Recordando… Eduardo Barrón

Obras, artistas, socios, pequeñas historias…

Por Mª Dolores Barreda Pérez

 

Eduardo Barrón González

BARRON GONZALEZ, Eduardo          E    1910        02.abr.1858     MORALEDA VINO(Za)          MADRID        23.nov.1911

 

Autorretrato con medallas

 

Eduardo Barrón González nació en Moraleja del Vino, provincia de Zamora, el 2 de abril de 1858.

De una familia humilde, su padre era zapatero y veía cómo el muchacho tallaba con sus cuchillas sobre la madera que cogía de los olivos.

El cabeza de familia fallece cuando Eduardo cuenta con catorce años, pero su inclinación artística no pasó desapercibida por el maestro ni por el banquero y paisano Anastasio de la Cuesta, al corriente del talento del joven, que para ayudarle, le posibilitó con una ayuda de tres reales diarios que se formara en el taller del imaginero Ramón Álvarez, en Zamora.

Allí compaginó el aprendizaje con los estudios de dibujo y figura en el Instituto Provincial de Segunda Enseñanza y en la Sociedad Económica de Amigos del País. La formación en el estudio incluyó también la restauración de imágenes y muebles que tan útil le sería en el futuro.

El artista en 1877

 

El artista en su estudio

 

Con su esposa, María Casanova

 

El artista en 1910

 

Retrato de Eduardo Barrón por José Villegas

 

Eduardo Barrón en 1890

 

Pese a no estar matriculado oficialmente, su talento y disposición le valieron que fuera becado por la Diputación de Zamora con una pequeña ayuda, y en 1877 se traslada a Madrid a estudiar en la Escuela de Pintura, Escultura y Grabado, trabajando en los talleres de Elías Martín y de Francisco Bellver, donde podrá ganar algo de dinero con el que ayudar a la familia.

En 1881finaliza su carrera con un brillante expediente académico y obtiene por oposición el título de profesor de Dibujo.

La Diputación de Zamora vuelve a pensionarle para con una beca para la Academia de Roma, donde tendrá como compañeros a Vicente Palmaroli y a Francisco Pradilla.

Allí realizó la más famosa de sus obras, la estatua de Viriato, que hoy se puede contemplar en la plaza del mismo nombre de Zamora. Logró fundirla en bronce y la envió a España , presentándola a la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1884, logrando la Medalla de Plata de primera clase.

Regresa a España y gana por oposición una pensión para la Academia Española de Bellas Artes de Roma, donde permanecerá por espacio de cuatro años.

Son años de estudio y de trabajo, en los que realiza otra de sus grandes obras: Adán después del pecado o el Relieve de Santa Eulalia ante Daciano y Roncesvalles , logrando Mención de Honor con ellas.

Justo antes de finalizar su pensionado, y por expreso deseo del Papa León XIII, los padres Capuchinos le encargan la realización de la decoración de la capilla española de la Basílica de Loreto, donde Barrón realizó una colosal escultura sedente de San José con el Niño Dios en mármol de Carrara.

La Capilla Española en la Basílica de Loreto

Santa Teresa y San José y el Niño Dios de la Basílica de Loreto

 

A su vuelta, se instala en Madrid, primero en un estudio de la glorieta de Atocha para finalmente fijar su taller en la calle Ferraz, donde realiza la escultura y monumento a Hernán Cortés que luce Medellín , en Badajoz.

 

Ganador del concurso para la realización del monumento a Colón de Salamanca, en 1892 logra el cargo de conservador de la Sección de Escultura del actual Museo del Prado, ampliando su labor tres años más tarde, con la de conservador-restaurador, redactando en 1907 el primer catálogo de la colección de escultura del museo.

En 1898 contrae matrimonio con María Casanova, unión de la que nacerán dos hijos: María Concepción y Eduardo Vicente.

En 1904 presentó a la Exposición Nacional de Bellas Artes el grupo Nerón y Séneca, una de sus obras más grandes y conocidas, con el que ganó la Medalla de Oro y le valió encargos como el del Ayuntamiento de Cádiz, para realizar la estatua de Castelar.

Estatua de Castelar en Cádiz

 

En 1910 es nombrado académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, siendo además miembro de la Real Academia Hispano Americana de Ciencias y Artes de Cádiz y llegando también los honores y distinciones, entre las que destacan  Caballero de la Orden de Carlos III; comendador de número de Isabel la Católica y Caballero de la Orden de Santiago concedida por el rey de Portugal.

El 23 de noviembre de 1911, cuando salía de la Real Academia de San Fernando y se dirigía a sus labores en el Museo del Prado, cayó fulminado víctima de un derrame cerebral, muriendo en el acto cuando contaba con tan solo 53 años.

Una parte considerable de su producción se conserva en el Museo de Zamora,  gracias a la donación efectuada por su hijo en 1963, integrada por modelos en escayola de algunas de sus principales obras, y a la realizada por su nuera y sus nietos en 2004. En total ingresaron en el Museo once esculturas además de seis pinturas, entre ellas dos autorretratos y un retrato inacabado que le hizo el pintor José Villegas Cordero, también socio de la AEPE.

Alegoría de la Industria y la Minería que corona el Ministerio de Agricultura de Madrid

 

Entre sus principales obras encontramos: el Monumento a Viriato, 1884; Adán después del pecado, Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid, 1885; Santa Eulalia ante Daciano, Basílica de San Francisco el Grande de Madrid, 1885; Roncesvalles, 1887 obra destruida; San José con el Niño Dios de la Capilla de San José o Española del Santuario de Loreto, en Italia, 1888 — 1889; el Monumento a Hernán Cortés de Medellín, Badajoz, 1890; el Monumento a Cristóbal Colón de Salamanca, 1893; el Relieve de la Minería y la Industria de la Escuela de Ingenieros de Minas de Madrid, 1895; Nerón y Séneca o La educación de Séneca, del Museo del Prado que se encuentra en depósito en el Museo de Zamora, 1904 y fue Medalla de Oro en la Exposición Nacional de Bellas Artes de ese año; y el Monumento a Emilio Castelar de Cádiz, 1905.

La directiva del Museo del Prado. En primer término José Villegas y detrás Eduardo Barrón

Roncesvalles

Tentación

 

 

Viriato

 

Eduardo Barrón y la AEPE

En 1910 fue elegido Vicecontador de la primera Junta Directiva de la Asociación de Pintores y Escultores.

Su prematura muerte en 1911, truncó sus seguros deseos de colaborar con tan alta empresa.

En el año 2014, la Asociación Española de Pintores y Escultores presentó la exposición titulada “Tres siglos de escultura: Fundición Codina”, que pudo verse del 15 de octubre al 1 de diciembre en el Castillo de San José de Valderas de Alcorcón, y en marzo de 2015 pasó a la Sala Lorenzo Vaquero de la Fábrica de Harinas de Getafe, finalizando su periplo en el mes de mayo en la Sala José Saramago de Leganés.

Entre las obras que se exhibieron figuraba el bronce de Séneca y Nerón, una reducción de la escayola del original del Museo de Zamora, perteneciente a la Fundición Codina que se fundió en 1907 y fue un regalo del autor a la casa como muestra de amistad.

Nerón y Séneca

 

La escultura fue la única que se salvó de ser destruida en los hornos durante los años de la guerra civil, cuando la Fundición fue confiscada para fabricar bombas, al esconder la pieza en el fondo de un viejo bidón para las ceras, donde permaneció olvidada hasta los años 50, cuando al realizar el traslado del taller, de la calle Cartagena a la de Albarracín, apareció intacta en el fondo del bidón.

La escultura también participó en la exposición que bajo el título de EScultura, tuvo lugar en el Centro Cultural San Clemente de Toledo en mayo de 2018.

Adán o después del pecado

 

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