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“Autorretratos” y “Abecedario” se presentan este viernes

AEPE Ediciones acaba de publicar los libros “Autorretratos” y “Abecedario de Greguerías”, un proyecto cuya edición corre a cargo de Mª Dolores Barreda Pérez, Secretaria General de la Asociación Española de Pintores y Escultores

Autores consagrados junto a artistas noveles, participan en sendos libros en los que aparecen 131 obras de los mejores artistas del momento, que abordan su propio autorretrato, un selfie actualizado de cómo se ven y sienten, y reinterpretan las maravillosas Greguerías del alfabeto que popularizara Ramón Gómez de la Serna

La presentación tendrá lugar en la sede social de la Asociación Española de Pintores y Escultores, Calle Infantas, 30, el viernes 24 de junio de 2016, a las 19 h.

Los autorretratos no se limitan a la reproducción de los rasgos del artista, sino que pretenden ser una radiografía de su alma, esa necesidad que todo artista ha sentido siempre por ofrecer y mostrar a los demás una parte de ellos mismos tan especial y personal.

Con esta idea la Asociación Española de Pintores y Escultores propuso a todos sus socios una revisión “intima” de los autorretratos, modernizándolos para reflejar los actuales “selfies”, que se abordan de forma artística y resumen la expresión de los creadores, que muestran y exhiben la personalidad que desprenden.

En total son 77 los autorretratos contemplados en la presente edición que conforman un catálogo de seres especiales, por cuanto son artistas, con las grandezas y habilidades propias de quien se conoce y reconoce en dibujos llenos de color y personalidad.

La apuesta inicial de ilustrar el Abecedario de Greguerías de la Asociación Española de Pintores y Escultores vino determinada por la revisión histórica que de esta obra se ha querido hacer desde una entidad ligada desde sus orígenes a los grandes nombres de la literatura.

El resultado no ha podido ser del todo más asombroso y creativo, puesto que partiendo de una greguería de una letra, la imaginación de los socios se desbordó, logrando creaciones simpáticas, lógicas, sorprendentes y prodigiosas que no van a dejar a nadie indiferente.

Son 54 las letras ilustradas, ya que se ha realizado la misma letra en mayúsculas y minúsculas, en un intento de aunar literatura y creatividad rebosante de metáforas aptas para todas las edades y cuyo deleite sólo es posible gracias a la revisión pausada de sus propuestas.

Mª Dolores Barreda Pérez, Secretaria General de la AEPE, ha sido la encargada de formalizar el proyecto, que finalmente se ha traducido en la edición de dos magníficos libros que rebosan creatividad y sorprendentes propuestas visuales de artistas provenientes de distintas disciplinas plásticas.

Un año ha llevado toda la realización del proyecto, desde su convocatoria en junio de 2015 y hasta su presentación actual, después del éxito y buenos resultados que se obtuvieran en la realización de una Baraja artística ilustrada, presentada también en octubre del pasado año.

Ante todo Mª Dolores Barreda quiere destacar que ambas publicaciones suponen un gran ejercicio de generosidad de los artistas y de todos los que, de alguna manera, hemos participado en la propuesta, si bien los artistas son los verdaderos protagonistas de esta iniciativa, que contó desde el principio, con la ilusión y participación de todos los socios, desde grandes autores, reconocidos y consagrados, a nuevos y jóvenes, unidos en el proyecto común de mostrarse tal cual son, almas inquietas en lucha por definir su propio estilo y entidad.

Ambos libros tienen una edición limitada de 150 ejemplares cada uno, se pondrán a la venta el mismo viernes, al precio simbólico de 15 euros ejemplar, y cuentan con su correspondiente número ISBN internacional y Depósito Legal.

Presentación: Autorretratos de socios de la AEPE y Abecedario de Greguerías ilustradas por los socios de la AEPE

Sede: Asociación Española de Pintores y Escultores (Calle Infantas, 30, 2º Drcha.)

Ciudad: Madrid

Fecha: Viernes 24 de junio, 19 horas

Para comprar los libros: administracion@apintoresyescultores.es

 

Datos técnicos de las publicaciones

 

Autorretratos

De los socios de la Asociación Española de Pintores y Escultores

Primera edición: abril de 2016

Edita: Mª Dolores Barreda Pérez

Número de páginas: 92

Medidas: 29’0 x 21’0 cm

Encuadernación: tapa blanda o bolsillo

Libro no cosido/ encuadernación arráfica

ISBN: 978-84-608-7829-2

Edición limitada de 150 ejemplares numerados

PVP: 15 €

Artistas participantes: Alejandro Aguilar Soria. Joaquín Alarcón González. Ana Alcaraz. Myriam Álvarez de Toledo. Guiomar Álvarez de Toledo. Antonio Aparicio. Ángel Arribas. G. Artés. José Gabriel Astudillo López. Mercedes Ballesteros. Raquel Barnatán. Oliva Belinchón. Pepe Belmonte. Belus H. (Anabel Hernández). Martina Cantero. Elina Cerla. Jannet Challapa Channa. José Manuel Chamorro Chamorro. Carmen Charro. José Luis Chicharro. Lola de Iturriaga. Carmen de la Calle Llurba. Felipe de Madariaga. Juanjo Díaz Chico. Carmen Durán Sanz. Paz Espada. Magdalena España Luque. Carmen Espinosa Soto. Araceli Fernández Andrés. Joaquín Fernández Igual. José Luis Fiol Valero. Juan Gallardo Jiménez. Rosa Gallego del Peso. Antonio García García. Isabel Garrido. Mª Luisa González Gutiérrez. Luis Ignacio González Torres. Dolores Guerrero. Ezequiel Hoya López. Susana Huerta. Jesús Inglés. Irene Iribarren. Antonio Izquierdo. Leodegario. Juan Manuel López-Reina Cosso. Paulino Lorenzo Tardón. François Maréchal. Mares. Delia Martín. Ana Martínez. Carmen Merino. Mónica Mittendorfer Valero. Ana Morales. Victoria Moreno. Diego Moyano. Juan de la Cruz Pallarés García. Enrique Pedrero Muñoz. Mayte Ramos. Mavi Recio. Pablo Reviriego. Robalt (José Luis Llopis). María Robles. Carmen Rodríguez Prados. Mª Ángeles Salinero. Alicia Sánchez Carmona. Pedro Sanz López. Mª José Sardón Martín. Taty Sierra. Miguel Sokolowski. Noemí Such. Concha Tejeda. Antonio Téllez. Juanito Unlogic. Mª Luisa Valero. Flor Verdú. Ángeles Violán. Zárate.

Portada Autorretratos

 

Abecedario de Greguerías

Ilustraciones de las letras mayúsculas

Y minúsculas del alfabeto realizadas

Por los socios de la Asociación Española de Pintores y Escultores

Primera edición: abril de 2016

Edita: Mª Dolores Barreda Pérez

Número de páginas: 68

Medidas: 21’0 x 14’8 cm

Encuadernación: cartoné forrado con tela y estampación.

Lomo redondo y cabezada color bronce

Idiomas: castellano e inglés

ISBN: 978-84-608-7830-8

Edición limitada de 150 ejemplares numerados

PVP: 15 €

Artistas participantes: Ana Martínez. Joaquín Alarcón González. Albano. Mercedes Ballesteros. Carmen de la Calle Llurba. Pablo Reviriego. Martina Cantero. Diego Moyano Ramos. Enrique Pedrero. Carmen Durán Sanz. Araceli Fernández Andrés. Leodegario. Jaffa Gross. José Gabriel Astudillo López. Ana Morales López. Isabel Alosete. Robalt (José Luis Llopis). Irene Iribarren. Juanjo Díaz Chico. Aracely Alarcón. Pepe Belmonte. Rosa Gallego del Peso. Juan Manuel López-Reina Cosso. Carmen Espinosa Soto. Myriam Alvarez de Toledo. Mavi Recio. Noemí Such. Inocencia Isabel. Mª Luisa Valero Espinosa. Victoria Moreno. Flor Verdú. Inmaculada Huertas Ruiz. Juan de la Cruz Pallarés García. Mª Angeles Salinero Muñoz. Ezequiel Hoya López. Javier Fuentes. Jannet Challapa Channa. Carmen Rodríguez Prados. Pedro Sanz López. Sopetrán Doménech Llorente. G. Artés. Mayte Ramos. Guiomar Alvarez de Toledo. Maryla Dabrowska. Paulino Lorenzo Tardón. François Marechal. Antonio Téllez de Peralta. Susana Huerta Rodríguez. Alicia Sánchez Carmona. Joaquín Fernández Igual. Isabel Garrido. Inmaculada Galán Rodríguez. Mª Luisa Zárate. Alejandro Aguilar Soria.

Portada Greguerías

Memorias de José Luis Fernández en “La Nueva España”

El pasado mes de mayo el escultor y socio José Luis Fernández, fue objeto de un gran reportaje de sus memorias, que el diario ovetense “La Nueva España”, publicó en exclusiva y que hoy, y gracias a la generosidad de nuestro ilustre socio, podemos reproducir aquí.

La Sociedad Protectora de la Balesquida, gracias a la aportación de renombrados artistas, va incrementando su pinacoteca. Exposición que pueden contemplar si se acercan al local que el Ayuntamiento de Oviedo nos ha cedido, en la plaza de la Constitución número 4, 2ª. planta (edificio de Turismo). Vale la pena.

En esta ocasión, la obra que figura en la portada del Anuario 2016 de la Sociedad Protectora de la Balesquida, y que a la vez ilustrará programa y carteles anunciando las fiestas del Martes del Bollu, corresponde a la donación de un ovetense universal, afincado en Madrid desde 1960, José Luis Fernández (Oviedo, 1943).

con los goya

Comenzó en plena adolescencia a trabajar como aprendiz en el taller del escultor Jorge Jordán, con el que aprendió técnicas y procedimientos. Realizó estudios oficiales en la Escuela de Artes y Oficios de nuestra capital, los que más adelante completaría en Madrid. Allí trabajó como colaborador en los talleres de artistas tan importantes como Lapayese Bruna, Avalos, Pérez Comendador o Cruz Solís.

De él escribió el historiador de arte español Carlos Arean: «Hay en la escultura exenta de José Luis Fernández una confluencia de todos los elementos en una unidad de expresión de alto valor rítmico, lumínico y volumétrico. La calidad no se limita, por tanto, al acabado o a la organización de espacios encabalgados, sino que se da igualmente en la correlación entre planos incursados y volúmenes orgánicos y en esa forma casi inmaterial que es la luz, que no solo subraya la esencialidad de la forma, sino que crea en su entorno una especie de halo de

encantamiento. Cada elemento de la obra se halla en íntima conexión con todos los restantes y subraya así, en unidad indisoluble, la voluntad de expresión volumétrica del escultor y la objetivación estilística de la misma».

Como José Luis mismo dice: «Cuando un artista trabaja la materia para darle forma está ejerciendo su dominio sobre el elemento; está luchando por someter la materia a la estética y está haciendo llegar al público, a través de una forma, una idea, un pensamiento, una manera de contemplar la realidad. A veces, esta realidad se expresa a través de la forma abstracta sin que ello reste veracidad a la obra; a veces, la escultura muestra un aire de fantasía con la que su creador ha querido decir al público cuál es la autentica sensación que le produce una visión o un pensamiento. En definitiva, es una manera de expresar lo que se siente, lo que se intuye o lo que se ve».

Si bien lo más importante en su trayectoria artística es el conjunto de su producción y el gran número de esculturas que adornan varias capitales españolas -entre ellas Oviedo, «La pensadora», en plaza el Carbayón-, su trabajo más reconocido es la cabeza de Goya que, año tras año, desde 1988, reparte la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España entre las personas más destacadas del mundo del cine español.

La escultura que José Luis Fernández ha obsequiado pertenece a la serie «Osamentas», realizada en bronce (2008), en un tamaño de 51x51x21 centímetros. La presentamos en sociedad ayer en el Club de Prensa de LA NUEVA ESPAÑA, junto con el Anuario 2016, y una preciosa serigrafía de «Tonina», finalista en varias ocasiones en el Certamen de Pintura de Luarca, que ilustra la contraportada del libro

 El escultor José Luis Fernández (Oviedo, 1943) concluye sus «Memorias» para LA NUEVA ESPAÑA repasando trabajos como las estatuillas de los premios «Goya», «que sin duda es lo más mediático, aunque mi obra es mucho más amplia».

De trece a tres kilos. «El encargo de los ‘Goya’ fue el siguiente. En las primeras ediciones se entregaba un busto hecho por el escultor Miguel Ortiz Berrocal, pero ese ‘Goya’ no encajaba con lo que quería la Academia porque pesaba trece kilos y luego se le tocaba un botoncito en el pañuelo del cuello y le salía una cámara de cine del cráneo. En Madrid había muchos escultores en aquellos tiempos, pero debió de correrse la voz de que yo tenía en mi taller, Fundiciones Esfinge, unos sistemas muy adecuados para el tema. Cuando hace 32 años me encargaron el ‘Goya’ me pidieron que fuera de carácter figurativo, que se pareciese a Goya y que el tamaño fuera aparente, para que se viera bien en escena, pero, a la vez, que no pesase mucho para que el premiado lo pudiera levantar con una mano. Para la figura me inspiré en los autorretratos de Goya, en los ‘Caprichos’ y en algunas pinturas de sus discípulos, por ejemplo, de Vicente Calderón de la Barca. El prototipo es hoy un molde de silicona, en negativo, que se utiliza como base de la técnica de ‘fundición a la cera perdida’. El molde de silicona se llena con cera, ésta se retoca y se mete en un cilindro en el que se inyecta el bronce por centrifugado, y no por gravedad. De este modo, las paredes de bronce son muy delgadas y la pieza pesa mucho menos, unos tres kilos».

en su buhardilla

Ácido, agua y fuego. «Este trabajo es muy laborioso y meticuloso, porque para cada estatuilla se hace un molde de cera. Y por eso no hay dos ‘Goyas’ iguales, porque se retoca la cera y después el acabado da un toque final individualizado. Sin querer menospreciar la estatuilla del ‘Oscar’, ésta se hace con mecanizado, con un troquel, y todas son exactamente iguales. Pero en los ‘Goya’ hay un cincelado para trabajar la superficie del bronce, y luego se le da una pátina con ácido, agua y fuego. Dependiendo del ácido, de la intensidad del calor y del agua, el resultado tiene variaciones de tono. Se utiliza sulfuro de potasa y piedra de amoniaco para conseguir el tono verdoso. Los herederos de Mariano Benlliure dijeron hace un tiempo que mi figura del ‘Goya’ era una copia de la escultura en piedra de su antepasado. No es así, sino que yo hice mi propia interpretación a partir del material gráfico del que he hablado. En ese sentido, creo tener el mismo derecho que Benlliure para modelar a Goya, pero creo que el mío es más moderno y, sobre todo, la técnica en bronce es muy distinta a la suya».

Tótems y péndulos. «El escultor trabaja con la materia para darle forma; está luchando por someter esa materia a su propia estética, y con la forma está haciendo llegar al público una manera de contemplar la realidad. A través de los años, el artista va también esculpiendo su personalidad, su manera de ver las cosas, y así nacieron mis series ‘Osamentas’, ‘Orgánica’, ‘Arbóreas’, ‘Tótems’, ‘Germinaciones’, ‘Encuentros’ o ‘Gallinetas’. En el presente vuelvo a los tótems y antes me preocuparon los péndulos o las pirámides».

La madera, más personal. «La escultura en bronce la trabajamos con esa técnica tradicional de la ‘cera perdida’, que viene desde el Renacimiento, o con ‘fundición a la tierra’. Tal vez sea el bronce con lo que el escultor se expresa con mayor libertad y los terminados incluyen un conjunto de oficios muy artesanales: soldadores, cinceladores y la pátina final, que tiene mucho de alquimia. En cambio, la piedra o el mármol requieren gran habilidad y fortaleza manual. En ellos es difícil rectificar, pero en la actualidad hay bastantes útiles mecánicos que ayudan al escultor, por ejemplo un compresor de aire para herramientas mecánicas con diferentes abrasivos y muelas. Pero en su pulido sigue siendo mejor la técnica tradicional. Y la madera es un material que resulta más directo y personal. El mármol, el hormigón o el barro permiten un trabajo en equipo, pero la madera requiere la dedicación del propio artista, sin ayuda. Además, la madera te obliga a dominar varios oficios, desde la ebanistería, para conseguir un buen encolado del bloque de madera en el que se va a tallar la escultura, hasta un perfecto dominio de la herramienta, de las gubias».

Arte público y arte sacro. «En nuestro taller hacemos desde joyería hasta escultura monumental urbana. En 1976 me encargaron los murales subterráneos del metro de la plaza de la Cibeles, en hormigón y encofrados ‘in situ’, y ese mismo año hice nueve grandes murales en hormigón para cada planta del Servicio Obligatorio de Viajeros, en Madrid. En 2011, por encargo del arquitecto Juan Pablo Rodríguez de Frade, hice las puertas para la remodelación del Museo Arqueológico de Madrid, tres piezas en bronce de 800 kilos cada una, moduladas con unas estrías que diseñó el arquitecto Juan Pablo Rodríguez. Y la familia de Calvo-Sotelo, junto con la Cofradía de Pescadores de Ribadeo, me encargó un gran relieve en bronce del expresidente. También hice la escultura de Gaudí para León, y como en internet salen a veces cosas muy raras, alguien dijo en una red social que ése no era Gaudí, sino Leopoldo Alas ‘Clarín’, una escultura que le había ofrecido al Ayuntamiento de Oviedo y que rechazo, y entonces lo utilice como Gaudí. Les escribí a los de esa red social aclarándoles que el Gaudí de León es Gaudí, y nadie más».

trabajando

Berlanga, descalzo. Y al cumplirse los 25 años de la película ‘La vaquilla’, el Ayuntamiento de Sos del Rey Católico, el lugar del rodaje, encargó una escultura de Berlanga dirigiendo descalzo, que es como a veces lo hacía. Además de Berlanga, se colocaron sillas de director de cine fundidas en bronce con los nombres de los actores de la película, y se dispusieron en los lugares del pueblo donde se habían rodado las escenas más importantes. También he hecho arte sacro, pues la Iglesia ha realizado desde siempre una labor de mecenazgo. Fue, sobre todo, en los años setenta y pude hacerlo con gran libertad. El arte sacro es muy enriquecedor».

Huyendo de las modas. «Me casé en 1973 con María Soledad Fernández, que es de Tineo, y hemos tenido tres hijos, Sergio, Cristóbal y Natalia. Sergio, que estudió Filosofía y es escultor, es el gerente del taller, en el que también trabaja Natalia, que estudió Historia y Arqueología. Y Cristóbal, que nació justo cuando murió mi padre, se dedica al cine y está en Barcelona. Hizo Ciencias Audiovisuales y estuvo unos meses en la famosa Escuela de Cine de Cuba. Es montador de cine y profesor. En estos momentos el mercado del arte ha sufrido un gran retroceso. Los encargos oficiales se han recortado y la clase media ha dejado de comprar. Pero sigo pasándolo bien haciendo mi propia obra y huyendo de las modas»

José Luis Fernández nace en Oviedo en 1943 y desde chiquillo siente pasión por el modelado y la escultura. Se forma en el oficio de la talla en madera en el taller de sus tíos, en la calle Mon, o en el mármol en un taller del Naranco. A los 17 años decide trasladarse a Madrid, donde monta un taller en Vallecas y al que se añade una fundición en Torrejón de Ardoz. De formación autodidacta y con influencias de Henry Moore y Constantin Brancusi, su obra es amplísima y se mueve entre una cierta abstracción y el figurativismo. Desde la segunda edición de los premios «Goya» es el encargado de fundir cada año las estatuillas entregadas a los galardonados.

Maestros tallistas. «Nací en Oviedo, el 28 de febrero de 1943. Mi padre, Cristóbal Fernández Sánchez, era natural de la zona de Prío, entre Asturias y Cantabria. Era militar, pues había hecho la guerra y se enroló a continuación en el Ejército. Estuvo en Larache, en Ceuta, en Melilla…, y su destino era transmisiones. Y mi madre, Covadonga Fernández Carvajal, era de Oviedo. Fuimos diez hermanos: Pedro, José Luis, Enrique, César, Alfonso, Jesús, Covadonga, María Elvira, Marisol y Evaristo. El mayor, Pedro, también fue militar y el mismo día que inauguré la exposición de 1999 en el CAMCO (Centro de Arte Moderno «Ciudad de Oviedo») le atropelló un coche. Quedó muy mal y falleció al cabo de un año. Otro hermano, Jesusín, se murió de niño al caer de un columpio. Vivíamos en una casa al lado del Seminario de Oviedo y él estaba jugando en el patio cuando se rompió la cuerda y cayó. Los demás hermanos vivimos todos. Desde pequeño me aficioné al modelado con barro. En aquellos tiempos hacemos cositas y mi hermano Enrique me anima: ‘Oye, por qué no hacemos unos belenes y los presentamos a los concursos que organizaba Acción Católica’. Y así fuimos comenzando. Enrique siempre ha estado conmigo y es el que ha llevado después la parte técnica de los talleres y de la fundición. También tenía dos tíos, hermanos de mi madre, Carlos y Luis Fernández, que eran maestros tallistas en madera y trabajé con ellos desde pequeño. Tenían el taller en la calle Mon y el suyo era un tallado artístico. Eran tallistas de muebles de época, por ejemplo, renacentistas o neoclásicos, estilo Luis XVI. Para eso hay que ser un gran profesional y ellos eran escultores en realidad. Carlos Sierra, el pintor, llegó a tallar alguna madera conmigo en la calle Mon».

Buhardilla en la Casa España. «Estudié en el colegio Loyola y la academia Ojanguren, y después hice hasta cuarto de Bachillerato en el Instituto Alfonso II, donde tuve de profesor a Pedro Caravia. Después fui a la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios de Oviedo, donde coincidí con Bernardo Sanjurjo, Miguel Ángel Lombardía, Manuel Linares, Fernando Alba, Mauro? Mis primeros premios, en una fase regional y otra nacional, fueron con la Organización Juvenil Española, la OJE. El nacional fue con una escultura en escayola de mi hermano Jesusín, el que había muerto en el columpio. Y después tuve otro premio con una escultura en madera de una mujer con una gallina en la mano. En aquellos tiempos en los que estaban tan mal las cosas, es digno de destacar cómo la OJE, con los pocos medios que había, nos ayudaba proporcionándonos espacios o la participación en exposiciones, cuyos viajes nos pagaban. Y así fue como la OJE nos dejó una buhardilla en la Casa España, que estaba en la calle Asturias y era la sede de LA NUEVA ESPAÑA y de Radio Oviedo. Allí coincidí con Carlos Sierra, Miguel Ángel Lombardía o el pintor José Manuel Zapico, que se estableció en Málaga. De aquella tendríamos 16 o 17 años y mis padres me decían que me dedicase a una cosa más segura, como todos los padres. Pero mi padre, que era muy buena persona, conoció a un escultor, Jorge Jordán, y me metió a trabajar con él una temporada. Era en la marmolería de don Belarmino Cabal, en el Naranco, y allí aprendí a trabajar la piedra. Con él también estuvo trabajando un tiempo Fernando Alba, el escultor».

en su escultura a

Articulaciones. «Así que desde chaval empecé a trabajar con todos los materiales: barro, escayola, madera, piedra. Incluso se me daba muy bien hacer los moldes porque a veces iba a trabajar con escayolistas. O sea, buscaba el oficio para llegar a las ideas, porque en la escultura, a diferencia de la pintura, hay que tener muchísimo oficio. Hay que dominar muchas disciplinas. Por ejemplo, si trabajas la madera, tienes que ser un poco ebanista, o un poco afilador de herramientas. Lo mismo pasa con la piedra, o con la fundición, que tiene muchísimo oficio y muchos pasos de artesanía. En el taller de la buhardilla cada uno se orientaba a su modo. Esto del arte es un poco individualista y cada uno se encierra en su sitio y hace su obra. Lo mismo hacía un minero herido que un desnudo de una chica. Cosas variadas, porque te estabas haciendo. Luego cada unos se fue por su lado. Carlos Sierra y yo somos de la misma quinta y nos fuimos a la mili al mismo tiempo. Él para África y yo a León, pero ni él ni yo hicimos el servicio militar. Nos echaron: a él por un dedo y a mí por una pierna. Nos declararon inútiles. La verdad es que desde pequeño tuve una lesión de rodilla en la pierna izquierda y ahora acaban de operarme para colocar una prótesis en la rodilla derecha. Yo creo que todo eso influyó en que haya hecho esculturas de osamentas y articulaciones, una especie de encuentros orgánicos entre piezas».

Dos piezas de estilo románico. «Oviedo era una ciudad muy agradable, y aunque no estudié en la Universidad siempre estaba metido en los seminarios de Filosofía de oyente. Recuerdo alguno de Gustavo Bueno. Pero a los 17 o 18 años mi idea era irme a Madrid, y luego a París, pero cuando llegué a la capital me dije: ‘Si tengo problemas para vivir en Madrid, ¿qué será de mí en París?’, y por eso me quedé aquí. A Madrid llegué con un dinerito que había hecho en Oviedo, porque Magín Berenguer me había encargado mis dos primeras tallas en madera, de estilo románico, para la iglesia de Santa María de Narzana, en Sariego. Con ese dinero tenía para pasar tres meses en Madrid y con eso arranqué. En ese tiempo intenté entrar en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando, pero cuando tenía aprobado el ingreso ya me había metido en lista para ir a la mili y no pude arreglar los papales. Así que mi camino fue el de autodidacta porque entonces era fácil llegar al taller de un escultor, saludarle y preguntarle si podías ayudarle en algo o si había algún trabajo. Como en aquellos tiempos no existían los ‘papeles’, como ahora, pude trabajar con varios artistas. Hoy, en cambio no le puedes dar trabajo a la ligera a un escultor que llega por ahí, porque, entre otras cosas, tienes que contratarlo y asegurarlo. Pero entonces, ya digo, nadie te pedía ‘papeles’ y a ti te hacían un gran favor. Iba a colaborar en los talleres y luego, por las tardes, me iba al Círculo de Bellas Artes a dibujar».

Un rinconcito para la obra. «Trabajé con los escultores Ramón Lapayese, o Juan de Ávalos, que era un poco más industrial; o con Enrique Pérez Comendador, un académico de San Fernando. Y tuve relaciones con todos los de la época, por ejemplo, con el murciano José Planes, o con José Luis Coomonte, Cruz Solís o Antonio Suárez. Cada uno de ellos trabaja unas materias y unos temas y lo que yo aprendía era el oficio, porque lo demás eras tú el que tenía que crear. A veces ibas a trabajar con ellos unas horas y te dejaban un rinconcito para que pudieras ir haciendo tu obra y así es como fui aprendiendo. La enseñanza autodidacta a través de otros escultores es muy buena para un escultor. Planes era muy avanzado para su época y hacía una escultura muy abstracta. Lapayese hacía también abstracción y Comendador era puramente académico y figurativo. Trabajaba todos los materiales, e incluso hice cosas para el Valle de los Caídos con Ávalos. Luego ya fui haciendo una obra diversa, semiabstracta, pero también figurativa. Siempre estoy en búsqueda, pero no a la moda, sino guiado por mi sentimiento. Pero el escultor que más nos influyó en aquella época fue el famoso Henry Moore. Era lo máximo en aquellos tiempos y en la época de Franco se hizo una exposición muy importante con su obra en Madrid. Me entusiasmó. También me influyó en aquel momento el rumano Constantin Brancusi».

El Café Gijón. «Cuando llegué a Madrid fui a ver a Paco Umbral, porque me lo recomendó Perelétegui, un leonés muy agradable que era primo suyo y que trabajaba en Radio Oviedo como periodista. Llegué al Café Gijón y saludé a Umbral, que me dijo: ‘Vente con nosotros que vamos a hacerle un homenaje a Larra’. Cuando llegamos al paseo Rosales, donde está su monumento, llegaron los grises y nos atizaron a todos. En el Café Gijón conocía a muchísima gente. Era nuestra segunda casa porque casi todos hacíamos lo mismo: trabajábamos diez o doce horas y al final acabábamos en el Gijón. Allí traté bastante con Gomila, pintor de Gijón, y con alguien que es un buen coleccionista de arte y ha ayudado a mucha gente, Lalo Azcona».

Vallecas y Torrejón. «Pasé momentos malos, pero, en general, desde los 17 años he vivido de la escultura. Pero, además, desde hace ya muchos años, no solamente vivo yo de ello, sino que vive la familia de mi hermano Enrique, y mis hijos, y los 17 o 18 empleados que tenemos en el taller. A los 19 años yo ya tenía mi coche y me hice un traje en el sastre. Y en 1964 monté mi primer taller, en Vallecas, donde sigo. Fuimos añadiendo locales, hasta cuatro, y un día, hablando con mi hermano, decidimos que teníamos que ir a una nave grande y montar una fundición. Aquí en Vallecas también fundíamos, pero nos podían decir algo los vecinos. Y así fue como abrimos el taller de Torrejón de Ardoz hacia 1999. Ya en Vallecas había mucha labor y el taller funcionaba en equipo; trabajábamos como en la época renacentista, en la que había un escultor y alrededor suyo giraban distintos oficios: cinceladores, fundidores, soldadores, tallistas, pulidores, plateros, joyeros, sacadores de puntos, etcétera. En 1965 tuve mi primera exposición, en la sala Cristamol de Oviedo, con Carlos Sierra y Ramón Sancho-Miñano. Esa exposición nos la inauguró Nicanor Piñole».

VII Certamen Internacional de Pintura Rápida al Aire Libre en Directo Mercedes Ballesteros

El 25 de junio se celebra el VII Certamen de Pintura rápida al aire libre en directo, en el municipio de Noblejas en el que estará presente la Asociación Española de Pintores y Escultores mediante la concesión de una Medalla y Diploma.

Participantes:

Adultos: De 16 en adelante.

Infantiles: De 9 a 15 años, empadronados en el municipio de Noblejas.

Tema del Certamen: “Noblejas y su entorno”.

Tamaño mínimo del soporte: Adultos e Infantil (70 x 50 cm ).

Técnica de pintura: Libre elección.

Soportes: Los artistas se inscribirán con una sola obra.

Material: Cada participante vendrá provisto del material necesario, soporte, pinturas, caballete, etc. Excepto las inscripciones infantiles que se les proporcionará solamente el soporte. (Lienzo, Papel de Acuarela o Papel de Carboncillo).

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Retrospectiva de Enrique Pedrero en Socuéllamos

Inaugurada la Exposición Antológica e Itinerante de Pinturas sobre Temas Castellano-Manchegos, de Enrique Pedrero Muñoz, el 2 de junio del mes en curso, esta vez ha sido en el Centro de Arte Carmen Arias de la ciudad de Socuéllamos. Un marco incomparable para realizar exposiciones según palabras del pintor. En dicho acto estuvo presente la Alcaldesa Pruden Medina Alcolea; la Concejala de Educación, Mari Carmen Toledo Gómez; el Concejal de Servicios Sociales, José Fernández Padilla; entre otras personalidades del mundo del la política local; el Dtor de los Servicios de Culturales, Fidel Fernández; Yolanda Ruiz, Historiadora de Arte y el público.

En primer lugar intervino Fidel Fernández, quien hizo un repaso de la historiografía artística de Enrique Pedrero, haciendo un intervalo de su vida desde los años “60”, que comenzara en este mundo tan complicado como son las artes plásticas, realizando exposiciones y seleccionado en más de 100 certámenes de pintura y escultura de carácter nacional e internacional, las 20 exposiciones individuales realizadas, más las que llevara a cabo entre 2016 y 2017, o la quincena de premios y galardones cosechados, entre un largo etc.;

A continuación hizo uso de la palabra Enrique Pedrero, dirigiéndose a las autoridades allí presentes y al publico en general: Nuevamente me encuentro en esta hospitalaria ciudad de Socuéllamos abierta a este tipo de eventos, cuando hace poco más de un mes, se inauguraba la exposición itinerante Cervantes.

El hecho de realizar en esta ciudad, la Exposición Individual, Antológica e Itinerante de Temas Castellano-Manchegos que estoy realizando por diversas ciudades españolas, es por el acogimiento que he tenido en ella, tanto por sus autoridades, como por las personas que están destinadas en los servicios culturales. Y lo hago en este marco incomparable para la exhibición de mis obras, como es este gran Centro de Artes “Carmen Arias”, que es bastante amplio donde se esparcen en el espacio diversas salas, con una  decoración de tipo futurista y una iluminación donde las obras se pueden contemplar en su verdadera dimensión y estética.

Por otro lado, tengo que decir que el principal argumento de esta manifestación plástica que se inaugura hoy, es conmemorar el IV Centenario de la muerte del genial escritor Miguel Cervantes que se celebra en este año de 2016 y que queda reflejado en los temas aquí expuestos.

La exposición que presento, está compuesta por 30 pinturas y una escultura. Las expuestas están comprendidas en diversos formatos y técnicas al óleo. con distinta temática, pero siempre castellano-manchega, que se centra en paisajes urbanos y campestres, perspectivas de edificios clásicos, casas encaladas, cuevas-bodegas, naturalezas muertas, encajeras haciendo bolillos, retratos de personajes de la Mancha o afincados en ella, desnudos, lugares insólitos, edificios industriales, incluyendo un autorretrato mío y un largo etc. También se expone una escultura realizada en madera de pino, como muestra de la práctica en dicha especialidad con el título de “Joven mujer” realizada en 1992.

Las obras de esta exposición antológica, han sido ejecutadas  y escogidas en la trayectoria de 34 años hasta la actualidad, comenzando por la escultura; el cuadro de gran formato de “D. Quijote y Sancho Panza” que fue ejecutada en el año 1984, propiedad de una familia de Madrid  y cedida para esta ocasión; o los cuadros “Valdepeñas al atardecer” galardonado en el año 2010 en el III Premio “Jesús Bárcenas” y “Cueva del Trascacho” ambas prestadas por la Fundación del mismo nombre. Otros han sido premiados en certámenes y seleccionados en numerosos certámenes.

Mi forma de hacer, es un estilo propio, madurado a través de los años y que se puede definir dentro del realismo, pero que algunas veces en diversas obras se acerca al hiperrealismo en los formatos grandes, en otras al impresionismo en los medianos y pequeños, incluso al expresionismo. También tengo que reconocer que mi obra es fruto de muchos años de trabajo e investigación en las artes plásticas.

Finalmente intervino la alcaldesa, diciendo que era un honor tener en las salas del Centro Carmen Arias, las obras de Enrique Pedrero, con temas castellano-manchegos, una obra fruto de su creatividad e investigación a través de los años, y entregó un Diploma de Honor al artista “En agradecimiento por su contribución y difusión del Arte a través del exposición Antológica e itinerante de pinturas con temas Castellano-Manchegos realizada en el Centro de Arte carmen Arias, del 3 al 19 de junio”.

 Socuéllamos 3 de junio de 2016

Centro DE Arte Carmen Arias

C/ Pedro Arias, 81

Horario: De lunes a domingo 20,30 a 22,30 horas

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Mercedes Ballesteros expone en el Torreón de los Guzmanes

Con el título ‘De la tercera dimensión a la acuarela’, Mercedes Ballesteros expone en el Torreón de los Guzmanes de la Diputación de Ávila, medio centenar de esculturas y pinturas.

Paisajes, bodegones, retratos y desnudos en acuarela y óleo pueden verse en la muestra pictórica, mientras que las esculturas están realizadas, principalmente, en poliéster, trabajado con piedra o con mármol, junto a creaciones propias como mesas o lámparas, además de bustos.

Natural de Noblejas (Toledo) y afincada en Madrid, Ballesteros se ha decantado en su trayectoria por la escultura, mientras que la pintura ha sido «un reto» en la que ha encontrado su sitio.

En este campo, la acuarela y el óleo van a la par, sobre todo para investigar texturas, temas y formas, con el objetivo de «no caer en la rutina», según ha explicado en la apertura de la muestra, que estará abierta hasta el 26 de junio (en el claustro, de lunes a viernes, de 12 a 14 y de 17 a 20 horas; y en la sala central, de martes a sábado, de 11 a 14 y de 17 a 20 horas y los domingos, de 11 a 14 horas).

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Enrique Guzpeña expone sus ‘Mayos y Ramos’

El Museo de León inauguró el pasado día 15 de junio la exposición temporal Mayos y Ramos del leonés Enrique Guzpeña. Los Mayos y ramos que se muestran en estas pinturas del artista no son una distorsión de la forma real de los ramos leoneses. Son la creación de nuevas formas que por su naturaleza ambigua, entrañan un contenido intelectual abstracto.

Vuelve  Guzpeña de nuevo a su ciudad, esta vez para exponer sus obras en las Salas del Museo de León. En las muestras que pudimos ver recientemente en la galería Ármaga y en el Auditorio Ciudad de León, el artista ofrecía una  selección de trabajos realizados durante la última década, mezclando trabajos de series diferentes. Lo que ahora nos plantea es una muestra referida a un único tema, a una singular linea de trabajo escogida de entre las variadas series temáticas en las que ha trabajado nuestro artista. La fuente que sirvió de sugerencia a los trabajos de esta exposición es la tradición leonesa de los ramos y de los mayos. Una tradición popular, que se pierde en la oscuridad de tiempos remotos, que posee el espíritu, la forma y las claves para servir de inspiración a Guzpeña, que crea una música y una coreografía adaptada a su peculiar universo plástico.

LA TRADICIÓN DEL RAMO Y EL MAYO LEONESES
El ramo leonés es un elemento decorativo que consta de una estructura de madera en la que se colocan diferentes ofrendas de colores muy vivos, como cintas, lazos, hilos, etc. También son frecuentes los ornamentos vegetales. El árbol de madera que compone el cuerpo del «ramo» puede adoptar múltiples formas: triangular , circular,  cuadrada, etc. La diversidad de los ramos, tanto en la geometría de su estructura como en cuanto a su ornamentación, ha dado lugar a múltiples variantes. Contamos también con diversas costumbres que tienen al ramo como protagonista como poner el ramo a las mozas, el ramo de quintos, situar el ramo cuando se construye una casa y se cubre con el tejado, colocar el ramo en la espadaña de la iglesia, etc.
No se puede precisar el origen del ramo, pero está aceptado que se trata de una tradición ancestral, anterior a los romanos. El ramo se liga al culto a la naturaleza y a los bosques. Un ritual que suponía ofrendas de adoración propiciatorias de fertilidad, bien en el solsticio de invierno, con el aumento de la duración de los días, o bien con la llegada de la primavera. Atraer a los espíritus benefactores que se cobijan en el mundo vegetal para que la primavera sea propicia, el campo fértil y el año proporcione abundantes alimentos.
La tradición ancestral de decorar un árbol, una rama o conjunto de ellas fue absorbida por Roma y por el Cristianismo evolucionando posteriormente a la forma sintética del ramo que conocemos hoy.  Los ramos de Navidad suelen portar doce velas, los doce meses del año. Sin embargo en algunos ramos todavía perduran símbolos paganos del culto al sol que conviven junto a símbolos cristianos.
MAYOS Y RAMOS. LAS PINTURAS
Los «Mayos y ramos» que se nos muestran en estas pinturas no son una distorsión de la forma real de los ramos leoneses.  Son la creación de nuevas formas, que por su naturaleza ambigua, entrañan un contenido intelectual abstracto. Estos «Mayos y ramos» quieren acceder a los misterios del mundo, su interés radica en alcanzar lo sublime, en ir más allá del mundo visible.
Estos «Mayos y ramos» toman como punto de partida una realidad que puede ser reconstruida; después, regeneran esa verdad objetiva con la voluntad de ofrecer un objeto insólito, que puede tener una presencia ambigua y ser sometida a múltiples interpretaciones. Esta ambigüedad se mueve entre la realidad y la ilusión creando una desemejanza que posee una vida diferente, un temperamento y una función distintas.
Los «Mayos y ramos» comparten con sus inspiradores el gusto por lo geométrico y su marcado carácter teatral. En estas pinturas los elementos geométricos y las organizaciones rítmicas parecen servir a la representación de una escena, de un acto. La geometría y la ordenación rítmica sirven a la representación ritual, a crear una música en la que cada línea es un sonido. La forma de ordenar los elementos en secuencias rítmicas y armónicas, creando patrones geométricos que se repiten periódicamente tiene mucho que ver con la propia esencia del mundo.
La tradición y la cultura heredada son morada de infinitos recuerdos, de acontecimientos transmitidos. La tradición es el lugar y es el objeto. Y el objeto mismo es un lugar donde reposan todos los mundos. La pintura constituye algo más que una pieza decorativa, es el lugar y es el objeto donde reside la experiencia humana. La pintura es el refugio, la cavidad que da amparo a la sustancia de la que está hecha la memoria.
Enrique Rodríguez ha conseguido dar forma a un lenguaje plástico coherente y eficaz, que ha dado a conocer con el seudónimo de Guzpeña.  En 1996, cuando Guzpeña realiza su primera exposición individual, inicia una intensa actividad expositiva por diferentes  salas y galerías de España, Francia, Inglaterra y Bélgica, teniendo en su haber más de cuarenta muestras individuales y alrededor de trescientas colectivas. En 2004 fue premiado en el XXVI Salón de Otoño de Pintura de Plasencia, iniciando una larga lista de galardones como los primeros premios en el Certamen  Eugenio Hermoso (2006), IV Certamen Fundación Wellington (2007), Certamen de Pintura Royal Premier Hoteles (2007), Premios Ciudad de Palencia (2008), Premio Villa de Valdemoro (2008), Premio Antonio Arnau (2008), Premio Villa de Parla (2010), Premio de Pintura Ciudad de Badajoz (2010), Premio Joaquín  Sorolla en el Salón de Otoño de Madrid (2010), Medalla de Honor en el BMW de Pintura (2005), etc. Una larga lista de instituciones cuentan con obra suya  entre sus fondos.
Enrique Rodríguez García “Guzpeña”.

cartel A3 definitivo

circuito genealogico

el silencio de los pajaros

Publicadas las bases del 83 Salón de Otoño de la AEPE

El certamen incluye las modalidades de Pintura, Escultura, Dibujo, Grabado y Acuarela

La Asociación Española de Pintores y Escultores acaba de publicar las bases de la que será la edición número 83 del Salón de Otoño, el certamen más antiguo y prestigioso de todos los que se convocan en España, que cuenta con la colaboración de la Fundación Maxam como patrocinador oficial del evento.

Este año la convocatoria se centra en las artes plásticas tradicionales en una apuesta clara por diferenciar el apoyo y la difusión de una gama de manifestaciones artísticas que posibilita especialmente la promoción de nuevos valores, aunque la convocatoria está abierta a todos los artistas ya sean noveles o consagrados, socios y artistas en general.

La Asociación Española de Pintores y Escultores trabaja en una línea de cultura innovadora, es decir, no busca un despliegue de premios que supongan un aumento en la dotación económica de los mismos, sino una excelencia que se transforme en divulgación de la obra y del artista, y eso, según confiesa el Presidente de la AEPE, José Gabriel Astudillo, supone no ampliar ni inflar económicamente el premio, sino ser creativos y encauzar a los seleccionados y galardonados en el difícil camino de la creación artística.

Así se manifiesta en el modo de entender el arte en una sociedad, adquiriendo un compromiso de apoyo y nuevas oportunidades a quienes consiguen ser visibles a través del Salón de Otoño, potenciando su proyecto artístico de forma que no sólo se apoya en recursos económicos, sino sobre todo en otro tipo de recursos en los que se apuesta de forma clara y contundente por el artista y su obra.

Reconocer el talento es justo lo que buscan entidades como El Corte Inglés, InteresARTE TV, Tritoma Gestión cultural, Codina Escultura, Sala Baluarte, Santiago de Santiago y la Agrupación Española de Acuarelistas, que confluyen en esta nueva edición del Salón de Otoño, junto al Ayuntamiento de Madrid, que exhibirá las obras seleccionadas y premiadas en la Casa de Vacas del madrileño Parque del Retiro del 3 al 29 de noviembre próximos.

Para la Fundación Maxam es más claro aún este tipo de apoyos, puesto que como viene siendo habitual, presentará también la imagen visual de su más que tradicional Calendario, que tan excelentes muestras de arte nos viene dejando desde hace más de 100 años.

Más información en esta misma web, pestaña Certámenes y Premios, subpestaña «Salón de Otoño».

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patrocinadores 83 salón de otoño

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Bases 83 Salón de Otoño 2016

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https://www.maxam.net/es/fundacion

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Maxam patrocinador oficial

 

José Manuel Chamorro, imagen visual del 83 Salón de Otoño

El 3 de junio, en la sede de la Asociación Española de Pintores y Escultores, tuvo lugar la reunión del Jurado de selección y calificación del cartel anunciador del que será el 83 Salón de Otoño, que se celebra de forma tradicional en la Casa de Vacas del Parque del Retiro de Madrid.

El Jurado estuvo presidido por José Gabriel Astudillo López, Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, Mª Dolores Barreda Pérez, Secretaria General de la AEPE, que actuaron como Presidente y Secretaria del Jurado, ambos con voz y sin voto, el Vicepresidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, Juan de la Cruz Pallarés, y el Bibliotecario de la AEPE, Fernando de Marta, Alicia Sánchez Carmona, Juan Manuel López-Reina y Alberto Martín Giraldo, Vocales de la Junta y Ana Martínez Córdoba, Tesorera de la AEPE.

Nos asegura el Presidente, José Gabriel Astudillo, “que para la Asociación Española de Pintores y Escultores es muy importante elegir una imagen identificativa del Salón de Otoño, y que sea una obra propia de los socios”.

La obra ganadora es una idea original del socio José Manuel Chamorro, a quien desde este medio, felicitamos.

José Manuel Chamorro Chamorro nació en Villademor de la Vega (León), 1949, se formó en la Escuela Artes y Oficios, Madrid, en la Accademia di Belli Arti Pietro Vannucci, Perugia, Italia y en el Círculo Bellas Artes. Ha sido dibujante de la Sección de Filatelia de Correos y ejercido la docencia. Cuenta con una treintena de exposiciones personales y más de medio centenar de colectivas.

Tiene numerosos premios y obra en instituciones como el Ayuntamiento de Cebreros, Santa Cruz del Valle.- Biblioteca de Cataluña, Biblioteca Nacional, Caja de Avila, de Extremadura, Plasencia,  de Madrid, Caixa Ourense, Museo de los Caminos, Palacio Gaudí, Astorga, Museo Diocesano Catedralicio, León, Museo del Grabado Español Contemporáneo, Marbella, Museo Municipal de Orense… y en colecciones privadas de España, Francia, Gran Bretaña, Italia, Alemania, Japón, USA.

Marcos Oteruelo opina de él que “admiro la existencia, su voluntad tenaz, callada pero sonora, que desvela la luz. Y la luz efectivamente trasciende esta superficie mimada, iluminada, de sus cuadros”.

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Mª Dolores Barreda descubre a los socios la visibilidad en la red

El pasado día 14 de junio, a las 18’30 h. la Secretaria General de la Asociación Española de Pintores y Escultores, Mª Dolores Barreda Pérez, llevó a cabo ante los numerosos socios y amigos que asistieron al acto, una Masterclass titulada “La visibilidad del artista en la red que proporciona la AEPE”, encaminada a informar a todos los socios de las múltiples oportunidades que brinda la entidad para hacer visible el trabajo de los artistas en la red.

Al acto asistieron de forma gratuita y con entrada libre, multitud de socios interesados en el márketing en medios sociales y sobre todo en el márketing personal para el artista, con la importancia que conlleva estar en la red con contenidos originales y de una forma profesional y fácil.

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Se trataron temas como las web personales, las redes sociales, los blog, buscadores, reputación digital, visibilidad en la red… y sobre todo, qué aporta la Asociación Española de Pintores y Escultores a los socios, grandes ventajas que los asistentes acogieron de forma entusiasta

Ante el éxito de la experiencia, la Secretaria General prometió repetir la Masterclass en iguales condiciones, para el próximo otoño, confiando en que los que ya han probado estas aportaciones puedan transmitirlas a compañeros y amigos.

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Itziar Zabalza encendió la mecha con La Gioconda

Itziar Zabalza presentó la ponencia “La Gioconda de Madrid y del Louvre”

El viernes 10 de junio, la sede de la Asociación Española de Pintores y Escultores se convirtió en un gran foro de discusión y debate con motivo de la ponencia que Itziar Zabalza Murillo presentó bajo el título de “La Gioconda de Madrid y del Louvre”, y que el pasado mes de abril presentara en el I Congreso de Jóvenes Historiadores de la URJC en representación de la AEPE y de la Fundación MAXAM.

La ponencia ha sido fruto de su trabajo en el proyecto de digitalización de la Gaceta de Bellas Artes, un boletín de periodicidad mensual (aunque durante unos años fue quincenal) que la Asociación Española de Pintores y Escultores publica desde su fundación, en el año 1910, hasta la actualidad.

En el año 2013, la Junta Directiva de la Asociación Española de Pintores y Escultores, decidió que este boletín, actualmente de periodicidad mensual, junto con los fondos bibliográficos, se denominase Archivo Histórico de Bernardino de Pantorba, en homenaje al famoso crítico de arte, escritor, investigador, biógrafo, tasador de obras de arte, pintor, Socio de Honor y Socio de Mérito de la AEPE, cuyo verdadero nombre fue José López Jiménez.

El objetivo de la digitalización es almacenar, preservar y poner al servicio de cualquier usuario estos documentos históricos y artísticos de gran valor que alberga la Asociación Española de Pintores y Escultores. Además, la publicación de estos documentos de forma digital podría ser de gran utilidad para estudiantes, profesores e investigadores de arte.

La ponencia analizó las múltiples teorías que hacen que se considere a la Gioconda del Prado como una mera copia de la del Louvre, desmontándolas una por una, debido a que todas ellas parten de un texto de Giorgio Vasari, que en realidad no se ajusta a las fechas ni se atiene a la meticulosidad de Leonardo.

Considerada como un “work ing progress” y por lo tanto con la misma dignidad que la del Louvre, Itziar Zabalza presentó un trabajo impecable en el que sus conclusiones no dejaban bien paradas a los conservadores del museo francés, que nunca han querido hacer justicia con la Gioconda del Prado.

Apoyada en una numerosa bibliografía, dio también cuenta de la recientemente descubierta Gioconda de Rusia, otro trabajo que merecería igual consideración que la del Prado, por tener especificados determinados rasgos y pinceladas que no harían de ella otra copia.

El acto estuvo muy concurrido y generó un encendido debate en el que participaron todos los asistentes y tras el que se felicitó a la autora por elevar tan dignamente el listón patrio y representar de forma tan erudita a la AEPE y a la Fundación MAXAM.

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