Situada en la Avenida de la Institución Libre de Enseñanza, 70, frente al Colegio Público Miguel Blasco Vilatela, en el distrito de Ciudad Lineal, el día 29 de enero se inauguró la escultura interactiva con la que la ciudad de Madrid rinde homenaje al astronauta de la Agencia Espacial Europea (ESA) Pedro Duque, obra de los socios Marisa Codina y José Gabriel Astudillo López.
La escultura, que representa a la Tierra, es una muestra de recuerdo hacia el astronauta, quien estudió en ese mismo colegio, la han llevado a cabo estos dos artistas y socios de la Asociación Española de Pintores y Escultores, en base a la maqueta ganadora del Certamen Escolar “Pedro Duque”, donde se eligió el proyecto del Centro de Educación Especial Infanta Sofía.
En el certamen participaron 54 alumnos de los colegios públicos Conde Romanones, Leopoldo Alas Clarín, Miguel Blasco Vilatela. México, San Juan Bautista, Nuestra Señora de la Concepción y el Centro de Educación Especial Infanta Elena. Los participantes debían construir una maqueta para la estatua que estuviera inspirada en el espacio exterior o en el Sistema Solar, y del diseño ganador se construyó el monumento final.
El acto de inauguración estuvo presidido por la Alcaldesa de Madrid, Manuel Carmena, por Pedro Duque, José Gabriel Astudillo, Marisa Codina y la Concejala de Ciudad Lineal, Yolanda Rodríguez, además del resto de instituciones educativas implicadas, y contó con un nutrido grupo de socios de la Asociación Española de Pintores y Escultores, que quisieron acompañar a su Presidente en este momento tan importante para él, como el Vicepresidente de la AEPE, Juan de la Cruz Pallarés, el Bibliotecario, Fernando de Marta, la Tesorera, Ana Martínez y socios y amigos en general.
La escultura, que pretende destacar la importancia de la ciencia, es una obra de más de dos metros, fundida en bronce, con la que el público puede interactuar, ya que con un sistema de engranajes, puede hacerse girar a los planetas alrededor de la Tierra, contemplando un curioso e intrincado efecto que tan bien han conseguido reflejar los artistas.
Tal y como ha comentado la Alcaldesa de Madrid, “gracias a la participación de los alumnos en este concurso de ideas, rendimos homenaje a Pedro Duque, un acto con el que queremos no sólo hacer un reconocimiento a su exitosa carrera espacial, sino que pretende ser un aliciente para que los niños de Ciudad Lineal puedan soñar con el Espacio y sus naves espaciales”.
Para Marisa Codina y José Gabriel Astudillo “la escultura ha sido un cúmulo de satisfacciones, tanto por el enorme trabajo llevado a cabo para plasmar en bronce una idea tan imaginativa, como por el complejo esfuerzo realizado para que el movimiento de la obra fuera de lo más aerodinámico, pensando siempre en las personas que interactuarían con la obra, en su seguridad física, el emplazamiento, el colorido y lo que realmente representa la escultura, como son los valores de estímulo y creatividad, pasando por la originalidad y el diseño funcional y estético”.
“Es muy gratificante también –continúan diciendo- saber que la escultura estará situada en una calle de Madrid, con lo difícil que se ha vuelto últimamente colocar una escultura en la ciudad, y haber tomado parte en un trabajo tan especial y tan universal como lo es la ciencia”.
Pedro Duque ha indicado que “hemos superado la fase de tener complejo de inferioridad en los barrios humildes de España”. Ha dicho a los niños presentes: “Podéis florecer y ser lo que queráis, tenéis que decidir qué os gusta, dedicaros a ello y hacer caso a los profesores y los padres para conservar la forma física que, por ejemplo, es muy importante para ser astronauta”.
“Conozco a otras personas de barrio que tenían complejo de inferioridad que ahora están en la industria aeroespacial, en otros países, dirigiendo personas”, ha indicado Duque antes de pasar a responder las múltiples curiosidades que le han planteado los niños de su antiguo colegio.
Ha dicho que está en la lista de personas cualificadas para ir al espacio y podría darse el caso de que le llamen para volver. Además, ha indicado que aunque tardará en un “futuro cercano” todos podremos disfrutar de un viaje espacial. El madrileño “que más lejos ha llevado el nombre de Madrid”, en palabras de la edil Rodríguez que fue alumna de su madre, ha agradecido enormemente el cariño y el recuerdo. La concejala del distrito ha señalado que normalmente solo se homenajea en vida a las gentes de las artes, mientras que los de las ciencias se les rinde tributo una vez han fallecido.
Por su parte, Carmena ha indicado que ahora gracias a la escultura cuando la gente pase por ahí y no conozca a Duque “lo buscarán en Google”, es “muy importante” saber a qué se dedicaban los madrileños ilustres que dan nombre a las calles y plazas de la ciudad, ha expresado la exjueza. “Admirar es un verbo importante, la envidia es cosa que nos resta, y hoy admiramos a Pedro Duque”, ha añadido la alcaldesa.
En un acto celebrado el pasado día 26 de enero en la sede institucional de la AEPE, el genial artista recogió la “Medalla de Honor”, que le fue otorgada de manos de su Presidente José Gabriel Astudillo, en reconocimiento a su producción artística, que no tiene comparación posible con la obra de ningún otro artista a nivel mundial, y también por su talento, por la extraordinaria calidad de su técnica y pinceles, y por su personalísimo estilo».
Repleta de asistentes, entre los que se encontraban numerosos socios y amigos, los también Medalla de Honor de la AEPE, Tomás Paredes Romero, Presidente de la Asociación Española de Críticos de Arte, y de todos los miembros de la Junta Directiva de la AEPE, así como diferentes entidades colaboradoras de la Asociación Española de Pintores y Escultores, transcurrió un acto emocionado en el que a modo de introducción, la Secretaria General de la Asociación Española de Pintores y Escultores, Mª Dolores Barreda Pérez, realizó un breve recorrido por la trayectoria artística y profesional del reconocido artista de talla internacional, haciendo especial hincapié en lograr un bosquejo resumido de cómo es Rafael Canogar, y no sólo de su biografía, con datos y fechas frías y distantes, sino introduciendo a los presentes en la vida, el pensamiento y un poquito en el alma del artista.
Por su parte, el Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, José Gabriel Astudillo, recordó a todos que su arte está caracterizado por el personal estilo que ha hecho de este pintor un referente para las nuevas generaciones creadoras.
Hizo además referencia al homenaje espontáneo, nacido del corazón de todos los que forman la Asociación Española de Pintores y Escultores, no sólo por distinguir al genial pintor en su vertiente artística, sino especialmente por los valores humanos que siempre han rodeado a la persona de Rafael Canogar.
José Gabriel Astudillo lo reflejó muy acertadamente cuando expresó que la creatividad de este artista, la empatía que genera con las obras que crea y una biografía repleta de éxitos profesionales han hecho de “Rafael un referente en el arte, dentro y fuera de nuestro país, en donde sus obras han ofrecido respuestas a las inquietudes artísticas de varias generaciones de españoles con respuestas repletas de coherencia, seriedad, independencia y que cuentan con el rigor como señas de identidad”.
El Presidente comentó que “Rafael es un hombre grande, no sólo de estatura, porque es un gran contenedor de ingenio, emociones y talento que, en cierto sentido, puede resumirse o aglutinarse en la actividad creativa, que incluye la mayoría de los elementos que completan el abanico de las artes plásticas”.
“Esa capacidad de Rafael –continuó Astudillo- para renovarse en su trabajo cada día, con libertad y amplitud de miras y sin perder nunca la ilusión por los nuevos retos, ha sido fundamental a la hora de otorgarle esta Medalla de Honor, sobre todo por el excepcional momento que atraviesa de plenitud artística y por la pasión, valentía y excelencia con que aborda cada obra”.
Tras la imposición de la Medalla de Honor, el homenajeado dirigió unas palabras a los asistentes al acto, agradeciendo la distinción de la que era objeto y compartiendo la ilusión entre los asistentes por seguir creando belleza y generando arte.
Recuerdos muy poderosos y actuales que ha ido atesorando en su memoria a lo largo de los años, y que consiguieron emocionar al público allí congregado por la sensibilidad que transmitían las vivencias que de esta forma quiso compartir con todos.
Para finalizar el acto, Rafael Canogar aseguró que siempre estará muy cerca de la centenaria entidad y dispuesto siempre a colaborar con los artistas y creadores.
PALABRAS DE INTRODUCCIÓN DEL ACTO DE IMPOSICIÓN
DE LA MEDALLA DE HONOR DE LA AEPE,
DE LA SECRETARIA GENERAL, Mª DOLORES BARREDA PÉREZ
Señoras y señores, queridos socios y amigos, muy buenas tardes a todos y bienvenidos a esta casa común que es la Asociación Española de Pintores y Escultores.
Celebramos hoy el acto de imposición de la Medalla de Honor de nuestra entidad a D. Rafael Canogar.
De su relación con esta Asociación Española de Pintores y Escultores puedo referir que Rafael Canogar ha participado como miembro del Jurado en los últimos Salones de Otoño, así como en la nueva convocatoria del Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura, contribuyendo así a engrandecer estos premios.
Pero además de su experiencia como artista y como asesor, ha dado cumplidas muestras al acudir a la llamada de esta presidencia en el estudio del estatuto del artista que desde esta institución se ha hecho con vistas a presentar nuestras conclusiones próximamente en el Congreso de los Diputados.
De su biografía, como en las anteriores ocasiones, me gustaría remitirles a cualquier enciclopedia, o mejor aún, a la página web del autor, un fantástico recorrido por su vida y obra, atractiva visual y conceptualmente, y en donde encontrarán pormenorizados cuantos datos deseen acerca de su autor.
A mi corresponde trazar a grandes rasgos el perfil humano y la especial dimensión artística de uno de los máximos representantes del arte español actual.
Nacido en Toledo, a los 14 años aprendió el oficio a manos del maestro Vázquez Díaz, uno de los grandes socios de nuestra entidad.
El arte de vanguardia le interesa desde muy pronto, cuando comienza a hacer abstracciones, incluso antes de ir a París, en el año 1954.
Allí se encontró con el informalismo, el movimiento en gestación más avanzado del momento. Así que, al volver, empezó a trabajar en la abstracción con lo que tenía a mano, que era su creatividad.
En la abstracción y también luchando por la libertad de la forma que podía, que era realizando un trabajo de renovación de la pintura.
Así surgió el grupo “El Paso”, un grupo de arte no figurativo o informalista, en donde sus integrantes, unidos, conseguirían ser oídos. Luis Feito, Antonio Saura, Millares, Pablo Serrano y Rafael Canogar, reinventaron el espacio pictórico con una pintura libre en un país que no lo era, y que llevó la pintura de España alrededor de todo el mundo, estableciendo su escuela en la ciudad de Cuenca donde se instauró el Museo de Arte Abstracto, gracias al mecenazgo de Fernando Zóbel.
Se afanó en el informalismo con una enorme intensidad, trabajando los cuadros directamente con las manos, dejando el color sobre la superficie, con el lienzo en el suelo, echando pintura líquida que se introducía por los surcos que habían dejado sus dedos sobre la materia, en sus propias palabras: “como la lluvia cuando cae sobre los surcos creados por el hombre”.
Como él mismo ha confesado, su gran lección de pintura la encontró en el Museo del Prado, porque es allí donde estaba la raíz de la pintura de vanguardia y de ruptura: en la tensión de Goya, en la elegancia de Velázquez o en la austeridad de Zurbarán.
También luchó contra la intensidad pictórica, esa libertad más allá de la estética, que si se convierte en constante se vuelve académica y retórica.
Por eso, igual que otros artistas como Vostell y John Blake, informalistas, sintió la necesidad de volver a la realidad, lejos de la “figuración”, creando para ello una nueva realidad.
Huyendo del academicismo experimentó con el realismo en un periodo marcado por el bulto, el relieve que surge de la bidimensionalidad de la superficie del cuadro hacia el espacio del espectador, mostrando una nueva realidad y derribando el muro entre la pintura y la escultura, buscando el realismo como un acercamiento al público.
En esos momentos, seleccionaba imágenes de los medios de comunicación y hacía un análisis sobre ellas, en las que el hombre está cosificado y fragmentado.
La lucha por las libertades que emprendió a partir de 1975, fue un gran motivo de trabajo que fue reconocido con el gran premio de la Bienal de São Paulo. Como él mismo ha comentado, “fue un premio pero también el comienzo de una demanda excesiva, un momento en el que tenías que rebelarte y alejarte de ese consumo que lo que hace es dividir al artista”.
En esa etapa, reivindicó la necesidad de volver a la pintura, a la bidimensionalidad de la tela, utilizando ropa para ser veraz, aluminio, objetos, moldes de manos… para hacer veraz la lucha del hombre.
Ese periodo tan fructífero e intenso fue agotando un poco su pintura. La larga serie de pinturas negras dieron paso a la necesidad de recuperar la imagen a través de “Las escenas urbanas”, estructuras donde está representado, casi simbólicamente, el hombre urbano: unos van y otros vienen, unos duermen, otros se despiertan…
En 1992 cambia nuevamente su trabajo e investiga sobre la destrucción y la reconstrucción, esa constante del hombre atemporal, trabajando con planchas de papel, troceándolas y recomponiéndolas con elementos geométricos muy simples pintados sobre diversas superficies, en un periodo conocido como de fragmentaciones.
Rafael Canogar pertenece a una generación que quiso abrir nuevos cauces sin dejar de pintar y siempre desde la pintura.
Por eso en la actualidad, confiesa que sigue creyendo en la pintura, incluso en este periodo en el que parece que la pintura interesa poco, que interesan más cosas que se muevan y que se enciendan o se adapten. Según sus propias palabras: “Yo creo en la pintura. En la Facultad de Bellas Artes ya casi ni se enseña a pintar, porque muy pocos saben pintar. Es un drama. Por eso he vuelto a la pintura, para reinventarme, para reactualizarme, porque lo que hago no tiene nada que ver con lo que hacía antes. No estoy dando pasos atrás. Me gusta trabajar con elementos mínimos para dar el máximo protagonismo expresivo a esos mínimos. Es la pintura: óleo sobre la tela y ya está”.
Rafael Canogar sólo quiere eso, pintar y hacer buena pintura, y no necesariamente inventar algo nuevo.
Sin embargo, también le interesan mucho las nuevas herramientas de los jóvenes artistas, motivo por el que aprecia y valora muchísimo, el trabajo de los artistas que reciclan y dan vida a cosas que estaban muertas, como el que realiza su hijo Daniel.
Rafael padece, sufre, sobrelleva el “terrible vicio” de la pintura; toda su vida es la pintura; se realiza pintando, creando o haciendo escultura; pintando todo el tiempo que le dejan; él piensa, como seguramente muchísimos de los presentes hoy en esta sala, que los pintores mueren pintando.
Califica de “horrible” la repetición de uno mismo y se niega a fabricar Canogares.
Pero hay en Rafael otra faceta que descubrimos, como su ayuda a la creación de colecciones y un fabuloso patrimonio de arte contemporáneo para el Estado español. Una gran etapa a la que llegó después de haber ayudado a la conquista de la libertad y que hoy confronta con la realidad que vivimos, desde una inmensa tristeza por presenciar cómo quieren destruir lo que hombres como él construyeron y que tanto costó conseguir: la concordia entre ideas tan diferentes, la capacidad de entender posiciones que no son como la tuya. Por eso ahora mismo la sociedad no es su fuente de inspiración.
Su reacción ahora es centrarse en su trabajo, en donde encuentra una serenidad necesaria ahora en su vida.
Reivindica la calidad, no la originalidad fruto de la novedad, sino el buen hacer, la buena pintura.
Lo difícil en toda su trayectoria ha sido mantenerse, conseguir que su obra tenga actualidad y puntualidad.
Fue vanguardista como artista informalista pero lejos de modas, buscó su propio estilo. Esa ha sido su originalidad.
Ver la obra de Rafael Canogar es ver auténticos autorretratos, pues todas y cada una de ellas contienen su experiencia, su ansiedad y desvelos, sus esfuerzos e ilusiones, su saber.
Ha trabajado obra gráfica, collage, escultura, pintura… y a través de su obra, como artista y creador, es como él defiende y apoya la cultura y la educación, defendiendo una visión crítica de la sociedad, reencontrando valores tan fundamentales como la ética y moral.
Rafael es un hombre recto, en quien no cabe engaño ni picardía; es directo, circunspecto y grave, eso no quiere decir que no sea también atrevido y soñador; prudente, discreto, contenido, intenso, puro, íntimo, espiritual; visceral, comunicativo, afable, cercano, asequible; es inspiración para sus cuatro hijos artistas, el ideal compañero de viaje, conversador avezado, rústico poeta minimalista de rimas y juez ingenioso en las sentencias de la vida; lector infatigable, hombre generoso… una bellísima persona y un gran pintor.
Entre los múltiples premios y galardones conseguidos por toda una vida creando, destacamos la Encomienda de la Real Orden de Isabel la Católica del Ministerio de Asuntos Exteriores de España; Doctor Honoris Causa por la Universidad Nacional de Educación a Distancia; XIII Premio Tomás Francisco Prieto de la Fundación Casa de la Moneda; Hijo Predilecto de la ciudad de Toledo; Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes; Premio Artes Plásticas Cultura de la Comunidad de Madrid; Medalla de Oro de la Feria de Arte Contemporáneo Artesevilla; Premio Extraordinario de Castilla-La Mancha, Premio Nacional del Grabado, de Calcografía Nacional, de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando; Premio de la Academia Nacional China de Pinturas y Artes…
Es Miembro numerario de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando; de la Junta Directiva del Círculo de Bellas Artes; del Consejo Asesor de la Dirección General de Bellas Artes del Ministerio de Cultura, Vocal en el Consejo de Administración del Patrimonio Nacional…
Ha realizado más de doscientas exposiciones individuales, ha participado en cientos de colectivas, cuenta también con varias retrospectivas…
Ante todo este espectacular historial de galardones, nuestro premio de hoy a Rafael Canogar puede resultar tremendamente sencillo, pero a diferencia de estos, la Medalla que hoy te entregamos, es la única que nace de tus compañeros de profesión y fatigas; la otorgan los artistas a otro gran artista, por eso esta Medalla es única y especial, por eso es tan importante; porque con ella te conviertes en “profeta en tu tierra”, y eres homenajeado por cuantos hacen, como tú, del arte su vida.
La Medalla es la muestra de la profunda admiración que todos los socios y amigos aquí reunidos, sentimos por tu trabajo y por tu obra, porque los grandes artistas como tú son los que hacen grande a un país a través del arte.
Enhorabuena y muchas gracias
DISCURSO DEL PRESIDENTE DE LA ASOCIACION ESPAÑOLA DE PINTORES Y ESCULTORES,
JOSÉ GABRIEL ASTUDILLO LÓPEZ
Rafael Canogar, miembros de la Junta Directiva, autoridades asistentes, queridos socios y amigos, bienvenidos todos y gracias por vuestra presencia en este acto que me honra presidir.
Esta Asociación siempre ha creído que homenajear a los grandes artistas que tiene España era un deber con la historia, con la propia Asociación Española de Pintores y Escultores y con todas las personas que habéis demostrado vuestro amor y vuestro compromiso con esta institución y con el mundo de las bellas artes.
Y lo hacemos de forma sencilla, pero sentida y humilde, en un reconocimiento sincero a quien tanto ha hecho por las bellas artes en España.
Porque rendir homenaje siempre ennoblece a quien lo recibe, pero engrandece también a quien lo otorga. Porque es justo alabar y reconocer a quien debe ser admirado y respetado por su creación y por su ejemplo.
Rafael Canogar es un gran humanista cuya filosofía de vida descansa y se construye desde los valores y por ello, no sé si de forma consciente e intencionada, con la ilusión de que su existencia deje huella en la Historia de las Bellas Artes, al igual que hicieron los que nos precedieron.
La suya es una forma de vivir que nace de las historias de toda una vida dedicada a las bellas artes y a la creación. Una obligación moral contraída con la que ha logrado enriquecer nuestro entorno con sus propuestas artísticas.
Nuestra admiración se extiende tanto hacia sus espléndidas creaciones primeras, llenas de sentido poético, profundidad y connotaciones oníricas, como hacia toda su gran obra posterior, de una fuerza renovadora y trascendente, en la que ha sido capaz de incorporar casi todos los hallazgos técnicos propios del informalismo.
Esta Medalla que hoy te entregamos es el ideal y el compendio de lo que a lo largo de estos años hemos ido imaginando y construyendo, siempre con enorme ilusión. Es una Medalla que busca ser un modelo que ejemplifica cómo queremos que se fortalezca el arte en España, con qué ideales y anhelos, con qué valores.
Esta Medalla de la AEPE agradece la contribución de Rafael Canogar para que la luz de la cultura española sea más nítida, para que nuestro patrimonio sea más y mejor conocido, y tengamos renovadas razones para enorgullecernos y deleitarnos en él.
Es este un acto de reconocimiento y también la mejor ocasión para mostrar públicamente nuestro afecto y nuestro agradecimiento a Rafael Canogar, no solo por el servicio que está realizando a la sociedad, sino también por esa capacidad de aunar la excelencia en disciplinas tan diferentes pero intrínsecamente ligadas por el denominador común del talento creativo.
Es precisamente ese talento el que hace que sus trabajos estén abonados por las virtudes del esfuerzo, la constancia, la innovación, y la inquietud creativa; todas ellas con un denominador común: un profundo amor al arte y la cultura.
Su impecable trayectoria y su transversalidad entre disciplinas nos ayudan a entender mejor el espíritu de las vanguardias internacionales que él mismo encarna.
Su trayectoria no es solo la de alguien que ha hecho de su mirada de artista un modo de vida apasionante, sino que ha querido llegar más lejos, triunfando dentro y fuera de nuestras fronteras con la utilización de técnicas tradicionales aplicadas a un lenguaje contemporáneo, combinando su compromiso social con una incesante búsqueda de la belleza.
Rafael representa toda una vida dedicada al oficio de crear, y ha sabido combinar su maestría en el dominio de la técnica, con el acercamiento y experimentación con nuevos materiales de vanguardia.
Toda su obra es una audaz meditación sobre la propia vida, en la que la altura filosófica no está reñida con la facilidad para trasladar sus planteamientos a toda clase de obras. Y una obra, en suma, con la que el artista se descubre una vez más como uno de los creadores españoles más importantes de nuestro tiempo.
Sus obras nos ayudan a comprender mejor nuestro pasado y, por tanto, nuestro presente. Una tarea en la que hoy reconocemos a Rafael Canogar, que viene a ser algo así como una mirada al pasado renovadora y rigurosa, que es además una manera de desvelar las claves del presente artístico español.
Trabajo y talento son dos características que definen también a Rafael Canogar. Cabe destacar de él su capacidad para tratar el color, el uso original de formas y texturas que logra ser, al mismo tiempo, arquetípica y plenamente actual. Quizá porque su carrera se ha movido entre la revisión de los clásicos y el desarrollo de su propio territorio personal, por eso Rafael aúna el ideal de todo artista sobresaliente: aprender del pasado para mejorar el futuro.
Su creatividad, la empatía que genera con las obras que crea, y una biografía repleta de éxitos profesionales han hecho de Rafael un referente en el arte, dentro y fuera de nuestro país. Sus obras han ofrecido “respuestas a las inquietudes artísticas de varias generaciones de españoles”; respuestas repletas de coherencia, seriedad, independencia y que cuentan con el rigor como señas de identidad.
Rafael es un hombre grande, no sólo de estatura, porque es un gran contenedor de ingenio, emociones y talento que, en cierto sentido, puede resumirse o aglutinarse en la actividad creativa, que incluye la mayoría de los elementos que completan el abanico de artes plásticas.
Esa capacidad de Rafael para renovarse en su trabajo cada día, con libertad y amplitud de miras y sin perder nunca la ilusión por los nuevos retos, ha sido fundamental a la hora de otorgarle esta Medalla de Honor, sobre todo por el excepcional momento que atraviesa de plenitud artística y por la pasión, valentía y excelencia con que aborda cada obra.
Siempre que otorgamos esta Medalla de la Asociación Española de Pintores y Escultores, lo hacemos con intención de mostrar ejemplos a seguir para la sociedad, para las nuevas generaciones y en este aspecto, Rafael representa uno de los mejores modelos de las bellas artes españolas del último siglo.
A Rafael, mi felicitación y mi deseo de que esta Medalla sirva también de impulso para seguir desarrollando con igual pasión, o mayor si es que cabe, su contribución al mundo del arte.
Esta Medalla de la Asociación Española de Pintores y Escultores tiene de especial el hecho de que es un reconocimiento de otros artistas que como tú, buscan la belleza y la inspiración diarias para ofrecer lo mejor de sí mismos a la sociedad.
Es un homenaje de quienes comparten tus anhelos, tus sueños y el profundo amor por el trabajo; es una distinción que otorgamos tus compañeros de profesión en un sincero acto que representa todo nuestro respeto y admiración por quien tanto ha hecho por el arte y los artistas.
Después de escuchar las palabras de nuestra Secretaria General, que en esencia ha reflejado quién es Rafael Canogar, habría muchísimo más que decir pero me gustaría que al término de este acto, entendiéramos todos al menos la inmensa grandeza de este prolífico artista.
Me gustaría mucho dejar constancia del tremendo orgullo que a todos nos embarga poder realizar este acto, agradeciendo y devolviendo la generosidad que Rafael ha demostrado con la Asociación Española de Pintores y Escultores, colaborando con nuestra institución siempre que le hemos requerido, acudiendo presto y solícito nuestra llamada y siendo ya parte de la historia de los Salones de Otoño y del Premio Reina Sofía.
Siendo ya parte de la historia de una centenaria entidad como la nuestra, que hoy está plena y feliz al realizar este solemne acto de reconocimiento a Rafael Canogar.
Deseo, al concluir mis palabras, agradecer a esta audiencia la cariñosa acogida que está dando a Rafael Canogar.
Y a él mismo sólo repetirle que muchas gracias por hacer lo que haces y por ser como eres: maestro.
En un acto que se celebrará el próximo día 26 de enero, a las 19 h. en la sede institucional de la Asociación Española de Pintores y Escultores, el artista Rafael Canogar recibirá la “Medalla de Honor” de la institución, que le será otorgada de manos de su Presidente José Gabriel Astudillo, en reconocimiento a su aportación extraordinaria al mundo del arte.
Al acto, al que se espera que acudan innumerables socios y amigos, así como algunos de los máximos representantes del mundo del arte académico y la crítica, será presentado por la Secretaria General de la Asociación Española de Pintores y Escultores, Mª Dolores Barreda Pérez, quien realizará un breve recorrido por la trayectoria biográfica y artística del homenajeado, para a modo de introducción, dar paso al homenaje espontáneo, nacido del corazón de todos los que forman la Asociación Española de Pintores y Escultores, desvelando no sólo al extraordinario profesional, sino haciendo especial hincapié en los valores humanos que rodean a la persona de Rafael Canogar.
Por su parte, José Gabriel Astudillo, Presidente de la centenaria entidad, dará paso a un discurso emotivo en el destacará que “Rafael Canogar siempre ha sido un pintor valiente a la hora de defender sus valores artísticos, y a pesar de las dificultades que haya podido encontrar a lo largo de su trayectoria, pero que los sacrificios que ha realizado, las alegrías que ha experimentado, el singular significado que para este artista tiene el conjunto de su producción y experiencia artística y profesional, son hoy ejemplo para muchos artistas y creadores, para muchos de nuestros socios. Por eso, el ejemplo de tu vida nos interesa a todos”.
Se verificará así la entrega de la Medalla y del Diploma acreditativo, tras la cual, Rafael Canogar dirigirá unas palabras a los asistentes y firmará en el Libro de Honor de la Asociación Española de Pintores y Escultores.
La Medalla de Honor de la AEPE se ha concedido en anteriores ocasiones a Julio López Hernández, Tomás Paredes, Eduardo Naranjo, Juan Alcalde y Venancio Blanco.
Acto: Medalla de Honor de la AEPE
Fecha: 26 de enero de 2018
Lugar: Sede de la Asociación Española de Pintores y Escultores
El socio Ricardo Aparicio está exponiendo sus últimas obras bajo el título de “Esencia”, en el Hotel Eurostars Central situado en la madrileña calle de Mejía Lequerica, 10, desde el pasado 11 de enero en una muestra que se prolongará hasta el 28 de febrero próximo.
Almudena Ríos_Periodista e Historiadora del arte, nos presenta así la exposición:
Las diferentes formas visuales de su pintura, te van indicando que nunca lo que uno ve en ese pedazo de espacio que es el cuadro en sí, es lo que uno quiere que sea, sino el todo que puede ser, induciendo a lo místico.
Académico Asociado como Artista Pintor de la Accdemia Internazionale Grecci-Marino, Firenze. Está especializado en Cultura Contemporánea Española por la Universidad de Alcalá de Henares. Su involucración en la pintura, surgirá en el estudio del pintor mexicano, Alfredo Enguix.
La obra de Aparicio surge de una investigación matérica, los colores que utiliza nos acercan a aquellos elementos vivos cotidianos de la naturaleza que nos rodea, y de la que formamos parte, agua y tierra. Como un llamado a lo primigenio, representado hoy aquí, por el árbol de la vida: el Olivo. Contemplado en su creación litográfica, y a través de un lenguaje intuitivo y personal, busca sencillamente, el despertar del mundo interior de quien observa. Evolución de una abstracción inducida, es la obra de Ricardo Aparicio, representado por Alicia Rey Gallery, y por la Galería Orfila de Madrid, en una interesante trayectoria tanto nacional como internacional. Presenta en su trabajo la muestra de una serie de obras de mediano formato, compuestas por una gran variedad de colores, que sin duda, atrapan al espectador.
La obra de Aparicio, se expone internacionalmente en las ferias de arte contemporáneo de ciudades como: Berlín, Londres, Paris, Florencia, Hamburgo, New York, Miami, México DC, Shanghai, etc…
ENTREVISTA A RICARDO APARICIO:
Esta entrevista es para que podamos realizar una aproximación a tu obra, entenderla y divulgarla.
¿Cómo fue su iniciación en el mundo del arte, junto al pintor mexicano Alfredo Enguix?
Durante un período de tres años, junto a mi familia por destino de mi Padre, estuve viviendo en Oviedo, donde tuve la ocasión de conocer, al maestro Enguix. En esta capital de Asturias, tenía su estudio profesional, en donde, tome contacto por primera vez con las artes pictóricas, aprendiendo algunas técnicas artísticas, en los diferentes escenarios de la composición creativa, tanto de la influencia en sus trazos de la naturaleza, como del estudio de la observación de su entorno, y posterior plasmación en el lienzo.
¿Cómo ha sido su evolución hasta alcanzar esa abstracción que se traduce en elementos de la naturaleza?
La canalización conceptual del dinamismo de la fuerza del color, a través, de la pincelada con trazo esquemático, que ha ido puliendo el conjunto del cuadro, en la simplificación de lo esencial, evolucionando a la raíz de lo expresado en la obra.
En ‘Esencia’, el protagonista es el olivo. ¿Por qué eligió ese árbol para esta exposición?
El Olivo, expresa la fuerza de esa raíz expresionista, con respecto a la vida.
Con su tronco retorcido, que se eleva desde su pata enraizada en la tierra, con sus amplias ramificaciones, repartiendo el fruto de la oliva, origen de nuestra civilización mediterránea, expresando la esencia de toda una cultura.
Por favor, descríbanos las obras que forman parte de la exposición.
Las obras, componentes de la estructura de la exposición, se describen una a una, en el listado que se adjunto a la organización.
¿Qué técnicas emplea?
Desde acrílicos en lienzos, pasando por guesso en tabla, y representaciones gráficas, en litografías en papel/aluminio.
¿Qué le gustaría transmitir con ‘Esencia’?
Transmitir la esencia secreta de las cosas, a través del trazo sutil de color.
¿Qué le parece el Eurostars Central 4* como espacio expositivo?
El Hotel Central, esta ubicado en un punto urbanístico reformado de Madrid, en el cual, se funde su arquitectura, con unas instalaciones modernas y acogedoras para la realización de las diferentes exposiciones.
¿Cuál es la temática que domina el conjunto de su obra?
Una visión expresionista, del entorno de la naturaleza, como esencia de vida.
Ha expuesto en las ferias de arte contemporáneo de ciudades como Berlín, Londres, París, Florencia, Hamburgo, New York, Miami, México DC, Shanghai… ¿Qué próximos proyectos tiene?
A nivel internacional:
Artbox Proyect_New York 1.0 / Marzo 18.
Ch.ACO´18_Santiago de Chile_Alicia Rey Gallery / Octubre 18.
Y a nivel nacional, diferentes exposiciones, con: Galería Orfila, Eka & Moor Gallery AEPE_Asociación Española de Pintores y Escultores, y colaboraciones, con el IAC_Instituto de Arte Contemporáneo…
Como especialista en Cultura Contemporánea Española por la Universidad de Alcalá de Henares, ¿en qué lugar sitúa el arte actual de nuestro país?
Tanto los museos, como las galerías de España, no tienen una relación fluida con el resto del mercado internacional. Falta información del resto del mundo del arte global, aunque se estén abriendo con cierta lentitud, nuevos museos, y llegando acuerdos con el estado, para que ciertas colecciones se queden en nuestro país. La situación, es de un estancamiento evolutivo.
¿Cómo valora la iniciativa de Eurostars Hotels de acoger exposiciones de artistas en sus instalaciones?
Positivamente, siendo una labor muy necesaria, para poder acercar el arte contemporáneo, a todos los sectores de la sociedad. Fomentado, la actualidad cultural, que generamos entre todos.
La obra fue presentada por su autor, en octubre pasado a la que se presentaron 115 cuadros de diferentes tamaños. Se seleccionaron 38, incluidos los tres premiados. Todos éstos se expusieron en las salas de la Sede de Muface hasta finales de noviembre.
Quince seleccionados confirmaron la asistencia al acto de entrega de premios. Los cuadros de éstos estaban expuestos en una sala contigua al salón donde se celebro el acto, un palacete donde tiene donde tiene su sede la Secretaría de Estado para Asuntos Sociales, situado en la calle Santa Engracia 7, de Madrid.
La entrega de premios estuvo presidida por la Presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, el Director de Muface y otras autoridades.
El cuadro es un óleo sobre lino de 97.130 cm sobre uno de los pueblos negros de Guadalajara, España. Es una zona donde hay mucha pizarra que se emplea para cubrir tejados, de ahí el apelativo de pueblos negros.
La exposición “Naturaleza y Arquitectura” del socio Fernando de Antonio, se exhibe en el Centro Cultural Casa de Vacas del Parque del Retiro del 3 al 28 de enero de 2018.
La muestra ha sido forjada a lo largo de los últimos años durante los cuales su autor ha utilizado «Casa de Vacas» como aula de pintura y parte de unas telas de 10 metros que han sido concebidas para fondo del escenario; en ellas la arquitectura se descompone y recompone para mejor recrear una atmósfera que haga pensar en los personajes representados.
La exposición se completa con trabajos de distintos tamaños y formatos en los que alternan espacios abiertos con detalles vegetales mostrando atmósfera de pureza y frescor.
Sus primeras exposiciones en galerías de Marruecos mostraban paisajes orientales con técnica impresionista adquirida en París en la década de los 80.
Exposiciones sucesivas en distintas galerías y centros culturales de Guadalajara y Madrid han mostrado paisajes más realistas y la abstracción con distintas técnicas.
Víctor Carrascal escribe así acerca de su obra:
Nubes, árboles y agua son los motivos mayores de varias obras. Una plácida naturaleza en luminosa armonía nos presenta ese común universo que vemos sin apenas aprecio y que aquí podemos contemplar.
La flor del almendro anuncia la primavera. Se de pereza en ella la savia soñadora. Es el blanco profundo de sus pétalos en el azul del día la encendida luz de estrellas meridiana.
En las estampas de vistas generales de ciudades antiguas, la postal típica se transforma en una imagen donde se escalonan los distintos tonos de verdes, ocres y azules hasta ofrecernos la visión personal de Fernando de Antonio.
Coincidiendo con los actos que se vienen realizando de forma periódica en la sede social de la AEPE, el pasado día 9 de enero, el Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores hizo entrega de sus carnets de socios a los nuevos miembros que pasan a formar parte de esta gran familia que formamos quienes integramos la Asociación Española de Pintores y Escultores.
Ante un numeroso público compuesto de socios y amigos y bajo la atenta mirada de la Junta Directiva, José Gabriel Astudillo López hizo entrega del carnet que les acredita como socios de la centenaria institución a Esteban Barba, María Pilar Cortés López, María Nieves Pezzi Sanz, Francisco M. Sanz y María Padial Gallego.
Esteban Barba recoge su carnet bajo la atenta mirada de los miembros de la Junta Directiva de la AEPE
Esteban Barba del Río, María Pilar Cortés López, José Gabriel Astudillo López, Joaquín Lorente y María Nieves Pezzi Sanz
Francisco M. Sanz conversa con el Presidente, José Gabriel Astudillo
María Nieves Pezzi Sanz recogió su carnet de socia de la AEPE
María Padial Gallego recogió su carnet que la acredita como socia de la AEPE
María Pilar Cortés López recoge su carnet de socia de la AEPE
Nuestra socia más joven, Marta Bleda Soler, recibió en la pasada edición del XXXVI Certamen de Pequeño Formato que organiza esta Asociación Española de Pintores y Escultores, una Mención de Honor que se suma a otros galardones y méritos que ya atesora en su corta vida artística, así como la realización de varias exposiciones.
La joven de Alahaurín de la Torre consiguió colgar su obra en el tradicional certamen en lo que ella misma consideró como una “victoria emocionante que confirma y acrecienta sus ganas de seguir pintando”. Y es que fue la única menor de edad seleccionada para participar y que además consiguió una Mención de Honor.
Leemos acerca de ella en varias publicaciones que se han hecho eco de la noticia, así como de su ilusión y empeño en ser parte del mundo del arte, pero sobre todo, su orgullo de pertenecer a una entidad como la Asociación Española de Pintores y Escultores, un ejemplo del que todos deberíamos tomar buena nota.
Mención de Honor del XXXVI Certamen de Pequeño Formato de la AEPE: Marta Bleda Soler ¿Qué miras? Óleo y acrílico / lienzo 22 x 33
El Síndrome de Down es una alteración genética que se produce por la presencia de un cromosoma extra o una parte de él.
Contrariamente a lo que pueda creerse, el Síndrome de Down no es una enfermedad y por tanto no puede curarse. El efecto que la presencia de esta alteración produce en cada persona es muy variable, por lo que el individuo afectado tendrá algún grado de discapacidad intelectual y mostrará algunas características típicas de este síndrome. Pero cada individuo es singular, con una apariencia, personalidad y habilidades únicas.
Esta alteración congénita se produce de forma espontánea, sin que exista una causa aparente sobre la que se pueda actuar para impedirlo. Una alteración en el equilibrio genético que altera el funcionamiento normal del organismo, ocasionando un desarrollo más lento.
El Síndrome de Down es una alteración que se produce en todas las etnias y en todos los países del mundo, con una incidencia de una por cada 600-700 concepciones en el mundo. Se viene produciendo además, desde la más remota antigüedad, como ahora veremos. Fue el Doctor John Langdon Down quien describió el síndrome que lleva su apellido, en 1866 en Gran Bretaña.
Síndrome de Down en la Prehistoria
Restos arqueológicos del Paleolítico, de alrededor de 18.000 años de antigüedad, muestran ya el taurodontismo, rasgo bastante común en los dientes del hombre Neandertal y que en menor medida se encuentra en el hombre actual, sobre todo relacionado con el cromosoma extra o con el síndrome Prader Willi.
Vestigios de un ídolo neolítico de West Thessaly, Grecia, fechado entre los años 7000 y 5000 aC, pueden constituir la representación más antigua del Síndrome de Down en la cultura. Las imágenes A y B muestran vista anterior y lateral de un ídolo sospechoso de tener características similares a las del Down.
Tablillas de arcilla datadas en la Babilonia del año 4.000 aC, recogen también una serie de malformaciones congénitas humanas en las que se describe a personas con Síndrome de Down.
La cultura Omeca, datada entre 1.500 a 500 aC en México, centrada en el culto al jaguar, nos ha dejado además algunas representaciones de hombres-jaguar cuyos rasgos se relacionan con los propios del Síndrome de Down.
Evidencias también pueden verse en la figurita egipcia fechada alrededor del año 100 dC que representa un rostro que se sospecha tiene características del Síndrome de Down.
La presencia de este síndrome en comunidades prehispánicas americanas ha sido recientemente documentada en la más reciente cultura Tolteca de México, de unos 500 años dC .
Son también muy curiosas las cerámicas de las culturas Tumaco – La Tolita, en la actual costa Pacífica entre Colombia y Ecuador, que muestran rasgos relacionados con el cromosoma extra y están datadas entre los años 300 y 600 dC. Obras que plasmaron con un realismo impresionante diferentes patologías que padecían estas poblaciones, así como distintos procesos de envejecimiento y muerte.
En la siguiente fotografía puede verse representado a un individuo de sexo masculino, joven, con características típicas del síndrome de Down, forma cerámica que puede ser la primera representación de Síndrome de Down que conocemos.
En la Estatuilla de la diosa con turbante hecho de perlas, fechada entre los años 400 a 800 d.D. encontrada en Monte Albán, en México, se representa una diosa cuyas características cualitativas asociadas al Síndrome de Down merecen especial atención.
El Florero de cerámica de Perú , fechado entre los años 1200 y 1500 d.C , exhibe una pieza de cerámica cruda, con características del Síndrome de Down.
Síndrome de Down en la Edad Moderna
El dato arqueológico más antiguo del que se tiene noticia sobre el Síndrome de Down es el hallazgo de un cráneo sajón del siglo VII, con anomalías estructurales compatibles con un varón con dicho síndrome.
Pero como alteración que acompaña a la humanidad desde tiempos inciertos, ha sido igualmente recogida en pinturas analizadas por expertos artistas y médicos, como Zellweger, Cone, Mirkinson, Kunze, Nippert Andrew Levitas y Cheryl Reid, entablando pedagógicas discusiones en las que unos aportan pruebas y conclusiones y otros rebaten y participan con datos opuestos. Presentamos aquí algunos de los cuadros que han merecido atención en estas discusiones.
En un lateral de la pintura titulada “Ecce-homo”, atribuida al artesano del altar de Aquisgrán, fechada alrededor del año 1505, muestra la imagen de un niño con características faciales similares al Síndrome de Down, al que un mono está arreglando el cabello. Una imagen con una fuerte evidencia de que el niño retratado sufriera Síndrome de Down.
“La Adoración del pastor”, de Jacob Jordaens (1593-1678), fechada alrededor del año 1618 muestra a la Virgen sosteniendo a un niño con similares sospechas de características faciales del Síndrome de Down. Algún investigador ha afirmado que Jordaens y su esposa Catherine Van Noort tuvieron una hija llamada Elizabeth, que tenía Síndrome de Down, si bien es sólo una conjetura sin prueba alguna.
“La adoración del Niño Jesús” (1515) realizada por un seguidor de Jan Joest of Kalkar, representa a Jesús y a dos ángeles con características del Síndrome de Down. Una de las características más esenciales de esta obra es la exquisita transparencia de sus colores así como la forma tan delicada y sutil de modelar los rostros.
El óleo, (Metropolitan Museum of Art de Nueva York), presenta a un ángel junto a la Virgen y a otro que abraza una columna junto a un pastor, y ambos parecen mostrar las anormalidades faciales del Síndrome de Down, y puede ser una de las primeras representaciones del Down en el arte occidental. El artista tomó la decisión de pintar el ángel a la izquierda de María con rasgos faciales distintivos de los otros ángeles (y de María), y también, con el pastor. Retratar a dos personas con los rasgos faciales asociados con el Síndrome de Down, establece que la pintura del ángel y el pastor en la escena nocturna fue intencionada. El artista pretendía retratar individuos con características distintivas de las otras caras que se muestran.
Durante la mayor parte de la historia humana, particularmente en la civilización occidental, las personas con síndrome de Down han sido ocultadas y excluidas de la sociedad. La importancia de esta pintura residiría en que busca desafiar esta segregación.
La pintura es un mensaje de hace 500 años del artista, o del mecenas que encargó la pintura, de lo que ellos ven como el cielo aquí en la tierra: donde las personas con Síndrome de Down son incluidas y respetadas, como todos los demás.
“Sátiro con campesinos” es otra obra de Jacob Jordaens fechada entre 1635-1640 en la que una mujer sostiene a un bebé con las mismas sospechas de Síndrome de Down. Curiosamente, esta pintura data de aproximadamente 20 años después de la pintura original, lo que llevó a otro investigador a conjeturar que estas dos pinturas pueden representar la primera instancia registrada de múltiples casos de Síndrome de Down en una familia, lo que rara vez ocurre incluso hoy en día.
Andrea Mantegna (1430-1506) pintó dos cuadros de “La Virgen y el Niño” en los que los rasgos de los infantes son similares al Síndrome de Down, incluyendo el síndrome de ojos oblicuos, pliegues epicánticos, pequeña nariz y otras evidencias que respaldarían esta tesis, y otro más titulado “Virgen con Santo Jerome y Luis de Toulouse” (1455) que fue pintado en la misma época. Si bien los tres niños exhiben varias características asociadas con el Síndrome de Down, es posible que el artista utilizara el mismo modelo para las tres pinturas, sin embargo, se especula que Mantegna pintaba a su propia hija o bien a un hijo de los ricos de la poderosa familia Gonzaga de Mantua, Italia.
Andrea Mantegna tuvo 14 niños, uno de los cuales tenía Síndrome de Down. Al mismo tiempo se sabe que la familia Gonzaga, que era su mecenas, también tenian un hijo con una condición no identificada pero que posiblemente era el Síndrome de Down. Gonzaga y Mantegna apreciaron la humanidad de estos niños a los que algunos podrían haber preferido esconder o dejar morir, pero la sensibilidad compartida por ambos hicieron que sus pinturas tuvieran un “sentido de propósito” con respecto a la discapacidad que se les agradece ya que ha sido olvidado por nuestra sociedad.
Para Mantegna, las cualidades del amor, el perdón y la inocencia que reconoció más fácilmente en estos niños, eran la mejor representación de Cristo.
“Retrato de Lady Cockburn con sus tres hijos” (1773) es un óleo sobre lienzo de estilo rococó de Sir Joshua Reynolds en el que aparece uno de los hijos con rasgos faciales típicos del Síndrome de Down y que se exhiben en la National Gallery de Londres.
Reynolds pintaba a sus modelos de manera un poco idealizada e inspirándose en modelos precedentes de la pintura barroca. En este caso, por ejemplo, se basó en una obra de Van Dyck, “Caridad” y se cree que también en la “Venus del espejo” de Velázquez, en lo que se refiere a la representación de los niños, análoga a la del Cupido de la obra velazqueña.
Lady Cockburn se casó a los 20 años y se convirtió en la segunda esposa de un hombre que ya tenía tres hijas. Así que aquí está representada como madrastra, si bien posteriormente tuvo también sus propios hijos.
Hoy en día, las personas con Síndrome de Down han dejado de aparecer en escenas y pinturas para ser protagonistas absolutos en su creación, ya que la potencialidad extraordinaria de sus habilidades está siendo reconocida a nivel mundial, especialmente por la originalidad en su forma de percepción y en sus fantasías, en donde la capacidad creadora desborda y se revela como una necesidad de expresión que a todos cautiva y sorprende.
Al igual que el resto de artistas, las personas con Síndrome de Down desbordan en sus creaciones sus sentimientos, emociones, pensamientos y vivencias, estableciendo unos estrechos lazos entre su mundo interno y externo.
La frescura y espontaneidad de las obras realizadas por personas con Síndrome de Down han supuesto un nueva conquista en la creación artística al tratar las obras desde una clara independencia del clásico ideal de belleza, para dejar paso a la expresividad y subjetividad del creador frente a la tradicional interpretación del concepto y a la habitual utilización de métodos y técnicas artísticas, dando paso a una expresión emocional única y propia, que alcanza elevados índices de sensibilidad y calidad que hacen de estos artistas unos auténticos genios interpretativos de escenas, colores y formas que a todos nos asombran.
Se trata de un arte nuevo, libre de convencionalismos y cánones culturales y sociales, que une la independencia de sus formas, la subjetividad de sus colores y la espontaneidad y frescura de sus trazos, a la maravillosa capacidad creativa que les brinda el amor infinito e incondicional que nos ofrecen, la pura alegría con que nos regalan, el entusiasmo que encierran todas sus obras, la determinación con que se afanan en un cada nuevo logro y la grandeza de unos corazones de infinita ternura y exquisita sensibilidad que todo artista querría poseer para acrecentar su concepto de arte y que toda persona “normal” debería tener en cuenta para afianzar su concepto de exepcional humanidad.
Las personas “normales y corrientes” no tenemos la suerte de tener la extraordinaria sensibilidad de los Síndrome de Down. Sin embargo, la Asociación Española de Pintores y Escultores sí ha demostrado en el pasado Salón de Otoño, que los artistas con Síndrome de Down son merecedores de ser incluidos en una gran exposición como lo es la convocatoria artística más antigua y prestigiosa de las que se convocan en España.
La plena inclusión de los artistas Down, es motivo de orgullo para todos los que hemos contribuido a su reconocimiento, constituyendo de esta forma la primera oportunidad real que una centenaria institución como la nuestra, da a un colectivo que nos reserva aún muchas sorpresas en un futuro que auguro muy prometedor.
Medalla De Pintura Down Madrid del 84 Salón de Otoño
de la Asociación Española de Pintores y Escultores 2017
Rafael González Calderón. «El comedor». Óleo sobre lienzo 65 x 50 cms.
Tal y como se había anunciado, la tarde del día 15 de diciembre tuvo lugar la tradicional copa de Navidad en la sede de la Asociación Española de Pintores y Escultores.
El Presidente, José Gabriel Astudillo López, en nombre de la Junta Directiva, brindó por un nuevo año cargado de actividades y proyectos, con los numerosos socios que quisieron departir un rato de charla distendida y reencuentro emocionado con amigos del arte.
No faltó tampoco Tomás Paredes Romero, Socio de Honor de la AEPE y Presidente de la Asociación Española de Críticos de Arte, que quiso sumarse a esta tradicional celebración junto al resto de la familia de la entidad.
Además, se realizó la entrega del carnet de socio a los nuevos miembros de la familia de la AEPE, que aprovecharon así el acto para hacer amistades, conocer otros socios y presentarse a todos con la ilusión y alegría que mostraron en todo momento.
Feliz Navidad y próspero año 2018 a todos los artistas y creadores.
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