Las Medallas de la AEPE: José Villegas Cordero

Por Mª Dolores Barreda Pérez

Después de ver cómo y cuándo nació la Medalla de la Asociación de Pintores y Escultores, vamos a seguir conociendo más acerca de los galardones en los que se otorga actualmente, con sus correspondientes denominaciones.

Medalla de Pintura José Villegas Cordero

Del Salón de Arte Realista

En el año 2015, la Junta Directiva de la Asociación Española de Pintores y Escultores creó el Salón de Arte Realista, en contraposición del Salón de Arte Abstracto, que se ha convertido ya en una de las más esperadas convocatorias de la centenaria entidad, nacido para hacer de este arte una continua experiencia creadora que aporta todo tipo de conocimientos y la belleza de otra realidad, que sólo está en las manos de los artistas.

En 2017 y gracias a la propuesta que realizara el Presidente de la AEPE, José Gabriel Astudillo, bajo el título de “La plenitud de los nombres”, se acordaba la reorganización de los premios y galardones que otorgaba la institución en los distintos certámenes y concursos habituales. En el caso del Salón de Arte Realista, y como en el resto de las ocasiones con el ánimo de honrar la memoria de los fundadores de la AEPE, se instituyeron los premios: Medalla de Pintura José Villegas Cordero y Medalla de Escultura Juan Cristóbal.

JOSE VILLEGAS CORDERO

VILLEGAS CORDERO, José     P     1910(F069)       26.ago.1844     SEVILLA     MADRID    9.nov 1921

José Villegas Cordero nació en Sevilla, el 26 de agosto de 1844, y falleció en Madrid, el 9 de noviembre de 1921.

José Villegas Cordero en un retrato aparecido en la Revista de Bellas Artes de 1921

Hijo de un modesto barbero que vivía en la calle Mercaderes, cerca de la iglesia del Salvador, asistió al Colegio de San Fernando, en el barrio del mismo nombre de Sevilla, donde veía a los pintores que allí iban a obtener apuntes del natural. Pese a la oposición del padre, José llenaba de dibujos y de manchas de color las paredes, las puertas y las ventanas de su casa, de forma que comenzaron a acudir a él distintos personajes con encargos decorativos, muestras para tiendas, medallones para camas.

Autorretrato

En 1862 entró como aprendiz en el taller de José María Romero, pintor de retratos de la burguesía y aristocracia sevillana y también creador de escenas costumbristas y de pinturas religiosas,  teniendo como maestros a Eduardo Cano y a Federico Rubio en anatomía, para el que el infantil alumno llegó a ilustrar una obra del famoso cirujano, en la Escuela de Bellas Artes de Sevilla, destacando enseguida merced a sus innatas dotes artísticas. Su hermano Ricardo, cinco años menor que él, también fue un gran pintor orientalista.

Autorretrato

Deseoso de llegar a Madrid para complementar su formación, en 1867, tras cuatro años de estudios sevillanos, llegó a la capital y logró entrar en el estudio de Federico Madrazo, estableciendo amistad como otros pintores como Fortuny, de quien se sentía como su “discípulo predilecto”.

Autorretrato

En Madrid, acudía al Museo del Prado para estudiar a Velázquez, al que copió con especial delectación, adquiriendo para su técnica la espontaneidad. El sentido de la luz y el uso del color del gran maestro.

Tras distintas estancias en Sevilla y Madrid, organizó una excursión a Marruecos, viajando con Fortuny, empapándose de la pintura orientalista tan de moda en el momento.

Autorretrato

Tras algunos viajes más, logró realizar su sueño de llegar a Roma, acompañado por los pintores Rafael Peralta y Luis Jiménez Aranda, siendo  bien recibido por artistas españoles como Eduardo Rosales, que le ofreció compartir su estudio y que un año después, al regresar el maestro madrileño a España, pasó a ocupar él solo.

Autorretrato

Con estudio propio, su carrera despegó llegando a obtener una fama pareja a la que allí disfrutaba Mariano Fortuny, a quien admiraba profundamente y a quien había conocido años antes en Madrid.

Logró también rápidamente encontrar coleccionistas y anticuarios que se interesaron por sus obras, obteniendo una clientela internacional que compraba directamente sus pinturas en su estudio a precios satisfactorios, que se elevaban a medida en que sus creaciones eran premiadas en las sucesivas exposiciones internacionales a las que se fue presentando. Los principales marchantes parisinos le ofrecieron ventajosos contratos para trabajar para ellos.

Autorretrato

La pintura de Villegas en Roma era la que dictaba la moda en aquellos momentos, generalmente de pequeño formato, ejecutada con una técnica preciosista en la que trataba temas históricos, escenas costumbristas, paisajes o retratos.

Autorretrato

También le pedían mucho temas orientalistas, que Villegas pudo realizar con gran maestría gracias a los bocetos que había atesorado en Marruecos, así como ciertas obras de «pintura de género».

A la muerte de Fortuny en 1874, se convirtió en el pintor español más popular en Roma, el mejor considerado y más cotizado de la ciudad.

La muerte del maestro

Algunas de sus obras de aquella época pudieron verse en Sevilla gracias a las Exposiciones regionales y en Madrid gracias a las Galerías Bosch y Hernández.

En 1878 el Senado le encargó un lienzo de tema histórico sobre La entrevista de Hernán Cortés con Moctezuma y a pesar de que después le retiró el encargo, a Villegas ya le había interesado la pintura histórica, realizando obras de excelente factura como La paz de Cambray y La última visita de don Juan de Austria a Felipe II.

Desnudo masculino

A partir de 1877 residió con frecuencia en Venecia, abordando temas y vistas del canal para ambientar cuadros y ahondando además en temas inspirados en el Renacimiento italiano. Muchas de las obras concebidas en este período fueron a parar no solo a Europa, sino a las colecciones de grandes millonarios norteamericanos, alcanzando todas ellas precios astronómicos.

Casado con Lucia Monti, a quien retrató en diferentes ocasiones.

Dos de los retratos de Lucía Monti 

La buena marcha de su economía permitió a Villegas construirse un chalet-estudio en Roma, de fantasiosa estética morisca, un suntuoso palacete en el Parioli romano que se convirtió en un célebre cenáculo para la sociedad del momento, y en el cual se reunían artistas y coleccionistas en famosas veladas. Por desgracia, el palacete sería demolido en la década de 1950.

En la década de los 90 el pintor continuaba con representaciones de personajes eclesiásticos y con el siempre presente tema costumbrista. de esta época es su renombrado cuadro La muerte del torero, que vendió por 100.000 pesetas del momento.

El confidente

En 1898 fue nombrado director de la Academia Española de Bellas Artes de Roma, haciendo valer su cargo para exigir rigor en los ejercicios, aplicación del pensionado y la obligatoriedad de una estancia en París. Esta dirección hizo que perdurara su prestigio en Roma hasta su regreso a España en 1901.

Ya en Madrid, fue nombrado director del Museo del Prado y también de inmediato académico de Bellas Artes de San Fernando, incorporándose al mundo literario y artístico, convirtiéndose en una de las principales figuras de la intelectualidad, al tiempo que se le consideró el pintor de moda.

Clérigos

Como Director del Museo del Prado realizó realizando en el mismo tan grandes cambios que lo convirtieron, bajo sus 17 años de dirección, en uno de los principales museos del mundo: dio presencia a la escultura en la pinacoteca, dotando de calefacción al edificio y protegiendo al Museo contra el fuego. Dimitiría del cargo en 1918, a raíz del hurto de varias piezas del Tesoro del Delfín cometido por un empleado del museo.

Tras pintar a Alfonso XIII, su faceta de retratista le valió fama en la alta sociedad madrileña, siendo muy demandado este tipo de trabajos que aumentaron su prestigio.

El triunfo de la dogaresa

En los últimos años de su vida Villegas padeció una afección visual que le dejó casi ciego y le apartó de la práctica de la pintura desde 1918 hasta la fecha de su muerte en 1921, viviendo durante ese tiempo recluido.

Tuvo como alumnos aventajados a Luis Menéndez Pidal, que también fuera Socio Fundador de la Asociación Española de Pintores y Escultores y a Justo Ruiz de Luna.

En el embarcadero. Sevilla desde Triana

La pintura de Villegas de sus últimos años derivó en el simbolismo, al que llegó sin duda con notable retraso, concibiendo el famoso Decálogo, un conjunto de doce pinturas en las que representó los diez mandamientos de la ley de Dios más un prólogo y un epílogo, logrando efectos de una gran belleza que refuerzan el contenido narrativo de las escenas.

La siesta

La producción pictórica de Villegas es muy numerosa y en ella trató todos los géneros pictóricos como los temas de historia, el paisaje, escenas costumbristas, casacones y retratos.

Villegas se destaca por su esfuerzo en obtener en sus obras una máxima naturalidad en la descripción de los gestos y actitudes de los personajes, siendo minucioso y preciso en la descripción arquitectónica de los escenarios de sus obras, de los vestuarios y de los objetos.

La vuelta del rebaño

El subyugante ambiente urbano de la ciudad de Venecia fue también motivo de inspiración para Villegas, pero la modalidad pictórica que más renombre le proporcionó fue la de asuntos costumbristas, con la que alcanzó un notable éxito de crítica y de público. La moda por temas de inspiración española tan en boga en Europa hizo que Villegas alcanzara con ella un excepcional resultado, merced a la calidad y el virtuosismo que plasmaba en este tipo de pinturas, alcanzando gran éxito en temas taurinos.

Realizó también con gran fortuna temas populares de inspiración italiana, escenas protagonizadas por personajes como obispos o cardenales, representaciones de carácter orientalista y retratos.

Limosna en Sevilla

Mujeres en la ventana

José Villegas Cordero y la AEPE

Socio fundador de la Asociación de Pintores y Escultores en 1910, ocupó el cargo de Vicesecretario en 1913.

En 1914, en la Junta General Extraordinaria celebrada el 24 de mayo para la elección de la nueva Junta, fue elegido Presidente de la Asociación de Pintores y Escultores, cargo que finalmente no aceptó por ser Director del Museo del Prado y ser estatutariamente incompatible.

Sus obras colgaron en el III Salón de Otoño de 1922, en la Sala XII del Recuerdo, en donde figuraban sólo obras de artistas fallecidos, junto a Fortuny, Jiménez Aranda, Eugenio Lucas, Madrazo o Pradilla entre otros. Fueron las siguientes:

475.- “Apunte” (gouache)

476.- “Apunte” (gouache)

477.- “Dibujo a pluma”

478.- “En la playa de San Sebastián”

479.- “Un rincón del Retiro” óleo

480.- “Los sueños de Don Quijote” (dibujo)

Terraza en Biarritz

Mujeres en el jardín

Las Parcas

Plaza de San Marcos

Retrato de Lucía Monti

Retrato de mujer sevillana

Retrato de Ricardo Villegas Cordero, hermano del pintor

Retrato del Cardenal

Decálogo. La Fatiga

Webgrafía y Bibliografía

https://dbe.rah.es/biografias/5779/jose-villegas-cordero

https://www.memoriademadrid.es/doc_anexos/Workflow/2/143640/hem_revistabellasartes_19211201.pdf

Pérez Calero, Gerardo (2008). «Arte y Coleccionismo: obras selectas españolas del siglo XIX en la Fundación coruñesa María José Jove». Laboratorio de Arte: Revista del Departamento de Historia del Arte (21): 204. ISSN1130-5762.

Diccionario de Arte, Pintores del siglo XIX, Editorial LIBSA, 2001. 

CASTRO MARTÍN, Ángel: Vida y obra de José Villegas Cordero (1844-1921), Caja Sur, Sevilla-Córdoba 2001. 

CASTRO MARTÍN, Ángel: José Villegas. Retrospectiva (1844-1921), IberCaja, Zaragoza, 2005. 

CASTRO MARTÍN, Ángel: José Villegas. 1844-1921 , Fundación Caja Navarra, Pamplona, 2004. 

MENA, José María de (1996). «Drama y misterio del pintor y académico Villegas (En el Centenario del comienzo de su «Decálogo»)». Boletín de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (83): 395-414. Consultado el 16 de agosto de 2017.

Archivo Histórico “Bernardino de Pantorba” de la Asociación Española de Pintores y Escultores

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Carmen Nonell Masjuan

Por Mª Dolores Barreda Pérez

LAS PRIMERAS ARTISTAS DE LA

ASOCIACION ESPAÑOLA DE PINTORES Y ESCULTORES

Desde su fundación en 1910, y después de haber tratado en anteriores números a las Socias Fundadoras de la entidad, y las participantes en el primer Salón de Otoño, vamos a ir recuperando de la memoria colectiva, el nombre de las primeras socias que vinieron a formar parte de la Asociación de Pintores y Escultores.

Mª CARMEN NONELL MASJUAN

NONELL MASJUAN, Mª Carmen  P     1931    BARCELONA    MADRID  Calle Santiñáñez, 2, Madrid

Carmen Nonell Masjuan se inscribió en nuestra entidad como “Pintora”, en 1931. Socia de número nacida en Barcelona, vivía en Madrid, en la calle Santibáñez, 2.

Carmen fue escritora, periodista y pintora, nacida en Barcelona en  1920 que pertenecía a una familia culta que facilitó a sus hijas Carolina y Carmen, una sólida formación.

Las dos hermanas escribieron sobre la vida y la obra de su tío, el pintor Isidro Nonell Monturiol.

Carmen realizó su formación académica y artística en Madrid, donde estudió pintura siendo discípula de Cecilio Plá y de Julio Moisés, ambos artistas Socios Fundadores de la Asociación Española de Pintores y Escultores.

En Madrid realizó también exposiciones de su obra y concurrió a algunos certámenes.

Carmen Nonell Masjuan se inscribió en nuestra entidad como “Pintora”, en 1931

Sin embargo, Carmen era una artista llamada a todo tipo de artes, por lo que la carrera literaria tuvo finalmente más peso en su vida.

En 1948, el célebre compositor del impresionismo musical español Joaquín Turina, escribió un prólogo para uno de los libros de Carmen Nonell, en el que le dedicó unas palabras a su faceta artística: “… Carmen Nonell, barcelonesa en su nacimiento y madrileña en su vida, vino a este mundo decidida a crearse una reputación, un nombre, en las artes o en la literatura. Su primera ilusión fue la pintura. ¡Esos maravillosos cuadros del Prado, desde Fra Angélico al Tiziano, desde Murillo a Ribera, desde Velázquez a Goya! Sin embargo, a pesar de sus estudios con Cecilio Plá y con Julio Moisés, a pesar de sus adelantos en el dibujo y en el color, Carmen debió tener serios altercados con sus paisajes, con sus figuras, con toda su labor pictórica. No queremos nosotros penetrar en el recinto espiritual de los secretos. La reacción del alma es siempre misteriosa. Pero sí confirmamos el cambio de rumbo de Carmen Nonell hacia la región de las letras”….

Manuscrito de Joaquín Turina para el prólogo de uno de sus libros

Entre el 17 y el 31 de octubre de 1975, realizó una exposición de óleos en la Sala de Exposiciones del Palacio de Benacazón de Toledo que más tarde llevó al Aula “Espolón” de Burgos. Con este motivo, la reseña del periódico declaraba que “sabe dar con la pincelada decorativa. Para nuestro gusto, tiene mucho camino por delante hasta dar con la pincelada artística, pero esto es harina para otro costal. La artista siente un sentido primario de las cosas, lo que decimos con un sentido todo lo contrario a lo peyorativo, es decir casi de alabanza. Termina por hacer decorativos los lienzos. Al fin y al cabo, no es tan fácil, según el sentido al uso, lograr la idea partiendo de lo concreto, lo que sin duda consigue Carmen Nonell, al menos en los paisajes, mientras se va haciendo clara, muy clara, en las flores que presenta”.

Cartel de la exposición de 1975 de Toledo

Finalmente, Carmen Nonell inauguró una escuela de pintura que llevaba su nombre, teniendo como discípulos a artistas como Eduardo Santos Guada o Mayte Spínola, entre otros.

Distintos artículos de Carmen Nonell  de la revista Liceo, de 1961

Carmen Nonell, fue corresponsal del diario Pueblo en Berlín, y colaboró ​​también en ABC.

Publicó varias novelas en castellano, la obra Los cinco (1948) sobre los músicos del Grupo de los Cinco y una recopilación de poesía. Selección de sonetos de amor (1965). Entre sus novelas cabe destacar Caminos cruzados (1946), El cauce perdido (1946), Zoco Grande (1956), La vida empieza hoy (1966) y Los que se quedan (1967). También ha publicado obras de carácter infantil, como Los dos castillos (1944) y Gato y la estrella (1966). Es autora igualmente de estudios críticos sobre narrativa española y de libros de viaje y rutas turística, como La Rioja, Vascongadas y Navarra (1967), El Pirineo catalán (1969), El arte asturianense (1969), Teruel, ignorada maravilla (1969) y Guadalajara, nudo de la Alcarria (1971).

En algunas ocasiones firmó sus obras con los seudónimos: Bárbara Nagore y Menkar Onell.

Portada del libro que escribió junto a su hermana Carolina

Además, recibió numerosos galardones literarios como el Premio de Cuentos Boris Bureba de 1948, Accesít al Premio Café Gojón de 1952, En 1955 recibió el Premio Fémina, Premio Armengot de 1969…

Junto a su hermana publicó conjuntamente, las obras Cerámica y alfarería populares de España (1973) y Guía de El Pirineo Catalán (1976).

Portada de la revista La Hora XXV al servicio del médico

Carmen Nonell Masjuan y la AEPE

* En el XI Salón de Otoño de 1931 apareció inscrita como Nonell (Srta. María del Carmen), natural de Barcelona. Reside en Madrid, Santibáñez, 2, y presentó la obra con número 414, expuesta en la Sala 16. A pesar de ese número, en el catálogo observamos que es la obra:

363.- “Bodegón” (óleo)

«Bodegón», obra presentada al XI Salón de Otoño de 1931

* En el XII Salón de Otoño de 1932 figuró inscrita como Nonell (Srta. Carmen), natural de Barcelona. Reside en Madrid, calle Recoletos, 4. Presentó tres obras con los números 50, 224 y 225, que se exhibieron en la Sala VI y en la Sala XVI.

50.- “Retrato de D. G. Moro” (óleo), 0,68 x 0,58

224.- “Jardín” (óleo) 0,76 x 0,62

225.-“Retrato de mi hermana” (óleo) 1,00 x 0,87

* En 1934 se presentó al XIII Salón de Otoño, inscrita como Nonell (Srta. Carmen), natural de Barcelona. Reside en Madrid, calle Recoletos, 4. Presentó las obras con número 192, Sala X y 304, Sala XIV.

192.- “Retrato” (óleo), calificada por la prensa de la época como un “excelente tipo de pintura” y como “admirables condiciones de retratista”

304.- “Retrato” (óleo).

Autógrafo de Carmen Nonell

Paisaje urbano

Webgrafía y Bibliografía

https://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=nonell-masjuan-carmen

«Nonell Masjuan, Carmen (1913-VVVV). » MCNBiografias.com». www.mcnbiografias.com. Consultado el 19 de diciembre de 2019.

«Carme Nonell i Masjuan». enciclopèdia.cat (en catalán). Consultado el 24 de marzo de 2019.«prensa». ediciones dyskolo. Consultado el 20 de diciembre de 2019.

«Nonell Masjuan, Carmen (1915-)». datos.bne.es. Consultado el 19 de diciembre de 2019.

https://eduardosantosguada.es › el-estudio-de-un-pintor

https://www.lagunacuida.org › landing › subasta-benefica2

La Libertad 3/1/1934

Diario de Burgos 3/12/1975

Biblioteca Digital Fundación Juan March. Legado Joaquín Turina

ABC 30-11-1967

Archivo Histórico “Bernardino de Pantorba” de la Asociación Española de Pintores y Escultores

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Las Medallas de la AEPE: Federico Coullaut Valera

Por Mª Dolores Barreda Pérez

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Después de ver cómo y cuándo nació la Medalla de la Asociación de Pintores y Escultores, vamos a seguir conociendo más acerca de los galardones en los que se otorga actualmente, con sus correspondientes denominaciones.

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Medalla de Escultura “Lorenzo y Federico Coullaut Valera”

del Salón de Primavera de Valdepeñas

 

Como hemos visto en el número anterior, la Asociación Española  de Pintores y Escultores creó para Valdepeñas el Salón de Primavera “Por Tierras de Castilla-La Mancha”, instituyendo especialmente para el mismo, dos premios con los que honrar a los fundadores de la centenaria entidad y que vienen así a terminar de reconocer la importancia que esta cita tiene en el calendario expositivo de la entidad: la Medalla de Pintura José Moreno Carbonero y la Medalla de Escultura Lorenzo y Federico Coullaut Valera.

 

FEDERICO COULLAUT VALERA MENDIGIOITIA

 

COULLAUT VALERA MENDIGOITIA, Federico       E    1936 25.abr.1912 MADRID

MADRID/LA GRANJA     13.oct.1989

 

Nació en Madrid el 25 de abril de 1912. Su padre, Lorenzo Coullaut Valera, fue un afamado y reconocido escultor, fue su maestro, y además, uno de los Socios Fundadores de la Asociación Española de Pintores y Escultores.

Se crió en el estudio de su padre, entre barro y escayola, rodeado de tallas de madera, de estatuas de bronce y de figuras de piedra, y allí, de la mano de tan insigne maestro, adquirió los conocimientos técnicos que el oficio requiere.

De un neoclasicismo con matices modernistas, ha sido fundamentalmente un escultor de monumentos y retratos, pero su increíble obra religiosa es digna de encomio y lo convierten en uno de los más importantes imagineros del Siglo XX.

Cuando tan solo contaba con 15 años de edad, talló la obra titulada “Mater Salvatoris”, que presentó a varias Exposiciones.

En 1932 fallece su padre y Federico se ve obligado a acabar varios trabajos iniciados por éste, como el del Parque de El Retiro de Madrid, el jinete andaluz, en bronce, correspondiente al monumento a los hermanos Serafín y Joaquín Álvarez Quintero, y el monumento a Miguel de Cervantes de la Plaza de España de Madrid, con las figuras de las dos Dulcineas, Rinconete y Cortadillo (10 figuras) y La Gitanilla (6 figuras).

Desde muy joven participó en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, pero sin llegar a conseguir recompensas importantes. En cambio, alcanzó destacados premios en otros terrenos, como la Medalla de Oro en la II Exposición de Estampas de la Pasión (1942), las primeras medallas de la Exposición Nacional de Deportes de 1944, de la Exposición de Artesanía de 1945 y del Salón de Otoño de 1978; segunda medalla de la Bienal de Marbella de 1981, así como el premio especial de escultura de la XX Exposición de la Asociación de Pintores y Escultores (Madrid, 1983). Oficial del Mérito Nacional de Francia desde 1965, era académico correspondiente de la de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría de Sevilla desde 1979.

Virgen, Reina y Madre 

Poco a poco se va afirmando como un gran maestro, y así, entre 1958 y 1959 se ocupó de restaurar los elementos escultóricos de la Puerta de Alcalá. De 1961 data la ampliación del Felipe II, de Leone Leoni, que realizó para la explanada contigua a la Plaza de la Armería con motivo del IV Centenario de la capitalidad de Madrid, existiendo otra copia junto a la iglesia de San Pablo en Valladolid. En 1963 realizó el sencillo monumento dedicado a las víctimas del atentado de la boda del rey Alfonso XIII en 1906 en la calle Mayor de Madrid, para sustituir a otro anterior de Aniceto Marinas.

Maestría que logró junto al reconocimiento artístico total, con el famoso “Ángel de Madrid” del edificio Metrópolis, que el 11 de Octubre de 1977 coronó con una Victoria Alada de 6 metros y 3000 kilos de peso, realizada en bronce, sustituyendo al Ave Fénix en la cúpula del edificio y que desde entonces está asociada a los cielos de nuestra capital.

El jinete del Monumento a los Hermanos Álvarez Quintero en el Retiro

 

Trabajó muchos años en silencio, y dispersó sus obras por el territorio español y países como México, E.E.U.U., Alemania, República Dominicana, Bélgica, etc.

Con su obra civil, en bustos y retratos llega a la perfección y a la proximidad humana, observando el detalle más íntimo. Conjuga los monumentos con el entorno manteniendo un enorme sentido del equilibrio, pero la faceta que más desarrolló y que, posiblemente, hiciese más popular su firma fue la realización de esculturas religiosas y de Semana Santa.

Vivió siempre del encargo, motivo por el que no podía reunir obra suficiente como para hacer exposiciones, debiendo cumplir con las entregas.

Distintas imágenes de la Victoria Alada que culmina el edificó de Metrópolis, en la madrileña Gran Vía y dan cuenta de las colosales dimensiones de la obra

 

Su inmensa obra imaginera se compone de casi cuarenta pasos de Semana Santa, cada uno de ellos compuesto por una docena de figuras policromadas que se reparten por la zona de Levante; millares de bustos, según confesión del propio Federico, repartidos por domicilios particulares de todo el mundo, ocho obispos gigantes para el frontispicio de la Diputación de Soria, un Carlos III de colosales proporciones en Corpus Christi, Los Ángeles (California), el monumento en recuerdo de las víctimas del atentado a SS.MM. los reyes Alfonso XII y Victoria Eugenia, el del músico Enrique Iniesta, a Pío Baroja, a Joselito el Gallo en Sevilla, a Diego Laínez en Almazán (Soria),

Falleció en la Granja de San Ildefonso, Segovia, el 13 de octubre de 1989.

El autor ante su obra El Prendimiento

 

Su relación con la Asociación Española de Pintores y Escultores venía de lejos, ya que su padre, como hemos mencionado anteriormente, fue uno de los Socios Fundadores.

Participó en la Junta Directiva de la AEPE, ya que fue Vocal entre los años 1944 y 1946.

Pío Baroja en bronce

 

Obtuvo la Primera Medalla en el Salón de Otoño de 1978 y el Premio Leonardo Martínez Bueno de ese mismo año, la Medalla Mateo Inurria en el de 1979, Premio especial de Escultura en el Certamen de San Isidro de 1983 y finalmente, Premio Especial de Escultura en el Certamen de San Isidro de 1983.

Tuvo como discípulos destacados a Docha Rioboó, también socia de la AEPE y a Luis Sanguino.

Arquero

 

Federico Coullaut y la AEPE

  • XI Salón de Otoño de 1931, inscrito como Federico Coullant, natural de Madrid, Viven en Torrijos, 19, Sala 9, presentó la obra:
  1. “Ensueño” (desnudo en escayola)
  • Al XVII Salón de Otoño de 1943, inscrito como Federico Coullaut Valera, presentó la obra:
  1. “Virgen, Reina y Madre” (escayola)
  • En el XVIII Salón de Otoño de 1944 presentó la obra:

33.- Busto retrato (escayola)

  • Al XLVII Salón de Otoño de 1979 presentó dos obras:

170.- “Disparate matrimonial”

171.- “Ceballos rejoneando”

  • En el XLIX Salón de Otoño de 1981 presentó las obras: “Torso de mujer” y “Perezosa”
  • En el 50 Salón de Otoño de 1983, en la Sala Homenaje a los artistas del I Salón de Otoño de 1920, exhibió dos obras: “Relas” y “Los sueños de la razón”.
  • En el 51 Salón de Otoño de 1984 presentó el “Boceto en Bronce de Pío Baroja”.

 

Distintos retratos de Federico Coullaut-Valera

Busto de mujer

Desnudo femenino

Distintas instantáneas del escultor

Felipe II

El  Quijote del Monumento a Cervantes

 San Fernando de la Catedral de la Almudena 

 

 

Bibliografía y webgrafía

El Liberal 14/6/1930

Ahora 11/2/1932

El Imparcial 12/2/1932

Nuevo mundo 31/10/1931, 3/6/1932

La Libertad 29/6/1932

La Época 12/4/1935

Yugo 17/3/1944,  9/4/1960, 10/4/1960, 13/4/1960,

Fotos 29/3/1947, 2/7/1960

Faro de Vigo 22/1/1966

Proa 20/3/1964, 27/2/1975

Diario 16 15/10/1977

Cinco días 29/12/1979

El País 26/12/1979, 19/12/1982

Ideal 15/4/1973, 28/3/1983, 15/4/1984, 18/4/1984, 19/4/1984

La Voz de Almería 8/4/1980, 11/4/1981, 7/4/1985, 23/3/1986

ABC  15/6/1932, 31/10/1931, 3/11/1931, 6/4/1944, 15/11/1951, 30/11/1943, 23/4/2017,  18/3/1980, 9/7/1964, 9/12/1944, 21/11/1950, 3/10/1978, 30/9/1984, 14/3/1986, 10/4/1966, 1/10/1964, 26/12/1979, 6/3/1953, 8/6/1930, 16/6/1935,29/6/1943, 30/4/1969

Blanco y Negro 10/10/1964

LORITE CRUZ, Pablo Jesús. «Federico Coullaut Valera, un imaginero preocupado por la iconografía.» Getshemaní Cofradía de Nuestro Señor de la Oración en el Huerto y Nuestra Señora de la Esperanza. Úbeda, 2010. N.º 27. Págs. 59-64.

-LORITE CRUZ, Pablo Jesús. Parangón y diferencias entre la Virgen de la Esperanza de Úbeda y la Soledad de Cuenca, ambas obras de Federico Coullaut Valera. Getshemaní Cofradía de Nuestro Señor de la Oración en el Huerto y Nuestra Señora de la Esperanza. Úbeda, 2011. N.º 28. Págs. 57-60.

https://es.wikipedia.org/wiki/Federico_Coullaut-Valera

https://xn--jesusconlacaa-tkb.es/la-hermandad/el-escultor/

https://dbe.rah.es/biografias/5311/federico-coullaut-valera-mendigutia

https://cervantes.bne.es/es/exposicion/obras/federico-coullaut-valera-termina-monumento-cervantes-plaza-espana

Bibl.: J. M.ª Gajate García, La obra escultórica de Lorenzo y Federico Coullaut-Valera en Madrid, Madrid, Safel Editores, 1997; F. J. Portela Sandoval, “Federico Coullaut-Valera Mendigutía”, en VV. AA., Libro de la Venerable Hermandad de la Soledad de San Agustín, Cuenca, Diputación Provincial, 1997, págs. 99-102; J. M. Carretero, “Federico Coullaut- Valera” en VV. AA., Coullaut-Valera. Tres generaciones de escultores, Segovia, Diputación Provincial, 2002, págs. 67-96.

Archivo Histórico “Bernardino de Pantorba” de la Asociación Española de Pintores y Escultores

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María A. Multedo Villarreal

Por Mª Dolores Barreda Pérez

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LAS PRIMERAS ARTISTAS DE LA

ASOCIACION ESPAÑOLA DE PINTORES Y ESCULTORES

Desde su fundación en 1910, y después de haber tratado en anteriores números a las Socias Fundadoras de la entidad, y las participantes en el primer Salón de Otoño, vamos a ir recuperando de la memoria colectiva, el nombre de las primeras socias que vinieron a formar parte de la Asociación de Pintores y Escultores.

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MARÍA ANGUSTIAS MULTEDO VILLARREAL

 

MULTEDO VILLARREAL, María A.   P    1932   MURCIA   MADRID José Marañón, 12, Madrid

 

María Angustias Multedo Villarreal, pintora, ceramista, xilógrafa, arquéologa y restauradora murciana. Desde muy niña, demostró su afición por el arte, tanto en Murcia como en Granada, a pesar de contar con la oposición de sus padres frente a su vocación.

En 1921 cursó estudios y obtuvo el diploma superior en la Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, con calificaciones “excelentes”, logrando además el premio en la asignatura de Historia de las Bellas Artes.

En Valencia cursó igualmente estudios de porcelanas y cerámicas, técnica que también dominaba y cuyas muestras presentó en varias exposiciones.

María A. Multedo en 1934

 

Allí tuvo como profesores y guías al pintor valenciano Juan José Zapater y al maestro y también socio de la AEPE, José Benlliure. Curiosamente, los dos artistas destacan como pintores costumbristas y regionalistas valencianos que retrataron la Valencia de su época y supieron ver en María A. no sólo a una excelente pintora, sino a una estudiosa del arte, en todas sus facetas, con excepcionales dotes y gran sensibilidad.

Su tío fue el diplomático y escritor Manuel Multedo y Cortina, que en su tiempo, dio clases de Literatura junto a Menéndez Pidal o Menéndez Pelayo en el Ateneo Científico, Literario y Artístico de Madrid, antes de emprender una exitosa carrera diplomática que le llevó por muchos países de todo el mundo. Gracias a él pudo realizar distintos viajes por Europa, donde conoció los mejores centros artísticos del momento y emprendió su formación en Italia.

Residió allí largas temporadas, ampliando continuamente sus estudios y copiando de manera admirable grandes obras en sus museos, haciendo muchos trabajos como el realizado en el año 1924, sobre cerámicas “Etruscas”, en el Instituto Industrial, diplomándose también en aquel país en Xilografía.

En 1929  se licenció en restauración de pintura y cursó estudios en la Escuela de Artes Ornamentales y Pintura decorativa de la Universidad de Roma, y Arqueología y Bellas Artes, todo ello con calificaciones más que sobresalientes.

En Roma, estudió de forma especial las decoraciones pompeyanas, realizando el Curso de pintura al fresco y técnicas de pintura mural, logrando la Medalla de Plata en 1930, concedida por el Gobernatore de Roma.

Algunos de sus maestros son hoy en día reconocidos estudiosos especializados en diversas materias, como el profesor Venturini-Papari, especialista en pintura mural y Director de la Escuela de Arte Ornamental de Roma. Gracias a su apoyo y ánimo, María A. publicó sus notas sobre “Las técnicas de las pinturas murales”, de obligado conocimiento en los estudiosos de la materia.

En 1931 regresa a Madrid, impartiendo conferencias especializadas en Pompeya, como la que tuvo lugar en el Círculo de Bellas Artes de la capital  en el mes de junio.

De regreso del mercado, obra presentada al Salón de Otoño de 1932

 

En octubre de ese mismo año, inaugura una reducida muestra de sus obras en el salón de exposiciones del Lyceum Club Femenino, del que se hace socia, apareciendo en los registros de esta entidad como Profesora de Pintura, según el censo elaborado por la periodista Concha Fagoaga, a quien ahora mismo recuerdo también como mi profesora de Periodismo en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid en los años 80.

Ingresa también en la Asociación de Pintores y Escultores y se relaciona en el ambiente artístico de la época colaborando también en revistas y publicaciones como Mundo Femenino, dirigida por la también socia de la AEPE, Julia Peguero Sanz de Trayero, que ya vimos en un artículo anterior.

En la Gaceta de Bellas Artes de abril de 1933 publicó un interesante artículo sobre la pintura al fresco. En esa época, montó un estudio con su nombre en su domicilio de la calle Alcalá Zamora, 38 (antes Alfonso XII), en el que daba lecciones de pintura, porcelanas y decoración de muebles.

Ese mismo mes y año, expuso una selección de paisajes y bodegones en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.

Sobre estas líneas, «Desnudo», obra presentada al Salón de Otoño de 1932

Abajo, cerámica aparecida en la revista Mundo Femenino en 1934

 

A partir de 1942 aparece como Encargada del curso de la Escuela-Fábrica de Cerámica de Madrid, en donde impartía la asignatura “Pintura sobre porcelana”, con un sueldo y gratificación anual de 5.000 pesetas.

En 1943 participó en la Exposición femenina de Pintura y Escultura de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles AEAE.

Profesora de la Escuela Nacional de Cerámica, solía reunir en su casa de Madrid una animada tertulia, formada por viejos amigos, pintores, escritores y algún que otro anticuario, en un ambiente cosmopolita, fascinante por su riqueza de interpretaciones y reunión de grandes artistas, que destilaba cultura, arte y belleza, entre los que se encontraba el también joven pintor valenciano Amadeo Roca Gisbert.

En la primera mitad de los años cincuenta, María A. Multedo falleció, dispersándose su recuerdo y su obra de manera absurda y con ella, la memoria de una pintora con méritos más que sobrados para ocupar un lugar preeminente entre la relación de artistas levantinos de la primera mitad del siglo XX.

La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando conserva una obra suya estampada sobre papel Japón del año 1934.

Algunas de las críticas aparecidas en la prensa de la época hablaban de ella y de su obra en estos términos:

“…estudios de figura al óleo y más delicados ejecutados a la sanguina, con temas decorativos vistosos”. Pero era con los bodegones con los que la autora “se complacía en la notación de las diferentes calidades de flores y frutas.  Paisajes y bodegones en donde poder contemplar el privilegiado temperamento colorista de la autora. La materia aparece en ellos a trechos con gruesa pasta de color, a veces puesta con el cuchillo; a veces, asimismo, con un insistente afán que prescinde del alarde y busca la fijación justa del matiz.

Sus frutas y sus flores son hermosísimos trozos de pintura de la mejor escuela levantina, llenas de la gran riqueza cromática de su paleta, pero también toda la finura de sus pinceles, tan diestros en el zarpazo impresionista rápido como en el logro minucioso de calidades y valoraciones pictóricas.

No faltan algunos aciertos en los retratos, aunque en ellos baja el diapasón de la cuerda temperamental de la eminente artista”.

Una gran artista que en pintura mural, “lo mismo la realizada con la técnica de lo ejecutado en Domusaurea de Nerón por el pintor Fabullo, utilizando colores preparados a la cera, que en «Madona», pintada al fresco, se revela una maestra, muy difícilmente superable por su dominio del arte y por su cultura y gusto exquisito”…

El crítico de arte y periodista de la época José Manaut Nogues

Retrato, presentado al Salón de Otoño de 1935

 

La prensa, sin excepción, le dedicó los mayores elogios, diciendo que en todas sus obras “vibra un sentido poético que le acerca a los grandes paisajistas”.

De ella dijo el crítico de arte, abogado y periodista José Manaut Nogues “Pintor muy completo lo mismo domina la figura que el paisaje, pero en las “Naturalezas muertas” es donde más acierta plenamente a plasmar la verdad que ante su fecunda retina se ofrece.

Elllo no obsta para que en el retrato haya conseguido una personalidad relevante, que nos complacemos en acusar.

Recordando a aquella niña, que en días para nosotros de satisfacciones por lo que supusieron para la juventud de Arte, en Valencia-, ya mujer y dominando la técnica de su difícil Arte, estando asistida de talento indudable, confiamos que en esta manifestación de su arte, tan vario como interesantísimo, donde vemos no a la mujer –tan finamente exquisita- sino al Pintor, que ha llegado a vencer, nuestros augurios serán confirmados por el éxito más alentador, en la hidalga tierra de Castilla, tan acogedora para todo lo que de Levante llega a la altiplanicie española”.

Jardín de Aranjuez. España. Archivo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Madrid

 

María A. Multedo Villarreal y la AEPE

  • Participó en el XI Salón de Otoño de 1931 inscrita como A. Multedo (Dª María), natural de Murcia. Vive en Madrid, Pasaje de la Alhambra, 2. Con las obras:

92.- “Flores” (óleo) 0,43 x 0,46. Sala 4

388.- “Venecia” (óleo) 0,17 x 0,41. Sala 15

  • En el XII Salón de Otoño de 1932 apareció inscrita como Multedo y Villa-Real (Dª María), natural de Murcia. Vive en Madrid, Alcalá Zamora, 38. Con obras: Sala VI, nº 69, 70 y 71; Sala VII nº 17; Sala XVII, nº 256 y 257. Sala Central, nº 342

69.- Bodegón de frutas y cerámica (óleo) 0,71 x 0,95

70.-De regreso del mercado (óleo)

71.- Bodegón de uvas y copa de cristal (óleo) 0,71 x 0,95

87.- Desnudo (óleo) 0,44 x 0,36

256.- Motivo decorativo en encáustica 0,22 x 0,32

257.- Fragmento decorativo a encáustica (técnica pompeyana) 0,37 x 0,48

342.- Un cesto en cerámica a esmalte

  • Al XIII Salón de Otoño de 1933 concurrió como Multedo y Villa-Real (Srta. María A.), natural de Murcia. Reside en Madrid, Niceto Alcalá-Zamora (antes Alfonso XII), 38. Con obras en las Sala X, nº 189; Sala XI, nº 214 y 215; Sala XVIII, nº 350 y 357;  Sala XIX, nº 366

189.- Fuensanta (óleo)

214.- Isla de Capri (óleo)

215.- Jardín de Aranjuez (óleo)

350.- Pintura mural (copia ejecutada con la técnica usada por el pintor Fabullo en la Domusaurea  de Nerón. Colores preparadas a la cera)

Madona

366.- Estudio para la figura que en decoración de una capilla representará la Caridad (fresco)

  • En el XIV Salón de Otoño de 1935 apareció inscrita como Multedo (Dª María A.), natural de Murcia. Reside en Madrid, General Arrando, 10. Y  presentó la obra

123.- Jardín de Aranjuez (óleo)

  • En el XV Salón de Otoño de 1935, aparece como Multedo (Srta. María), natural de Murcia. Reside en Madrid, José Marañón, 12. Sala X, nº 189; Sala XVI, nº 308.

189.- Interior de iglesia (óleo) 0,71 x 0,95

308.- Retrato (óleo) 1,01 x 0,85

 

Anuncio publicado en la Gaceta de Bellas Artes

Un óleo, publicado en la revista Mundo Femenino

 

 

 

Bibliografía y webgrafía

GRACIA, RUIZ LLAMAS, María, “Ilustración gráfica en periódicos y revistas de Murcia (1920-1950)”, en Google Books. [En línea] URL<   https://books.google.es/books?id=F1VHbYTIvy4C&pg=PA105&lpg=PA105&dq=mar%C3%ADa+a.+multedo&source=bl&ots=jFXWunS9IR&sig=SjJV8h6smmrfvLDtPD8XVoXyULY&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwjZl_bXyoTZAhUnsKQKHQg4DCcQ6AEIODAG#v=onepage&q=mar%C3%ADa%20a.%20multedo&f=false > (Última revisión: 20/06/2017)

“Dona i Art a Espanya: Artistes d’abans de 1936. Obra exposada-obra desapareguda”. Tesis doctoral de Vicent Ibiza i Osca

https://reddebibliotecas.jccm.es/intrabibl/images/BPE-CR/Exposiciones/Mayo_Junio_Julio_15/mujeres-fuman/dossier-definitivo-COMP.pdf

Las fundadoras del Lyceum Club Femenino Española. Juan Aguilera Sastre. Universidad de La Rioja.  Anexo 2. Otras socias del Lyceum Club. Censo de Concha Fagoaga

España en …. 1931, Anuario de España, 1931-1932 , José Gutiérrez-Ravé.

ABC 14/06/1931, 17/6/1931, 13/04/1933,  20/04/1933,  14/11/1935, 26/03/1943

Ahora 21/10/1931, página 20

La Voz 9/11/1931, 25/04/1933 

El Sol  5/4/1933, 18/04/1933

La Libertad 14/06/1931, 13/4/1933, 24/04/1933, 8/12/1933, 3/1/1934

Luz 13/4/1933, página 9.

La Época 07/11/1932, 25/4/1933, 30/10/1933, 1/11/1935

Mundo femenino 1/7/1934, n.º 100

El Tiempo: diario independiente 14/05/1933

El Siglo futuro 17/11/1932

La verdad 18/05/1933

Lanza 5/08/2001

Alerta 8/8/2001

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Las Medallas de la AEPE: Lorenzo Coullaut Valera

Por Mª Dolores Barreda Pérez

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Después de ver cómo y cuándo nació la Medalla de la Asociación de Pintores y Escultores, vamos a seguir conociendo más acerca de los galardones en los que se otorga actualmente, con sus correspondientes denominaciones.

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Medalla de Escultura “Lorenzo y Federico Coullaut Valera”

del Salón de Primavera de Valdepeñas

 

Como hemos visto en el número anterior, la Asociación Española  de Pintores y Escultores creó para Valdepeñas el Salón de Primavera “Por Tierras de Castilla-La Mancha”, instituyendo especialmente para el mismo, dos premios con los que honrar a los fundadores de la centenaria entidad y que vienen así a terminar de reconocer la importancia que esta cita tiene en el calendario expositivo de la entidad: la Medalla de Pintura José Moreno Carbonero y la Medalla de Escultura Lorenzo y Federico Coullaut Valera.

 

LORENZO COULLAUT VALERA

 

COULLAUT VALERA, Lorenzo    E    1910(F179)   12.abr.1876       MARCHENA(Se)      MADRID  21.ago.1932

 

Escultor e ilustrador. Socio Fundador de la Asociación de Pintores y Escultores.

Nació el 12 de abril de 1876 en la localidad sevillana de Marchena, hijo del ingeniero francés Louis Alfred Coullaut Boudeville, ingeniero constructor del puente del ferrocarril Mamedra de Marchena, casado con Teresa Valera y Díez de la Cortina, prima del novelista y diplomático cordobés Juan Valera, en Marchena donde se afincan. Louis Alfred Coullaut Boudeville fue el principal responsable de la introducción de la logia masónica en la villa, la cual fue completada con 15 personalidades del ferrocarril de Marchena y Osuna para más tarde ampliarse al centenar en pos de una activación cultural y política de corte republicano en contra del caciquismo.

La familia se traslada a Nantes y allí pasará su infancia, estudiando en el Liceo Livet.

Su estancia durante cinco años en Francia vino a significar una mayor modernidad plástica en sus obras con respecto a otros escultores andaluces del momento.

A su regreso a España en 1893, (según el doctor en Historia del Arte, Wifredo Rincón, su vuelta se produciría en 1880) se sintió atraído por la práctica de la escultura, iniciando su formación en la academia cordobesa de la mano del padre de Julio Romero de Torres y con posterioridad, en el taller del escultor sevillano Antonio Susillo Fernández. Tras su fallecimiento en 1896, se trasladó a Madrid, donde recibió clases de Agustín Querol Subirats, residiendo en la Calle Torrijos, 19.

Lorenzo Coullaut Valera en su juventud

 

Contó además con el apoyo de su tío, el cordobés Juan Valera, de quien Lorenzo realizó un busto con el que concurrió a la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1897, obteniendo una Medalla Honorífica.

Coullaut Valera se convirtió en uno de los escultores españoles más representativos del reinado de Alfonso XIII, avalado por los repetidos premios y galardones que obtuvo.

En 1901 obtuvo la Medalla de Tercera Clase, en la sección de Escultura y en la de Arte Decorativo, de la Exposición Nacional de Bellas Artes, que repetiría en 1904, logrando las de Segunda clase en la de 1906 y 1908.

En 1905 ganó el concurso para realizar la lápida conmemorativa de la Primera Edición de El Quijote y un año más tarde logró el Premio Nacional de Escultura de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Placa conmemorativa de la imprenta de Sancha, donde se realizó la primera edición de El Quijote

 

Si bien su especialidad la constituyeron los monumentos públicos, su talento le permitió abordar todos los géneros escultóricos, desde el retrato al relieve, pasando por la imaginería religiosa o la escultura funeraria.

Maqueta del proyecto del Monumento a Cervantes

San Raimundo

 

Fue además un excelente dibujante, colaborando en revistas como Blanco y Negro, Hojas Selectas, La Ilustración Española y Americana y otras revistas, ilustrando novelas, artículos, cuentos y poesías.

Portada de la revista Blanco y Negro de 1902

Bajorrelieves de las estaciones del año convertidos en ilustraciones para revistas de la época

 

Trabajó sobre todo en obra monumental pública, ubicadas tanto en España como en Hispanoamérica y participó en diversas Exposiciones Nacionales de Bellas Artes y en la Exposición Universal de Barcelona de 1929.

Dolorosa

 

Padre del también escultor Federico Coullaut-Valera, y abuelo del pedagogo, sacerdote escolapio y escritor Enrique Iniesta Coullaut-Valera.

Considerado como un casi autodidacta, fue cultivador de un estilo netamente realista, su escultura ha sido calificada como narrativa y pictórica del realismo finisecular.

«Serenidad», obra presentada al Salón de Otoño de 1931

 

Sus obras más destacadas son los monumentos a José María de Pereda (Santander), a Bécquer (Sevilla), a los Saineteros, a Campoamor, a Menéndez Pelayo, a Juan Valera, a Cervantes, parte del monumento a Alfonso XII, todos ellos en Madrid, el busto a manuel Curros Enríquez (Vigo), a Pardo Bazán (La Coruña), el panteón de los Marqueses de Linares en Jaén,… a Bruno Zavala en Motevideo…

Lorenzo era concienzudo en su trabajo, que siempre comenzaba con un dibujo en el que planteaba el tema que iba a hacer; pasaba después a crear el boceto, en el que decía que residía la verdadera obra artística; más tarde, el boceto lo trasladaba y aumentaba “en sus proporciones a otro tipo en yeso doble o triple de tamaño, sobre el que se corrigen defectos, se trazan perfeccionamientos y pasa luego de aquí a la obra de construcción, al tamaño que ha de tener, ya sea sobre mármol o piedra. Cuando se trata de escultura en bronce se hace un vaciado de la segunda prueba y él sirve para la labor de la fundición. Lo que pudiéramos llamar “paso” de uno a otro tamaño se realiza por medio de un punteado especial que luego sirve para rebajar el material y dejarlo en la figura trazada. El boceto que se suele hacer sobre barro, y también su ampliación, se trabajan con un modelo viviente”…

Cristo Yacente

 

Uno de sus discípulos más aventajados, el escultor Enrique Pérez Comendador, dijo de él que fue “hombre activo, bondadoso, fino y educado, dicharachero y, a veces, andaluz de los buenos, su mijita zumbón. Natural y nada engolado, pese a su fama, gustaba del trato con los jóvenes; nunca le oí denostar a otro artista”.

Falleció el 21 de agosto de 1932 en Madrid, rodeado de sus familiares y amigos íntimos.

Las esquelas reseñaron su fallecimiento y el hecho de haber sido un escultor discutido, destacando que su arte había vivido en una época de transición artística, con una estética definida dentro de una escuela clásica, pero que luchó sin descanso por imponer su obra a la multitud, consiguiéndolo en fuerza de ser aplaudido o censurado según el gusto artístico de quienes examinaban sus obras y si bien no consiguió por completo los laureles del éxito, si hubo de experimentar el goce que origina la gran popularidad.

Lorenzo trabajando en su estudio

 

Lorenzo ante el boceto del Monumento a los Chisperos

 

Lorenzo Coullaut Valera tenía su casa-taller en la calle Torrijos de la capital; posteriormente, en un hotelito de la calle Conde Peñalver, esquina a Ayala, en Madrid. Su relación con el Real Sitio de La Granja de Segovia, le hizo abrir también allí una residencia, un estudio sencillo que servía además de lugar de veraneo, Villa María Teresa, que hoy cuidan sus descendientes.

En 1966 se convertiría en residencia y taller de la saga Coullaut-Valera, donde se trasladó Federico, hijo de Lorenzo y donde viviría también su nieto Lorenzo, fallecido en la pasada década.

Monumento a los Chisperos

 

Lorenzo Coullaut Valera y la AEPE

Socio Fundador de la Asociación de Pintores y Escultores, fue Vocal de las Juntas Directivas de 1914 y 1928.

En 1928 llevó a cabo las gestiones necesarias con el Alcalde de Madrid, para la obtención de premios en metálico para el Salón de Otoño.

Participó en el XI Salón de Otoño de 1931 con el yeso “Ensueño”.

 

Monumento a Gustavo Adolfo Bécquer en el sevillano Parque de Maria Luisa

Bocetos de distintos monumentos

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Lorenzo Coullaut Valera en plena madurez

 

Monumento a Campoamor

 

 

Archivo Municipal de Pamplona.ALTADILL, J., «Los monumentos a Navarro-Villoslada y Sarasate. El mausoleo de Gayarre», Boletín de la Comisión de Monumentos Históricos y Artísticos de Navarra, Tomo 9, nº 36, 1918, pp. 265-69.

«El monumento a Navarro Villoslada», Diario de Navarra, 14 de junio de 1918.

«Centenario de Francisco Navarro Villoslada. Homenaje al insigne literato», Diario de Navarra, 27 de septiembre de 1918.RAMÓN RAMOS, A. y LUQUE RUIZ, F.,

Lorenzo Coullaut Valera: conmemoración del CXX aniversario de su nacimiento, Marchena, Ayuntamiento de Marchena, 1996.

ÁLVAREZ CRUZ, J.M., «El monumento a Francisco Navarro Villoslada en Pamplona», Boletín del Museo e Instituto Camón Aznar, nº 99, 2007, pp. 7-42.

Martínez Zapatero, Rafael, Cinco proyectos de monumentos a Miguel de Cervantes Saavedra. Memoria. Escultor Coullaut Valera y con seis láminas, Madrid, 1915.

Cuenca, Francisco, Museo de pintores y escultores andaluces contemporáneos, La Habana, Rambla y Bouza, 1923, pp. 118-119.

Álbum salón 1/1/1904

La Ilustración española y americana. 8/1/1904 15/11/1904  8/1/1906  22/5/1906 8/1/1908 15/1/1908 8/1/1909 22/1/1909 8/5/1909 8/1/1910  22/10/1911

El Liberal (Madrid. 1879). 24/5/1904 22/1/1927 20/12/1927 5/1/1928  18/2/1928   29/12/1928 29/9/1929 14/2/1931

Ilustración artística. 25/5/1908 3/10/1910 14/8/1911 16/10/1911 25/12/1911

Blanco y negro (Madrid. 1891). 18/6/1904  17/4/1927 18/1/1914  16/2/1936

ABC 11/11/1956 13/3/1990  7/5/1966 3/11/2002 15/4/2016 24/6/1989 25/4/1978  23/11/1924  28/12/1924  19/6/1927  23/4/1970  1/6/1969  7/12/1924  22/3/1925  3/5/1925  1/12/1932

La Correspondencia de España. 24/5/1906  3/11/1911  2/10/1923

Revista de archivos, bibliotecas y museos. 1/3–30/4/1909  1/1–29/2/1912 1/5–30/6/1917 1/7–31/8/1918 ¼-30/6/1919

La Lectura dominical. 17/7/1909 2/7/1927

La Mañana (Madrid. 1909). 7/11/1911

El Imparcial (Madrid. 1867). 8/11/1911 27/5/1925  28/5/1926 9/12/1928 21/2/1929  19/11/1929 

Revista general de enseñanza y bellas artes. 15/12/1911

La Época (Madrid. 1849). 4/1/1912  11/2/1915  7/11/1915 12/5/1921  24/2/1928 8/6/1928  3/9/1928 22/8/1932 3/12/1934 

La Correspondencia militar. 5/1/1912 7/5/1927 20/12/1927

El Siglo futuro. 9/1/1914

Mundo gráfico. 21/1/1914  25/10/1916

Bética (Sevilla). 5/5/1914 30/4/1915

Hojas selectas. 11/1915  1/1916, n.º 169

La Acción (Madrid. 1916). 14/5/1916

Mondariz (Madrid). 20/9/1916

El Sol (Madrid. 1917). 27/9/1918 1/3/1930 19/6/1930  8/7/1930  21/8/1932 4/12/1934

La Voz 22/6/1923 31/3/1924 20/3/1930  15/5/1930 20/8/1935

La Alhambra 31/7/1923

La Esfera 3/5/1924 17/5/1924

Revista hispanoamericana de ciencias, letras y artes 12/1924

La Nación 6/5/1927 4/1/1928 10/3/1928 24/8/1928 18/11/1929 13/3/1931

La Libertad 14/5/1927 20/12/1927 25/2/1928 1/3/1930 9/7/1930

Caras y caretas 22/10/1927

Unión patriótica 15/11/1927

Gran Vida  1/7/1928  1/2/1929

Alrededor del mundo 27/4/1929

El Heraldo de Madrid 14/2/1931 18/1/1932  22/8/1932

Ahora (Madrid). 21/8/1932 23/8/1932

La Hormiga de oro  8/9/1932 2/11/1933 

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Margarita Sans Jordi

Por Mª Dolores Barreda Pérez

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LAS PRIMERAS ARTISTAS DE LA

ASOCIACION ESPAÑOLA DE PINTORES Y ESCULTORES

Desde su fundación en 1910, y después de haber tratado en anteriores números a las Socias Fundadoras de la entidad, y las participantes en el primer Salón de Otoño, vamos a ir recuperando de la memoria colectiva, el nombre de las primeras socias que vinieron a formar parte de la Asociación de Pintores y Escultores.

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MARGARITA SANS JORDI 

 

SANS JORDI, Margarita   E     1917     PLA PENEDES   BARCELONA      Villanueva y Geltrú, Barcelona

 

Margarita Sans y Jordi (Barcelona, 1911 – 25 de junio de 2006, Barcelona), escultora discípula de José Llimona y Ángel Ferrant.

Margarita fue la hija mediana del matrimonio formado por el acaudalado (terrateniente) Juan Sans Ferrer, de Sitges, y de Elisa Jordi Milanés, de procedencia cubana. El matrimonio y sus tres hijas (Mercedes, Margarita y Elisa), vivían entre Barcelona y Sitges, en la masía “L’Aguilera”, en un ambiente familiar culto y refinado, que propiciaba una gran atención del padre hacia sus hijas.

Margarita Sans Jordi posa junto a su obra «Alborada»

Margarita posando con una de sus obras según apareció en la prensa de la época

 

La masía se dedicaba al cultivo de la uva de mesa, cuyo exceso de producción llevó a distintos propietarios a buscar su exportación, alrededor de los años 1928-1929, un éxito que convirtió a Juan Sans en uno de los principales cultivadores de la comarca.

La vocación artística de «Matita», como era conocida en su ambiente familiar, se manifestó desde muy joven, potenciándose poco a poco frente a otras artes que también cultivó, como la música, ya que tocaba el violín, llegando a participar en la orquesta de Enrique Casals, hermano de Pau Casals, en El Vendrell.

Su vocación escultórica se reafirma y ya en su adolescencia modela el barro y talla pequeñas figuras de madera y motivos decorativos en cajas, realizadas con instrumentos rudimentarios hasta que su primo hermano Agustín Amell, que había terminado la carrera de Medicina, le regala sus primeras gubias.

Cajas talladas por Margarita cuando contaba con 18 años de edad y que trabajó únicamente con cuchillos y hojas de afeitar

 

Así lo describe la Gaceta de Sitges en 1929 cuando nos descubre a la joven de 18 años, familia de Can Sans, que pasa sus veranos en Pla del Penedés, trabajando la madera y “transformándola en deliciosos muñequitos”…

«Matita» en 1931 trabajando en el taller

 

Se formó en el taller del Socio Fundador de la AEPE Ángel Ferrant, quien le enseñó el uso de la técnica y las herramientas específicas del oficio de escultor.

 

Margarita en 1935

 

Acudió durante más de un año al taller de José Llimona, siendo su alumna preferida y sucesora, según declarará el propio artista y cuya influencia está presente en sus obras, hasta la muerte del escultor en 1934.

De ella escribiría: «Tengo el placer de presentarles la escultora Margarita Sans-Jordi. Ella dice que es discípula mía, pero yo creo que es discípula de ella, porque como la verán por sus obras, son exactamente de ella misma. Ella, naturalmente, como es muy modesta, cree que todo lo bueno que puedan tener es debido a mi enseñanza; pero yo creo lo contrario, para que mis enseñanzas de si un brazo es corto o largo no ponen ni quitan nada de su valor esencial”…

Realizó su primera exposición en Barcelona en 1932, en las Galerías Layetanas. Cuando contaba con 21 años de edad.

En ese mismo año, mientras vivía en L’Aguilera, Margarita acudió junto a su familia al cine en el Pla del Penedés, donde pudieron ver una película del oeste que debió impresionar mucho a la joven escultora, que inició la talla directa de la obra que tituló «Oeste» y en la que se observa la típica indumentaria del género.

 

«Oeste», 1932

 

El periódico Luz del 9 de marzo de 1934 recoge una reseña de la artista firmada por Félix Ros, en la que se alaba “¡Qué juventud de mano, qué madurez de realidad, de realización, en esta muchacha!”

«Desnudo»

 

En junio de 1935 expuso en el Salón Vilches de Madrid varias esculturas de mármol blanco y de color, bronces, madera y alabastros…

En distintos medios de la época quedó reflejado el acontecimiento, como en la Revista de Estudios Hispánicos de junio de 1935 en la que se asegura que “Solamente en la suavidad la ternura con que están tratadas algunas de las obras, se adivina la mano femenina; por lo demás la solidez de concepto, el justo austero juego de las masas dan la impresión de obra viril”.

La Época recogía también la inauguración, destacando que su trabajo es “una labor totalmente lograda”, mientras que La Nación, el artículo firmado por Rafael López Izquierdo describe cómo sorprende la muestra de la joven artista “ese gesto casi audaz en nuestra época minada de «snobismos» y de tendencias falsas, de elevar su obra rindiendo culto a las formas clásicas… en una de sus obras se desborda su fuerza, se plasma la emoción en la forma equilibrada respondiendo al sentido temperamental… Como retratista, Margarita Sans-Jordi ha elevado a la disposición máxima sus máximas facultades”.

Gil Fillol firma una página completa del diario Ahora, con motivo de la exposición, reconociendo encontrar en la misma “unas estatuas de vigorosa robustez, casi con brío varonil. El temperamento escultórico de la notabilísima artista acusa esa tendencia, mezcla de clasicismo y susto moderno, que tan bien representa el arte catalán contemporáneo… Son esculturas clásicas, interpretadas con modernidad inteligente y comprensiva… En todas ellas sobresale el amor apasionado por la forma… Escultora dotada de excepcionales facultades, acierta en todos sus trabajos a mostrar esa ponderación difícil, nexo entre lo antiguo y lo moderno… en esta nueva exposición de sus trabajos se descubre un aliento entusiasta de estudio y de superación…   Toda la obra de Margarita Sans-Jordi está henchida de anhelos. Todo quiere ser más. Los que conocimos sus primeros trabajos en exposiciones nacionales y Salones de Otoño, sabemos que pueden ser más… Las de ahora prometen para época cercana nuevas pruebas de su talento. No creo equivocarme”…

«Cabeza de mujer», de 1935

Ahora Madrid del12 de junio de 1935

En La Voz se habla también de la exposición y de cómo…”la madera, el mármol, el bronce acreditan su técnica cuidada y una sensibilidad exquisita”. Y a los pocos días de su inauguración, en La Época se califica la muestra como una “Breve visión, pero ungida de un velo misterioso de manos femeninas… acusación de un trabajo lleno de sensibilidades y acuciado de un bello decir, dilecto y lícito… Como artista, no pierde la fineza femenina, tan especial y necesaria para ciertos trabajos escultóricos. Exquisita manera que reverencia diariamente un público distinguido”.

El Heraldo de Madrid dedicaba también una información de la muestra, acompañada de una fotografía de la artista con una de sus obras.

Margarita en Roma, en 1935

 

En 1935 fue pensionada por la Generalidad de Cataluña para estudiar en la Casa Velázquez (Instituto de Bellas Artes de Francia en Madrid) y en 1936 obtuvo en Madrid la Beca Conde de Cartagena que concedía la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y que consistía en un viaje, de un año de duración, que hizo a bordo del trasatlántico francés Champollion.

Trabajó junto a José María Sert en la realización del Pabellón del Vaticano de la Exposición Internacional de París de 1937.

«La Altiva»

«La joven de la melena»

 

Tras viajar durante 5 años por Londres, Bruselas, Italia, Francia, Grecia y Asia Menor, se estableció en París, donde recibió clases del escultor Charles Despiau, que trabajara con Auguste Rodin, y fuera uno de los componentes del grupo de escultores bautizado como la “Banda Schenegg”.

Durante estos años participa en distintas exposiciones colectivas celebradas en distintas ciudades españolas y europeas como Madrid, Barcelona, Oviedo, en el Museo Jeu de Paume de París y la Academia de Bellas Artes de Francia.

Durante su estancia en París recibió el encargo de la Infanta Isabel para la ejecución del busto de la madre Dolores, que en vida fuera Carmen Loriga y Parra  y era la ecónoma general del convento de la orden de la Asunción en la villa parisina de Saint-Michel. Era prima hermana del primer conde del Grove, Juan Loriga y Herrera-Dávila, antiguo preceptor del rey; también era su hermana política, pues el conde estaba casado con Josefina Loriga y Parra.  Margarita realizó una bellísima obra en la que para no caer en soberbia, en lugar de insinuar el hábito religioso, lo hizo mucho más contundente y en colores.

Margarita con el busto de la madre Dolores

En París realizó también otros encargos, como el busto de la Infanta Beatriz de Borbón, para el que fue preciso instalar su taller en una de las habitaciones del Gran Hotel Europa en Roma, donde se hospedaba la Infanta. Cada mañana desayunaban juntas, y hablaban largo y tendido mientras Margarita la peinaba para que cada día posara exactamente igual.

La Infanta Beatriz de Borbón posando para su retrato

 

En 1938 regresa a su ciudad natal y dos años más tarde comienza a trabajar en la manufactura Cerámica Asturiana de San Claudio (Oviedo), fábrica que cerró sus puertas en el año 2007, realizando cerámicas y tierra cocidas. La fábrica, consciente de que sus piezas habían quedado ancladas en modelos demasiado antiguos, le pidió que hiciera una nueva colección de objetos que la artista rediseñó, creando un nuevo grupo de modelos que sustituirían a los antiguos.

 

«Canción del mar»

Sin embargo, a Margarita sin querer, le salía el “pronto” de la escultura y para una exposición que hizo la Fábrica en Gijón, preparó la obra “Las cuatro estaciones”.

«Las Cuatro Estaciones. La Primavera»

«Las Cuatro Estaciones. El Verano»

«Las Cuatro Estaciones. El Otoño»

 

«Las Cuatro Estaciones. El Invierno»

«La Primavera» obra en poder de la familia, mientras que las otras tres se encuentran en el museo de la Cerámica de Oviedo. Cuando Margarita se casó (1942) dejó de colaborar con la Fabrica y el escultor local que la sustituyó se asignó la autoría de una de las cuatro estaciones con total impunidad y sin que nadie hasta la fecha haya rectificado este error.

Tras finalizar la contienda española, que pasó en París junto al resto de su familia, y ya de regreso en Barcelona, presentó a la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1941 la obra “La Piedad”, que dos años más tarde llevaría también a la exposición que realizara nuevamente en el Salón Vilches, y que se encuentra en la actualidad en el panteón familiar de Manuel Vilches, en el cementerio de La Almudena de Madrid.

También inauguró en junio de 1941 en la Sala Parés, una exposición de obras que supondrían su presentación tras el parón ocasionado por la Guerra Civil.

En 1942 contrajo matrimonio en la parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles, con el abogado Francisco Javier de Mendoza Arias-Carvajal, que ocupaba una destacada posición en el Ayuntamiento de Barcelona, lo que motivó que la artista no concurriera a los concursos de escultura pública, evitando así las sospechas de favoritismo.

Francisco Javier de Mendoza Arias-Carvajal era abogado de los Ilustres Colegios de Madrid y Barcelona, Jefe de Sección del Ayuntamiento de Barcelona, Capitán de Artillería de la Academia del Arma; llegó a ser Presidente de la Federación Catalana de Fútbol y Vocal de la Española, Secretario del Círculo Ecuestre de Barcelona, y poseía además la Cruz de Guerra, de la Cruz Roja del Mérito Militar y la Medalla de la Campaña.

Fruto del matrimonio nacerían cinco hijos, dos gemelos en su primer parto, Francisco Javier y Juan Fernando, José Eduardo, Margarita y Carlos, todos ellos dotados de sensibilidad artística que desarrollarían en distintos ámbitos.

La Hoja Oficial del lunes de febrero de 1943 dedica una interesante información acerca de la exposición de la escultora en la Sala Vilches, en la que Antonio de las Heras apunta el “espaldarazo que merece su temperamento, su técnica, su oficio al servicio todo de una sensibilidad y un afán por buscar lo duradero y la calidad…. una de las virtudes de Margarita es su gran elegancia espiritual llevada a la obra que produce… es lástima que la escultora no prodigue más sus exposiciones en Madrid porque en ellas se encuentra una verdad artística irrefutable”….

Realizó bustos y figuras de temática religiosa por encargo, como las que para el Monasterio de Montserrat trabajó en 1942, del Abad Oliva y la de San Benito, que presiden la Sala Capitular, realizando años más tarde el conjunto monumental del Vía Crucis de la abadía benedictina.

Margarita Sans Jordi trabajando en la escultura del Abad Oliva

Talla de San Benito

Realizó también otras piezas para el Monasterio como un «Monaguillo» tallado en madera y semihueco (se trata en realidad de una hucha), situado en un rellano por el que se accede a las escaleras que llegan hasta la Virgen de Montserrat (la «Moreneta»), para cuyo modelo eligió a su hijo Eduardo.

«Monaguillo» de Montserrat

 

«Jesús condenado a muerte», estación penitencial de Montserrat

 

Las distintas escenas de este Vía Crucis de Montserrat se caracterizan por una gran simplificación de las formas, más evidentes en las esculturas femeninas, que se presentan de una forma muy esquematizada.

 Boceto de «Piedad» y obra final  que puede verse en el cementerio de La Almudena de Madrid

 

En la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1944 obtuvo la Tercera Medalla de Escultura, recibiendo también otro tipo de condecoraciones como la que le otorgó el estado francés de “Chevalier de las Órdenes de las Arts et las Lettres”.

Fue socia de la Asociación de Pintores y Escultores, del Círculo Artístico de San Lucas, de la Agrupación de Acuarelistas de Cataluña,…

En 1948 inauguró en la Sala Parés una pequeña muestra de cinco esculturas y participó también en la Exposición Nacional con una “Madona”, un relieve de temática religiosa que adquirió gran importancia en su producción a partir de entonces.

Para la Parroquia de San Raimundo de Peñafort realizó en 1950 otros trabajos, como los que también entregó a la Escuela Pía de Sitges en 1956, culminando en el paso de Semana Santa «Jesus en la calle de la amargura«, formado por las tallas en madera de Jesus, el Cirineo y la Virgen.

 

«Primera caída de Jesús», estación penitencial de Montserrat

 

Su obra está presente en el Museo Nacional de Arte de Cataluña, en el Monasterio de Montserrat, en el Convento de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, conocido como Asilo de Convalecientes de Madrid y en el cementerio de La Almudena de la capital, donde se encuentra la escultura titulada «Piedad», realizada para la familia Vilches, labrada en piedra verde de Figueres.

Pero también hay obra suya en Nueva York y París, con especial mención a la escultura religiosa que para la Semana Santa de Sitges realizó y que procesiona el Viernes Santo, además de otras muchas colecciones particulares repartidas por todo el mundo.

Su hermana Mercedes trabajando piezas de cerámica en su estudio

 

En el año 2004 ella misma preparo una exposición-homenaje, que organizó el Grupo de Estudios Sitgetans, poco antes de su fallecimiento, ocurrido el 25 de junio de 2006, cuando contaba con 95 años.

Los trabajos de Sans muestran una clara influencia de José Llimona; se podría decir que sus esculturas son el resultado de una síntesis o esquematización del estilo de su maestro, mientras que su temática característica se centró en el desnudo femenino y la imaginería religiosa.

En el libro “Instituciones artísticas del franquismo: las exposiciones nacionales de Bellas Artes (1941-1968)”, de Lola Caparrós Masegosa, (Zaragoza, 2019), se habla de la obra “Reposo” como de «serenísimo desnudo de mujer en donde se estudian con acierto masas de gran blandura y belleza». Y es cita imprescindible en otros textos como “Arte moderno, vanguardia y estado: la Sociedad de Artistas Ibéricos y la República (1931-1936) Editorial CSIC – CSIC Press, 2003, de Javier Pérez Segura, o “Pas a pas, camí de l’alba: memoria de l’Academia de Llengua Catalana” (L’Abadia de Montserrat, 2007),  de Manuel Sayrach, cuando relaciona la exposición pública conmemorativa del 75 aniversario de la Coronación Canónica de la Madre de Dios de Montserrat, o “Escultoras en un mundo de hombres y su fortuna en la crítica de arte española (1900-1936)”, de Isabel Rodrigo Villena (Arenal, Revista de Historia de las Mujeres de la Universidad de Granada, 2016).

Desnudos femeninos

 

El NODO del 1 de enero de 1948 dedicó uno de sus cuatro reportajes a la escultora, mostrando a esta mientras trabajaba en su estudio tallando piezas de gran formato.

Distintas instantáneas del reportaje aparecido en el NODO

 

Pese a su faceta de escultora, Margarita Sans Jordi también cultivó el dibujo y la pintura, sobre todo en los últimos años de su vida en los que tallar ya no era una tarea fácil. Sus pinturas reflejan naturalezas muertas, paisajes y desnudos femeninos, presentes en varias colecciones privadas.

Colaboró con su hermana Mercedes que estaba soltera y se dedicaba al mundo de la cerámica, realizando modelos de carácter popular y decorativo que su hermana ponía al horno y pintaba.

Sus retratos se caracterizaban por un modelado suave y un sentido gracioso de la actitud, eliminando los elementos anecdóticos y meramente decorativos para concentrarse en la pura realidad anatómica, superada por una expresión de femineidad.

Las piezas de Sans respiraban sensualidad con composiciones que no siempre juegan con las formas sinuosas y las torsiones, demostrando en otras obras cuerpos más rotundos y relajados que huyen de la elegancia de la insinuación y que también están llenas de expresividad.

Otra imagen rescatada del NODO en la que se aprecian piezas de gran tamaño

 

Quienes la conocieron, sus familiares más próximos, como sus nietos Alonso y Gonzalo de Mendoza Asensi, y su propio hijo Eduardo de Mendoza Sans, a quienes agradezco sus indicaciones a la hora de elaborar esta biografía, aseguran que era una mujer temperamental, un terremoto dicharachero, abierto, que hablaba y se comunicaba con todo el mundo, de carácter alegre y gran bondad y que pese a la época que le tocó vivir, supo compaginar en lo que pudo su amor al arte y a la familia.

MARGARITA SANS JORDI Y LA AEPE

En el XII Salón de Otoño de 1932, celebrado en los Palacios del Retiro de Madrid, Margarita apareció inscrita como Margarita Sans Jordi, natural de Pla del Panadés, donde reside. Al mismo presentó las obras, que se exhibieron en la Sala Central:

  1. “Juventud” (caoba)
  2. “Semíramis” (relieve en madera)

Bajorrelieve «Las hijas de Job»

Margarita Sans Jordi, cuando contaba con 92 años, posando con el busto de su gato Tainy,  en terracota policromada

 

 

 

 

 

Webgrafía y Bibliografía

Blanco y negro 23/6/1935

El Heraldo de Madrid 25/6/1935

La Voz 18/6/1935

Ahora 12/6/1935

La Época 19/6/1935

Y 1/7/1939, 1/1/1942

La Nueva España 11/10/1942, 27/1/1997, 3/7/2005, 1/3/2007, 27/9/2007

El País 23/11/1978, 9/10/1991

La Vanguardia 17/4/1957, 28/7/2002, 24/9/2002, 27/6/2006

ABC 24/9/2002, 18/02/1943, 07/03/1943, 06/01/1946, 15/05/1935, 05/06/1935, 06/06/1935, 10/12/1941, 25/04/1944, 17/02/1943, 27/11/1974

ABC Sevilla 22/11/1934 y 09/06/1944

El Periódico de Catalunya 28/6/2006,

La Gaceta de Sitges

Eco de Sitges 11 junio 1935

El Norte de Castilla, mayo de 1939

Gaceta Municipal de Barcelona 15/1/1945

Heraldo de Zamora 27/5/1939

Hoja Oficial de la provincia de Barcelona, 8/6/1942, 24/5/1943, 29/4/1957, 4/6/1962

Diario de Burgos, 2/7/1978

Hoja Oficial del lunes, 15/2/1943

Instituciones artísticas del franquismo: las exposiciones nacionales de Bellas Artes (1941-1968)”, de Lola Caparrós Masegosa, (Zaragoza, 2019)

“Arte moderno, vanguardia y estado: la Sociedad de Artistas Ibéricos y la República (1931-1936”), de Javier Pérez Segura

Revista nacional de educación de junio de 1943

“Pas a pas, camí de l’alba: memoria de l’Academia de Llengua Catalana” (L’Abadia de Montserrat, 2007),  de Manuel Sayrach 

 “Escultoras en un mundo de hombres y su fortuna en la crítica de arte española (1900-1936)”, de Isabel Rodrigo Villena (Arenal, Revista de Historia de las Mujeres de la Universidad de Granada, 2016).

NODO del 1 de enero de 1948

https://diposit.ub.edu/dspace/bitstream/2445/102337/8/NEG_2de2.pdf.txt

Archivo Histórico “Bernardino de Pantorba” de la Asociación Española de Pintores y Escultores

www.gacetadebellasartes.es

www.salondeotoño.es

Las Medallas de la AEPE: José Moreno Carbonero

Por Mª Dolores Barreda Pérez

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Después de ver cómo y cuándo nació la Medalla de la Asociación de Pintores y Escultores, vamos a seguir conociendo más acerca de los galardones en los que se otorga actualmente, con sus correspondientes denominaciones.

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Medalla de Pintura “José Moreno Carbonero”

del Salón de Primavera de Valdepeñas

 

En el año 2005 la Asociación Española  de Pintores y Escultores propuso crear en Valdepeñas y para el año 2006, un Salón de Primavera “Por Tierras de Castilla-La Mancha”, que fuera de carácter nacional, teniendo en cuenta la tradición plástica internacional de la ciudad manchega.

De esta forma nació una magnífica exposición que pese a los altibajos sufridos, perdura en el tiempo logrando ser una magnífica exposición, orgullo de nivel artístico y calidad y que viene a convertirse en un espléndido complemento en la vida artística de la ciudad.

El Ayuntamiento de Valdepeñas, sensible a las muestras artísticas y la calidad avalada por la Asociación Española de Pintores y Escultores, acogió desde el principio la iniciativa, presentado para ello el incomparable marco del Museo Municipal, uno de los mejores y más importantes centros de arte de España, para la exhibición del certamen, que suele celebrarse en los meses de mayo o junio.

 

El Salón de Primavera “Por Tierras de Castilla- La Mancha” se ha convertido así en un bastión en el arte y la cultura de Castilla-La Mancha, una muestra consolidada en el panorama artístico español, abierta además a la participación de cualquier artista.

El Salón contó con distintos premios en metálico y honoríficos, hasta que en el año 2017, con motivo de la celebración de su edición número XI, se instituyeron especialmente para el mismo, dos premios con los que honrar a los fundadores de la centenaria entidad y que vienen así a terminar de reconocer la importancia que esta cita tiene en el calendario expositivo de la entidad: la Medalla de Pintura José Moreno Carbonero y la Medalla de Escultura Lorenzo y Federico Coullaut Valera.

 

JOSE MORENO CARBONERO

MORENO CARBONERO, José P   1910(F101)       28.mar.1860     MALAGA               MADRID  15.abr.1942

 

José Moreno Carbonero (Málaga, 28 de marzo de 1860 – Madrid, 15 de abril de 1942) fue uno de los últimos grandes pintores de historia del siglo XIX, destacando también en la técnica del retrato. Fue además el pintor malagueño más reconocido, valorado y con más aceptación de público y venta de obras de su momento.

José Moreno Carbonero retratado en ABC en 1891

 

Nacido en una familia de origen humilde, su vocación artística se inició gracias al pintor valenciano afincado en Málaga, Bernardo Ferrándiz Bádenes, que, al igual que hacía con el resto de alumnos, no le cobraba las clases particulares que ofrecía en su estudio. Ferrándiz era entonces profesor en la Escuela de Bellas Artes de San Telmo de Málaga y desde un principio vio en él a un destacado discípulo a quien apoyó decididamente.

Retratos de Rosario Carbonero Romero y José Moreno Delgado, padres del pintor

 

José Moreno Carbonero logró en 1872 la Medalla de Oro en la Exposición del Liceo de Málaga y un año más tarde, junto a su maestro Ferrándiz, viajó a Marruecos  donde comenzó a interpretar escenas costumbristas y de temática africana a la manera de Mariano ­Fortuny.

En 1875, ganó el Premio Barroso, y realizó el Retrato de Alfonso XII, que le valió fama y notoriedad.

José Moreno Carbonero en 1905 pintando una de sus obras de gran formato según apareció en el diario ABC

 

En la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1876 obtuvo una Tercera Medalla, logrando después una pensión de la Diputación de Málaga para estudiar en París cuando tenía tan sólo quince años.

Autorretrato

 

Allí ingresó en el taller de Jean-Leon Gérôme, cuyas obras de temática histórica y mitológica llevaron a lo más alto el arte académico francés, que influyó mucho en su pintura, y allí se relacionó también con el célebre marchante de arte Adolphe Goupil, uno de los hombres más ricos de Francia y fundador de Goupil & Cie. una empresa editora de reproducciones de arte, en grabado y fotografía, referencia obligada en el mundo artístico.

En un ambiente artístico privilegiado, conoció a Raimundo de Madrazo, amistad que pervivió  hasta su fallecimiento.

Participó en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1877, consiguiendo la Medalla de Segunda Clase; en la de 1881 ganó la Primera Medalla con una de sus obras más conocidas: El príncipe don Carlos de Viana, pintado con tan sólo veintiún años y que le supuso el inicio de su fama como pintor a nivel nacional.

El Príncipe Don Carlos de Viana

 

Gracias a este éxito, Moreno Carbonero fue distinguido con la pensión de mérito (1882-1885) para la Academia de España en Roma.

En 1883, viajó a París, para documentarse en otra de sus obras más conocidas: La conversión del duque de Gandía por la que obtuvo una Primera Medalla en la Exposición Nacional de 1884, siendo además premiada en las exposiciones internacionales de Múnich y Viena, donde le dieron Medalla de Oro, París (1889) y en la de Chicago (1893), galardonado con medalla única.

La conversión del Duque de Gandía

 

El crítico de arte Jacinto Octavio Picón (El Correo, 1884), calificó esta obra juvenil de Moreno Carbonero como “una de las más notables que ha producido en España la pintura contemporánea”.

En 1887, y ya en Madrid, decoró una de las capillas de la Basílica de San Francisco el Grande, y vivió grandes triunfos y reconocimientos que le acarrearon encargos de la burguesía de la época.

Igualmente, el Senado le encargó uno de los lienzos del Salón de Conferencias, para el que pintó la entrada triunfal del capitán Roger de Flor al mando de ocho mil almogáraves catalanes y aragoneses en la ciudad de Constantinopla.

Entrada de Roger de Flor a Constantinopla, en el Palacio del Senado

 

Profesor, catedrático de dibujo del natural de la Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, fue nombrado académico correspondiente de la misma, teniendo como alumnos a Juan Gris y Salvador Dalí, entre otros.

El 27 de enero de 1889 contrajo matrimonio con María Rosario Castel Supervielle, hija de Simón Castel Saenz, un importante industrial malagueño que era presidente de la Cámara de Comercio, y de Rosario Supervielle Baratau. En su boda actuaron como testigos el Marqués de la Paniega, presidente de la Real Academia de San Telmo, el ex Ministro Eduardo Palanca y su íntimo amigo Muñoz Degrain. De esta unión nació un único hijo, José Moreno-Carbonero Castel, casado con Josefa Travesedo, hija de los Condes de Maluque, y que falleció sin descendencia.

Retratos de María Castel, esposa del pintor

 

En la década de 1890, continuó participando con obras en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes con temas costumbristas de pequeño formato, recibiendo también una medalla especial en Budapest. Envió obra a las de los años 1907, 1908, 1918, 1919 y 1922, y a la Internacional de Barcelona de 1929.

Realizó también exposiciones individuales en la Sala Barcino (1930 y 1932), en la Sala Parés (1932), en las Galerías Layetanas (1933) y tres exposiciones homenaje que se celebraron en Madrid, en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, la Sociedad de Amigos del Arte y la Agrupación Artística de Castro Gil.

En 1910 antes de hacer entrega de otro de sus cuadros más conocidos, «La fundación de Buenos Aires«, el Rey Alfonso XIII lo visitó su taller madrileño para contemplar la obra terminada. En los ambientes artísticos de la época todos conocían la predilección del monarca por Moreno Carbonero más allá del mero hecho de que el artista fuese pintor de la Corte. El cuadro agradó y conmocionó al rey, que hizo colgar frente a su cama, en el Palacio de Oriente de Madrid, el boceto del rostro de Garay con su yelmo reluciente, que le regalara el artista.

José Moreno Carbonero retratado por Sorolla

 

Moreno Carbonero trabajaba con una rigurosidad técnica y rigorismo historicista que reflejaban la obsesión por la reproducción documental, casi “arqueologicista” del hecho histórico, por lo que sus obras son mucho más que simples pinturas de historia, reflejando modos culturales y corrientes artísticas, pormenorizando en los detalles el rigor histórico de un gran documentalista.

El artista en su estudio en 1922

 

Moreno Carbonero a pesar de vivir en Madrid durante toda su vida, en la calle Miguel Ángel, n.º 5, siguió muy ligado a su ciudad natal, Málaga, donde realizó varias donaciones al Museo de Bellas Artes, y hacia 1937, creó el Legado Moreno Carbonero, en el que se comprendían distintas obras y que tras su muerte, enriqueció su hijo.

En el ABC en 1922 junto a su mujer, su hijo y su nuera

 

Falleció en Madrid, en 1942, siendo reconocido en vida por sus méritos artísticos y su valía como pintor.

El pintor en 1903

En 1912 preparando una de sus exposiciones

 

Moreno Carbonero y la AEPE

Socio Fundador Nº 40 de la Asociación de Pintores y Escultores.

* Participó en el III Salón de Otoño de 1922, inscrito como José Moreno Carbonero, natural de Málaga; reside en Madrid, Miguel Ángel, 5, con la obra titulada “Primera salida de Don Quijote”, óleo de 0,82 x 0,70.

* Al XI Salón de Otoño de 1931 presentó el óleo inscrito con el número 615, titulado “Andaluza”.

* Para el XII Salón de Otoño de 1932 preparó la obra “Un arroyo en el monte”, óleo de 0,70 x 0,95.

*Al XV Salón de Otoño de 1935 presentó la obra “El Monte Ulía en un día de tempestad”, un óleo de 0,63 x 0,73.

* En el XXIV Salón de Otoño de 1950, y aunque ya había fallecido, estuvo presente en la Sala de Fundadores con las obras “Andaluza”, “Retrato de mi hijo” y “La conversión del Duque de Gandía” (réplica).

* En el XXXVII Salón de Otoño también estuvo presente en la Sala de Maestros con la obra “Puerto pesquero”.

«Andaluza», obra presentada al XXIV Salón de Otoño

 

Caricaturas del artista aparecidas en Madrid Cómico en  1886 y 1895

Fotografía del pintor aparecida en el ABC de 1958

 

 

Biografía y webgrafía

ABC 22 de Febrero de 1914, 18/12/1926, 26/03/1960, 7/2/1940, 16/4/1922, 1/6/1905, 19/07/1891, 22/03/1958, 10/03/2006, 16/04/2003, 10/03/2006, 24/11/1957, 28/03/1989, 26/01/1924, 07/05/1927, 24/11/1957, 08/04/1959, 16/02/1963,

Blanco y Negro 12/5/1912, 1/2/1920, 22/2/1914, 27/05/1928, 26/9/1926

Cánovas Vallejo, Apuntes para un Diccionario de pintores malagueños del siglo XIX, Madrid, Antonio G. Izquierdo, 1908, págs. 39-47

Cuenca López, Museo de pintores y escultores andaluces contemporáneos, La Habana, Imprenta Rambla, Bouza y Cía., 1923

AA., Moreno Carbonero. Homenaje al glorioso maestro, Málaga, Real Academia de Bellas Artes de San Telmo, 1943

Homenaje a José Moreno Carbonero en el primer centenario de su nacimiento, Málaga, Caja de Ahorros Provincial, Diputación Provincial, 1958

Lafuente Ferrari, José Moreno Carbonero, Málaga, Caja de Ahorros Provincial, Obra Cultural, 1967

El palacio del Senado, Madrid, 1980

Sauret Guerrero, “Metodología de la pintura de historia: el ejercicio de Moreno Carbonero”, en Baética, (Universidad de Málaga), n.º 9 (1986)

La pintura de historia del siglo XIX en España, catálogo de exposición, Madrid, Museo del Prado, 1992

A.E. Pérez Sánchez, H. González Zymla y L. de Frutos Sastre, Catálogo de pinturas de la Real Academia de la Historia, Madrid, Real Academia de la Historia-Fundación Ramón Areces, 2003

https://www.museodelprado.es/aprende/enciclopedia/voz/moreno-carbonero-jose/3b311cad-a5cb-4d74-9bab-45fce96b4a74

https://www.researchgate.net/publication/245344359_Jose_Moreno_Carbonero_Homenaje_en_el_150_aniversario_de_su_nacimiento_1858-1942

https://www.europeana.eu/portal/es/explore/people/52480-jose-moreno-carbonero.html

https://ceres.mcu.es/pages/ResultSearch?txtSimpleSearch=Moreno%20Carbonero,%20Jos%E9&simpleSearch=0&hipertextSearch=1&search=simple&MuseumsSearch=&MuseumsRolSearch=1&listaMuseos=null

Archivo Histórico “Bernardino de Pantorba” de la Asociación Española de Pintores y Escultores

www.gacetadebellasartes.es

www.salondeotoño.es

 

Mª del Carmen Maura Herrera

Por Mª Dolores Barreda Pérez

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LAS PRIMERAS ARTISTAS DE LA

ASOCIACION ESPAÑOLA DE PINTORES Y ESCULTORES

Desde su fundación en 1910, y después de haber tratado en anteriores números a las Socias Fundadoras de la entidad, y las participantes en el primer Salón de Otoño, vamos a ir recuperando de la memoria colectiva, el nombre de las primeras socias que vinieron a formar parte de la Asociación de Pintores y Escultores.

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Mª DEL CARMEN MAURA HERRERA,

DUQUESA DE MEDINA SIDONIA, MARQUESA DE VILLAFRANCA DEL BIERZO, MARQUESA DE LOS VELEZ Y CONDESA DE NIEBLA

 

CARMEN MAURA HERRERA     (MAURA DE MEDINA SIDONIA, Mª Carmen)      P    1934     MADRID     BIARRIZ/MADRID

 

Poetisa, pintora y enfermera

Mª del Carmen Maura Herrera nació en Madrid, el 16 de febrero de 1905, contradiciendo los datos que acerca de su biografía aparecen en distintos medios que sitúan su nacimiento en Cuba, en 1906, y según nos confirma Liliane Mª Dahlmann Directora de la Fundación Casa Medina Sidonia.

Era la segunda hija del historiador Gabriel Maura Gamazo, Duque de Maura (nieta del político que fuera Presidente del Gobierno entre 1903 y 1922, Antonio Maura y Montaner) y de Julia Herrera y Herrera, Condesa de la Montera, cubana de nacimiento y de ascendencia cántabra.

Carmen Maura cuando contaba con 6 años de edad, junto a sus hermanos y a su madre

 

La familia tuvo además otros cinco hijos, Gabriela, Julia, María Victoria, Ramón y Martirio, educados todos en el ambiente artístico y cultural de principios de siglo y dentro de una familia de la alta sociedad que frecuentaba este tipo de círculos.

Carmen Maura cuando contaba 18 años

 

A finales de los años 20, en un baile celebrado en el Palacio de la Magdalena de Santander, residencia veraniega de los reyes, conoció a Joaquín Álvarez de Toledo Caro, XX Duque de Medina Sidonia, quien había estudiado la carrera de derecho y había pasado toda su juventud en Francia.

A caballo, junto a su hermano Ramón

 

María del Carmen Maura se casó en Biarritz, el 12 de octubre de 1931, en la Iglesia de Saint Eugenié, con Joaquín Álvarez de Toledo y Caro, XX duque de Medina Sidonia, Marqués de Villafranca y de los Vélez, (que portaba uniforme de la Real Maestranza de Valencia) instalándose el matrimonio en el Palacio de los Guzmán, de la Casa Ducal de Medina Sidonia, en Sanlúcar de Barrameda, al que engrandecieron con sus cuidados y dedicación, alternando sus viajes a la residencia de Madrid, en la calle Miguel Ángel, 9.

El día de su boda con Joaquín Álvarez de Toledo y Caro

Junto a su padre antes de entrar a la ceremonia

 

Durante la ceremonia celebrada en la Iglesia de Saint Eugenié, en Biarritz

 

En las elecciones de 1933 Joaquín se presentó como candidato de la derecha por Madrid, actividad política que compartió con su esposa Mª del Carmen, y que los llevaron a posicionarse en posturas de derecha extrema, que contrastan con el comunismo militante de su prima Constancia de la Mora Maura.

Carmen las ejerció además en escritos contra su tío Miguel Maura, al adherirse al Pacto de San Sebastián y estar preso en la Cárcel Modelo por ser promotor del advenimiento de la Segunda República.

Visitó Alemania en 1932 ya que consideraba que el régimen hitleriano buscaba la unión entre las distintas clases sociales, para evitar envidias entre ellas, a través de su hermanamiento, fuente de ayuda y colaboración entre todas ellas. Este hermanamiento se debía basar, según ella, en el cristianismo como “único modelo”.

Expuso sus impresiones en sus colaboraciones en la revista Ellas, Semanario de Mujeres Españolas, dirigida por José María Pemán, entre 1933 y 1934. Además, a partir de 1933 publicó monografías, conservándose inéditos autobiográficos en el archivo de la casa ducal de Medina Sidonia.

Junto a un grupo de artistas

 

Por distintos medios de la época, conocemos que en 1933 protagonizó un suceso muy ligado a la crispación política que se vivía en España, pues si bien en el diario ABC encontramos que fue detenida por la policía, el diario La Libertad la califica de “Dama subversiva”: Ha sido multada con 500 pesestas por dar gritos subversivos en el Pº de Coches del Retiro y llevar un emblema de la antigua bandera española”.

Carmen Maura y Herrera ocupaba un puesto destacado en la alta sociedad madrileña

 

En declaraciones posteriores al ABC la propia Carmen relata que no fue tal, sino que ella contestó con un “¡Viva el Rey! a un grito de ¡Abajo la Monarquía! que un sujeto dio, actuando entonces el guarda jurado número 105, al que ella facilitó su nombre y señas, para que pudiera formalizar la denuncia, e impidiéndole continuar su paseo, oponiéndose violentamente el guarda, que la hirió en la muñeca como así se comprobó en la Comisaría del Congreso, donde llegó la duquesa con el brazo sangrando. Termina sus declaraciones añadiendo que no ha pagado la multa ni piensa hacerlo.

Otra versión la encontramos en el diario La Libertad, en donde explica que “Jesús Calvo Varela, de 21 años y Manuel del Molina Bartolomé, de 17 años, han denunciado a Mª del Carmen Maura y Herrera por dar gritos contrarios al régimen y ostentar emblemas monárquicos”. Se dice que la señora es detenida y llevada a la Dirección de Seguridad, donde pagó las 500 pesetas que le impuso de multa el director Andrés Casaus, siendo puesta en libertad.

Junto a su marido, Joaquín Álvarez de Toledo y Caro

 

En 1933 prolifera su literatura en obras de teatro, comedias y dramas y otro tipo de escritos que publica a partir de entonces.

En 1934 participó en el Salón de Otoño de Madrid y en el de París.

Retrato de Maria del Carmen Maura y Herrera XX Duquesa de Medina Sidonia en 1921

 

En 1936, con el advenimiento de la República, toda la familia Maura se autoexilió a Portugal, desde donde los varones fueron pasando a España para incorporarse al ejército nacional.

Vida social en Estoril

 

El 21 de agosto de 1936, en Villa Marqués de Pinto de Estoril, nacía su única hija, Luisa Isabel Álvarez de Toledo y Maura, conocida popularmente como la Duquesa Roja, cuyo parto fue difícil y acarreó gran enfermedad a Mª del Carmen.

Por esto motivo, su esposo Joaquín no cruzará la frontera a España hasta el otoño de 1936, acudiendo directamente a Sanlúcar de Barrameda, en donde el Palacio había sido convertido en cuartel general de la Falange, y que consiguió liberar en parte para hacerlo de nuevo su residencia.

Con su hija de pocos meses, en Estoril

Junto a su hija Luisa Isabel Álvarez de Toledo y Maura

 

En 1937 y una vez repuesta de las secuelas del parto, Mª Carmen se traslada a Sevilla, alcanzando el grado de teniente como enfermera militar, demostrando tener una sensibilidad especial para sentir el dolor ajeno, que le dolía como propio.

Sensibilidad que se vislumbra en sus memorias manuscritas e inéditas y que está presente en su pintura y en sus obras de teatro.

La familia exiliada en Estoril

Su hija Isabel a los 6 años pintada por la artista

 

Otro retrato de su hija cuando contaba con 9 años

 

De vuelta a su casa de Sanlúcar, y una vez finalizada la Guerra Civil Española, Mª del Carmen creó un dispensario en el propio Palacio en el que atender a los necesitados, valiéndose de sus conocimientos médicos aprendidos como enfermera de Sanidad Militar, labor que le valió que en su honor le erigieran un monumento en un parque público de dicha localidad gaditana.

Un trabajo social ingente y desconocido que lo mismo daba cobijo a perseguidos que abordaba prácticas médicas a desahuciados, consiguiendo resultados sorprendentes.

Dispensario en el Palacio de Medina Sidonia

 

Durante los años de la contienda, el personal sanitario lograba unos conocimientos que les cualificaban como médicos, con una intensa práctica en hospitales y campañas que volcó luego en su propio dispensario, improvisando un consultorio que le ocupaba interminables mañanas de su tiempo.

Una labor altruista que compartió con su marido y que permitió que repartieran una comida diaria en el Palacio a los más necesitados en unos años “del hambre” muy complicados para la toda la población de posguerra.

Carmen Maura en los últimos años de su vida, durante una excursión

 

Denunciada por los médicos que veían en ella una seria competencia al haber logrado curaciones irracionales y fuera de toda duda, obligaron a Mª del Carmen a comparecer ante la Academia, redactando entonces una tesis que fue un resumen de los tratamientos y resultados, entonces verificables y que se imprimió en 1946, no logrando leerla por su prematura muerte, que le llegó en San Sebastián, el 20 de septiembre de ese mismo año, debido a un cáncer.

Tesis para la obtención del título de Doctor en Medicina

La artista en San Lucar de Barrameda

 

Conocedora de su fatal desenlace, vivió la enfermedad con gran entereza y resignación cristiana y dejó testamento ológrafo en el que pedía a su madre que mantuviera abierto el dispensario en el que tratar a sus enfermos, y leche a todos los niños. Escribió además una poesía para que se utilizara en el recordatorio de su defunción.

Poesía recordatorio de su defunción que escribió la propia artista

 

Fue enterrada en el Convento de Religiosas Franciscanas de la Anunciada, en Villafranca del Bierzo, León.

Pintora de paisajes y retratos al óleo y al pastel, expuso en París con éxito,  en Alemania, Portugal y en España durante el periodo republicano.

Hay obra suya en el Museo de Figuera de Foz de Coimbra, que donó en 1940.

Abordó la pintura de parte del retablo de la Iglesia de Niebla, en Huelva, que pintó en el Palacio de Sanlúcar, en donde se conserva, y que no pudo finalizar por su prematura muerte.

Partes del Retablo que pintó para la Iglesia de Niebla, Huelva

 

Su faceta literaria

En 1933 Nueva Editorial, de San Sebastián, publicó su novela “Las vidas sin Dios” y conjunto de poemas, ilustrados con dibujos a lápiz de la autora, titulado  “Romances”.  En 1937 vio la luz en Lisboa “Las Novias del Marino (versos de guerra y amores)”, pero para entonces, y desde 1926,  ya había escrito 10 obras de teatro, comedias que redactó en tan sólo tres meses sin borrador y directamente a máquina: “Nubes de verano” (para la compañía de María Guerrero), “La cita” (para la compañía de la Bárcena y Martínez Sierra), “Almudena” (para la compañía Díaz  Artígas), “La tragedia de Gilberto” (para la compañía de Alba Bonafé), “Plebiscito Celestial” (para el Teatro Cómico), “Los Ambiciosos” para el Lara, “Eva y Adán” Zarzuela para el Apolo, “Cuando dos que bien se quieren” para el Infanta Isabel, “Los últimos ganchos” para la compañía Díaz Artígas en el Reina Victoria y “La eterna historia” en verso para Fontalba y Margarita Xirgú.

Escribió además otras obras que se publicaron entre 1933 y 1960, como “Delitos de Omisión”, “Apuntes tomados al Natural”, “Han pasado los árabes”, “Recuerdos de infancia”, “Spring Valt”, “Recuerdos, sin importancia, de un viaje efectuado a Alemania”, “En las Minas de Río Tinto”, “Las vidas sin Dios”, “Resumen de mi actuación médica durante catorce años de mi vida”, Málaga, Imprenta Dardo, enero de 1946; “Colores” (Poemas), Biblioteca Nueva, 1960.

 

Mª del Carmen Maura Herrera y la AEPE

* XIII Salón de Otoño de 1933

Inscrita como Dª María del Carmen Maura de Medina Sidonia, natural de Madrid. Reside en Biarritz. Sala XIV.

294 “Recelo” (retrato pintado en Alemania) (pastel)

296 “Retrato de niño español” (pastel)

* Exposición de Bellas Artes de 1935 (correspondiente al 14 Salón de Otoño), inscrita como Dª. María del Carmen Maura de Medina Sidonia.

74 “Mi primo José Manuel Martínez M. y Pedraja” (pastel), 1,35 x 1,26

 

 

 

Bibliografía y webgrafía

Documentación aportada por la Fundación Casa de Medina Sidonia

ABC 21/07/1931, 7/4/1933, 8/4/1933, 24/9/1946, 30/10/1946, 13/12/1955

El Debate 26 mayo 1923

La Libertad 7/4/1933

https://fcmedinasidonia.com/isabel_alvarez_toledo/fcmedinasidonia/4archivo/14archivo8/8archivo.htm

Gran Mundo y Sport: arte, literatura, salones, Madrid 1906/07

 

Los Jurados de la AEPE

Por Mª Dolores Barreda Pérez

 

En los últimos certámenes y premios que ha organizado la Asociación Española de Pintores y Escultores hemos asistido a algunas maliciosas acusaciones de machismo que han pesado sobre la composición de los Jurados, si bien debo puntualizar que no sobre todos ellos, sino casi exclusivamente sobre el Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura.

Tomando las palabras textuales de Alberto Olmos, “la materia prima sobre la que se trabaja a la hora de hablar de machismo… -en este tipo de premios- es estrictamente matemática”.

Para quien no sepa bien cómo funcionan los Jurados que organiza la Asociación Española de Pintores y Escultores, o quien no haya tenido aún la posibilidad de ser citado para alguno de ellos, puesto que desde que José Gabriel Astudillo asumiera la presidencia de la AEPE es norma citar a un socio elegido al azar para realizar las labores del jurado, resumiré brevemente su funcionamiento.

Reunido el Jurado donde haya sido citado para tal ocasión, se realiza un pase individual de cada una de las obras, que son identificadas única y exclusivamente por el número de inscripción. Es decir, se ve la pintura número tal o la escultura número cual, pero sin mencionar en ningún momento los nombres de sus autores. Llegados a este punto, el Jurado no sabe si la obra con número 35, pongamos de ejemplo, la ha pintado una mujer o un hombre.

Otra cosa es, que tal pintura o cual escultura sean más o menos identificables debido a distintos motivos, como puede ser el hecho de conocer y reconocer la obra de un determinado autor (principalmente) debido a que su técnica y motivos forman parte de su trayectoria artística y esas características le han hecho identificable con toda probabilidad.

Más allá de esto, es imprescindible repetir que el Jurado no sabe a quién pertenece la obra que está viendo.

Pero dejando aparte este hecho, cabe hablar de la composición de los Jurados. Leyendo los Boletines Oficiales del Estado donde se publica la convocatoria de premios “oficiales” y la composición de los jurados, me reafirmo en que seguimos hablando de una cuestión “estrictamente matemática”.

En los últimos Premios Nacionales de Artes Plásticas convocados, se explica que presidirá el jurado el órgano que convoca, es decir, el Director General de Bellas Artes y Patrimonio Cultural, la vicepresidencia recaerá en la Subdirección General de Promoción de las Bellas Artes y la Secretaría del mismo, en la Consejería Técnica de la Subdirección General de Promoción de las Bellas Artes, que actuará con voz, pero sin voto. Y como vocales, se cuenta con el premiado el año anterior (que da igual que sea hombre o mujer), con cinco personalidades de reconocido prestigio (de momento, nos sigue dando igual si son hombres o mujeres), y una persona propuesta por un centro de la “perspectiva de género”. Eso sí, se especifica que para formar un jurado paritario, cada una de las entidades deberá proponer necesariamente a dos miembros o representantes, hombre y mujer, entre los que la Dirección General de Bellas Artes y Patrimonio Cultural designará al que corresponda para mantener dicha paridad.

Como vemos, pura matemática.

Es entonces cuando debe empezar el baile de nombres para formar un Jurado aceptable y “paritario”. Si el Subdirector es hombre, hay que igualar con una Consejera Técnica para que esté equilibrado. Todo lo demás, da igual.

Y qué decir de las personalidades de reconocido prestigio que pueden quedarse fuera por el hecho de ser hombres o de los representantes del centro de “perspectiva de género”, o de todos aquellos que meritoriamente deberían estar ahí, pero que matemáticamente no encajan…

Las mujeres que he conocido y han formado parte de alguno de los Jurados de la Asociación Española de Pintores y Escultores han estado ahí por méritos propios, jamás formando parte de un cupo, ecuación o distribución paritaria.

Y ahora, vamos a contemplar otra cuestión. ¿Que haya mujeres en mayor o menor número en el Jurado, quiere decir que ellas sólo elegirían las obras de mujeres, cuando ya hemos comentado que se elige en función de un número y no un nombre?

Si en ese Jurado en el que ha habido mujeres, se han elegido obras de una mayoría de hombres, ¿querrá decir que las mujeres del jurado son machistas?

Si repasamos los catálogos físicos y virtuales de las exposiciones de la Asociación Española de Pintores y Escultores, públicamente visitables en nuestra página web, podremos comprobar que hay muchas más obras de mujeres que de hombres, a pesar de haber sido elegidas únicamente a través de un número.

Pero si da la casualidad de que en algún Jurado se ha elegido a más hombres que mujeres, ¿quiere esto decir que las mujeres del jurado han discriminado a las autoras artistas? ¿Lo hacen a posta? ¿Acallan las mujeres a las propias mujeres?

Si contestamos a todas estas preguntas e intentamos sacar conclusiones partidistas, el galimatías que podemos formar complicaría tanto un acto tan puro como es la decisión de un Jurado que libremente valora unas obras, lejos de tiranías paritarias y cuotas participativas, que, y como Secretaria del Jurado, miedo me da pensar que podamos tener tiempo para elegir y seleccionar las obras presentadas en cualquier certamen (siempre muy numerosas y que acarrea no menos de tres horas de trabajo).

Pero intentemos avanzar. Imaginemos que en un certamen con un mínimo de cuatro premios, el Jurado tuviera que tener en cuenta la paridad a la hora de otorgar los mismos. Una vez seleccionados, habría que desvelar el nombre de los autores, y pese a que una obra tuviera menos calidad que otra, otorgarle un premio que, en realidad, sería inmerecido.

En este caso, ¿Estaríamos discriminando a las mujeres?

Entonces deberíamos pensar por qué hay ciertas quejas al respecto y sobre todo, ¿Quiénes se quejan en realidad? Las pocas reclamaciones que nos llegan son siempre de palabra, nunca por escrito, y efectivamente, son de mujeres que han quedado excluidas en un certamen, lo cual da mucho que pensar y reflexionar, puesto que en lugar de preguntarnos en qué fallaba su obra, acuden directamente a su discriminación sexista.

Un gran despropósito que no hace más que reafirmarnos en la idea de que en realidad, no debe preocuparles tanto su trayectoria creativa como el hecho de enarbolar el sublime derecho a estar “ahí” por los únicos méritos de ser mujer.

¿Por qué las mujeres artistas reconocidas por todos no se quejan? ¿Por qué no firman manifiestos, por qué no se atribuyen ese derecho sexista? Pues simplemente, porque no les hace falta, son reconocidas y respetadas en el oficio y se tienen únicamente por “artistas”, sin necesidad de subrayar el hecho de ser “mujeres”.

Entonces, ¿cabe hablar de que el mundo del arte es “machista”? Si todo se reduce a que hay más artistas famosos hombres que mujeres, es fácil decir que hay discriminación.

En la mayoría de los grandes premios de arte de España es obligatorio enviar el curriculum del artista a la vez que su obra en la inscripción. Por tanto cabría pensar que los Jurados de esos premios al revisar las propuestas, ¿estarán rechazando entonces mayoritariamente las que vayan firmadas por hombres para no caer en discriminación?

En esos grandes premios, la única premisa que se sigue a la hora de elegir un Jurado es el prestigio. Imaginemos que quienes organizan un gran premio de pintura deben elegir a los miembros del Jurado. ¿En quién pensarán primero, en alguien prestigioso o elaborarán un cupo merced al cual gestionar los nombres según su sexo?

Creo yo, que al igual que hacemos en la Asociación Española de Pintores y Escultores, contaríamos primero con grandes y reconocidos artistas. Además, y especialmente a tener en cuenta, con el inmenso orgullo de pensar que son socios y por tanto, conocen ya nuestros certámenes y reconocen el prestigio que atesora nuestra centenaria entidad. Y por supuesto, valorando su ofrecimiento a la hora de colaborar abierta y desinteresadamente con nosotros, cosa que en los tiempos que corre, no es nada desdeñable y sí altamente gratificante.

Es decir, los Jurados de la AEPE están compuestos por excelentes artistas, por prestigiosos artistas, que además son socios de la entidad y sobre todo, que dedican su tiempo de forma generosa, a colaborar con una institución como la nuestra.

Pero si tuviéramos que tener en cuenta la composición paritaria, correríamos el riesgo de dejar fuera de un Jurado a grandes artistas y lo que es peor, rechazar su colaboración altruista y deferencia para con todos los que nos sentimos artistas más allá de sexos y cupones.

¿De verdad dejaríamos fuera a alguien por el hecho de ser hombre o mujer cuando en la AEPE somos sólo “artistas”?

¿Se entendería que le dijéramos a los grandes maestros que en el Jurado X no podemos contar con ellos porque por número y obligación paritaria, debemos incluir antes a una mujer que a ellos?

No quiero dejar de mencionar también el hecho de que el artista es un ser egoísta, escrito esto en el mejor sentido de la palabra. Es decir, todos nos creemos geniales, únicos, maravillosos. Todos concebimos algún tipo de sentimiento cuando vemos que seleccionan o premian a otro artista y nos quejamos en casa de que no sea a nosotros… y nos enorgullecemos por los logros propios y desdeñamos siempre los ajenos que, a nuestro juicio, son siempre mucho peores.

Esta actitud es natural, el ego es a veces superior en nosotros mismos y sólo una naturaleza sencilla y “bondadosa” (entendido como una persona llena de bondad, cualidad de bueno) es capaz de rebajar la ambición personal en lugar de disfrazarla de militancia feminista. Por eso, si no seleccionan a una mujer es que son machistas, si no hay una mujer en el Jurado, es también machista, y si el premiado no es mujer, es naturalmente machista.

Todo el problema generado por la corrección política en el arte es algo superfluo y está de más. El talento, la perseverancia, el buen trabajo, la creatividad…. lo bien hecho nunca depende del sexo, raza, identidad sexual… La calidad siempre triunfa.

En la AEPE sólo hay cabida para los artistas. No diferenciamos a mujeres de hombres porque el arte es universal. Si cruza fronteras y culturas, cómo va a delimitarse por razón de género, sexo o sensibilidad…

Las obras de nuestros artistas son siempre fruto de una creación maravillosa que no distingue más que la naturaleza ingeniosa y maestra de sus autores.

Las Medallas de la AEPE: Luis Benedito Vives

LAS MEDALLAS DE LA

ASOCIACION ESPAÑOLA DE PINTORES Y ESCULTORES

 

Por Mª Dolores Barreda Pérez

 

Después de ver cómo y cuándo nació la Medalla de la Asociación de Pintores y Escultores, vamos a seguir conociendo más acerca de su creador y en qué galardones se otorga actualmente, con sus correspondientes denominaciones.

 

LUIS BENEDITO VIVES

Medalla de Escultura del Certamen de San Isidro de Tema Madrileño

 

El Certamen de Artes Plásticas “San Isidro” de tema madrileño es una convocatoria tradicional en la Asociación, ya que cuenta con 56 ediciones realizadas, y coincide con las fiestas patronales de la ciudad de Madrid.

En el número anterior de la Gaceta de Bellas Artes ya vimos cuándo nació y su trayectoria hasta el año actual.

Como vimos, en 1974 se concedió por primera vez la Medalla Antonio Casero, en memoria de ese gran artista de temas madrileños fallecido por esas fechas y que permanece hasta nuestros días, en que además de ésta, se concede la Medalla de Escultura Luis Benedito Vives, el que fuera socio fundador, directivo de la AEPE y uno de los mejores escultores animalistas, cuyas obras pueden contemplarse en el Museo Nacional de Ciencias Naturales, así como en los mejores museos del mundo como el de Londres, Lisboa, Estocolmo…

 

LUIS BENEDITO VIVES

 

BENEDITO VIVES, Luis          E     1926           24.ago.1885     VALENCIA      MADRID            feb.1955

 

Especialista en mamíferos y precursor de nuevas técnicas.

Escultor de animales, dedicó su vida a naturalizarlos. Supuso la revolución de la taxidermia española.

Hijo de José María Benedito Mendoza (Valencia 1846-1899), taxidermista establecido en Valencia a finales del siglo XIX, en la calle Corregería, 24, cuyo negocio surtía de objetos de Historia Natural a coleccionistas e instituciones de enseñanza y que además de comerciante y taxidermista por encargo, fue Preparador del Gabinete de Historia Natural de la Universidad de Valencia. Su especialidad fueron las aves acuáticas y después, las cabezas de toro que le encargaban los toreros de la época.

Luis nació en Valencia el 25 de agosto de 1887.  tenía seis hermanos más que a la muerte de su padre, que ocurrió de forma repentina debida a un ataque cerebral cuando contaba solo con 53 años, eran menores de 25 años.

 

José María Benedito Vives, el primogénito, abandonó su trabajo y se puso al frente del negocio familiar, logrando el nombramiento de Proveedor Real y Naturalista-Disecador del rey Alfonso XIII. Obtuvo después la plaza de Disecador del Laboratorio de Taxidermia del Museo de Ciencias Naturales de Madrid y en 1907, la familia Benedito se trasladó al completo a Madrid, abriendo un taller de Taxidermia en la calle Ramón de la Cruz, 12.

En 1910 consigue la Primera Medalla en la Exposición del Centenario de Buenos Aires.

En 1918 figuraba como Presidente del Sindicato de la Propiedad Artística.

Luis Benedito Vives, el menor de los hermanos, se incorpora así al trabajo del taller, logrando después una beca de estudios que le lleva a la ciudad de Leipzig, Alemania, en donde estudia la técnica del maestro holandés Herman H. Ter Meer.

Los conocimientos dermoplásticos permitieron a Luis desarrollar su faceta de escultor, vocación artística en la que también destacaría, igual que sus hermanos destacaron en la pintura, Manuel Benedito fue un ilustre discípulo de Sorolla, y Rafael Benedito un gran compositor, pedagogo y director, además de José María Benedito, como un gran  taxidermista.

La nueva dermoplástica que introdujo en España incluía revolucionarias técnicas para el momento como la utilización de jabones arsenicales, entre otros productos, que impedían que las pieles se apolillasen, o el uso ojos de cristal de gran calidad que ofrecían a las piezas mayor realismo y rigor científico.

Pero su viaje por Europa también le permitió estudiar la producción artística de los principales escultores, especialmente de los animalistas. Ello hizo que lograra dotar a sus obras de una gran carga realista en los movimientos y especialmente en las anatomías, captando en ellas las proporciones exactas, posturas reales y movimientos de los propios animales vivos, producto igualmente del estudio directo de los animales en el campo.

Alfonso XIII y Jorge V inauguran una muestra en Londres, en el Museo de Ciencias Naturales junto a Luis Benedito

 

A su regreso a Madrid, se incorpora a la plantilla de disecadores del Museo de Ciencias Naturales, en donde aplica el procedimiento de la dermoplastia, que consiste en hacer con escayola y turba picada una escultura del animal y cubrirla con su piel humedecida sujeta firmemente con alfileres, de forma que en vez de resultar un animal feo a veces, por la falsedad de las formas, resulta una verdadera obra de arte.

Son obra suya casi todos los dioramas del Museo de Ciencias Naturales y también otros que fueron regalados por Alfonso XIII a los museos de Londres, Lisboa y Estocolmo.

Macho montés, obra presentada al XVI Salón de Otoño

 

Consiguió la Tercera Medalla de la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1930, y la Segunda Medalla en la de 1934.

En 1932 formó parte del Comité designado por la Asociación de Pintores y Escultores para la redacción de los Reglamentos de una Federación de Artistas.

Nombrado Socio de Mérito del Salón de Otoño de 1928 y Socio de Honor en el de 1931.

Fue Vocal de la Junta Directiva de la Asociación de Pintores y Escultores en 1932, Tesorero en 1934 y de nuevo vocal de 1941 a 1943.

 

Los hermanos Benedito junto Príncipe de Asturias y el Infante Don Jaime, hijos del Rey alfonsoXIII, realizando prácticas de Taxidermia

 

En 1943 y a la jubilación de su hermano José María como jefe del Laboratorio de Taxidermia del Museo de Ciencias  Naturales, hereda el cargo que ejerció hasta 1954, en que también se jubiló. Trabajó por la mañana en el museo y por la tarde atendía a clientes particulares en su taller de la calle María de Molina, 11, con la ayuda de Julio Patón.

Por el taller pasaron ilustres personalidades de la época, como el rey Alfonso XIII, a quien gustaba ver el trabajo de Luis y charlar sobre caza. Una amistad en la que Luis Benedito ejerció de maestro del príncipe de Asturias y del infante don Jaime, los hijos del rey, a quienes enseñó a disecar una perdiz.

Alfonso XIII requirió de los consejos de Luis Benedito en ciertas cuestiones respecto a la creación del Coto de Gredos, para asegurar la conservación de los escasos ejemplares de cabra montés que allí permanecían. La anécdota de la preocupación de Alfonso XIII sobre el incremento del furtivismo, la solucionó rápidamente Luis Benedito: “Majestad, haga guardas del coto a los furtivos de siempre”. Y así fue.

Gacela, obra presentada al XVII Salón de Otoño 

 

Los trabajos más populares de Luis Benedito Vives en esa época fueron el toro de lidia que el Duque de Veragua regaló al Museo de Ciencias Naturales en 1911, la jirafa donada por el Duque de Alba en 1917 y sobre todo, el elefante africano que matara también en Sudán en 1913, especializándose en mamíferos.

Luis Benedito Vives murió el 20 de febrero de 1955. A su entierro acudió el ministro de comercio de la época. La “Gaceta de Bellas Artes” de la AEPE del mes de enero de 1955, recogía el suceso dedicándole estas palabras: “…Como escultor de animales, fue el más capacitado, por el profundo conocimiento que tenía de la fauna mundial, cuya vida, costumbres y movimientos conocía ampliamente. Laureado muchas veces con justicia, su muerte deja un vacío en la especialización escultórica a que estaba dedicado, dejando asimismo un vacío en la amistad, por su carácter cordial y leal, que recordaremos siempre que le tratamos. A su familia, y muy especialmente a sus dos hermanos don Rafael y don Manuel, le enviamos la expresión de nuestra profunda pena por la desgracia que les aflige”.

Además de taxidermista, Luis Benedito desarrolló sus habilidades como escultor de animales. Es en Alemania donde comenzó a desarrollar de una forma seria su capacidad de interpretar la fauna de forma artística.

Venado

 

En su estilo escultórico, imbuido del arte de la época que conoció en Alemania y Holanda, aunque manteniendo una cierta independencia en su estilo. En sus esculturas de animales se observa un gran realismo de anatomías y una gran elegancia en actitudes, generalmente de quietud y reposo.

Luis Benedito fue sin duda el mejor escultor animalista de la España de la primera mitad del siglo XX.

Como dato curioso, podemos añadir que el 2 de octubre, el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) inauguró la exposición ‘Naturalezas recreadas. La obra taxidérmica de los hermanos Benedito’, muestra en la que el público podrá adentrarse en el arte de la taxidermia a través de ejemplares y grupos naturalizados de los hermanos Benedito, pioneros en la naturalización de especies y artífices de la mayor parte de las vitrinas que alberga el museo.

Antílope, presentada al I Salón de Otoño

 

Ellos pusieron también la norma de incluir en los trofeos disecados las chapas en las que figuraba el lugar donde había sido cazado y de incluir además, anillas de plata para sujetar colmillos de jabalí, o preparar los cráneos de los animales de una forma más pulcra, blanquearlos y limpiarlos para su presentación, y junto a la Casa Real, la utilización de óvalos y tablillas de caoba de primera calidad para cabezas, cráneos y colmillos, suponiendo todo ello una práctica no utilizada en ningún otro país que creó escuela en España.

La contribución de los hermanos Benedito al Museo de Ciencias Naturales de Madrid es clave y pionera en la naturalización de especies, formando un conjunto impresionante de obras, verdaderas obras maestras de la taxidermia científica, que nada tienen que envidiar a los de los principales museos de ciencias naturales del resto del mundo, y cuyas creaciones se han convertido en imagen del museo madrileño.

 

Luis Benedito y la AEPE

Además de Socio Fundador, participó en:

* I Salón de Otoño de 1920, con dos piezas: “Antílope”, bronce con plinto de mármol y “Rebeco”, también bronce con plinto de mármol

* VI Salón de Otoño de 1925, un bronce titulado “Cabra de Gredos”

* VIII Salón de Otoño de 1928, participó con dos bronces: “Venado herido” y “Cierva echada”

* XI Salón de Otoño de 1931, con el bronce “Girafa” y con la obra tallada en mármol “Nutria”

* XVI Salón de Otoño de 1942, con las obras en bronce “Cierva” y “Macho montés”

* XVII Salón de Otoño de 1943, con el mármol “Pato moñudo” y la escayola “Gacela”

Cierva de pie

Con el toro de Veragua

Luis Benedito con el boceto del tigre de bengala

 

El taller de los Hermanos Benedito

 

Arriba, los hermanos Benedito trabajando en el Taller y con el lobo, pieza para el Museo de Ciencias Naturales de Madrid 

 

El traslado del famoso elefante por las calles de Madrid

 

Bibliografía y webgrafía

Las Provincias : diario de Valencia: 1903 Octubre 18

La Correspondencia de España: 1911 mayo 30 1911 agosto 8 1911 agosto 9 1912 enero 2 1912 enero 3 1912 enero 30

El Adelanto : Diario político de Salamanca: Año 46 Número 14139 – 1930 Junio 05

El correo de Cádiz: Año IV Número 710 – 1912 enero 5

Gaceta de instrucción pública y bellas artes. 10/6/1911

La Educación (Madrid. 1903). 30/6/1911, 10/1/1912, 30/1/1912

Revista general de enseñanza y bellas artes. 15/1/1912

El Imparcial (Madrid. 1867). 10/10/1925

La Libertad (Madrid. 1919). 9/6/1926 Exposición Nacional de Bellas Artes Luis Benedito Vives expone un pequeño elefante de bronce y mármol, que resulta muy gracíoso y decorativo. (07/06/1930)  (12/07/1930) (21/11/1931) (29/06/1932) dos magistrales esculturas difíciles de superar en su género

La Época (Madrid. 1849). 4/6/1930 Exposición Nacional de Bellas Artes Tercera Medalla por “Antílope-caballo”

La Ciudad lineal (Madrid. 1897). 10/6/1930

El Sol (Madrid. 1917). 19/11/1931, El Jurado de calificación del Salón de Otoño acordó por unanimidad otorgar las siguientes recompensas: Socios de honor. Luis Benedito Vives. 17/6/1934 igual

El Heraldo de Madrid. 16/6/1934, Exposición Nacional de Bellas Artes Segunda medallaLuis Benedito Vives, por «Oso negro»;

Luz (Madrid. 1932). 16/6/1934

Crónica (Madrid. 1929). 4/11/1934 Los bicbos. ¡Magníficos los de Luis Benedito, en mármol negro, que esos sí que tienen gracia decorativa!

El Adelanto : Diario político de Salamanca: Año 47 Número 14592 – 1931 Noviembre 20

https://taxidermiabenedito.com/

https://www.taxidermidades.com/2012/10/taxidermia-la-familia-benedito-saga-de-taxidermistas22.html

https://museovirtual.csic.es/salas/benedito/oso.htm

Archivo Histórico “Bernardino de Pantorba” de la Asociación Española de Pintores y Escultores

www.gacetadebellasartes.es

www.salondeotoño.es

 

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