Matilde Calvo Rodero

Por Mª Dolores Barreda Pérez

 

LAS PRIMERAS ARTISTAS DE LA

ASOCIACION ESPAÑOLA DE PINTORES Y ESCULTORES

Desde su fundación en 1910, y después de haber tratado en anteriores números a las Socias Fundadoras de la entidad, y las participantes en el primer Salón de Otoño, vamos a ir recuperando de la memoria colectiva, el nombre de las primeras socias que vinieron a formar parte de la Asociación de Pintores y Escultores.

 

Matilde Calvo Rodero

CALVO RODERO, Matilde            P            1918             MADRID        MADRID

 

Matilde Calvo Rodero fue una pintora, escultora y maestra del grabado y la encuadernación que nació en Madrid, en 1899.

Hija de María Anunciación Rodero Domínguez (1874-1961) y de Gaspar Cástor Calvo Rodero, quien fuera subdirector de Tabacalera en Madrid. El matrimonio tuvo seis hijas y un hijo: Josefa, Carmen, Matilde, Rosalía, Isabel (maestra superior y socia de la Real Sociedad Española de Historia Natural, nombrada mecanógrafa-calculadora del Instituto Geográfico y Catastral), Pilar (maestra de la Sección Primera del Instituto-Escuela, cronista de moda y decoración, discípula de José Planés entre 1939 y 1941, que ingresó en la Escuela de Bellas Artes en 1942 y participó en numerosas muestras, siendo reconocida con una tercera medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid) y Rafael.

La familia Calvo Rodero vivía en la calle Juan de Mena, número 16, muy próxima al Museo del Prado.

La desahogada situación económica de la familia permitió una esmerada educación y formación de las hijas, lo que denotaba la amplitud de miras del matrimonio.

En 1915 estaba matriculada en la Escuela de San Fernando cursando cuatro o cinco materias al año, reincidiendo en Perspectiva, Anatomía, Paisaje, Dibujo del Antiguo y Ropajes.

En 1918 se matriculó en la Escuela Especial de Pintura, Escultura y Grabado. Fueron años de aprendizaje provechosos, sobre todo por su entrega al estudio y práctica de las materias en las que obtuvo altas calificaciones y reconocimientos.

En 1918 y 1919 logró el Premio en Pintura decorativa.

En 1919 obtuvo el Premio en Estudios del colorido  la Medalla y premio metálico en Grabado en dulce.

Durante su formación, conoció a Victorina Durán, a la que uniría algo más que una estrecha amistad y con quien compartió estudio de arte, ubicado en una terraza del primer número de la calle Ventura de la Vega, esquina a la Carrera de San Jerónimo, financiado por el padre de Calvo.

En 1920 participó en el Primer Salón de Otoño de Artistas Independientes fundado por la Asociación de Pintores y Escultores.

En el curso de 1922-23, se matriculó en la Escuela de San Fernando, formando parte de una promoción en la que estaban alumnos como Milagros Tercero, Encarnación Rubio y Gómez, Ana María Gómez González Mallo de Viveiro, luego conocida como Maruja Mallo, Matilde Calvo y Rodero, María Luisa Pérez Herrero, Victorina Durán Cebrián, Jesusa Torres Cañamares, Ana María Jiménez Cerra y Antonia Rodríguez Navarro, casi todas ellas, miembros de la Asociación de Pintores y Escultores, así como Rosa Chacel o Timoteo Pérez Rubio.

En esa época, sus amigas la bautizaron como “la princesa del dólar”, ya que solía ayudar a aquellos compañeros que no tenían posibilidad de comprar materiales, como hacía con Gregorio Prieto, miembro también de la AEPE.

Además de la titulación como artista, prolongó sus estudios unos meses para obtener el título universitario de profesor de Dibujo, que le permitiría en el futuro ejercer la docencia oficial y ganarse la vida con el arte.

Matilde pasaba los veranos en Galicia, Cantabria y Portugal, y realizaba amplias excursiones por la sierra madrileña junto a su amiga Victorina Durán.

En 1922 concurrió a la Exposición Nacional de Bellas Artes, siendo propuesta para los premios de grabado por la obra “Jardín romántico”,  tal y como recogió el diario El Sol.

Por su parte, la Revista de Bellas Artes del mes de junio, dedicó una página que incluía un aguafuerte, a la “notable artista, pintora y grabadora, discípula de la Escuela de San Fernando de Madrid. Matilde Calvo Rodero ha presentado unas pruebas de aguafuerte en la actual Exposición Nacional, que merecen la atención de los que gustan seguir los comienzos de los que practican el grabado al aguafuerte. Esta joven e inteligente artista nació en Madrid el año 1899, siendo por lo tanto, muy simpático el que en tan poco tiempo se haya manifestado tan notablemente, lo mismo en pintura que en el grabado. En los pocos años que lleva de vida, ha hecho verdaderos progresos como alumna en la Escuela de San Fernando, habiendo obtenido premios en las clases de Arte decorativo, en la de Estética del color, y medalla y premio en la de Grabado en dulce; ha asistido a los dos Salones de Otoño de Madrid, en los cuales se distinguió, como así en una particular que celebró en el Salón del Ateneo de Madrid; y en la actual Exposición Nacional ha obtenido, aunque modesto, el premio de una Bolsa de viaje.

La técnica de esta señorita artista se manifiesta de una manera agradable de ejecución, de una forma de rayar sus grabados algo a lo de los dibujantes que manejan mucho el carbón para hacer ilustraciones, y por ello vemos en sus aguafuertes una tonalidad en la que predominan sombras planas sobre el rayado; también puede ser esta tendencia de no dejar el rayado limpio y concreto, a la influencia de ciertas tendencias, hoy puestas en moda por algunos aguafortistas, equivocados desde luego en este concepto, y que, en Matilde Calvo no es sino una inocencia de aprendizaje que sabrá dejar, a medida que siga trabajando. Aparte de esas influencias, natural cuando se está en los primeros años, esta artista nos demuestra con sus trabajos un temperamento nada común en el sexo a que pertenece… esta artista, por el contrario, ella busca, se ve en sus actuales obras, la manera de tener un carácter propio que exprese su estado de alma, indudablemente de artista muy aceptable.”

Otros diarios del momento también destacaron los aguafuertes que la artista presentó a la Exposición Nacional.

En 1923 se presentó al concurso de aguafuertes del Círculo de Bellas Artes, donde coincidió con prestigiosas firmas en esta técnica como Castro Gil, Pedraza Ostos, Espinós Gisbert o Pilar Zamora. Así lo recogía La Moda elegante de principios de ese año.

En marzo de 1923 concurrió al Concurso Nacional de Pintura relacionada con las Artes Industriales, donde logró premio de 1.000 pesetas por su proyecto de friso cerámico en la sección “Cerámica sobre superficie plana, esmaltes y vidriería”.

Rafael Doménech, miembro de la AEPE, concedió el 5 de junio de 1923 a Matilde Calvo Rodero los diplomas de Estudio de los Métodos y Procedimientos de Enseñanza de Dibujo y del Arte en los centros de Enseñanza primaria y secundaria del Extranjero.

En 1924 se presentó al Concurso de dibujos para alfombras que organizó la Casa de Suárez, cuyo propósito era la creación de nuevos motivos para las alfombras de nudo. Pese a no lograr ningún premio, la prensa del momento destacaba que el jurado estimó como de mérito y recomendó por encontrar en ellos aciertos indudables, los trabajos de Matilde Calvo Rodero y Victorina Durán.

Ese mismo año presentó a la Exposición Nacional de Bellas Artes un tapiz que la prensa destacó sucintamente, pero con el que ganó una Bolsa de viaje y 500 pesetas en la sección de Arte Decorativo.

En 1925 ganó un premio de 1.000 pesetas en el Concurso Nacional de Arte Decorativo, al que presentó un proyecto de fuente para jardín en colaboración con Enrique González Edo, siendo recogido por los diarios y revistas.

 

Firma autógrafa de la artista

 

Acudió también a la Exposición Internacional de Artes Decorativas celebrada en París en 1925, y a la Exposición Nacional de Arte Decorativo, Arquitectura y Grabado de París, donde consiguió Diploma de Honor y Medalla de Plata con siete encuadernaciones artísticas en piel de las obras Vita Nova, Manon Lescaut, La dama de las camelias, Tratado de técnica ornamental, La luna nueva, Hernán y Dorotea y Salomé.

Reproducción aparecida en Gran Vida, 1927

 

También presentó obra a la Exposición Nacional de Artes Decorativas de 1926, reseñando la prensa de la época “la obra bien ejecutada y bien compuesta de Matilde Calvo Rodero, su cubierta de cuero repujado con aplicaciones”… o “merecen consideración las trece encuadernaciones y otros dos fragmentos de zoculada de Matilde Calvo Rodero, que acreditan sus condiciones de excelente docoradora”.

En diciembre de 1926 realizó una exposición junto a Victorina Durán en el Club Femenino Liceum, ya que fueron fundadoras de la institución fundada por María de Maeztu. Se trató de una colección de objetos y cuadros: batiks, aguafuertes, óleos, marcos, carpetas de escritorio, muñecos, tarjetones de pergamino, almanaques, limpiaplumas y cubiertas de libros. Los diarios destacaron que eran “en su mayor parte cubiertas para libros y encuadernaciones de excelente gusto”, de “dos artistas ya conocidas en los centros artísticos por haber sido laureadas en diferentes concursos nacionales. Matilde es una excelente grabadora que une al conocimiento de la técnica una fina intuición para el adorno”… “artistas cuya incesante actividad nos permite con frecuencia podernos recrear en sus obras, dignas siempre de elogio, porque demuestran un depurado sentido estético”… “Las numerosas obras que exponen en encuadernaciones en tela y cuero, en tapices y marcos, prueban que las artistas están dotadas de sensibilidad exquisita y tienen una apreciación sutil y opulenta de su arte. La esplendidez de colorido y la elegancia de línea que caracteriza muchas de las obras exhibidas muestran cuan bien saben sentir color y forma. Con no menos exquisita técnica aparecen ejecutadas las aguafuertes que avaloran y enriquecen la exposición”…

Jardín romántico, aguafuerte

 

En 1927 participó en la III Exposición Internacional de Artes Decorativas de Monza. Por aquella época mantenía estrechas relaciones con el Museo de Artes Industriales, actual Museo Nacional de Artes Industriales (denominación primera del actual Museo Nacional de Artes Decorativas), y con su círculo de artistas, diseñadores e intelectuales como Rafael Doménech, Pérez Dolz, Muñoz Dueñas, Victorina Durán… socios de la AEPE. De hecho, el Museo participó en la Exposición de Monza, y su director y equipo técnico formaron parte de la comisión organizadora de la del 25, recibiendo en sus colecciones parte de lo mostrado en el pabellón español.

 

Empleados en el Museo Nacional de Artes Industriales, 1921. De izq. a der.: sentados, Gregorio Muñoz Dueñas y Rafael Doménech; de pie, Francisco Pérez Dolz, Matilde Calvo Rodero, Lluís Montané, Luis Fernández, Victorina Durán y Rigoberto Soler. MNAD

 

En 1926 concurrió junto  a Victorina Durán, al Premio Guadalerzas de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, creado en memoria de su fundador, Emilio Nieto, marqués de Guadalerzas y académico de número. En él se convocaba a los artistas a presentar sus obras en “Tapas de cuero repujado, con colores y matices metálicos, apropiadas para guardar estampas y dibujos, siendo reconocidas con el primer accésit, dotado de 1500 pesetas, por la obra con el lema “Córdoba”.

 

Castillo, grabado

 

En 1928 su amiga Victorina Durán apoyó como secretaria de la Escuela del Hogar, junto a José Moreno Carbonero, Socio Fundador de la AEPE, el nombramiento de Matilde Calvo para la plaza de “Trabajos en ante y cuero-batik”.

En el Concurso Nacional de Arte Decorativo y Grabado de 1929 consiguió el Premio de encuadernación, dotado con 1.500 pesetas.

 

Grabado de Matilde Calvo Rodero

 

Con elogios recibió la prensa su participación en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1930, refiriéndose a ella como “admirable artista y mujer de gran inteligencia, hace alardes de buen gusto y de sutilísima sensibilidad con sus cubiertas y encuadernaciones en piel, pergamino y cuero, sabiamente repujadas, pirograbadas, pintadas o policromía. Meter dentro de ellos un libro es una desdicha para el autor, porque no se sabe hacer otra cosa que mantenerlo cerrado y admirar las tapas que hace con sus monos de hada Matilde Calvo Rodero”. En esta ocasión, por las obras expuestas, logró Tercera Medalla y 1.000 pesetas.

 

Patio de los leones de la Alhambra, Granada. Grabado, 35 x 31

 

En 1930, con su plaza de profesora de la Escuela del Hogar y Profesional de la Mujer, fue pensionada durante dos meses por la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas para perfeccionar su técnica de encuadernación en París.

Allí perfeccionó sus técnicas de preparación de los libros en rústica para ser encuadernados, en la restauración de las páginas rotas, montado y restaurando grabados, y otros trabajos como encuadernación en papel y piel, la preparación de las pieles, la encuadernación completa en piel, montado de aplicaciones en marfil, plata y otros materiales en la encuadernación en piel, además de estuches, dorados y títulos

En el Salón Internacional del Libro de Arte de París de 1931 ya se la trataba como de “maestra del arte de encuadernar, confirmando sus relevantes aptitudes y fama”.

 

Encuadernación en piel blanca pirograbada aparecida en El Imparcial  en 1931

 

En 1934 participó en la Exposición Nacional de Bellas Artes y dos años después, en 1936, en el Concurso de Artes Gráficas (que incluía las técnicas de encuadernación, tipografía, litografía y fotograbado) convocado por la Cámara del Libro de Madrid, consiguió el primer premio con los trabajos presentados bajo los lemas “Wizani» y «Rubalyat».

Tras la contienda, Matilde se dedicó básicamente a la enseñanza, aunque continuó exponiendo sus piezas como en 1946, cuando participó en el I Salón Femenino de Bellas Artes organizado por el semanario Domingo y patrocinado por la Dirección General de Bellas Artes junto a artistas como Rosario de Velasco, Ángeles Santos y Marisa Roësset, todas ellas miembros de la AEPE.

 

Encuadernación de libro de Poe

 

Encuadernación de libro de Ricardo Wagner

Encuadernación de libro Fairy Book

 

En 1948 seguía trabajando en la Escuela del Hogar y Profesional de la Mujer y fue promocionada con un sueldo o gratificación anual de 6.000 pesetas.

Falleció en Madrid, en 1982, a los 83 años.

En noviembre de 2015 la Pieza del Mes en el Museo de Artes Decorativas fue una encuadernación suya.

 

Matilde Calvo Rodero y la AEPE

Al I Salón de Otoño de 1920 presentó la obra:

137.- Panneau con seis apuntes de viaje, óleo, 0,79 x 1,10

Al II Salón de Otoño de 1921, en el que figuró inscrita como natural de Madrid, vive en Juan de Mena, 16,  presentó el óleo

51.- Bodegón, estudio en rojos, 1,16 x 0,97

Al III Salón de Otoño de 1922 presentó tres obras:

46.- Bodegón, óleo, 0,76 x 0,63

47.- Panó con cuatro apuntes, óleo, 82 x 0,72

48.- Panó con cuatro apuntes, 0,55 x 1,25

 

 

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