Ideología y arte Woke

Mª Dolores Barreda Pérez

Secretaria General

Secretaria Perpetua de la AEPE

 

 

La ideología woke nació de los que se creen iluminados, unos cruzados de la justicia social movilizados por cuestiones de raza y género, dispuestos a emprender un juicio definitivo, extremo y fanático, contra el hombre blanco, en el convencimiento de tener el monopolio de la verdad, la justicia y el bien.

Sus líderes hacen ver que el pueblo está sumido en las tinieblas del pasado y necesita multiplicar las tensiones de la sociedad para que despierte una nueva era nacida de la corrección política de la que algunas veces ya he hablado a través de estas páginas.

Para ellos, Platón, Shakespeare, Cervantes, Goya, Velázquez… no llegan a las minorías de la sociedad y entonces se hace necesario una revisión epistemológica y política de todo lo conocido hasta la fecha.

Los conceptos a los que acuden a través de un vocabulario mediático y el discurso político, han triunfado y se han normalizado en la sociedad, han colonizado todas las esferas de poder, desde el mundo político, al empresarial y social.

Una izquierda religiosa fanática que cae incluso en la incompatibilidad democrática mediante la manipulación del lenguaje, inventándose vocablos y utilizando palabras a las que asignan una nueva definición en acciones cotidianas que a todos nos afectan pero de las que no nos damos cuenta, ni caemos, hasta reflexionar como hago yo ahora, y descubrir la trampa.

Las redes sociales nos machacan a diario con ellas, los medios de comunicación las utilizan de forma indiscriminada, los discursos políticos se basan en ellas y las retuercen torticeramente hasta que terminamos asimilándolas y aceptándolas por completo.

Ejemplos hay miles, ya se trate de racismo, de feminismo, discriminación o del discurso del odio, pero quizás el más común de todos sea simple, ya no usamos la palabra “ciudadanos”, ahora decimos “ciudadanía”.

En España el discurso racial no terminaba de calar, teniendo en cuenta que no hay una población negra numerosa al estilo de Norteamérica, por eso hubo que incidir en el feminismo, en el odio político exacerbado nacido de la guerra civil y en el ataque sistemático a la religión cristiana, base del origen mismo de Europa.

Lo que tenemos así, es el resultado de un sistema ideológico que funciona invirtiendo el significado de los conceptos que reivindica, teniendo como principal enemigo al hombre blanco, al que hay que reeducar en todos los aspectos mediante la autocrítica permanente.

La ideología woke afecta a todos y en todos los sentidos de la vida, viralizándose entre los más jóvenes mediante impulsos ideológicos violentos, generaciones que ya no conocen otro lenguaje y son adeptos al sistema dominante.

Oponerse a lo woke es recuperar el sentido común y los principios fundamentales sobre los que se apoya nuestra civilización. Es recuperar la educación, la moralidad, la urbanidad, la razón, la historia, la cultura, el arte…

El arte woke se ha impuesto. Mejor dicho, nos lo han impuesto desde las élites políticas.

Antes de nada, debemos entender que woke no es cultura, no es arte. Se trata de una ideología y de una ideología autoritaria además, peligrosa por cuanto no deja espacio al debate libre y es además totalitaria, porque abarca la totalidad del espacio público.

Un totalitarismo velado, sibilino y que se impone y destruye cuanta belleza ha hecho el hombre a lo largo de la historia. Por eso es un totalitarismo perfecto, porque no lo percibimos de forma evidente, ya que se presenta como una corriente tolerante que busca la concordia y la fraternidad para enfrentar a la sociedad y dividirla con la intención de dinamitar el sistema político-mediático.

Así que el lenguaje se convierte en una herramienta de manipulación, inventando términos que en muy poco tiempo, se incorporan al lenguaje diario. Ahí va la prueba: fachosfera, ultraderecha, antisistema, conspirativo, antiinmigración, racista, antimusulmán, antisemita, negacionista, antifeminista, antiLGTB, machista… y estas otras ya asimiladas:

Fachosfera. Pedro Sánchez la utiliza para descalificar a los que no piensan como él. La define como una conjunción de «ultraderecha» que genera «crispación» y «huele a naftalina».

Lawfare. Consiste en emprender acciones judiciales para desacreditar o destruir a un adversario político. El término irrumpió en las negociaciones de la Ley de Amnistía para tratar de desacreditar a los jueces que investigaron o condenaron los delitos que se cometieron durante el proceso separatista. Sánchez también lo utiliza y se define como una víctima de esta supuesta práctica.

Hitos. Casi todos los martes, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, los miembros del Gobierno utilizan la palabra hito para referirse a cualquier decisión o medida aprobada dentro de la rutinaria Administración del Estado. Venden como algo excepcional decisiones ordinarias.

Micromachismo. Cuando no se puede calificar un hecho de machismo, porque sonaría exagerado, se habla de micromachismo. Por ejemplo, si un camarero sirve sin preguntar la cerveza al hombre y el refresco a la mujer puede tratarse de un simple error, pero ellos lo llaman micromachismo y hacen creer que todavía en España hay mucho camino por recorrer para alcanzar la verdadera igualdad entre el hombre y la mujer.

Pseudomedios. Utilizada por el presidente del Gobierno para tratar de descalificar a los medios de comunicación incómodos, independientes o críticos que discrepan de su forma de gobernar y a los que busca asfixiar financieramente.

Fango y lodo. Tienen como objetivo desacreditar cualquier información que resulte molesta al Gobierno.

Nuevas masculinidades. Muy utilizadas por Cooperación Española, que se define a sí misma como feminista, llegándoselas a inculcar a las indígenas mayas de Guatemala en los talleres y actos que financia el Estado español. Se utiliza para definir al «hombre bueno» con las mujeres, según las feministas.

Migrante. Frente a emigrante (la persona que parte al extranjero o a otra región para mejorar su forma de vida) e inmigrante (el extranjero que viene a España), se han sustituido por la palabra migrantes, que es la que utilizan las organizaciones internacionales de una forma neutral. En España, la diferencia entre unos y otros es enorme: hay 8,6 millones de inmigrantes frente a los 2,7 millones de españoles que viven en el extranjero.

Latinoamérica. Término acuñado en Francia, a modo de arma propagandística para devaluar la influencia española en América. Por lo tanto, los españoles que están orgullosos de su pasado utilizan el término Hispanoamérica.

Descolonizar. Utilizada para justificar la revisión que se quiere hacer de los museos españoles. Pero en España no hay nada que descolonizar porque sus territorios en ultramar no eran colonias, sino provincias españolas.

Hermanos y hermanas. Pedro Sánchez la utiliza de forma conciliadora e Irene Montero recurría a este término con el famoso «hermana, yo sí te creo» y Nicolás Maduró la usó para pedir el voto a los «hermanos de la clase obrera».

Resiliencia. La favorita de Pedro Sánchez, usada como la capacidad de adaptación de un ser vivo frente a una situación adversa. El presidente del Gobierno se ha construido a sí mismo una imagen de hombre que renace de sus cenizas y con capacidad de superación, pero lo cierto es que encaja muy mal la crítica y la frustración.

Empoderar. Significa hacer poderoso o dar autoridad a alguien. Aunque ya existía en español la palabra apoderar, el feminismo ha preferido hacer suya esta nueva versión, que es una traducción literal del inglés empower.

Inclusivo. Según el diccionario de la Real Academia Española, significa «que incluye o tiene capacidad de incluir». Pero esta palabra no es tan inocente como parece, porque su aplicación radical está destrozando el idioma español, al tratar de feminizar palabras que suenan a masculino sin serlo (por ejemplo, miembro) y porque niega la naturaleza neutral del masculino (por ejemplo, los espectadores).

Paridad. Esta palabra solo significa igualdad o semejanza, pero su aplicación real discrimina al hombre. Por ejemplo, la ley de Paridad aprobada en junio por la izquierda en el Congreso de los Diputados permite que el 100 % de los miembros de los Consejos de Administración y altos cargos de instituciones y grandes empresas sean mujeres. Sin embargo, los hombres no pueden superar el 60 %.

Sororidad. Se refiere a «la solidaridad entre las mujeres, especialmente en la lucha por su empoderamiento». La Real Academia Española la incluyó en el diccionario hace seis años a petición de un grupo de mujeres de Podemos.

Y en materia de arte, ¿Cómo nos afecta? Pues el discurso woke busca destruir el arte, la verdad, lo bello, discriminando obras de arte clásicas, censurando libros, modificando su lenguaje o advirtiendo del contenido inapropiado de películas clásicas.

El arte es arte porque busca expresar la belleza, y lo bello lo es porque es un reflejo de la verdad, siendo la ideología woke todo lo contrario, la expresión de la mentira y hacer de la mentira una verdad. Y por eso las obras de arte woke consisten en destruir, ridiculizar y caricaturizar las verdaderas obras de arte.

Ejemplos hay, y muchos, pese a que parezca que hayan pasado desapercibidos. Como la exposición que acogió el Museo del Romanticismo en la que se exhibieron unas fotografías donde la fealdad, chabacanería y vulgaridad, contrastaban con el preciosismo, delicadeza y belleza de la colección de obras del museo. Una exposición aberrante con relato feminista y woke, en una instalación performática que puede quedar como anecdótica si no fuera por todo lo que llevamos visto hasta la fecha. Como aquella otra performance con cajas de cartón entre las grandes obras universales del Museo del Prado…

Un revisionismo woke que pretende hasta adaptar la obra del inmortal Cervantes a nuevos formatos más acordes a la sociedad actual, la de Goethe, la de miles de autores que asisten a un revisionismo sobre la raza, clase y género en las obras más importantes de la literatura universal.

Un revisionismo antidemocrático al que debemos exigir respeto a la creación e integridad de la obra, impidiendo alteraciones, modificaciones o atentados contra ella que puedan ocasionar un perjuicio a sus legítimos intereses. Una máxima aplicable a cualquier obra artística que evite la censura en el arte para ajustarlo a lo que se considera “políticamente correcto” hoy en día.

Por eso la ideología woke es una amenaza para la libertad de pensamiento y creación, llegando a extremos como la censura de los desnudos artísticos de los que ya he tratado en otro artículo en esta misma tribuna, tildándolos de pornografía y haciendo de la belleza del cuerpo humano un ridículo debate puritano que no se sostiene por mucho que sigamos sufriéndolo a diario.

Y con todo ello, concluyo que esa ideología woke, esa cultura que no duda en usar la censura y el revisionismo, toma al público por idiota e ignorante, más aún, por incapaz de diferenciar un contexto, el autor y la obra, y francamente, no me gusta que me tomen por estúpida ni se arroguen el derecho a adoctrinarme en mi ignorancia, dictar mis gustos y preferencias y menos aún a juzgarme por ellos, por las obras nacidas de mi mano y fruto de la diversidad en la información.

 

Firmas con sello de lujo. Tomás Paredes

Isegoría y Parresía

 

Si van a DILE, encontrarán sólo la segunda. Isegoría es término originario de la antigua Grecia, que atribuía a todos el derecho a utilizar la palabra en la asamblea. Proviene de isos (=igual) y agora(=reunión), es decir, todos poseen el mismo derecho de expresión. La asamblea no la formaban todos los ciudadanos, sólo los derechohabientes. Libertad de palabra no es lo mismo que libertad de expresión. Hay matices que las diferencian.

Tener derecho al uso de la palabra no implica el derecho a ser escuchado. El respeto se consigue con la idoneidad de la expresión y con la capacidad de tener criterio. El debate no consiste en un diálogo de besugos. Si las preguntan no se responden con referentes reales, estamos deturpando la deliberación y, en consecuencia, no se podrá llegar a proposición oportuna.

La parresia, en el DRAE sin tilde en la i, se considera figura retórica, que pretende aparentar que se habla con libertad y audacia y lo que pareciera ofensa, sin embargo. es grato a aquel a quien se dirige. Es decir, le insufla un fuerte contenido irónico. Mas, el sentido que hoy se da a parresía es la facultad de todo ciudadano de hablar de todo, sin filtros, sin miedos. Algo que no ocurre el presente, porque toda intervención pública, o privada, esta mediatizada por la autocensura.

La democracia no es tal si no contempla en su desarrollo isegoría, isonomía e isotimia. Tampoco encontrarán en el DRAE los dos últimos términos. Isonomía, tener igualdad de derechos políticos ante la ley. Isotimia, posibilidad igualitaria de que cualquiera pueda optar a cargos públicos por sorteo, lo que en la antigüedad estaba sujeto a normas y colegios profesionales. Ahora se simplifica en exceso y hay asuntos que no pueden tratarse con frivolidad reduccionista, como las instituciones ancestrales.

No hablo de política. Ni de democracia. Es más, hoy por hoy, quien pretenda encontrar su dignidad y conservarla debe alejarse del muladar que han creado los políticos –”Si no puedes convencerlos, confúndelos”,  Harry S. Truman-. Se puede hablar de todo, sin autocensura, sin censura, sin pavor. Más todavía, es conveniente que dialoguemos sobre cualquier materia, siempre que tengamos opinión, criterio. Estamos acosados por los opinadores, en donde quiera que sea, das un golpe y se levanta una nube de palmeros, cantamañanas beneficiarios de la ignorancia, pendientes del móvil, no del propio caletre.

Gilbert Keith Chesterton, el “príncipe de las paradojas”, defendía que “para opinar hay que tener opinión”. Parece simple, pero es esencial. La opinión la forma el conocimiento, el pensamiento y el juicio que se obtiene del análisis equilibrado de un suceso. Equilibrio no es equidistancia. Algunos, demasiados, para defender una opción, menosprecian la del contrario. Los sectarios, los gregarios, los sicarios, los serviles no son inocentes; apestan por más que se perfumen con los réditos de su felonía.

Chesterton

 

Para tener criterio son precisas isegoría, parresía, juicio y opinión.  Criterio procede del griego, kriterion de krinein (=juzgar, separar), y es discernimiento y juicio para conocer la realidad de algo o alguien. Se tiene o no criterio, como ocurre con la sensibilidad. No es algo que pueda fragmentarse y emplearse según cómo. El criterio está por encima de gustos, preferencias, filias y fobias, el amor, las ideologías, las religiones. El amor por alguien no debe obnubilar nuestro juicio sobre su realidad. El criterio no es hacer justicia, pero para hacer justicia hay que tener criterio. En La caja de música, Costa-Gavras ensaya este asunto.

Costa-Gavras

 

El juicio no es “una facultad del alma”, como asegura el DRAE, sino una apuesta de nuestro pensamiento, una evidencia de nuestro criterio, una conquista. ¡Señores académicos, dónde están? ¡Atribuir al alma un juicio! ¡Vaya por Dios! La Academia no inventa la lengua, la registra: “limpia, fija y da esplendor”. ¡En lugar de estar tan atentos a las modas efímeras, deberían desmalezar el DRAE de ambigüedades, tergiversaciones y otros demonios! ¡Y de neologismos innecesarios y gratuitos!

Tener criterio es esencial para vivir con dignidad. El criterio sabe separar lo espurio de lo imaginado, lo falso de lo real, lo digno de lo indigno. El criterio te dice hasta donde puedes llegar, qué puedes o no debes hacer. El criterio fundamenta la idea unamuniana de hombre. Un hombre tiene defectos, pero lucha para que no alteren su condición. El criterio sirve para llegar a ser. Y no depende de la edad, aunque con los años se enerve.

En La Lectura, viernes 24 de enero de 2025, suplemento de El Mundo, Benjamín G. Rosado entrevista al director de orquesta W. Christie, que está de gira con varios conciertos en España por sus 80 años. William Christie que es muy crítico con la “panfletización de los libretos” y con los populismos, acaba afirmando: “…cuando ponemos una partitura al servicio de una ideología corremos el riesgo de eclipsar la belleza de las emociones, que es, en última instancia, donde reside el auténtico potencial de la música”. ¡Y de la vida!

El criterio, su ahormado, no lo genera la información recibida, sino del procesamiento por nuestro cerebro de esa información, para pensar y crear conocimiento. Toda esta ralea de narcisistas, furtivos, zascandiles, que se denomina a sí mismos tertulianos, comunicadores, se limitan a trasladarnos lo que reciben en la pantallita, que es algo muy distinto a pensar.

Lo más importante del hombre es la inteligencia. Algunos creen que el corazón. Pero, desbarran, sin inteligencia no hay nada, ni corazón, ni vida, ni futuro: sólo decadencia. ¡Ah!, recuerdo aquello tan hermoso del Libro del Desasosiego, cuando Bernardo Soares, heterónimo de Pessoa, exclama: “El corazón, si pudiera pensar, se pararía”. Es un hechizo, pero no es seguro, porque si el corazón pensara, cabría la posibilidad, o el sueño, de ser mejores. A los hombres me refiero.

La ausencia de pensamiento conduce a la decadencia. Decadencia, ausencia de fertilidad social, es debilidad, ruina, menoscabo, ocaso, declive, degeneración. Y no es una cuestión que dependa de la política. Nuestros siglos de oro, que se dan en decadencia política, ocasionaron la emergencia de genios y artistas universales. ¿Dónde están, hoy, en España, los grandes novelistas, poetas, pintores, músicos, científicos, pensadores? Existen profesionales en distintas áreas, excelentes buhoneros, no grandes cabezas, si muchas cabecinhas pensadoras, cuando no metecos a sueldo.

Epícteto

 

Defendía Epícteto que la virtud es la vida conteste con la razón y que la eudaimonía (= la felicidad), es una consecuencia de la virtud, que se logra por ataraxia (= serenidad); apatía (=desapasionamiento); y eupatías (=buenos sentimientos). Sólo debe ocuparnos lo que depende de nuestro albedrío, con independencia de las circunstancias externas, asegura el estoico.

Según Orígenes, en su tiempo, Epícteto (55-135), era más respetado y conocido de lo que lo fue Platón en el suyo. El filósofo griego, de quien ignoramos el nombre –epícteto, significa “adquirido”- fue esclavo manumitido en Roma y nunca escribió nada. Enseñó en Nicópolis, Grecia, donde abrió una escuela. No aleccionaba, enseñaba a pensar, daba herramientas a la razón para desperezarla. El historiador Flavio Arriano, alumno y seguidor, fue quien recogió el Enchiridión, que literalmente es Manual, y las Diatribas.

El sueño de la razón, de Francisco de Goya

 

El estoicismo nada tiene que ver con los libros de autoayuda. Ni Marco Aurelio, ni Trajano, ni Epícteto, ni Séneca son lideres o gurús que dan consejos para solucionar nuestros problemas existenciales. El estoicismo es sistema de pensamiento que hay que interiorizar y sajelar con la mayor limpieza y libertad; debe reflejarse en la vida que hacemos o en cómo hacemos nuestra vida. No es sólo aptitud, es, sobre manera, actitud, modo de vida. Arpa acaba de editar Manual de vida de Epícteto, en traducción de David Hernández de la Fuente.

¿Qué hemos hecho entre todos del lenguaje? Un galimatías, que sirve lo mismo para un roto que para un descosido. Hay miles de palabras deslumbrantes que duermen en los diccionarios y en los libros. Las palabras tienen que estar vivas, corresponder con lo que sucede. Hay lindos arcaísmos, que no se pueden utilizar, porque lo que describen no se da ya. Hemos de ser muy cuidadosos con las palabras y su significado. Si al agua llamamos vino o al amor costumbre estamos creando una aterradora confusión.

Retrato de Juan Ramón Jiménez, de Joaquín Sorolla

 

En Eternidades, 1918, Juan Ramón Jiménez, incluye su poema “Intelijencia”, donde clama por la idónea pulcritud de la palabra exacta y reza así con su grafía personal:

                                                         Intelijencia, dame
el nombre esacto de las cosas!
Que mi palabra sea
la cosa misma,
creada por mi alma nuevamente.
Que por mí vayan todos
los que no las conocen, a las cosas;
que por mí vayan todos
los que ya las olvidan, a las cosas;
que por mí vayan todos
los mismos que las aman, a las cosas…
¡Intelijencia, dame
el nombre esacto, y tuyo,
y suyo, y mío, de las cosas!

 

 

Tomás Paredes

                                                                                                  Presidente H. AICA/Spain

Recordando… Salvador Viniegra y Lasso de la Vega

Obras, artistas, socios, pequeñas historias…

Por Mª Dolores Barreda Pérez

 

Salvador Viniegra y Lasso de la Vega

VINIEGRA Y LASSO DE LA VEGA, Salvador   P       1910 (N  )     23.nov.1862     CADIZ     MADRID    29.abr.1915

Socio Fundador

Subdirector del Museo del Prado

Salvador Viniegra en 1896

 

Salvador Viniegra y Lasso de la Vega nació en Cádiz, el 23 de noviembre de 1862, en el seno de una familia acomodada, hijo del prohombre y político gaditano Salvador Viniegra Valdés, y tataranieto, por vía materna, del ilustrado Marqués de Ureña, y de Joaquina Lasso de la Vega y Molina.

Casado en primeras nupcias con Mª del Carmen Reboull, y al fallecer ésta en 1902, contrajo nuevamente matrimonio con María Arníz.

Compatibilizó sus estudios de bachillerato con los artísticos, si bien constan pocos antecedentes en la Escuela de Bellas Artes de Cádiz, cursando estudios de Dibujo de antiguo y ropaje y teniendo como profesores a Ramón rodríguez Barcaza y de José Pérez Jiménez.

Se aficionó desde su mocedad a las marinas, siendo su primer cuadro conocido  La entrada en dique del vapor Alfonso XII, y cultivó diversas acuarelas que presentó mediante un álbum en 1877.

Trabajaba entonces en el estudio del domicilio paterno de la calle Antonio López,  el cual sufriría severos daños en el ciclón que asoló Cádiz en 1902.

La oración de la mañana

La bendición del campo en 1800

 

Participó en la Exposición de Cádiz de 1879 con un cuadro representando a Un moro, con el que obtuvo una Tercera Medalla y presentó obra también en la edición de 1880, la titulada La parada en una venta en el siglo XVI.

En abril de 1882 pintó el cuadro La fragata Sagunto, que dedicó a su majestad el rey y que expuso en el establecimiento de música de la calle Ancha de Cádiz.

A finales de 1882 parte con destino a Roma, lugar en el que recibirá el magisterio y la amistad del también socio de la AEPE, José Villegas Cordero. Igualmente recibe lecciones del acuarelista Daniel Hernández.

Su estancia en la capital italiana, salvo temporadas en Cádiz, se prolongará prácticamente hasta 1896.

De esta estancia surge la definición de su estilo, los triunfos más significativos y sus mejores obras.

El primer beso. Museo del Prado

La vendimia

 

En la Exposición de Bellas Artes gaditana de 1884 presentó un cuadro de Varios toreros orando en la capilla, momentos antes de la corrida, entre los que figuraban los diestros Salvador Sánchez Frascuelo y Luis Mazzantini. También expuso Rey de Armas, Un húsar y En la playa.

Así, destacan su Entierro de Isabel la Católica, premiado en la Exposición Artística Provincial de Cádiz en 1885, hoy expuesto en el Alcázar segoviano, y su Bendición de los Campos, Primera Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1887, propiedad del Museo del Prado y hoy en el Museo Provincial de Málaga.

Este gran lienzo tuvo todo un éxito popular y de crítica, reproduciéndose en series de cromos y litografías, al tiempo que se exponía seguidamente en Múnich, Budapest y Viena. Aquí obtendría una Medallas de Oro, de las veinte concedidas a los artistas más distinguidos.

La Romería del Rocío

País de abanico con una marina

 

El 8 de diciembre de 1888 contrajo matrimonio con María del Carmen Reboull y López, con la que parte a residir a Roma.

En 1888 obtiene una  Medalla de Oro en la Exposición de Viena por La bendición de los campos, participando además en la Exposición de Múnich de 1890,  con El bautizo,  y en la de Berlín de 1891, con Toreros en la capilla.

El premio concedido en Madrid le posibilita la obtención de una plaza de pensionado de mérito para la Academia Española de Bellas Artes en Roma en 1889.

De sus obligaciones como pensionado queda El Compromiso de Caspe, hoy expuesto en el Ministerio de Asuntos Exteriores en Madrid.

Entierro de Isabel la católica

Retrato de caballero de la Orden de Santiago

Toreros

 

Por entonces, empieza a poner en práctica sus dotes musicales. En 1895 compuso la melodía para una obra cómica titulada Los Acróbatas, que se estrenó en  el teatro Eslava de Cádiz  con textos de los poetas Clemente García de Castro y  Manuel Gross; en 1897 la de la zarzuela Una embajada, estrenada en el teatro Eslava, en 1899 la zarzuela Los garrochistas, estrenada en el teatro Apolo y en 1900, Los sobrinitos, en el teatro Romea, así como el sainete La Virgen del Rocío.

En el ínterin sigue trabajando en su estudio romano para el mercado europeo y planea una obra con la que acudir nuevamente a las exposiciones nacionales. Fruto de ese interés es La Romería del Rocío, cuadro de grandes pretensiones, hoy en Sevilla, en el edificio de la antigua Capitanía General, que a pesar de todo no obtiene el premio deseado en la Exposición Nacional de 1897. No obstante, sí tiene gran éxito el cuadro una vez lo expone seguidamente en Múnich y en Berlín.

Escena de sastrería de toreros

Paseo

 

En febrero de 1898 realizó una exposición particular en el estudio de Mariano Benlliure que fue visitada por su majestad la reina y donde mostró las obras La vendimia en Jerez y Las salinas de San Fernando o La recolección de la sal, que tenía previsto presentar en las exposiciones de París y Múnich.

En marzo de 1898 falleció su hijo pequeño y en noviembre decidió fijar definitivamente su residencia en Madrid.

Salvador Viniegra en una fotografía de 1899

 

Su conocimiento de la pintura antigua propició que en 1898 fuera nombrado conservador del Museo del Prado, del que fue subdirector hasta su muerte.

En este puesto fue de especial valía en la organización de las grandes exposiciones que tuvieron lugar entonces, entre ellas las dedicadas a Velázquez en 1899, El Greco en 1902 y Zurbarán en 1905.

En 1901 consigue consideración de Primera Medalla en la Exposición Nacional con La vendimia en Jerez, cuadro que tras viajar por distintas capitales centroeuropeas, termina expuesto en Lisboa y descansa en las colecciones estatales portuguesas.

Estudio del artista en 1910

La boda del torero

 

Su último gran encargo, con motivo del Centenario de las Cortes, fue La promulgación de la Constitución de 1812, comenzado en 1911 y terminado casi al año, hoy expuesto en el Museo Municipal e Iconográfico de Cádiz.

Salvador Viniegra desarrolló en vida una actividad desbordante como pintor, lo que no fue óbice para que su vida profesional y social fuera más amplia.

Radicado en Madrid desde 1897, fue conservador y subdirector del Museo del Prado, activo colaborador del Ateneo y Secretario del Círculo de Bellas Artes, al tiempo que estrenaba obras de zarzuela y cómico-líricas como las de Bengalí, en tres actos, Los Acróbatas, El Embajador, Los Garrochistas y Los sobrinitos, si bien con desigual éxito.

Revista Moderna, 1898

Retrato del actor Emilio Carreras

El encantador de serpientes

 

Durante esta época se convirtió en un importante mecenas de las artes, especialmente de la música, ya que además de pintor, era un notable violonchelista, procurando ayuda a diversos artistas, entre los que destacan Manuel de Falla y Juan Ruiz Casaux.

Su currículo, por otra parte, se vio refrendado por numerosas condecoraciones como, entre las españolas, las de la Encomienda de Carlos III o la Gran Cruz de Isabel la Católica, ésta ya en 1907, Comendador de la Orden de San Miguel de Baviera, en la Exposición de Múnich de 1898,  condecorado con la Cruz de Alfonso XII en 1907, y  la Cruz de Mérito Militar con distintivo blanco en 1910.

El artista en una imagen de 1910

 

Su pintura fue variada, siempre en función de la naturaleza del encargo o de la intención propuesta.

Practicó con acierto la pintura de historia, poniéndola al día en términos de color y elección de los temas, jugó con los temas de carácter popular otorgándoles grandeza y acertó a prolongar los temas costumbristas que, por otra parte, sintonizando con su forma de ser, eran los que más demandaba el público.

Así, su Antes de la Corrida, hoy en Barcelona, en la Fundación Fastenrath, es prueba fehaciente de este sentimiento así como, en clave orientalista, su Encantador de serpientes, hoy en el Ayuntamiento de Cádiz.

El bautizo

Antes de la corrida

El actor José Riquelme

Promulgación de la Constitución de 1812

 

El relativo abandono de la práctica de su pintura coincidirá con la progresiva sustitución de este naturalismo costumbrista finisecular por un sentido más moderno de la pintura al que Viniegra se cerraba y que, por demás, él sustituía con su vida pública.

Mundo Gráfico, 1915

 

Falleció en Madrid, el 28 de abril de 1915.

Fue arquetipo de artista culto, compositor musical de cierto renombre y pintor viajero e instruido, además de mecenas.

En su faceta como literato, escribió el libro Curiosidades de Roma,  distintos trabajos sobre el pintor Zurbarán, y colaboró en  los diarios La Dinastía de Cádiz y La Correspondencia de España. En 1912 fue nombrado representante del semanario argentino Caras y caretas.

Viniegra como Subdirector del Museo del Prado

 

 

Salvador Viniegra y la AEPE

Socio Fundador de la AEPE.

En 1914 participó en la Exposición que la centenaria entidad organizó en Brighton y Londres, junto a otros artistas socios.

Ya fallecido, la AEPE exhibieron tres obras suya en el III Salón de Otoño, en la Sala del Recuerdo: Los extremos se tocan y dos bocetos.

En 1926 se dio la coincidencia de que la viuda de Salvador Viniegra fuera la arrendataria del local de la oficina de la AEPE, constando en los archivos que subió el alquiler a 10 pesetas mensuales.

Patio del Convento de San Francisco, Cádiz

Los Directores de la Gaceta de Bellas Artes de la AEPE: Rafael Pellicer Galeote

Por Mª Dolores Barreda Pérez

 

Los Directores de la Gaceta de Bellas Artes

 

Rafael Pellicer Galeote

PELLICER GALEOTE, Rafael       P    1930                21.jun.1906                            MADRID                    MADRID   6.may.1963

Rafael Pellicer Galeote en la fotografía de la Gaceta de Bellas Artes de julio de 1933

 

Vocal de la Junta Directiva

Socio de Mérito

Medalla de Honor

 

Rafael Pellicer Galeote nació en Madrid, el 22 de junio de 1906. Era hijo del escritor, poeta y dramaturgo cordobés Julio Pellicer y de la pianista madrileña Concepción Galeote.

Sobrino de Julio Romero de Torres, que estaba casado con su tía Francisca Pellicer y que aún ejercía de profesor en Madrid, Rafael se crio en un ambiente artístico en el que estaba rodeado de intelectuales, escritores, músicos y pintores.

A los doce años ingresó en la Escuela de Artes y Oficios de Córdoba y después en la Escuela Superior de Pintura, Escultura y Grabado de Madrid, estudiando con Cecilio Pla y su tío Julio Romero de Torres, declarándose también discípulo  de Daniel Vázquez Díaz.

Boceto para el Teatro Real

Bodegón de melocotones

 

En 1926 fue becado por el Ayuntamiento de Madrid y dos años más tarde, obtuvo la beca de El Paular. En 1929, la de la Residencia de Granada.

En 1932 obtuvo la Tercera Medalla de la Exposición Nacional de Bellas Artes por su grabado al aguafuerte El relojero.

En 1933 fue nombrado director de la Escuela de Paisajistas de El Paular, cargo que desempeñó hasta 1936.

En 1934 obtuvo el premio “Molina Higueras y Pascual” otorgado por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando por el cuadro Umbría.

En 1936 logró la Tercera Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes por su grabado al aguafuerte El cerero.

Los convulsos años de la Guerra Civil los pasó en Madrid.

 

Rafael Pellicer Galeote en la fotografía aparecida en Nuevo Mundo en 1933

El artista trabajando en su estudio

 

Durante la década de 1940 pintó grandes óleos dedicados a distintos santos – Santa Bárbara – y advocaciones marianas, como La Anunciación.

Fue el autor del retrato del obispo Fray Albino, que actualmente se encuentra en el Palacio Episcopal de Córdoba, dejándose llevar después por el colorido del Marruecos español, viajando por ese país, muy en la onda de pintores y socios de la AEPE como Mariano Bertuchi y José Cruz Herrera.

Tras la Guerra Civil se trasladó a Córdoba, donde contrajo matrimonio con la doctora y psicoanalista cordobesa Carolina Zamora Herrador, con la que tuvo seis hijos.

1945 fue un año en el que recibió importantes premios en la Exposición Nacional de Bellas Artes, la Primera Medalla de Pintura por su Adán y Eva y la Primera Medalla de Grabado por el aguafuerte Cantores. Y además, el Premio del Concurso Nacional por el aguafuerte Lluvia.

Autorretrato

 

Entre 1942 y 1959 realizó importantes encargos de decoración mural en Madrid y Santo Domingo (República Dominicana): El Gran Capitán, Cristóbal Colón, El Cardenal Cisneros, Escuela Superior del Ejército, Madrid, 1942; Cristo en la Cruz, Capilla de la Universidad de Boston (Estados Unidos), 1944; Perros, el Cazador, Comedor de Oficiales del Regimiento de Artillería de Getafe, Madrid, 1945; Alegoría de la Medicina, Clínica de Nuestra Señora de la Concepción, Madrid, 1955; Cristóbal Colón y su hijo Diego, La reina Isabel la Católica, El rey Fernando el Católico, Museo Colón, Santo Domingo (República Dominicana), 1957; La Inmortalidad, Panteón de los Inmortales, Santo Domingo (República Dominicana), 1958.

Retrato de Soledad Pellicer

Muchacha asomada

General Felipe Navarro y Ceballos

 

Catedrático de la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, fue también profesor de Dibujo Artístico en la Escuela de Artes Gráficas.

En 1952 le fue otorgada la Medalla de Oro por el dibujo El ángel caído en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1952.

Medalla de Honor en la Exposición de Pintores de África y en el Salón de Otoño de 1962.

Primer Premio del Concurso Nacional para los billetes de Banco de la Dirección de Moneda y Timbre.

Bolera

Retrato

Torera

 

Medalla de Honor y Premio de Pintura “Valdés Leal” de la Diputación Provincial de Sevilla.

Secretario del Círculo de Bellas Artes de Madrid.

En 1963 fue elegido académico de número de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, no llegando a ingresar debido a su fallecimiento repentino.

En 1962 viajó a Costa Rica, donde se celebró una amplia exposición antológica por invitación oficial de aquel Estado y patrocinio del Instituto de Cultura Hispánica de nuestro país. En ella figuraban creaciones de diversas etapas de toda su vida y que dieron incluso motivo a la creación del Museo Pellicer, en su propia residencia de San José, por el financiero Mario González Feo, cultísimo escritor e hispanófilo. La exposición integraba lienzos de los últimos años, realizados en plenos sufrimientos físicos, pero que responden a la maestría de toda su obra. Este triunfo supuso el reconocimiento público de su valía como gran pintor; la consolidación firme de uno de los más definidos y concretos del arte español contemporáneo.

Pareja de campesinos descansando

Muchacha

 

Falleció el 6 de mayo de 1963 en Madrid.

Pintor de clara raíz andaluza y clásica, y al mismo tiempo, moderna. Sus obras combinan la luz y el color del sur mediterráneo con una estética moderna que no le aleja de las vanguardias europeas, sin dejar la figuración.

En la necrológica que escribiera de él José Francés, quien fuera Presidente de la AEPE, sentenció que «Rafael era Hombre esencialmente noble, bueno, ce capacidad cultural y sensible. Gran profesor, orientador de artistas… Aun en las primeras y lógicas influencias de su adolescencia y primera juventud tuvo siempre la seguridad en la línea representativa de toda creación independiente y sin esfuerzo. Porque en él se cumplen el sentido de las mejores capacidades y, sobre todo, la preferencia por una luz y una consciencia de la visión, que expresa cuando quiere interpretar temas eternos de la pintura. Y, desde luego, el concepto de la elegancia, del sosiego afirmativo en las gamas predilectas de los grises, el señorío y firmeza de la forma y ese dulce y vigoroso —según proceda al motivo— encanto de ver, sentir y narrar la verdad infinita…

Es esencialmente pintor, narrador de paisajes de la Naturaleza y de paisajes anímicos… Porque en él, y siempre afirmativo, encontramos al retratista, al pintor de costumbres, al compositor de grandes temas y, principalmente, al naturalista, al narrador de los grandes simbolismos y alegorías, que responden a una cultura, a una potencia intelectual y sinfónica sencillamente extraordinarias…

Las universitarias

La chica del pericón

 

Los retratos de Pellicer están latentes y elocuentes de la inquietud o el sosiego de sus modelos, pero siempre interpretados con el hondo realismo de un estilo donde el color y la forma se ajustan a la noble serenidad y responden a la más varia diversidad de verdades humanas.

Analiza en una luz que, es de esplendor tranquilo y sereno entre las más opuestas figuras… hombre de hogar, de la máscula ternura familiar de Rafael Pellicer. Porque, en el conjunto de su obra de retratista, es precisamente la serie de ellos, hondamente sentidos y de suprema excelencia pictórica, de la esposa y de los hijos, que cuentan entre los mejores de toda su obra, dentro de la más robusta línea melódica. Pero importa enaltecer también su condición de pintor de naturalezas muertas, de naturalezas vivas, de naturalezas en silencio, que en la pintura española se contienen en el título único de «bodegones»…

El aire

Campesinas

Bodegón

Retrato familiar

 

Y de aquí también esa condición mística, ese darse a la soledad del pensamiento y de la soñación de la fantasía de sus cuadros religiosos… sentidos con un fondo de andalucismo de humano garbo, y también sus interpretaciones filosóficas, que en los últimos días de su vida aún le movían mano y sentimiento contemplando horas y formas desde la ventana de su sanatorio. Y, sobre todo, veamos en él al gran muralista, de riqueza orquestal, y al luminoso y radiante pintor del desnudo femenino… murales concebidos y desarrollados con un perfecto dominio de las dotes de un gran decorador”…

Bodegón

Arcángel San Rafael

Astillero

Boceto de toro

 

Rafael Pellicer y la AEPE

Vocal de la Asociación de Pintores y Escultores de 1942 a 1945.

Socio de Mérito en 1935.

Medalla de Honor en el Salón de 1962.

En el Salón de Otoño de 1965 se le dedicó una sala con 25 obras, casi todas propiedad de la familia.

Participó en las siguientes ediciones del  Salón de Otoño:

X Salón de Otoño de 1930: La escalera del Generalife y Noviembre granadino

XI Salón de Otoño de 1931: Halconera, La pajarita y otras cosas y Autorretrato

XII Salón de Otoño de 1932: Valle de El Paular y Narcisos

XIII Salón de Otoño de 1933: La casita del valle y El pino y los pobos

XIV Salón de Otoño de 1934: La galana

XVII Salón de Otoño de 1943: Estudio y Las cerezas

XVIII Salón de Otoño de 1944: Cachorros

XX Salón de Otoño de 1946: Gitana vieja y Retrato de Glorita Prieto Alcaraz

XXII Salón de Otoño de 1948: Sandías

XXXIV Salón de Otoño de 1963: Retrato, Eucaristía y Retrato

XXXVI Salón de Otoño de 1965: Una Sala Homenaje a Rafael Pellicer, Medalla de Honor del XXXIV Salón de Otoño: Teresita Pellicer, Teresa Herrador, Miguel Zamora, Carolina Zamora, esposa del pintor, Espantapájaros, Conchita, Soledad y Teresa Pellicer, Carolina Pellicer, Eucaristía, Centoyo, Conchita Pellicer, Soledad Pellicer, Autorretrato (inacabado), El kiosko, Construcciones de cemento, Construcciones, Ciego y los dibujos: Mora negra, Mujer marroquí y Dibujo de las oposiciones a cátedra

XXXVII Salón de Otoño de 1966: La Alcaldita (Marbella)

XXXVIII Salón de Otoño de 1967: Tres bocetos para mural

L Salón de Otoño de 1983: Retrato de Eduardo Aunós

Toledo

Zahorí

San Rafael

La chica del coro

Callejón de Santiago

Muchacha con paraguas

Sole

Desnudo

 Tanagra

Danzantes

Fútbol

Exlibris

La hora de misa

La vendimia

Arquera

Desnudo

Chotis

Tío vivo

Empezamos fuerte

José Gabriel Astudillo López

Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores

 

 

Tal y como me comprometí hace años a manteneros informados puntualmente de todas nuestras convocatorias con la mayor anterioridad posible, para que podáis ir programando vuestra participación y envíos, planificar vuestro trabajo y encontréis una mejor programación global, publicamos este mes la convocatoria de tres nuevas exposiciones: una temática de Paisaje urbano, que tantas veces habéis pedido en repetidos correos y comunicaciones, y que albergará el CC Galileo en el mes de junio, el XIX Salón de Primavera de Valdepeñas «Por tierras de Castilla La Mancha», que acoge el impresionante Museo Municipal, y el 44 Certamen de Pequeño Formato, uno de los más participativos, que se celebrará en octubre, en el CC Príncipe de Asturias.

Son solo tres de las cinco convocatorias que en estos momentos mantenemos abiertas, y que se sumarán a las que en el próximo número publicaremos y coincidirán con el final del año 2025.

Ahora ya todo depende de vosotros, de vuestra participación y ganas de colaborar con este proyecto que nos une y hace de nuestra entidad una feliz familia de artistas deseosos de mostrar al mundo nuestro arte.

Este mes de febrero será especial también para nuestra casa porque tendremos el honor de entregar la Medalla de Honor de la AEPE a una de nuestras socias: Soledad Fernández, una gran artista que vendrá a engrandecer y a honrar nuestro prestigio y que merece un reconocimiento de cuantos tenemos el gusto y placer de conocerla, por cuanto significa para el mundo del arte.

Os invito a todos a acudir a un acto que estoy convencido, será emotivo y especial para todos, teniendo en cuenta la especial sensibilidad y carisma de la artista, su implicación con nuestra centenaria entidad y disponibilidad continua para con esta casa que siempre es digna de admiración y respeto.

Por favor, no olvidéis tampoco las convocatorias de Alba y Crepúsculo, el X Salón de Arte Abstracto, el 62 Certamen de San Isidro y el concurso para el cartel anunciador del 92 Salón de Otoño. Cuento con vosotros!!!

Llevamos 114 años haciendo arte

114 años de pasión por el arte

114 años haciendo cultura en España

Éxito en la presentación de los libros de Francis Arroyo Ceballos

En los que colabora y participa la AEPE

El jueves 30 de enero de 2025, en la sede social de la Asociación Española de Pintores y Escultores, tuvo lugar el acto de presentación de los libros «Estudio general de las rúbricas en el arte español contemporáneo» y «Directorio de artistas plásticos y visuales», del socio Francis Arroyo Ceballos, que cuentan con la colaboración de la AEPE.

Presentaron los libros José Gabriel Astudillo López, Presidente de la ÁEPE, Mª Dolores Barreda Pérez, Secretaria General y Secretaria Perpetua de la AEPE, José Manuel Rosario, responsable editor de La Quinta Rosa y el autor, Francis Arroyo Ceballos, ante un numeroso público, llegado desde todos los rincones de la geografía nacional, y se contó también con la presencia de José María Mezquita, un reconocido artista que alabó la publicación en papel de estos dos libros imprescindibles ya en la historia del arte contemporáneo.

 

De izquierda a derecha: José Manuel Rosario, Francis Arroyo Ceballos, José Gabriel Astudillo López, Mª Dolores Barreda Pérez y José María Mezquita

 

Estudio general de las rúbricas en el arte español contemporáneo, que es el libro número 40 de Francis Arroyo Ceballos, hace un repaso por la evolución que las firmas en las obras de arte han tenido a lo largo de la historia «y dependiendo de la civilización acontecida».

La obra cuenta con la colaboración de la Asociación Española de Pintores y Escultores (AEPE), que ha cedido para la portada el acta fundacional de la misma en la que se encuentran firmas, además de las de sus creadores Eduardo Chicharro, Miguel Blay y Cecilio Plan, de artistas como Joaquín Sorolla, Julio Romero de Torres, Doménech, los Villega, Francisco Maura, Ricardo Baroja, Aniceto Marinas, Manuel Benedito, Fernando Álvarez de Sotomayor, Pinazo, José María López Mezquita, José Llasera, Mateo Inurria, Francisco Esteve Botey, Anselmo Miguel Nieto, Bermejo o José Nogué.

Por su parte, el Directorio de artistas plásticos y visuales pretende ser, según Arroyo Ceballos, «un gran escaparate para los artistas que la integran por cuanto, debido a su formato, -edición de bolsillo- va a ser muy asequible de llevar».

Está pensado para «los posibles interesados en el arte que visiten las provincias reseñadas, por los coleccionistas y público en general que quiera un contacto rápido y eficaz, con información más detallada a ser localizada en redes, webs o en simples buscadores digitales».

La guía, que incluye reseñas de 180 creadores, se centra en una información básica, la que cada artista ha querido incluir sobre sus obras y la posibilidad de verlas.

El objetivo, según su autor, es el de la promoción de los integrantes de este directorio, «en estos tiempos que tanta falta hace darse a conocer y constatar una labor o trayectoria».

 

Las peticiones de los libros pueden hacerse a la secretaría de la AEPE, al correo electrónico administracion@apintoresyescultores.es

o bien llamando a los teléfonos 915 22 49 61 / 630 508 189

Milagros Daza Pérez de Madrazo

Por Mª Dolores Barreda Pérez

LAS PRIMERAS ARTISTAS DE LA

ASOCIACION ESPAÑOLA DE PINTORES Y ESCULTORES

Desde su fundación en 1910, y después de haber tratado en anteriores números a las Socias Fundadoras de la entidad, y las participantes en el primer Salón de Otoño, vamos a ir recuperando de la memoria colectiva, el nombre de las primeras socias que vinieron a formar parte de la Asociación de Pintores y Escultores.

 

Milagros Daza Pérez de Madrazo

DAZA PEREZ DE MADRAZO, Milagros     P.D.             1935      1925            MADRID       MADRID

No ha sido posible encontrar una fotografía de Milagro Daza

 

Federico de Madrazo y Kuntz y su esposa Luisa Garreta Huerta, tuvieron varios hijos Rosa, que falleció joven, Raimundo Madrazo Garreta(casado con Eugenia Ocho Madrazo en primeras nupcias y después con María Hahn Echenagusia), Cecilia Madrazo Garreta (casada con Mariano Fortuny Marsal), Ricardo Federico Madrazo Garreta (casado con Mª Ángeles Cecilia López de la Calle Landáburu) y Luisa de Madrazo y Garreta, que en 1862 se casó con su tío Luis de Madrazo y Kuntz, de cuya unión nació una única hija: Teresa de Madrazo y Madrazo.

Ésta se casó con Mario Daza de Campos, pero no tuvo descendencia. De esta forma, el matrimonio prohijó a las cuatro sobrinas del marido, la pequeña de las cuales era María del Milagro Daza.

Hija de Juan José Daza de Campos y de N. Pérez de Madrazo nació en Madrid en 1906, y su niñez la pasó en el domicilio de la calle Alarcón, 10, junto al Museo del Prado.

Heredera de la colección Madrazo, vivió toda su vida rodeada de arte y entre artistas. La conocida como la colección Daza, pasó en el 2006 a integrar el patrimonio de la Comunidad de Madrid mediante la fórmula de dación en pago a impuestos por los herederos de Mª del Milagro Daza de Madrazo, en cuyo domicilio de la calle Príncipe de Vergara de Madrid se había conservado desde 1917.

Formada en la Escuela de San Fernando, realizó estudios en el taller de varios maestros como el que fuera Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, Julio Moisés, y con los también socios Menéndez Pidal y Enrique Martínez Cubells.

En 1932 participó en la Exposición de Artistas Vascos realizada en el Museo San Telmo, a la que llevó cuatro óleos: Igueldo, Caserío, Ulia y Estampas, junto a otros artistas como Apellániz, Barrenechea, José Díaz Bueno…

En el puerto

 

A la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1936 presentó dos obras tituladas Sueca y Retrato de la Srta. B.Z.

En la Voz de España del 23 de marzo de 1939, Mariano Rodríguez de Rivas publicaba lo siguiente: “En los retratos de Milagro Daza asombra por encima de cualquiera de otros de sus cualidades la técnica briosa de esta pincelada que plasma sobriamente. Milagro Daza ofrece una visión española del retrato, y como tal austera y penetrante, también sus paisajes y sus floreros han sabido ser situados en el lienzo dentro de una pincelada larga y valiente y color pastoso y de matices”.

En 1941 realizó una exposición en el Hotel Palace de Madrid, a la que acudió el Marqués de Lozoya, que dijo de la muestra que era una “magnífica exhibición y cuadros interesantísimos”.

F. Giménez Placer decía al respecto que “Milagro Daza, cuyas aptitudes y vocación pictórica son indiscutibles”, mientras que Federico Galindo añadía: “El ágil pincel de esta pintora ha sabido captar jugosamente la impresión de parajes tan gratos o veraneantes y a pintores”.

Por su parte, Luis de Fontes escribía: “La Srta. Milagro Daza, con una resolución que equivale a una consciente fe en sí misma, penetra en los secretos de la naturaleza para convertirlos en confidentes gozosamente iluminados… El gran acierto de la artista consiste en considerar el paisaje como una serie de elementos subordinados al espíritu de una obra escogida por su belleza singular. La artista ha querido presentarnos con los retratos la potencia de su vocación”.

A la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1941 presentó el óleo titulado Paisaje Guipuzcoano, que a tenor de la crítica estaba “resuelto con vibrante técnica impresionista”. Ignacio Valverde escribía en La Voz de España que “Milagro Daza busca en el paisaje la mejor hora, la mejor luz y penetra en él con el afán subjetivista que le proporciona no pocos aciertos, de tal modo que encuentra una modulación de colores muy completa”.

La crítica de Manuel Sánchez Camargo decía al respecto que “Sus paisajes están captados con fidelidad, trasladando al lienzo lo más difícil, el ambiente, su buen conocimiento del color se refleja en los acertados motivos que destacan con breve y precisa pincelada que revelan profunda sensibilidad y acertado tecnicismo, no aprendido en rutinaria “manera” si no producto de una predisposición innegable. Toda la obra de Milagro Daza posee una emotividad que parece traducida en los elementos que el paisaje eternamente brinda: árboles, agua, aire, están tratados en el sentimiento y fervor pictórico que revela a la artista en cualquier manifestación”.

Retrato de mujer

 

Vivía en aquella época en la calle General Mola, 8.

En 1942 participó en la exposición celebrada en los Salones de la Asociación de la Prensa de Madrid, con motivo de la Semana de Madrid, titulada I Exposición de Rincones y Costumbres de Madrid, con un cuadro del Retiro, que para Antonio de las Heras, de la Hoja Oficial del lunes “parece habérselo sacado de su fina sensibilidad con riente gozo para dejarlo en la tela como uno de sus mejores cuerdos de infancia e incorporarlo a los rincones de Madrid, donde sopla el viento poético”.

En 1942 logró la Primera Medalla de Plata de la II Exposición de Estampas de la Pasión, en la exposición celebrada en el Palacio de Bellas Artes.

En 1942 realizó una exposición en los Salones Macarrón que recibió interesantes críticas. Mariano de Ondarreta en el diario San Sebastián, escribía: “Milagro Daza, a la que Benlliure dio el tratamiento de gran artista, no es una pintora de paso. Esta artista madrileña, bien conocida en los centros artísticos y culturales por sus obras, se nos presenta con nuevos bríos. Son sus obras todas destacadas y dignas de elogio, desde sus paisajes hasta sus retratos, desde su pintura religiosa hasta la costumbrista. Tal es la obra de Milagro Daza, en ella queda acusada un temperamento hecho para el arte, reflejo de un alma inquieta, apasionada, que sabe dar realidad y arrancar la belleza natural para traerlo con la magia de sus pinceles a los cuadros y animarlos con ese aliento creador que tan bien expresa la vida natural”.

José Berruezo, en la Hoja del Lunes, comentaba: “No es lo corriente en pintoras abordar un tan amplio índice de temas como ofrece Milagro Daza, lo cual prueba su capacidad y su valentía que en modo alguno son audacia, sino vocación y dominio de un arte y de una técnica. No estamos pues ante la promesa sino frente a la realidad y esta realidad salta de lienzo en lienzo, del paisaje a la figura mostrando las calidades de un recio temperamento pictórico. Por eso precisamente Milagro Daza no conoce limitación en su arte y lo arranca de cualquier tema y lo ofrece en los más variados matices con una amplitud que para sí quisieran muchos consagrados”.

Pueblo, 1947

 

Asidua a exposiciones y concursos, se relacionó con los ambientes artísticos de la época.

En 1943 participó en la Exposición Femenina de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles, junto a otras socias de la AEPE como Rosario de Velasco, Margarita Frau, Carmen R. de Legísima, Carmen Martínez Kleisser…

En el año 1943 realizó una exposición individual en las Galerías Urquinaona de Barcelona. En el catálogo realizado con motivo de la muestra, se reseñaban algunas críticas de la artista.

Ese mismo año, presentó la obra titulada Las cuatro estaciones, a la Exposición Nacional de Bellas Artes y en la III Exposición de Estampas de la Pasión, celebrada en el Salón de Exposiciones del Círculo de Bellas Artes, con un cuadro “lleno de unción y piedad, demostración también de su positivo adelanto en la pintura”, se leía en el diario Pueblo.

Participó también en la IV Exposición de Estampas de la Pasión, celebrada en el Museo de Arte Moderno de Madrid en 1944.

En 1945 presenta obra a la Exposición de Flores y Bodegones que se celebró en el Museo de Arte Moderno, junto a otros artistas socios de la AEPE.

A la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1945 llevó la obra titulada La música. José Prados López, quien fuera el Secretario de la AEPE, aseguró en el diario Pueblo, que “Milagros Daza está este año más segura de sus problemas pictóricos, los cuales no evitó nunca, lo que hace elogiarla por lo que significa de progreso en su color, en su dibujo y en su totalidad armónica”.

En 1947 participa con un paisaje en la Exposición de la Asociación Hispano-Húngara, celebrada en los bajos del Ayuntamiento de Valencia.

En 1947 mereció unos párrafos en la columna del diario Pueblo, así como la reproducción de una de sus obras tituladas “Retrato”, con motivo de su Exposición de óleos y dibujos celebrada en el salón de la Sociedad de Amigos del Arte. En ella, el columnista defiende que “En la exposición de la sensible e inteligente Milagros Daza, hay unos cuadros de flores, algunos de los paisajes del Norte y un dibujo intitulado “Estudio”, que no obstante la timidez con que aún ejecuta la pintura, son suficientemente reveladores de excelentes posibilidades futuras. De Milagros Daza nos complace la timidez presente, pues en ello creo adivinar un íntimo deseo de modernas y generosas audacias artísticas”.

Y, 1942

 

En la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1948 obtuvo Tercera Medalla de Dibujo por la obra titulada “Pescadores”.

En la VI Exposición Nacional de Arte Sacro de 1949 consiguió la Medalla de Oro de Dibujo por la obra “Ave María”.

En la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1950 logrará la Segunda Medalla de Dibujo con la obra titulada Sibila, si bien presentó también un dibujo a lápiz titulado En el puerto.

Es una de las ilustradoras del “Catálogo Crítico de Libros Infantiles”, publicado con motivo de la Exposición de Bibliotecas Infantiles celebrada en la Biblioteca Nacional de Madrid, en marzo de 1951, en el que también aportaron ilustraciones otras socias de la AEPE como María Rosa Bendala y María de los Ángeles López-Roberts.

Participó en la muestra de Arte Contemporáneo Femenino organizada en el contexto del I Congreso Femenino Iberoamericano, por la Sección Femenina en el Círculo Cultural Medina de Madrid en junio de 1951, en el que participaban socias de la AEPE como Marisa Roesset, Rosario de Velasco, Teresa Condeminas, María Revenga, Justa Pagés, Mª Dolores Gómez Gil, Ana de Tudela…

A la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1952 presentó las obras Pescadoras, El puerto y el dibujo titulado Composición, mientras que a la de 1954 llevó el óleo El puerto y a la de 1957 la titulada Adoración.

En 1958 estuvo presente en la Exposición de Bellas Artes Pro Damnificados de Valencia, celebrada en la Sociedad de Amigos del Arte.

Isla de Santa Clara, San Sebastián

 

En 1965 participó en la Exposición de Imágenes y Objetos de la Semana Santa Madrileña celebrada en la Delegación Nacional de Sindicatos de Madrid.

Falleció en Madrid, en 2004.

Casada con Antonio Mantera Pérez de León.

La noche, obra presentada al XVI Salón de Otoño

 

Milagros Daza y la AEPE

La socia participó en distintas ediciones del Salón de Otoño:

XVI Salón de Otoño de 1942: La noche y El puerto

XVII Salón de Otoño de 1943: Retrato de señor, El Señor y la Magdalena y La muñeca

XVIII Salón de Otoño de 1944: Pleamar

XIX Salón de Otoño de 1945: Retrato

XX Salón de Otoño de 1946: Niños

Museo Cromática: la obra del mes de febrero de un socio de la AEPE

Edmundo Sanz-Gadea

Tras el convenio de colaboración firmado entre la AEPE y el Museo Cromática de Toledo, se han venido realizando una serie de actuaciones que incluía la cesión por dos meses íntegros al año, del espacio destinado para la realización de dos exposiciones individuales de los socios de la AEPE.

Mediante la convocatoria de proyectos expositivos para el año 2024-2025, se determinaba además que el Museo Cromática cedería el lienzo de una pared para exhibir, de forma mensual, una obra de un socio de la centenaria entidad, de manera que se ofrece una nueva oportunidad también para nuestros artistas.

Recordemos que por esta sección ya han pasado los artistas Ricardo Renedo, Héctor Acevedo, Sofía Cristina Jiménez, Ana Gutiérrez, Fernando García Monzón…

Bajo el título de La obra del mes, en este mes de febrero de 2025 se ha seleccionado una obra de Edmundo Sanz-Gadea, que nos presenta así el artista.

 

Primavera. Óleo sobre lienzo. 100×81 cms.

 

La obra representa la escultura “Primavera”, homenaje del ar@sta Rafael Miranda San Juan a las cubanas, situada en la Esquina de Malecón y Galiano en la ciudad de La Habana (Cuba). La impresionante escultura cuenta con ocho metros de altura, cuatro metros de ancho y dos toneladas de peso, mostrando un gigantesco rostro de mujer que mira al mar desde el Malecón. En lugar de cabellos, la mujer @ene en su cabeza mariposas, la flor nacional. La composición se completa con uno de los coches clásicos cubanos, coches americanos de los años cincuenta llamados coloquialmente almendrones.

 

Edmundo Sanz-Gadea

 

 

 

AÑO SANTIAGO DE SANTIAGO: En el 100 aniversario de su nacimiento

Socio de Honor

Vicepresidente de la AEPE

 

En 1982 presentó una escultura dedicada a Ernest Hemingway, la obra de la FIFA para el Mundial de Fútbol celebrado en España, y el monumento en honor a Santiago Bernabéu, en Madrid.

En 1989 esculpió el busto del creador de Aldeas Infantiles, Hermann Gmeiner, que fue descubierto por la Reina Sofía.

 

AÑO BOTÍ GAITÁN: En el 125 aniversario de su nacimiento

Socio de Honor

 

«Se ha dicho que Fray Angélico pintaba de rodillas sus Madonnas y que Regoyos se arrodillaba para pintar una col. ¿Y Rafael Botí? Temblando de emoción, con la sensación de un intruso. ¿No habéis presentido en la pintura de Rafael Botí algo así como una paz de claustro, la paz antigua de los jardines solos? Ello es debido al clima intimista que en todo se ofrece, a la amorosa soledad en que todo se ordena…Y allá al fondo, como esos pájaros invisibles que pueblan los huertos, al fondo de cualquiera de estos cuadros, se presiente, grave, un bordón y hasta puede que una copla

Antonio Manuel Campoy

 

La fuente del Olivo (Patio de los Naranjos,) Córdoba

 

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