestigiosos y afamados, algunos completamente desconocidos, pero en todos los casos, auténticos profesionales de sus respectivas ocupaciones, que bien merecen unas líneas y son parte de la historia del arte de España y por supuesto, de la historia de la Asociación Española de Pintores y Escultores.

Me propongo recuperar la memoria de quienes un día, tuvieron en sus manos gloria, ocasión y anhelos por hacer del proyecto común de la Asociación de Pintores y Escultores, un referente indiscutible en el mundo del arte de España.

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Nacimiento de la publicación

La España de principios del siglo XX comienza con la pérdida de Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Una derrota que supone una importante crisis de identidad para la política de la Restauración, y la necesidad urgente de construir una conciencia nacional desde una perspectiva moderna, equiparable al resto de países europeos.

Los cambios de todo tipo en la España de 1900 afectan a la política, a la sociedad, la economía y por supuesto, a la cultura y al arte.

La diversidad estética que surge en estos primeros años, a los que muchos llaman la “Edad de Plata” de la cultura española por el gran número de artistas surgidos, hará inevitables cambios en la forma y en el fondo del mundo del arte.

Los artistas españoles encuentran en París el lugar ideal donde más cambios se están produciendo en las tendencias plásticas, si bien en el arte oficial continúa predominando el academicismo, el historicismo y el eclecticismo.

Poco a poco, los propios artistas van asimilando la modernidad y el rupturismo, eclosionando en las vanguardias, caracterizadas por una innovación estética.

Pero los artistas también sienten la necesidad de agrupar sus fuerzas y desvelos, para defender sus intereses materiales y artísticos, para fomentar todas las manifestaciones del Arte por medio de exposiciones, para prestarse un mutuo apoyo, para hablar del arte, para tramitar los asuntos del arte que a todos atañen y están en manos de funcionarios ajenos al arte.

Y con ese espíritu, se funda la Asociación de Pintores y Escultores en 1910, bajo el reinado de Alfonso XIII, que tanto apoyo prestó a la institución.

Una entidad que necesitaba dar voz a sus ideales y que vio la necesidad de contar con una revista oficial de arte, que se ocupara en exclusiva de los temas artísticos y culturales, pero sobre todo de las artes plásticas.

La Gaceta de Bellas Artes nace así como revista mensual, con el deseo de dotar a los artistas de un medio específico, respondiendo a la necesidad de contar con todo tipo de informaciones relativas a las bellas artes.

Una idea novedosa y vanguardista, valiente, que nacía frente a los gigantes que en la época se publicaban, revistas ilustradas como Nuevo Mundo, Mundo Gráfico, Alrededor del Mundo, Blanco y Negro y La Ilustración Española y Americana (La Esfera, otro de los referentes de la época, nació en 1914).

Pero frente a ellas, era necesario contar con una publicación en la que la información específica de las artes plásticas, representara la referencia cultural por antonomasia para los artistas y amantes de las bellas artes de España y en la que además, tuvieran cabida otro tipo de manifestaciones y notas culturales literarias, con artículos, poesías, colaboraciones, críticas de arte e informaciones varias.

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La Gaceta de Bellas Artes

La Gaceta de la Asociación de Pintores y Escultores, nació como órgano de información y comunicación de la entidad, fundada en abril de 1910, coincidiendo con la primera Asamblea General de la misma, celebrada en julio del mismo año.

En el primer número, correspondiente a julio de 1910, se publicaban los motivos de la fundación de la Asociación de Pintores y Escultores, especificándose que “Se compromete también la Asociación a crear un “Boletín o Gaceta” de información general de arte, en donde se dará cuenta al propio tiempo de la marcha administrativa de la Sociedad, y en cuya “Gaceta” se obligan, para evitar toda preferencia o apasionamiento, a no ocuparse en elogio ni en censura de ninguna obra de los asociados”.

Esta publicación que actualmente, como la muestra lo indica, será únicamente de información, puede ser pasado algún tiempo una revista de importancia grande y de excepcional interés. Puede, conservando el fin para que fue creada, ser una publicación de extensa información artística, dándole aquí a la palabra información el más amplio sentido que puede tener, abarcando todo cuanto al Arte se refiera reproduciendo obras y dando cuenta de ellas por cuantos medios pueda disponerse.

Órgano oficial de los artistas españoles, todos han de prestarle su auxilio; y con elementos de tal fuerza, es incalculable medir la importancia y transcendencia que en el arte puede llegar a tener”.

Y después, transcribía los estatutos fundacionales.

 

Breve historia de la Gaceta de Bellas Artes

Inicialmente se llamó Gaceta de la Asociación de Pintores y Escultores, a imitación del nombre de la Gaceta de Madrid, que era el entonces boletín oficial del Estado del que tomaba algunas de las noticias de interés para los asociados.

Salió a la calle incluso antes de la primera Junta General, bajo la dirección de Ceferino Palencia Tubau en calidad de Redactor Jefe, que ya en el segundo número figuró como Director.

A partir de 1921 se llamó «Gaceta de Bellas Artes» continuando la numeración empezada en 1910.

Salió con regularidad hasta 1936 y en 1944 se reanudó la publicación, compitiendo con otras publicaciones especializadas, de manera que se ha mantenido en el tiempo, con diversos paréntesis de variada fortuna, habiendo totalizado ya unos 742 números (el último publicado correspondiente a los meses de agosto y septiembre de 2021) cargados de comentarios y de interesante información sobre el arte en España y aún fuera de ella.

La importancia de esta publicación reside en que se llegó a editar ininterrumpidamente durante veinticinco años, y si bien ha atravesado etapas diversas, desde ser la referencia del mundo artístico en años en los que apenas existían este tipo de publicaciones en España y en la que colaboraron desinteresadamente importantes escritores y críticos de arte, hasta centrarse prioritariamente en aspectos de interés asociativo, hoy en día aún se mantiene como publicación de referencia de las actividades de los socios.

En 1912 se pretendía convertir a la Gaceta en una revista moderna, pensada para la gente de la calle y no sólo para los asociados, más enfocada a la opinión y que se llamaría «Por el Arte».

En 1916 tuvo algunas modificaciones, pues pasó a ser quincenal, incorporó un resumen de temario en primera, cambió la cabecera y dejó de salir al público para distribuirse solamente entre los asociados y entes oficiales y artísticos.

En 1917 se mantenía quincenalmente con distribución gratuita a los socios, celebrando en julio de 1918 su número 100.

Al inicio de los años veinte, en España solo existían dos publicaciones dedicadas al arte: la Gaceta de Bellas Artes y la revista MUSEUM, en la que se anunciaba la Gaceta de la AEPE, pero que duró poco tiempo en el mercado. Es verdad que aparecieron otras como la que editaba la Sociedad de Amigos del Arte, pero no estaba dirigida al gran público.

En 1920, coincidiendo con el Primer Salón de Artistas Independientes, el Salón de Otoño, la Gaceta editó un número extraordinario de veinte páginas, manteniéndose ya este tamaño en los siguientes.

Un año después, en 1921, la revista pasó a llamarse definitivamente Gaceta de Bellas Artes, subtitulada: “Órgano oficial de la Asociación de Pintores y Escultores”, a partir del cual se retomaba la idea de la época en que apareció bajo el título de «Por el Arte».

El 15 de diciembre de 1923 quedó registrado el diseño de marca «para distinguir una publicación periódica, revista ilustrada con la denominación Gaceta de Bellas Artes completada por un dibujo de adorno formado por rasgos artísticos combinados con dos figuras de animales fabulosos». Registro de marca de la propiedad industrial que conserva la institución en su Archivo Histórico “Bernardino de Pantorba”.

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En 1924 contenía grabados y dibujos, siendo visada por la censura militar del momento.

Los cambios de estructura y formato de la revista, corresponden en general a los cambios de Director, que busca un mejor servicio a un mejor precio.

En 1929, se anuncia la aparición de la revista «Plástica», abierta a todos los amantes del arte, buscando que sea más profesional y popular y que dirigiría Manuel Abril.

Pero «Plástica» no llegó a aparecer después de estar preparado el primer número, debido primero a huelgas en artes gráficas y luego la enfermedad del señor Abril… si bien la Gaceta tuvo un profundo cambio, adaptándose al estilo de otras revistas ilustradas de la época, y siendo, desde mayo de 1931, de periodicidad mensual.

Hacia 1934 era la única revista de arte con salida frecuente y periódica que se publicaba en España y logró un prestigio e interés, siendo muy solicitada desde el extranjero.

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Durante la guerra civil dejó de publicarse. Fue un paréntesis que duró hasta 1944, donde retomó el número 459, e incluía numerosas ilustraciones y la intención de tener una periodicidad trimestral que finalmente no pudo cumplirse.

En 1949, y tras muchas gestiones, volvió a retomarse la edición a finales de 1954, con el número 463, para seguir saliendo con carácter bimestral, hasta su número 473, correspondiente al primer trimestre de 1957.

Tras los periodos de publicación de 1976 y posteriormente de 1987, se llegó a un largo paréntesis que en 1970 se vino a cubrir con un Boletín Informativo, que era más que boletín, un ensayo, tímido en el nombre, pero decidido en su contenido, para intentar reflotar la revista, publicándose veintitrés números hasta 1979.

Un nuevo intento gestionado en 1986, y gracias a una subvención del Ministerio de Cultura llegó a poner en la calle, cuatro números entre 1987 y 1989.

A finales de 1989 se comenzó a publicar puntual y mensualmente un díptico, a veces tríptico, que se llamó “Suplemento informativo de la Gaceta de Bellas Artes”, que por su extensión tenía que reducirse exclusivamente a esas labores de difusión de las actividades asociativas, sin fotografías ni otros elementos, pero que fue muy bien acogido por los socios por su eficacia informativa.

En 1995 comenzó una nueva época de la Gaceta, editada a todo color, manteniéndose en paralelo el “Suplemento Informativo”, mucho más flexible en su formato y contenido y que se distribuía exclusivamente para los socios, en tanto que la Gaceta de Bellas Artes renació con vocación de llegar a otros sectores más allá de la propia AEPE.

La comunicación con los socios continuó mediante el Suplemento informativo que siguió saliendo mensualmente con bastante puntualidad y en él se informó a los socios con anticipación el calendario de actividades del año, de premios obtenidos por nuestros asociados y de otras noticias de interés relacionadas no sólo con la Asociación sino, en general, con el arte.

A partir de 1998 se mantuvo únicamente el “Boletín informativo de la Gaceta de Bellas Artes” con diez u once números al año. Se mantuvo con 4 páginas hasta 2000, pero más tarde se incrementaron a 6 y a 8 no siendo fijo el número de ellas.

De 2005 a 2008 la Gaceta mantuvo 6 páginas, que en 2011 se incrementaron hasta 12 y se empezó a llamar Gaceta, prescindiendo del término Boletín, y a llevar otros contenidos.

En 2011 y 2012 pasó a 16 páginas.

A finales de 2013 se había solicitado colaboración de los socios en el Boletín y ya se publicó alguna, siendo el deseo incrementarlas en la medida de lo posible.

En 2014 la media de páginas rondó las 40, con muy buena aceptación por parte de los socios. Y pasó a llamarse Gaceta de Bellas Artes, suprimiendo el apelativo Boletín aunque la edición fuera modesta. Se distribuía a todos los socios por correo junto a otras informaciones más puntuales.

Se incluyeron, en blanco y negro, fotografías representativas de nuestras actividades lo que hacía años había dejado de hacerse por los altos costes que representaba entonces pero que ahora era accesible por las técnicas digitales. Y se insertaron algunos anuncios, siempre que no fueran competencia directa con nuestras actividades.

El Boletín informativo se mantuvo hasta enero de 2015, y aunque conservando el mismo formato, se presentaba ya en la página web de la centenaria entidad, manteniendo su impresión en blanco y negro y su distribución postal a los socios y entidades e instituciones culturales. Incluía además una serie de biografías sobre los Presidentes de la AEPE.

En enero de 2016 varía nuevamente la distribución del contenido, adquiriendo mayor importancia las informaciones societarias, las convocatorias y el portal del socio, eliminando la relación de exposiciones de todo tipo que se venían incluyendo y ganando peso las imágenes frente a los textos.

La evolución de la Gaceta de Bellas Artes hacia una nueva era digital fue progresiva. Además de su impresión y envío postal, adquiría un mayor protagonismo en la página web de la AEPE, enriqueciendo su contenido y aportando el dinamismo que requería la modernización que la entidad afrontaba.

A ello contribuyó decididamente la creación de otra página web, portal y buscador que bajo el nombre de www.gacetadebellasartes.es vino a volcar todos los contenidos de las gacetas desde su creación, en un proceso de digitalización financiado por Maxam.

El archivo consta de más de 40.000 imágenes digitalizadas, por las que apreciar la rica historia de la Gaceta de Bellas Artes, pudiendo observar además, la evolución de las cabeceras a lo largo de los años o los diferentes periodistas y colaboradores que tomaron parte en la revista.

Ha sido esta una actuación única que ha dirigido la Secretaria General de la AEPE, con la que se ha conseguido preservar todo este patrimonio histórico de más de ciento diez años, al que un grandísimo número de artistas contribuyeron a su creación.

Este legado de incalculable valor artístico, cultural y económico, que está al alcance de todo aquel que esté interesado en indagar en la historia cultural de nuestro país.

La digitalización de la Gaceta de Bellas Artes, a través del portal-buscador www.gacetadebellasartes.es  ha supuesto un enorme beneficio a los cada día más numerosos usuarios, estudiantes, profesores e investigadores de arte… que mediante el acceso online a la revista, están enriqueciendo la historia del arte de España desde 1910.

En enero de 2018 se produjo el último cambio de cabecera, estrenando un nuevo diseño, en el que la pintura de un ojo se asoma desde uno de los huecos de una enorme g minúscula. Una cabecera que apuesta por la serenidad y la elegancia, que hace de la revista ese “ojo” del socio, la ventana a través de la cual poder estar informado en todo momento de todo cuanto acontece en la centenaria institución.

Es un guiño de su Directora por afrontar el desafío de “modernizar nuestra modernidad” con una revista más visual, fácil y digerible, pero sin restarle información societaria de interés general. Cambios de imagen, que no de filosofía esencial.

La sección de biografías históricas sobre las primeras socias de la entidad, así como otros artículos de interés histórico para recuperar la memoria grandiosa de la institución, adquieren más peso e importancia, junto a las actividades de los socios, aunque en general, la información gráfica tiene un mayor protagonismo como elemento complementario de la información que siempre ha caracterizado a la revista.

En marzo de 2020, con el estallido de la pandemia mundial del Covid-19, la Gaceta de Bellas Artes dejó de imprimirse por la paralización de todas las estructuras económicas de España, pero su difusión digital a través de la página web y de su envío electrónico a través de listas de correos que incluían además de socios, a instituciones, organismos, entidades y medios digitales, supuso una transformación lógica que se afrontó con total naturalidad.

Los servicios que en ese difícil año prestó, son evaluables por cuantos hemos pasado un año completamente conectados e interconectados, a través de una revista que no sólo informó del mantenimiento de las actividades societarias en formato digital, de las que la AEPE fue pionera en la red, sino que proporcionó esperanza, ilusión y alegrías a cuantos la compartieron.

Fue un cambio para el que la AEPE estaba preparada, gracias a la profunda modernización lograda en su administración.

Sin haber vuelto completamente a la normalidad debido a la pandemia, la Junta Directiva estudia aún si volverá a publicar en papel la Gaceta de Bellas Artes, aunque tras más de 111 años imprimiéndose, lo lógico sería adaptarse a los nuevos hábitos surgidos tras la pandemia y las nuevas tendencias tecnológicas derivadas del entorno digital.

Así se puede afirmar que la AEPE, como entidad moderna y ecológica, es consciente del impacto que el consumo de papel tiene en nuestro entorno, y por eso se ha propuesto reducir su consumo y contribuir de esta forma a la conservación del medio ambiente, mostrando su compromiso ecológico.

Por último, destacar que a lo largo de su historia, la Gaceta de Bellas Artes ha contado con 47 cabeceras diferentes.

Grandes colaboraciones

A lo largo de más de 111 años de historia, han sido muchas las personas que han trabajado y colaborado en la Gaceta de Bellas Artes de la Asociación Española de Pintores y Escultores. Personajes ilustres tanto de la cultura nacional como internacional, que recoge el portal buscador en diferentes grupos.

Hablamos de pintores, escultores, grabadores, aguafortistas, acuarelistas, profesores, artistas, políticos, conservadores, escritores, historiadores, ingenieros, arquitectos, juristas, médicos, músicos, pedagogos…

Se publicaron artículos, historias, comentarios, poesías… y se citaron y resumieron trabajos de autores de todo tipo, desde Leonardo da Vinci a Picasso, de Emilia Pardo Bazán a Julio Camba, de Elías Tormo a Luis Pérez Bueno… y así, un largo etcétera de plumas brillantes que han dejado su huella en la revista.

Y por supuesto, un hueco destacado para la crítica y los historiadores de arte con nombres como Juan Allende-Salazar, Pablo Álvarez Rubiano, Henry Asselin, Ricardo Baeza, Cecilio Barberán, Enrique Bonet, Juan del Brezo, Antonio Campoy, María Castillo, Ernestina de Champourcin, Joaquín Ciervo, María Correas, Eugenio D’Ors, Natividad de Diego, Ángel Dotor, José Francés, José Ramón Mélida, José Ortega y Gasset, Ramón Pulido, Miguel de Unamuno…

Brillantes y destacados colaboradores que han llenado de contenido una gran revista que ya es historia del arte y del periodismo en España.

Mariano Benlliure fue uno de los colaboradores de la Gaceta de Bellas Artes

 

Planteamiento de trabajo

A partir del mes próximo abordaremos el estudio del periodo bajo el que cada director insufló vida a la Gaceta. Habrá alguno cuya biografía ya se haya descubierto en números anteriores, como la correspondiente a Roberto Fernández Balbuena, a pesar de que estudiaremos los cambios y modificaciones que bajo su dirección sufrió la revista.

Pero veremos también las biografías y las huellas que dejaron los Redactores-Jefe que expresamente aparecieron en las cabeceras de la revista, en su mayor parte periodistas y como tal, profesionales del medio que aportaron su experiencia y enriquecieron la publicación.

Un trabajo que abordo bajo la escrupulosa información obtenida por el Bibliotecario de la AEPE Fernando de Marta Sebastián, contenida en la magnífica obra “Historia de la Asociación Española de Pintores y Escultores 1910-1933 (8 décadas de arte en España”, así como de la propia Gaceta de Bellas Artes, cuya consulta se puede acceder libremente gracias al portal-buscador www.apintoresyescultores.es

Y sobre todo, gracias al apoyo incondicional que tanto la Junta Directiva, encabezada por su Presidente, José Gabriel Astudillo López, que tanto me anima a continuar el trabajo emprendido, como a los socios y amigos de la Asociación Española de Pintores y Escultores, que con sus comentarios y críticas me obligan a trabajar más duro y con más ilusión si cabe.

 

 

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