Inaugurada la última exposición del AÑO PRADILLA

Francisco Pradilla Ortiz (1848-1921), más que un pintor de historia

 

El Museo de Historia de Madrid, antiguo Museo Municipal,  alberga desde el 14 de diciembre y hasta el 9 de abril de 2023, la exposición titulada «Francisco Pradilla Ortiz (1848-1921), más que un pintor de historia», que se enmarcada dentro de la conmemoración del centenario del fallecimiento del artista.

La muestra, que es el último de los actos programados con motivo del centenario y del AÑO PRADILLA, reúne 75 piezas, entre óleos, dibujos, acuarelas, bocetos, cartas y fotografías que adentran al público en el polifacético universo del pintor.

Comisariada por Soledad Cánovas del Castillo, y Sonia Pradilla, bisnieta del artista, esta exposición se presenta con el objetivo de reivindicar que la obra de Pradilla va mucho más allá de la pintura de historia, abarcando otro tipo de géneros como paisajes, retratos, escenas de la mitología y escenas poéticas, intimistas y costumbristas, con las que el artista demuestra que no solo supo crear el arquetipo histórico-legendario, sino que también fue un pintor muy completo y polifacético, lo que aporta variedad e interés especial a esta exposición

Aunque  aragonés de nacimiento, Pradilla pasó una gran parte de su vida en Madrid y recreó escenas costumbristas de la vida de la ciudad llenas de fuerza e intensidad como es el caso de la obra El Viernes Santo en Madrid. Paseo de mantillas (1914) que alberga el Museo de Historia y puede verse en esta muestra. El 20% de las pinturas, dibujos y acuarelas expuestas son inéditas y en torno al 40% son poco conocidas o raramente expuestas.

La exposición va acompañada de un catálogo en el que se reproducen todas las obras de la muestra. En él se dan a conocer numerosas noticias inéditas del pintor y su reconocimiento y valoración más allá de España. Los honores y distinciones que recibió en Italia, Francia, Austria y Alemania sentaron las bases de la internacionalización de su pintura, hoy diseminada por museos y colecciones privadas de Europa y América.

En la exposición también puede contemplarse una copia del busto que con motivo del AÑO PRADILLA realizó José Gabriel Astudillo López, Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, y cuyos originales se hallan instalados en las ciudades de Villanueva de Gállego, localidad natal del aragonés, ante la sede del Museo de Zaragoza y en el Paseo del Pintor Rosales de la capital de España.

En el catálogo de la muestra figura una introducción del Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores que recogemos íntegramente.

«Querido maestro:

He crecido jugando con tus obras en el Casón del Buen Retiro, en interminables tardes en las que mis siestas volaban por los colores y las formas de unos cuadros irrepetibles que me cortaban la respiración.

Iconos que se hicieron realidad en películas que visionaba una y otra vez por asistir, maravillado, al milagro de dar vida a composiciones y escenas sublimes y que me eran tan familiares.

Poco a poco, descubrí al artista. Envidié la sensibilidad y me sobrecogió el profundo estudio de una historia que convertiste en gloria nacional y que tanto éxito te proporcionó.

Contigo descubrí mi pasión por el arte, los colores, los pinceles. Mi determinación de dedicarme a la pintura creció junto a mi admiración por tu obra y por tu vida.

Llegué de tu mano a la Academia de Bellas Artes de España en Roma y me adentré en el maravilloso mundo de la pintura de historia.

Cada cuadro y cada boceto llevaban a una leyenda reproducida con un detalle y minuciosidad que implicaba no sólo el manejo de los pinceles, sino la recreación de enseres y mobiliarios en los que tanto tú como tu generación, fuisteis pioneros.

La historia que yo estudiaba en el colegio no me la contaban igual. Habría sido en extremo pedagógico que al empezar cada tema, el maestro nos hubiera enseñado primero una pintura de historia, y nos hubiera contado la que había tras ella, para que todos hubiéramos retenido en la memoria pasajes inolvidables de la historia de España, que con tanto afán descubristeis para todos.

El humo de tu Juana la Loca lo he visto yo en los campos de Castilla en invierno, grises y azulados que arden con una sensación plomiza y pesada, y se elevan pese al frío viento y a la niebla. Ese humo que me cegó los ojos y me hizo llorar cuando en el año 2009 pude volver a ver el lienzo expuesto en el Museo del Prado, tras largos años de olvido.

La sublimidad del amor que desemboca en la locura de Juana, sigue presente en mi mente más viva y actual que nunca. El amor… la mortificación de los celos, la lealtad mal entendida, el amor sobrehumano que quiere ir más allá de la muerte… expectante, dándole quizás tiempo para que pueda volver a la vida y volver a amarla… enamorada, loca… locamente enamorada.

El Casón cerró sus puertas y sus secretos y tras ellas, tu obra se quedó prendida en ese cielo tan dramático y cargado de emotividad que a todos nos sobrecogía. Allí durmió la escena unos años interminables hasta que felizmente te devolvieron a la vida… no así a Felipe, huésped eterno de un ataúd ricamente decorado cuyo hedor casi casi podemos masticar.

Pero tú siempre estuviste ahí, en mi memoria, avivada por la llama de los tres cirios cuyo fuego indescriptiblemente bello y real, afrontaban el viento y la lluvia.

Quizás no fuera casualidad que conociera a quien más te conoce, a uno de los mayores estudiosos de tu obra, y que, también por casualidad, siguiera sus pasos al frente de la Asociación Española de Pintores y Escultores.

En la AEPE conocí a tu bisnieta. Tan cerca de ti me sentía…

Un amigo mío diría que no existe la casualidad, y quizás debería creerle, sobre todo ahora.

Y así fue, por casualidad, cómo me dispuse a afrontar tu retrato con mis manos, en un encargo que me emocionó y para el que puse mi alma y mi corazón.

De la pintura llegué a la escultura y logré que mis manos te entrevieran como un ciego que acaricia el rostro a través del cual desvela formas y texturas.

Procuré ser delicado, que mis dedos acariciaran esos ojos con los que plasmaste unos colores maravillosos, esas lentes con las que escrutaste miles de detalles sorprendentes y a través de tu autorretrato, darte vida, insuflarte un aire con el que devolver la cascada de sentimientos que a lo largo de la mía, me has hecho abrigar por la pintura y por el arte.

Es pura casualidad que los dos tengamos barba y pobladas cejas, que a ti te dan un aire de maestro y a mí se sirven de parapeto a una ligera timidez que sufrí desde pequeño…

Pero lo cierto es que a ambos nos molesta la adulación y nos gusta compartir con amigos y compañeros y pedir consejo y buscar la verdad de forma clara y concreta.

Mi admiración por tu obra es sincera y nace del corazón y me ha acompañado toda la vida, por eso es para mí un gran honor, ser quien ha modelado tu semblanza a la manera de otro gran maestro admirado por mí a quien conociste.

Benlliure me enseñó a trabajar con los dedos y robarle emociones a la arcilla y al barro. Y eso he hecho contigo. Emocionándome en cada rasgo.

Como Pigmalión, sueño con que cobres vida, a semejanza de Galatea, aunque para mí no hayas muerto jamás y sigas vivo en la mirada de esa Juana ensimismada y ausente, ajena a todo lo que ocurre a su alrededor.

Ahora que vas a ser un poco más de todos, te siento mío infinitamente. Me siento unido a ti y a Juana. Casi envidio a Felipe por esa devoción que ella le profesa y que tan magistralmente has captado en el lienzo.

Y me uno a ti en esa atmósfera de tormenta que acompaña los cielos aragoneses donde vas a reposar ahora… volviendo a casa…

Pero juntos vamos a recorrer los momentos más importantes que viviste.

La primera parada será el Museo Municipal de Madrid, un enorme orgullo para mí y otra coincidencia, ya que un día tuve el privilegio de ser Concejal de esta Villa y Corte que hoy te recuerda…

Después iremos a Roma, al Prado, a Zaragoza, a Villanueva de Gállego,… allí donde una parte de ti, y ahora también de mí, reconoce la gloria y la maestría difícilmente superable de un artista cuya narración de la historia de España sin sus cuadros nos dejó una crónica huérfana de imágenes».

José Gabriel Astudillo López

Pintor y escultor

Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores

 

Francisco Pradilla, más que un pintor de historia

 

 

Museo de Historia de Madrid

Antiguo Museo Municipal

C/ Fuencarral, 78. 28004 Madrid

Martes a domingo de 10 a 20 h.

Bus 21, 40, 147 y 149

Metro: Tribunal, Bilbao y Alonso Martínez

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