Recordando… Nicanor Piñole Rodríguez

Obras, artistas, socios, pequeñas historias…

Por Mª Dolores Barreda Pérez

 

Nicanor Piñole Rodríguez

PIÑOLE RODRIGUEZ, Nicanor           P       1911(F  )       6.ene.1878      GIJON     GIJON      18.ene.1978

Socio Fundador de la AEPE

Autorretrato. Nicanor Piñole

 

Nicanor Pedro Vicente Piñole Rodríguez nació el 6 de enero de 1878 en Gijón.

Ingresó a los cuatro años en el colegio de monjas del Santo Ángel de Gijón, ​ y con doce pasó al Colegio de la Inmaculada, que en aquel entonces dependía aún del Real Instituto Jovellanos para sus estudios de segunda enseñanza, y que acababa de ser inaugurado en 1890, bajo la dirección de los jesuitas.

Con 14 años, en 1892, se traslada con su tío a Madrid para comenzar su formación artística en la  Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde tuvo como profesores a los también socios de la AEPE, Carlos de Haes, Dióscoro de la Puebla, Antonio Muñoz Degrain, Alejandro Ferrant y Fischermans y Nemesio Lavilla.

Así obtendría un premio especial de paisaje en 1897, ingresando en el estudio de Alejandro Ferrant, donde entabló amistad con los socios hermanos Valentín y Ramón Zubiaurre y Cristóbal Ruiz.

Tras un breve período en su ciudad natal, en 1900 se trasladó a Roma, donde compartió un estudio con Gili y Roig en Villa Straufera y fue asiduo del Círculo Internacional de Bellas Artes. Las experiencias vividas en Roma y su paso previo por París ejercieron una influencia determinante en su obra. En esta época conoce también en Francia al que habría de ser su gran amigo Pablo Picasso, dándose la circunstancia de que el primer premio que obtuvo Piñole lo compartió con él. Sin embargo, no tenía demasiado interés en continuar en París.

Autorretratos del artista

 

En este período, su personalidad artística queda plenamente definida en Familia pobre que presentó a la Exposición de Arte Moderno celebrada en Roma en 1902, a la Nacional de 1904 y a la Internacional de Buenos Aires de 1910, donde obtuvo una Medalla de Bronce. El tema central es una maternidad recogida y melancólica en la que Piñole deja constancia de su opción estética, basada en la sobriedad cromática, con un dominio de tonos ocres delicadamente matizados, y una sabia aplicación de las manchas de color que estructuran sólidamente el conjunto de la composición.

En 1902 regresó a Gijón, donde estableció su residencia definitiva, alternándola con prolongadas visitas a Madrid, ciudad en la que frecuentó tanto el Círculo de Bellas Artes, como las tertulias madrileñas de renovación artística. En estos lugares, trabó amistad con figuras tan representativas como Santiago Rusiñol, Ricardo Baroja y Miguel Anselmo Nieto, entre otros.

Vinculado a los concejos de Gijón y Carreño, y muy especialmente a la Quinta de Chor, residencia estival del pintor, cultivó con asiduidad la pintura de paisaje al aire libre. Son obras de pequeño formato, pintadas al óleo sobre cartón, en las que el soporte adquiere protagonismo cuando la pincelada se alarga y aligera de materia, en contraste con otras zonas en las que el trazo es más rico en empaste, corto y dinámico. Son visiones vitales y hedonistas, con una clara delimitación entre la zona ajardinada y la naturaleza abierta del valle de Prendes, que le servirán para desarrollar obras de mayor envergadura, alguna de las cuales presentó a la Exposición Nacional de 1904.

Retrato de Manuel Prendes

Familia pobre

La calle de los Moros al caer la tarde

A partir de 1912, con motivo de sus excursiones al puerto de Tarna y Pajares, comenzó a pintar sus primeros paisajes de montaña, tema que será recurrente en su producción posterior y muy especialmente a partir de 1941, cuando inició su amistad con José Ramón Lueje y se integró en la Agrupación Montañera Astur Torrecerredo. En ellos parte de una observación rigurosa de la realidad, pero trasciende su descripción meticulosa, en favor de lo esencial de una naturaleza intensamente vivida.

El retrato es otro de los géneros que Piñole cultivó con mayor asiduidad. De primera época son una espléndida serie de retratos de su madre, Brígida Rodríguez Prendes, sus tíos, Manuel y Manuela Prendes, sus primos y amigos más íntimos, protagonistas absolutos de gran número de dibujos con los que el pintor perseguía la rápida comprensión de lo esencial del carácter. Estos trabajos harán posible la extraordinaria profundidad psicológica y perfección técnica de sus retratos al óleo. En este género, Piñole es un claro exponente de la tendencia velazqueña que dominaba la pintura de aquellos años, especialmente destacable en el retrato que pintó a su tío Manuel Prendes en 1914, con el que obtuvo una Segunda Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1917. A la influencia de Velázquez, incorporó la de Goya, cuyas obras copió en el Museo del Prado, y muy especialmente la de James McNeill Whistler, cuyos retratos pudo admirar a su paso por París. En ellos se inspiró para los retratos de Félix Fernández Balbuena y Felipe Mon Camarasa que presentó a la Nacional de 1912, y para el de sus primos Ramón y Pepita Prendes de 1904, uno de sus mejores retratos. La austeridad de la paleta, la ligereza de la capa pictórica, que deja entrevista la textura de la trama del soporte, y las composiciones meticulosamente estudiadas, son algunas de las características más destacadas. Además, dentro de este género cabe destacar los numerosos autorretratos que realizó a lo largo de toda su vida con técnicas diversas, como lápiz, pastel, acuarela, tinta y óleo.

Las romerías y otras escenas de carácter popular, rural o marinero, fueron abordadas por Piñole en obras de gran formato, en la mayor parte de los casos concebidas para ser presentadas a las Exposiciones Nacionales.

El tratamiento retratístico de los personajes y la fidelidad en la recreación paisajística, destaca en estas composiciones, sólidamente construidas, con las que el pintor perseguía una visión renovada de los temas regionalistas que se alejara definitivamente de la pintura realista costumbrista de finales de siglo. Marineros en el puerto de Gijón (1906), La barraca (1916), De promesa al Cristo de Candás (1920), Recogiendo la manzana (1922), La primavera (1924), La hija del patrón (1924) y Estibadores (1927), son algunas de las obras más significativas con las que Piñole participó no sólo en las Nacionales, sino también en los llamados frentes de vanguardia, como la exposición celebrada en Madrid, en 1925, por la Sociedad de Artistas Ibéricos y las promovidas por la Fundación Carnegie de Pittsburgh en Estados Unidos.

Paisaje desde la Quinta de Chor

Segando hierba

Subiendo la montaña

 

Frente a ellas, destacan sus obras más íntimas, aquellas que se inspiran en la realidad cotidiana, en la que Piñole buscaba captar la belleza del pequeño detalle, en un canto poético que no está exento de melancolía.

Son escenas de la vida cotidiana familiar, de mujeres charlando en la playa y de niños en rincones urbanos, en las que priman unos valores formales que dotan a la obra de un profundo lirismo. En algunas, como Bazar o vida gris (1929), los objetos adquieren un inquietante significado, una presencia que va desplazando al elemento humano hasta llegar a la serie de “naturalezas muertas” que pintó entre 1927 y 1935, con la ayuda de unos muñecos articulados. Son obras que se vinculan a las corrientes plástico-literarias en boga a finales de la década de 1920, con las que Piñole entró en contacto a través del poeta Gerardo Diego.

A partir de la Guerra Civil el pintor se retiró definitivamente a Gijón, donde vivió junto a su madre, de la que realizó un magnífico retrato en 1951. El final de la contienda marcó el inicio de un período tranquilo y de aislamiento, dedicado a la pintura, que se verá interrumpido en la década de 1950 por la llegada del reconocimiento oficial.

Recogiendo la manzana

La Rula

Bueyes en la Plaza de Cibeles

En el puerto de Gijón

 

Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes y Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio

En 1972 Nicanor Piñole se casó con la asturiana Enriqueta Ceñal Costales (1924-1994), teniendo ella 49 años y él 94, aunque su relación se originó en 1942. Ella donó al Ayuntamiento de Gijón más de 700 obras y objetos del autor, con los que se inauguraría en 1991 el Museo Nicanor Piñole, en el antiguo edificio del Asilo Pola.

Falleció el 18 de enero de 1978 en Gijón, siendo enterrado en el cementerio de Ceares.

Su obra se adscribe al postimpresionismo y junto a Evaristo Valle, se le considera el principal responsable de la renovación del panorama artístico regional asturiano, y se expone en el Museo Nicanor Piñole de Gijón.

 

La fuente

Corpus en Carrió

Retrato de doña Brígida Rodríguez

 

Nicanor Piñole y la AEPE                            

Participó en el XV Salón de Otoño de 1931 con la obra titulada Bazar

Desnudo

Catedral

Rafael y Pepita Prendes

La Gran Vía

Londres

De promesa al Cristo de Candás

La vuelta de la romería

Pepita en la playa

El refugio

El torito

Romería

El viejo autobús

Estibadores

Distintas fotografías del artista en su madurez

 

Museo Nicanor Piñole

 

Plaza de Europa, 28, Centro

33205 Gijón

Asturias

Martes a viernes: 9.30 a 14.00 y de 17.00 a 19.30 horas,
Sábados, domingos y festivos: de 10.00 a 14.00 y de 17.00 a 19.30 horas.
Cierre: Todos los lunes del año. 1 y 6 de enero, martes de carnaval, 15 de agosto, 24, 25 y 31 de diciembre.

Creado en 1991 para acoger la colección de pinturas y dibujos que la viuda de Nicanor Piñole, Enriqueta Ceñal Costales, donó a la ciudad de Gijón. Su misión principal  es el estudio, conservación y difusión de la obra de este artista, uno de los principales responsables de la renovación de la pintura asturiana en el primer tercio del siglo XX.

Ubicado en  el antiguo Asilo Pola, la exposición permanente presenta una  amplia selección de óleos, bocetos, apuntes y dibujos de Nicanor Piñole, siguiendo criterios cronológicos y temáticos. Junto a las obras más relevantes de su carrera artística, se exponen objetos personales y una amplia selección dibujos que ofrecen una visión intimista del artista y de su entorno familiar.

El fondo  del museo lo integran la colección donada por la viuda del pintor y los depósitos del Museo Casa Natal de Jovellanos, Museo de Bellas Artes de Asturias y Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.

Dentro de la colección se encuentran representados todos los géneros que Piñole cultivó a lo largo de su dilatada trayectoria artística, el retrato, fundamentalmente autorretratos y retratos familiares, el paisaje, las naturalezas muertas y las escenas de carácter costumbrista, temática en la que aborda de forma original y renovadora el paisaje y paisanaje asturianos.

Un aspecto destacado de la colección del museo son los más de cinco mil dibujos, bocetos, apuntes, diseños de cartel, ilustraciones, etc. que aportan las claves fundamentales para interpretar  el proceso creativo de este artista de marcada vocación realista.

La colección pone de manifiesto la maestría del artista en el retrato, género que cultivó a lo largo de toda su carrera artística. Los más de trescientos autorretratos, además de los retratos de su madre y otros miembros de su familia, destacan por la captación psicológica de los modelos y por la delicada mirada que proyecta sobre los mismos.

El museo cuenta a su vez con una serie de objetos personales del artista entre los que destacan sus útiles de pintura, las medallas y reconocimiento que recibe a lo largo de su carrera, el archivo fotográfico de la familia,  su biblioteca y el mobiliario de su casa.

 

Las Medallas de la AEPE: Juan Cristóbal

Por Mª Dolores Barreda Pérez

Después de ver cómo y cuándo nació la Medalla de la Asociación de Pintores y Escultores, vamos a seguir conociendo más acerca de los galardones en los que se otorga actualmente, con sus correspondientes denominaciones.

Medalla de Pintura Juan Cristóbal

del Salón de Arte Realista

En el año 2015, la Junta Directiva de la Asociación Española de Pintores y Escultores creó el Salón de Arte Realista, en contraposición del Salón de Arte Abstracto, que se ha convertido ya en una de las más esperadas convocatorias de la centenaria entidad, nacido para hacer de este arte una continua experiencia creadora que aporta todo tipo de conocimientos y la belleza de otra realidad, que sólo está en las manos de los artistas.

En 2017 y gracias a la propuesta que realizara el Presidente de la AEPE, José Gabriel Astudillo, bajo el título de “La plenitud de los nombres”, se acordaba la reorganización de los premios y galardones que otorgaba la institución en los distintos certámenes y concursos habituales. En el caso del Salón de Arte Realista, y como en el resto de las ocasiones con el ánimo de honrar la memoria de los fundadores de la AEPE, se instituyeron los premios: Medalla de Pintura José Villegas Cordero y Medalla de Escultura Juan Cristóbal.

 

JUAN CRISTOBAL GONZALEZ QUESADA

 

GONZALEZ DE QUESADA, Juan Cristobal      E    1928 24.may.1898           OHANES(Almeria)      GRANADA/MADRID            19.set.1961

 

Juan Cristóbal González Quesada, conocido como Juan Cristóbal, nació el 25 de mayo de 1896 en Ohanes, Almería. Cuando contaba con 10 años, su padre emigra a Argentina y el resto de la familia se traslada a vivir a casa de una tía en Granada.

En 1908 comienza a trabajar de botones en el Centro Artístico y Literario de Granada, y un año después, ingresa en el estudio del escultor Nicolás Prados Benítez y en la Escuela de Artes y Oficios de Granada.

Al año siguiente, obtiene la Primera Medalla de la Exposición de Escultores Noveles, organizada por la Sociedad Filarmónica de Granada.

Juan Cristóbal en su juventud

 

En 1913, en el Centro Artístico de Granada, realizó su primera exposición, siendo descubierto por el escultor francés Daniel Backe y por Natalio Rivas, que le ofrece su protección, creándose desde ese momento una relación casi paterno-filial durante el resto de sus vidas.

Consigue una beca del Ayuntamiento, Diputación de Granada y Centro Artístico y Literario de Granada para estudiar en la Escuela de Bellas Artes en Madrid, a donde se traslada a vivir en 1914, ingresando en el estudio de Mariano Benlliure, uno de los Socios Fundadores de la Asociación de Pintores y Escultores, durante un breve tiempo.

Su primer estudio estaba situado en una buhardilla de la calle Atocha 151, que sirvió de refugio a jóvenes intelectuales granadinos como Ismael González de la Serna, Manuel Ángeles Ortiz y Miguel Pizarro.

Retratando a Natalio Rivas en Granada

 

Durante sus estudios, entabla amistad con artistas como Antonio Vila Arrufat, Timoteo Pérez Rubio, Ramón Acín, Paulino Vicente, los arquitectos Emilio Castro, Enrique Colás, Adolfo Blanco, y los escultores Moisés Huertas, Fructuoso Orduña, José Ortells y Julio Vicent, todos ellos Socios y Fundadores de la Asociación de Pintores y Escultores.

En 1917 expone por primera vez en el Ateneo de Madrid, junto a su amigo el pintor Ismael de la Serna, inaugura su primer Monumento en el Puente Internacional de Irún (Guipúzcoa) y recibe el encargo del Monumento a Ángel Ganivet del Ayuntamiento de Granada.

Durante esos años, participa en numerosas exposiciones nacionales y certámenes internacionales de todo tipo, obteniendo la Segunda Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1917.

En su estudio de la Calle Londres de Madrid

 

El Ministerio de Instrucción Pública le concede una bolsa de viaje junto a Nicanor Piñole, Ricardo Urgell, Jesús Corredoira y Leandro Oroz.

A partir de 1918 recibe numerosos encargos y proyectos que le proporcionan una estabilidad económica.

Imagen aparecida en La Esfera

 

En 1919 traslada su estudio a la calle Don Ramón de la Cruz, 56 y en 1931 a la calle Londres, 44 de Madrid, que realizara el arquitecto Emiliano Castro.

Curiosamente hoy, en este número de la Gaceta de Bellas Artes correspondiente al mes de junio de 2020, se entrelazan las historias de Juan Cristóbal y de Mª Teresa Jiménez de Blas, la artista socia de la AEPE cuya biografía descubrimos también en este ejemplar, por ser vecinos del Madrid Moderno.

Juan Cristóbal en una fotografía de 1934, en su estudio

 

En 1920 contrae matrimonio con Juana Granel, del que nacerán seis hijos: Luisa, Rafaela, Micaela, Manuela, Teresa Cristobalina y Juan Cristóbal.

Tras una intensa actividad realizando esculturas y monumentos por toda la geografía nacional, obtiene la Primera Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes.

La gitana Elvira

 

En 1923 comienza a ser jurado en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, bienales y concursos, junto a otros miembros de la Asociación de Pintores y Escultores como Mariano Benlliure, Victorio Macho, Juan Adsuara, Fructuoso Orduña, Moisés Huertas, Julio Vicente, José Ortells…

En 1926 inauguró en Salamanca el Monumento a Gabriel y Galán, realizando para el Círculo de Bellas Artes de Madrid el Alto Relieve La Música.

Trabajando en el busto de Goya para San Antonio de La Florida, de Madrid

 

Muy activo en la vida cultural y artística de España, participó en innumerables homenajes a pintores y escultores de su época, actos solidarios, e incontables iniciativas relacionadas con el mundo de las bellas artes.

En 1928 es invitado por el Gobierno de la Unión Soviética a visitar el país junto a Ramón Pérez de Ayala, Gregorio Marañon, Hernández Catá, Clemente de Diego, Anselmo Miguel Nieto.

Monumento a Zuloaga, Madrid

 

En estos años se reunían en su estudio de Don Ramón de la Cruz, asiduamente, un amplio círculo de amistades entre otros Ignacio Zuloaga, Julio Camba, Julio Romero de Torres, Rafael Penagos, Enrique de Mesa, Anselmo Miguel Nieto, Emiliano Barral, Lorenzo Domínguez, Ramón Pérez de Ayala, Casto Fernández – Shaw, Emiliano Castro…

Monumento a Ángel Ganivet

En 1930, con motivo de una excursión a Los Toros de Guisando y Cadalso de los Vidrios, de homenaje a Ramón Pérez de Ayala por haber sido nombrado académico de la Lengua, Juan Cristóbal descubre el Palacio de los Duques de Frías, adquiriendo, posteriormente, a Rafael Carlevaris la primera parcela del monumento, iniciando desde ese momento su restauración y conservación.

Victoria, portada de la Gaceta de Bellas Artes de julio de 1924

 

En esos años, es nombrado Vocal del Patronato del Museo de Arte Moderno.  
Cofundador en 1933 de la Asociación de Amigos de la Unión Soviética, fue recibido en distintas ocasiones por el Presidente del Gobierno, Manuel Azaña, con quien mantuvo estrecha amistad.

En 1934 la Real Academia de Bellas Artes le concede una beca para estudiar en Roma, costeada por el Legado del Conde de Cartagena, si bien se verá obligado a renunciar por motivos personales.

Cabeza (mármol)

 

Llevó a cabo la restauración de la estatua de Felipe III (Plaza Mayor de Madrid), de Juan de Bolonia (Giambolagna) y Pedro de Taca, regalo del gran Duque de Florencia Cosme de Medicis a Felipe III, tras el atentado sufrido el 14 de Abril de 1931, teniendo que reconstruir la cabeza del caballo, la grupa y la figura de Felipe III, siendo reinstalada la estatua el 23 de Agosto de 1934 en La Plaza Mayor.

Pasó la guerra civil en Madrid.

Princesita de ojos azules, obra presentada al I Salón de Otoño

 

En 1940 cede un tercio del Molino Burleta a Ignacio Zuloaga y otro a José Minguijon, con la intención de crear un Museo Cervantino.

Destacan la exposición organizada en 1958 en la Biblioteca Nacional de Madrid, la de 1972 del Círculo de Bellas Artes, institución para la que había creado en los años 30 la imagen de la Sibila Casandra, o la celebrada en el Palacio de Carlos V de Granada. En los últimos años de su vida, instaló su estudio en Ávila, donde vivió y trabajó hasta morir en la cercana población madrileña de Cadalso de los Vidrios el 19 de septiembre de 1961.

El artista junto al monumento a El Cid, de Burgos

 

Juan Cristóbal trabajaba piedra, bronce y madera. En su estilo confluyen el helenismo y el quattrocento italiano más clásicos con las corrientes contemporáneas, combinando asimismo en su lenguaje el simbolismo y el realismo.

Se especializó en arte urbano e imágenes monumentales. Son obra suya, entre otras muchas, el majestuoso Cid Campeador a caballo de Burgos, el monumento a Julio Romero de Torres de Córdoba o las estatuas de Manuel de Falla y Ángel Ganivet de Granada. También retrató a Indalecio Prieto o Ramón Pérez de Ayala.

En 2001 el Ayuntamiento de Cadalso de los Vidrios nombró a Juan Cristóbal “Hijo Adoptivo de la Villa” a título póstumo.

Desnudo

 

En el 2002 la Real Academia de Bellas Artes Nuestra Señora de las Angustias de Granada, creó la Medalla de Bellas Artes, Escultura, “Juan Cristóbal”.

En 2019, el Ayuntamiento de Madrid, colocó una placa en memoria del escultor en el número 87 de la madrileña calle de José Ortega y Gasset, lugar donde más tiempo vivió Juan Cristobal en la capital.

Al acto, asistieron familiares del escultor, amigos de la familia y representantes de grupos políticos del Ayuntamiento y el Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, José Gabriel Astudillo, invitado especialmente por la familia.

Retrato del pintor Pérez Rubio

 

Por su estudio han pasado alumnos que han terminado siendo grandes artistas, como como el escultor Emiliano Barral, a quien conoció haciendo el servicio militar, el pintor y escultor .

Tras la guerra y hasta su muerte, siguió siendo el de siempre, pero haciendo cierta revisión de los criterios plásticos y de representación contra los que él y su generación se habían definido en su juventud: naturalismo, abocetamiento, cierto carácter narrativo y hasta cierta retórica decimonónica.

Retrato de Goya

 

Pero lo que más siguió haciendo fueron bustos y cabezas, casi todos retratos, reflejo del ancho mundo de sus amistades, que, como antes de la guerra, incluía a muchos de los principales protagonistas de la vida cultural y social de Madrid.

Hombre apasionado, vital en extremo, que vivió intensamente la amistad y el amor, a su muerte dejó un generalizado sentimiento de humanidad y simpatía, así como el recuerdo de un tiempo que, en la España de entonces, empezaba a parecer muy lejano.

Retrato de José María Pemán

 

Juan Cristóbal y la AEPE

* Participo en el I Salón de Otoño de 1920, inscrito como Cristóbal, D. Juan; natural de Granada; reside en Madrid, calle de Don Ramón de la Cruz, número 56. Al mismo, presentó las obras:

889.- “Princesita de los ojos azules” (bronce)

890.- “El hombre sin ojos” (piedra).

* Al VI Salón de Otoño de 1925, en el que figuró inscrito de la misma manera,  presentó el mármol

420.- “Un Ángel”.

Protagoniza la portada de la Gaceta de Bellas Artes de la Asociación de Pintores y Escultores del 1 de julio de 1924, en donde Pedro G. Camio firmaba un artículo bajo el epígrafe de “Artistas contemporáneos”

En la Gaceta de Bellas Artes de junio de 1930, Bernardino de Pantorba firma un artículo en el que reconoce a Juan Cristóbal como “un escultor de su tiempo… que conoce la curva que trazan en la historia los diversos estilos escultóricos, y en vez de fijarse en uno de ellos, para seguirlo ciegamente, procura la alianza de todos, hasta lograr una síntesis equilibrada. Sus obras tienen, como casi todas las buenas obras de nuestro siglo, un acento nuevo al par que viejo”…

Juan Cristóbal fue Vocal de la Junta Directiva de la AEPE en 1929. Fue nombrado como Jurado para la Exposición Nacional de 1930 y actuó de Jurado en el IX Salón de Otoño. Siempre que se solicitó su ayuda y colaboración para la entidad, cumplió su cometido.

Juan Cristóbal

Retrato de Julio Romero de Torres

 

El Museo Juan Cristóbal en Cadalso de los Vidrios

El recientemente restaurado Palacio de Villena alberga las obras más representativas de Juan Cristóbal que posee la familia del artista

 

 

 

Webgrafía y bibliografía

https://juancristobalescultor.es/biografia-1896-1920/

https://ceres.mcu.es/pages/ResultSearch?Museo=MNEV&txtSimpleSearch=P%EDo%20del%20R%EDo%20Hortega&simpleSearch=0&hipertextSearch=1&search=simple&MuseumsSearch=MNEV%7C&MuseumsRolSearch=15&listaMuseos=[Museo%20Nacional%20de%20Escultura]

https://dbe.rah.es/biografias/13443/juan-gonzalez-quesada

«Juan Cristóbal», Chueca Goitia, F., 1965, Madrid

«Diccionario de pintores y escultores españoles del siglo XX», Editorial Forum Artis. Texto de Manuel Ruiz Ruiz

«La escultura española contemporánea 1800-1978». José María Medina. Editorial Edarcón, 1978,Madrid

«Arte español siglo XX. Colección Ars Hispanae». Juan Antonio Gaya Nuño, Editorial Plus Ultra, 1978, Madrid

«La escultura española contemporánea». Juan Antonio Gaya Nuño, Editorial Guadarrama, 1957, Madrid

«Historia de las Exposiciones de Bellas Artes celebradas en España». Bernardino de Pantorbo, Editorial Roma, 1985, Madrid

«Vida y obra de Ignacio Zuloaga». Enrique Lafuente Ferrari. Revista de Occidente 1972, Madrid

«Cuadernos Ignacio Zuloaga», Casa Museo Ignacio Zuloaga, Zumaya, Guipúzcoa, AAVV

Archivo Histórico “Bernardino de Pantorba” de la Asociación Española de Pintores y Escultores

www.gacetadebellasartes.es

www.salondeotoño.es

 

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