Aurora Lezcano y de Saracho

Por Mª Dolores Barreda Pérez

LAS PRIMERAS ARTISTAS DE LA

ASOCIACION ESPAÑOLA DE PINTORES Y ESCULTORES

Desde su fundación en 1910, y después de haber tratado en anteriores números a las Socias Fundadoras de la entidad, y las participantes en el primer Salón de Otoño, vamos a ir recuperando de la memoria colectiva, el nombre de las primeras socias que vinieron a formar parte de la Asociación de Pintores y Escultores..

AURORA LEZCANO Y DE SARACHO

MARQUESA DE O’REILLY

LEZCANO Y DE SARACHO, Aurora    P  1942  11.jun.1912  MADRID  MADRID  Marquesa de O’Reilly

Aurora Lezcano de Saracho se inscribió en nuestra entidad como “Pintora”. Socia de número nacida en Madrid, el 11 de junio de 1912, con domicilio en la calle Sacramento, 5. Así aparece en la ficha de la entidad, además de en otros escritos, documentos y portales online.

Sin embargo, sabemos ahora que la pintora, periodista, conferenciante, ensayista, columnista, guionista de cine e investigadora histórica, nació en Madrid, el 6 de junio de 1914, pese a que en otro tipo de diccionarios se cite como fecha de nacimiento el 9 de junio de 1914.

Aurora Lezcano en 1942

Aurora era hija del célebre pintor Carlos Lezcano, discípulo destacado del paisajista Carlos de Haes y de Joaquín Sorolla, quien fuera Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, y de Aurora Saracho Spínola, a quien todos conocían por “su bondad y la afabilidad de su trato exquisito”.

La familia Lezcano vivía en el palacete de la Calle Sacramento, hoy conocido como edificio O’Reilly.

Pese a que Carlos Lezcano estudió para abogado en el cercano Instituto de San Isidro, su pasión por el dibujo y la pintura le llevaron a realizar infinidad de apuntes con los que fue preparando sus estudios artísticos.

Retrato de Carlos Lezcano, por Joaquín Sorolla

En 1900, cuando Sorolla llega a Madrid y monta estudio y casa, Carlos Lezcano asiste a su taller, y le acompañará en alguno de sus viajes a Valencia. Lezcano viajó por Galicia y el País Vasco, conociendo en una finca de Galicia a una joven de Bilbao, llamada Aurora Saracho Spínola, con quien se casó, trasladándose el matrimonio a vivir a Madrid, dedicándose a los negocios y a su familia.

Además de con Sorolla, Carlos hizo amistad con multitud de artistas, especialmente con Eugenio Hermoso y Anselmo Miguel Nieto, ambos también socios de número de la Asociación Española de Pintores y Escultores.

En un ambiente familiar propicio a las artes, creció Aurora, que tuvo por primer maestro a su padre, que bien pronto distinguió las dotes artísticas de su hija.

El fallecimiento del hijo varón y hermano de Aurora, sumió a su padre en una nostalgia enfermiza que sólo la pintura logró mitigar en parte, dedicándose el matrimonio a viajar y a pintar la que sería su gran pasión: los castillos de España.

Una pasión que le llevó a exponer sus castillos españoles en las Galerías Georges Petit  y Galería Hantcourt, ambas de París, valiéndole que el gobierno francés adquiriera alguna de sus obras para el Museo de Jeu de Paume. Allí residió durante algún tiempo, logrando ser conocido como “el pintor de la España heróica” por los franceses. En 1927 expuso en Boston, vendiendo toda la colección de una sola vez.

Según confesaba la propia artista, “Mi padre, el pintor Carlos Lezcano, me enseñó desde niña a amar el arte y todo lo bello, especialmente la pintura. Mi padre era apasionado de Goya y de el Greco, yo heredé esta admiración, principalmente por Goya, maestro de la caracterización, porque al especializarme yo en el retrato, Goya me atrae por su estudio psicológico del modelo y por su técnica maravillosa”.

Además de a Goya, Aurora admiraba profundamente a Sorolla, a quien reconoce como maestro de su padre y genio impresionista, luminoso, colorista, lleno de pasión, seguridad y vibración.

Aurora, que vivía en la mansión familiar de la calle Sacramento de Madrid, acompañó a sus padres por algunos viajes y compartió su pasión por el dibujo y el arte.

Portada del libro en el que colaboró

Su primer y mejor maestro fue su padre, pero desde muy niña Aurora tuvo además otros destacados profesores como el propio Sorolla y Álvarez de Sotomayor, ambos serían Presidentes de la Asociación Española de Pintores y Escultores.

Su primera exposición colectiva tuvo lugar en Madrid, en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1934, a la que concurrió con una de sus primeras obras.

En 1936 se casó con Darío Valcárcel y Kholy, Marqués de O’Reilly, abogado, académico de la Academia de Jurisprudencia y Legislación, medalla de la Campaña, nacido el 31 de marzo de 1906 en Madrid. Con vocación literaria, desde muy joven colaboró en numerosos periódicos y revistas españoles y americanos como ABC, El Diario Vasco, La Nación de Buenos Aires y El Diario de la Marina de La Habana. Era autor, además, de tres novelas y dos comedias, por lo que compartía con Aurora inquietudes y experiencias artísticas, que desde el primer momento se mostraron muy fructíferas.

De la unión nacieron tres hijos: Aurora, Isabel Clara Eugenia y Darío Valcárcel Lezcano.

Aurora Lezcano junto a sus tres hijos

El matrimonio se trasladó a vivir a la calle Alarcón esquina con Maura, junto al Museo del Prado, que tantas veces visitaría Aurora y posteriormente quedaría como estudio de trabajo, muy cerca del estudio de Álvarez de Sotomayor, quien como hemos dicho, fuera su maestro.

Durante la Guerra Civil, Aurora fue corresponsal de ABC, ya que desde muy joven, alternó la actividad de la pintura con el periodismo: crónicas, artículos, entrevistas, reportajes, y con las actividades culturales y una intensa vida social. Además, colaboró con José María Pemán y con Ángel María de Lera en el libro “Papeles sobre los novios y el noviazgo”.

Su primera exposición individual tuvo lugar en noviembre de 1941 en Barcelona.

Concurrió además a la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1941, de la que el crítico Manuel Abril destacó ya en su momento  …“autora afortunada con buen retrato…” y cuyo “Retrato de Enrique de Carlos” fue definido por otros medios como “realizado con pincelada rápida, segura y expresiva”.

En la I Exposición Nacional de Educación y Descanso de 1941 obtuvo la Medalla de Plata, que conllevaba como premio un viaje de estudios por Alemania e Italia.

En 1941 expuso en Barcelona una valiosa colección de lienzos de su padre, acompañando los mismos con 17 telas propias bajo el título de “Estudios de figura”, mereciendo ya entonces elogios por considerarlas la crítica “…aciertos donde apunta la personalidad de su autora, artista a la que, sin duda, esperan jornadas de positivo éxito”…

En 1944 Aurora y su marido se trasladan a vivir al palacete de la Calle Sacramento donde vivía de niña junto a sus padres, y que a partir de ese momento se conocerá como Palacio O’Reilly. Con 5 balcones a la Calle Sacramento, el estudio, dormitorio y otras piezas de la casa daban a la calle del Rollo, donde según confesaba Aurora, “quisiera morir”.

Aurora Lezcano en su casa de la calle Sacramento

En enero de 1944 expuso en el Salón Cano de Madrid, destacando la prensa del momento que “la Marquesa de O’Reilly es un temperamento artístico descubierto en la primera Exposición Nacional de Arte de Educación y Descanso, donde consiguió uno de los primeros premios. Desde entonces, corto espacio de un par de años, la inquieta artista viene realizando ampulosa obra que se traduce en que en todos los comicios nacionales y colectivos, veamos algún óleo prometedor de la misma… En esta exposición individual presenta 25 lienzos, casi todos ellos retratos… obsesión permanente de su arte… en este sentido tiene su mérito la obra de Lezcano al enfrentarse con el mismo con esa valentía temperamental que lo hace”…

Aurora Lezcano pintando en su estudio

Una interviú publicada en el ABC en febrero de 1944, titulada “Los retratos de Aurora Lezcano” y firmada por el periodista J.S., explica que  …”visitamos su estudio situado en la calle Alarcón… allí vimos los últimos retratos que pinta: el del obispo auxiliar de Madrid-Alcalá, Dr. Morcillo, un lienzo de Figuras de la Pasión para el concurso de los Amigos del Arte y el balbuceo ya definido de José Francés, difuminado su aire académico, en la castiza capa que apenas deja ver el libro casi cerrado…. No sé si la pintora que hay en Aurora se formó en Italia al calor de un turismo artístico….transformado después en pasión artística… Hay antes otra influencia decisiva: la de Carlos Lezcano, su padre… con estos antecedentes, fácil es ver la obra actual… No se improvisa el genio, aunque sea consustancial a la corporeidad física. Se es o no se es, pero hace falta demostrarlo. Y a este punto preciso sólo llegan no los que pueden, sino los que pueden y quieren. De ahí el triunfo de Aurora Lezcano, pintora por educación y vocación, que capta en sus retratos los más recónditos matices del modelo. Hasta hoy la Marquesa de O’Reilly sólo se nos ha mostrado artista consumada en la técnica del retrato. Pero día llegará –y eso nos lo ha dicho sin preguntárselo- en que peregrine con sus bártulos de pintar por la misma ruta que un día su padre, recorriera, captando para la posterioridad de sus lienzos, las mismas piedras venerables”.

En 1944 participó también en la IV Exposición Nacional de Educación y Descanso y en julio, en la exposición que la Sección Femenina de F.E.T. y de las J.O.N.S. realizó en San Lorenzo de El Escorial, en la que se presentaron sólo artistas femeninas como Julia Minguillón, Rosario de Velasco, Marisa Roesset, María del Carmen Álvarez de Sotomoyor, Emilia Legarde, María Teresa Perinat, Marta Valenzuela y otras….

En 1948 expuso en Madrid una muestra de sus cuadros que fue muy bien acogida por la crítica y el público, contando en su inauguración con la asistencia del Marqués de Lozoya, Director General de Bellas Artes, de Eugenio D’Ors, Joaquín Calvo Sotelo y otras ilustres personalidades del mundo de las bellas artes muy vinculadas a la Asociación Española de Pintores y Escultores.

Aurora Lezcano junto al Infante D. Luis Alfonso de Baviera y Borbón y el Director General de Bellas Artes en una exposición en su domicilio

En 1948 comenzó a exponer sus obras en su propia casa, a cuyo acto de presentación acudían todo tipo de personalidades de la vida política y cultural madrileña, como Agustín de Foxá o José Francés, quien fuera Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, ambos grandes amigos de la artista.

Así, en los salones de su palacete, comenzó a llevar al uso una tertulia frecuentada por la intelectualidad de la época, a la que acudían aristócratas, librepensadores, artistas, como el Marqués de Santoflor, Agustín de Foxá, Ortega y Gasset, Gregorio Marañón, José María Pemán, Luis María Ansón, Camilo José Cela, José Francés, Eugenio D’Ors, Torcuato Luca de Tena, Luis Rosales, Julio Caro Baroja, Pedro Sainz Rodríguez, Rafael Alberti, Sánchez Mazas, Cunqueiro, José Plá … una verdadera Academia en la que los espíritus ilustrados mantenían la tradición de los salones literarios.

Banquete ofrecido en honor de Aurora Lezcano al recibir el Lazo de Dama de Isabel La Católica

Su hospitalaria amistad era legendaria, presidiendo reuniones en salones adornados con exquisito detalle en donde lo mejor era el ambiente que sabía crear entre los tertulianos y el respetuoso silencio que lograba para las opiniones expuestas por cada cual. En esos años, el clima de tolerancia y libertad que allí se disfrutaba era un eslabón de futuro civilizado en una atmósfera exterior cargada de problemas. En palabras de Gonzalo Fernández de la Mora “Aurora presidía con su aire bonachón y risueño aquellos conciliábulos por los que desfilaron personalidades destacadas de la vida nacional que disertaban en un ámbito de respeto, aunque sus puntos de vista no fuera acogidos con unanimidad. El colofón era un suntuoso refrigerio en que los postres predominaban en versiones admirables que ella misma supervisaba “para endulzar las discrepancias” solía repetir al término de las sesiones. El ocio veraniego lo disfrutaba en Fuenterrabía en un piso que se asomaba a la ría y a la marisma de Chingudi. Allí pintaba los paisajes fronterizos que le enamoraban. Aurora hacía de la amistad un culto”.

A partir de entonces, la exposición de obras en su casa en exposiciones anuales fue una característica en su forma de presentar a la crítica su trabajo, que alternó con contadas exposiciones en salas y galerías, como las que hacía en la Abril de Madrid.

Participó en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1952.

Aurora Lezcano en su estudio, retratando a José Francés, quien fuera Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores

En 1965 recibió el Lazo de Dama de Isabel La Católica, concedido por el Jefe del Estado a través del Ministerio de Asuntos Exteriores, debido a sus trabajos de documentación histórica y pictórica sobre el primer Conde de O’Reilly

En 1966 realizó una gran exposición en la Galería Afrodisio Aguado, que confirmó la calidad de su pintura, estimada por quienes la conocían, pero no del público, ya que Aurora no prodigaba sus exposiciones. El hecho lo recogió el diario ABC, que destacaba …”algunos retratos, excelentes de factura y entrañablemente testimoniales, como los de Marañón, Vaquero y García Viñolas…. Lo más significativo de esta exposición son los cuadros madrileños, ese Madrid carreriano, que Aurora ha sabido interpretar como muy pocos”…

La artista en una fotografía de 1981

En 1975 realizó una exposición en la Galería Abril, reseñando la revista Bellas Artes de marzo de ese mismo año “Aurora, con su inquietud a cuestas manifiesta en tantas actividades, periodismo, literatura, plástica…. Posee un estilo marcado por esa inquieta observación de las cosas reales. Las apreciaciones, las contemplaciones de la realidad, marcan una emoción en la artista, que luego transforma en obra de arte. Su estilo es personal, influido por el impresionismo, muy suelto de línea y captador de ambientes y entornos.

Ese mismo año, la Estafeta Literaria recoge la noticia del ingreso de Aurora en la Sociedad Vascongada de Amigos del País.

En diciembre de 1969 expuso algunas de sus obras en el Centro Cubano de Madrid, como recogió el ABC en un texto que decía …”Aurora Lezcano, en cuya pintura podemos reencontrar el ya disperso espíritu de Madrid… cuyo único defecto consiste en no exponer todas las veces que debiera, y debiera exponer muchas, ha salido de su retiro y nos ofrece cinco cuadros deliciosos, de tema madrileño unos, y otros en los que varía con gran sensibilidad sobre el eterno tema de Venecia y Roma”.  Con Aurora exponen también Aniel, Emilio Sánchez, Hipólito Hidalgo de Caviedes, Jorge Mustelier, Prieto Nespereira y Ramón Estalella.

Una imagen tomada en la inauguración de la exposición en el Salón Cano en 1944

En 1974 presentó su primera obra literaria “Madrid, sus cosas y sus gentes y…” en la librería Abril, teniendo como introductor del acto al académico Camilo José Cela. Recibió magníficas críticas del mismo, como la aparecida en el ABC en el mes de febrero, escrita por Pedro Rocamora, en la que asegura que …”Sólo los escritores que han pasado del mundo de la pintura al de las letras son capaces de obtener este difícil contraste de matices, de luces y de sombras, de primeros planos y de esfumadas lejanías, en su obra escrita. Tal es el caso de esta fina madrileña que –a compás de una profunda vocación estética- trasfunde a sus páginas la delicadeza de su espíritu”.

En marzo de 1975 vuelve a la Sala Abril con 36 obras que introdujo en el catálogo José María de Areilza, en donde declaraba: “Si el arte de pintar consiste en la contemplación y en la recreación de lo visto a través del filtro personal de la mente o de la sensibilidad o de ambas a la vez, entonces hay que reconocer en Aurora Lezcano unos dones excepcionales de artista pintora. Sus lienzos demuestran que sabe mirar como nadie y adivinar la quintaesencia que late en el sentido profundo de las cosas. Y que interroga la psicología de los retratados con una certera intuición femenina que palpa el trasfondo de sus personajes en una exhaustiva auscultación pictórica. Pero luego elabora tales datos en esa misteriosa computadora biológica que es el cerebro y refleja en pinceladas certeras, sobrias, austeras lo que ella ha interpretado del tema propuesto: retrato, paisaje o naturaleza muerta… en la pintura de Aurora Lezcano ese entorno vital no podía falta y tiene su asiento en la tierra vasca… Aurora forma parte de esa admirable cohorte de espíritus sensibles que manejan el pincel con el fluido telúrico que entra por los ojos y sale por las manos. El terruño en el que Aurora trabaja y vive durante buena parte del año es la ribera del Bidasoa, en el paraje que el río ha cambiado de sexo y se ha vuelto mujer… allí sueña la pintora ante los desnudo lienzos que ya se hallan grávidos de los ambientes de Fuenterrabía, confín vascongado de España. Saludamos con alborozo la nueva exposición de Aurora Lezcano, en la que continúa un ilustre apellido de relevante significado en la historia de la pintura española de la Edad Contemporánea”.

Imagen de la inauguración de su exposición de 1948

En El País, en junio de 1977 se reseña que el libro “Madrid, sus cosas y sus gentes”, convertido ya en un clásico, ha batido una de las marcas de venta en la última Feria del Libro madrileña. Las 260 páginas del pequeño tratado matritense recogen, entre otros temas, los últimos atentados sufridos por el casco austríaco de la ciudad, a cuenta de la piqueta y la especulación. Desde la desaparición del circo Price hasta el derribo del convento de las Bernardas, en la calle más antigua de la pequeña zona medieval.

En 1979 expuso nuevamente en la Sala Abril “imágenes y composiciones reales y plenas de misterio”, bajo una introducción de Antonio Manuel Campoy, quien destacó el …”canto plástico a Madrid cuyos rincones más sugestivos conoce la pintora como nadie” y que resultó ser todo un éxito, tal y como recogía el diario ABC.

En 1979 falleció su marido, trasladando por esa época, su domicilio a la próxima Calle Mayor, 80, 2º piso, puesto que el Madrid de los Austrias era el espacio en el que se encontraba verdaderamente a gusto.

Portada de su libro que incluye una de sus ilustraciones

En 1981, fiel a la Sala Abril de Madrid, expone sus últimas obras, hecho que recoge el ABC de mayo, bajo el título de “Aurora Lezcano: una escritora que pinta:  “Así define a la marquesa viuda de  O’Reilly Gregorio Marañón Moya, que presenta el último catálogo de Aurora, cuya exposición se inaugura el martes 19 de mayo en la Sala Abril. Una escritora que pinta y una pintora que escribe desde hace cuarenta años, cuyos libros y cuyos cuadros son piezas del mismo “puzzle” vital, frangmentos de figuras y paisajes de experiencias y recuerdos, que saltan de Castilla a las Vascongadas, de Madrid a Fuenterrabía, sin romper el hilo del color, aunque matizándolo de un sitio a otro y sin que la palabra pierda su estilo. En esta ocasión Aurora presenta una muestra singular, en cuanto a más de sus estampas madrileñas y cantábricas, la pintora estrena seis retratos y una breve antología de autorretratos de 1935 a 1975. …. Habitual de los Jardines de El Retiro, del Madrid de los Austrias (su barrio), del mar encrespado….lo que ahora nos ofrece no son grandes lienzos para las Nacionales, los Salones de Otoño o los de Bellas Artes…. Sino una exposición intimista, en la que sobreabunda el pequeño formato, la instantánea plástica de un lugar y una hora. Y la mirada despierta y joven que nos contempla, década a década, desde media docena de autoanálisis al óleo, en los que el tiempo quedó detenido provisionalmente y que es, hoy, la biografía en imágenes de Aurora Lezcano”.

Tras una larga enfermedad, el 22 de agosto de 1987, Aurora falleció en Madrid.

Catálogo de su exposición de 1979 en la Sala Abril

A lo largo de su vida promovió muchas iniciativas culturales: desde la defensa de los cementerios románticos emprendida por Eugenio d’Ors y Agustín de Foxá, hasta la protección de edificios históricos amenazados por la especulación o la incuria en el Madrid de los Austrias. Impulsó premios literarios, ediciones, concursos y exposiciones que añadieron vitalidad a la vida intelectual de los años transcurridos entre el final de la guerra civil y la restauración de 1975.

Sus trabajos de documentación histórica y pictórica sobre el primer Conde de O’Reilly le valieron la concesión de la Orden de Isabel la Católica y un lugar de honor en la Sociedad Vascongada de Amigos del País.  El general hispano-irlandés Alejandro O’Reilly, gobernador de Luisiana en 1770, mantuvo bajo jurisdicción española en el reinado de Carlos III territorios norteamericanos de extensión superior al actual territorio españoles, desde Texas hasta Florida. Aurora investigó y contribuyó a restablecer en su verídica versión algunas páginas de esta etapa española de Norteamérica.

De ella dijeron:

…”Era una gran dama vasca de linaje y talante, y madrileña entusiasta de la mejor escuela. Había heredado de su padre, un refinado gusto artístico y un notable talento pictórico que acaso por modestia no quiso desarrollar por entero…. En los salones de Aurora, en la calle Sacramento, en la que presidía reuniones con selecta y sustanciosa concurrencia, adornados con exquisito detalle, muebles de época, tapices y cuadros, vitrinas y miniaturas, alfombras y lámparas espectaculares…. Aurora hacía de la amistad un culto. Sus amigos lo eran para siempre y en cualquier circunstancia”… José María de Areilza.

….”se nos ha ido. Ella, que era un volcán de noble y alegre vitalidad… pintaba con pasión muchas horas diarias. Buenos paisajes y acertados retratos… escritora inteligente y sagaz… adoraba Madrid”… Gregorio Marañón Moya.

…“pintora impresionista de ardiente paleta y pincel ligero, enraizada en la noble tradición magistral de su padre… enamorada de la belleza en el mueble, la porcelana, el tapiz, el bronce, el libro y las gentes… era impulsiva, apasionada y creadora”… Gonzalo Fernández de la Mora.

Su sólida formación profesional se esconde tras una especial sensibilidad plástica y se polariza en tres aspectos fundamentales: los tipos y paisajes vascongados, los rincones del viejo Madrid y los retratos (modelos de penetración psicológica).

Retrato del guitarrista Pedro Moreno

El catálogo del XVI Salón de Otoño reproducía tres retratos de la artista

Aurora Lezcano y la AEPE

A la Exposición de Bellas Artes correspondiente al 14 Salón de Otoño de 1935, concurrió Aurora inscrita como “Lercano Saracho (Dª Aurora), natural de Madrid. Vive en Alarcón, 7. Como vemos, un error con el apellido que sólo afectó a la relación final de expositores, puesto que en la ficha técnica de las obras, el apellido aparecía correctamente, y a la misma presentó dos obras:

86.- “Estudio de marinero” (óleo), 0,96 x 0,77

90.- “Estudio de gitana” (óleo), 0,93 x 0,77

A este certamen también concurrió su padre con la obra :

97.- “El acueducto de Segovia (impresión de otoño)” (óleo), 0,91 x 1,02

Al XVI Salón de Otoño de 1942 concurrió inscrita como Lezcano (Aurora), Marquesa de O’Reilly:

10.- “Retrato de Marianita Garrigues y L. de Chicheri” (óleo)

12.- “Retrato de Luis Joaquín Garrigues y L. de Chicheri” (óleo)

28.- “Retrato de la Marquesa de Bosch de Arés” (óleo)

Al XIX Salón de Otoño de 1945 presentó tres obras:

7.- “Bodegón” (óleo)

14.- “Marina”

284.- “El hombre del vaso de vino” (óleo)

Al XX Salón de Otoño de 1946 concurrió con la obra:

119.- “Torre de Comares” (óleo)

Retrato

Retratos del Conde de Foxá y de un niño aparecidos en la revista Medina

Retrato del niño Enrique de Carlos

Retrato de Eugenio D’Ors

Retrato de Agustín de Foxá

Felicitación manuscrita a Luis Rosales

Felicitación de Navidad de la artista

En el transcurso de una cena junto al Alcalde de Madrid y a Camilo José Cela

El Palacio O’Reilly

Situado en la calle del Sacramento, en pleno casco histórico de la Villa de Madrid, dentro del primitivo trazado medieval de la ciudad y del llamado Madrid de los Austrias.

Vista actual del Palacio O’Reilly

En 1725 se encargó a Pedro Hernández la construcción de un edificio anejo al Convento de las Bernardas del Santísimo Sacramento, destinado a casas del convento y del que asoma y aún puede visitarse, el que en su día fue huerto de las monjas y a la calle del Rollo.

En 1830 la familia Uceda vendió el edificio a la familia Lezcano, que fue pasando de generación en generación durante más de un siglo.

En 1913 parte del edificio fue utilizado como Museo Nacional de Artes Industriales, pero además de albergar el Museo, también estuvo instalada allí la Comisaría Regia de Turismo y en la planta baja, desde 1920 a 1923, la redacción del periódico La Libertad.

El portal en la época en que vivía allí Aurora Lezcano

Después de la Guerra Civil, se instaló en el edificio la Organización Nacional de Ciegos.

El pintor Carlos Lezcano vivía allí junto a su familia, pese a estar residiendo en la capital francesa largas temporadas y realizar continuos viajes, siendo sus hijos quienes habitaban la casa.

En 1929 el pintor falleció en el palacete, y no fue hasta 1944 en que su hija Aurora y su familia, se trasladaron a vivir al palacete, que desde ese momento se conoció como Palacio O’Reilly.

Después de la guerra civil también se le empezó a conocer como la “casa de las gabardinas” por hallarse instalados en una parte del palacio los talleres de la Fábrica de gabardinas Valls y Viña.

El Convento de las Bernardas sufrió importantes daños durante la guerra civil y tras diversas vicisitudes, finalmente a mediados de los años 70 se derribó la mayor parte de sus dependencias.

En los años cincuenta los marqueses venden el edificio a la Inmobiliaria Hispania que alquila una parte del edificio como viviendas. Con el tiempo el edificio se va deteriorando y comienza el abandono de las viviendas.

En 1978 fue adquirido por el Ayuntamiento que, tras restaurarlo bajo la supervisión del arquitecto Joaquín Roldán Pascual en 1982, lo destinó al área de Hacienda y Economía, manteniendo sólo las fachadas tras adaptar el inmueble al nuevo uso y sufrir distintas restauraciones que lo han ido adaptando a las nuevas necesidades del mismo uso.

Estudio del pintor Carlos Lezcano en el Palacete de Sacramento, 3

En la fachada del restaurado edificio se colocó una lápida el día 11 de abril de 1983 -fecha de inauguración de las obras de rehabilitación- que perpetuó el homenaje del Ayuntamiento de Madrid, con un medallón en bronce con su busto en altorrelieve, que preside la siguiente dedicatoria: «Esta casa fue hogar y estudio del pintor madrileño CARLOS LEZCANO (1870-1929). En su peregrinar por los caminos olvidados de España llevó al lienzo el hondo silencio de sus ruinas, desvelando la emoción dormida de sus pueblos y paisajes.» El Ayuntamiento de Madrid en el LI V aniversario de su muerte.

Ese mismo día fue inaugurada en el vestíbulo principal del edificio una Exposición conmemorativa del artista, montada con la colaboración del Servicio de Exposiciones del Museo Municipal, que reunió una serie de lienzos representativos de sus fases creativas más señaladas. Junto a dos óleos propiedad del Ayuntamiento de Madrid, se colgaron veintidós más, pertenecientes a las colecciones privadas de la Marquesa de O’Reilly y de su hija, Aurora Valcárcel, quien buscó la iconografía más ilustrativa de su abuelo.

Placa conmemorativa en la fachada del Palacio O’Reilly de la Calle Sacramento de Madrid

Webgrafía y bibliografía

Madrid, sus cosas, sus gentes y … Aurora Lezcano. Editorial: Prensa Española, Madrid, 1976

Revista Hidalguía número 165. Año 1981

https://books.google.es/books?id=PpU3e2ydsN0C&pg=PA244&lpg=PA244&dq=Aurora+LEZCANO+Y+DE+SARACHO&source=bl&ots=RNRLUynt4b&sig=ACfU3U2LzVk5Vr0ieeDKxOU4eejOB-2j2g&hl=es&sa=X&ved=2ahUKEwjr8p_UhMDpAhW6C2MBHboFCcs4ChDoATAAegQIChAB#v=onepage&q=Aurora%20LEZCANO%20Y%20DE%20SARACHO&f=false

Insituciones artísticas del franquismo: las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes: (1941-1968), Lola Caparrós Masegosa. Prensas de la Universidad de Zaragoza, 2019

http://royalisticism.blogspot.com/2018_08_25_archive.html

https://www.galiciadigital.com/opinion/opinion.18713.php

Beerman, Eric (1981). «Un bosquejo biográfico y genealógico del general Alejandro O’Reilly». Revista Hidalguía (Madrid) (165): 225-244. ISSN 0018-1285.

Campoy, A. M. (10 de mayo de 1966). «Arte y artistas. Crítica de exposiciones. Salones, salas y galerías»ABC (Madrid): 15-17. ISSN 1136-0143.

https://research.frick.org/spanish/detail/3073

http://aunamendi.eusko-ikaskuntza.eus/es/lezcano-y-de-saracho-aurora/ar-81072/

Las Provincias: diario de Valencia 22/06/1934

Hoja Oficial del Lunes 7/07/1941 27/10/1941  10/12/1945  26/04/1948  10/04/1950 9/06/1969  25/10/1971 29/11/1971  31/12/1973 03/03/1975  07/05/1979   17/07/1995 

Diario de Burgos 11/10/1942

Hoja Oficial de la provincia de Barcelona 12/10/1942

Imperio: Diario de Zamora 14/01/1944 16/07/1944  30/07/1944

Bellas Artes 03/1975  01/1977

La Estafeta Literaria 15/01/1974  15/03/1975 15/07/1975 01/08/1975

El Libro Español: revista mensual del Instituto Nacional del Libro Español, julio de 1975, diciembre 1975

Medina  7/12/1941 24/5/1942  08/11/1942  09/01/1944   10/06/1945

Cambio 16. 20/5/1979

El País 22/5/1981

La Tribuna de Toledo. 11/2/2017

Y  1/1/1942

Revista Villa de Madrid

El País  24/06/1977

ABC Sevilla  05/07/1959  25/08/1987

Blanco y Negro 26/01/1974 2/3/1974  05/06/1965 

ABC  5/6/1936  23/05/1976  12/12/1969   17/05/1981  12/03/1975  22/2/1974  20/05/1979  21/06/1977   24/08/1987 05/12/1969  22/02/1974  01/12/1976  30/06/1973 15/03/1975  15/03/1975 23/05/1976  24/08/1987  25/08/1987  06/05/1973  13/05/1979 07/05/1972  29/12/1973  04/06/1981  09/06/1981 09/12/1979  19/03/1978 01/06/1969  21/09/1969  02/09/1973  31/08/1969  09/11/1969  27/04/1969  29/05/01977  27/01/01974  23/06/1974  18/05/1969  25/07/1981   5/1/1969  26/1/69  12/2/77  2/2/1969  12/1/1969  21/12/69, 10/8/69, 14/3/78, 1/6/69, 3/7/77, 4/5/69, 26/8/73, 16/9/73, 26/11/77, 2/4/78, 25/1/70, 2/11/69, 24/8/69, 13/4/69, 15/4/78, 12/5/74, 21/7/74, 14/6/70, 29/4/78, 22/2/70, 1, 8/10/70, 7/4/79, 29/12/73, 9/5/79, 28/2/75, 3/8/75, 22/2/76, 9/1/72, 14/3/81, 5/3/72, 2/4/72, 13/2/72, 27/5/79, 25/6/72, 21/5/72, 3/8/69, 3/2/74, 29/3/70, 20/1/74, 19/1/74, 26/7/78, 5/4/70, 1/3/70, 11/5/78, 9/3/69, 12/4/70, 22/4/78, 20/5/79, 3/9/72, 14/1/73, 20/8/72, 30/7/72, 22/5/81, 5/1/75, 17/3/50, 3/10/64, 3/12/69, 11/1/79, 10/12/58, 19/1/67, 24/6/75, 1/12/77, 14/12/79, 9/7/67, 4/12/80, 22/5/79, 27/8/87, 23/11/76, 11/4/76, 15/2/76, 22/2/76, 31/5/79, 27/6/76, 7/3/76, 23/5/76, 4/4/76, 22/5/71, 2/9/77, 24/8/77, 5/7/87, 1/2/70, 26/7/78, 31/8/77, 15/2/70, 22/1/74, 9/9/78, 11/6/78, 1/3/70, 10/9/78, 16/8/78, 2/8/78, 21/4/87, 12/8/78, 11/8/78, 21/4/87, 12/8/78, 3/10/76, 10/10/76, 26/5/79, 28/6/64, 3/8/68, 11/7/76, 27/1/77, 2/2/77, 29/8/87  20/4/1975  27/12/1973  20/7/1969  6/4/1969  13/7/1975  16/11/1973  21/4/1974  16/2/1969  26/1/1977  14/6/1978  30/1/1977

Archivo Histórico “Bernardino de Pantorba” de la Asociación Española de Pintores y Escultores

www.gacetadebellasartes.es

www.salondeotoño.es

Dolores Gómez Gil

Por Mª Dolores Barreda Pérez

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LAS PRIMERAS ARTISTAS DE LA

ASOCIACION ESPAÑOLA DE PINTORES Y ESCULTORES

Desde su fundación en 1910, y después de haber tratado en anteriores números a las Socias Fundadoras de la entidad, y las participantes en el primer Salón de Otoño, vamos a ir recuperando de la memoria colectiva, el nombre de las primeras socias que vinieron a formar parte de la Asociación de Pintores y Escultores.

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DOLORES GOMEZ GIL

 

GOMEZ GIL, Dolores (Lola)           P  < 1948                  1895 MALAGA              MADRID

 

Mª Dolores Gómez Gil, a quien todos conocían como Lola, nació en 1895 en Málaga.

Era hija del pintor costumbrista especializado en marinas, Guillermo Gómez Gil (Málaga 1862-Cádiz 1942), que participó en distintas ocasiones en las Exposiciones Nacionales y contaba con notables éxitos de venta con sus marinas, si bien también llevó a cabo una gran labor de magisterio, como profesor de Perspectiva y Paisaje en la Escuela de Artes Industriales y de Industria de Sevilla.

En ese ambiente artístico es donde Dolores Gómez Gil aprende a amar la pintura y combina así su otra gran pasión que comparte con su padre: el mar.

Guillermo Gómez Gil, padre de la artista

 

Siguiendo los pasos de la familia, vivió en Madrid y Sevilla, simultaneando los viajes a Cádiz, donde se impregna de la esencia del mar y del gusto por esta temática que tan bien dominó su padre.

La técnica que aprendió para pintar sus marinas es la misma utilizada por su progenitor, basada en los colores rojo, naranja y sombra tostada, si bien no llegó a emular la facilidad de un marinista “que pintaba paisajes terrestres con árboles que no existían”, como apuntaban de su padre.

Discípula de su maestro, en todo continuó sus pasos, puesto que también fue profesora de pintura.

La coincidencia de apellidos y similitud de las firmas de padre e hija ocasionaron que algunos eruditos los tomaran por hermanos, propiciando además que algunos anticuarios sin escrúpulos, trucaran a veces la inicial de Lola por la de Guillermo.

En 1943 realizó una exposición de marinas en el Salón Cano, que mereció la consideración de la prensa.

Lola Gómez Gil

 

En el diario ABC del 20 de Octubre de 1943,  se habla así de la Exposición de Lola Gómez Gil: “Se ha inaugurado la Exposición de marinas de la notable pintora malagueña Lola Gómez Gil. El acto estuvo presidido por el Director General de Bellas Artes, Marqués de Lozoya. Lola Gómez Gil, hija del ilustre pintor del mismo apellido, recientemente fallecido, presenta una bella colección de marinas en donde se aprecia la influencia de la escuela de su padre y maestro. Esto da a su obra un singular interés, que motivó la más calurosa admiración de toda la selecta concurrencia que asistió al acto inaugural. La artista recibió muchas felicitaciones”.

Tormenta

 

Por su parte, La Hoja Oficial del lunes del día 25 del mismo mes recogió el hecho con estas palabras: Arte. Exposición L. Gómez Gil: “La firma Gómez Gil es bien conocida de los aficionados a la pintura. Pero esta vez, ante ella, figura una inicial que indica no se trata del marinista andaluz, porque quien ahora expone es Lola Gómez Gil, hija del pintor de ese apellido.

Hace su exposición esta pintora en el Salón Cano y reúne allí 18 cuadros, conjunto de marinas que pregonan una herencia de gusto por las cosas del mar, al mismo tiempo que dicen de clara manera que también ha sido heredado el procedimiento y la técnica, como corresponde a un buen discípulo. Porque Lola Gómez Gil es, indudablemente, una buena discípula de su padre.

Los mismos momentos de luz; parecidos lugares son los que evoca con su pincel esta expositora, que lo hace aún –si es posible- de una manera más delicada que lo hizo, en su tiempo, su maestro, porque no en vano se trata de una mujer que lleva su sensibilidad y su percepción al arte con blanduras y suavidades, propias e inherentes al temperamento femenino.  La sencillez podría ser la característica de esta artista. Y esto, claro es, induce, en una exposición de varios cuadros, a una cierta monotonía que desaparece en cuanto éstos se los enfoca aisladamente; pues, aparte de su simplicidad expresiva, tienen, indudablemente, la representación de un tierno estado espiritual de su autora frente a la naturaleza”.

Fue asidua concurrente a certámenes y exposiciones nacionales, cuyas reseñas encontramos en la prensa, como la del ABC del 20 de julio de 1945, que señala …“Mar de invierno”, de Dolores Gómez Gil, reitera la excelente personalidad de esta marinista”… o la del ABC del 18 de noviembre de 1950, en la que se da cuenta de las medallas del XXIV Salón de Otoño, consiguiendo Dolores Gómez Gil una Primera Medalla en la sección de Pintura, modalidad de Paisaje.

En la segunda quincena de agosto de 1945 realizó una exposición de marinas en la Sala Hernández de San Sebastián, organizada por el Salón Cano de Madrid, en la que la artista presentó una veintena de obras.

 

Para el XX Salón de Otoño del año 1946, la crítica ya la consideró como una “excelente marinista”, como figura en el artículo que con motivo de la inauguración, firma Rafael Narbona.

En enero de 1948 realizó una muestra en la Sala Cano de Madrid, que recogió la prensa, en una breve nota firmada por Sánchez-Camargo, de esta manera: “Lola Gómez Gil ha expuesto una colección de “marinas”. Conocida la obra de su padre, la hija sigue la misma ruta decorativista y sin otro propósito que recordar a los aficionados cómo es el mar”.

Rocas

 

Su participación en el Salón de Otoño de 1950 quedó reflejada en un artículo titulado “El XXIV Salón de Otoño y sus razones”, firmado por Manuel Prados López, en el que se lee: “dos bellas marinas de Lola Gómez Gil, cada día más consciente de sus excepcionales posibilidades para la difícil interpretación de las aguas y su renovada hermosura”…

Y acerca de su concurrencia a la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1950, también el crítico Manuel Prados López, comenta: “El mar o la mar ha encontrado, como siempre, en Lola Gómez Gil una intérprete apasionada, conocedora de todos los secretos de las aguas”.

Tras una intensa participación en certámenes y exposiciones, que irán espaciándose con los años, Lola Gómez Gil falleció en Madrid, el 11 de febrero de 1966. El obituario indica que contaba 73 años de edad, que se educó en el taller de su padre y se distinguió como excelente marinista.

Paisaje

Lola Gómez Gil y la AEPE

Participó en un total de 16 Salones de Otoño, en los que apareció inscrita como Lola Gómez Gil. Tan sólo en uno de ellos figuró como Dolores y en otro como Lolita.

Al XVII Salón de Otoño de 1943 presentó dos obras que estuvieron expuestas en la Sala III: 35. “Levante en Cádiz” (óleo) y 39. “Bajamar” (óleo)

Al XVIII Salón de Otoño de 1944 presentó el óleo titulado “Tempestad”, inscrito como el número 2.

Al XIX Salón de Otoño de 1946 llevó las obras: 4. “Marea viva en San Sebastián” (óleo) y 99. “Playa de Santurce” (óleo)

Al XX Salón de Otoño de 1946 presentó la obra inscrita con el número 67, titulada “Marina” (óleo)

Al XXI Salón de Otoño de 1947 concurrió con la obra 3. “Desde Mundaca” (óleo)

Al XXII Salón de Otoño de 1948 llevó la obra 169. “Aguas de Cádiz”

En el XXIII Salón de Otoño de 1949 encontramos la obra 75. “Oleaje”

Al XXIV Salón de Otoño de 1950 presentó las obras:  19. “Frente a Noja” (óleo) y 23. “Playa de Sopelana” (óleo). En el catálogo de la exposición figuró expresamente como “Tercera Medalla 1948, Segunda Medalla 1949 y Premio Duque de Alba 1949. Socio de Mérito S.O.”

En el XXV Salón de Otoño de 1952 encontramos dos obras: 154. “Otoño” (marina), óleo y 158. “Marina” (óleo)

Al XXVI Salón de Otoño de 1954 presentó una única obra titulada 80. “Playa del Norte” (óleo)

En el XXVII Salón de Otoño de 1955 encontramos la obra 81. “Marina” (óleo)

Al XXVIII Salón de Otoño de 1957 concurrió con 77. “Playa de Algorta”

El XXIX Salón de Otoño de 1957 llevó las obras: 116. “Bajamar en Rota” (óleo) y 120. “Tormenta” (óleo)

En el XXX Salón de Otoño de 1959 encontramos 63. “Marina”

Al XXXIII Salón de Otoño de 1962 llevó la obra 168. “Marina” (óleo)

Al XXXIV Salón de Otoño de 1963 presentó dos obras: 135. “Marina” (óleo)y 139. “Marina” (óleo)

Naufragio

Marina

Marina rosada

Marina nocturna

Marina con luna

Marina al amanecer

Costa

Barcas

Barca

Bahía de Cádiz

Desde la Bahía de Cádiz

Autógrafos de Lola Gómez Gil

Al amanecer

 

Bibliografía y webgrafía

Instituciones artísticas del franquismo: Las exposiciones nacionales de Bellas Artes (1941-1968), de Lola Caparrós Masegosa.

Bibliografía Artística del franquismo: Publicaciones periódicas, 1936 – 1948, de Ana Isabel Álvarez Casado.

BARBERAN, Cecilio. Arte y Artistas. Tres Exposiciones de pintura. N~ 11.750, 24 Octubre 1943,

BARBERAN, Cecilio. Arte. Artistas. El XVIII Salón de Otoño. Nuestra pintura de paisaie. 1 Diciembre 1944

PARADAS, Eduardo. Arte y Artistas. La Exposición de Pinturas. N0 12.862, 1 Noviembre 1944, ABC 20/10/1943, 20/07/1945, 18/11/1950, 12/2/1966

Fotos (San Sebastián). 9/10/1943, 19/11/1944, 4/12/1954,

El País 14/6/1979, 9/6/1987, 11/6/1987, 17/6/1987,

Expansión de la actualidad económica diaria 5/6/1987

Hoja Oficial del lunes, 25/10/1943, 19/01/1948, 15/11/1948, 4/6/1979, 11/6/1979, 18/6/1979, 6/6/1983, 13/6/1983, 20/6/1983, 26/12/1983, 2/1/1984, 18/6/1984, 25/6/1984

Revista nacional de educación, Nº 66, Nº97, Nº 99

Archivo Histórico “Bernardino de Pantorba” de la Asociación Española de Pintores y Escultores

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Adelina Labrador González

Por Mª Dolores Barreda Pérez

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LAS PRIMERAS ARTISTAS DE LA

ASOCIACION ESPAÑOLA DE PINTORES Y ESCULTORES

Desde su fundación en 1910, y después de haber tratado en anteriores números a las Socias Fundadoras de la entidad, y las participantes en el primer Salón de Otoño, vamos a ir recuperando de la memoria colectiva, el nombre de las primeras socias que vinieron a formar parte de la Asociación de Pintores y Escultores.

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ADELINA LABRADOR GONZALEZ

LABRADOR GONZALEZ, Adelina   P.G         1948          1910 MADRID              MADRID

 

Pintora, restauradora, miembro de la Asociación Española de Pintores y Escultores.

Adelina Labrador González nació en Madrid en 1910. Abulense de corazón, mantuvo una estrecha vinculación con Ávila y con Zorita de los Molinos.

Hija del militar José María Labrador Santos (Ávila), nieta del general Enrique Labrador y de la Fuente (Málaga), y de Adelina Santos Pérez. Su madre, María de la Concepción González Rodríguez-Arce (Ávila) era hija de Claudio González Llorente (Ávila), farmacéutico y político y de Juana Rodríguez-Arce Blanco (Villacastín). Esa rama de la familia emparentaba además con el político abulense Celedonio Sastre, que llegara a ser alcalde de Ávila y a quien se debe la creación de una comisión que llevó a la Santa Sede la petición de nombrar a Santa Teresa de Jesús Doctora de la Iglesia.

Estudió en el madrileño Colegio de monjas de San José de Cluny antes de pasar a la Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Amplió sus estudios en el Instituto Superior de Bellas Artes de París, donde fue la primera mujer que obtuvo la categoría de «Muy Excelente».

Pasó la Guerra Civil en Barcelona, junto a su madre, en donde realizó distintas colaboraciones meteorológicas, dibujando mapas del tiempo junto al también abulense, Arturo Duperier.

Tras la contienda, y ya en Madrid, ingresó en la Asociación de Pintores y Escultores, donde fue reconocida como Socia de Mérito.

Adelina Labrador, que se autodefinía como «impresionista simplemente», fue discípula, entre otros grandes maestros, del abulense Eduardo Martínez Vázquez.

Desarrolló su obra pictórica por numerosos países europeos, como Austria, Italia, Francia, Bélgica, Escocia y Holanda.

Realizó distintas exposiciones a lo largo de su vida, como la que presentó en la Sala Caja de Ahorros de Vitoria en abril de 1946; en la Sala Vilches de Madrid en febrero de 1947 y en las Galerías de Arte Macoy de Zaragoza en abril de 1948.

El Diario de Burgos publicaba el 2 de mayo de 1948 un artículo bajo el título de “Dos cuadros de Burgos expuestos por Adelina Labrador”, en el que se hablaba así de la pintora: “Adelina Labrador, la joven pintora madrileña, ha expuesto sus obras este mes en Zaragoza y el éxito artístico y de venta ha sido extraordinario, esplendoroso. La Prensa local ha hablado encomiásticamente de los lienzos y de su autora que, al regresar a Madrid, ha reunido en su domicilio a un grupo de amigos, críticos, artistas y escritores. La reunión fue acogedora, familiar, y los allí presentes han sido obsequiados exquisitamente, las atenciones …. Si el cronista no pudo acudir a la ciudad del Pilar para deleitarse en la contemplación de los cuadros expuestos por Adelina Labrador, ha visto, la otra tarde, parte del envío efectuado a Zaragoza, pues bastantes obras pasaron a ser propiedad de los amantes de la estética aragonesa…. y la visita ha encerrado además la sorpresa de que había allí dos paisajes de nuestro amado Burgos, que resplandecen como un viril sobre patinados oros cincelados por Arte: “Monasterio de las Huelgas” dice la robustez de la torre emergiendo sobre un mar de trigales, bajo transparente cielo azul y “Santa Clara” nuestros silenciosos claustros en una tarde plácida, llena de encanto callado, su gerente, en esas horas en que las sombras son dulces y la paz indeciblemente fascinadora. Las dos pinturas, que también figuraron en la capital que baña el Ebro, tienen firmeza de dibujo y de ejecución, captación de calidades cromáticas inherentes a Castilla –que no es sólo la parda y desabrida del tópico inventado por la generación del noventa y ocho- y la seguridad de pincelada muestra a una notabilísima artista, cuya originalidad y técnica no son, por fortuna, relamidas y buscadas, como en ciertas pinturas femeninas que vimos últimamente, donde todo era blando, vulgar, débil, sin atractivos de ninguna clase. Hay unos bodegones de colorido discreto, sin estridencias, de composición acabadísima y fortaleza de ejecución, plenos de calidades y claroscuro perfecto. Acaso exista alguna influencia de Solana en la joven artista y ello es su mejor elogio. Y la ponderación de su estética equilibrada y serena, fundidas las pinceladas en un todo armónica, indica una vida dedicada íntegramente al arte y a desentrañar los misterios de la técnica, pues no rehúye los problemas, sino que se los plantea para resolverlos valientemente. … Paisajes de Segovia, de Ávila, de Bilbao, armonías de luz y color junto a las piedras de sus monumentos. Y una cabeza de mujer donde la profundidad psicológica corre parejas con la corrección de dibujo, los difíciles escorzos y las calidades conseguidas sin aparente esfuerzo… José María Zugazaga.

Obtuvo la Segunda Medalla del Salón de Otoño de 1948, como así lo recoge la Hoja Oficial del lunes del 15 de noviembre de ese año.

Concurrió a la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1950, tal y como detalla Manuel Prados López en su obra así titulada, en la que comenta:  …”Ya se comprende que en un comentario general a una Exposición como esta es forzoso omitir nombres y títulos. Pero por muy obligado que ello sea, no queremos dejar sin cita obras que justifican esencialmente el prestigio del certamen. Así, recordamos:…. «Tierras doradas», de Adelina Labrador” …

En la Hoja Oficial del lunes del 19 de febrero de 1951, encontramos una reseña firmada por Sánchez-Camargo, en la que se lee: “Adelina Labrador….esta pintora traduce en muchos de sus lienzos lo que le impone el sexo: sensibilidad”…

En los siguientes años, presentó su obra en las exposiciones que tuvieron lugar en el Salón Cano de la capital en los años 1954, 1956 y 1958.

En 1960 publicó el libro titulado “Ávila: fuente de inspiración para todos los artistas”, publicado por la Fundación Gran Duque de Ávila y realizó las pinturas murales al fresco de la cúpula de la Iglesia de San Antonio de Ávila, así como los sótanos del Torreón del Palacio del Marqués de Velada.

Realizó además distintas labores de conservación y restauración en el Monasterio de El Escorial y en la Catedral de Santiago de Compostela, además de la Catedral de Ávila, la Basílica de San Vicente y otras muchas iglesias de aquella ciudad.

Como conservadora, cabe destacar especialmente su trabajo en el Museo del Marqués de Cerralbo, el Museo Sorolla y en El Prado de Madrid, donde intervino distintas obras religiosas.

Así lo corrobora la Revista de archivos, bibliotecas y museos de 1958: …”Mención especial merece la restauración de los lienzos murales del denominado Salón Chaflán, uno de los más expresivos del gusto decimonónico, decorado todo él por los artistas Juderías Caballero y Soriano Fort. La parte más afectada, no sólo por la metralla, sino por constantes filtraciones de agua, fue el ángulo sudeste, decorado con el lienzo de Máximo Juderías, titulado «Invierno», el cual requirió una delicada y paciente labor de restauración, escrupulosamente llevada a cabo por la pintora Adelina Labrador, entonces alumna de la clase de restauración de la Academia de Bellas Artes de San Fernando, dirigida por el profesor de dicha clase Sr. Núñez Losada (véase fotos núms. 7 a 10)”…

En la revista Casas Reales en Monasterios y Conventos Españoles, escrito por Fernando Chueca también leemos: “Clara y sucintamente traza Quadrado la historia del convento de Santo Tomás. Adelina Labrador González, la completa así: “En Ávila hicieron los Reyes Católicos para los Dominicos un convento, que fue también residencia real. En él platicaron largamente con Torquemada, y se fraguó, tras lo del niño de la Guardia, la expulsión de los judíos de España”…

En los años sesenta, estudia enfermería en la capital y se vincula al Instituto Católico de París en Madrid, donde impartirá clases de francés, así como en el Colegio San José de Cluny de Pozuelo de Alarcón, en Madrid, en las que compaginará con las de dibujo.

Una de sus últimas muestras fue la que tuvo lugar en la Sala de Exposiciones de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Segovia, en el Torreón de Lozoya, junto a Rosario de Novales Mantilla de los Ríos, en agosto de 1980.

 

Tras su jubilación estableció su residencia en Ávila, ciudad en la que falleció el 7 de septiembre de 1999.

Gran admiradora de Velázquez, El Greco y los grandes pintores españoles, siempre los tuvo presentes en su obra, que destaca por su costumbrismo y el paisaje, especialmente de Ávila en sus últimos años.

Sus obras están expuestas en edificios y entidades oficiales, así como en colecciones privadas de Estados Unidos, y Alemania.

Adelina Labrador y la AEPE

* Al XVI Salón de Otoño de 1942 presentó dos óleos titulados “La Maliciosa” y “Pinos del Guadarrama”.

* En el XVII Salón de otoño de 1943 participó con las obras que tituló “Oriental”, “Lectura” y “Otoño”.

* Al XVIII Salón de otoño de 1944 sólo llevó un óleo titulado “Bazar”

* En el XIX Salón de Otoño de 1945 concurrió con las obras tituladas “Día gris”, “Atrio de las Descalzas”, “Hoz del Júcar”, “Nocturno” y “Labrador castellano”.

* En el XX Salón de Otoño de 1946 encontramos también una obra suya titulada “Virgen”.

* Al XXI Salón de Otoño de 1947 presentó un único óleo titulado “Bodegón Serrano”.

* Presente también en el XXII Salón de Otoño de 1948, al que lleva tres obras: “Puerta de Alfonso VI (Toledo)”, “Claustro de San Juan de los Reyes” y “Barrio de Toledo”.

* Al XXIII Salón de Otoño de 1949presentó una única obra titulada “Bodegón”.

* Con el óleo titulado “Barrio de la Sinagoga” concurrió al XXIV Salón de Otoño de 1950.

* En el XXV Salón de Otoño de 1952 presentó la obra titulada “Ávila”.

* Tras un paréntesis, presentó el óleo “Plaza de la Alberca” al XXXI Salón de Otoño de 1960.

* Al XXXIII Salón de Otoño de 1962 llevó dos óleos: “Estío” y “Desnudo”.

* El XXXIV Salón de Otoño de 1963 fue el último en el que participó, con el lienzo “La antigua fragua”.

 

Exposiciones:

Sala Caja de Ahorros de Vitoria. (2 de abril de 1946).

Sala Vilches, Avda. José Antonio, nº 22, Madrid. (Del 31 de enero al 15 de febrero de 1947): Bodegones: Serrano (Ávila); Música antigua; Libros y candelabro; Romántico; De la verbena (Madrid); Frutas; Manzanas; Bazar; Oriental; Luz de velón; Rosas blancas; Gladiolos; Contraluz; Queso de Urbia; Florero; Retablo. Paisajes: Castilla (Ávila); Calle de la Muerte y la Vida (Ávila); Fuente del Teso (Ávila); Sta. María de Gracia (Ávila); Los Cuatro Postes (Ávila); Santa Clara (Burgos); Recogiendo la mies (Burgos); San Lesmes (Burgos); Santa María (Vitoria); Armentia (Vitoria).

Galerías de Arte Macoy, D. Alfonso I Nº 1, Zaragoza. (Del 6 al 16 de abril de 1948): Paisajes: Pinares de Gredos; Contraluz; Santa María (Vitoria); Camino de Lacua (Vitoria); Santa Ana (Ávila); Plazuela castellana; Paseo de Ronda; La Catedral; Murallas; El Júcar (Cuenca); Lluvia en el Júcar (Cuenca); El Cristo del Amparo (Cuenca); Día Gris (Cuenca); Las Huelgas (Burgos); Atardecer (Burgos); Somo (Santander); Alrededores de Madrid; Ría de Bilbao; Arrechavaleta (Álava) Bodegones: Romántico; Frutas; Azulón (pato); Manzanas; Castañuelas y abanicos; Rosas; Margaritas; Crisantemos; Libros y candelabro; Vino; Oriental; Cabeza de mujer.

Salón Cano, Carrera de San Jerónimo nº 38, Madrid. (Del 22 de diciembre al 2 de enero de 1954): Puente de San Martín (Toledo); Ciudad Amurallada (Ávila); Contraluz; Otoño en el Acueducto (Segovia); Paisaje; Arco de San Andrés (Segovia); Río chico; El Alcázar (Segovia); Luz de mañana (Ávila); Desde los Cigarrales (Toledo); Rincón Teresiano (Ávila); Mirando a la Sierra (El Pardo); Puerta de San Juan (Segovia); Arco de San Vicente (Ávila); Majuelo en otoño; Niebla en El Pardo; San Justo (Segovia); Barbechos; La viña.

Salón Cano, Calle San Jerónimo nº 38, Madrid. (Del 30 de abril al 12 de mayo de 1956): Barbechos y rastrojeras; Campos de trigo; Cigüeñales en el valle; El espantapájaros; Era castellana; Niños en la era; “Tinás” Plazuela del pueblo; Horno (Pedro Bernardo); Pueblo serrano (Pedro Bernardo); Casa del correo (Serranillos); El covacho (Serranillos); Casas (Serranillos); La Pedriza; Por tierras de Santa Teresa; Cigüeñas en la torre; Invierno; Arco de San Vicente; Calle de los Telares; Arroyo Vacas; Cubos y árboles; Murallas; Arco de la Santa; Cabreras; Perdices.

Salón Cano, Carrera de San Jerónimo nº 38, Madrid. (Del 21 de abril al 3 de mayo de 1958): Plaza de La Alberca; Las Espeñitas; Peña de Francia; Peña del Huevo; Desde mi huerto; Barrio Nuevo; Entrada el pueblo; Hórreos Combarros; Tierra de morenas; Jardín en otoño; Campo de Castilla; Atardecer en la fuente; Lejanía en las murallas; Siembra; Campo de amapolas; Crucero castellano; Amanecer; Encinas.

Sala de Exposiciones de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Segovia, Torreón de Lozoya, junto a Rosario de Novales Mantilla de los Ríos (Del 12 al 14 de agosto de 1980).

 

Encinas

Árboles

Bodegón con sombrero abulense

Bodegón con motivos abulenses

Boceto del Convento de Gracia

Ávila. Vista de la ciudad

Ávila. Convento de Santa Ana

Fuente del Teso

Las murallas

Molino de la Losa

Molino del Adaja

San Pedro de madrugada

Sierra del zapatero

Vista de las murallas desde el norte

Vista de Ávila

Bibliografía y webgrafía

Labrador González, Adelina. “ÁVILA: fuente de inspiración para todos los artistas. Diputación Provincial e Institución “Gran Duque de Alba”, Ávila, 1964. Col. Temas abulenses.

Pensamiento Alavés. 3 de abril de 1946 

Prados López, José. Revista Mujer, nº 134. Año 1948 – Adelina Labrador.

Ruiz-Ayúcar, Juan. Diario de Ávila. Octubre de 1999.

Diario de Burgos de avisos y noticias: 31 de marzo de 1948; 2 de mayo de 1948

Hoja Oficial del lunes: 1948 noviembre 15  22 enero de 1951, 19 de febrero de 1951, 4 de enero de 1954

www.flickr.com/photos/avilas/5071852427 

Eduardo Duque en internet

José Luis Pajares http://www.avilas.es/ 

https://www.facebook.com/Adelina-Labrador-168331229928081/

https://esacademic.com/dic.nsf/eswiki/37465

https://www.flickr.com/search/?text=%22Adelina%20Labrador%22

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