AEDA, colaborador del 87 Salón de Otoño de la AEPE

Desde el año 2014, la Agrupación Española de Acuarelistas se suma al Salón de Otoño con la concesión del Premio AEDA, en una colaboración que era del todo necesaria para aglutinar los esfuerzos que ambas instituciones realizan por el desarrollo del arte.

La presencia de la institución en el Salón de Otoño es una actuación lógica, ya que la acuarela es una disciplina muy utilizada en las obras que se presentan habitualmente a este certamen.

Este año además, la Agrupación Española de Acuarelistas, celebra el 75 aniversario de su nacimiento como entidad de referencia entre los acuarelistas de España y desde estas líneas, deseamos felicitar a la entidad y desearle una larga carrera de éxitos como los que ha cosechado hasta el momento.

Más información:
http://aedamadrid.org/

Santiago de Santiago, colaborador del 87 Salón de Otoño de la AEPE

Socio de Honor de la Asociación Española de Pintores y Escultores, que honra con su presencia cada año una cita tan importante como es el Salón de Otoño, en un premio que lleva su nombre y que se concreta en un trofeo salido de su taller, una estatuilla nacida de las manos de uno de los mejores escultores y máximo exponente de una época de la historia del arte de España irrepetible.

De su extenso currículo podemos destacar:

– Medalla de bronce Exposición Nacional E y D. 1953

– Segundo Premio Melilla 1953.

– Medalla especial de la EXINCO 1962

– Elegido Popular de Avila 1965.

– Espiga de Oro Valdepeñas 1970

– Miembro de Honor de la Orden Gran Duque de Alba 1971

– Premio Exposición Internacional de Bellas Artes 1975

– Cruz Militar de primera clase con distintivo blanco 1976

– Distinction Price en Hakone, Japon.

– Premio Mejor Escultor 1980

– Premio T de triunfador 1982

– Medalla de oro y brillantes SEK 1982

– Premio Triunfadores Ladreda 25, Segovia 1982

– Caballero Templario de la Orden de Jerusalén en 1987

– Premio en el II Gran Premio Rodín. Japón 1987

– Caballero de la Viña de Plata. México. 1988

– Liderman al prestigio y creatividad en Escultura 1988

– Laurel de oro a la calidad. Barcelona 1988

– Tercera medalla Salón de Otoño 1957. Premio Marques de Aledo 1957

– Primera medalla Arte Decorativo Salón de Otoño 1963

– Premio Orilo 1963.

– Premio Excmo. Ayuntamiento de Madrid en la Exposición de San Isidro 1976.

– Medalla Mateo Inurria en el Salón de Otoño de 1966. Premio Excmo. Ayuntamiento de Madrid en 1968.

– Premio Especial Princesa Sofía Salón 1971

– Medalla de Honor en el Salón de Otoño 1977

– Escribió poesía y pronunció algunas conferencias, sobre poesía y escultura. El 26 de octubre de 1979, en el ciclo de conferencias de la Asociación con el título de Escultura y poesía.

– Publicó el libro Piedra Ardiente 1980

– Libro de su obra editado por Caja de Avila en 1987

– Expuso varias veces en Japón y en Méjico. Su obra está por todo el mundo.

– Desde 1967 se concede en el Salón de Otoño un premio con su nombre, consistente en una escultura suya.

– Tuvo sala especial con 23 obras en el Salón de 1966.

– Vocal de 1960 a 1969, contador de 1970 a 1972, Relaciones Públicas en 1973 y 1974, Vicepresidente hasta 1987.

– Participó en los Salones de Otoño de 1955 a 1960 y de 1962 a 1979, siendo Jurado en el de 1967.

Más información:

http://santiagodesantiago.es/

El Ayuntamiento de Getafe, colaborador del 87 Salón de Otoño de la AEPE

El Ayuntamiento de Getafe, a través de la Concejalía de Cultura, otorga el “Premio Ciudad de Getafe”, dotado con la realización de una exposición individual, con su correspondiente catálogo, en la sala municipal de exposiciones “Lorenzo Vaquero”, situada en la Antigua Fábrica de Harinas, un espacio céntrico con una ubicación estratégica que convierten a este premio en uno de los más interesantes del 87 Salón de Otoño. 

Los responsables de Cultura en el Ayuntamiento de Getafe, se centran en dar mayor calidad al programa de exposiciones de la ciudad, programa dirigido a promover el conocimiento y el gusto por las artes plásticas entre los ciudadanos de Getafe. Con el objeto de educar la mirada analítica en niños y adolescentes, busca un equilibrio entre los contenidos temáticos (por ejemplo el medio ambiente) y los puramente artísticos (las artes plásticas).

Más información:

http://getafe.es/

Tritoma, colaborador del 87 Salón de Otoño de la AEPE

Tritoma colabora en el 87 Salón de Otoño de la AEPE con el PREMIO TRITOMA , dotado con la realización de una exposición individual, con su correspondiente catálogo, en el Centro Cultural Sanchinarro. 

Expertos en Gestión Cultural, con más de 30 años de experiencia acumulada en la creación, gestión y promoción de eventos culturales. Desde 1986, su máximo objetivo es la creación, promoción y desarrollo de servicios sociales, culturales, educativos y de ocio.

Acercar la cultura a todos. Esa es la misión de Tritoma, que proporciona un servicio de gestión en los ámbitos de la cultura y la educación, así como la difusión y comunicación de estos proyectos en distintos soportes editoriales, mediáticos y multimedia.

También trabajan en campos tan diversos como la gestión cultural, los programas de educación y formación, las actividades dirigidas a la infancia y la juventud, los servicios sociales y la cooperación al desarrollo.

Todo ello a través de un servicio profesional y de calidad en la creación, promoción y desarrollo de servicios sociales, culturales, educativos y de ocio que requieran la participación de una empresa especializada.

En Tritoma, son conscientes de que este es un camino con un recorrido largo y una sola meta: hacer llegar la cultura a todos. Por eso ofrecen un amplio abanico de servicios de gestión cultural.

Más información:

http:://www.tritoma.es

La AEPE en PatrocinaM

PatrocinaM es la primera plataforma de Sponsorship Crowdfunding que publicita eventos y proyectos para poder lograr patrocinadores o financiación. Este escaparate de proyectos, estudia detalladamente cada propuesta que quiere ser publicada y poder lograr un acuerdo de patrocinio con una marca.

La Asociación Española de Pintores y Escultores presentó la propuesta del Salón de Otoño para poder lograr otro patrocinador y también mostrar al mundo cultural que existen mecenas que a pesar de las circunstancias quieren seguir apoyando la cultura y promoviéndola. Pero no solo pueden participar las grandes marcas, también tienen cabida las pequeñas empresas o las personas de a pie, a través de: donaciones (aportaciones puras y simples a favor de un proyecto), patrocinio en especie (esta línea ofrece bienes o servicios en vez de dinero), convenio de colaboración empresarial en actividades de interés general, o patrocinio de medios de difusión. Estas nuevas líneas de patrocinio son fruto de propuestas de otras entidades para poder participar en el Salón de Otoño, entre otros.

Como se ha mencionado en el párrafo anterior, la idea presentada y aceptada por PatrocinaM ha sido la del Salón de Otoño. En todo momento, se ha indicado la historia de nuestra entidad y la importancia del Salón de Otoño en la historia cultural, así como su evolución y la alta afluencia de participantes que quieren formar parte del proyecto, demostrando así su importancia. Cabe mencionar también que en la presentación se incidió en otros trabajos que la AEPE ha llevado a cabo, como: los Premios Reina Sofía de Pintura y Escultura, la exposición EScultura, la exposición “Lo que no ves” en colaboración con INDIVI, la colaboración con Alusamen, el Certamen de Pequeño Formato, Congreso Internacional de Crítica de Arte en el Museo Reina Sofía…

Sin duda es una oportunidad para la Asociación Española de Pintores y Escultores y para las entidades o personas que se ponen en contacto con nosotros para colaborar, ya que a través de esta plataforma podrán optar por la manera que mejor les parezca. Además, el poder publicar en la plataforma PatrocinaM el proyecto, ya es un reconocimiento en sí, como bien se ha dicho antes, son pocas y muy bien seleccionados los proyectos que se publican.

El proyecto se puede ver a través del siguiente enlace: https://patrocinam.com/proyecto/salon-de-otono1117/

Las Medallas de la Asociación Española de Pintores y Escultores

La Medalla de Fructuoso Orduna

Por Mª Dolores Barreda Pérez

La Junta Directiva de la Asociación de Pintores y Escultores celebrada el 10 de febrero de 2017, aprobó la propuesta planteada por el Presidente de la centenaria entidad, José Gabriel Astudillo López, relativa a la reorganización de los premios y galardones que otorga la institución en los distintos certámenes y concursos habituales.

     Los análisis realizados por la Junta Directiva sobre el más que positivo aumento del número de esculturas que se presentan en cada convocatoria, hacían necesario distinguir definitivamente las secciones de pintura y escultura, dotándolas con premios bien diferenciados, de forma que no compitan entre sí dos elementos tan distintos y cuyo contenido da nombre a la Asociación Española de Pintores y Escultores.

     Ante esta situación, se hizo imprescindible revisar y reformar las bases de las distintas convocatorias que lleva a cabo la AEPE, y teniendo en cuenta que algunas de ellas tenían medalla propia, aunque sin especificar si era de pintura o de escultura, se hacía del todo necesario analizar los premios y distinciones que hasta la fecha otorgaba la institución, planteando una propuesta justificada del por qué y del cómo hacer bien las cosas.

     Es triste y descorazonador pensar que las distinciones y los premios, más allá de la pura anotación que nos queda en la actualidad, no tienen ningún tipo de soporte documental ni histórico. Más descorazonador aún pensar que hay medallas con reglamento específico del que no sabemos nada pese a haber visto la luz en nuestra entidad.

     El extravío de la documentación que se custodia en la institución, en el transcurso de los años, de forma cotidiana y habitual, nos priva de archivos históricos más completos en los que apoyarnos y poder entender mejor el cómo y por qué de cada acción.

     Partiendo del documento base de la Asociación Española de Pintores y Escultores que nos proporciona un mínimo soporte histórico como es el libro de la Historia elaborado por el Bibliotecario, Fernando de Marta y Sebastián, vamos a tratar de saber cómo y cuándo nacieron los premios y distinciones, y sobre todo, por qué y con qué fin, nacen los nuevos para cubrir la necesidad planteada de distinguir entre disciplinas artísticas.

Pero antes de nada, debemos saber más acerca de la Medalla de la Asociación Española de Pintores y Escultores.

Fructuoso Orduna, Presidente de la Asociación de Pintores y Escultores y autor de la Medalla de la AEPE

Creación de la Medalla

Bajo la presidencia de Pedro Poggio y siendo Secretario General Pedro García Camio, se reúne la Junta Directiva, informándose de ello en la Gaceta del 15 de junio de 1926, en donde aparece publicado textualmente, bajo el título de “Una Medalla de Oro”: “La Asociación de Pintores y Escultores, y por acuerdo de la Junta Directiva, ha creado una “Medalla de Oro” que, al igual que la del Círculo de Bellas Artes de Madrid, será otorgada en las Exposiciones Nacionales, y por primera vez en la actual Nacional que se celebra en el Retiro. Ha movido a ello, no sólo el deseo justificadísimo de que nuestra Asociación, a este respecto, no fuera menos que cualquier otra entidad, sino, además, el afán de acuciar la creación de premios especiales, de que tan faltas están nuestras Exposiciones. Da grima, en verdad, comparar cómo se estimula a los artistas, por los particulares, en otros países y lo muy poco que en España se hace en este aspecto. Esta nueva “Medalla de oro” será obra del escultor Fructuoso Orduña, que se ha ofrecido a modelarla gratuitamente».

«Su valor no será inferior a 500 pesetas, cantidad que se recaudará por suscripción, agradeciendo mucho que los que deseen suscribirse lo hagan rápidamente, pudiendo dirigirse para ello a esta Secretaría, Jovellanos, 8, Madrid. (La tan repetida Medalla será otorgada en las mismas condiciones que la de Honor, y firmando el votante la candidatura)».

El día 12 de junio se celebró la votación de la Medalla de Oro de la Asociación de Pintores y Escultores en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1926, otorgándose a Martínez Vázquez por su cuadro “La Rondeña”. La Gaceta de Bellas Artes del 1 de junio de 1927 (Año XVIII, Núm. 313) publicó en su portada una fotografía original de Moreno, (Pl. de las Cortes, 8), del Anverso de la Medalla de Oro creada por la Asociación de Pintores y Escultores, para ser concedida en las Exposiciones Nacionales, obra del escultor Fructuoso Orduna.

Medalla de la AEPE obra original de Fructuoso Orduña

La Medalla en el Salón de Otoño


Portada de la Gaceta de Bellas Artes del 1 de junio de 1927 (Año XVIII, Núm. 313)

El I Salón de Otoño de 1920 nació …“Sin recompensas, sin presiones, sin apasionamientos, sin envidias ni prejuicios, el próximo Salón Otoñal ha de ser, no el campo de batalla de odiosas comparaciones, sino el santuario en el cual cada manifestación, cada destello tenga su propio altar, su merecido respeto y sus creyentes, todo en un ambiente de paz, de dulzura y compañerismo, que haga de ella en los años sucesivos el lugar consagrado a la libertad, a la igualdad y a la fraternidad de los artistas y sus admiradores”…”Íntegro, sin prejuicios, en apretado haz, los artistas españoles inaugurarán, entregando al juicio público, al de la Prensa y a los altos poderes de toda clase, de quienes esperarán tranquilos el fallo”…

Como vemos, el Salón de Otoño nació con la idea de exhibir solo las obras, pero no otorgar ningún tipo de recompensa ni distinciones.

Sin embargo, en el III Salón de Otoño de 1922, y con la aprobación de la Junta General de 25 de mayo de ese mismo año, ya se hicieron propuestas de socio para los que no lo eran, propuestas que incluían la exención de la cuota de entrada, y para los que ya eran asociados se proponía que se les pudiera nombrar Socio de Mérito o Socio de Honor.

De esta forma, las primeras recompensas en un Salón de Otoño se otorgaron en el III Salón de 1922 y fueron el nombramiento de Socios de Honor, que según resaltaba el Reglamento, se acordaron por mayoría de votos, y que recayeron en José Moreno Carbonero, Julio Moisés, Jaldón, José Gutiérrez Solana y Miguel de la Cruz.

Así transcurrieron los salones hasta el año 1936, en que la actividad de la Asociación de Pintores y Escultores se vio interrumpida por la contienda civil.

En mayo de 1939, el Secretario de la entidad, José Prados López, envió una carta a los socios, que se difundió en los distintos medios de comunicación de la época, en la que rogaba a los artistas que poseían la Medalla de Oro de las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, para que la entregasen en un acto altruista que ayudara a la reconstrucción de la España de la posguerra.

Toda la prensa recogió esta solicitud y la generosidad de los artistas que finalmente la entregaron, insistiendo en la voluntariedad del acto, y a quienes se les ofreció recibir otras medallas fundidas en inferior metal, para recuerdo.  

El plazo inicial fue hasta el 31 de mayo, pensando poder entregarlas al Vicepresidente del Gobierno el día 2 de junio, pero esta audiencia no tuvo lugar hasta el día 17, cuando el Conde de Jordana recibió en Burgos a la Junta Directiva de la Asociación y aceptó para el Tesoro Nacional las primeras 15 Medallas recibidas.

Entre quienes desinteresadamente las aportaron, y cabe recordar que dichas Medallas eran ciertamente de oro, figuran Mariano Benlliure, Aniceto Marinas, José Garnelo y Alda, Fructuoso Orduna, Daniel Vázquez Díaz, José Gutierrez Solana, Julio Prieto Nespereira, José Bueno Gimeno, Jacinto Higueras Cátedra, Eugenio Hermoso, Eduardo Chicharro Chicharro, José Ortells…

En la Junta Directiva del 15 de marzo de 1940, bajo la presidencia de Fructuoso Orduna y siendo Secretario José Prados López, se decidió que la leyenda de las medallas de bronce que sustituían a las medallas de oro entregadas por los artistas fuera: «España, por tu oro, te devuelve este honor -1940», y de ellas se hicieron cincuenta ejemplares, aunque en una Junta anterior se habían aprobado 30, que fueron hechas por la Casa Teu, sobre el modelo realizado por José Ortells. Dichas medallas fueron entregadas por Juan de Contreras y López de Ayala, más conocido como el Marqués de Lozoya, que ocupaba el cargo de Director General de Bellas Artes, en su despacho oficial el 17 de junio de 1940.

Como veíamos anteriormente, hasta este momento, las recompensas del Salón de Otoño se limitaban a los nombramientos honoríficos de Socios de Honor y de Mérito.

En 1942, para el XVI Salón de Otoño, se establecen por primera vez premios económicos, que conviven con los honoríficos: el Ministerio de Educación Nacional aportó 10.000 pesetas, y 1.000 pesetas el Ayuntamiento de Madrid y la Diputación Provincial de Madrid otras 1.000.

Para el XIX Salón de Otoño de 1945 la Dirección General de Bellas Artes concedió 10.000 pesetas para premios-adquisición de obras con destino al Museo de Arte Moderno.

También hubo premios de 5.000 pts del Banco de España, de 2.500 del Duque de Alba y del Marqués de Aledo, así como los ofrecidos por el Ayuntamiento y la Diputación de Madrid.

En principio, los premios del Salón los votaban los mismos expositores, pero en Asamblea Extraordinaria del 14 de enero de 1946 se llegó al acuerdo de nombrar un jurado que quedó formado por Daniel Martínez Vázquez y José Prados López, en representación de la directiva y por los pintores Joaquín Valverde y Gregorio Toledo, y el escultor Juan Adsuara, designados por la Asamblea General. Finalmente Adsuara fue sustituído por José Ortells.

Los premios a otorgar fueron, además de los de la Dirección General de Bellas Artes, otros dos de 2.500 pesetas del Marqués de Aledo y del Duque de Alba, y se había establecido que los primeras medallas presentados al salón no obtasen a premios.

El hijo de Martínez Vázquez pidió ser considerado fuera de concurso al haber sido designado su padre como jurado, y Planes decidió no aceptar el cargo para el que, al parecer, fue votado, por la misma razón de que se presentaba su hijo.

Para el XXII Salón de Otoño de 1948, y por acuerdos de la Asamblea General, se establecían por primera vez medallas de primera, segunda y tercera clase, para pintura, escultura, grabado y dibujo y arte decorativo en general, distinguiéndose en pintura entre figura y paisaje. La acuarela estaba incluida en la pintura.

El número de medallas para pintura fue de dos, cuatro y seis respectivamente para primera, segunda y tercera clase y fueron concedidas por voto escrito y firmado de los expositores y, posteriormente, los premios en metálico asignados por el mismo procedimiento de voto entre los medallados, recayendo entre ellos mismos.

Las medallas así establecidas se dejaron de adjudicar a principios del siglo XXI, siendo retomadas en el año 2014 por el Presidente de la AEPE José Gabriel Astudillo López, si bien no de la misma forma.

Simultáneamente, continuaban los nombramientos de Socio de Honor y de Socio de Mérito entre 1942 y 1963, a artistas dentro del Salón de Otoño, pero sin tener acreditada su participación en ellos.

A partir de 1963 y para su concesión exclusiva en el Salón de Otoño y fuera de las bases, se creó la Medalla de Honor, formándose para ello expresamente un jurado especial. La última otorgada de esta manera lo fue en el Salón de 1978.

Coincidiendo con la celebración de la última Exposición Nacional de Bellas Artes, la Medalla de Oro que concedía la Asociación de Pintores y Escultores deja de tener sentido, por lo que es muy probable que se decidiera hacer de la Medalla creada por Fructuoso Orduna la pieza “estrella” de los Salones de Otoño, quedando ya para siempre unida a la centenaria entidad y a su más prestigioso galardón.




El Heraldo de Zamora 4 mayo 1939
Anverso de la Medalla de José Ortells para quienes entregaron su Medalla de Oro al Tesoro Nacional

Reverso de la Medalla de José Ortells

Lo que encierra la Medalla

Más allá de lo que formalmente representa, la Medalla de la AEPE constituye la seña de identidad de la centenaria institución. En ella se muestra claramente la capacidad del autor para el estudio anatómico y su excelencia como retratista, con simbología simplificada y líneas en las que las figuras sobresalen con una fuerza y energía acentuadas siempre por su excelente complexión física. Una obra que muestra rotundidad en la composición y un modelado de gran potencia y maestría.

Antes que la recompensa en metálico, que bien es verdad que a nadie le amarga un dulce, obtener la Medalla de la AEPE significaba lograr el reconocimiento del artista, pero no un reconocimiento cualquiera, sino la aprobación y afirmación de otros artistas, y entre iguales, esa hazaña alcanzaba aún más importancia y repercusión.

Que quienes se dedican a la pintura y la escultura, con conocimientos propios de la materia y experiencia personal acerca del mundo de las bellas artes, del difícil mundo del arte, de sus penas y alegrías, sinsabores y vanaglorias, sean quienes reconozcan que el trabajo realizado es digno de una medalla, va más allá de cualquier otro tipo de distinción, puesto que dice mucho a favor de quienes hacen de la creatividad y la calidad, el oficio de los artistas con todos los valores que ello encierra. Por todo ello, lograr la Medalla de la AEPE es un gran honor que quizás pocos artistas puedan aún comprender, pero por el que merece la pena intentar conseguirla.

Sujetamedallas de la AEPE, obra de José Gabriel Astudillo López, Presidente de la AEPE

Falleció Rafael López-Sors González, Socio de Honor de la AEPE

En la noche del pasado día 23 de abril de 2019, fallecía en Madrid el Socio de Honor Rafael López Sors, muy unido a nuestra entidad por haber hecho posible la importante colaboración que desde hace más de quince años mantiene la centenaria entidad con Maxam, patrocinador del Salón de Otoño.

Su característica sonrisa nos acompañó durante muchos años como miembro del Jurado de los distintos Salones de Otoño, así como en los actos de inauguración y otro tipo de actividades. A partir de ahora, será con los protagonistas de los famosos calendarios de la Colección Maxam, y con sus modelos, con quien descubra todos los secretos que guardaban.

Desde estas líneas, la Asociación Española de Pintores y Escultores quiere unirse en el dolor a la familia, amigos y a todos sus compañeros de Maxam por tan irreparable pérdida.

Gracias a Lucas Ferreira, Director Adjunto de la Fundación Maxam, podemos hacer un recorrido por su vida.

Rafael López Sors nació en El Ferrol, en 1940. Licenciado en Derecho, tras desarrollar una amplia carrera en el sector financiero y jurídico, Rafael llegó a UEE (denominación entonces de MAXAM en 1991) donde ocupó el puesto de Secretario General del Consejo de Administración, puesto en el que estuvo hasta 2010.

Desde su llegada a la Compañía, López-Sors fue dando forma a una serie de proyectos que recogen la identidad, valores y casi 150 años de historia de MAXAM (empresa fundada por Alfred Nobel en 1872 en Galdácano, Vizcaya, bajo el nombre de “Sociedad Anónima Española de la Dinamita. Privilegios Alfred Nobel”).

Gracias a su impulso la Colección de Pintura MAXAM volvió a recuperar el antiguo esplendor de los calendarios de explosivos, poniendo en valor las obras que la habían formado desde 1900 y encargándose de que desde 1996 este almanaque fuera ilustrado por los artistas más prestigiosos del panorama artístico español.

Firme defensor del valor del legado y el patrimonio histórico, impulsó su recuperación y preservación dando forma en 2003 a la Casa del Explosivo, sección del MUMI (Museo de la Minería y de la Industria de Asturias) en la que más de 60.000 visitantes cada año conocen el papel que los materiales energéticos tienen en el progreso y desarrollo de nuestra sociedad. Un espacio museístico que sigue creciendo gracias a los depósitos de equipos, materiales y documentación que llegan desde instalaciones MAXAM de todo el mundo.

El estudio de la figura de Alfred Nobel, la colaboración con la Asociación Española de Pintores y Escultores (de la que era Socio de Honor desde 2013) o la apuesta por la colaboración con la ETSIME en la Cátedra-Empresa MAXAM de Tecnología del Explosivo fueron otros de los pilares de la Fundación MAXAM en los que ha trabajado desde su creación en 2006.

D.E.P.

 

Exposición homenaje de Tarifa a Agustín Segura

El que fuera Vicepresidente de Honor de la AEPE fue uno de los mejores pintores españoles de mitad del siglo pasado

 

La inauguración de la exposición “Agustín Segura Iglesias: vida y obra del insigne pintor tarifeño” tendrá lugar el próximo lunes 8 de abril a la 19’30 h en la Sala de Exposiciones Cárcel Real de Tarifa (Calle Coronel Moscardó, 2, 11380 Tarifa, Cádiz).

Previo a la inauguración, tendrá lugar en el salón de actos del centro cultural, una disertación en la que estará presente la hija del pintor, como representante de la familia y en el que también intervendrán distintas personalidades del mundo de arte que conocieron al artista. Así quedará abierta la exposición, que podrá visitarse hasta el día 16 de abril en horario de 19’30 a 22 horas.

Agustín Segura mantuvo una intensa relación con la Asociación de Pintores y Escultores desde el mismo momento de su pertenencia a la entidad en 1932, año en el que fue nombrado también Socio de Mérito.

Además, fue Medalla de Honor en el Salón de Otoño de 1962 y Premio Extraordinario Princesa Sofía en el Salón de Otoño de 1964.

Fue Vocal de la Junta Directiva de 1946 a 1948. Vicepresidente de 1966 a 1970, siendo nombrado Vicepresidente de Honor en 1971, al dejar el cargo en la Junta.

Participó en los salones de 1931, 1932, 1933, 1942, 1944, 1945, y en los de 1946, 1949, 1950, 1952, 1954, 1962, 1965, 1967 y 1969.

Jurado en el Salón de Otoño de 1949, también fue Jurado especial para la Medalla de Honor en 1968.

Junto a José Cruz Herrera fundó el Grupo Velázquez, en el seno de la AEPE, junto a Antonio Casero, Enrique García Carrilero, Domingo Huetos, Antonio L. Pinero, Rogelio García Vázquez, José Pérez Gil, José Valenciano y Manuel Izquierdo Vivas. Como dice José Riquelme: “Todos se agrupan en torno al pendón velazqueño en un momento en que ‘el arte se ha ido deshumanizando cada vez más para apartarse de la representación de la realidad’ (Torres Balbás) y pretenden seguir la escuela de pintura del siglo XIX, cuando ‘la pintura es pintura y la escultura, escultura’ (Francisco de Cossío)”.

Agustín Segura nació en Tarifa el año 1900 y aunque marchó a Sevilla a los pocos meses de nacer, siempre se consideró tarifeño y mantuvo con su ciudad natal una estrecha relación, dejando en esta ciudad varias de sus obras, entre ellas el cuadro de la Virgen de la Luz que se venera en la iglesia de San Mateo desde el año 1953.

Durante la década de los años treinta del siglo pasado, Agustín Segura ya era un consumado pintor, especializado en el retrato. Durante el periodo republicano retrató a personajes de la cultura como Pío Baroja o el dramaturgo Pedro Muñoz Seca. Tres jefes de gobierno de la II República posaron para él, además de otros destacados personajes de la vida pública de entonces.

Concluida la guerra civil, Agustín Segura afianzó aún más su prestigio, como lo demuestran los premios conseguidos en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, como la Medalla de Honor que logró en 1945 por el cuadro titulado Camerino.

Este éxito motivó que el Ayuntamiento de Tarifa le nombrara Hijo Predilecto de la ciudad y le diera su nombre a la calle donde nació.

Su fama y consideración continuó en aumento y durante las décadas de los años cincuenta y sesenta s pintó miles de retratos de personajes tanto españoles como extranjeros, siendo según sus palabras, “el pintor mejor retribuido de la época”.

Más de dos mil retratos hizo Agustín Segura, lo que sólo fue una parte de su ingente obra artística. El pintor tarifeño consiguió la mayor maestría en el arte de los bodegones. Pero fue en los cuadros de género, de fuerte estilo costumbrista, donde el artista tuvo la oportunidad de profundizar en el alma humana.

El tarifeño Agustín Segura se convirtió en uno de los principales valores culturales de España y sus regulares exposiciones en el Salón Cano de Madrid eran acontecimientos sociales de primer orden.

Entre los numerosos premios y honores que recibió, destacar la Gran Cruz de Alfonso X que le fue entregada de manos del ministro de Educación y Ciencia.

La vida del pintor tarifeño y la calidad de su obra podrán verse en la exposición que ha organizado el Museo-Fundación Wenceslao Segura (www.mfwenceslaosegura.es).

 

Mª Ángeles López Roberts y Muguiro

Por Mª Dolores Barreda Pérez

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LAS PRIMERAS ARTISTAS DE LA

ASOCIACION ESPAÑOLA DE PINTORES Y ESCULTORES

Desde su fundación en 1910, y después de haber tratado en anteriores números a las Socias Fundadoras de la entidad, y las participantes en el primer Salón de Otoño, vamos a ir recuperando de la memoria colectiva, el nombre de las primeras socias que vinieron a formar parte de la Asociación de Pintores y Escultores.

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Mª ANGELES LÓPEZ ROBERTS Y MUGUIRO

 

LOPEZ ROBERTS Y MUGIRO, Mª Ángeles  D.G.P    1923   1890    MADRID   MADRID

Pintura, Grabado y Artes Decorativas. Fecha de alta: 1923

María de los Ángeles López Roberts y Muguiro nació en Madrid en 1890.

Conocida en su círculo íntimo como “Neneta”, era hija de Mauricio López Roberts Terry, embajador de España en Suiza, Gentilhombre de Cámara con ejercicio del rey Alfonso XIII, crítico de arte, miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y marqués consorte, y de María de los Ángeles Muguiro Beruete, 3ª Marquesa de Torrehermosa.

El matrimonio tuvo además otro hijo, Fermín López-Roberts y Mugiro, que nació en 1899 y fue también diplomático.

Autorretrato presentado al VI Salón de Otoño de 1925

 

Como vemos, la familia era sensible a las manifestaciones artísticas, ya que su padre era además poseedor de una colección de arte que incluía obras de Goya.

Mauricio López Roberts

 

En este ambiente cultural, no fue extraño que cursara estudios en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando, siendo discípula de Fernando Álvarez de Sotomayor y de José María López Mezquita, quienes fueran Presidentes de la Asociación Española de Pintores y Escultores.

Aparecía en todas las crónicas de sociedad de la época, debido principalmente a la vida social que tenía su familia, aunque a veces, en alguna, se mencionaba su afición a la pintura, como en esta reseña de la revista Vida aristocrática que firmaba Madriles el 20/09/1920

“Ya que sabes pintar,

Neneta López Roberts, pinta el mar.

Sin detenerte en nada

pon manos á la obra,

que tú puedes pintar la mar salada

con la sal que te sobra”.

Participó en las Exposiciones Nacionales de 1922, 1924, 1926 y 1930, en diversas ediciones del Salón de Otoño y en el VIII Salón de los Humoristas, celebrado en el Museo Nacional de Arte Moderno de Madrid entre mayo y junio de 1922.

Autorretrato presentado al VII Salón de Otoño de 1927

 

En 1923 se hizo socia de la Asociación de Pintores y Escultores.

Con motivo de la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1924, distintos periódicos destacaban sus obras …”no por galantería debida, sino por méritos positivos”… (La Época, 23/5/1924) y su …”colorido dibujo de brillantísimo color”… (El Sol, 6/6/1924).

No hemos encontrado referencia alguna de su vida personal, más que esta reseña del diario La Libertad del 12/04/1924, en donde se dice que “Los condes del Casal han tenido el acierto de celebrar una comida íntima, a la que han asistido eminentes personalidades do la pintura y  la escultura españolas. Con los dueños de la casa se sentaron Neneta López Roberts y su hija Blanquita, y los señores Benlliure D. Mariano), Blay, Moreno-Carbonero, Menéndez Pidal, Néstor Fernández de la Torre, Coullaut Valera y Capuz, y los eminentes”… por lo cual podemos deducir que tenía una hija.

Revista Blanco y Negro del 17 de agosto de 1930

 

Obtuvo breves reseñas de su participación en distintas exposiciones de la época, como cuando destacan …“el autorretrato de la señorita de López Roberts, realizado con pleno acierto”… referido al cuadro que presentó al VI Salón de Otoño de 1925 (La Época, 30/9/1925, La Voz 1/10/1925), o cuando aseguran que …“el cuadro titulado “La sopera de plata” merece destacarse por lo que revela de dominio y seguridad de pincel de la señorita María de los Ángeles López Roberts, en quien alienta una fuerte personalidad de artista”… (La Época, 12/5/1926).

Sus dibujos e ilustraciones comienzan a ocupar espacio en las distintas revistas de la época, como en la revista ilustrada “La Esfera”, que reproducía uno de sus cuadros en portada el 5 de diciembre de 1923 titulado “Mujer abulense”; o en la del 28 de marzo de 1925, en su página 12, y bajo el título de “Artistas jóvenes”, un autorretrato de ella; y también en el del 21 de agosto de 1926, en su página 33, y a toda página el dibujo titulado “Novios de antaño”.

Además de otras publicaciones como la revista semanal “Por esos Mundos”, cuya portada del 16 de mayo de 1926 lo ocupaba uno de sus dibujos más coloristas; o de la revista Blanco y Negro de marzo de 1930, que reproducía otro de sus dibujos bajo el título de “Estampas españolas”, o la portada de este semanario del 24 de agosto de 1930, con otro de sus dibujos, que representaba a una mujer con una cesta de pescado.

La artista en 1930

 

En 1930 aparece en una “Crónica de sociedad” de la revista Blanco y Negro, en la que se publica una fotografía de Neneta y de ella se dice:…”¿Conoces a la retratada, mon cher…? Es Neneta López Roberts… está con los pinceles y la paleta en la mano en actitud de pintar el edificio donde tiene albergue oficial el Gobierno de Suiza”…

En “El Heraldo de Madrid” del 25/10/1927, y con motivo del VII Salón de Otoño, se destaca que ….”mantiene con su envío el prestigio anteriormente conquistado… “Camino de la escuela”, el cuadro de María López Roberts, acusa, dentro de una orientación cartelista, una notable depuración técnica”… (Atlántico, 5/7/1929).

Estuvo residiendo una temporada en París, en donde realizó una exposición individual en 1934, en la sala Brame, del Boulevard Malesherbes.

ABC, edición Sevilla, 29 de abril de 1934

 

El ABC del 23/2/1934 recogía así la crónica de esta muestra. Arte y artistas. Exposición de pinturas en París. La señorita doña Ángeles López Roberts, hija de los marqueses de la Torrehermosa, ha presentado al público de París en la Galería Brame una exposición de obras suyas, que con el título de “Visiones de España” ha obtenido un grandísimo éxito de público y de crítica, habiéndose prorrogado su duración por solicitarlo así muchas personas que no habían podido ir a visitarla por motivo de las revueltas habidas últimamente en la Villa Luz. Se han ocupado de esta exhibición los críticos más notables, reconociendo en las obras de la señorita de López Roberts excepcionales condiciones de originalidad, colorido y dibujo, que revelaban además al público una España desconocida e interesantísima. Muchos de los cuadros han sido comprados por inteligentes coleccionistas. En suma, un gran éxito para nuestra compatriota y para el arte. Entre los concurrentes se contaban doña Beatriz, doña María Cristina, D. Jaima y D. Alfonso de Borbón, ….Miguel Zamacois…. Federico de Madrazo… Santiago Bonome…”

 

El 29 de abril de 1934 la edición sevillana del ABC, en su página 3, recoge la reseña del ABC en París de la exposición de Ángeles L. Roberts, y  junto a una fotografía y la reproducción de varios dibujos como el titulado “Ganado trashumante”, “La novia de la alberca. Salamanca”  y “La jota”, Mariano Daranas relata: “De estas Visiones de España” que Ángeles López Roberts acaba de exponer en una sala del Boulevard Malesherbes, cabe añadir a los elogios, que no regateó la crítica profesional, … El esfuerzo realizado por Ángeles López Roberts sugiere ciertos matices de la belleza eterna, accesible, es cierto, solamente a los iniciados; pero traduce, asimismo, con una originalidad elegante y a un tiempo persuasiva las características vivaces de un glorioso solar ignorado por sus propios moradores… ¡Cómo ante esta colección medimos la inaudita, la escalofriante variedad de las Españas! El estado de gracia, de inspiración, fue precedido en la artista por un religioso y tenar conocimiento de todo lo nacional y lo racial, disperso o reunido, anecdótico o permanente. En la formación artística e intelectual de la autora concurrieron, sin duda, factores de no común calidad: viajes desde los años más tempranos, trato y comercio de una sociedad –la suya- que prodigaba, junto a normas de frivolidad y egoísmo, estampas y ejemplos de alta sugestión estética; en fin, la circunstancia feliz de que fuera el hogar de sus padres –los marqueses de la Torrehermosa- uno de aquellos en donde las virtudes de entendimiento y de alma ardieron de consuno con noble y peremne llama. Pero si estos y otros títulos justifican y explican el patriotismo, la cultura y la vocación de la pintora, sería más difícil que, no yo, sino alguien mucho más perspicaz que yo, estableciera una relación de dependencia o simplemente de afinidad entre su personal obra artística y los modos y estilos de la pintora contemporánea. Este “Patio andaluz” responde, no hay duda, al tema evocado. Huérfano de etiqueta, el lienzo conservaría igual poder de evocación, análoga fidelidad descriptiva; pero al propio tiempo, el “Patio andaluz”, según Ángeles López Roberts, no recuerda a ninguna otra versión de cuantas sobre el mismo tema arquitectónico alojan los museos y colecciones particulares. No sólo no se les acerca, sino que choca y pugna con ellas. Digo lo mismo de “La jota”, “La florista cordobesa”, “La castañera madrileña”, “La santera zamorana”, “La procesión en una aldea de Castilla”… Es más que sorprendente, inaudita, la variedad folklórica e iconográfica, acumulada en estos treinta y tantos cuadros. Hay, asimismo, un “Alcalde de Sabiñánigo”, “Un domingo de Ramos en el Valle de Ansó”, una “Santa Casilda de Toledo”… Insistiendo: no es el fondo temático, no son la renovación y reiteración estilizadas de una España que, siendo siempre diferente, no reproduce sin mengua de su casticismo, uno siquiera de los tópicos de la España de pandereta, la característica de este pincel por tantos conceptos prócer. Las fotografías adjuntas no pueden sugerir cabalmente el acento nuevo que Ángeles López Roberts incorpora a la pintura contemporánea. Arte es el suyo de miniatura y de fresco, de friso y de estampa miniada e iluminada. Más claro: tanto por el aire pasmado e inmóvil de sus figuras, cuanto por la delectación prolija y morosa del ornamento y la opulencia y profundidad del color, el pincel de la inspirada compatriota abre sobre un mundo actual un nuevo cielo bizantino”.

Del Albaycín

 

En ese mismo año 1934 fue nombrada subdelegada de la Cruz Roja en la capital francesa. La familia tenía residencia en un palacete en la rue Cardinet de París, en donde Neneta montó un ropero dedicado a la Cruz Roja Española, para conseguir fondos con destino a los casos de extrema penuria de la vecina España.

En 1936 ilustró el libro “Cuentos de Oriente y de Occidente” Tomo I, de María Victoria Maura (cop. 1936).

El ABC del 15/2/1942, en la sección Arte y Artistas, Exposiciones, firmada por Cecilio Barberán, decía lo siguiente: “Óleos y dibujos de Ángeles López-Roberts, en los Salones Macarrón. Esta ilustre artista expone, en los prestigiosos Salones antes citados, una espléndida obra de óleos y dibujos, en donde está presente el primor más depurado. Alcanza la misma esta depuración ante la enseñanza del mejor arte moderno, y ello presta a su obra el valor y la belleza más positiva. Al más alto concepto de lo primoroso y de lo decorativo responden estos óleos y acuarelas que hoy admiramos. En los primeros, igual que todas las escuelas de arte tuvieron un sector de obra preciosista en donde la realidad que plasma está vista a través de la más alada y caprichosa visión, esta artista trueco la actual trayéndonos trajes de época, que le sirven para demostrarnos su dominio y sus aciertos en el dibujo, y una singular maestría en captar calidades de sedas, flores y oros y cuanto pudo enjoyar el traje de una mujer de ayer. Bellísimas y espléndidas estampas de época son éstas. Sus dibujos son eminentemente modernos. Pero construidos con una seguridad y una depuración, dentro de lo decorativo, que nos revelan cómo la artista vio en las mejores principios de este arte renovaciones que prestaban a éste bellezas siempre inéditas. Ricas y originales ilustraciones pueden ser muchos de éstos. Obra, por su minuciosidad, de un primitivo… muy moderno parecen muchas de estas estampas. La Exposición de Ángeles López-Roberts es, pues, admirable”.

     

Tarjeta postal de la época con una ilustración de la artista

 

En el ABC del 10/1/1946, en la sección de Arte y Artistas. La Exposición de artistas españoles e ingleses que se celebró en los salones del Instituto Británico en Madrid. …”Muy interesante es el concurso de obras pictóricas de la mujer…. María Ángeles López Roberts aporta una de las manifestaciones más inteligentes de la pintura de la mujer española”…

En 1951 realizó ilustraciones para el libro editado por la Asociación Nacional de Bibliotecarios, Archiveros y Arqueólogos “Catálogo Crítico de Libros Infantiles”, redactado con motivo de la Exposición de Bibliotecas Infantiles celebrada en la Biblioteca Nacional del 8 al 25 de marzo de 1951”, (Madrid, 1951, ANABA, Publicaciones Españolas).

 

En 1956 volvió a exponer en la Sala Macarrón. Con este motivo, el ABC del 3/3/1956, en la Sección Arte, escribía así José Camón Aznar: “En las pinturas de Ángeles López-Roberts hay un ingenuismo prerrafaelista. Ángeles López-Roberts expone en la Sala Macarrón una serie de pinturas de carácter más bien ilustrativo. Hay en ellas un ingenuismo prerrafaelista, con predilección por el dibujo, que es el dominante de estas obras, con tal superioridad, que el color se limita a iluminar los perfiles. Con una tendencia a la estampería de un intantilismo demasiado acromado, esta pintora concibe unas figuras y unas composiciones de carácter descriptivo como ilustraciones de cuentos felices, con un cierto aire germánico en la ingenuidad y fantasía de los temas. Son éstas unas pinturas muy claras y de una problemática ya resuelta. Preferimos de esta Exposición las obras de mayor formato, singularmente un bodegón que supera la calidad de arte menos del resto del conjunto y ofrece una coloración muy brillante, adecuada a la ausencia de valores atomosféricos en esta clase de pintura”.

El ABC del 27/12/1957 recogía así en su sección de Arte, la exposición de Temas de navidad y de invierno, por Ángeles López-Roberts: “Ángeles López-Roberts expone en los Salones Macarrón una interesante serie de pinturas sobre temas navideños e invernales. Hace esta pintora un arte decorativo amable y femenino, muy apropiado para la ornamentación de habitaciones de niños o la ilustración de publicaciones infantiles. Las más de estas obras están realizadas a la acuarela y al guache, técnicas que Ángeles López-Roberts cultiva con risueña pulcritud. Sobre el amplio repertorio anecdótico de esta Exposición se hace evidente una gran ternura y un singular y sugestivo acento poético, que imprimen a las obras allí reunidas su principal encanto”.

Mujer abulense

 

Fallece en Madrid, en 1973.

Su participación en el Salón de Otoño de la AEPE

Al I Salón de Otoño de 1920, en el que aparece inscrita como López Roberts, Dª María de los Ángeles, “Neneta”; natural de Madrid, donde reside, calle de Don Pedro, núm. 1, presentó dos acuarelas: “Paseo de Babrulbadur, princesa de la China, novia de Aladino”, acuarela; 0,53 x 0,68 y “En tiempo de miriñaque”, acuarela; 0,67 x 0,52.

Al II Salón de Otoño de 1921, presentó tres obras: “Las mariposas”, acuarela; 0,60 x 1,00;  “La danza de las plumas”, acuarela; 0,67 x 0,50 y “El estanque de los tiestos (estudio)”, óleo; 0,54 x 0,53.

Al III Salón de Otoño de 1922 lleva dos óleos: “El puesto del Milagro (Toledo), óleo; 0,33 x 1,12 y “Un rincón del parque del Sotillo (estudio)”, óleo; 0,60 x 0,71

Al IV Salón de Otoño de 1923 presentó las siguientes obras:  “Mujer de Ávila”, óleo; 0,64 x 0,52 y “La falda amarilla”, óleo; 1,09 x 0,79.

Al VI Salón de Otoño de 1925 presentó el cuadro titulado “Autorretrato”, óleo; 95x 82, obra que apareció reproducida en las páginas finales del catálogo.

Al VII Salón de Otoño de 1927 concurrió inscrita como residente en Berna (Suiza), y llevó una única obra: “Autorretrato”, 1,15 x 0,80.

Al XX Salón de Otoño de 1946 presentó un dibujo titulado “Invierno en Castilla”.

Al XXIII Salón de Otoño de 1949 concurre con un dibujo titulado “Nieve en El Escorial”.

Al XXVIII Salón de Otoño de 1957 llevó la obra “Rancheros de Misiones (Argentina)”.

Al XXXI Salón de Otoño de 1960 presentó la acuarela titulada “Los patinadores”.

Al XXXII Salón de Otoño de 1961 concurrió con dos obras, un dibujo titulado “El chocolate” y otra pieza en la sección de arte decorativo bajo el título de “Invierno”.

Al XXXIII Salón de Otoño de 1962 y para la sección de Arte Decorativo, presentó una obra titulada “Las lavanderas”.

Al XXXIV Salón de Otoño de 1963 presentó dos acuarelas “El Puente Viejo” y “Domingo en San José”.

Al XXXV Salón de Otoño de 1964 llevó dos obras, una acuarela titulada “Santa Cecilia” y otra obra sin determinar bajo el título de “La Huerta”.

Sin título. Acuarela

 

24 Agosto de 1930 Blanco y Negro

La Esfera 21 de agosto de 1926

Por esos Mundos 16 de mayo de 1926

 

 

Bibliografía y webgrafía

http://wm1640482.web-maker.es/Mujeres-pintoras/Mar-a-Angeles-Lopez-Roberts/

  1. SPOTTORNO y TOPETE «Lo subrayado de la semana» Blanco y Negro, 17 agosto 1924.

Mariano DARANAS «La exposición Ángeles. L. Roberts» ABC, 29 abril 1934

Antonio de la HERAS «Exposición López Roberts», Hoja del Lunes, 16 febrero 1942

Forum Artis

F.A., agosto 2014.

“Ávila dibujada. La ciudad ilustrada en el siglo XIX”, Jesús Mª Sanchidrián Gallego. Ayuntamiento de Ávila, enero 2005.

ABC Sevilla, 29 de Abril de 1934

27/12/1957 – ABC (Madrid) 03/03/1956, 30/11/1976, 13/02/1964, 09/04/2000, 21/12/1957, 10/01/1946, 06/11/1926, 16/06/1923, 24/12/1957, 15/02/1942, 29/05/1949

24 Agosto de 1930 Blanco y Negro

5/12/1923, n.º 519, página 1

“Los pasos que no regresan”, de Fina Calderón. Huerga & Fierro editores, Madrid, 2004

Vida aristocrática. 20/09/1920. Año 1, número 26

Maxam presentó su calendario 2019

La Fundación MAXAM inauguró el pasado día 30 de octubre la Exposición Vanitas, una muestra articulada en torno a la obra de Alfonso Albacete y que recoge algunas de las piezas más destacadas de la Colección de Pintura MAXAM, con artistas como Arturo Mélida, Cecilio Plá, Julio Romero de Torres, Eduardo Arroyo y Pedro Batalla Xatruch.

De forma habitual, la Fundación Maxam presentaba su calendario en el marco de celebración del Salón de Otoño, pero en esta ocasión han querido hacer de este acontecimiento, una exposición propia que recoja además algunas obras señaladas de su almanaque.

Así lo reflejó en sus palabras el Presidente de la Fundación Maxam, José Fernando Sánchez Junco, agradeciendo la labor que la Asociación Española de Pintores y Escultores está realizando en la difusión del arte y la cultura, y como patrocinadores oficiales del Salón de Otoño que organiza la centenaria entidad.

De izquierda a derecha: el Presidente de la Fundación Maxam, José Fernando Sánchez Junco, el pintor Alfonso Albacete, Mª Dolores Barreda Pérez, Paloma Casado, Antonio Téllez, Carmen Bonilla Carrasco, José Gabriel Astudillo, Itziar Zabalza Murillo y Fernando de Marta

 

Al acto de inauguración asistieron el Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, José Gabriel Astudillo, acompañado de la inmensa mayoría de miembros de su Junta Directiva, tales como Juan Manuel López-Reina, Vicepresidente, de Mª Dolores Barreda Pérez, Secretaria General, los Vocales Antonio Téllez de Peralta, Paloma Casado López, Carmen Bonilla Carrasco, el Bibliotecario Fernando de Marta y la Asesora Itziar Zabalza Murillo.

La exposición se podrá visitar hasta el próximo 18 de noviembre en la Sala Pardo Bazán del edificio La España Moderna del Museo Lázaro Galdiano y supone una oportunidad única para sumergirse en la historia y la iconografía de la Colección de Pintura MAXAM. Integrada por más de 100 obras, esta Colección es una iniciativa de mecenazgo empresarial pionera en España, cuyas imágenes han ilustrado año a año el popular “almanaque de explosivos” que la compañía edita desde 1900.

“Fundación MAXAM surge del compromiso de nuestra compañía con el progreso social a través de la promoción de la cultura y la educación. La exposición que hoy inauguramos en el Lázaro Galdiano se une a otras iniciativas de divulgación artística como las ya realizadas en países como España, Estados Unidos y Panamá, entre otros,” explica Fernanda Cardama, Patrona de la Fundación MAXAM y Global Head People & Resources de la compañía.

Vanitas, realizada expresamente por Alfonso Albacete para ilustrar el Calendario MAXAM de 2019, parte de un tema tan apasionante en la historia del arte como es el del cuadro dentro del cuadro, explica Lucas Ferreira, Director Adjunto de la Fundación MAXAM y comisario de la exposición. Bajo este término barroco, el autor da título a una imagen de imágenes, a una narración con tramas tan diferentes como la historia de la pintura, el proceso creativo, la simbología popular de la España de los años 50 y 60 o las obras que le antecedieron en la Colección MAXAM.

De izquierda a derecha: el Presidente de la Fundación Maxam, José Fernando Sánchez Junco, el pintor Alfonso Albacete, Juan Manuel López-Reina, Paloma Casado, Antonio Téllez, Carmen Bonilla Carrasco, José Gabriel Astudillo, Itziar Zabalza Murillo y Fernando de Marta

Alfonso Albacete
Alfonso Albacete (Antequera, 1950) es uno de los nombres más prestigiosos e innovadores de la pintura española de las últimas décadas. A finales de los años 70 y principios de los 80, promovió junto con otros artistas una “vuelta a la pintura”, al lienzo como soporte perfectamente capaz de plasmar cualquier inquietud artística. En sus obras, y Vanitas es un claro ejemplo de ello, se puede ver su interés por el constructivismo ruso (geometrización del espacio), la abstracción americana (expresividad de los colores) y el barroco español (simbolismo e iconografía de los elementos utilizados).


Alfonso Albacete realizó su primera exposición individual, En el estudio, en el año 1979 en la Galería Egam de Madrid. Desde aquella muestra, Albacete ha sido considerado como uno de los nombres más reputados de la pintura española actual.

Ha realizado más de 70 exposiciones, entre individuales y colectivas y su obra forma parte de los fondos de museos y colecciones como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (Madrid, España), The Chase Manhattan Bank (Nueva York, EE.UU.), en la White House Collection (Washington, EE.UU.), en la Collection Dobe (Zúrich, Suiza, en el Mie Prefectural Art Museum (Mie, Japón) y en el Museo Wurth (Kunzelsau, Alemania).

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