Las Medallas de la AEPE: Juan Cristóbal

Por Mª Dolores Barreda Pérez

Después de ver cómo y cuándo nació la Medalla de la Asociación de Pintores y Escultores, vamos a seguir conociendo más acerca de los galardones en los que se otorga actualmente, con sus correspondientes denominaciones.

Medalla de Pintura Juan Cristóbal

del Salón de Arte Realista

En el año 2015, la Junta Directiva de la Asociación Española de Pintores y Escultores creó el Salón de Arte Realista, en contraposición del Salón de Arte Abstracto, que se ha convertido ya en una de las más esperadas convocatorias de la centenaria entidad, nacido para hacer de este arte una continua experiencia creadora que aporta todo tipo de conocimientos y la belleza de otra realidad, que sólo está en las manos de los artistas.

En 2017 y gracias a la propuesta que realizara el Presidente de la AEPE, José Gabriel Astudillo, bajo el título de “La plenitud de los nombres”, se acordaba la reorganización de los premios y galardones que otorgaba la institución en los distintos certámenes y concursos habituales. En el caso del Salón de Arte Realista, y como en el resto de las ocasiones con el ánimo de honrar la memoria de los fundadores de la AEPE, se instituyeron los premios: Medalla de Pintura José Villegas Cordero y Medalla de Escultura Juan Cristóbal.

 

JUAN CRISTOBAL GONZALEZ QUESADA

 

GONZALEZ DE QUESADA, Juan Cristobal      E    1928 24.may.1898           OHANES(Almeria)      GRANADA/MADRID            19.set.1961

 

Juan Cristóbal González Quesada, conocido como Juan Cristóbal, nació el 25 de mayo de 1896 en Ohanes, Almería. Cuando contaba con 10 años, su padre emigra a Argentina y el resto de la familia se traslada a vivir a casa de una tía en Granada.

En 1908 comienza a trabajar de botones en el Centro Artístico y Literario de Granada, y un año después, ingresa en el estudio del escultor Nicolás Prados Benítez y en la Escuela de Artes y Oficios de Granada.

Al año siguiente, obtiene la Primera Medalla de la Exposición de Escultores Noveles, organizada por la Sociedad Filarmónica de Granada.

Juan Cristóbal en su juventud

 

En 1913, en el Centro Artístico de Granada, realizó su primera exposición, siendo descubierto por el escultor francés Daniel Backe y por Natalio Rivas, que le ofrece su protección, creándose desde ese momento una relación casi paterno-filial durante el resto de sus vidas.

Consigue una beca del Ayuntamiento, Diputación de Granada y Centro Artístico y Literario de Granada para estudiar en la Escuela de Bellas Artes en Madrid, a donde se traslada a vivir en 1914, ingresando en el estudio de Mariano Benlliure, uno de los Socios Fundadores de la Asociación de Pintores y Escultores, durante un breve tiempo.

Su primer estudio estaba situado en una buhardilla de la calle Atocha 151, que sirvió de refugio a jóvenes intelectuales granadinos como Ismael González de la Serna, Manuel Ángeles Ortiz y Miguel Pizarro.

Retratando a Natalio Rivas en Granada

 

Durante sus estudios, entabla amistad con artistas como Antonio Vila Arrufat, Timoteo Pérez Rubio, Ramón Acín, Paulino Vicente, los arquitectos Emilio Castro, Enrique Colás, Adolfo Blanco, y los escultores Moisés Huertas, Fructuoso Orduña, José Ortells y Julio Vicent, todos ellos Socios y Fundadores de la Asociación de Pintores y Escultores.

En 1917 expone por primera vez en el Ateneo de Madrid, junto a su amigo el pintor Ismael de la Serna, inaugura su primer Monumento en el Puente Internacional de Irún (Guipúzcoa) y recibe el encargo del Monumento a Ángel Ganivet del Ayuntamiento de Granada.

Durante esos años, participa en numerosas exposiciones nacionales y certámenes internacionales de todo tipo, obteniendo la Segunda Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1917.

En su estudio de la Calle Londres de Madrid

 

El Ministerio de Instrucción Pública le concede una bolsa de viaje junto a Nicanor Piñole, Ricardo Urgell, Jesús Corredoira y Leandro Oroz.

A partir de 1918 recibe numerosos encargos y proyectos que le proporcionan una estabilidad económica.

Imagen aparecida en La Esfera

 

En 1919 traslada su estudio a la calle Don Ramón de la Cruz, 56 y en 1931 a la calle Londres, 44 de Madrid, que realizara el arquitecto Emiliano Castro.

Curiosamente hoy, en este número de la Gaceta de Bellas Artes correspondiente al mes de junio de 2020, se entrelazan las historias de Juan Cristóbal y de Mª Teresa Jiménez de Blas, la artista socia de la AEPE cuya biografía descubrimos también en este ejemplar, por ser vecinos del Madrid Moderno.

Juan Cristóbal en una fotografía de 1934, en su estudio

 

En 1920 contrae matrimonio con Juana Granel, del que nacerán seis hijos: Luisa, Rafaela, Micaela, Manuela, Teresa Cristobalina y Juan Cristóbal.

Tras una intensa actividad realizando esculturas y monumentos por toda la geografía nacional, obtiene la Primera Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes.

La gitana Elvira

 

En 1923 comienza a ser jurado en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, bienales y concursos, junto a otros miembros de la Asociación de Pintores y Escultores como Mariano Benlliure, Victorio Macho, Juan Adsuara, Fructuoso Orduña, Moisés Huertas, Julio Vicente, José Ortells…

En 1926 inauguró en Salamanca el Monumento a Gabriel y Galán, realizando para el Círculo de Bellas Artes de Madrid el Alto Relieve La Música.

Trabajando en el busto de Goya para San Antonio de La Florida, de Madrid

 

Muy activo en la vida cultural y artística de España, participó en innumerables homenajes a pintores y escultores de su época, actos solidarios, e incontables iniciativas relacionadas con el mundo de las bellas artes.

En 1928 es invitado por el Gobierno de la Unión Soviética a visitar el país junto a Ramón Pérez de Ayala, Gregorio Marañon, Hernández Catá, Clemente de Diego, Anselmo Miguel Nieto.

Monumento a Zuloaga, Madrid

 

En estos años se reunían en su estudio de Don Ramón de la Cruz, asiduamente, un amplio círculo de amistades entre otros Ignacio Zuloaga, Julio Camba, Julio Romero de Torres, Rafael Penagos, Enrique de Mesa, Anselmo Miguel Nieto, Emiliano Barral, Lorenzo Domínguez, Ramón Pérez de Ayala, Casto Fernández – Shaw, Emiliano Castro…

Monumento a Ángel Ganivet

En 1930, con motivo de una excursión a Los Toros de Guisando y Cadalso de los Vidrios, de homenaje a Ramón Pérez de Ayala por haber sido nombrado académico de la Lengua, Juan Cristóbal descubre el Palacio de los Duques de Frías, adquiriendo, posteriormente, a Rafael Carlevaris la primera parcela del monumento, iniciando desde ese momento su restauración y conservación.

Victoria, portada de la Gaceta de Bellas Artes de julio de 1924

 

En esos años, es nombrado Vocal del Patronato del Museo de Arte Moderno.  
Cofundador en 1933 de la Asociación de Amigos de la Unión Soviética, fue recibido en distintas ocasiones por el Presidente del Gobierno, Manuel Azaña, con quien mantuvo estrecha amistad.

En 1934 la Real Academia de Bellas Artes le concede una beca para estudiar en Roma, costeada por el Legado del Conde de Cartagena, si bien se verá obligado a renunciar por motivos personales.

Cabeza (mármol)

 

Llevó a cabo la restauración de la estatua de Felipe III (Plaza Mayor de Madrid), de Juan de Bolonia (Giambolagna) y Pedro de Taca, regalo del gran Duque de Florencia Cosme de Medicis a Felipe III, tras el atentado sufrido el 14 de Abril de 1931, teniendo que reconstruir la cabeza del caballo, la grupa y la figura de Felipe III, siendo reinstalada la estatua el 23 de Agosto de 1934 en La Plaza Mayor.

Pasó la guerra civil en Madrid.

Princesita de ojos azules, obra presentada al I Salón de Otoño

 

En 1940 cede un tercio del Molino Burleta a Ignacio Zuloaga y otro a José Minguijon, con la intención de crear un Museo Cervantino.

Destacan la exposición organizada en 1958 en la Biblioteca Nacional de Madrid, la de 1972 del Círculo de Bellas Artes, institución para la que había creado en los años 30 la imagen de la Sibila Casandra, o la celebrada en el Palacio de Carlos V de Granada. En los últimos años de su vida, instaló su estudio en Ávila, donde vivió y trabajó hasta morir en la cercana población madrileña de Cadalso de los Vidrios el 19 de septiembre de 1961.

El artista junto al monumento a El Cid, de Burgos

 

Juan Cristóbal trabajaba piedra, bronce y madera. En su estilo confluyen el helenismo y el quattrocento italiano más clásicos con las corrientes contemporáneas, combinando asimismo en su lenguaje el simbolismo y el realismo.

Se especializó en arte urbano e imágenes monumentales. Son obra suya, entre otras muchas, el majestuoso Cid Campeador a caballo de Burgos, el monumento a Julio Romero de Torres de Córdoba o las estatuas de Manuel de Falla y Ángel Ganivet de Granada. También retrató a Indalecio Prieto o Ramón Pérez de Ayala.

En 2001 el Ayuntamiento de Cadalso de los Vidrios nombró a Juan Cristóbal “Hijo Adoptivo de la Villa” a título póstumo.

Desnudo

 

En el 2002 la Real Academia de Bellas Artes Nuestra Señora de las Angustias de Granada, creó la Medalla de Bellas Artes, Escultura, “Juan Cristóbal”.

En 2019, el Ayuntamiento de Madrid, colocó una placa en memoria del escultor en el número 87 de la madrileña calle de José Ortega y Gasset, lugar donde más tiempo vivió Juan Cristobal en la capital.

Al acto, asistieron familiares del escultor, amigos de la familia y representantes de grupos políticos del Ayuntamiento y el Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, José Gabriel Astudillo, invitado especialmente por la familia.

Retrato del pintor Pérez Rubio

 

Por su estudio han pasado alumnos que han terminado siendo grandes artistas, como como el escultor Emiliano Barral, a quien conoció haciendo el servicio militar, el pintor y escultor .

Tras la guerra y hasta su muerte, siguió siendo el de siempre, pero haciendo cierta revisión de los criterios plásticos y de representación contra los que él y su generación se habían definido en su juventud: naturalismo, abocetamiento, cierto carácter narrativo y hasta cierta retórica decimonónica.

Retrato de Goya

 

Pero lo que más siguió haciendo fueron bustos y cabezas, casi todos retratos, reflejo del ancho mundo de sus amistades, que, como antes de la guerra, incluía a muchos de los principales protagonistas de la vida cultural y social de Madrid.

Hombre apasionado, vital en extremo, que vivió intensamente la amistad y el amor, a su muerte dejó un generalizado sentimiento de humanidad y simpatía, así como el recuerdo de un tiempo que, en la España de entonces, empezaba a parecer muy lejano.

Retrato de José María Pemán

 

Juan Cristóbal y la AEPE

* Participo en el I Salón de Otoño de 1920, inscrito como Cristóbal, D. Juan; natural de Granada; reside en Madrid, calle de Don Ramón de la Cruz, número 56. Al mismo, presentó las obras:

889.- “Princesita de los ojos azules” (bronce)

890.- “El hombre sin ojos” (piedra).

* Al VI Salón de Otoño de 1925, en el que figuró inscrito de la misma manera,  presentó el mármol

420.- “Un Ángel”.

Protagoniza la portada de la Gaceta de Bellas Artes de la Asociación de Pintores y Escultores del 1 de julio de 1924, en donde Pedro G. Camio firmaba un artículo bajo el epígrafe de “Artistas contemporáneos”

En la Gaceta de Bellas Artes de junio de 1930, Bernardino de Pantorba firma un artículo en el que reconoce a Juan Cristóbal como “un escultor de su tiempo… que conoce la curva que trazan en la historia los diversos estilos escultóricos, y en vez de fijarse en uno de ellos, para seguirlo ciegamente, procura la alianza de todos, hasta lograr una síntesis equilibrada. Sus obras tienen, como casi todas las buenas obras de nuestro siglo, un acento nuevo al par que viejo”…

Juan Cristóbal fue Vocal de la Junta Directiva de la AEPE en 1929. Fue nombrado como Jurado para la Exposición Nacional de 1930 y actuó de Jurado en el IX Salón de Otoño. Siempre que se solicitó su ayuda y colaboración para la entidad, cumplió su cometido.

Juan Cristóbal

Retrato de Julio Romero de Torres

 

El Museo Juan Cristóbal en Cadalso de los Vidrios

El recientemente restaurado Palacio de Villena alberga las obras más representativas de Juan Cristóbal que posee la familia del artista

 

 

 

Webgrafía y bibliografía

https://juancristobalescultor.es/biografia-1896-1920/

http://ceres.mcu.es/pages/ResultSearch?Museo=MNEV&txtSimpleSearch=P%EDo%20del%20R%EDo%20Hortega&simpleSearch=0&hipertextSearch=1&search=simple&MuseumsSearch=MNEV%7C&MuseumsRolSearch=15&listaMuseos=[Museo%20Nacional%20de%20Escultura]

http://dbe.rah.es/biografias/13443/juan-gonzalez-quesada

«Juan Cristóbal», Chueca Goitia, F., 1965, Madrid

«Diccionario de pintores y escultores españoles del siglo XX», Editorial Forum Artis. Texto de Manuel Ruiz Ruiz

«La escultura española contemporánea 1800-1978». José María Medina. Editorial Edarcón, 1978,Madrid

«Arte español siglo XX. Colección Ars Hispanae». Juan Antonio Gaya Nuño, Editorial Plus Ultra, 1978, Madrid

«La escultura española contemporánea». Juan Antonio Gaya Nuño, Editorial Guadarrama, 1957, Madrid

«Historia de las Exposiciones de Bellas Artes celebradas en España». Bernardino de Pantorbo, Editorial Roma, 1985, Madrid

«Vida y obra de Ignacio Zuloaga». Enrique Lafuente Ferrari. Revista de Occidente 1972, Madrid

«Cuadernos Ignacio Zuloaga», Casa Museo Ignacio Zuloaga, Zumaya, Guipúzcoa, AAVV

Archivo Histórico “Bernardino de Pantorba” de la Asociación Española de Pintores y Escultores

www.gacetadebellasartes.es

www.salondeotoño.es

 

María A. Multedo Villarreal

Por Mª Dolores Barreda Pérez

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LAS PRIMERAS ARTISTAS DE LA

ASOCIACION ESPAÑOLA DE PINTORES Y ESCULTORES

Desde su fundación en 1910, y después de haber tratado en anteriores números a las Socias Fundadoras de la entidad, y las participantes en el primer Salón de Otoño, vamos a ir recuperando de la memoria colectiva, el nombre de las primeras socias que vinieron a formar parte de la Asociación de Pintores y Escultores.

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MARÍA ANGUSTIAS MULTEDO VILLARREAL

 

MULTEDO VILLARREAL, María A.   P    1932   MURCIA   MADRID José Marañón, 12, Madrid

 

María Angustias Multedo Villarreal, pintora, ceramista, xilógrafa, arquéologa y restauradora murciana. Desde muy niña, demostró su afición por el arte, tanto en Murcia como en Granada, a pesar de contar con la oposición de sus padres frente a su vocación.

En 1921 cursó estudios y obtuvo el diploma superior en la Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, con calificaciones “excelentes”, logrando además el premio en la asignatura de Historia de las Bellas Artes.

En Valencia cursó igualmente estudios de porcelanas y cerámicas, técnica que también dominaba y cuyas muestras presentó en varias exposiciones.

María A. Multedo en 1934

 

Allí tuvo como profesores y guías al pintor valenciano Juan José Zapater y al maestro y también socio de la AEPE, José Benlliure. Curiosamente, los dos artistas destacan como pintores costumbristas y regionalistas valencianos que retrataron la Valencia de su época y supieron ver en María A. no sólo a una excelente pintora, sino a una estudiosa del arte, en todas sus facetas, con excepcionales dotes y gran sensibilidad.

Su tío fue el diplomático y escritor Manuel Multedo y Cortina, que en su tiempo, dio clases de Literatura junto a Menéndez Pidal o Menéndez Pelayo en el Ateneo Científico, Literario y Artístico de Madrid, antes de emprender una exitosa carrera diplomática que le llevó por muchos países de todo el mundo. Gracias a él pudo realizar distintos viajes por Europa, donde conoció los mejores centros artísticos del momento y emprendió su formación en Italia.

Residió allí largas temporadas, ampliando continuamente sus estudios y copiando de manera admirable grandes obras en sus museos, haciendo muchos trabajos como el realizado en el año 1924, sobre cerámicas “Etruscas”, en el Instituto Industrial, diplomándose también en aquel país en Xilografía.

En 1929  se licenció en restauración de pintura y cursó estudios en la Escuela de Artes Ornamentales y Pintura decorativa de la Universidad de Roma, y Arqueología y Bellas Artes, todo ello con calificaciones más que sobresalientes.

En Roma, estudió de forma especial las decoraciones pompeyanas, realizando el Curso de pintura al fresco y técnicas de pintura mural, logrando la Medalla de Plata en 1930, concedida por el Gobernatore de Roma.

Algunos de sus maestros son hoy en día reconocidos estudiosos especializados en diversas materias, como el profesor Venturini-Papari, especialista en pintura mural y Director de la Escuela de Arte Ornamental de Roma. Gracias a su apoyo y ánimo, María A. publicó sus notas sobre “Las técnicas de las pinturas murales”, de obligado conocimiento en los estudiosos de la materia.

En 1931 regresa a Madrid, impartiendo conferencias especializadas en Pompeya, como la que tuvo lugar en el Círculo de Bellas Artes de la capital  en el mes de junio.

De regreso del mercado, obra presentada al Salón de Otoño de 1932

 

En octubre de ese mismo año, inaugura una reducida muestra de sus obras en el salón de exposiciones del Lyceum Club Femenino, del que se hace socia, apareciendo en los registros de esta entidad como Profesora de Pintura, según el censo elaborado por la periodista Concha Fagoaga, a quien ahora mismo recuerdo también como mi profesora de Periodismo en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid en los años 80.

Ingresa también en la Asociación de Pintores y Escultores y se relaciona en el ambiente artístico de la época colaborando también en revistas y publicaciones como Mundo Femenino, dirigida por la también socia de la AEPE, Julia Peguero Sanz de Trayero, que ya vimos en un artículo anterior.

En la Gaceta de Bellas Artes de abril de 1933 publicó un interesante artículo sobre la pintura al fresco. En esa época, montó un estudio con su nombre en su domicilio de la calle Alcalá Zamora, 38 (antes Alfonso XII), en el que daba lecciones de pintura, porcelanas y decoración de muebles.

Ese mismo mes y año, expuso una selección de paisajes y bodegones en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.

Sobre estas líneas, «Desnudo», obra presentada al Salón de Otoño de 1932

Abajo, cerámica aparecida en la revista Mundo Femenino en 1934

 

A partir de 1942 aparece como Encargada del curso de la Escuela-Fábrica de Cerámica de Madrid, en donde impartía la asignatura “Pintura sobre porcelana”, con un sueldo y gratificación anual de 5.000 pesetas.

En 1943 participó en la Exposición femenina de Pintura y Escultura de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles AEAE.

Profesora de la Escuela Nacional de Cerámica, solía reunir en su casa de Madrid una animada tertulia, formada por viejos amigos, pintores, escritores y algún que otro anticuario, en un ambiente cosmopolita, fascinante por su riqueza de interpretaciones y reunión de grandes artistas, que destilaba cultura, arte y belleza, entre los que se encontraba el también joven pintor valenciano Amadeo Roca Gisbert.

En la primera mitad de los años cincuenta, María A. Multedo falleció, dispersándose su recuerdo y su obra de manera absurda y con ella, la memoria de una pintora con méritos más que sobrados para ocupar un lugar preeminente entre la relación de artistas levantinos de la primera mitad del siglo XX.

La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando conserva una obra suya estampada sobre papel Japón del año 1934.

Algunas de las críticas aparecidas en la prensa de la época hablaban de ella y de su obra en estos términos:

“…estudios de figura al óleo y más delicados ejecutados a la sanguina, con temas decorativos vistosos”. Pero era con los bodegones con los que la autora “se complacía en la notación de las diferentes calidades de flores y frutas.  Paisajes y bodegones en donde poder contemplar el privilegiado temperamento colorista de la autora. La materia aparece en ellos a trechos con gruesa pasta de color, a veces puesta con el cuchillo; a veces, asimismo, con un insistente afán que prescinde del alarde y busca la fijación justa del matiz.

Sus frutas y sus flores son hermosísimos trozos de pintura de la mejor escuela levantina, llenas de la gran riqueza cromática de su paleta, pero también toda la finura de sus pinceles, tan diestros en el zarpazo impresionista rápido como en el logro minucioso de calidades y valoraciones pictóricas.

No faltan algunos aciertos en los retratos, aunque en ellos baja el diapasón de la cuerda temperamental de la eminente artista”.

Una gran artista que en pintura mural, “lo mismo la realizada con la técnica de lo ejecutado en Domusaurea de Nerón por el pintor Fabullo, utilizando colores preparados a la cera, que en «Madona», pintada al fresco, se revela una maestra, muy difícilmente superable por su dominio del arte y por su cultura y gusto exquisito”…

El crítico de arte y periodista de la época José Manaut Nogues

Retrato, presentado al Salón de Otoño de 1935

 

La prensa, sin excepción, le dedicó los mayores elogios, diciendo que en todas sus obras “vibra un sentido poético que le acerca a los grandes paisajistas”.

De ella dijo el crítico de arte, abogado y periodista José Manaut Nogues “Pintor muy completo lo mismo domina la figura que el paisaje, pero en las “Naturalezas muertas” es donde más acierta plenamente a plasmar la verdad que ante su fecunda retina se ofrece.

Elllo no obsta para que en el retrato haya conseguido una personalidad relevante, que nos complacemos en acusar.

Recordando a aquella niña, que en días para nosotros de satisfacciones por lo que supusieron para la juventud de Arte, en Valencia-, ya mujer y dominando la técnica de su difícil Arte, estando asistida de talento indudable, confiamos que en esta manifestación de su arte, tan vario como interesantísimo, donde vemos no a la mujer –tan finamente exquisita- sino al Pintor, que ha llegado a vencer, nuestros augurios serán confirmados por el éxito más alentador, en la hidalga tierra de Castilla, tan acogedora para todo lo que de Levante llega a la altiplanicie española”.

Jardín de Aranjuez. España. Archivo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Madrid

 

María A. Multedo Villarreal y la AEPE

  • Participó en el XI Salón de Otoño de 1931 inscrita como A. Multedo (Dª María), natural de Murcia. Vive en Madrid, Pasaje de la Alhambra, 2. Con las obras:

92.- “Flores” (óleo) 0,43 x 0,46. Sala 4

388.- “Venecia” (óleo) 0,17 x 0,41. Sala 15

  • En el XII Salón de Otoño de 1932 apareció inscrita como Multedo y Villa-Real (Dª María), natural de Murcia. Vive en Madrid, Alcalá Zamora, 38. Con obras: Sala VI, nº 69, 70 y 71; Sala VII nº 17; Sala XVII, nº 256 y 257. Sala Central, nº 342

69.- Bodegón de frutas y cerámica (óleo) 0,71 x 0,95

70.-De regreso del mercado (óleo)

71.- Bodegón de uvas y copa de cristal (óleo) 0,71 x 0,95

87.- Desnudo (óleo) 0,44 x 0,36

256.- Motivo decorativo en encáustica 0,22 x 0,32

257.- Fragmento decorativo a encáustica (técnica pompeyana) 0,37 x 0,48

342.- Un cesto en cerámica a esmalte

  • Al XIII Salón de Otoño de 1933 concurrió como Multedo y Villa-Real (Srta. María A.), natural de Murcia. Reside en Madrid, Niceto Alcalá-Zamora (antes Alfonso XII), 38. Con obras en las Sala X, nº 189; Sala XI, nº 214 y 215; Sala XVIII, nº 350 y 357;  Sala XIX, nº 366

189.- Fuensanta (óleo)

214.- Isla de Capri (óleo)

215.- Jardín de Aranjuez (óleo)

350.- Pintura mural (copia ejecutada con la técnica usada por el pintor Fabullo en la Domusaurea  de Nerón. Colores preparadas a la cera)

Madona

366.- Estudio para la figura que en decoración de una capilla representará la Caridad (fresco)

  • En el XIV Salón de Otoño de 1935 apareció inscrita como Multedo (Dª María A.), natural de Murcia. Reside en Madrid, General Arrando, 10. Y  presentó la obra

123.- Jardín de Aranjuez (óleo)

  • En el XV Salón de Otoño de 1935, aparece como Multedo (Srta. María), natural de Murcia. Reside en Madrid, José Marañón, 12. Sala X, nº 189; Sala XVI, nº 308.

189.- Interior de iglesia (óleo) 0,71 x 0,95

308.- Retrato (óleo) 1,01 x 0,85

 

Anuncio publicado en la Gaceta de Bellas Artes

Un óleo, publicado en la revista Mundo Femenino

 

 

 

Bibliografía y webgrafía

GRACIA, RUIZ LLAMAS, María, “Ilustración gráfica en periódicos y revistas de Murcia (1920-1950)”, en Google Books. [En línea] URL<   https://books.google.es/books?id=F1VHbYTIvy4C&pg=PA105&lpg=PA105&dq=mar%C3%ADa+a.+multedo&source=bl&ots=jFXWunS9IR&sig=SjJV8h6smmrfvLDtPD8XVoXyULY&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwjZl_bXyoTZAhUnsKQKHQg4DCcQ6AEIODAG#v=onepage&q=mar%C3%ADa%20a.%20multedo&f=false > (Última revisión: 20/06/2017)

“Dona i Art a Espanya: Artistes d’abans de 1936. Obra exposada-obra desapareguda”. Tesis doctoral de Vicent Ibiza i Osca

http://reddebibliotecas.jccm.es/intrabibl/images/BPE-CR/Exposiciones/Mayo_Junio_Julio_15/mujeres-fuman/dossier-definitivo-COMP.pdf

Las fundadoras del Lyceum Club Femenino Española. Juan Aguilera Sastre. Universidad de La Rioja.  Anexo 2. Otras socias del Lyceum Club. Censo de Concha Fagoaga

España en …. 1931, Anuario de España, 1931-1932 , José Gutiérrez-Ravé.

ABC 14/06/1931, 17/6/1931, 13/04/1933,  20/04/1933,  14/11/1935, 26/03/1943

Ahora 21/10/1931, página 20

La Voz 9/11/1931, 25/04/1933 

El Sol  5/4/1933, 18/04/1933

La Libertad 14/06/1931, 13/4/1933, 24/04/1933, 8/12/1933, 3/1/1934

Luz 13/4/1933, página 9.

La Época 07/11/1932, 25/4/1933, 30/10/1933, 1/11/1935

Mundo femenino 1/7/1934, n.º 100

El Tiempo: diario independiente 14/05/1933

El Siglo futuro 17/11/1932

La verdad 18/05/1933

Lanza 5/08/2001

Alerta 8/8/2001

Archivo Histórico “Bernardino de Pantorba” de la Asociación Española de Pintores y Escultores

www.gacetadebellasartes.es

www.salondeotoño.es

 

Juan Fernández expone en el Ateneo de Madrid

El socio de la AEPE Juan Fernández inauguró el pasado día 1 de junio la exposición titulada “De palabras y colores” en la Sala de Exposiciones del Ateneo de Madrid, que podrá visitarse hasta el próximo día 15 en horario de lunes a sábado de 10 a 14 h. y de 18 a 22 h. y los domingos de 11 a 14 h.

La muestra nos la comenta así Javier Seco, Galerista y Comisario de la exposición:

El proyecto expositivo titulado “De Palabras y Colores”, cuya idea principal es hermanar la palabra, en forma de poesía, con la plástica y el color, parte con una vocación itinerante ya que desde su primera muestra y estreno, el pasado mayo, en el Museo de Huelva y luego en julio presentada en La Casa del Cable de Jávea (Alicante) así como en el Auditorio Ciudad de León, el pasado noviembre, sigue su periplo expositivo y ésta vez se puede ver en el Ateneo de Madrid del 1 al 15 de junio  en horarios de Sala. La muestra continuará su itinerario en el mes de julio para ser colgada en la Casa_Museo Juan Ramón Jiménez de Moguer (Huelva).

Esta exposición, singular e inclusiva, amplía lo que entendemos como muestra pictórica, que los es, con pinturas de Juan Fernández, visualizándose también con poemas enmarcados y que, utilizando nuevas tecnologías como código QR, podrán escuchar los visitantes en la voz de su autor, el poeta Juan Ceada, con fondo de música clásica.

De alguna manera esta muestra abre camino y fusiona, en un mismo espacio, el arte de la pintura, la poesía, la declamación y la música.

Ramón Gutiérrez Santos

Autor del Cartel anunciador del XI Salón de Otoño de 1931

Por Mª Dolores Barreda Pérez

GUTIERREZ SANTOS, Ramón       P.G.  1927           1890     MADRID              DENIA/MADRID

Bien poco es lo que sabemos de este pintor y grabador nacido en 1890 en Madrid.

En 1929, junto a los artistas Mariano Monedero y Ángel Díaz Ramos, realizó una exposición de pintura, escultura e ilustración en el Ateneo de Madrid, en la que …”Gutiérrez Santos exhibe trece óleos y ocho ensayos decorativos. Entre éstos, destacan, como singular cierto, unos carteles. En aquellos, el pintor muestra también concepciones y maneras de decorador” (ABC, 22/01/1929).

Hemos podido seguir su rastro a través de las crónicas de la época, por las que conocemos que participó en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1930 (La Voz, 14/5/1930) y que tras la misma, …”de conformidad con la propuesta formulada por el Jurado de relación de la actual Exposición Nacional de Bellas Artes, han sido concedidas las siguientes bolsas de viaje y premios de aprecio de 500 pesetas: Sección de Pintura:…. Ramón Gutiérrez Santos…” (La Libertad, 12/07/1930).

En 1927 se hizo socio de la Asociación de Pintores y Escultores, y debió asociarse también a otro tipo de entidades artísticas, como la Unión de Dibujantes Españoles.

En julio de 1930 organiza una exposición que se realiza en Valencia, recogiendo la prensa que …”sobre la exposición de dibujos, acuarelas y guaches, organizada por la Unión de Dibujantes Españoles y que es la primera que con este carácter se ofrece en Valencia, y el encargado de su instalación y trabajos complementarios para su buena presentación es el artista don Ramón Gutiérrez Santos”. (Las Provincias, 24/07/1930 y La Correspondencia de Valencia, 24/07/1930).

En 1931 fue elegido Secretario de la Unión de Dibujantes Españoles, presidida por José Francés, …”una nueva Junta que ha empezado a preparar una completa y amplia renovación de sus actividades e iniciativas. Para llevar a cabo estos proyectos, de indiscutible importancia para los dibujantes españoles, la Unión de Dibujantes Españoles solicita el concurso de cuantos puedan y deban formar parte de ella, a cuyo fin se ruega comuniquen las adhesiones y altas en su lista general de socios al secretario general de la Unión de Dibujantes Españoles, D. Ramón Gutiérrez-Santos, y al domicilio social, Palacio de la Prensa (plaza del Callao, 4). El jueves 19, a las seis de la tarde, la Unión de Dibujantes Españoles celebrará, en el salón de conferencias de la Asociación de la Prensa, junta general extraordinaria”… (El Heraldo de Madrid, 16/11/1931).

Participó también en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1932 (Crónica, 29/05/1932), a la que presentó una obra titulada …«Esquiadores» es una pareja de deportistas de la nieve, pintada con algún amaneramiento por Ramón Gutiérrez Santos, que puede y debe hacer más;… según el periodista Antonio de Lezama (La Libertad, 10/06/1932), y que también recogió El Heraldo de Almería del 5 de junio de 1932.

En agosto de ese mismo año encontramos la siguiente reseña: …”A mediados de este mes inaugurará en Valencia una Exposición de sus obras pictóricas el joven maestro Ramón Gutiérrez Santos. Por la calidad y cantidad de los cuadros que tiene preparados el ilustre artista, es de esperar que obtenga un éxito resonante, que merecen su incansable laboriosidad y su constante renovación. Es grato hacer constar que esta manifestación artística está patrocinada por el Ayuntamiento de Oliva”. (El Heraldo de Madrid, 01/08/1932).

Apareció también en Las Provincias: diario de Valencia, del 15 de octubre de 1932, especificando que …”En los locales de Agricultura, Industria y Comercio de Gandía puede admirar quien quiera ir a visitarlas dos exposiciones. Sin calificativos. Una de fotografías. Otra de pintura…La otra exposición aludida es la de pintura. Varios cuadros y dibujos presentados por Ramón Gutiérrez Santos. La prueba de su valer se halla al pie de sus producciones, en bastantes de ellas: “Propiedad” o “Adquirido por…”. Ofrece a la contemplación y crítica de los aficionados una buena colección de trabajos de los más variados tamaños, asuntos y carácter. Finos dibujos, estampas con bastante alma, un gran lienzo “Esquiadores”, a plena luz de un paisaje nevado. Advertimos en algunos visitantes la admiración y oímos el elogio. “Acordeones”, cuyo asunto no reflejaría mejor una cámara fotográfica. En las invitaciones-catálogo, aparecen unas opiniones valiosas: “…Temperamento, solidez en el dibujo y dominio del color, son cualidades que constituyen su firme personalidad de futuro maestro…-C. del Rivero” o “…No busca lo superficial de las cosas. Busca lo de dentro afuera. –Bort Vela”. No puede ser más halagüeño este lenguaje, que más que una profecía, señala una actualidad encomiable”.

La muestra pasó de Valencia a Oliva, tal y como recoge el diario El Pueblo, el 20 de septiembre de 1932: “Desde Oliva. Exposición de Pinturas de Ramón Gutiérrez Santos. Oliva, la culta población alicantina, es teatro actualmente de un verdadero acontecimiento artístico: la Exposición de pinturas de Ramón Gutiérrez-Santos, que se exhibe en el salón de sesiones del Ayuntamiento. El notable artista valenciano ha presentado cuadros de méritos destacadísimos, algunos de valor incalculable y hermosos, bellísimos todos, en los cuales se adivina que el artista ha puesto toda su ilusión y ansias de triunfo. La exposición fue inaugurada el día 10 y quedará clausurada esta noche. Pues bien: los ocho días de certamen han sido un éxito continuado. El amplio salón del Ayuntamiento ha estado constantemente concurridísimo. Millares de personas no sólo de Oliva sino de los pueblos comarcanos, han desfilado por allí, arrancando las obras de Ramón Gutiérrez-Santos el mismo comentario de elogio y admiración de labios de todos los visitantes. Puede decirse sin temor a incurrir en la exageración que el éxito de este gran pintor ha superado grandemente los cálculos previstos. Se esperaba el éxito –esta es la verdad- pero nunca hasta el límite logrado. Las efusivas felicitaciones de que ha sido objeto el artista por el numeroso público que ha desfilado por el Ayuntamiento a lo largo de los ocho días de exposición, es la prueba más categórica del triunfo. En el sinnúmero de ellas no puede faltar la nuestra, tan sincera, como la que más. Como decimos antes, hoy se clausura la exposición. Para esta noche, a las diez, se ha organizado un festival con tal motivo y la velada promete ser interesantísima. Habrá recital de poesías y la clausura de la exposición por don Vicente Frasquet”.

El hecho lo recoge también la Revista de Gandía del 15 de octubre de 1932, en una crónica que reproduce la anterior y añade: “…Se advierten ya, en toda su obra, de una manera precisa atisbos de genio; tal vez el pintor que lleva en sí aún no se ha encontrado a sí mismo. Nosotros hemos leído en el reverso del catálogo de sus obras que Gutiérrez Santos es don en uno o uno en dos; tal vez esté eso dicho en otro sentido, pero es cierto; y ese desdoblamiento de su personalidad, es lo que debe evitar a toda costa. Debe reaccionar de dentro a fuera, buscando su personalidad propia que ya se manifiesta clara y pujante en los paisajes; seguro y penetrante en estos se advierten en él balbuceos que quieren ser modernistas en los retratos, y algún que otro amaneramiento más subrayado en el cuadro “España 1931”. Destacan, a nuestro juicio, el cuadro “Las islas Columbretes” excelente de colorido y probidad, “Isabeleta”, “Esquiadores”, “Barco en dique” y “Varadero”. Gutiérrez Santos empieza ahora ¡bien se advierte en sus cuadros! Y empieza bien. Como dice acertadamente Carlos del Rivero en una opinión inserta en la invitación, si la voluntad no le falla llegará muy lejos”.

La prensa de la época recogió su presentación de obras al XIII y XIV Salón de Otoño de la Asociación de Pintores y Escultores de los años 1933 y 1934 (La Libertad, 30/11/1933 y El Heraldo de Madrid, 30/10/1934).

Participa en la III Exposición General Valenciana de Bellas Artes, celebrada en julio de 1935, y consigue una Mención de Honor, reflejándose en las reseñas de los medios de la época: …”Otro es G. de los Santos, temperamento equilibrado, amplía cultura, que armoniza hacia un retrato de señora… esta mano izquierda y este cuello lo dieciocho”. Consiguió además una Tercera Medalla en la Sección de Artes Decorativas por una vidriera naval y una Segunda Medalla en la de Grabado y Dibujo (Ribalta. Revista valenciana de arte. Valencia, agosto de 1935).

 

Retrato presentado a la III Exposición General Valenciana de Bellas Artes

 

También firmaba como Ramón de los Santos y como G. de los Santos.

Su participación en el Salón de Otoño de la AEPE

* Al VI  Salón de Otoño de 1925 se presentó inscribiéndose así: Ramón Gutiérrez Santos. Natural de Madrid, donde reside, en la calle Blasco de Garay, 24. Presentó dos obras:

148. Retrato de la señorita E.G.S., óleo, 120 x 92 y

149. Jardín de verano, óleo, 88 x 68

* Al VII Salón de Otoño de 1927 concurrió con una única pintura:

Un rincón de la casa grande.

* Al VIII Salón de Otoño de 1928 presentó,

145, un “panó con nueve apuntes”.

* Al IX Salón de Otoño de 1929 presentó seis obras:

94. Natura Esmeralda (óleo), 1,05 x 0,90;

95. El paisajista Collar (óleo), 0,83 x 0,63;

316. Calvarios de Valencia (óleo), 0,71 x 0,45;

317. Boceto de cartel para Tortosa (temple), 0,35 x 0,45;

318. Boceto de tela (temple), 0,35 x 0,45 y

319. Boceto de vidriera (temple), 0,35 x 0,45.


Natura esmeralda

 

* Al X Salón de Otoño de 1930 concurrió con tres pinturas:

136. Estudio (óleo), 1,15 x 0,95;

137. Las islas Columbretes (óleo), 1,15 x 0,95 y

138. El puerto (dos apuntes de Valencia) (óleo), 0,46 x 1,18.

Y además, a la Sección de arte decorativo, con:

337. ¡Tierra! (proyecto para vidriera), temple 1,00 x 1,60;

338. Cariátide (ilustración), temple y

339. Carnaval (ilustración), temple

Las islas Columbetes

 

Tierra

 

* Al XI Salón de Otoño de 1931 presentó nueve obras tituladas:

“Tejados de El Cabañal”. Grabado;

“Cristal y calidades”;

“España 1931”;

“Ilustración”. Dibujo;

“Mariposas”. Dibujo;

“Lola”. Dibujo;

“Matilde”. Dibujo y

“¡Musa!”, Cartel.

 

Cristal y calidades

 

* Al XIII Salón de Otoño de 1933 llevó tres obras tituladas

“Acordeones”,

“La capital del Valle” y

“El Valle de Amil”.

 

 

Bibliografía y webgrafía:

ABC Madrid, 20/01/1929 y 22/01/1929

La Voz (Madrid). 14/5/1930,

La Libertad (Madrid. 1919). 12/7/1930; 10/6/1932 y 30/11/1933

Las Provincias: diario de Valencia: Año 65 Número 19907, 24/07/1930 y número 20595, 15/10/1932

La correspondencia de Valencia: diario de noticias : eco imparcial de la opi…: Año LIII Número 21248 – 1930 Julio 24

El Pueblo: diario republicano de Valencia – Año XXXII Número 13136, 15/05/1930 y 20/09/1932

El Heraldo de Madrid. 16/11/1931; 30/10/1934 y 01/08/1932

Crónica (Madrid. 1929). 29/5/1932,

Heraldo de Almería: diario político: Año III Número 464 – 1932 junio 5

Revista de Gandia : periódico dedicado al fomento de los interese…: Época 3ª Año XXXIII Número 1684, 15/10/1932

Ribalta. Revista valenciana de arte. Valencia, agosto de 1935

“Fomento artístico y Sociedad Liberal. Exposiciones Nacionales de Bellas Artes (1917-1936)”.  Lola Caparrós Masegosa. Universidad de Granada. Universidad Nacional de Educación a Distancia. Granada, 2016

“Consideraciones sobre el arte pictórico”. Conferencia pronunciada en el salón de sesiones del Ayuntamiento de Oliva en la inauguración de la exposición de pinturas de D. Ramón Gutiérrez Santos. José Mª Mengual y Mengual.

 

Lorenzo Victoriano Aguirre y Sánchez

Autor del Cartel anunciador del VII Salón de Otoño de 1927

Por Mª Dolores Barreda Pérez

AGUIRRE SANCHEZ, Lorenzo Victoriano    P    1920    14.nov.1885      PAMPLONA    MADRID    6.10.1942

Pintor, dibujante, escenógrafo, cartelista, escritor, periodista y policía español.

Sus padres se trasladan a Alicante cuando Lorenzo Aguirre cuenta con cuatro años.

A los once, inicia en Alicante sus estudios pictóricos con el pintor alcoyano Lorenzo Casanovas primero, del que recibe una buena orientación que le servirá de mucho en su profesión de buen pintor, y después con Lorenzo Pericás.

En 1899 se traslada a Madrid para ampliar sus conocimientos, asistiendo a las clases de la Escuela Superior de Pintura, Escultura y Grabado.

Al carecer de beca debe volver a Alicante, si bien lo hace con la idea fija de irse a París, donde sabe que existe un ambiente artístico excepcional. Falto de dinero, pinta una Inmaculada Concepción y organiza una rifa, de la que obtiene el dinero suficiente para trasladarse a París.

Allí realiza trabajos de escenografía en los talleres del Gran Teatro de la Ópera, siendo discípulo de los maestros Bailly y Gambón, de los que aprende todo lo correspondiente al entramado de la escenografía, adquiriendo el difícil arte de concebir buenos bocetos y mostrando la perspectiva y los conocimientos constructivos, enseñanzas que aplicará posteriormente para actividades ajenas al teatro.

Su partida de París a principios de 1907, no le permiten contemplar el nacimiento de nuevos estilos como el cubista, pero cuyo seguimiento realiza a través de revistas y libros.

Recorre varias ciudades europeas en las que visita escuelas y museos y regresa a Madrid con 23 años de edad y los ojos y el entusiasmo transformados en almacenes de pintura.

Establecido en la capital, pinta, dibuja y hace caricaturas.

En 1908 decide presentarse a las oposiciones que se convocaban para Agentes del Cuerpo de Vigilancia de Madrid, siendo nombrado aspirante al cuerpo con un sueldo de 1.500 pesetas.

El 11 de Marzo de 1908 es destinado a Alcoy, en calidad de Agente, trasladado poco después a Barcelona y para enero de 1910 el destino será Alicante, donde en seguida se hará famoso no sólo como pintor, sino por la resolución de un complicado crimen. A finales de año y gracias al celo desempeñado en su trabajo, Aguirre asciende al cargo de Segundo Jefe de Vigilancia.

En 1910 se casa con Remedios Corbi y Sanchís.

Ese mismo año participa en una exposición celebrada en México con motivo de la conmemoración de su independencia, obteniendo la Medalla de Bronce, su primer premio importante.

El 9 de Mayo de 1914, uno de sus dibujos ilustra un artículo escrito por Pedro de Répide titulado “El viejo barranco”, que apare en la revista “La Esfera”.

Poco a poco sus caricaturas empiezan a ser incluidas en varios medios.

Paralelamente se fue convirtiendo en uno de los nombres referentes en los Salones de Humoristas, disciplina que estaba en decadencia y vivió una etapa de renacimiento por la inclusión de las caricaturas que hacían referencia a la primera guerra mundial, así como en las escenografías de los teatros de la capital.

En 1919 el Ateneo de Madrid organiza su primera exposición individual de pinturas.

Desde 1914 hasta 1927 estuvo destinado en Madrid, tras una breve estancia en Murcia, ascendió al grado de Inspector de tercera y poco después al de segunda clase, al figurar el número uno en el escalafón de su clase.

En 1927 su mujer, Remedios Corbi y Sanchís, gravemente enferma, fallece en su domicilio madrileño. Este hecho y que su madre viva en Alicante, le animan a pedir el traslado a Alicante.

El taller del pintor está situado en la parte más pintoresca de Benalua. Desde su estudio viaja por toda la provincia tratando con sus pinceles los paisajes de su entorno.

Tras regresar a Alicante, se mete de lleno en la fiesta de las Hogueras de San Juan. Dibuja por encargo los carteles oficiales de los primeros años (1928, 1929 y 1930), siendo además el constructor de hogueras de la Plaza de Isabel II (hoy Gabriel Miró).

Carteles suyos anuncian también el Carnaval o las verbenas benéficas.

Su sueldo de policía le permite vivir cómodamente. Así comienza a colaborar asiduamente en periódicos y revistas como El Tío Cuc.

Su contacto con el teatro no es sólo en calidad de escenógrafo, sino que también se atreve a poner la letra a tres piezas líricas de su sobrino, el compositor alicantino José Terol Corbí: el sainete “Alfonso, el enterao” (1918), la zarzuela “La última canción” (1919) y la opereta “La Estrella de Oriente” (1920).

También escribe en la revista Fogueres de Sant Joan, una obra inédita de temática foguerera, donde, a manera de mosaico, desfilan varios personajes de la mitología griega junto a otros típicamente alicantinos.

En los años veinte Lorenzo Aguirre ya ha logrado un gran renombre por sus pinturas, que podemos inscribir dentro del denominado “Art Nouveau” hasta el punto de que obtuvo varios premios nacionales e internacionales.

En enero de 1930 se casa en segundas nupcias con Francisca Benito Rivas, con quien tiene tres hijas: Jesusa, también pintora, Margarita, y la poeta Francisca Aguirre.

Sus hijas lo recuerdan entusiasmándose con las historias prodigiosas que discurrían en las pantallas cinematográficas, pintando horas y horas con una concentración tan fulminante que le llevaba a mojar los pinceles en su tacita de café, mientras sonreía contemplando una pincelada.

En 1933 y 1934 se matricula en la Escuela de Artes y Oficios Artísticos, en los cursos de Grabado Artístico y de Fotografía aplicada, y opta a una plaza de profesor auxiliar temporal de dibujo lineal en la misma escuela.

Sus ideales republicanos le llevan a hacerse miembro del Partido Comunista, que le asigna el cargo de Director de la Escuela de la Policía Española.

Entre tanto, su prestigio como docente le vale ser nombrado, junto a Tomás Flores Vicente y Agustín María Ripoll, ponente en la formulación del nuevo plan de enseñanza teórico- practica de la Escuela de Policía.

Tras el comienzo de la Guerra Civil, Lorenzo Aguirre es nombrado Jefe Superior de Policía de Madrid el 8 de septiembre de 1936. Su traslado junto al gobierno a Barcelona, hizo que abandonara su hogar en Madrid, donde dejó cuadros y biblioteca.

El 11 de diciembre de 1936 se traslada a Valencia, donde seguirá desempeñando el mismo cargo.

En Valencia solicita entrar en la Logia masónica “La accidental”, en cuyos informes se decía que “era un hombre de ideas democráticas, de amplia cultura, bueno de carácter y temperamento tranquilo y calculador, honradez profesional buena y buen comportamiento con su familia al igual que su solvencia moral es buena”, según consta en el Archivo de Guerra de Salamanca. Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo. Expediente de Lorenzo Aguirre nº 4 A, legajo nº 136.

En los informes se aconseja su aceptación, pero parece ser que no llega a formalizarse por la dinámica de la guerra. Una vez más se traslada con su familia a Barcelona y después se exilia, junto a su mujer e hijas, a Francia.

Vive unas semanas en París intentando, como Modigliani, vender dibujos y acuarelas por las calles y las plazas.

Se traslada con su familia a Le Havre, con el propósito de embarcar hacia Latinoamérica, y allí pinta retratos y paisajes marítimos, mientras viven en un hotelito llamado La Rotonde de la Gare, junto al puerto y a la estación del ferrocarril.

En Junio de 1939 realiza una exposición en la Galeria George V de Le Havre, donde exhibe 25 cuadros de retratos y paisajes de Normandía, que capta con gran delicadeza.

Hubo además una segunda exposición organizada por la Señora de la Montagne, pero el estallido de la Segunda Guerra Mundial precipita el regreso de la familia Aguirre a España.

La familia Aguirre antes de la Guerra

Mientras su familia regresó por Hendaya en febrero,  Lorenzo Aguirre espera unos meses más hasta que en Mayo, entra en la península, siendo inmediatamente detenido y hecho preso en la cárcel de Ondarreta, en San Sebastian.

Pese a las pésimas condiciones carcelarias, allí pinta para las monjas que atienden a los presos, cuatro cuadros en los que relata la vida de su fundadora, la madre Rafols. Cuadros de elaborado dibujo y dentro de la tradición barroca española religiosa, en los que retrata a sus hijas como las niñas que acompañan a la fundadora.

Al ser Subdirector de Policía de Madrid en 1936, en la Causa General se le involucra en el asesinato de José Calvo Sotelo, siendo acusado de auxilio a la rebelión.

El 8 de febrero de 1941 es trasladado a la cárcel madrileña de Porlier, donde realiza uno de sus mejores cuadros “Cabeza de Vasco”, en el que retrata, en un perfil rotundo, escultórico, la cabeza de un compañero de prisión (medico-cirujano), insertándola en un paisaje posterior que significa la apertura y la visión más allá de las paredes de la celda.

Poco antes de morir escribe tres cuentos, cada uno de ellos dedicados a una de sus hijas, en los que inventa y recrea cuentos tradicionales, adaptando cada uno a las características de cada una de sus hijas, la presumida, la soñadora, la valiente… cuentos que emocionan por la frescura del dibujo, la concreción de la línea, el exquisito arabesco y la diestra y la armoniosa mano que siempre alentó su vocación artística.

Sus tres hijas piden clemencia para él a la hija de Francisco Franco, aunque finalmente, en el día de su santo, Aguirre es ejecutado a garrote vil en la madrileña cárcel de Porlier el 6 de octubre de 1942.

En 1947 se archiva su expediente de masón por no haber encontrado pruebas en su contra.

En el año 1986, y gracias a la gestión de Concepción Badiola y Pedro Manterola, el Banco de Bilbao expuso las obras de Aguirre en Pamplona y Bilbao, donde es admirado.

En Alicante se le dedicó en 2003 un homenaje en el MUBAG en forma de exposición y se solicitó una calle para Aguirre.

Remitió asiduamente sus obras a exposiciones y certámenes artísticos.

Concurrió a las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes celebradas en Madrid en los años 1904, 1915, 1920, 1924, 1926, 1930, 1932 y 1936.

Obtuvo distintos premios, como la Tercera Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes (Madrid, 1920), la Medalla de Oro en la Exposición de Artes Decorativas de París (1925), el Primer Premio de carteles anunciadores del VII Congreso Internacional de Oleicultura (1925), y la Segunda Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes (Madrid, 1930).

Sus obras están presentes en el Museo de Navarra, Museo Elisa Cendrero de Ciudad Real, Museo de Bellas Artes de Gravina (Alicante), Museo de La Rioja, MUBAG de Alicante,  Museo del Hermitage de Moscú, la Kutxa de San Sebastián y la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Francisca Aguirre

La niña de la medallita

Los payasos

Luz divina

 

Bernardino de Pantorba escribió de él que «Lorenzo Aguirre Sánchez puede poner debajo de su nombre a titulo de profesión, nada más que siete palabras: pintor, cartelista, caricaturista, periodista, escenógrafo, comediógrafo y policía”. Es el prototipo de artista modernista, polifacético y gran conocedor de la cultura.

Su pintura ofrecería siempre la mística gravedad navarra y la euforia luminosa del Mediterráneo. Su mirada distribuye en los lienzos la penumbra ancestral de la meditación y la eternidad súbita de la luz… Aguirre fue un artista y un hombre machadiano. De su buena fe hay muchas pruebas. Una de ellas: su predilección por el retrato, su respeto por los rostros humanos. Un respeto que se desplaza también a los paisajes: en su obra los paisajes no son acotaciones del territorio del planeta, sino palpitaciones de la misteriosa casa colectiva en donde los seres humanos “viven, laboran, pasan y sueñan, y en un día como tantos, descansan bajo la tierra”. A los retratos de Aguirre los ilumina la fraternidad; a sus paisajes los iluminan la lentitud y la compasión. Y siempre, en los rostros de sus criaturas y en los rostros de sus paisajes, comparece la alegría de los colores besándose los unos a los otros; la alegría que exhalan la presencia y las grietas de la vida. Porque pintar de verdad, con verdad, es un acto de gracias.”

Lorenzo Aguirre fue depurando sus dibujos, convirtiéndose en un gran sintetista del trazo. Elaboraba unos tipos que servían de arquetipos generales, es decir, personajes que pueden quedar en la memoria popular… convirtiendo a todos estos personajes en protagonistas de sus escenas y significándose como el humorista de rasgos morales. Convirtió su obra en reportajes de su época.

En los años 30 coincidió en la búsqueda de la técnica de la encáustica, técnica en la que, junto con Anselmo Miguel Nieto, fueron grandes innovadores. Lorenzo Aguirre después de unos años de paciente investigación, realizó una serie de cuadros, tanto con soporte de madera, más habitual, como sobre lienzo, en los que demostró una gran maestría.

La técnica de la Encaústica la describía así su hija: “Sus tarritos de cera estaban dispuestos en un cofre, maculado, ya por el uso. En ellas sumergía con medida el fino cauterio calentado en el hornillo; retiraba con aquel una gotita de cera coloreada, la depositaba en el lugar correspondiente de la obra y la mezclaba con las demás, tan seguro en el toque que me hacía sonreír de entusiasmo. Conforme iba pintando me enseñaba de qué modo iba mezclando los colores con la cera”.

Mariano Benlliure por Lorenzo Aguirre. Gaceta de Bellas Artes, abril 1921

 

LORENZO AGUIRRE EN LA AEPE

Formó parte del Comité organizador de la Asociación de Pintores y Escultores para la Exposición del Libro que se realizó en Leipzig.

Medalla de Honor de la Asociación de Pintores y Escultores en la Exposición Nacional en 1934, entregada en 1935.

Realizó varios carteles para los Salones de Otoño.

Participó en las exposiciones de la Asociación de Pintores y Escultores de México (1925) llevada por el Sr. Escudero, y de Caracas, que llevó Chicharro Gamo en 1932, de la que se destacaron sus cuadros «llenos de sol alicantino».

Escribió con cierta asiduidad sobre temas de arte. En la Gaceta de Bellas Artes que edita la Asociación Española de Pintores y Escultores, se encuentran unas treinta obras suyas, caricaturas, dibujos de humor la mayor parte y algunos cuadros, siendo su primera intervención en la Gaceta una caricatura de Mariano Benlliure. También escribió algún artículo, como los dedicados a Argelés, Bellver y Chicharro, uno sobre aranceles y dos sobre los salones de otoño.

Socio de Mérito en el Salón de Otoño de 1922 y de Honor en el de 1923.

Bernardino de Pantorba le dedicó un artículo en 1930, en la Gaceta de Bellas Artes (397).

Elegido Vocal de la Junta Directiva el 24 de febrero de 1921, Contador de la Junta Directiva el 13 de enero de 1923 cargo que ocupó hasta 1926 y en 1928. De nuevo fue vocal en 1935.

Secretario interino en 1925 por ausencia de Camio, fue Delegado en Alicante en 1927.

 

SU PARTICIPACION EN LOS SALONES DE OTOÑO DE LA AEPE:

– I Salón de Otoño de 1920, D. Lorenzo Aguirre Sánchez, natural de Pamplona, Navarra; reside en Madrid, calle del Duque de Alba, número 14.

  1. “Retrato de mi madre”, óleo, 1,00 x 0,94

 

– II Salón de Otoño de 1921, D. Lorenzo Aguirre Sánchez, natural de Pamplona, Navarra; reside en Madrid, calle del Duque de Alba, número 14.

  1. “Mi hermana”, retrato óleo
  2. “Mi sobrina”, retrato óleo

 

– III Salón de Otoño de 1922, D. Lorenzo Aguirre Sánchez, natural de Pamplona, Navarra; reside en Madrid, calle del Duque de Alba, número 14.

 

– IV Salón de Otoño de 1923, D. Lorenzo Aguirre Sánchez, natural de Pamplona, Navarra; reside en Madrid, calle del Duque de Alba, número 14. (Socio de Mérito en el Salón de 1922).

4 “La capilla de los Juanes”

5 Coro de Santa María

6 La Josefa

7 Geranios

8 Santa María (interior)

464 Manzanares, óleo 0,40 x 0,50

465 Moncloa, óleo 0,40 x 0,50

466 Casa de Campo, óleo 0,40 x 0,50

 

– V Salón de Otoño de 1924. D. Lorenzo Aguirre Sánchez, natural de Pamplona, Navarra; reside en Madrid, calle del Duque de Alba, número 14. (Socio de Honor de Salones anteriores)

1 “Los botijeros”, óleo 1,40 x 1,40

 

– VI Salón de Otoño de 1925. D. Lorenzo Aguirre Sánchez, natural de Pamplona, Navarra; reside en Madrid, calle del Duque de Alba, número 14. (Socio de Honor de Salones anteriores)

5 Peñón de Ifac, óleo

6 Atardecer (Calpe), óleo

7 El Cau de la Granota (calpe), óleo

 

– VII Salón de Otoño de 1927. D. Lorenzo Aguirre Sánchez, natural de Pamplona, Navarra; reside en Madrid, calle del Duque de Alba, número 14. (Socio de Honor de Salones anteriores)

209 Atardecer, Alicante, 1 m x 1 m

595 Playa de San Juan (óleo)

 

– XIV Salón de Otoño de 1935. D. Lorenzo Aguirre Sánchez

218 Muchacha (encáustica), 0,84 x 0,72

Campos

La mesa

Parejas

Viejo campesino

 

Bibliografía y webgrafía:

Museo del Prado

Pantorba, Bernardino de, Historia y crítica de las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes celebradas en España [1948], Madrid, Jesús Ramón García-Rama, 1980, p. 364.

http://www.arte.sbhac.net/Plasticos/Plasticos.htm

http://www.euskonews.eus/0460zbk/efem46003es.html

https://alicantinos.wordpress.com/2012/01/30/aguirre-sanchez-lorenzo-2/

Felix Grande en El País, 1999

Gregorio Díaz Ereño y Camino Paredes Giraldo en el Catalogo de la Exposición Lorenzo Aguirre editado por la Diputación de Alicante 2003.

http://www.alicantevivo.org/2009/06/lorenzo-aguirre-una-vida-apasionante-y.html

http://www.enciclopedianavarra.biz/navarra/aguirre-sanchez-lorenzo/386/1/

http://www.arte.sbhac.net/Plasticos/Aguirre/Aguirre.htm

https://es.wikipedia.org/wiki/Lorenzo_Aguirre

Enciclopedia Universal ilustrada Europeo Americana. Primer apéndice. Espasa Calpe. Madrid. (1930-1934).

Homenaje a Lorenzo Aguirre (1884-1942). Editado por el Banco de Bilbao. Bilbao, mayo de 1986.

http://dbe.rah.es/biografias/50481/lorenzo-aguirre-sanchez

http://ineselo69.blogspot.com/2017/12/lorenzo-victoriano-aguirre-sanchez.html

http://aunamendi.eusko-ikaskuntza.eus/es/aguirre-sanchez-lorenzo-victoriano/ar-7123/

https://documentalismomemorialistayrepublicano.wordpress.com/2017/03/16/lorenzo-victoriano-aguirre-sanchez/

 

 

 

 

Juan Manuel López-Reina inaugura mañana su muestra en el Ateneo

El socio Juan Manuel López-Reina Cosso inaugura mañana día 22 de noviembre, a las 20 h., la exposición que bajo el título de «Tendencias», tendrá lugar en el Ateneo de Madrid (Calle del Prado, 21), y que podrá visitarse hasta el 29 de noviembre en horario de lunes a domingo de 11 a 14 y de 17 a 21 h.

Desde estas líneas nos invita a todos a descubrir sus últimas creaciones.

 

 

Julia Peguero Sanz de Trallero

Por Mª Dolores Barreda Pérez

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LAS PRIMERAS ARTISTAS DE LA

ASOCIACION ESPAÑOLA DE PINTORES Y ESCULTORES

Desde su fundación en 1910, y después de haber tratado en anteriores números a las Socias Fundadoras de la entidad, y las participantes en el primer Salón de Otoño, vamos a ir recuperando de la memoria colectiva, el nombre de las primeras socias que vinieron a formar parte de la Asociación de Pintores y Escultores.

JULIA PEGUERO SANZ DE TRALLERO

PEGUERO SANZ DE TRALLERO, Julia  Pintora   1917  18.ene.1880  ZARAGOZA  MADRID   Calle Preciados, 27  4.dic.1978

 

Nacida en Zaragoza en 1880, esta maestra es bien conocida como periodista y especialmente por sus acciones feministas, pero escasamente se habla de su faceta artística, ya que como veremos, además de miembro de la Asociación de Pintores y Escultores, concurrió a distintos certámenes y convocatorias artísticas que organizaba la centenaria entidad.

En 1899 aparece como opositora a normales, en el «programa de Gramática general, Filología y Literatura castellanas» y en el de «Aritmética, Geometría y Álgebra».

En el escalafón general del Magisterio Primario publicado el 1 de enero de 1912, aparece como de grado superior, y que presta sus servicios en Madrid.

En 1913 Julia Peguero de Trallero, junto a Benita Asas Manterola y Pilar Fernández Selfa, crean la publicación quincenal El Pensamiento Femenino.

Parece ser que, a principios de 1915, se incorpora a la institución El Desayuno Escolar, presidida por Carmen Ramos (desde 1911, en que se fundó para «facilitar algún alimento a los niños menesterosos a su entrada en la escuela»). En 1917 Julia Peguero ya es secretaria de El Desayuno Escolar, «simpática institución de la que es presidente honorario el insigne Jacinto Benavente, gran entusiasta de esta obra».

En 1917 ingresó en la Asociación de Pintores y Escultores, indicando expresamente que lo hacía en la modalidad de Pintura.

El 20 de octubre de 1918, fundó junto a María Espinosa de los Monteros y a Dolores Velasco de Alamán, la Asociación Nacional de Mujeres Españolas, de cuya directiva pasó a formar parte dos años más tarde para terminar siendo su cuarta y última Presidenta entre 1932 y 1936, cuando desaparece. ​

Su actividad en el Ateneo de Madrid también fue pródiga, siendo elegida para formar parte de la sección de Música en 1919.

De 1920 data uno de los apuntes que el Museo de Huesca conserva, obra de Julia Peguero, en el que retrata a Ramón Arsenio Acín Aquilué, el pintor, escultor, periodista y pedagogo natural de esa ciudad. Se trata de una obra realizada en grafito sobre papel, firmada en el ángulo inferior izquierdo, de 265 x 210 centímetros.

El mismo museo conserva además otro dibujo de la misma técnica y medidas, que retrata también al mismo personaje, por lo que deducimos que eran en realidad apuntes para la realización de una posterior obra, si bien no podemos aportar algún dato más.

En 1921 la Asociación Nacional de Mujeres Españolas comienza a editar la revista Mundo Femenino, que Julia dirigió desde 1932 y hasta su desaparición en el año 36.

Poco después del desastre de Annual (22 de julio de 1921), en su calidad de secretaria general de la Asociación Nacional de Mujeres de España, propuso que el Magisterio español contribuyese con uno o dos días de su haber para adquirir «tanques (si fuera posible) que, llevando el nombre de Magisterio, Educación u otro análogo, serían testimonio de que el maestro español no es ajeno al sentimiento unánime de la patria», se entiende que en la lucha contra el infiel mahometano («Loable iniciativa”). Y hasta se atrevió a definir rotunda y terminante –«esto quiere la mujer española»– el sentir de «La mujer española ante el problema de Marruecos».

En 1923, junto a Benita Asas Manterola e Isabel Oyarzábal, se sentó frente a Primo de Rivera y le pidió el derecho al voto femenino. A pesar de contestarle que sí, con algún que otro pero y algún que otro recorte, pero nada de universalidad.

De esta misma fecha, se conserva una tarjeta postal manuscrita enviada por Julia Peguero a Conchita Monrás, esposa de Ramón Acín, con quienes vemos, les unía una gran amistad.

La Revista de Bellas Artes Nº 15, de enero de 1923 publicó un extenso artículo titulado “El sentimiento de lo bello en el orden social” que según detallaba, era obra de Julia Peguero de Trallero, “exquisita artista que tanto se distingue en cuestiones de pedagogía”.

El periódico La Libertad publicaba las contestaciones que las fundadoras del  Lyceum Club Femenino Español debían redactar, respecto al nacimiento de la entidad y su porvenir, incluyéndose la respuesta de Julia Peguero, que fue publicada el 1 enero de 1927, y en la que decía que el Lyceum “no es hijo del simple deseo de aso ciarse por sociabilidad, sino de romper el círculo familiar y ampliarlo a otros niveles de comunicación donde broten entusiasmos y se despierten anhelos que proporcionen a la vida las aportaciones femeninas de que no debe estar privada”…

Pronosticaba que el Lyceum iba a representar “en la cultura española una adaptación del espíritu femenino al progreso”.

Casada con Ceferino Trallero Mateo, que falleció en 1930, comerciante natural de Calanda (Teruel), que contaba con un almacén de géneros de punto y blanco con su propio nombre, situado en la madrileña Plaza de Pontejos, añadió el apellido de su esposo al suyo. El matrimonio no tuvo hijos.

Publicidad de la época del establecimiento del marido de Julia Peguero

 

En marzo de 1930, Julia Peguero pasó a la historia del Ateneo de Madrid por haber sido la única ateneísta que, en la Junta General votó en contra del nombramiento de Miguel de Unamuno como Socio de Honor de la entidad, al considerar que este nombramiento tenía más un cariz político que un reconocimiento real de la valía de Unamuno.

El 29 de marzo de 1930, lo explicaba en El Heraldo de Madrid, en una entrevista que concedió al periodista Alfredo Muñiz, a quien recibió en su casa de la calle de las Fuentes, “…Un vetusto recibimiento, presidido por una reproducción de «Las meninas», de Velázquez. Unas palabras a una criada. Unos segundos de silencio… Al fin, doña Julia Peguero de Trallero nos ofrece el encanto de su sonrisa”… Es en esa misma interviú donde se le pregunta direc tamente cuáles son sus ideas políticas.

Julia responde: “Pues verá: yo, políticamente, no estoy aún definida. Es una cosa un poco rara, lo comprendo; pero es así: no estoy definida. Soy monárquica; esto no cabe duda. Ahora soy monárquica tal vez como recurso. Soy, antes que nada, patriota. Amo a España con ese amor grande y abnegado que, por ser algo maternal, ustedes, los hombres, desconocen. Y este amor inmenso que le tengo a mi patria es lo que me hace ser monárquica, como sería comunista si en el comunismo radicaran la grandeza y la virilidad de nuestro pueblo”.

Revista de Bellas Artes Nº 15, de enero de 1923 publicó un extenso artículo titulado “El sentimiento de lo bello en el orden social”  y se acompañaba de esta fotografía

 

En enero de 1934 fundó el Partido Femenino Independiente, cuyo viraje hacia el conservadurismo a partir de 1933 provocó la escisión con Benita Asas y la reorganización de la revista Mundo Femenino alrededor de colaboradoras de la primera hora, o sea, ya mayores como Dolores de Alamán, y feministas católicas como Halma Angélico; la revista en 1934 afirmará su miedo al pueblo, a la revolución y seguirá existiendo con dificultad de publicación y timidez política.

En enero de 1934 Julia Peguero se lanza a la aventura de afirmarse apolítica y feminista a la vez, dando a este último concepto una orientación moralizadora limitadora de su republicanismo y reveladora de su incomprensión de la democracia. Este cambio la llevará hasta exigir el restablecimiento de la pena de muerte para los revolucionarios de Asturias; los temas más frecuentes a partir de 1935 serán la moralización de las costumbres y la higiene de la ciudad.

La ilusión del Partido Femenino Independiente, también caracterizado como “Acción política independiente” es animada por una persistente creencia en la mujer apolítica, moralizante, bienhechora; y la intervención de la mujer, al margen de la política activa, sería para Julia Peguero, el único modo de contrarrestar la “dictadura blanca o la tiranía roja”.

Tras la contienda, Julia Peguero continuó interviniendo en cuantas causas nobles merecían su concurso, tales como la Sociedad Española de Higiene, las obras sociales que realizaba la División Azul, o entidades creadas tras la guerra como Acción Española de la Palabra Culta y Buenas Costumbres de Madrid, con su Ropero de Suburbios y Presos, &c.

En 1946 Julia Peguero, viuda de Trallero, tiene reconocido su domicilio en la madrileña Plaza de Oriente, número 2, en donde se le realizan notificaciones oficiales.

De los años 40 hemos encontrado también unas cuartillas mecanografiadas con una poesía del poeta y pintor de Calatayud (1889-1975) Ángel Espinosa dedicadas a Julia Peguero. En la trasera de las mismas, se incluyen además poesías transcritas por la propia Julia, obra de Eduardo del Palacio y de Javier de Burgos.

Julia Peguero Sanz sobrevivió casi medio siglo a su marido, pues falleció en Madrid, a los noventa y ocho de edad, el 4 de diciembre de 1978: la esquela del ABC reza así «Maestra Nacional (jubilada)».

Julia Peguero se presentó al menos a cuatro Salones de Otoño organizados por la Asociación Española de Pintores y Escultores.

En el IV Salón de Otoño de 1923, se inscribió literalmente: “Peguero, Dª Julia; natural de Zaragoza; reside en Madrid, Preciados, 27”. Presentó dos obras que quedaron recogidas en el catálogo como:

Nº 246. “Jardín de Maudes (Madrid)”, pastel; 0,40 x 0,46

Nº 247. “Jardín de Maudes (Madrid). Pilar del siglo XVI”, pastel; 0,40 x 0,46.

En el V Salón de Otoño de 1924 aparecía inscrita como “Peguero de Trallero, Dª Julia; natural de Zaragoza; reside en Madrid, Preciados, 27, 3º derecha”. Al mismo, concurrió con tres obras: Nº 264. “Plazoleta en Quinta Julia (Madrid)”, óleo; 0,49 x 0,56.

Nº 265. “Paseo del mirador en Quinta Julia (Madrid)”, pastel; 0,49 x 0,42

Nº 266. “Emparrado en Manoles (Madrid)”, pastel; 0,49 x 0,42

En el XVII Salón de Otoño de 1943 figuró simplemente como Peguero (Julia), colgando dos obras en la Sala VII:

Nº 110. “Paseo del mirador en Quinta Julia”

Nº 112. “El emparrado”

Para el XXV Salón de Otoño de 1952, en el que figura también como Peguero (Julia), sólo concurrió con una obra, la Nº 409, titulada “Madrid desde la pradera de San Isidro”, (óleo).

 

BIBLIOGRAFÍA:

Julia Peguero Sanz Madrid4 de diciembre de 1978)

«Julia Peguero Sanz 1880-1978». www.filosofia.org. 2012. Consultado el 25 de noviembre de 2017.

«Julia Peguero de Trallero – Letras desde Mocade». letrasdesdemocade.wordpress.com. Consultado el 29 de noviembre de 2017.

Poveda Sanz, María (2013). «Mujeres y Segunda Enseñanza en Madrid (1931-1939)». Tesis Doctoral. Consultado el 29 de noviembre de 2017.

«Hemeroteca Digital. Biblioteca Nacional de España». hemerotecadigital.bne.es. Consultado el 29 de noviembre de 2017.

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«ABC (Madrid) – 16/07/1930, p. 46 – ABC.es Hemeroteca». hemeroteca.abc.es. Consultado el 29 de noviembre de 2017.

«ABC (Madrid) – 05/07/1931, p. 58 – ABC.es Hemeroteca». hemeroteca.abc.es. Consultado el 14 de diciembre de 2017.

Collectif; Fouque, Antoinette; Calle-Gruber, Mireille; Didier, Béatrice (26 de noviembre de 2015). Le Dictionnaire universel des créatrices (en francés). Éditions des femmes. ISBN 9782721006516. Consultado el 29 de noviembre de 2017.

VV.AA. (2007). «El Madrid de las mujeres, avances hacia la visibilización (1833-1931)». Comunidad de Madrid. Consultado el 29 de noviembre de 2017.

(Fernando Soldevilla, El año político 1921, año XXVII, Madrid 1922, págs. 173-174.)

(La Correspondencia de España, Madrid, miércoles 31 de octubre de 1923, pág. 1.)

 (La Libertad, Madrid, 24 diciembre 1924, pág. 3.)

 (ABC, Madrid, 2 de junio de 1932, pág. 32.)

(José María Palma, «Visitas de arte. Las cuevas de Altamira», El Avisador Numantino, 2ª época, año LIV, nº 4471, 2 de noviembre de 1932, pág. 4.)

 (ABC, Madrid, 18 de julio de 1936, pág. 30.)

 (ABC, Madrid, 6 de mayo de 1941, pág. 6.)

 (ABC, Madrid, 7 de junio de 1942, pág. 19.)

 (ABC, Madrid, 10 de noviembre de 1942, pág. 16.)

 (ABC, Madrid, 26 de junio de 1943, pág. 9.)

 (ABC, Madrid, 29 de julio de 1943, pág. 10.)

 (ABC, Madrid, 28 de septiembre de 1943, pág. 2.)

Tina Hernández expone en el Ateneo de Madrid

La socia Tina Hernández inauguró el pasado 16 de mayo una exposición que bajo el título de “Poemas sin palabras”, exhibe sus últimas obras.

La muestra, que podrá visitarse hasta el 31 de mayo, la presentó así Manuel Domingo Castellanos:

“De Tina podemos decir que disfruta jugando con la forma, girando los objetos para contemplar sus distintas vistas y reconstruyéndolos con sus diversas apariencias.

Organizando el cuadro por planos, evidenciando una estructura que presente al espectador un espacio geométrico y estético.

Estos planteamientos fueron los que evolucionaron el panorama artístico del siglo XX, sentando las bases de una nueva forma de ver.

No sólo el sorprendente concepto espacial caracteriza a esta corriente artística, tan poco entendida por aquel que no ha intentado componer un cuadro. Los cubistas, en su desprecio por las apariencias inventaron » el collage» para no imitar los objetos
y sus texturas. Sus trabajos se basaban en dar claves que ayuden al espectador, para que este pueda leer el cuadro.

El lenguaje cubista se tranforma en mundo personal gracias a los ritmos coloristas y las sutiles materias de Tina. Ella compone con delicadeza y exigencia la organización de los elementos que configuran la temática del cuadro, ya sea esta bodegón o paisaje, siempre se ciñen a las mismas pautas de pasión y orden, belleza y medida. Sus texturas de vetas blancas y transparentes agilizan amplias superficies planas, rasgando suavemente fragmentos de color que así entran en movimiento y se inmaterializan.

Por zonas late el rumor de estampados florales que pueden ser sugerencias táctiles o servir de flores en un jarrón. Algún granulado de tierra salpica las aristas eliminando la dureza fría de la línea recta. Anotemos también que la pintora empapa el lienzo de color, sin aceptar la proclama de los primeros cubistas aconsejando limitar la paleta a los pardos, los tierras y el negro.
Pasión, orden, belleza y medida. A pesar de la dificultad de su combinación.

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